Abren el sarcófago de la Tumba de Cerbero

El descubrimiento de una tumba sellada por más de 2.000 años en la ciudad de Giugliano, cerca de Nápoles, ha dejado a los arqueólogos atónitos. Este hallazgo, conocido como la 'Tumba de Cerbero', revela una impresionante conservación que ofrece valiosos datos sobre el pasado romano. La abertura del sarcófago por primera vez desde su sellado ha permitido a los científicos examinar su contenido con gran detalle, generando un aluvión de nuevos conocimientos y expectativas sobre la antigua práctica funeraria.

El equipo de arqueólogos liderado por la Dra. Simona Formola (izquierda) encontró el sarcófago sellado en perfectas condiciones. Dentro descubrieron un cuerpo tendido en posición supina cubierto por un sudario sorprendentemente bien conservado. Este estado de preservación es excepcional, considerando que el sarcófago ha permanecido cerrado durante más de dos mil años.

La minuciosa observación con microcámaras permitió a los investigadores identificar varios objetos funerarios alrededor del cuerpo, incluyendo frascos de ungüentos y utensilios de limpieza corporal, que sugieren un embalsamamiento sofisticado.

Según los expertos, dada la rica naturaleza y cronología de estos hallazgos, junto con el cuidado que parece que se le dio al difunto, es probable que el cuerpo pertenezca al fundador de la familia a la que se le construyó el mausoleo.

Un tesoro de información arqueológica

La presencia de recipientes de cerámica y ungüentarios en la tumba proporciona información sobre los rituales funerarios de la época. El análisis preliminar del polen en los frascos sugiere que el cuerpo pudo haber sido tratado con cremas a base de plantas como el Chenopodium y el ajenjo, conocidos por sus propiedades conservantes.

Estos hallazgos no solo ofrecen una visión más clara sobre las prácticas de embalsamamiento en la antigua Roma, sino que también ayudan a reconstruir el contexto social y cultural del periodo. Además, los estudios sobre el tejido textil del sudario, en proceso de análisis, podrían desvelar detalles sobre las técnicas de fabricación y los materiales utilizados en la época.

El descubrimiento de la 'Tumba de Cerbero' amplía considerablemente nuestro entendimiento del pasado romano. La superintendente del Ministerio de Cultura Italiano, Marian Nuzzo, destaca que este hallazgo enriquece nuestro conocimiento sobre el territorio flegreo y abre nuevas oportunidades para investigaciones multidisciplinarias.

Los próximos análisis de ADN y estudios sobre las sustancias orgánicas presentes en la tumba permitirán a los investigadores reconstruir no solo las prácticas funerarias, sino también aspectos más amplios de la vida y la cultura de la antigua Nápoles. La colaboración entre arqueólogos, antropólogos y químicos es esencial para desentrañar los misterios de este antiguo sepulcro y ofrecer una visión más completa de la sociedad romana hace 2.000 años.

El mito de Cerbero

Cerbero, en la mitología griega, es el monstruoso perro de tres cabezas que guarda las puertas del Hades, impidiendo que los muertos salgan y que los vivos entren al inframundo. Suele representarse como una criatura temible con serpientes en lugar de melena y cola, que encarna al guardián supremo del reino de los muertos. La representación de Cerbero a la entrada de la tumba es simbólica, ya que actúa como guardián para proteger las almas de los difuntos y alejar a los malos espíritus; algo que coincide con la creencia grecorromana en el más allá y la importancia de garantizar un paso seguro para los difuntos.

Esta tumba promete revelar más detalles fascinantes sobre un pasado lejano y ayudar a completar el rompecabezas histórico de una civilización que sigue revelando sus secretos.

Fuente: quees.com | 2 de agosto de 2024

Descubren unas extraordinarias láminas de oro en el interior de varias tumbas egipcias

Conjunto de láminas de oro encontradas en una tumba del complejo funerario de Tel El-Dir, en el norte de Egipto. Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

Durante las excavaciones que se están llevando a cabo en la necrópolis de Tel El-Dir, en el norte de Egipto, un equipo de arqueólogos ha sacado a la luz unas magnificas láminas de oro en las que se han representado diversos dioses del panteón egipcio, así como símbolos asociados con la buena suerte y la protección.

Allí, una misión arqueológica egipcia acaba de descubrir 63 tumbas de adobe y diversos enterramientos que contenían un magnifico conjunto de ofrendas funerarias compuesto por láminas de oro con representaciones de deidades y símbolos asociados con la buena suerte y la protección.

Recipiente de cerámica en cuyo interior se descubrieron monedas de bronce de época ptolemaica. Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

Todo el ajuar funerario, incluidas unas láminas en forma de lengua (una antigua tradición que debía servir para que el difunto pudiese hablar ante Osiris en el más allá), se ha datado en época de la dinastía XXVI (664-525 a.C.), mientras que un conjunto de varias monedas de bronce ocultas en una pequeña vasija de cerámica habrían sido acuñadas en época ptolemaica (332-30 a.C.).

Este impresionante descubrimiento es la continuación de un hallazgo anterior realizado en el año 2022, cuando un equipo de arqueólogos que se encontraba excavando en Tel El-Dir halló diversas láminas de oro que representaban a los dioses Isis, Bastet y Horus (en forma de halcón alado), y otras láminas con la representación de otras divinidades.

Mohamed Ismail Khaled, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto.

Objetos funerarios

En un comunicado, Mohamed Ismail Khaled, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, ha manifestado que "la planificación arquitectónica de las tumbas descubiertas representa uno de los modelos comúnmente reconocidos y difundidos en el Egipto antiguo durante el Período Tardío. Esto subraya la importancia histórica de este hallazgo, que podría marcar el inicio de una reevaluación de un período crucial en la ciudad de Damietta".

Los arqueólogos están convencidos de que los objetos localizados en las tumbas son la confirmación de que Damietta fue un importante centro comercial en la antigüedad, además de proporcionar nuevos y valiosos conocimientos acerca de las prácticas funerarias durante la dinastía XXVI.

Por su parte, Ayman Ashmawi, jefe de sector del Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto, ha explicado que en el interior de las tumbas también se encontraron una serie de ushebtis (figurillas funerarias que se colocaban junto al difunto para servirle en el más allá) y un espejo.

Estatuillas ushebti (figurillas funerarias enterradas junto a los difuntos para servirles en el más allá) encontradas en el interior de una tumba en Tel El-Dir. Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

Un importante emporio comercial

Asimismo, junto a la vasija de cerámica en cuyo interior se encontraron las monedas de bronce se localizaron también otros recipientes de cerámica, tanto importados como de elaboración local, que, según los investigadores, son una prueba indiscutible del intercambio comercial que existió en el pasado entre Damietta y otras ciudades de la costa mediterránea.

Por su parte, Qutab Fouzi, jefe del Departamento Central para la Misión Arqueológica Marítima y Sinaí y jefe de la misión arqueológica, ha señalado que el equipo también descubrió una gran tumba de adobe en cuyo interior había varios entierros de alto estatus social, más láminas de oro con la representación de símbolos religiosos, así como amuletos funerarios de bella factura elaborados con diversos materiales.

Vasijas de cerámica halladas junto al recipiente que contenía las monedas de bronce. Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

Fuente: nationalgeographic.es.com | 30 de julio de 2024

El hallazgo en el Tíbet de un fragmento de costilla perteneciente a un denisovano arroja nueva luz sobre esta especie humana

Los investigadores excavaron un fragmento de costilla perteneciente a un denisovano que vivió en la cueva cárstica de Baishiya, en el Tíbet, hace entre 48.000 y 32.000 años. Crédito. Grupo de Dongju Zhang/Universidad de Lanzhou

Los denisovanos sobrevivieron y prosperaron en la meseta tibetana a gran altitud durante más de 100.000 años, según un nuevo estudio que profundiza en la comprensión científica de estos enigmáticos humanos antiguos identificados por primera vez en 2010.

Los investigadores analizaron miles de fragmentos de huesos de animales desenterrados en la cueva kárstica de Baishiya, a 3.280 metros sobre el nivel del mar, cerca de la ciudad de Xiahe, en la provincia china de Gansu, uno de los tres únicos lugares donde se sabe que vivieron estos humanos extintos. Su trabajo reveló que los denisovanos podían cazar, descuartizar y procesar diversos animales grandes y pequeños, tales como rinocerontes lanudos, ovejas azules, yaks salvajes, marmotas y aves.

El equipo de arqueólogos que ha trabajado en la cueva también descubrió un fragmento de costilla en una capa de sedimento que data de hace entre 48.000 y 32.000 años, lo que lo convierte en el más joven de los pocos fósiles denisovanos conocidos, un indicio de que la especie existió más recientemente de lo que los científicos pensaban.

a) Fragmento de costilla perteneciente a un denisovano (denominado Xiahe 2) que vivió en la cueva cárstica de Baishiya hace entre 48.000 y 32.000 años. b) Árbol filogenético para el espécimen Xiahe 2. Crédito: Grupo de Dongju Zhang/Universidad de Lanzhou

Debido a la escasez de pruebas fósiles, los detalles sobre cómo vivían estos antepasados humanos arcaicos han sido escasos. Pero el nuevo estudio publicado en Nature revela que los denisovanos que vivieron en la cueva kárstica de Baishiya eran increíblemente resistentes, pues sobrevivieron en uno de los entornos más extremos de la Tierra durante los periodos más cálidos y fríos, mediante el aprovechamiento al máximo de los diversos recursos animales disponibles en un paisaje de pastizales.

"Sabemos que los denisovanos vivieron y ocuparon la cueva de Baishiya, en la meseta tibetana, durante mucho tiempo, pero lo que realmente queríamos saber, es ¿cómo vivieron allí y cómo se adaptaron al entorno?", explica Dongju Zhang (izquierda), arqueóloga y profesora de la Universidad de Lanzhou (China) al tiempo que coautor del estudio publicado en la revista Nature. "Los denisovanos utilizaron todos los animales que tenían a su disposición, lo que significa que su comportamiento era flexible", añadió Zhang.

"El fragmento de costilla hallado pertenecía a un denisovano que probablemente vivió en una época en la que los humanos modernos se dispersaban por el continente euroasiático", explica Frido Welker (derecha), coautor del estudio y profesor asociado del Grupo de Paleoantropología Biomolecular del Instituto Globe de la Universidad de Copenhague."Futuras investigaciones en el yacimiento y en la región podrán arrojar luz sobre si los dos grupos humanos interactuaron allí, dado que la costilla fósil y la capa de sedimentos se sitúan en un contexto en el que sabemos que en una región más amplia es probable que hubiera humanos modernos, y eso es interesante", afirma.

La mandíbula de Xiahe hallada en 2019. Vista anterior (a), oclusal (b), lateral (c, d) e interna (e) de la muestra. a, b, d, e, son vistas después de la eliminación digital de la matriz de carbonato adherida. La preservación de la región sinfisaria de la mandíbula permite una reconstrucción virtual de los dos lados de la misma. La zona virtual es color gris. La sección sinfisaria y el ángulo infradental-gnatión se muestran en e.

Un rastro de pistas denisovanas

Los denisovanos fueron identificados por primera vez hace poco más de una década en un laboratorio utilizando secuencias de ADN extraídas de un diminuto fragmento de hueso de un dedo. Desde entonces, se han encontrado menos de una docena de fósiles denisovanos en todo el mundo.

La mayoría de ellos se hallaron en la cueva de Denísova, en los montes Altai de Siberia, de donde procede el nombre del grupo. Posteriormente, los análisis genéticos revelaron que los denisovanos, al igual que los neandertales, se habían cruzado con los humanos modernos. Los restos de ADN denisovano hallados en personas actuales sugieren que esta antigua especie probablemente vivió en gran parte de Asia.

Sin embargo, no fue hasta 2019 cuando los investigadores identificaron el primer fósil denisovano fuera de la cueva homónima.

Una mandíbula con dos dientes encontrada por un monje en la cueva kárstica de Baishiya, un lugar sagrado para los budistas tibetanos, databa de hace al menos 160.000 años y contenía una firma molecular denisovana. El descubrimiento de ADN en los sedimentos del yacimiento, publicado un año después, aportó más pruebas de que los denisovanos habían habitado la zona.

La cueva de Baishiya está orientada al sureste y a unos 40 metros por encima del moderno lecho del río Jiangla. Es a la vez una cueva budista famosa a nivel local y un lugar turístico famoso. Foto: Dongju Zhang, Lanzhou University.

En 2022, los científicos identificaron como denisovano un diente desenterrado en una cueva de Laos que pertenecía a una niña que vivió hace al menos 131.000 años, una pista que situaba por primera vez a la especie en el sudeste asiático. Al igual que con la mandíbula de Xiahe, no se pudo extraer ADN del diente, por lo que los investigadores estudiaron en su lugar los restos microscópicos de proteínas, que se conservan mejor que el ADN, aunque son menos informativos.

El reciente estudio publicado en Nature, aludido más arriba, ha examinado también más de 2.500 trozos de huesos de animales recuperados durante las excavaciones en la cueva de Baishiya en 2018 y 2019.

La mayoría de los fragmentos eran demasiado pequeños para ser identificados a simple vista, por lo que los investigadores recurrieron a una técnica relativamente nueva conocida como zooarqueología por espectrometría de masas (ZooMS), que permite a los científicos extraer información valiosa de especímenes que podrían haber sido pasados por alto en el pasado.

Basándose en pequeñas diferencias en la secuencia de aminoácidos del colágeno conservado en el interior del hueso, ZooMS ayudó a los investigadores a determinar a qué tipo de animal pertenecían los restos óseos hallados.

El molar de una niña denisovana hallado en una cueva de Laos. Crédito de la imagen: Fabrice Deméter.

El lugar de Baishiya en la historia denisovana

Además de herbívoros grandes y pequeños, el análisis reveló la existencia de carnívoros como las hienas, y algunos de los animales, como la oveja azul, siguen siendo comunes en el Himalaya hoy en día.

Muchos de los huesos de animales presentaban marcas de corte que indicaban que los denisovanos procesaban los animales para obtener sus pieles, así como carne y médula ósea. Según el estudio, algunos de estos huesos se utilizaron como herramientas.

En conjunto, la diversidad de especies animales encontradas sugiere que en los alrededores de la cueva de Baishiya predominaba un paisaje de pastos con algunas pequeñas zonas boscosas, similar al actual, aunque la arqueóloga Zhang señaló que la mayoría de los animales que viven allí en la actualidad son yaks y cabras domesticadas.

Muchos de los huesos recuperados en la cueva kárstica de Baishiya, como esta vértebra de hiena manchada, contienen huellas de actividades humanas, como marcas de cortes. (Crédito: grupo de Dongju Zhang/Universidad de Lanzhou).

Durante el laborioso proceso de clasificación de los huesos, que duró varios meses, el equipo identificó el fragmento de costilla mencionado, de 5 centímetros de longitud. Sin embargo, la resolución de la información proteínica no fue lo bastante clara como para determinar inmediatamente a qué tipo de humano había pertenecido. Un análisis más detallado de las proteínas antiguas conservadas en el fragmento de costilla, dirigido por el paleoantropólogo biomolecular, Welker, reveló que se trataba de un denisovano.

El hueso de costilla procedía de una capa de sedimentos de la que el equipo ya había extraído ADN denisovano, y Zhang explicó que los investigadores están intentando recuperar ADN del nuevo espécimen. Ese proceso podría proporcionar información genética más detallada sobre el propietario de la costilla y la población denisovana más amplia que vivió en la zona.

"Con tan poca información sobre los denisovanos, cada descubrimiento es de gran importancia y el análisis zooarqueológico llevado a cabo por los autores del nuevo estudio fue "particularmente perspicaz", dijo la arqueóloga Samantha Brown (izquierda), jefa del grupo júnior de paleoproteómica de la Universidad alemana de Tubinga, la cual ha trabajado con los restos óseos de la cueva de Denísova.

"La corta antigüedad del fragmento de costilla hallado fue sorprendente. En esa época tenemos pruebas de que los humanos modernos ocuparon territorios hasta en Australia. Esto abre realmente el debate sobre la posibilidad de que estos grupos interactuaran a medida que los humanos modernos se adentraban en Asia y el Pacífico, pero es probable que se necesiten más pruebas para comprender la naturaleza de estas interacciones", declaró Brown, que no participó en el estudio publicado.

Los trabajos continúan en la cueva kárstica de Baishiya, y la arqueóloga Zhang está excavando otro yacimiento paleolítico en la región que podrían haber ocupado los denisovanos o los humanos modernos que vinieron después de ellos, dijo.

El análisis de fragmentos óseos desenterrados durante las excavaciones en la cueva cárstica de Baishiya ha revelado qué animales descuartizaban, comían y procesaban los denisovanos. (Crédito: grupo de Dongju Zhang/Universidad de Lanzhou).

"A diferencia de la cueva de Denísova, que estuvo ocupada por los primeros humanos modernos y neandertales, además de por los denisovanos, las pruebas actuales sugieren que éstos fueron el único grupo de humanos que vivió en la cueva kárstica de Baishiya", explicó Zhang. Esto convierte a la meseta tibetana —una zona apodada "el techo del mundo"— en un lugar especialmente importante en la búsqueda de respuestas a las muchas preguntas que quedan por responder sobre quiénes eran los denisovanos, qué aspecto tenían, cómo desaparecieron y qué lugar preciso ocupan en el árbol genealógico humano.

Fuentes: cnnespanol.cnn.com | nytimes.com | 4 de julio de 2024

Una mujer enterrada hace unos 12.000 años en Turquía podría haber sido una chamana

El entierro de la posible chamana corresponde a una mujer acurrucada sobre su lado derecho y acompañada de una variedad de huesos de animales. Crédito: Profesor Ergül Kodaş.

Un pequeño equipo de arqueólogos de la República de Turquía ha identificado a una mujer que fue enterrada como una posible chamana hace aproximadamente 12.000 años en un asentamiento neolítico ahora llamado Çemka Höyük, -ubicado a unos 150 kilómetros del más famoso Göbekli Tepe, y a unos 75 kilómetros de Çatal Hüyuk, un sitio conocido como la primera ciudad de la historia.

En su artículo, publicado en la revista L'Anthropologie, el grupo de arqueólogos describe su estudio sobre la mujer y los animales que fueron enterrados a su alrededor, así como cuál pudo haber sido su papel en la aldea neolítica precerámica en la que vivió.

Çemka Höyük (que significa el "montículo junto al agua") es un pequeño asentamiento del Epipaleolítico Final - Neolítico Temprano situado aproximadamente a 1100 m al suroeste de la presa de Ilısu. Ergül Kodas.

Vista aérea del sector 1 de Çemka Höyük y evolución cronológica del asentamiento. Ergül Kodaş y Yunus Çiftçi.

En 2019, los excavadores de Çemka Höyük descubrieron los restos de esta mujer perteneciente a una época en la que los habitantes de la zona todavía eran cazadores-recolectores, pero que también habían comenzado a establecer pequeños asentamientos. Los investigadores creen que tenía entre 25 y 30 años cuando murió.

La mujer había sido enterrada bajo el suelo de un edificio construido con barro, mientras que otras 14 personas fueron enterradas bajo otros edificios cercanos. Investigaciones anteriores han demostrado que enterrar a los muertos bajo las casas era una práctica común en la época. Pero, a diferencia de otros entierros contemporáneos, ella fue encontrada enterrada con restos de una gran variedad de animales.

En el momento de su muerte la domesticación de los animales aún no había comenzado, por lo que todos eran salvajes. Tal vez aún más sorprendente es que el cuerpo de la mujer estaba cubierto por un gran bloque de piedra caliza.

Algunos otros ejemplos de entierros hallados en Çemka Höyük. E. Kodaş

Un estudio minucioso de los animales enterrados con la mujer mostró que habían sido colocados con cuidado: el cráneo de un uro había sido dispuesto justo encima de su cuerpo, por ejemplo, con la mandíbula separada y colocada a sus pies. Otros huesos incluían alas de perdiz, patas de marta y huesos de oveja o cabra esparcidos al azar por toda la tumba.

Los investigadores sugieren que enterrar animales junto a esta mujer, una práctica que no se observaba en otros lugares, sugiere la posibilidad de que la mujer ocupara un lugar especial en la sociedad, tal vez ejerciendo como chamana, es decir, una persona que habría tenido una conexión especial con los espíritus, especialmente con aquellos con malas intenciones. A menudo se ha considerado que los chamanes de otras sociedades tenían una conexión estrecha con los animales y los espíritus que pueden habitarlos.

Sin embargo, los investigadores reconocen que las extrañas características del enterramiento podrían deberse también a otras prácticas rituales, como el culto a los animales, la metonimia (como la idea de que un hueso del ala de un pájaro podría provocar el vuelo) o la práctica de festines durante los enterramientos, más que al chamanismo, propiamente dicho.

Distribución de los distintos elementos del entierro. Ergül Kodaş et al.

Tumba dañada por las obras de una carretera

Aunque la parte sur del entierro resultó parcialmente dañada debido a la construcción de una carretera entre Çemka Höyük y el río Tigris, la mayor parte permaneció intacta. La joven fue enterrada en decúbito prono, tumbada sobre el lado derecho, con orientación noroeste-sureste y mirando al oeste.

“Teniendo en cuenta que el individuo femenino y los huesos de animales fueron depositados juntos en un mismo entierro, podemos suponer algunas relaciones simbólicas entre los animales y los cazadores-recolectores-pescadores de Çemka Höyük, los cuales ya se habían embarcado hacia una vida sedentaria”, escriben los autores en el estudio.

Marginados que vivían solos

“Un chamán o chamana se diferencian de la gente corriente y pueden aparecer como una figura carismática, a veces religiosa, pero posiblemente también 'loca'. Es muy probable que tales personas fueran diferentes también en sus hábitos, y es posible que hayan tenido una discapacidad o marcadores visuales que los hicieran diferentes. Tal vez eran marginados que vivían solos a pesar de su papel como viajeros entre mundos. Por esta razón, en muchas sociedades, las ceremonias funerarias de los chamanes son diferentes a los ritos del resto de su comunidad”, concluyen.

Fuentes: phys.org | nationalgeographic.es | 31 de julio de 2024

¿Qué hacía la gente con todo el metal de la Edad del Bronce? Una nueva investigación reaviva viejos debates sobre la naturaleza del dinero

Uno de los mayores hallazgos de la Edad del Bronce tardía: este tesoro descubierto en Weißig, cerca de Dresde (Alemania), pesa alrededor de 20 kilogramos y consta de 63 objetos completos y 328 fragmentos. Foto: Oficina Estatal de Arqueología de Sajonia / J. Lipták

No tenemos evidencia escrita sobre cómo vivía la gente en Europa durante la Edad del Bronce (2300–800 a. C.), por lo que los arqueólogos reconstruyen su mundo a partir de los artefactos y materiales que dejaron atrás. A diferencia de aquellos perecederos como la lana o la madera, es el metal el que se ha conservado bien.

Los miembros de la élite de la sociedad reciben una considerable atención arqueológica, en gran medida porque la gente común dejaba menos rastros. Un nuevo estudio sugiere que podemos aprender algo sobre esta gente común a partir de los tesoros de metal enterrados, y que sus vidas económicas eran muy parecidas a las nuestras.

¿Por qué la gente enterraba montones de metal?

Durante la Edad del Bronce era una práctica común en toda Europa depositar montones de objetos de metal bajo tierra o los colocaba en un lugar especial, como un pantano o un lindero.

A veces, estos tesoros incluían muchos objetos, y otras solo unos pocos. En ocasiones estaban compuestos por un solo tipo de objeto (un ejemplo conocido son los tesoros de decenas de hachas de la misma forma). Otras, por el contrario, incluían una variedad de objetos, e incluso fragmentos de objetos rotos.

A pesar de su variedad, los hallazgos muestran que el mundo de la Edad del Bronce estaba interconectado en toda Europa y que los objetos de bronce tenían un valor especial en la mayor parte de ella.

¿Por qué la gente enterraba estos tesoros? Los arqueólogos llevan décadas intentando responder a esta pregunta.

¿Se trataba de un acto religioso? ¿De una destrucción intencional de bienes valiosos con el fin de reducir las desigualdades en materia de riqueza? ¿De chatarra oculta en épocas de conflicto o guardada para su uso futuro en la metalurgia?

Solo se han encontrado unos pocos personajes de la Edad del Bronce. A menudo se trata de personas enterradas en enormes montículos de tierra y se supone que eran figuras importantes: líderes rituales, jefes u otras élites. Los arqueólogos han tendido a suponer que estas personas pertenecientes a la élite social y sus alianzas dieron forma a los movimientos de los metales en la Edad del Bronce.

Recreación de una fundición de bronce.

¿El bronce como dinero para la gente común?

En el nuevo artículo, publicado en Nature Human Behaviour, los arqueólogos Nicola Ialongo y Giancarlo Lago proponen una forma diferente de entender los tesoros enterrados. En lugar de centrarse en las élites como los protagonistas, sugieren que tales tesoros muestran cómo la gente común contribuyó al mundo interconectado de la Edad del Bronce y a la difusión de los objetos de metal en él, lo que indica que las raíces de la economía de mercado son antiguas.

Ialongo y Lago analizaron casi 25.000 objetos de estos tesoros procedentes de Italia, Suiza, Austria, Eslovenia y Alemania, datados entre el 2.300 y el 800 a.C. Descubrieron que, a lo largo de los siglos, surgió un sistema de pesaje estandarizado que fue ampliamente compartido en todo el mundo de la Edad del Bronce.

El artículo continúa argumentando que esta estandarización indica que pequeñas piezas de bronce de pesos estándar podrían haber sido utilizadas como moneda para transacciones cotidianas por parte de gente común.

La difusión de las normas europeas

Mucho antes del año 2300 a. C., parece que se produjo una creciente estandarización de las formas de los artefactos, al menos a nivel superficial. Surgieron distintos tipos de objetos, como dagas o ciertas vasijas de cerámica, que parecen similares en grandes áreas, pero que tenían usos locales diferentes en distintos lugares.

Los arqueólogos creen que este tipo de estandarización surgió de una mezcla de ritos religiosos compartidos y un creciente interés en los viajes de larga distancia. Cuando se conoce a personas nuevas cuyo idioma no se habla, tener una forma compartida de vestirse o de actuar puede ser una especie de lubricante social que facilita la comunicación y el intercambio de historias y bienes.

Durante la Edad del Bronce esto se manifestó en personajes sociales ampliamente reconocidos o que jugaban un papel importante en la sociedad. El más conocido de ellos es “el guerrero”, con su característico equipo y armadura de bronce, que era común en gran parte del continente.

Pero ¿de ahí se deduce que este interés por las formas estandarizadas –y, más tarde, por los pesos– significa que estamos asistiendo al desarrollo de un sistema monetario naciente? Y, si es así, ¿significa esto que debemos suponer que el comportamiento económico de los pueblos de la Edad del Bronce era el mismo que el nuestro?

Armas y herramientas de la Edad del Bronce encontradas en Havering, Londres. Fuente: Museo de Londres.

¿Qué es, en definitiva, el dinero?

Hay muchas opiniones sobre qué es el dinero y qué hace por las diferentes sociedades, tanto hoy como en el pasado.

Muchos economistas modernos se centran en la utilidad del dinero como medio de intercambio en las transacciones, lo que pone énfasis en la compra y venta en el mercado.

Otros economistas aplican la "teoría cartalista” (que deriva del término latino "charta" o "carta") para destacar el dinero como unidad de cuenta. En esta perspectiva, el dinero puede utilizarse para la “contabilidad social”, para llevar un registro de actividades socialmente importantes, como obsequios, deudas, tributos y ofrendas. Esta no es solo una idea histórica, ya que incluso algunas deudas modernas funcionan a través de garantías sociales.

La distinción entre estas dos visiones del dinero puede parecer una cuestión de nimiedades, pero apunta a un profundo desacuerdo.

Más allá del mercado

¿Cómo podemos saber qué visión del dinero es más correcta? Para entender la función del dinero en una sociedad, los arqueólogos y antropólogos sugieren empezar por el significado social y tecnológico de los propios objetos materiales, es decir, los trozos de bronce enterrados por aquellas antiguas gentes.

Ialongo y Lago sostienen que el descubrimiento de unidades de cuenta estandarizadas revela un sistema de intercambio y, por lo tanto, mercados. Pero eso plantea una pregunta más importante: ¿la estandarización hace algo más que indicar un valor de intercambio para esos trozos de metal?

Sabemos que había otros objetos que circulaban a largas distancias, además del metal, y que los sistemas de intercambio eran probablemente complejos. Los arqueólogos creen que la lana, los vellones y los textiles eran objetos valiosos clave de la Edad del Bronce y motores de la comunicación a larga distancia, aunque son más difíciles de encontrar arqueológicamente.

La estandarización también tiene muchos usos más allá de la cohesión social y económica. Por ejemplo, los herreros de la Edad del Bronce necesitaban un control cuidadoso de las proporciones de los distintos metales (cobre, estaño, antimonio, plomo y otros) para fabricar distintos tipos de bronce que utilizarían en su sofisticada metalistería. No sabemos exactamente cómo conseguían este control, pero los textos sumerios de la misma época nos dicen que los herreros sumerios lo hacían a través del pesaje.

Ialongo y Lago muestran cómo los tesoros de metal pueden enseñarnos sobre las vidas cotidianas de las comunidades de la Edad de Bronce, no solo de las élites. Pero si enfatizamos demasiado el papel del intercambio en sus mundos económicos, corremos el riesgo de convertirlos de marionetas de las élites en esclavos de la mano invisible.

Entender el dinero como una forma de contabilidad social y la estandarización como una tecnología puede revelar mucho más sobre sus vidas.

Fuentes: theconversation.com | mdzol.com | uni-goettingen.de | de julio de 2024

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Economía de la Edad del Bronce: una economía de mercado prehistórica

Ilustración de la Edad del Bronce tardía. Rasmus Christiansen. Fuente: Dandebak

Un análisis exhaustivo de 20.000 objetos de metal de la Edad de Bronce de Europa sugiere que el comportamiento económico humano se ha mantenido notablemente constante a lo largo de los últimos 3.500 años. Esta investigación desafía la visión tradicional de que el control de las élites dominaba las economías de la Edad de Bronce y, en cambio, propone que los principios de la economía de mercado estaban en juego mucho antes de lo que se creía anteriormente.

Los europeos de la Edad del Bronce, que abarca desde el 3300 al 800 a. C., se dedicaban a actividades económicas similares a las de la actualidad, lo que indica que las raíces de la economía de mercado son antiguas.

Nicola Ialongo (izquierda), de la Universidad de Aarhus (Dinamarca), destacó que la Edad del Bronce no fue un período idílico en el que los campesinos vivieron bajo la benevolencia de los señores, sino que “era un mundo muy familiar en el que la gente tenía familia, amigos, una red social, mercados y un trabajo, y, en última instancia, tenía que averiguar cómo llegar a fin de mes”.

A diferencia de los meticulosos conservadores de registros como los mesopotámicos, los europeos de la Edad del Bronce dejaron tras de sí fragmentos de metal, conocidos como tesoros, que proporcionan información sobre su comportamiento económico.

Los investigadores Ialongo y Giancarlo Lago (derecha), de la Universidad de Bolonia analizaron más de 20.000 objetos de metal de tesoros en Italia, Suiza, Austria, Eslovenia y Alemania. Alrededor de 1500 a. C., estas piezas de metal comenzaron a estandarizarse en peso, lo que sugiere que se usaban como una forma de dinero anterior a la acuñación de monedas.

“El descubrimiento de un sistema de medición y pesaje ampliamente utilizado permite modelar cosas que se conocen desde hace siglos de una manera que nunca antes se había hecho, afirma Ialongo. “Esto abre nuevos resultados a viejas preguntas, pero también a nuevas preguntas que nadie se había planteado antes”.

El equipo descubrió que la distribución del peso de estos objetos refleja los patrones de gasto de un hogar occidental moderno, donde predominan los pequeños gastos cotidianos y los gastos mayores son poco frecuentes. Este hallazgo coincide con el comportamiento económico moderno, donde las billeteras contienen muchos billetes de baja denominación y pocos de alto valor.

La investigación sugiere que las economías de la Edad del Bronce estaban reguladas por las fuerzas del mercado de la oferta y la demanda, y que los individuos participaban en ellas en función de sus ingresos. Esta hipótesis desafía la influyente opinión de Karl Polanyi de la década de 1940, que postulaba que las economías monetarias modernas eran distintas de los antiguos sistemas de trueque e intercambio de regalos.

Richard Blanton (izquierda), de la Universidad de Purdue (indiana), apoya el estudio y afirma que probablemente suscitará debates entre arqueólogos y antropólogos económicos que desde hace tiempo tienen ideas erróneas sobre la antigüedad de las economías de mercado. Cree que el artículo ofrece nuevas perspectivas sobre la función de los tesoros de bronce como unidades de intercambio.

Sin embargo, Erica Schoenberger (derecha), de la Universidad Johns Hopkins (Maryland), se muestra escéptica y advierte que no se debe suponer que las sociedades premodernas utilizaban el dinero de maneras familiares, y cita a los campesinos ingleses medievales que utilizaban el dinero principalmente para satisfacer las demandas de los señores, en lugar de para transacciones personales.

Lago e Ialongo esperan que sus hallazgos inspiren investigaciones similares en otras regiones y culturas, lo que sugiere que las economías de mercado pueden haber surgido de manera natural en diferentes épocas y lugares. Argumentan que si la evidencia puede explicarse mediante un modelo de economía de mercado, no hay necesidad de suponer una explicación más compleja.

Ialongo concluyó que, si bien su investigación no prueba de manera definitiva la existencia de una economía de mercado en la Edad del Bronce, desafía la suposición predominante de que no existía. Se preguntó por qué la explicación más simple (una economía de mercado) debería descartarse si se ajusta a la evidencia observada.

Fuente: ceoworld.biz | 30 de julio de 2024

Una nueva investigación sugiere que los antiguos egipcios construyeron su primera pirámide mediante un sofisticado elevador hidráulico

Vista aérea del complejo de Zoser y la pirámide escalonada en Saqqara. Foto: Yann Arthus Bertrand

Uno de los misterios más debatidos y persistentes sobre las pirámides se centra en cómo se construyeron. ¿Cómo lograron los antiguos egipcios levantar millones de enormes bloques de piedra caliza a grandes alturas para erigir estos monumentos funerarios que se han mantenido en pie durante casi cinco milenios?

Desde hace tiempo, los investigadores están convencidos de que los trabajadores egipcios (es decir, eran trabajadores cualificados, no esclavos) utilizaban una combinación de rampas, trineos, cuerdas y palancas para construir las pirámides. Pero un estudio de la pirámide más antigua de Egipto, esta vez no realizado por arqueólogos, sino por ingenieros, dice ahora que, al menos en este caso, los arquitectos antiguos tenían un truco adicional bajo la manga: conseguir agua para hacer el trabajo pesado.

Estatua de Zoser, en el Museo Egipcio. Crédito: Jon Bodsworth, Wikimedia Commons.

El análisis de la pirámide escalonada construida por el faraón Zoser en torno al año 2680 a. C., la primera pirámide de la que se tiene conocimiento en Egipto, afirma haber revelado un complejo sistema de gestión del agua que incluía un elevador hidráulico en el corazón del monumento. Esto habría permitido subir bloques de piedra caliza desde el centro de la pirámide, construyendo el monumento al estilo de un "volcán", según el nuevo estudio.

El estudio, publicado como preimpresión en ResearchGate, afirma haber descubierto un método completamente nuevo que los egipcios podrían haber utilizado para construir sus pirámides y destaca lo avanzado que era el conocimiento técnico de esta antigua civilización.

El equipo analizó múltiples características dentro y alrededor de la pirámide de Zoser cuya función precisa hasta ahora había sido eludida a los arqueólogos, y descubrió que eran estructuras de gestión del agua típicas de los libros de texto, dice el Dr. Xavier Landreau, ingeniero y científico de materiales quien dirigió el estudio.

Zoser fue un faraón de la III Dinastía del Imperio Antiguo de Egipto. La pirámide escalonada es la joya de la corona de su complejo funerario, el cual incluye templos y edificios adicionales rodeados por un foso seco. Se eleva a una altura de 60 metros y está situada en la meseta de Saqqara, a unos 6 kilómetros al oeste del Nilo y a 15 kilómetros al sur de Giza, donde, aproximadamente un siglo después, los faraones de la IV Dinastía construirían sus propias pirámides, aún más grandiosas.

El equipo francés se centró en el complejo de Zoser, en lugar de en las más famosas pirámides de Giza, porque querían poder rastrear la evolución de las técnicas de construcción del antiguo Egipto, dice Landreau. Así que empezaron desde el principio.

Vista en perspectiva, planta y elevación del complejo de pirámides de Zoser tomadas de un modelo 3D. Crédito: RFMorgan, CC BY-SA 3.0.

¡Maldita sea, es una presa!

El primer descubrimiento se refiere al Gisr el-Mudir, un enigmático recinto rectangular de piedra de casi dos kilómetros de largo que se encuentra inmediatamente al oeste del complejo funerario de Zoser. El recinto, que se cree que es anterior a la pirámide de Zoser y está considerado una de las estructuras de piedra más antiguas del mundo, ha sido interpretado de forma variable como un corral de ganado, una fortaleza o un espacio sagrado.

Nada de eso es correcto, dice Landreau, quien dirige Paleotechnic, un laboratorio privado que reúne a varias instituciones de investigación francesas para estudiar las tecnologías de civilizaciones antiguas. Las imágenes satelitales muestran que el recinto se cruza perfectamente con el lecho seco del uadi Abusir, un arroyo estacional que fluía desde el montañoso desierto occidental hasta Saqqara y desembocaba en el Nilo. Además, el Gisr el-Mudir tiene todas las características técnicas de una "presa de contención", utilizada para controlar el flujo de las inundaciones repentinas del uadi y capturar sedimentos pesados, como árboles y rocas, que podrían dañar los asentamientos y monumentos río abajo.

"Cualquier persona familiarizada con el campo hidráulico, incluso un estudiante de primer año, reconocería el perfil de una presa de contención", le dice Landreau a Haaretz. Pero, ¿por qué construir una presa al borde del desierto?, se preguntarán.

Gisr el-Mudir es una de las estructuras de piedra más antiguas conocidas en Egipto, a solo unos cientos de metros al oeste de la pirámide de Zoser. La función de este espacio no ha estado clara durante mucho tiempo. En la imagen, arqueólogos egipcios en Gisr el-Mudir en enero de 2023.

Debemos recordar que la III Dinastía gobernó durante el final del último período denominado 'Sahara Verde', un ciclo en el que partes del Sahara y Arabia se habían convertido en una exuberante sabana verde. Esta era, también conocida como período húmedo africano, terminó hace unos 5.000 años. Pero las condiciones a lo largo del valle del Nilo cuando reinó Zoser, en el siglo XXVII a. C., todavía eran más húmedas que hoy, afirman Landreau y sus colegas.

Investigaciones anteriores ya han mostrado evidencias de violentas inundaciones en el valle de Abusir durante la época de la III Dinastía, añade Landreau. "Antes de la IV Dinastía es probable que hubiera más problemas de inundaciones que de falta de agua".

Cabe señalar también que investigaciones recientes han demostrado que, durante el Imperio Antiguo, el Nilo tenía un brazo adicional, ahora extinto, que corría unos kilómetros al oeste del curso actual del río, mucho más cerca de las pirámides de Giza y Saqqara. Esto ayudaría a explicar por qué los faraones del Imperio Antiguo construyeron estos enormes monumentos aparentemente al borde del desierto en lugar de más cerca del río.

Mapa de la meseta de Saqqara que muestra el curso del agua desde la presa de Gisr el-Mudir hasta la planta de tratamiento del agua cerca de la pirámide de Zoser. El agua luego se transfiere a la red de tuberías de la pirámide para alimentar el elevador hidráulico. Crédito: Paleotechnic of Paris, Francia.

El ramal extinto habría sido una vía fluvial inestimable para llevar materiales y personas a los lugares de construcción. Landreau está de acuerdo con la investigación que demuestra que el ramal extinto existió, pero, como la meseta de Saqqara está elevada respecto del valle del Nilo, tendría sentido que el suministro de agua del lugar procediera de las montañas del oeste, fluyendo de forma natural a través del uadi de Abusir, en lugar de ser extraído artificialmente del Nilo que se encuentra más abajo.

Una vez que las aguas del uadi de Abusir fueran controladas por la presa, probablemente se acumularían en un lago artificial y entrarían en la siguiente obra de ingeniería monumental que idearon los egipcios. Como se mencionó, el complejo de Zoser está rodeado por un foso seco y poco profundo, que la mayoría de los investigadores creen que proporcionó las piedras para la pirámide y los edificios circundantes.

Pero al sur del complejo, el foso se profundiza de repente y se convierte en una zanja. La depresión excavada en la roca, de 400 metros de largo y 27 de profundidad, forma al menos tres compartimentos subterráneos sucesivos que sólo han sido excavados parcialmente. La función de esta zanja no se explica, aunque algunos egiptólogos creen que podría haber tenido algún significado espiritual (hay un viejo chiste sobre los arqueólogos que interpretan todo lo que no pueden entender como prueba de actividad de culto).

Proceso de construcción identificado en la pirámide escalonada: un mecanismo de elevación hidráulico. Crédito: Landreau et al., 2024, Researchgate.

Foto

"Para un ingeniero hidráulico de formación, la zanja profunda es un sistema tradicional de purificación que se utiliza para limpiar los sedimentos de las aguas de inundación: el agua entra en el primer compartimento, los sedimentos se depositan en el fondo y solo el exceso de agua de la parte superior pasa al siguiente compartimento, donde se repite el proceso", explica Landreau. "Por eso hay pozos de agua potable que conectan la superficie con el tercer compartimento, donde el agua habría estado más limpia y podría haberse utilizado para saciar la sed de los lugareños".

El segundo compartimento de esta compleja planta de tratamiento del agua también habría estado conectado a una red de 7 kilómetros de tuberías que corren bajo el complejo de Zoser, otra característica enigmática del monumento.

Una de las tuberías conduce directamente a un pozo vertical de 28 metros de profundidad que se eleva hasta el centro de la pirámide de Zoser. En el fondo del pozo, los arqueólogos desenterraron una caja hecha de bloques de granito con un agujero y una gran piedra que bloqueaba la abertura.

El eje, la caja de granito y el tapón en el centro de la pirámide de Djoser. Crédito: Paleotechnic: 3D Quantum Innovations

Es un tapón, no un sarcófago

Debido a que este pozo albergaba restos humanos, los primeros investigadores lo interpretaron como la cámara funeraria del faraón y la caja de granito como su sarcófago. Luego, un estudio de radiocarbono realizado en 1994 sobre los restos mostró que eran de un período muy posterior y no podían pertenecer a Zoser, y que muy probablemente eran el resultado de una reutilización de la pirámide.

En realidad, la estructura de granito era una cámara de maniobras que podía llenarse de agua para elevar un ascensor (probablemente de madera y, por lo tanto, descompuesto desde hace mucho tiempo) hasta el centro de la pirámide en construcción, según postulan Landreau y sus colegas. La piedra redonda, que funcionaba como un tapón gigante, podía elevarse utilizando cuerdas para llenar la cámara de agua; luego, la cámara se vaciaría y se reemplazaría el tapón para que el ascensor descendiera.

Al menos algunos de los 2,3 millones de bloques de piedra caliza de la pirámide, cada uno con un peso promedio de 300 kilogramos, pueden haber sido levantados de esta manera, concluyen Landreau y sus colegas.

Reconstrucción de 'Paleotechnic' con 'Unreal Engine 5 (Epic Games)' del diseño del eje norte de la pirámide Zoser. a. Vista general de la disposición del pozo, con la caja de granito en la parte inferior y las maniobras en lacámara de arriba. b. El sistema de tapón resulta ser un mecanismo de entrada/salida de agua. c. Dentro de la caja de granito. d. Vista de los bloques de piedra debajo de la caja de granito.

No es que no se utilizaran necesariamente métodos más conocidos y tradicionales, como rampas y trineos, sino que puede que se tratara simplemente de otro sistema inventado por el genial Imhotep, el famoso arquitecto a quien se atribuye la construcción de la pirámide de Zoser, señala Landreau.

Según este investigador, es difícil determinar la cantidad exacta de lluvia que cayó en la zona durante la III Dinastía, y es probable que el uadi de Abusir también fuera estacional durante los climas más húmedos que disfrutó el reinado de Zoser. El ascensor hidráulico pudo haber funcionado sólo durante una parte de los 20 años en que se estima que requirió la construcción de la pirámide.

Un enorme flujo de agua atraviesa el centro de la pirámide "como un volcán" y empuja los bloques de piedra hacia la cima, creen los investigadores.

"Aún así, si fuera arquitecto no descartaría otro posible método de construcción", dice Landreau, y añade que como se estima que algunas de las estructuras de gestión del agua, como la presa, datan de antes del reinado de Zoser, es posible que Imhotep reutilizara o construyera el complejo funerario sobre un sistema preexistente.

El siguiente paso en el que está trabajando el equipo francés de tecnólogos antiguos es comprender si el aprovechamiento de la energía hidráulica también se utilizó para ayudar a construir las otras pirámides posteriores de la IV Dinastía, especialmente la Gran Pirámide de Keops, o si las condiciones cada vez más secas hicieron que este método hidráulico fuera inviable. Solo el tiempo y más investigaciones dirán si la brillante elevación de agua en tiempos de Zoser es una pista falsa o fue algo más sistemático y que puede ayudar a explicar el misterio más amplio de cómo se construyeron todas las pirámides egipcias.

Fuentes: haaretz.com | dailymail.co.uk | 24 de julio de 2024

Descubren otra tumba principesca de 2.600 años de antigüedad en la Necrópolis de Corinaldo, Italia

Un casco encontrado en la sepultura. Ayuntamiento de Corinaldo.

La tumba de un príncipe, llena con más de 150 artefactos “exquisitos y preciosos”, estaba coronada con un majestuoso carro de dos ruedas. Esta era la sepultura de un jefe del antiguo pueblo de los Picenos, una tribu que dominó la región de Las Marcas y parte de Abruzzo, en el centro y sur de la península itálica, entre los siglos IX y III a.C.

Los arqueólogos han descubierto el enterramiento en la Necrópolis de Corinaldo, en Ancona, en un cementerio que data de hace unos 2.700 años. Los trabajos recientes han hallado un pozo cuadrangular de tamaño considerable, de 3,80 por 2,20 metros. El espacio se encuentra dentro de una gran zanja circular con un diámetro original de aproximadamente 30 metros.

La tumba del Príncipe de Corinaldo contiene más de 150 artefactos “exquisitos y preciosos” fue hallada en 2020. Ayuntamiento de Corinaldo.

Un carro de dos ruedas

“Destaca la presencia de un carro de dos ruedas y de un prestigioso conjunto de objetos de bronce, entre ellos un casco, un caldero y numerosos recipientes finamente decorados”, señalan los representantes municipales en un comunicado en su página de Facebook.

Las excavaciones en la zona ya proporcionaron en 2020 el descubrimiento de otra sepultura, a la que los expertos han llamado la Tumba del Príncipe de Corinaldo. Los romanos se referían a este territorio como Picenum, una antigua región que finalmente fue incorporada a la República Romana.

Varios de los artefactos hallados están claramente asociados con banquetes: un haz de lanzas y una hacha de hierro para procesar la carne y cerámica diseñada para servir comida y bebida. Tales hallazgos pintan una imagen del propietario de la tumba como una persona célebre “del más alto nivel”, según explican los especialistas italianos.

Una parte importante de los objetos de la tumba parece proceder del mundo etrusco. Ayuntamiento de Corinaldo.

Una parte importante de estos objetos parece proceder del mundo etrusco, con el que la aristocracia picena tenía estrechas relaciones y comerciaba, dicen los arqueólogos de la Universidad de Bolonia. La civilización etrusca floreció en otra región del centro de Italia entre los siglos VIII y III antes de Cristo.

Los picentes, concentrados principalmente en Novilara, al norte, y Belmonte, al sur, eran un pueblo rico con amplios vínculos comerciales. Su territorio, conocido como Picenum, fue finalmente anexado por Roma en el año 268 a. C. Los objetos encontrados en la tumba revelan el estilo de vida aristocrático de los picentes, y reflejan sus rutinas diarias, sus hábitos y sus conexiones con la cultura etrusca.

“Corinaldo puede presumir del título de Tierra de los Príncipes”, afirmó el alcalde Gianni Aloisi. “Este último descubrimiento confirma el valor histórico y cultural del área arqueológica de Nevola que nos permitirá conocer, y tal vez reescribir, la historia de nuestra comunidad”, concluye.

Restos de cerámica diseñada para servir comida y bebida. Ayuntamiento de Corinaldo.

El hallazgo está incluido en el Proyecto ArcheoNevola que dirige el departamento de Historia de la Civilización de la Universidad de Bolonia desde 2018. Los trabajos ya habían permitido el descubrimiento de la importante necrópolis.

Los nuevos hallazgos confirman la importancia del yacimiento de Contrada Nevola, especialmente para la reconstrucción histórica de la población más antigua de este territorio de la península itálica.

Una vez finalizadas las tareas de consolidación y restauración de los artefactos, los dos Príncipes y todo su ajuar permanecerán en Corinaldo, según señalan las autoridades, con el objetivo de hacer visibles al público estos tesoros en una museo.

Fuentes: lavanguardia.com | archaeologymag.com | 30 de julio de 2024