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El Museo Arqueológico Nacional expone el ataúd egipcio de la sacerdotisa y música de Amón tras su restauración

• La espectacular pieza de 3000 años de antigüedad ha recuperado su esplendor gracias a un complejo proceso de restauración de siete meses de duración gracias al apoyo de la Fundación Iberdrola España y la Asociación AMAN

• Pasa a exponerse en las salas dedicadas al Antiguo Egipto del MAN y se muestra al público por primera vez en casi 120 años

26-septiembre-2024.- El Museo Arqueológico Nacional (MAN), museo de titularidad estatal dependiente del Ministerio de Cultura, exhibe al público el ataúd de la sacerdotisa y música de Amó (1069 - 945 a. C), después de un exhaustivo proceso de restauración de siete meses de duración.

Gracias al acuerdo de colaboración entre la Asociación de Amigos del MAN y la Fundación Iberdrola España, se ha podido restaurar y poner en valor esta importante pieza egipcia, de madera de sicomoro, de hace 3000 años, perteneciente a la Dinastía XXI.

El ataúd, de más de 2 metros de largo y 86 centímetros de alto, consta de caja y cubierta superior con una rica decoración pictórica. La difunta aparece representada haciendo ofrendas de incienso a los cuatro hijos del dios Horus, con una línea de inscripción delante que menciona sus nombres. En el interior, una imagen de la diosa Neftis acoge a la fallecida en su viaje al Más Allá.

Durante muchos años se pensó que la propietaria de este ataúd era “Ruru”, sacerdotisa y cantora de Amón. Este cargo lo ejercían mujeres vinculadas a la realeza o la nobleza. Investigaciones recientes tras el proceso de restauración señalan que, aunque se desconoce su nombre, aparece mencionada como “amada en la boca de Amón, Mer (t) – Ra – Amón”.

La pieza se encontró en 1891 en el escondrijo secreto de Bab el-Gasus, que contenía las momias de sacerdotes y sacerdotisas del templo de Amón en Tebas (Luxor), así como numerosos objetos de sus ajuares funerarios.

El gobierno egipcio donó el ataúd al estado español en 1893 e ingresó al MAN en 1895 junto con otras piezas. Se expuso por primera vez en las salas del museo en 1905 pero, desde entonces, ha permanecido custodiada en los almacenes. Gracias a este proyecto los visitantes tendrán ahora una oportunidad única para contemplar esta joya arqueológica.

El mayor reto de la restauración ha consistido en efectuar la retirada de los depósitos de suciedad, repintes, barnices no originales y restos de antiguas intervenciones, preservando al máximo los delicados pigmentos originales.

Estos trabajos han permitido recuperar la legibilidad y potencia estética de su rica decoración pictórica, permitiendo su correcta apreciación y disfrute.

El proceso de restauración de la pieza se ha documentado de forma minuciosa generándose modelos digitales en 3D que próximamente serán accesibles para el público en el canal de Sketchfab del museo.

La exhibición de este ataúd coincide con la celebración del Comité Internacional para Egiptólogos de Museos-CIPEG, del ICOM, que este año tiene su sede en el MAN. Este congreso, que tiene lugar del 23 al 27 de septiembre, reúne a importantes expertos en la historia del Antiguo Egipto y Nubia (Sudán), que desarrollan su labor profesional en museos de todo el mundo.

La momia de la 'Mujer que grita' desvela sus secretos 3.500 años después de su muerte

Imagen de la 'Mujer que grita' durante las pruebas a las que fue sometida durante el último estudio.

Sahar Saleem.

En 1935, el Museo Metropolitano de Nueva York dirigió una expedición arqueológica a Egipto. En Deir el-Bahari, cerca de Luxor, el sitio de la antigua Tebas, excavaron la tumba de Senenmut, el arquitecto y supervisor de las obras reales (y supuestamente amante) de la famosa reina Hatschepsut (1479-1458 a. C.). Debajo de la tumba de Senenmut, encontraron una cámara funeraria separada para su madre Hatnofer y otros parientes no identificados.

Allí hicieron un descubrimiento extraño: un ataúd de madera que contenía la momia de una mujer anciana, que llevaba una peluca negra y dos anillos de escarabajo de plata y oro. Pero lo que más llamó la atención de los arqueólogos fue la expresión de la momia: tenía la boca muy abierta, como si estuviera a punto de gritar. La bautizaron como la 'Mujer que grita'.

Anillos de oro y plata en forma de escarabajo que lucía la momia de la 'Mujer que grita'. The Metropolitan Museum of Art, New York.

Ahora, aproximadamente 3.500 años después de su entierro, investigadores de Egipto han utilizado las técnicas científicas más avanzadas para examinar de nuevo (en 2020 se le hizo un estudio previo) a la 'Mujer que grita' y aprender más sobre su vida y su muerte. Los resultados se han publicado en Frontiers in Medicine.

Material costoso

"En el estudio de investigación demostramos que fue embalsamada con material importado y costoso. Esto, y el buen estado de conservación de la momia, contradicen la creencia tradicional de que el hecho de no haber extraído sus órganos internos implicaba una momificación deficiente", dijo la Dra. Sahar Saleem (izquierda), profesora de radiología en el Hospital Kasr Al Ainy de la Universidad de El Cairo.

Hasta 1998, la 'Mujer que grita' estuvo en la Escuela de Medicina Kasr Al Ainy de El Cairo, donde en los años 1920 y 1930 los egiptólogos estudiaron muchas momias reales, entre ellas la de Tutankamón. Posteriormente, fue trasladada al Museo Egipcio de El Cairo a petición del Ministerio de Antigüedades. Desde 1935, el ataúd y los anillos de la momia se exhiben en el Museo Metropolitano de Nueva York.

En el nuevo estudio, Saleem utilizó tomografías computarizadas para 'diseccionar virtualmente' la momia y estimar su edad, identificar patologías y su estado de conservación.

Saleem y la coautora, la Dra. Samia El-Merghani (derecha) también utilizaron técnicas avanzadas como microscopía electrónica de barrido (SEM), espectroscopia infrarroja por transformada de Fourier (FTIR) y análisis de difracción de rayos X (XRD) para identificar los materiales.

Los autores comprobaron que la momia se encontraba en buen estado. La investigación, que se llevó a cabo 89 años después del descubrimiento de la mujer momificada, la muestra sin vendajes, en posición supina con las piernas extendidas y las manos cruzadas sobre la ingle. Le faltaban varios dientes, probablemente perdidos antes de morir, ya que había evidencias de reabsorción ósea, que ocurre cuando se cae un diente y se deja que el alvéolo sane. Otros dientes estaban rotos o mostraban signos de desgaste.

“Es posible que se hayan extraído los dientes, los cuales se acabaron perdiendo. La odontología se originó en el antiguo Egipto, siendo Hesi Re el primer médico y dentista del que se tiene registro”, afirmó Saleem.

La arqueóloga Sahar Saleem en el momento de examinar a la "Mujer que grita". Sahar Saleem.

Sufría de artritis

A partir de las imágenes de TC en 2D y 3D, Saleem estimó que la 'Mujer que Grita' medía 1,54 metros de altura en vida. A partir de la morfología de la articulación entre los dos huesos pélvicos, que se suaviza con la edad, las imágenes de TC estimaron que tenía aproximadamente 48 años en el momento de su muerte. Había sufrido una artritis leve en la columna vertebral, como lo evidencia la presencia de osteofitos o 'espolones óseos' en las vértebras.

La tomografía computarizada muestra el cerebro dentro del cráneo de la momia de la 'Mujer que grita'.

Saleem no encontró ninguna incisión para embalsamar, lo que coincidía con el hecho de que el cerebro, el diafragma, el corazón, los pulmones, el hígado, el bazo, los riñones y el intestino todavía estaban presentes. Esto fue una sorpresa, ya que el método clásico de momificación en el Imperio Nuevo (1550-1069 a. C.) incluía la extracción de todos esos órganos excepto el corazón.

El análisis de la piel por FTIR mostró que la 'Mujer que Grita' había sido embalsamada con enebro e incienso, materiales costosos que debían importarse a Egipto desde el Mediterráneo oriental y África oriental o el sur de Arabia, respectivamente. Asimismo, su cabello natural había sido teñido con henna y enebro. La peluca larga, hecha con fibras de palmera datilera, había sido tratada, además, con cristales de cuarzo, magnetita y albita, probablemente para endurecer los mechones y darles el color negro que favorecían los antiguos egipcios porque representaba la juventud.

“Estos hallazgos respaldan el comercio de materiales para embalsamar en el antiguo Egipto. La expedición liderada por la reina Hatshepsut trajo incienso de Punt (posiblemente Somalia, en África). La tumba de Tutankamón también contenía incienso y enebro”, dijo Saleem.

No se descubrió una causa obvia de muerte.

La TC de la momia de la 'Mujer que grita' visualiza tanto la parte delantera como la trasera de la peluca.

Espasmo cadavérico

Pero ¿qué había provocado la inolvidable expresión de la momia? La rareza del material de embalsamamiento parecía descartar que el proceso de momificación hubiera sido descuidado y que los embalsamadores simplemente se hubieran olvidado de cerrarle la boca.

“La expresión facial de gritar que tiene la momia se interpreta en este estudio como espasmo cadavérico, lo que implica que la mujer murió gritando de agonía o dolor”, plantea esta hipótesis Saleem.

El espasmo cadavérico es una forma rara de rigidez muscular, generalmente asociada con muertes violentas en condiciones físicas extremas y emociones intensas.

“La 'Mujer que Grita' es una auténtica ‘cápsula del tiempo’ de la forma en que murió y fue momificada”, concluye Saleem.

La 'Mujer que grita' aún conserva la peluca negra teñida con productos de alta calidad con la que fue enterrada. Sahar Saleem.

Fuentes: frontiersin.org | nationalgeographic.com.es | 2 de agosto de 2024

Descubren unas extraordinarias láminas de oro en el interior de varias tumbas egipcias

Conjunto de láminas de oro encontradas en una tumba del complejo funerario de Tel El-Dir, en el norte de Egipto. Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

Durante las excavaciones que se están llevando a cabo en la necrópolis de Tel El-Dir, en el norte de Egipto, un equipo de arqueólogos ha sacado a la luz unas magnificas láminas de oro en las que se han representado diversos dioses del panteón egipcio, así como símbolos asociados con la buena suerte y la protección.

Allí, una misión arqueológica egipcia acaba de descubrir 63 tumbas de adobe y diversos enterramientos que contenían un magnifico conjunto de ofrendas funerarias compuesto por láminas de oro con representaciones de deidades y símbolos asociados con la buena suerte y la protección.

Recipiente de cerámica en cuyo interior se descubrieron monedas de bronce de época ptolemaica. Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

Todo el ajuar funerario, incluidas unas láminas en forma de lengua (una antigua tradición que debía servir para que el difunto pudiese hablar ante Osiris en el más allá), se ha datado en época de la dinastía XXVI (664-525 a.C.), mientras que un conjunto de varias monedas de bronce ocultas en una pequeña vasija de cerámica habrían sido acuñadas en época ptolemaica (332-30 a.C.).

Este impresionante descubrimiento es la continuación de un hallazgo anterior realizado en el año 2022, cuando un equipo de arqueólogos que se encontraba excavando en Tel El-Dir halló diversas láminas de oro que representaban a los dioses Isis, Bastet y Horus (en forma de halcón alado), y otras láminas con la representación de otras divinidades.

Mohamed Ismail Khaled, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto.

Objetos funerarios

En un comunicado, Mohamed Ismail Khaled, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, ha manifestado que "la planificación arquitectónica de las tumbas descubiertas representa uno de los modelos comúnmente reconocidos y difundidos en el Egipto antiguo durante el Período Tardío. Esto subraya la importancia histórica de este hallazgo, que podría marcar el inicio de una reevaluación de un período crucial en la ciudad de Damietta".

Los arqueólogos están convencidos de que los objetos localizados en las tumbas son la confirmación de que Damietta fue un importante centro comercial en la antigüedad, además de proporcionar nuevos y valiosos conocimientos acerca de las prácticas funerarias durante la dinastía XXVI.

Por su parte, Ayman Ashmawi, jefe de sector del Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto, ha explicado que en el interior de las tumbas también se encontraron una serie de ushebtis (figurillas funerarias que se colocaban junto al difunto para servirle en el más allá) y un espejo.

Estatuillas ushebti (figurillas funerarias enterradas junto a los difuntos para servirles en el más allá) encontradas en el interior de una tumba en Tel El-Dir. Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

Un importante emporio comercial

Asimismo, junto a la vasija de cerámica en cuyo interior se encontraron las monedas de bronce se localizaron también otros recipientes de cerámica, tanto importados como de elaboración local, que, según los investigadores, son una prueba indiscutible del intercambio comercial que existió en el pasado entre Damietta y otras ciudades de la costa mediterránea.

Por su parte, Qutab Fouzi, jefe del Departamento Central para la Misión Arqueológica Marítima y Sinaí y jefe de la misión arqueológica, ha señalado que el equipo también descubrió una gran tumba de adobe en cuyo interior había varios entierros de alto estatus social, más láminas de oro con la representación de símbolos religiosos, así como amuletos funerarios de bella factura elaborados con diversos materiales.

Vasijas de cerámica halladas junto al recipiente que contenía las monedas de bronce. Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

Fuente: nationalgeographic.es.com | 30 de julio de 2024

Una nueva investigación sugiere que los antiguos egipcios construyeron su primera pirámide mediante un sofisticado elevador hidráulico

Vista aérea del complejo de Zoser y la pirámide escalonada en Saqqara. Foto: Yann Arthus Bertrand

Uno de los misterios más debatidos y persistentes sobre las pirámides se centra en cómo se construyeron. ¿Cómo lograron los antiguos egipcios levantar millones de enormes bloques de piedra caliza a grandes alturas para erigir estos monumentos funerarios que se han mantenido en pie durante casi cinco milenios?

Desde hace tiempo, los investigadores están convencidos de que los trabajadores egipcios (es decir, eran trabajadores cualificados, no esclavos) utilizaban una combinación de rampas, trineos, cuerdas y palancas para construir las pirámides. Pero un estudio de la pirámide más antigua de Egipto, esta vez no realizado por arqueólogos, sino por ingenieros, dice ahora que, al menos en este caso, los arquitectos antiguos tenían un truco adicional bajo la manga: conseguir agua para hacer el trabajo pesado.

Estatua de Zoser, en el Museo Egipcio. Crédito: Jon Bodsworth, Wikimedia Commons.

El análisis de la pirámide escalonada construida por el faraón Zoser en torno al año 2680 a. C., la primera pirámide de la que se tiene conocimiento en Egipto, afirma haber revelado un complejo sistema de gestión del agua que incluía un elevador hidráulico en el corazón del monumento. Esto habría permitido subir bloques de piedra caliza desde el centro de la pirámide, construyendo el monumento al estilo de un "volcán", según el nuevo estudio.

El estudio, publicado como preimpresión en ResearchGate, afirma haber descubierto un método completamente nuevo que los egipcios podrían haber utilizado para construir sus pirámides y destaca lo avanzado que era el conocimiento técnico de esta antigua civilización.

El equipo analizó múltiples características dentro y alrededor de la pirámide de Zoser cuya función precisa hasta ahora había sido eludida a los arqueólogos, y descubrió que eran estructuras de gestión del agua típicas de los libros de texto, dice el Dr. Xavier Landreau, ingeniero y científico de materiales quien dirigió el estudio.

Zoser fue un faraón de la III Dinastía del Imperio Antiguo de Egipto. La pirámide escalonada es la joya de la corona de su complejo funerario, el cual incluye templos y edificios adicionales rodeados por un foso seco. Se eleva a una altura de 60 metros y está situada en la meseta de Saqqara, a unos 6 kilómetros al oeste del Nilo y a 15 kilómetros al sur de Giza, donde, aproximadamente un siglo después, los faraones de la IV Dinastía construirían sus propias pirámides, aún más grandiosas.

El equipo francés se centró en el complejo de Zoser, en lugar de en las más famosas pirámides de Giza, porque querían poder rastrear la evolución de las técnicas de construcción del antiguo Egipto, dice Landreau. Así que empezaron desde el principio.

Vista en perspectiva, planta y elevación del complejo de pirámides de Zoser tomadas de un modelo 3D. Crédito: RFMorgan, CC BY-SA 3.0.

¡Maldita sea, es una presa!

El primer descubrimiento se refiere al Gisr el-Mudir, un enigmático recinto rectangular de piedra de casi dos kilómetros de largo que se encuentra inmediatamente al oeste del complejo funerario de Zoser. El recinto, que se cree que es anterior a la pirámide de Zoser y está considerado una de las estructuras de piedra más antiguas del mundo, ha sido interpretado de forma variable como un corral de ganado, una fortaleza o un espacio sagrado.

Nada de eso es correcto, dice Landreau, quien dirige Paleotechnic, un laboratorio privado que reúne a varias instituciones de investigación francesas para estudiar las tecnologías de civilizaciones antiguas. Las imágenes satelitales muestran que el recinto se cruza perfectamente con el lecho seco del uadi Abusir, un arroyo estacional que fluía desde el montañoso desierto occidental hasta Saqqara y desembocaba en el Nilo. Además, el Gisr el-Mudir tiene todas las características técnicas de una "presa de contención", utilizada para controlar el flujo de las inundaciones repentinas del uadi y capturar sedimentos pesados, como árboles y rocas, que podrían dañar los asentamientos y monumentos río abajo.

"Cualquier persona familiarizada con el campo hidráulico, incluso un estudiante de primer año, reconocería el perfil de una presa de contención", le dice Landreau a Haaretz. Pero, ¿por qué construir una presa al borde del desierto?, se preguntarán.

Gisr el-Mudir es una de las estructuras de piedra más antiguas conocidas en Egipto, a solo unos cientos de metros al oeste de la pirámide de Zoser. La función de este espacio no ha estado clara durante mucho tiempo. En la imagen, arqueólogos egipcios en Gisr el-Mudir en enero de 2023.

Debemos recordar que la III Dinastía gobernó durante el final del último período denominado 'Sahara Verde', un ciclo en el que partes del Sahara y Arabia se habían convertido en una exuberante sabana verde. Esta era, también conocida como período húmedo africano, terminó hace unos 5.000 años. Pero las condiciones a lo largo del valle del Nilo cuando reinó Zoser, en el siglo XXVII a. C., todavía eran más húmedas que hoy, afirman Landreau y sus colegas.

Investigaciones anteriores ya han mostrado evidencias de violentas inundaciones en el valle de Abusir durante la época de la III Dinastía, añade Landreau. "Antes de la IV Dinastía es probable que hubiera más problemas de inundaciones que de falta de agua".

Cabe señalar también que investigaciones recientes han demostrado que, durante el Imperio Antiguo, el Nilo tenía un brazo adicional, ahora extinto, que corría unos kilómetros al oeste del curso actual del río, mucho más cerca de las pirámides de Giza y Saqqara. Esto ayudaría a explicar por qué los faraones del Imperio Antiguo construyeron estos enormes monumentos aparentemente al borde del desierto en lugar de más cerca del río.

Mapa de la meseta de Saqqara que muestra el curso del agua desde la presa de Gisr el-Mudir hasta la planta de tratamiento del agua cerca de la pirámide de Zoser. El agua luego se transfiere a la red de tuberías de la pirámide para alimentar el elevador hidráulico. Crédito: Paleotechnic of Paris, Francia.

El ramal extinto habría sido una vía fluvial inestimable para llevar materiales y personas a los lugares de construcción. Landreau está de acuerdo con la investigación que demuestra que el ramal extinto existió, pero, como la meseta de Saqqara está elevada respecto del valle del Nilo, tendría sentido que el suministro de agua del lugar procediera de las montañas del oeste, fluyendo de forma natural a través del uadi de Abusir, en lugar de ser extraído artificialmente del Nilo que se encuentra más abajo.

Una vez que las aguas del uadi de Abusir fueran controladas por la presa, probablemente se acumularían en un lago artificial y entrarían en la siguiente obra de ingeniería monumental que idearon los egipcios. Como se mencionó, el complejo de Zoser está rodeado por un foso seco y poco profundo, que la mayoría de los investigadores creen que proporcionó las piedras para la pirámide y los edificios circundantes.

Pero al sur del complejo, el foso se profundiza de repente y se convierte en una zanja. La depresión excavada en la roca, de 400 metros de largo y 27 de profundidad, forma al menos tres compartimentos subterráneos sucesivos que sólo han sido excavados parcialmente. La función de esta zanja no se explica, aunque algunos egiptólogos creen que podría haber tenido algún significado espiritual (hay un viejo chiste sobre los arqueólogos que interpretan todo lo que no pueden entender como prueba de actividad de culto).

Proceso de construcción identificado en la pirámide escalonada: un mecanismo de elevación hidráulico. Crédito: Landreau et al., 2024, Researchgate.

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"Para un ingeniero hidráulico de formación, la zanja profunda es un sistema tradicional de purificación que se utiliza para limpiar los sedimentos de las aguas de inundación: el agua entra en el primer compartimento, los sedimentos se depositan en el fondo y solo el exceso de agua de la parte superior pasa al siguiente compartimento, donde se repite el proceso", explica Landreau. "Por eso hay pozos de agua potable que conectan la superficie con el tercer compartimento, donde el agua habría estado más limpia y podría haberse utilizado para saciar la sed de los lugareños".

El segundo compartimento de esta compleja planta de tratamiento del agua también habría estado conectado a una red de 7 kilómetros de tuberías que corren bajo el complejo de Zoser, otra característica enigmática del monumento.

Una de las tuberías conduce directamente a un pozo vertical de 28 metros de profundidad que se eleva hasta el centro de la pirámide de Zoser. En el fondo del pozo, los arqueólogos desenterraron una caja hecha de bloques de granito con un agujero y una gran piedra que bloqueaba la abertura.

El eje, la caja de granito y el tapón en el centro de la pirámide de Djoser. Crédito: Paleotechnic: 3D Quantum Innovations

Es un tapón, no un sarcófago

Debido a que este pozo albergaba restos humanos, los primeros investigadores lo interpretaron como la cámara funeraria del faraón y la caja de granito como su sarcófago. Luego, un estudio de radiocarbono realizado en 1994 sobre los restos mostró que eran de un período muy posterior y no podían pertenecer a Zoser, y que muy probablemente eran el resultado de una reutilización de la pirámide.

En realidad, la estructura de granito era una cámara de maniobras que podía llenarse de agua para elevar un ascensor (probablemente de madera y, por lo tanto, descompuesto desde hace mucho tiempo) hasta el centro de la pirámide en construcción, según postulan Landreau y sus colegas. La piedra redonda, que funcionaba como un tapón gigante, podía elevarse utilizando cuerdas para llenar la cámara de agua; luego, la cámara se vaciaría y se reemplazaría el tapón para que el ascensor descendiera.

Al menos algunos de los 2,3 millones de bloques de piedra caliza de la pirámide, cada uno con un peso promedio de 300 kilogramos, pueden haber sido levantados de esta manera, concluyen Landreau y sus colegas.

Reconstrucción de 'Paleotechnic' con 'Unreal Engine 5 (Epic Games)' del diseño del eje norte de la pirámide Zoser. a. Vista general de la disposición del pozo, con la caja de granito en la parte inferior y las maniobras en lacámara de arriba. b. El sistema de tapón resulta ser un mecanismo de entrada/salida de agua. c. Dentro de la caja de granito. d. Vista de los bloques de piedra debajo de la caja de granito.

No es que no se utilizaran necesariamente métodos más conocidos y tradicionales, como rampas y trineos, sino que puede que se tratara simplemente de otro sistema inventado por el genial Imhotep, el famoso arquitecto a quien se atribuye la construcción de la pirámide de Zoser, señala Landreau.

Según este investigador, es difícil determinar la cantidad exacta de lluvia que cayó en la zona durante la III Dinastía, y es probable que el uadi de Abusir también fuera estacional durante los climas más húmedos que disfrutó el reinado de Zoser. El ascensor hidráulico pudo haber funcionado sólo durante una parte de los 20 años en que se estima que requirió la construcción de la pirámide.

Un enorme flujo de agua atraviesa el centro de la pirámide "como un volcán" y empuja los bloques de piedra hacia la cima, creen los investigadores.

"Aún así, si fuera arquitecto no descartaría otro posible método de construcción", dice Landreau, y añade que como se estima que algunas de las estructuras de gestión del agua, como la presa, datan de antes del reinado de Zoser, es posible que Imhotep reutilizara o construyera el complejo funerario sobre un sistema preexistente.

El siguiente paso en el que está trabajando el equipo francés de tecnólogos antiguos es comprender si el aprovechamiento de la energía hidráulica también se utilizó para ayudar a construir las otras pirámides posteriores de la IV Dinastía, especialmente la Gran Pirámide de Keops, o si las condiciones cada vez más secas hicieron que este método hidráulico fuera inviable. Solo el tiempo y más investigaciones dirán si la brillante elevación de agua en tiempos de Zoser es una pista falsa o fue algo más sistemático y que puede ayudar a explicar el misterio más amplio de cómo se construyeron todas las pirámides egipcias.

Fuentes: haaretz.com | dailymail.co.uk | 24 de julio de 2024

El Mundo salva el Templo de Abu Simbel en Egipto (1967)


Una película sobre la importancia arqueológica de los enormes templos egipcios de Abu Simbel y su disección y traslado, piedra a piedra, a terrenos más elevados fuera del alcance de las aguas del Nilo.

Lugar/región: Nubia, río Nilo, Abu Simbel, Egipto, Norte de África

Tipo: Documental

Duración: 27min

Producción y personalidades:

Director: Herbert Meyer Franck

Productor: Dieter Meyer-Frank

Editorial: Panavox, Alemania

Coproductor/patrocinador: UNESCO; Empresa Conjunta Abu Simbel; Hochtief

Publicado en: 1967

Derechos: Panavox, Duisburg, Alemania; UNESCO

Hallan en la antigua ciudad de Berenice (Egipto) un gran cementerio de animales y varias cartas en papiro de centuriones romanos

Arqueólogo de la Universidad de Breslavia excavando en Berenice Egipto. Instituto de Arqueología de la Universidad de Breslavia.

El puerto de Berenice Troglodítica fundado por el emperador Tiberio poco después de la anexión romana del Egipto de los Ptolomeos, se construyó en las costas del mar Rojo. Poco a poco se fue convirtiendo en un importante y rico centro logístico y comercial al que llegaron exóticos cargamentos orientales de mirra, telas, seda, inciensos, perlas, textiles y animales desde la India, Arabia y África oriental.

Un equipo de investigadores del Instituto de Arqueología de la Universidad de Breslavia (Polonia) documentó hasta 500 tumbas de animales entre los que se encontraban monos, terneros, gatos y perros en un raro y excepcional cementerio de animales datado entre los siglos I y II d.C. Entre tumbas y huesos, el equipo liderado por la profesora de arqueología Marta Osypińska encontró algunas monedas romanas, restos de cerámica africana, mediterránea, india y varias cartas en papiro datadas en tiempos de Nerón y escritas por los centuriones Haosus, Lucinius y Petronius.

“En esta correspondencia, Petronius pregunta a Lucianius, destinado en Berenice, sobre los precios de determinados productos exclusivos. También hay una declaración: 'te doy el dinero, envíalos con dromedarios [una tropa de legionarios que se desplazaban en dromedarios]. Cuídalos y encárgate de que les den terneros y postes para tiendas'”, explica la arqueóloga (izquierda).

"Para los egiptólogos y otros científicos que se ocupan de la Antigüedad, se trata de un descubrimiento extremadamente raro y de gran calibre. En esta parte del mundo hay muy pocos yacimientos de la época romana. Los egipcios no valoran esta época de la historia, entre otras cosas, porque es el momento en que fueron conquistados. Sin embargo, el alcance de estos descubrimientos es realmente espectacular", continúa la profesora Marta Osypińska.

Legión cirenaica

Los expertos indican en un comunicado que el destacamento legionario destinado al puerto de Berenice formaría parte de la III Legión Cirenaica, estacionada en Egipto. Esta legión fue conocida por frenar varias ofensivas del reino nubio de Meroe en el alto Nilo y por formar parte del contingente que sofocó con extrema crudeza la revuelta judía de Jerusalén del año 70 d.C.

Veinte años después, dirigidos por el prefecto de Berenice Lucio Antistio Asiático un contingente de esta legión levantó un puente en nombre del infame emperador Domiciano en la ciudad de Coptos, en el Nilo. Antes del descubrimiento de estos papiros ya se conocían algunos detalles de los soldados enrolados en sus filas. En el año 92, se sospechó que el optio (suboficial) Tito Flavio Longo era en realidad un esclavo fugado y fue sometido a juicio en el que varios de sus compañeros juraron de forma solemne que el legionario era un ciudadano libre y el asunto no fue a más.

Un fragmento de papiro localizado en Berenice. K. Braulińska.

Esta legión dispersó destacamentos en todo Egipto y los arqueólogos creen que los últimos hallazgos de textos escritos, a los que se suman varias ostraka (fragmentos de cerámica escrita), pertenecían a la oficina o residencia del centurión que debía estar situada muy cerca del cementerio de animales.

Se encontraron en pequeños rollos, un método habitual en el que se guardaban los papiros sin escribir por lo que no esperaban encontrar nada relevante. “Sin embargo, los aseguramos y esperamos la llegada del epigrafista, el director del Instituto de Papirología de la Universidad de Heidelberg, el profesor Rodney Asta. Él y su esposa armaron un puzle de medio metro de largo y 30 cm de ancho uniendo pequeños rollos. Los cubrieron con vidrio y pudieron ensamblar varias letras a partir de ellos. Los textos aún se están estudiando de modo cuidadoso", explica la arqueóloga polaca que dirige el proyecto centrado en estudiar el cementerio de mascotas.

La mayoría de las mascotas del cementerio eran gatos, incluidos estos felinos que eran enterrados en macetas. Crédito de la imagen: Marta Osypińska.

Gatos y monos

Una de las exóticas mercancías que se transportaron hasta el puerto de Berenice fueron los animales exóticos, algo que impactó a los arqueólogos puesto que la importación de especies vivas continúa siendo un reto logístico aún hoy. Las condiciones parece que dejaron que desear ya que el análisis del esqueleto de dos hembras de mono indica que padecían anemia y desnutrición antes de fallecer.

Los primates destacan sobre el resto de animales del cementerio al ser los únicos enterrados junto a unos pocos juguetes como conchas, trapos, collares y arneses. Se les daba un tratamiento especial, "casi humano", apuntan los investigadores.

Un arqueólogo excavando en el cementerio de animales Instituto de Arqueología de la Universidad de Breslavia.

"Muy a menudo, los monos se criaban con 'compañía' y tenían sus propias mascotas. No fue casualidad que encontrásemos un lechón en una tumba de mono y que en ocasiones se encuentren junto con gatos muy jóvenes. En un caso, un mono verde fue enterrado abrazando a su gatito", explica el Instituto de Arqueología de la Universidad de Breslavia en su comunicado.

Los expertos llegaron al fondo de dos enormes fosos de 5 x 5 metros y descubrieron que los primeros moradores de la fosa fueron dos terneros a los que se cubrió la cabeza de un pigmento ocre y se les enterró junto a un gran fragmento de ánfora. Las primeras teorías apuntan que el lugar, además de un cementerio de animales pudo ser un centro de sacrificios rituales aunque las investigaciones siguen en marcha.

El seco desierto egipcio conservó los restos de este gato enterrado en una manta. Crédito de la imagen: Marta Osypińska.

Fuentes: elespanol.com | naukawpolsce.pl | 24 de mayo de 2024

Una misteriosa estructura en forma de 'L' hallada cerca de las pirámides egipcias de Guiza desconcierta a los científicos

Área de estudio, mirando al sur desde mastaba G4000 en el cementerio Occidental de Guiza. El rectángulo rojo muestra la ubicación aproximada del área de estudio inicial de la supuesta estructura subterránea.

Un reciente descubrimiento en el cementerio occidental de Guiza, Egipto, ha captado la atención de la comunidad internacional después de que un equipo de investigación conjunta revelara la existencia de una posible estructura subterránea desconocida. El equipo fue compuesto por especialistas de la Universidad Internacional Higashi Nippon, la Universidad de Tohoku, el Centro Nacional de Investigación de Japón y el Instituto de Astronomía y Geofísica (NRIAG) de Helwan, Egipto.

Los especialistas emplearon avanzadas técnicas de radar de penetración terrestre (GPR) y tomografía de resistividad eléctrica (ERT) entre los años 2021 a 2023 para llevar a cabo su exploración geofísica.

La investigación, publicada en la revista Archaeological Prospection, pretende aclarar la identificación de una “anomalíaque consiste en una estructura superficial en forma de “L” conectada a una cámara más profunda en el entorno del cementerio occidental de Guiza. Según los datos obtenidos mediante GPR y ERT, esta estructura, con dimensiones de aproximadamente 10 metros por 10 metros y localizada hasta 2 metros bajo la superficie, parece estar rellena de arena, lo que sugiere que fue intencionalmente ocultada tras su construcción.

Ubicación del área de estudio proyectada en Google Maps. El rectángulo rojo muestra el área del estudio inicial. La figura en color muestra el perfil horizontal de GPR. La vista es hacia el norte.

Más abajo, aproximadamente entre 5 a 10 metros de profundidad, se detectó mediante ERT una extensa anomalía caracterizada por su alta resistividad eléctrica, lo que sugiere la presencia de un material distinto, posiblemente asociado a construcciones o cavidades antiguas.

La utilización de GPR y ERT en arqueología no es nueva, pero las técnicas han evolucionado notablemente desde los años ochenta, señaló un integrante del equipo de investigación. La capacidad de estas tecnologías para proporcionar visualizaciones en pseudo 3D del subsuelo ha revolucionado la manera en que entendemos sitios arqueológicos complejos como Giza.

El cementerio occidental de Guiza ha sido objeto de exploración desde principios del siglo XX, y aunque muchas de sus mastabas —tumbas antiguas típicas de la región— han sido excavadas, aún quedan áreas sin investigar. Precisamente, el equipo de investigación decidió enfocarse en una zona aparentemente vacía, medida en 560 metros de este a oeste y 370 metros de norte a sur, que su superficie no mostraba indicativos de estructuras sobresalientes.

La estructura en forma de 'L' parece estar conectada a una cámara subterránea. / RR.SS.

El misterio que envuelve al cementerio occidental se concentra, en gran parte, en una significativa anomalía detectada en su extremo norte. Este hallazgo se extendió más allá de lo que las técnicas convencionales habrían permitido explorar. “Creemos que la continuidad de la estructura poco profunda y la estructura grande y profunda es importante”, afirmaron los investigadores, destacando la relevancia de su sincronización metodológica.

El núcleo de este descubrimiento reside en las características específicas de las anomalías detectadas. "La más destacada, en forma de “L”, podría indicar una gran estructura arqueológica subterránea”, posiblemente relacionada con los majestuosos legados de las antiguas civilizaciones que habitaron la región. Además, las imágenes ERT, procesadas mediante técnicas avanzadas, como el software RES2DINV, ayudaron a delinear claramente áreas con alta resistencia, lo que sugiere la presencia de materiales distintos bajo la superficie, como bloques de piedra caliza o conglomerados de aire.

La cooperación institucional ha sido fundamental para el desarrollo de este proyecto, que cuenta con la asistencia de figuras clave del Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto, entre ellos Dr. Ahmed Eissa y Dr. Mostafa Waziry, quienes facilitaron la investigación en este sitio de rica historia. Estas colaboraciones, lejos de ser meras formalidades, representan un puente entre la ciencia moderna y los enigmas de civilizaciones milenarias, que abren nuevos caminos para la comprensión y preservación del patrimonio cultural.

Foto: Los investigadores en el área de estudio.

La importancia del descubrimiento no reside únicamente en la potencial identificación de nuevas estructuras dentro del riquísimo contexto arqueológico de Egipto, sino también en la demostración de la eficacia de la tecnología moderna en la preservación y estudio del patrimonio cultural. Estudios anteriores en la región, como los llevados a cabo alrededor de la pirámide de la Reina o cerca de la Esfinge, ya habían establecido la valía de estos métodos en la detección de estructuras subterráneas.

Los resultados de este estudio expone la necesidad de una exploración más detallada. Es crucial excavar prontamente para establecer el propósito de estas estructuras, apuntó uno de los investigadores, lo que sugiere la posibilidad de que el descubrimiento pueda revelar aspectos desconocidos de la civilización antigua.

Una fotografía del estudio de teledetección llevado a cabo en el cementerio occidental de Guiza, Egipto. (Crédito de la imagen: cortesía de Motoyuki Sato).

Fuentes: infobae.com | livescience.com | 17 de mayo de 2024

Descubren que las pirámides de Egipto se construyeron siguiendo el curso de un brazo perdido del río Nilo

Las calzadas de las cuatro pirámides conducen a una ensenada -la cual llamamos Ensenada de Guiza- que conecta desde el oeste con el brazo de 'Ahramat'. Estas calzadas conectan las pirámides con los templos del valle que actuaban como puertos fluviales en la antigüedad. Estos segmentos de río son invisibles en las imágenes ópticas de satélite, ya que están enmascarados por las tierras cultivadas de la llanura aluvial del Nilo. La foto muestra el templo del valle de la Pirámide de Kefrén (Fuente de la foto: Autor Eman Ghoneim).

La mayor concentración de pirámides del antiguo Egipto se encuentra agrupada a lo largo de una estrecha franja desértica sin que se conozca el motivo de esta particular ubicación. Un equipo liderado por la investigadora egipcio-estadounidense Eman Ghoneim ofrece ahora una posible respuesta tras localizar, mediante imágenes por satélite, la existencia de un antiguo brazo del río Nilo, de 64 km de largo, que permanece enterrado bajo tierras de cultivo y desierto desde hace siglos, pero que hace 4.700 años pudo ser esencial para construir las 31 pirámides que se alinean en este lugar.

“Utilizamos imágenes de radar por satélite, junto con datos geofísicos y extracción de muestras del suelo profundo, para investigar la estructura del subsuelo y la sedimentología en el valle del Nilo junto a estas pirámides”, explican los autores en el trabajo que se publica este jueves en la revista Communications Earth & Environment. “Identificamos segmentos de una importante rama extinta del Nilo, la que que corre en las estribaciones de la meseta del desierto occidental, donde se encuentran la mayoría de las pirámides”.

Eman Ghoneim estudia la topografía en la zona de las pirámides. de Guiza y la Gran Esfinge Eman Ghoneim.

Los autores, que proponen llamar a esta rama desaparecida del río Ahramat (que significa 'pirámides' en árabe), aseguran que este descubrimiento puede explicar por qué estos campos piramidales se concentraron a lo largo de esta franja particular de desierto cerca de la antigua capital egipcia de Menfis, ya que habrían sido fácilmente accesibles a través del brazo del río en el momento en que fueron construidos.

El hallazgo de que muchas de las pirámides tenían calzadas que terminaban en las orillas propuestas del brazo del río Ahramat, es —a su juicio— otra prueba de que el mismo se usaba para transportar materiales de construcción. Su razonamiento se basa en que muchas de las pirámides, que datan de los Imperios Antiguo y Medio, tienen calzadas que conducen al ramal fluvial y terminan en los Templos del Valle que actuaron como puertos a lo largo de ella en el pasado.

a.- Muestra que la 'rama Ahramat' limita con un gran número de pirámides que datan del Imperio Antiguo hasta el Segundo Período Intermedio y que abarcan entre las Dinastías III y XIII. b.- Muestra el canal de 'Bahr el-Libeini' y el remanente del canal abandonado visible en el mapa histórico de 1911 (Departamento egipcio de Topografía, escala 1:50.000). c.- El canal de 'Bahr el-Libeini' y el canal abandonado están superpuestos en el mapa base satelital. 'Bahr el-Libeini' es posiblemente el último remanente de la 'rama Ahramat' antes de que emigrara hacia el este. d.- Un segmento visible de la 'rama Ahramat' en TDX está ahora parcialmente ocupado por el moderno canal 'Bahr el-Libeini'. e.- Un segmento importante de la 'rama Ahramat', de aproximadamente 20 km de largo y 0,5 km de ancho, se puede rastrear en la llanura aluvial a lo largo de la meseta del desierto occidental al sur de la ciudad de Jirza. La ubicación de e está marcada en un cuadro blanco en a . (Mapa base de imágenes mundiales de ESRI, fuente: Esri, Maxar, Earthstar Geographics).

Un río “enterrado”

Este ‘alineamiento’ de 31 pirámides se encuentra en los campos entre Guiza y Lisht, construidos durante un período de casi 1.000 años que comenzó hace aproximadamente 4.700 años, que ahora se encuentran en el borde del inhóspito desierto occidental, parte del Sahara. La evidencia sedimentaria sugiere que el Nilo solía tener un caudal mucho mayor, y que el río se dividía en varios brazos en algunos lugares. Los investigadores habían especulado anteriormente que una de estas ramas del Nilo podría haber pasado por los campos piramidales, pero hasta ahora no había sido confirmado.

“Sugerimos que la sucursal de 'Ahramat' jugó un papel en la construcción de los monumentos y que estuvo simultáneamente activa y utilizada como vía fluvial de transporte para trabajadores y materiales de construcción a los sitios de las pirámides”, escriben los investigadores. Sobre la desaparición de este brazo del Nilo, los científicos sugieren que una mayor acumulación de arena arrastrada por el viento, relacionada con una gran sequía que comenzó hace aproximadamente 4.200 años, podría ser una de las razones de la migración de la rama fluvial hacia el Este y su eventual sedimentación.

a.- Las dos ensenadas están actualmente cubiertas por arena, por lo que son invisibles en las imágenes ópticas de satélite. b.- Los datos de radar, y c los datos topográficos TDX revelan el lecho del río de la ensenada de Saqqara debido a la capacidad de penetración de las señales de radar en la arena seca. b y c muestran las calzadas de las pirámides de Pepi II y Merenra I, de la dinastía VI, que conducen a la ensenada de Saqqara. El Templo del Valle de la Pirámide Pepi II domina la orilla del río de la ensenada, lo que indica que la ensenada, y por lo tanto la 'rama Ahramat', estuvieron activas durante la Dinastía VI. d.- Los datos de radar y los datos topográficos TDX revelan el lecho del río de la ensenada de Dahshur con la calzada de la Pirámide Acodada de la Dinastía IV que conduce a la ensenada. El Templo del Valle de la Pirámide Acodada domina la orilla del río de la ensenada de Dahshur, lo que indica que la ensenada y la 'rama Ahramat' estuvieron activas durante la IV Dinastía del Imperio Antiguo.

El arqueólogo del CSIC José Manuel Galán Allué (izquierda), líder del proyecto español Djehuty, cree que este hallazgo es muy interesante porque confirma algo que los egiptólogos ya sospechaban. “El transporte de los bloques de piedra, efectivamente, era por agua”, explica a elDiario.es. “Lo asumíamos, y era fácilmente deducible, pero otra cosa es verlo, como han hecho los autores de este estudio”. Cuestión aparte, opina, es que las pirámides estén alineadas por la existencia de este canal, algo que le parece más dudoso, pues todo el complejo de pirámides se encuentra en una zona que era inundable. “Una de las cosas bonitas que se está descubriendo ahora es que el paisaje era mucho más acuoso de lo que asumimos, el templo de Karnak estaba en una isla, y hay fotos antiguas en las que se ve que el agua llegaba a la isla base de las pirámides”.

Ilustración de uno de los puertos de la rama Khufu ya desaparecida. (Alex Boersma/PNAS).

Esto hasta cierto punto lo sabíamos”, coincide Sergio Alarcón Robledo (derecha), investigador de la Universidad de Harvard que trabaja en Saqqara. “Teníamos una idea de que existían canales, pero no se había visto que ese canal fuera el mismo y fuera tan largo”. En los años 2000, recuerda, se descubrieron una serie de diarios de un equipo que trabajaba en el transporte de la piedra, en el que hablaba de cómo las transportaban durante el periodo de la crecida del río, cuando había más profundidad de los canales para llegar hasta el complejo de Keops. “Teníamos otro tipo de evidencias que nos hablaban de todo eso, pero ahora se confirma con otros medios”, asegura.

Sobre la hipótesis de fondo que sostienen los autores, que la posición de las pirámides varió según esta rama del río estuviera más o menos cerca, cree que hay otros muchos factores a considerar. “Es posible que la ubicación de las pirámides se desplazara por esta causa, pero había otros motivos religiosos y de tradición que pudo condicionar la razón por la que eligieron estos lugares”, concluye.

Fuente: eldiario.es | 16 de mayo de 2024

Descubren una espectacular residencia fortificada de Tutmosis III en el Sinaí

Imagen aérea de los restos de la residencia de Tutmosis III descubierta en la península del Sinaí. Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

Tutmosis III, sexto faraón de la dinastía XVIII, gobernó Egipto entre los años 1479 y 1425 a.C. Conocido como el "Napoleón egipcio", este faraón guerrero subió al trono tras la muerte de su tía, la reina Hatshepstut. Durante su reinado, Egipto alcanzó la mayor expansión de toda su historia, conquistando territorios que abarcan desde la actual Siria hasta la cuarta catarata del Nilo, en lo que hoy es Sudán. En pos de esta ambiciosa expansión, el ejército egipcio al mando de Tutmosis III combatió hasta diecisiete veces en tierras asiáticas, entre la península del Sinaí y el río Éufrates.

Un equipo de arqueólogos excava en el yacimiento de Tel el-Hebua en el Sinaí. En la imagen, restos de un ánfora. Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

Y ha sido precisamente en el norte del Sinaí, en Tel el-Hebua (Tharo), donde un equipo de arqueólogos egipcio ha descubierto los restos de una construcción, hecha con ladrillos de adobe, que ha sido datada en tiempos de Tutmosis III gracias al hallazgo de dos inscripciones con su nombre.

Sus descubridores creen que pudo haber sido una de las residencias reales situadas en la región oriental de Egipto, como parece confirmar Mohamed Ismail Khaled, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, quien ha señalado en un comunicado que el diseño arquitectónico del edificio hace pensar a los investigadores que, en efecto, podría tratarse de una residencia real, que posteriormente fue fortificada.

Tutmosis III dejó su huella en el templo de Amón en Karnak. Levantó un obelisco (hoy en Roma) y erigió el Akhmenu, el templo dedicado a la celebración del jubileo real. En la imagen, la sala hipóstila, erigida por Ramsés II.

UN EDIFICIO INTRINCADO

Hisham Hussein, director general de Antigüedades del Sinaí y supervisor de la misión arqueológica, ha manifestado que el edificio descubierto consta de dos estancias rectangulares con varias salas anexas. La entrada principal se ubica al norte y conduce a un primer espacio rectangular en el que se han conservado las tres bases de las columnas de piedra caliza que se alzaban en el centro. Este primer espacio se conecta con otro más pequeño y rectangular que tiene dos entradas: una al este y otra al oeste.

La segunda estancia rectangular conduce a dos habitaciones, la primera orientada al este y la segunda, al oeste. Ambas se conectan con este gran espacio a través de entradas opuestas. Hisham Hussein destacó que la misión también ha descubierto los umbrales de piedra de las entradas a las habitaciones, además de un conjunto de pequeños cuartos anexos.

Tablilla de fayenza con el nombre del rey Amosis II, uno de los últimos faraones de la dinastía XXVI.

Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto

YACIMIENTO RICO EN HALLAZGOS

Por su parte, Ramadan Helmy, director del área arqueológica del norte del Sinaí y jefe de la misión, ha hecho hincapié en que "el edificio ha podido datarse gracias a la estratigrafía, por la cerámica descubierta en el exterior del edificio y por el hallazgo de un escarabeo que lleva el nombre del rey Tutmosis III, lo que hace suponer que Tutmosis III pudo haberse alojado aquí durante sus campañas militares en la región".

Los arqueólogos también destacan los hallazgos realizados en el yacimiento en pasadas campañas. Hay que tener en cuenta que desde la dinastías XXI hasta la XXV, este lugar fue empleado como cementerio y en él se descubrió una gran variedad de ánforas usadas para enterramientos infantiles. Además de estos hallazgos también se documentaron algunas tumbas construidas con fragmentos de jambas de puertas y con bloques de piedra que contenían cartuchos reales del Imperio Nuevo (1550-1069 a.C.), unas sepulturas que ahora se han datado en el Tercer Periodo Intermedio (1069-664 a.C.).

Tutmosis III sujeta a sus enemigos por el cabello, a punto de ejecutarlos (Karnak).

En Tel el-Hebua también se descubrieron varios edificios erigidos durante la dinastía XXVI (664-332 a.C.) y depósitos fundacionales relacionados con uno de estos edificios (entre ellos, una tablilla de fayenza con el nombre del rey Amosis II, uno de los últimos faraones de la dinastía XXVI).

Finalmente, el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades ha enfatizado la importancia del descubrimiento del palacio fortificado de Tutmosis III, ya que su excavación revelará información de gran importancia sobre la historia militar del Egipto del Reino Nuevo, especialmente en el Sinaí.

Fuente: nationalgeographic.com.es | 29 de abril de 2024

Descubren en Egipto una intrigante tumba de hace 4000 años que develaría aspectos de la vida cotidiana

La mastaba descubierta en Dahshur. Crédito: Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

El Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto dio a conocer la semana pasada un importante descubrimiento a orillas del río Nilo. Se trata de una tumba de carácter imperial con inscripciones y pinturas que datan del 2300 a.C. El hallazgo fue en la región de Dashur, a 40 kilómetros de El Cairo y, según explicaron los expertos, la información que se guarda allí sería de gran relevancia para conocer cómo era el comercio y la vida diaria en aquella zona.

Egipto está lleno de misterios que aún no han sido resueltos. En cada rincón los arqueólogos a diario suelen descubrir vestigios milenarios que el desierto oculta desde hace siglos. Desde el presunto sarcófago de Alejandro Magno hasta la parte superior de una gran escultura de Ramsés II, la comunidad científica siempre se mantiene alerta de todo lo que pueda ayudar a develar los secretos de aquella civilización.

En un trabajo conjunto del Instituto Alemán de Arqueología, que encabeza el doctor Stefan Zeidelmeier y el gobierno del país africano, llevaron a cabo una campaña que inició en 2002 y que hace días mostró algunas joyas ocultas. Esta excavación se llevó a cabo sobre los restos de una mastaba o tumba que se edificó durante el Imperio Antiguo.

El descubrimiento se dio a conocer luego de que la Universidad de Berlín desenterrara sobre la construcción una escultura y un cementerio. Esa fue la señal que indicó que el equipo de arqueólogos debería continuar en el mismo perímetro. Hisham Al-Laithi, secretario general del Consejo Supremo de Arqueología y jefe del Departamento de Preservación y Registro de la Arqueología Arqueológica, destacó esta investigación como un hecho importante desde el primer hallazgo hace más de 20 años.

Asimismo, el encargado de este yacimiento arqueológico resaltó su relevancia dentro del campo histórico, que “también se debe a sus magníficos patrones y paisajes que representan escenas de actividades diarias, como cultivos de granos, barcos que navegan en el Nilo, mercado y ofrendas, lo que es raro en Musataba Dehshour”.

La tumba posee dos estatuas hechas con ladrillo. Una pertenece a una persona llamada Seneb-neb-af y la otra a su esposa Edut (final de la V Dinastía y principios de la VI, alrededor del 2300 a.C.).A través de las inscripciones de la tumba, se reveló que su propietario ocupó varios cargos en el palacio real en la administración de los inquilinos (Khentyu-shi), y su esposa también ostentaba los títulos de Sacerdotisa de Hathor y Dama de los Sicomoros.

Otra vista de la decoración interna de la mastaba. Crédito: Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

Destacó que la misión completará sus excavaciones en el lugar en un intento de buscar más secretos de esta zona, y añadió que la limpieza y documentación del cementerio y sus inscripciones se llevarán a cabo durante el próximo período.

Destacó la labor realizada por la misión en el yacimiento, ya que comenzó sus trabajos en 1976, durante los cuales sus excavaciones se centraron inicialmente en las pirámides del faraón Seneferu, del Imperio Antiguo, y del faraón Amenemhat III, del Imperio Medio. Sin embargo, sus excavaciones se han centrado recientemente en las tumbas de hombres prominentes. Estado, sacerdotes y administradores que vivieron durante ese periodo.

Entre las cosas más importantes que descubrió la misión se encuentran la tumba de los sirvientes del palacio de la época de Amenemhat II (hacia 1880 a.C.), el puerto y el puente inferior de la pirámide curva, y un jardín ritual adosado al Templo del Valle.

Fuente: lanacion.com.ar | 25 de marzo de 2024