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Blas de Lezo vuelve para defender Cartagena de los Ingleses


LEZO PARTE II. LA DEFENSA DE CARTAGENA

Esta última entrega eleva la calidad, encuadernado en cartoné en formato álbum de 96 páginas interiores en color más cubiertas que sostienen una aventura llena de emoción y rigurosidad documental, convirtiendo la obra en la mejor representación gráfica que existe sobre la contienda. Nunca antes se había mostrado ni explicado de manera visual esta batalla con tanta fidelidad y narrativa. Un regalo perfecto para estas fechas tan especiales que deleitarán a los amantes del cómic y de la historia.

Contexto histórico:

En 1741 España se encontraba en guerra contra Inglaterra, una contienda auspiciada por el control de las aguas del nuevo continente. La llamada Guerra del Asiento llegó a su punto álgido cuando el pueblo inglés se levantó en busca de venganza y focalizó su ira en una temible flota rumbo a América bajo el mando del almirante Edward Vernon. 185 navíos y 30.000 hombres llegaron a la bahía de Cartagena de Indias. Allí esperaba un almirante de agallas probadas: Blas de Lezo, que a pesar de carecer de un ojo, una pierna y la movilidad de un brazo… decidió plantarle cara junto a una exigua fuerza de 6 barcos y 3.000 hombres.

Lo que a priori se presentaba como una victoria sencilla se convirtió en una dura batalla de varios meses que puso a prueba el coraje y la resistencia de todos. Paralelamente a esta pugna de imperios, los propios bandos vivieron duras tensiones entre sus dirigentes: Lezo, Vernon, Eslava, Wentworth… una serie de personajes carismáticos, llenos de aristas, que dan pie a un drama sobrecogedor cargado de matices. Una batalla que podría haber cambiado el rumbo de todo el continente.

El Libro:


La segunda y última parte del cómic de Blas de Lezo y la épica batalla de Cartagena de Indias (1741). Una mezcla sorprendente de rigor histórico y espectacularidad narrativa que se ha convertido en un éxito inaudito en el cómic español de los últimos años. Tras una entrada arrolladora en la bahía de Bocachica, la armada británica avanza imparable. Con escasos recursos y muchos civiles entre sus defensores, la ciudad se enfrenta a decenas de miles de soldados ingleses. Atrapado en el asedio y con sus barcos perdidos, Blas de Lezo se prepara para desafiar a la mayor flota que haya surcado las aguas americanas confiando en su astucia y determinación. Esta no es solo una guerra entre naciones: dentro de ambos bandos también se libran luchas internas, donde traiciones y lealtades decidirán el destino de todos.

Tráiler Oficial:

El éxito de la campaña de crowfunding hizo posible este segundo tomo de un cómic que rescata una de las epopeyas más sorprendentes de la historia de España.


Muchas gracias a Ángel Miranda por enviarme algo tan especial y de gran calidad, tanto de contenido como del material impreso de ésta gran obra:

- El Libro
- Láminas ilustradas con mapas de Cartagena de Indias.
- Una Pegatina
- Un imán para la nevera
- El Diario de la Expedición de Lezo
- Un marcapáginas
- Un mapa de Cartagena de Indias.
- Una postal
- Un cartel de alistamiento

Esto es una maravilla, por el amor de dos!

¿Dónde comprar?

Recomiendo que si no tenéis aún la primera parte, haceros con ella antes de comprar este libro.

Tanto la primera parte como ésta segunda, los podréis encontrar en las mejores librerías con un precio que ronda los 20 euros aproximadamente.

Sus autores:

Guillermo Mogorrón (dibujante): Con un estilo genuino de gran dinamismo, ha trabajado para editoriales como IDW, DC o Marvel (X-Men) durante varios años. Además, ha realizado trabajos de animación e ilustración para el cine, la publicidad o los videojuegos.

Miguel Ángel Abad (color): ilustrador y dibujante de primera categoría que ha trabajado para editoriales como IDW, Boom Studios, Archaia o SPA Studios.

Ramón Vega (documentalista): Investigador y comisario de exposiciones. Ha trabajado en el Museo Naval de Madrid, y cuenta con más de cuarenta publicaciones científicas y colaboraciones nacionales (I+D+I) e internacionales a sus espaldas. Actualmente investiga historia naval en Singapur.

Ángel Miranda (guionista y proyecto): Periodista, gestor de proyectos y guionista. Autor de la novela 'Carrión, un canalla sin ventura' y de los cómics 'Espadas del fin del mundo', 'Paredes, la leyenda' y 'Lezo'.

Para más información: https://vkm.is/lezo2

El ADN antiguo arroja luz sobre la diversidad genética de las élites post-romanas

Collegno, tumba n° 150. Elemento final de un cinturón para la guarda y suspensión de un armas de hierro con incrustaciones de plata y latón.

Un nuevo estudio de ADN antiguo realizado por un equipo de investigadores internacionales y codirigido por Krishna R. Veeramah, Dr. de la Universidad Stony Brook del Estado de New York, proporciona información sobre el desarrollo y las estructuras sociales de las comunidades rurales europeas después de la caída del Imperio Romano.

Los hallazgos, publcados en un artículo en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), sugieren que las élites medievales tempranas, o aquellas de estatus social más alto, estaban formadas inicialmente por múltiples familias con ascendencias genéticas distintas. Sin embargo, con el tiempo, estas familias se casaron entre sí, y también las comunidades locales integraron a otros recién llegados, genéticamente diversos, con una variedad de orígenes sociales y culturales diferentes.

El equipo de investigación combinó datos paleogenómicos, arqueológicos e isotópicos para arrojar luz sobre la comunidad que utilizó un cementerio en Collegno, Italia, como lugar de enterramiento durante los siglos VI al VIII d.C. Los investigadores secuenciaron y analizaron los genomas de 28 individuos de dicho cementerio e incorporaron datos de 24 genomas publicados previamente. También estudiaron los patrones de movilidad social, así como de enterramiento y dieta de los individuos.

"Cuando el Imperio Romano colapsó, no sabíamos mucho sobre cómo se formaron las nuevas comunidades, pero muchas de las mismas serían la base demográfica de los países europeos modernos", explica Veeramah (izquierda), profesor asociado en el Departamento de Ecología y Evolución de la Facultad de Artes y Ciencias, y directora del Laboratorio Veeramah, que se dedica al estudio de la genómica evolutiva.

"Nuestro estudio revela que estas élites eran en términos genéticos sorprendentemente diversas y, en el proceso de creación de nuevas comunidades europeas en la era medieval, familias con ascendencia genética diversa se unieron para formar grupos gobernantes".

"En 2018, nuestro equipo publicó un artículo que establecía similitudes genómicas y culturales entre Collegno/Szólád, un pueblo en la Hungría moderna que mostraba una correspondencia significativa entre individuos con ascendencia del norte de Europa en ambos lugares de enterramiento", agrega Patrick Geary (derecha), Dr. del Instituto de Estudios Avanzados.

"Nuestro nuevo estudio sigue la transformación de esta comunidad italiana a lo largo de un siglo y muestra cómo nuevos grupos se trasladaron y se fusionaron con los habitantes existentes", agrega el Dr. Geary.

Los investigadores descubrieron que la comunidad de Collegno se creó inicialmente y se organizó en torno a una red de individuos estrechamente relacionados, probablemente procedentes de varias familias de la élite, pero con el tiempo evolucionaron hasta convertirse en un único linaje extendido que abarcó al menos cinco generaciones.

Collegno, tumba 143. Elementos de cinturón 'múltiples' de hierro con incrustaciones de plata y latón.

Veeramah y sus colegas creen que los individuos de este linaje tenían un rango más alto en la sociedad debido a sus dietas más ricas y a los objetos con los que fueron enterrados, muy detallados y probablemente más costosos, tales como armas y cinturones muyb elaborados.

Los hallazgos también muestran que, si bien la comunidad de Collegno fue establecida inicialmente por estas familias de élite, la mayoría de las cuales provenían del norte de Europa, la comunidad luego incorporó a individuos de otros orígenes y antecedentes genéticos, incluidos lugareños de los alrededores.

Fuente: stony Brook New York | 22 de agosto de 2024

Un estudio sobre la primera iglesia del mundo, en Dura Europos (Siria), cuestiona los orígenes de su estructura edificativa

Una de las ruinas del yacimiento de Dura Europos. Wikimedia Commons

A mediados del siglo III d.C. el Imperio Romano tembló. Florecientes ciudades se abandonaron, la moneda perdió valor y los bárbaros asediaron el limes. En medio del caos de usurpadores y legiones sublevadas los emperadores se decidían a golpe de espada. En oriente, bañada por el sol de Siria y acariciada por las aguas del Éufrates, la ciudad romana de Dura Europos quedó sitiada por un furioso ejército persa sasánida. En la desesperada defensa se intentó reforzar su muralla occidental con un terraplén que enterró numerosos edificios.

Al final, los persas conquistaron la ciudad al asalto y quedó abandonada sobre el año 256, pero los hogares enterrados bajo el terraplén se conservaron. Entre ellos estaba una casa en la que los primeros cristianos se reunían de forma clandestina para celebrar sus ritos y liturgias. Se trata de la primera iglesia cristiana de la que se tiene constancia cuando su fe estaba perseguida, oculta en el interior de un hogar, una domus ecclesiae.

Un nuevo estudio publicado en el Journal of Roman Archaeology desafía las ideas tradicionales sobre este espacio de culto y el cristianismo primitivo. "El edificio cristiano tenía poco que ver con un espacio doméstico en Dura Europos y, por lo tanto, pone en tela de juicio la narrativa de los orígenes materiales del cristianismo primitivo", afirma en una nota de prensa Camile Leon Angelo (izquierda), investigadora del Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad de Yale y principal autora del artículo que además desafía la validez del término domus ecclesiae.

Hasta hoy estaba aceptado que esta domus ecclesiae, reformada en el año 234, era una de tantas residencias privadas adecuadas al culto por las primeras comunidades cristianas, tal como se hace referencia en el Nuevo Testamento. "Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando", reza 'Hechos de los Apóstoles' en su capítulo 12, versículo 12.

Plano de la ciudad de Dura realizado por AH Detweiler (Colección Dura-Europos, YUAG, neg. Y-733 ), anotado con nombres de estructuras y bloques por JA Baird. (Cortesía de JA Baird.).

Su descubrimiento se realizó entre 1920 y 1930 en unas campañas de excavación realizada por arqueólogos de la Universidad de Yale y la Academia Francesa de Inscripciones y Letras. En su investigación también desenterraron una sinagoga y un mitreo, es decir, un templo dedicado a un críptico y oscuro dios (Mitra) adorado por las legiones. Los tres templos estaban en el mismo barrio y permanecieron en uso hasta mediados del siglo V d. C., cuando los sasánidas sitiaron la ciudad, la población fue desplazada y el lugar fue enterrado.

"Ahora bien, no decimos 'casa sinagoga' o 'casa Mitreo', sino que permitimos que se sostengan conceptualmente por sí mismas", sostiene Leon Angelo. "Entonces, si tenemos un edificio que sigue la misma trayectoria arquitectónica en la ciudad, ¿por qué enfatizamos los orígenes domésticos de la estructura? Queríamos saber qué tan doméstico era y cómo lo habría visto la comunidad".

Planta-perspectiva del edificio cristiano (M8-A): (a) antes de su renovación para uso de la comunidad cristiana; (b) después de su renovación para uso de la comunidad cristiana. (C. Leon Angelo y J. Silver.)

Para responder a estas preguntas, los investigadores analizaron todos los informes de excavación archivados en la Universidad de Yale sobre el yacimiento sirio para comprender cómo eran las casas de Dura Europos, qué contenían y qué funciones cumplían. Después de comprender a fondo lo que constituía el espacio doméstico para esa comunidad, lo compararon con las características de los edificios cristianos y encontraron diferencias significativas.

De ese período han persistido dos suposiciones engañosas: primero, que las casas renovadas para uso de la comunidad cristiana eran omnipresentes en todo el Imperio Romano en el siglo III; y segundo, que esas casas en ese momento habrían sido designadas domus ecclesiae o οἶκος τῆς ἐκκλησίας. Sin embargo, ni la evidencia arqueológica ni la literaria apoyan estas afirmaciones.

Ruinas de la casa-iglesia. Wikimedia Commons.

No había cocina ni agua

En el edifico cristiano objeto de estudio se conservaron pinturas murales. Hay una escalera en el patio, pero no se documentó ninguna cisterna para almacenar agua potable. Ninguno de los demás hogares comparados tenía características similares. Además, la eliminación de la cisterna y de la zona dónde preparaban los alimentos sugiere que no interactuaban con el espacio de reunión como si fuera una vivienda.

Sus habitaciones de la planta baja también fueron modificadas para crear una única sala bastante grande, y otra, utilizada como baptisterio, excepcionalmente pequeña en comparación con otras casas de la ciudad.

Además, los investigadores estudiaron los cambios en la forma en que la gente circulaba por las habitaciones, así como el uso de diferentes superficies y formaciones de asientos, lo que sugiere todo ello un alejamiento del entorno doméstico. Además se utilizaron simulaciones de cambios en la luz solar para determinar hasta qué punto ciertas renovaciones del edificio significaban una mayor superficie de las habitaciones que daban al patio y podían utilizarse en más momentos del día sin necesidad de lámparas o velas.

Simulación de la iluminancia anual acumulada del edificio cristiano (M8-A) después de la adaptación; vista desde la sala 2, mirando hacia el suroeste. La entrada a la sala 4 está a la izquierda y la entrada a la sala 5 está a la derecha (parámetros de render: 253 d. C., ventanas y puertas abiertas; escala: 0-1500 lx). (C. Leon Angelo y J. Silver.).

"Los diálogos en el ámbito académico y en la cultura popular dan la impresión de que, antes del emperador Constantino (306-307 d.C.), los cristianos se reunían y celebraban sus cultos en espacios pseudodomésticos", continúa Leon Angelo. "Pero si este espacio cristiano de Dura Europos es el único ejemplo con una fecha segura que tenemos, y que, de hecho, no era particularmente o ni siquiera algo doméstico, ¿por qué se sigue manteniendo esta percepción?"

"Estos datos tienen mucho peso y poder", afirmó Leon Angelo, consciente de las reacciones que puede desatar en el mundo académico su cambio de paradigma. "También nos interesa profundamente el cristianismo primitivo, pero queremos hacer justicia a la comunidad cristiana de Dura Europos y a su historia e intentar comprenderlos en sus propios términos, en lugar de a través de suposiciones que los académicos han proyectado sobre su espacio".

Fuentes: elespanol.com | cambridge.org | 16 de agosto de 2024

Descubriendo 1.200 años de ocupación humana en el Ártico canadiense

Foto: Equipo de muestreo recolectando un núcleo de sedimento en PaJs-13, un sitio Thule-Inuit en la isla Somerset, Nunavut, con los restos de casas de huesos de ballena visibles en el fondo. Crédito de la foto: Jules Blais, Universidad de Ottawa.

Un estudio reciente, publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, aporta nuevos conocimientos sobre las culturas antiguas del Ártico canadiense, centrándose en los pueblos Paleo-Inuit y Thule-Inuit a lo largo de miles de años. Jules Blais, profesor de biología de la Universidad de Ottawa, y un equipo de investigadores detectaron la presencia y los asentamientos humanos en la isla Somerset, Nunavut, mediante el análisis de muestras de sedimentos.

El Ártico ha sido el hogar de varias culturas, como la paleoinuit (2500 a. C. a 1250 d. C.) y la thule-inuit (1200 a 1500 d. C.). Aunque la evidencia histórica es escasa, este estudio llevado a cabo proporciona información valiosa sobre su presencia.

La investigación descubrió evidencias de la presencia de paleoinuit en la isla Somerset, en Nunavut, Canadá, donde no existían. Las innovadoras metodologías de investigación revelaron información detallada sobre la historia humana pasada sin artefactos tradicionales.

El profesor Jules Blais (izquierda) afirma: "Mediante el análisis de muestras de sedimentos de estanques, pudimos reconstruir historias detalladas de la ocupación del lugar. Esto incluye pruebas claras de la presencia del pueblo paleoinuit e indicaciones de que los inuit de Thule llegaron antes de lo que se había estimado previamente".

En el estudio se utilizaron evidencias arqueológicas y biomarcadores sedimentarios para analizar el asentamiento prehistórico en la isla Somerset. Se examinaron núcleos de sedimentos de estanques de la isla en busca de oligoelementos y compuestos orgánicos. Los resultados mostraron que la población Thule-Inuit aumentó entre los siglos XIII y XV. Los investigadores también detectaron altos niveles de metales como plomo, cobre, zinc y níquel en sedimentos del siglo XX, lo que sugiere contaminación del aire durante esa época.

(a) Mapa de los estanques con influencia de Thule (PaJs-3 y PaJs-13) y estanques de referencia (Sav R4 y Sav R5) ubicados en la isla Somerset, Nunavut, Canadá. La imagen insertada es un mapa de Canadá con la isla Somerset delineada por un rectángulo. (b) Disposición circular de los huesos de ballena de Groenlandia en PaJs-13. (c) Restos de estructuras de Thule en PaJs-3. (d) Disposición de los huesos de ballena en PaJs-13. (e) Evidencia de huesos de ballena en el estanque de PaJs-3. Crédito: Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences (2024). DOI: 10.1098/rspb.2023.2915.

Blais afirma: "Hemos utilizado modelos aditivos generalizados y técnicas de datación por radiocarbono para identificar puntos clave en el registro de sedimentos correspondientes a las fechas previstas de llegada de los inuit de Thule y el abandono del sitio. Este enfoque nos permitió detectar períodos de cambio significativo en los indicadores de sedimentos, lo que nos proporcionó un marco cronológico para comprender la historia de la ocupación humana en la isla".

Esta investigación subraya la importancia de los enfoques interdisciplinarios en arqueología y destaca la importancia de los archivos sedimentarios en la reconstrucción de las actividades humanas y las condiciones ambientales pasadas.

Blais explica las implicaciones más amplias del estudio: "El uso de biomarcadores sedimentarios y muestras óseas para descubrir hábitos prehistóricos demuestra la fuerza de los estudios interdisciplinarios. Nuestros descubrimientos no solo mejoran nuestro conocimiento de las comunidades Thule-Inuit y Paleo-Inuit en el Ártico, sino que también demuestran el potencial de las nuevas técnicas arqueológicas".

Fuente: Universidad de Ottawa | 11 de julio de 2024

El mecanismo de Anticitera, el ordenador más antiguo del mundo, seguía el calendario lunar griego

El mecanismo de Anticitera, a veces descrito como el ordenador más antiguo del mundo, se exhibe en el Museo Arqueológico de Atenas.

El mecanismo de Anticitera, un antiguo dispositivo del tamaño de una caja de zapatos que se utilizaba para seguir los movimientos del Sol, la Luna y los planetas, seguía el calendario lunar griego, no el solar utilizado por los egipcios, como se pensaba anteriormente, según revela una nueva investigación.

El mecanismo de Anticitera descubierto por buceadores de esponjas en la isla griega de Anticitera en 1901, fue creado hace unos 2.200 años. El dispositivo, que contiene engranajes de bronce, ha sido calificado en ocasiones como el ordenador más antiguo del mundo.

Una pieza del mecanismo, conocida como el "anillo del calendario", se utilizaba para registrar los días del año, con un agujero por día. Aunque se sabe de la existencia de este anillo desde hace algún tiempo, solo se conserva parcialmente, por lo que no está claro cuántos días se suponía que debía registrar.

Fotos: Estado actual del fragmento C permite la inspección visual directa de partes del calendario y los anillos del zodíaco. El anillo del calendario se asienta en un canal y podría haber sido girado radialmente. Una parte de los nombres griegos de los meses egipcios 'ΠAXΩN' (Pachon) y 'ΠAYNI' (Payni) son visibles en el anillo del calendario, con una altura promedio de letra de 1,8 mm.

Anillo del calendario del fragmento C del mecanismo de Anticitera.

En 2020, un equipo dirigido por el investigador independiente Chris Budiselic utilizó nuevas imágenes de rayos X del dispositivo, combinadas con mediciones y análisis matemático, para determinar que el mecanismo probablemente no cubría un año del calendario solar completo, sino 354 días, como se usaría en un calendario lunar (lo que representa 12 ciclos lunares). Su trabajo fue publicado en British Horological Insitute.

En otro artículo, publicado en The Horological Journal se arrojó un resultado similar. Un equipo de la Universidad de Glasgow utilizó técnicas estadísticas desarrolladas para el Observatorio de Ondas Gravitacionales con Interferómetro Láser para detectar ondas gravitacionales (ondulaciones en el espacio-tiempo producidas por las colisiones de objetos celestes masivos, como los agujeros negros). Estos métodos estadísticos son lo suficientemente sensibles como para detectar las débiles señales de un fondo potencialmente muy ruidoso.

Cuando los investigadores entrenaron la poderosa técnica estadística en el mecanismo de Anticitera, pudieron emplear la posición de los agujeros conocidos, así como la forma probable en que los fragmentos del mecanismo encajaban entre sí y deducir el número y ubicación de los agujeros perdidos. Finalmente determinaron que el mecanismo probablemente tenía 354 o 355 agujeros en un círculo de radio de 77,1 mm, con una incertidumbre de aproximadamente 1/3 mm. Esto significaba que probablemente seguía el calendario lunar de 354 días utilizado en Grecia en ese momento, en lugar del calendario de 365 días utilizado por los antiguos egipcios.

Reproducción hipotética del tren de engranajes y exhibiciones del mecanismo de Anticietera, Tony Freeth y Alexander Jones, Wikipedia.

Se había pensado que podría haber utilizado el calendario solar egipcio de 365 días, ya que es más preciso que el calendario lunar de 354 días. El análisis también muestra que 354 agujeros es cientos de veces más probable que un anillo de 360 ​​agujeros, que investigaciones anteriores habían sugerido como un recuento posible.

"Los resultados del equipo de Glasgow proporcionan nueva evidencia de que uno de los componentes del mecanismo de Anticitera probablemente se utilizó para seguir el año lunar griego", dijeron los investigadores en un comunicado de la Universidad de Glasgow.

El equipo quedó también impresionado con la atención puesta en los detalles por los creadores del dispositivo, dado que los agujeros estaban colocados con precisión extraordinaria, con una variación radial promedio de solo 0,028 mm entre cada agujero.


Una posible reconstrucción del mecanismo de Anticitera (arriba) y microfotografías de la caja (abajo).

"La precisión de la posición de los agujeros habría requerido técnicas de medición de alta exactitud y una mano increíblemente firme para perforarlos", dijo en el comunicado el coautor del estudio Graham Woan (izquierda), profesor de astrofísica en la Universidad de Glasgow. "Es una simetría clara que hayamos adaptado las técnicas que utilizamos para estudiar el universo hoy en día para comprender más sobre un mecanismo que ayudó a las personas a seguir el rastro de los cielos hace casi dos milenios".

La técnica empleada por el profesor Graham Woan recurre al análisis bayesiano para cuantificar la incertidumbre a partir de datos incompletos, y, así, calcular el probable número de agujeros del mecanismo a partir de las posiciones de los orificios que aún perduran.

Andrew Thoeni (derecha), coautor del artículo publicado en 2020, en British Horological Insitute, elogió la nueva investigación. "Estamos muy contentos de que ahora más investigadores acepten y validen nuestros hallazgos", dijo a Live Science en un correo electrónico.

Diomidis Spinellis (izquierda), profesor de ingeniería de software en la Universidad de Economía y Negocios de Atenas, que investigó el mecanismo pero no participó en ninguno de los artículos, también quedó impresionado con el nuevo trabajo.

"El mecanismo de Anticitera es un regalo que sigue dando frutos", dijo Spinellis a Live Science en un correo electrónico. "A pesar de su grave corrosión y de la gran cantidad de elementos que faltan, la aplicación de tecnologías cada vez más sofisticadas y de análisis interdisciplinarios innovadores sigue proporcionando información impresionante sobre este extraordinario artefacto".

Fuentes: livescience.com | 29 de junio de 2024

Ni el de Júpiter Capitolino ni el Panteón de Agripa: este es el templo romano más antiguo del mundo

Zona arqueológica de San Homobono. Turismo Roma

Los templos romanos fueron estructuras fundamentales en la vida religiosa y social de la Antigua Roma. Y no sólo eran espacios sagrados, sino también símbolos del poder y la cultura romana, reflejando la complejidad y riqueza de su civilización.

Durante el apogeo de Roma, se estima que había cientos de templos y altares dedicados a diversas deidades en la ciudad, aunque no todos han sobrevivido hasta nuestros días.

Entre ellos, algunos de los más famosos de Roma son el Templo de Júpiter Capitolino, el Panteón de Agripa, el Templo de Adriano... Sin embargo, hace diez años unos expertos arqueólogos descubrieron el que debería considerarse como el templo romano más antiguo hasta el momento.

El templo romano más antiguo

Durante el verano del año 2014 los arqueólogos de la Universidad de Michigan y de Calabria trabajaron en una excavación en el centro de la capital italiana y afirmaron haber descubierto lo que podría ser el templo romano más antiguo.

Concretamente, los restos del santuario fueron hallados en la colina Capitolina. Según los investigadores, los primeros indicios ya les hicieron pensar que se trataba de un templo romano dedicado a la diosa Fortuna.

Zona arqueológica de San Homobono.

Sin embargo, ¿cómo se produjo este hallazgo? El descubrimiento vino a raíz de excavar debajo de la iglesia de San Homobono en la base de la colina Capitolina. Sin embargo, el acceso a los restos no fue nada sencillo debido a su cercanía con el río Tíber.

De hecho, tal y como indicaron los arqueólogos, el templo está ubicado en una zona bastante particular, motivo por el que no se descubrió hasta el momento: estaba situado en lo que habría sido un antiguo puerto en el río, es decir, un punto de intercambios y trasacciones comerciales.

Los arqueólogos al frente del proyecto fueron Albert Ammerman y Nick Terrenato y tras sus estudios consideraron, que casi con toda probabilidad, el templo hallado en la colina Capotolina se trata del templo romano más antiguo descubierto hasta el momento.

Fachada de la actual iglesia de San Miguel y Omobono, finales del siglo XVI.

La datación se produjo a través de unos restos de una cerámica griega, lo que permitió situar a este nuevo templo romano a comienzos del siglo VI a. C., una fecha que le coloca como el más antiguo.

Hasta este hallazgo, el considerado como el templo romano más antiguo del mundo era Templo de Júpiter Óptimo Máximo (también conocido como el Templo de Júpiter Capitolino). Este fue el templo más importante en la Antigua Roma y estaba localizado en la colina Capitolina. Estaba dedicado a Júpiter, junto a las otras dos integrantes de la Tríada Capitolina, Juno y Minerva.

La construcción del Templo de Júpiter fue iniciada por Tarquinio Prisco y terminada por el último rey de Roma: Tarquinio el Soberbio. Sin embargo, para su inauguración hubo que esperar hasta el inicio de la República en el año 509 a.C.

En cualquier caso, los expertos arqueólogos apuntaron que hay que tener en cuenta que existieron templos aún más antiguos. Sin embargo, al haber sido construidos con madera, no han perdurado en el tiempo.

Panteón de Agripa. Wikimedia Commons.

Otro de los templos romanos más importantes es el Panteón de Agripa o Panteón de Roma, un antiguo templo romano (en la actualidad, consagrado como iglesia católica) también en la ciudad de Roma, en el lugar de un anterior templo encargado por Marco Vipsanio Agripa durante el gobierno de Augusto.

En este caso, el Panteón de Agripa es mucho más reciente en el tiempo que los dos anteriormente mencionados, en tanto que fue terminado por orden del emperador Adriano y dedicado alrededor del año 126 d.C.

En definitiva, este descubrimiento pone sobre la mesa la posibilidad de la existencia de gran cantidad de restos arqueológicos aún no descubiertos bajo los suelos de Roma, como ha sido el caso de este importante templo.

Fuente: elespanol.com | 28 de junio de 2024

El dibujo de un pastor da nuevas pistas sobre el misterio del templo perdido de la acrópolis de Atenas

La acrópolis de Atenas con el Partenón. Photo by Constantinos Kollias/Unsplash.

La acrópolis de Atenas, la colina rocosa de la capital griega que alberga el emblemático templo del Partenón, es uno de los yacimientos arqueológicos más visitados y conocidos del mundo, pero todavía siguen apareciendo nuevos datos sobre él.

Una investigación recién publicada en American Journal of Archaeology, escrita por Merle K. Langdon (izquierda), de la Universidad de Tennessee, y por , de la Universidad de Radboud, relata el descubrimiento de un templo perdido en el actual emplazamiento del Partenón.

Todo empezó con el hallazgo de un antiguo grafiti…

El grafiti del pastor

El grafiti se encontró en un afloramiento de roca de mármol en Vari, a 20 km al sureste de Atenas, y forma parte de un grupo de más de 2.000 grafitis realizados por pastores y cabreros, descubiertos y estudiados por Merle K. Langdon en los últimos años. Contienen textos y dibujos que muestran barcos, caballos y escenas eróticas y todos datan del siglo VI a.C.

La obra recién descubierta es un tosco dibujo de un edificio tallado en la roca. Aunque no se reconocen todos sus detalles, puede identificarse como un templo, debido a las columnas y los escalones.

Serpenteando alrededor del edificio hay una inscripción griega que reza A Hekatompedon … Mikonos (El edificio de 100 pies … por Mikon). No se sabe nada más de Mikon, pero lo más probable es que fuera un pastor quien hizo el grafiti mientras apacentaba sus rebaños. La versión del alfabeto griego utilizada es muy antigua, lo que deja claro que el dibujo se hizo en torno al siglo VI a.C.

La palabra Hekatompedon de la inscripción, un nombre griego que significa “de 100 pies”, en referencia a una estructura de enorme tamaño, tiene gran importancia arqueológica. Se sabe que el término es el antiguo nombre oficial del famoso templo dedicado a la diosa griega Atenea, más tarde conocido como Partenón.

Es probable que Mikon quisiera representar un edificio de la Acrópolis de Atenas. Sin embargo, dado que el alfabeto que utilizó puede datarse con seguridad en el siglo VI a.C., el dibujo debe tener al menos 50 años más que el Partenón, que se empezó a construir alrededor del 450 a.C.

Foto: Reproducción del grafiti hallado en Vari. Dibujo de Merle Langdon; cortesía del Archaeological Institute of America y el American Journal of Archaeology. Author provided (no reuse).


Un templo griego perdido

Puede que el Partenón sea un templo muy antiguo, pero no fue el primero. Durante mucho tiempo se ha pensado que en la Acrópolis hubo templos aún más antiguos, aunque los arqueólogos han debatido encarnizadamente sus fechas, aspecto y ubicación exacta en la colina. También hay una calamidad histórica que dificulta nuestra comprensión: en el 480 a.C., durante las guerras greco-persas, un ejército de estos últimos llegó a Atenas y destruyó todos los edificios que entonces había en la Acrópolis.

De hecho, el Museo de la Acrópolis de Atenas alberga grandes esculturas rotas que representan escenas de los mitos griegos, así como toros devorados por leones. En su día formaban parte de la decoración de los templos, pero resultaron gravemente dañadas, quizá en el ataque persa del 480 a.C., si no antes. ¿Podría ser uno de los templos perdidos el Hekatompedon dibujado por Mikon?

Vista cercana de las palabras τὸ hεκατόμπεδον.

Vista cercana del nombre Μίκōνος.

Un templo para guardar tesoros

Una parte crucial del rompecabezas es un decreto democrático de la Antigua Grecia que data de la época anterior al ataque persa y a la construcción del Partenón. Este decreto también menciona un Hekatompedon en la Acrópolis, el cual se utilizaba para el propósito, un tanto ambiguo, de “almacenamiento de tesoros”. El decreto se conoce desde hace mucho tiempo, pero los arqueólogos habían debatido qué podría haber sido el Hekatompedon mencionado en él.

Algunos piensan que ese Hekatompedon mencionado era un templo, ya que los templos griegos normalmente servían como almacén de tesoros ofrecidos a los dioses. Pero muchos otros sostienen que la palabra Hekatompedon no puede referirse a un templo en absoluto, y debió haber sido un patio abierto en la Acrópolis.

El grafiti recién publicado del dibujo de Mikon es significativo. Si Mikon llamó Hekatompedon al templo que dibujó, es probable que el término Hekatompedon que aparece en el decreto también se refiriera a un templo. De hecho, como hemos visto, el Partenón que hoy se alza en la colina se llamó en su día Hekatompedon.

Aunque el Hekatompedon dibujado por Mikon ha desaparecido, es probable que algunas de las esculturas del templo que se encuentran en el museo pertenezcan a él, ya que antaño se erigía en el lugar donde hoy se alza el Partenón.

Lecho de roca donde se encontró el grafito (flecha); al fondo se ve el camino de tierra.

Un grafiti muestra la alfabetización de los pastores

La inscripción también es significativa porque demuestra que, contrariamente a lo que se piensa normalmente, los pastores sabían leer y escribir, incluso en esta fecha tan temprana, cuando la alfabetización en el mundo griego aún se estaba extendiendo. No se sabe por qué los pastores realizaban tantos grafiti, quizá simplemente como forma de evasión en los momentos aburridos de su trabajo.

Sin embargo, el grafiti realizado por Mikon muestra cómo un pequeño garabato puede ser la clave para abordar los enigmas históricos que se esconden tras uno de los yacimientos arqueológicos más emblemáticos del mundo.

Fuentes: theconversation.com | journals.uchicago.edu | 12 de junio de 2024

El programa nuclear Islero. Cómo España pudo tener la bomba y no la tuvo


Por Jesús de la Cruz. Geógrafo e Historiador.

Una de las cosas que define a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU es su capacidad para poseer un arsenal atómico, lo que les otorga ventaja diplomática y disuade a otros rivales. Las armas nucleares han generado una cultura de disuasión entre las potencias, permitiendo que el temor mutuo dé lugar a una Pax Nuclear basada en el principio de la destrucción mutua asegurada. Sin embargo, existen peligros de que estas armas puedan caer en manos equivocadas, como el extremismo hindú o el yihadismo en Pakistán. En ambos países, la irracionalidad religiosa anula la doctrina de la Destrucción Mutua Asegurada (MAD).
 
Pero el caso que nos concierne es el llamado Proyecto Islero, un proyecto que podría haber proporcionado a España una baza diplomática y disuasoria frente a terceros rivales, como Marruecos. Además, habría permitido que Europa contara con otra potencia nuclear aliada e integrada en la Europa federal. El proyecto Islero tuvo sus orígenes en el interés del General Franco por acceder a un dispositivo nuclear que disuadiera a cualquier potencia rival de atacar los intereses españoles. Surgió en el contexto de la Guerra de Ifni, cuando se concebía que Marruecos podría representar un desafío para nuestra soberanía sobre el Sáhara, Ceuta, Melilla o las Islas Canarias.

El proyecto estuvo liderado por Guillermo Velarde y se benefició del programa estadounidense “Un Átomo por la Paz”, que permitió a España acceder a tecnología nuclear civil a cambio de su uso exclusivamente con fines pacíficos. Además, contó con el apoyo tácito de la Francia del General de Gaulle, quien veía con buenos ojos que otra potencia continental tuviera acceso a estas armas para mantener un equilibrio y fortalecer Europa. A pesar de las transferencias tecnológicas, el proyecto no avanzaba a buen ritmo.


Sin embargo, todo cambió con el llamado “Incidente Palomares” en 1966. Durante este incidente, varias bombas termonucleares estuvieron a punto de explotar en España, pero por suerte no ocurrió ninguna catástrofe. La famosa foto del ministro de Información, Fraga (arriba), bañándose en una playa cercana se hizo viral, aunque no era la playa afectada. A pesar de este incidente, el Proyecto Islero permitió a Guillermo Velarde acceder a algo que solo estaba en manos de cuatro potencias mundiales: el proceso Teller-Ulam, necesario para la fabricación de bombas nucleares. este descubrimiento lo relata la BBC esta cita : “En su recorrido por la zona contaminada, Velarde observó piedras con superficies ennegrecidas y gran radiactividad. Al preguntar a un oficial estadounidense, descubrió que las bombas viajaban en aviones rodeadas de una esponja de poliestireno para evitar que chocaran entre sí, lo que hizo que el plutonio se incrustara en las rocas.

La explicación no convence a Velarde, que sospecha que el poliestireno juega en realidad un papel clave en una bomba termonuclear y empieza sus propias investigaciones para averiguar cuál es. Hasta que llega a la conclusión de que las bombas de Palomares se componen de una bomba de plutonio, una vasija con deuterio-tritio y entre estos dos elementos el poliestireno, que posibilita que el deuterio-tritio alcance la densidad y temperatura necesarias para que se produzca su explosión.”  

"España había tenido acceso a un proceso nuclear de alto secreto gracias a la perspicacia de Velarde. Este secreto estaba en manos de las cuatro grandes potencias, lo que situaba a España como el quinto país del mundo con la capacidad de construir bombas de hidrógeno.

A pesar de estos avances, el proyecto se vio obstaculizado cuando Franco decidió paralizarlo indefinidamente por temor a sanciones internacionales. Sin embargo, en 1971, el proyecto se reactivó por órdenes militares y con la ayuda indirecta de transferencia tecnológica de Francia, bajo los gobiernos de Charles de Gaulle y Georges Pompidou. De hecho, Francia estableció una empresa conjunta llamada HIFRENSA con España para construir un reactor nuclear. El interés de Francia radicaba en que veía con buenos ojos tener otra potencia aliada nuclear en Europa continental, lo que proporcionaría una proyección estratégica independiente de los Estados Unidos.

El almirante Luis Carrero Blanco (Izquierda)

La llegada a la presidencia del Gobierno del Almirante Carrero Blanco impulsó el proyecto, ya que el Almirante era partidario de tener una proyección estratégica propia y desarrollar un programa de armas atómicas disuasorias. De hecho, la forma de renunciar a ese programa era adquirir un compromiso total por parte de Estados Unidos: cualquier ataque de una potencia norteafricana sería respondido por Estados Unidos. Esto se lo propuso a Henry Kissinger, quien supuestamente respondió con un “NO”. Según se cree, Kissinger le mostró al Almirante el informe de Velarde, que exponía abiertamente lo que la CIA y la NSA advertían en varios informes: España podría desarrollar un programa nuclear de armas atómicas y termonucleares en un tiempo muy corto.    Al día siguiente, Carrero Blanco sería asesinado en un atentado con supuesta autoría de ETA. Fue un suceso turbio.

La muerte de Franco y la posterior de Carrero Blanco no puso fin al proyecto. De hecho, durante la democracia, el primer presidente Adolfo Suárez y su vicepresidente Gutiérrez Mellado mostraron inclinación por una política exterior autónoma de Estados Unidos y abogaban por desarrollar un programa de armas nucleares y termonucleares en España. Sin embargo, el presidente Carter estaba impulsando el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y llegó a amenazar a España con congelar las exportaciones de uranio enriquecido si no permitíamos inspecciones de la OIEA en nuestras instalaciones nucleares. En este contexto, se produjo el 23F, un episodio lleno de interrogantes. La llamada Ley de Secretos Oficiales, ampliada por los partidos PP y PSOE, contribuyó a mantener en secreto este período. En medio del contexto de un intento de golpe de Estado y con el gobierno secuestrado, se formó un llamado Gobierno de secretarios de Estado.

Curiosamente, la OIEA había acordado una reunión unas semanas antes (bajo el patrocinio de los Estados Unidos) entre el gobierno español y dicho organismo para negociar las ‘Garantías con la OIEA’ sobre el programa nuclear. Mientras el gobierno estaba secuestrado y era favorable al desarrollo del programa nuclear militar (tanto Suárez como Gutiérrez Mellado), uno de los secretarios de estado, Luis Magaña Martínez, que actuaba en nombre del gobierno provisional (ya que el gobierno legítimo estaba secuestrado), llegó a un acuerdo con la OIEA sin condiciones.

Según relata Francisco Gámez Balcázar, autor de El Secreto de la Bomba Atómica Española: La Intrahistoria de la Junta de Energía Nuclear y el Proyecto Islero, los documentos y notas de Luis Magaña Martínez enviados al director de la OIEA llegaron a manos del General Gutiérrez Mellado. Según se cuenta en el libro, ni Suárez, ni Rodríguez Sahagún, ni él mismo habrían firmado ese acuerdo sin contrapartidas importantes por parte de Estados Unidos y la OIEA. De hecho, este hombre sería premiado más adelante, en 2011, con la Medalla al Mérito Constitucional.

Nuestra mejor oportunidad para disponer de armas de disuasión fue enterrada en una turbia reunión en medio de un golpe de Estado que secuestró al gobierno legítimo, favorable a continuar con el programa nuclear. Turbio, turbio.

La llegada del PSOE al gobierno terminaría de darle la estocada definitiva al proyecto, con la firma del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) a cambio de la seguridad de la integración de España en la CEE.

Aún existen muchas lagunas sobre el 23F y sobre el proyecto Islero debido a la ley de secretos oficiales, pero sería estrictamente necesario levantar el secreto para que los historiadores puedan estudiar de manera completa y compleja el período de la transición y la dictadura, y así comprender qué sucedió en España en esa época y cuáles fueron las decisiones tomadas para que nuestra memoria no muera.

Fuentes:

- Proyecto Islero, el plan de la España de Franco para conseguir la bomba atómica y por qué no llegó a hacerlo.  BBC. 24 de febrero de 2024 https://www.bbc.com/mundo/articles/c3g4rle4lm4o

- Muñoz Bolaños, Roberto. (2014). El Proyecto Islero. La bomba atómica española. Anatomía de la Historia.

- Special National Intelligence Estimate (23 de agosto de 1974). «Prospects for Further Proliferation of Nuclear Weapons». p. 36. https://nsarchive2.gwu.edu/NSAEBB/NSAEBB240/snie.pdf 

El hallazgo de restos cerámicos de más de 2.000 años de antigüedad cuestiona que aborígenes australianos aprendieran alfarería tras la llegada de los colonos europeos

Selección de restos cerámicos hallados en la isla de Jgurru / isla Lagarto.

El descubrimiento de la cerámica más antigua jamás encontrada en Australia, en Jiigurru / Isla Lagarto, frente a la costa de Queensland, desafía la idea de que las comunidades aborígenes australianas desconocían la fabricación de cerámica antes de la colonización europea.

Sean Ulm (izquierda), profesor de la Universidad James Cook, e investigador jefe del Centro de Excelencia para la Biodiversidad y el Patrimonio Australiano del Consejo Australiano de Investigación (CABAH), dijo: "Las cerámicas fueron descubiertas en una excavación arqueológica realizada en Jiigurru por el CABAH en asociación con las comunidades aborígenes Dingaal y Ngurrumungu, para las cuales Jiigurru tiene una fuerte importancia cultural.

“Los arqueólogos excavaron un basurero de 2,4 metros de profundidad en Jiigurru durante un período de dos años para descubrir evidencias de ocupación, como restos de mariscos y peces recolectados y consumidos por la gente de la isla, que tienen más de 6.000 años.

"A menos de un metro bajo la superficie, el equipo encontró docenas de fragmentos de cerámica que tienen entre 2.000 y 3.000 años de antigüedad, y es, por tanto, la cerámica más antigua jamás descubierta en Australia" .

El profesor Ulm dijo que el descubrimiento, publicado en Quaternary Science Reviews, desafía las nociones previas de que las comunidades aborígenes australianas desconocían la fabricación de cerámica antes de la colonización europea, sugiriendo en cambio una rica historia de intercambios culturales a larga distancia e innovación tecnológica mucho antes de la llegada británica.

El sitio de excavación en isla de Jiigurru (Isla Lagarto).

“El análisis geológico de la cerámica indica que se produjo localmente utilizando arcillas y temples procedentes de Jiigurru. La edad de la cerámica se superpone con un período en el que se sabía que el pueblo lapita del sur de Papúa Nueva Guinea producía cerámica”, dijo el profesor Ulm.

Kenneth McLean (derecha), miembro del clan Dingaal y presidente de la Corporación Aborigen Walmbaar, declaró: “Trabajar en colaboración arqueólogos y propietarios tradicionales del país es algo que nunca antes se había hecho con mi gente, la cual no solo ha compartido cada uno su historia personal, sino también colaborado desde el punto de vista arqueológico con la historia de nuestro antiguo pueblo, lo que ha proporcionado un buen resultado. Resulta claro que podemos cuidar el país juntos”.

El miembro de la comunidad Ngurrumungu, Brian Cobus (izquierda), dijo: “Cada conocimiento que adquirimos nos ayuda a contar la historia del país. Proyectos de investigación como este nos ayudan a todos a comprender mejor el país y a comprender cómo cuidarlo”.

El profesor Ulm señala que el descubrimiento revela que las comunidades aborígenes del norte de Queensland tenían conexiones con las comunidades alfareras de Nueva Guinea.

"El descubrimiento nos brinda información sobre las sofisticadas capacidades marítimas de las comunidades de las primeras naciones de esta región, y estos restos cerámicos son cruciales para comprender los intercambios culturales que ocurrieron en Jiigurru hace miles de años", subraya el profesor Ulm.

Un escáner láser terrestre en acción en la isla Jiigurru/Isla Lagarto. Crédito: Ian McNiven

“Creemos que los antepasados ​​de los propietarios tradicionales participaban en un sistema comercial muy extendido. Es decir, comerciaban con tecnología, bienes e ideas, sabían cómo hacer cerámica y la hacían localmente”.

El investigador jefe de el CABAH, el profesor Ian McNiven (derecha), de la Universidad de Monash, dijo que "las evidencias apuntan a una historia de conexiones profundas a través del Mar del Coral, facilitadas por tecnología avanzada de viajes en canoa y habilidades de navegación en mar abierto, lo que contradice la noción obsoleta del aislamiento indígena.

Estos hallazgos no sólo abren un nuevo capítulo en la arqueología australiana, melanesia y del Pacífico, sino que también desafían los estereotipos colonialistas al resaltar la complejidad y la innovación de las comunidades aborígenes. El descubrimiento de restos cerámicos añade una nueva capa a nuestra comprensión del papel de la comunidad de los Jiigurru y los australianos indígenas en la red más amplia de intercambio marítimo e interacción cultural a través del Mar del Coral".

Según el profesor McNiven, la isla de Jiigurru marca el límite sur de antiguas redes marítimas internacionales que unían el este del norte de Queensland, el sur de Nueva Guinea y el Estrecho de Torres, formando la 'Esfera de Interacción Cultural del Mar del Coral'.

Conexiones culturales a través del Mar del Coral. Ulm et al. Quaternary Science Review, 2024.

“Estas redes facilitaron el intercambio de objetos e ideas entre las comunidades costeras de Australia y Nueva Guinea durante los últimos 3.000 años. Mientras que algunos objetos, como los adornos corporales de conchas cónicas y las pipas de bambú, indican un intercambio generalizado de cultura e ideas, otros, como la cerámica, también sugieren el intercambio de tecnología”, concluye el profesor McNiven.

Notas adicionales

La investigación de el CABAH, realizada en colaboración con las comunidades aborígenes Dingaal y Ngurrumungu, formó la base de la exposición del Museo de Queensland Conexiones a través del Mar del Coral: una historia de movimiento. Lea más aquí al respecto, y explore en un recorrido virtual la exposición aquí y explore los objetos de la exposición en este enlace.

Esta investigación fue realizada por el Centro de Excelencia para la Biodiversidad y el Patrimonio Australiano del Consejo Australiano de Investigación (número de proyecto CE170100015) con las comunidades aborígenes Dingaal y Ngurrumungu como socios. El equipo de investigación está compuesto por 40 investigadores de 26 instituciones y está dirigido por los investigadores jefes del CABAH, el distinguido profesor Sean Ulm (Universidad James Cook) y el profesor Ian McNiven (Universidad de Monash).

Fuentes: James Cook University | sciencealert.com | 10 de abril de 2024

Descubren un misterioso grafiti en la catedral de Cuenca: la sorprendente conexión con la de Burgos

Líneas grabadas halladas en la catedral de Cuenca coincidirían con el esquema de la girola de la catedral de Burgos.

La catedral de Santa María y San Julián de Cuenca ha sacado a la luz unos "grafitis escondidos" en su cimborrio que coinciden con lo que podrían ser, según los expertos, la equivalencia de los planos arquitectónicos de la girola de la catedral de Burgos. Este descubrimiento se realizó en 2009 durante las obras de rehabilitación del claustro y la torre del cuerpo cilíndrico que sirve de base a la cúpula del templo, pero acaba de ser desvelado por los investigadores.

Los arqueólogos y profesionales a cargo de esta restauración, tras años de estudio, defienden la hipótesis de que el arquitecto encargado de la segunda fase de la obra de la catedral de Cuenca es el mismo que planificó la catedral de Burgos, a la vista de la similitud y equivalencia del plano encontrado.

Así lo ha detallado el arqueólogo e historiador Santiago David Domínguez (izquierda), quien asegura que "tras desmontar las maderas en la zona del cimborrio colgadas en su día para apear y sujetar la torre del cimborrio y evitar derrumbamientos, fue tras la caída de la torre del Ángel a principios de siglo cuando aparecieron los dibujos".

Domínguez, uno de los arqueólogos que en el momento de la aparición formaba parte del mando de control de este monumento histórico, afirma que a medida que iban rehabilitando la parte caída del cimborrio apareció un "plano muy raro" grabado en una de las paredes, que correspondía con la cabecera de una iglesia con girola. Tras compararla con las plantas de las catedrales hispanas construidas en época medieval, concluyó que reproduce fielmente el esquema de la girola de la catedral de Burgos.

Domínguez ha explicado que se desconocía el nombre del maestro arquitecto que desarrolla la segunda fase de la catedral de Cuenca a principios del siglo XIII, "pero sí que se conocía el obispo que la encargó, Mateo Reinal, quien fue el responsable del proceso en Cuenca" antes de recalar en Burgos.

El arquitecto de la catedral de Burgos es el maestro Enrique, razón por la cual el grafiti que se conserva en la catedral de Cuenca vendría a demostrar que "Enrique era el maestro desconocido de Cuenca y que allí empezaría a pensar en cómo construir la catedral burgalesa, a donde fue a trabajar llevado por el obispo que fuera de Cuenca y después de Burgos", confirma el investigador.

Catedral de Cuenca. Imagen de archivo

Pese a ese desconocimiento, la similitud en varias de las estructuras de ambas catedrales fueron los detonantes para descubrir que compartían "maestro" y obispo. Por esto, los arqueólogos e historiadores decidieron poner "el propio dibujo como testimonio de cómo se diseñaban y se hacían las catedrales, que sirvió para identificar así al maestro y arquitecto desconocido" ya que su nombre no regía en la documentación de las obras de la catedral de Cuenca.

"De esta forma, el humilde dibujo, conservado casi por casualidad en la torre central de la catedral de Cuenca, sirve para aportar un gran argumento para la Historia del Arte y para la arquitectura medieval de Castilla, uno más de las grandes sorpresas por descubrir y estudiar en la interesantísima catedral de Cuenca".

Símbolos y dibujos

Además del gran descubrimiento en los grafitis del cimborrio de la catedral de Cuenca durante su rehabilitación, Domínguez ha manifestado que se encontraron "otra serie de dibujos en el cimborrio como pruebas de geometría y otro tipo de diseños".

Entre ellos, ha destacado diseños posteriores a la época medieval como "oraciones, avemarías, cruces, fechas y un montón de grafitis de la colección", pero haciendo hincapié en la girola y planta de la catedral de Burgos -los planos encontrados- como el descubrimiento más interesante.

La catedral de Santa María y San Julián de Cuenca empezó su historia evolutiva después de la conquista cristiana de la medina islámica en 1177, y es por ello que Domínguez y el resto de arqueólogos e historiadores pudieron confirmar la existencia de las ruinas de la Mezquita Mayor de la Cuenca Islámica situada debajo de la catedral. "Fase a fase y época a época se va pudiendo contar la arquitectura, decoración, historia del arte y todo lo que es el principio de la península ibérica desde la época islámica", manifiesta el investigador.

Otro elemento de la catedral que Domínguez destaca es la forma de la misma, la que describe como "catedral colgada", ya que cuelga, a semejanza de los iconos de la ciudad, de una hoz. "Cuando se va ampliando en el siglo XV y XVI, que es el momento de mayor auge y de mayor esplendor de Cuenca, su catedral también crece y se queda sin espacio, porque ya tiene la hoz del Huécar a la espalda, en la cabecera, de modo que lo que hace es colgarse", explica.

Catedral de Burgos.

De modo que, tras esta estructura y remodelación y ampliación, "se comenzaron a generar una serie de capillas para ocupar la calle de Ronda -donde se ubica la catedral-, de manera que la estructura inicial se cuelga de la muralla".

Tras este gran descubrimiento, la catedral conquense espera que sus salas se llenen cada vez más, ya que "es un ejemplo", asegura Domínguez, que ha querido tener especial mención al director del templo, Miguel Ángel Álvarez, quien ahora tiene la ambición de "sacarle partido más allá de lo típico".

"Hay zonas inaccesibles, y es imposible que el público pueda acceder al cimborrio de la catedral porque es muy complicado hacer el tránsito, pero se van abriendo poco a poco espacios desconocidos, intentando que todos esos secretos, más que secretos, todas esas joyas que no estaban tan promocionadas o que no estaban tan estudiadas, que se van estudiando poco a poco, vayan teniendo un poco de publicidad", concluye Domínguez.

Fuente: elespanol.com | 3 de abril de 2024