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MEMORIAS DE ÁFRICA (A ORILLAS DEL NÍGER). Historia Militar del Siglo XXI


Por el Brigada Rubén Juárez Miranda

Durante el verano de 2013, miembros del Grupo de Artillería de Campaña y de la Bandera “Roger de Flor”, de la Brigada Paracaidista, fueron alertados y concentrados en la Base de Paracuellos de Jarama (Madrid) con motivo de la activación de una misión única hasta la fecha: Instruir a los militares malienses en Técnicas, Tácticas y Procedimientos (TTP,s) de Morteros y Artillería.
Los seleccionados para esta tarea fueron 10 Cuadros de Mando: 4 Oficiales (con un Cap. al frente) y 6 Suboficiales.

Los chicos de la 3ª Cía. me enseñaron a hacerme un turbante para protegerme de las tormentas de arena del norte de Malí

Tras algo más de un mes de estudio intensivo de la cultura, idioma, religión, tradiciones y Ejército maliense, junto a los respectivos ejercicios tácticos en los diferentes campos de maniobras, este grupo desplegó en el Centro de Entrenamiento de Koulikoro, a 60 km de la capital, Bamako, el 16 de septiembre de 2013.

En plena explicación con el GTIA I. Esa vaguada nos dio mucho juego, sobre todo por las tardes

Los diez militares españoles constituirían el primer Equipo de Apoyo de Fuegos que España enviaba a la operación de EUTM-Mali.
El Ejército maliense se articuló en Grupos Tácticos Inter Armas (GTIA,s) y fue instruido por una amalgama de nacionalidades del Viejo Continente en períodos de diez intensas semanas.

Enseñando a los reinstruidos del Waraba a apuntar con el mortero

El equipo de Apoyo de Fuegos tuvo que reinventar los manuales y fichas instructivas para poder adaptarlos al nivel cultural y los medios propios de los bravos soldados malienses, que venían de ser derrotados hacía no más de seis meses por el empuje yihadista del norte de Mali.

Estudiaron y tradujeron del ruso los manuales de las armas colectivas que este país tenía y tiene en servicio: lanzacohetes Grad 2M y mortero ligero ML-M-57. Hicieron la conversión de milésimas artilleras a milésimas rusas e idearon el medidor de ángulos T-12.
El Sgt.1º Rubén Juárez Miranda llevó un diario exhaustivo y detallado de todo lo que su equipo hacía desde el primer día del despliegue hasta el 18 de abril de 2014, fecha marcada como regreso a casa.

Fotografía publicada en la edición digital del diario ABC en el mes de marzo

Finalizada la misión, este suboficial revisó sus apuntes y cuadernos de campo y le dio forma a un borrador que sería revisado y corregido hasta tres veces por él antes de mandarlo por cadena orgánica a las siguientes secciones para la realización de su correspondiente filtro: S-2; de la Bandera “Roger de Flor”, G-2; de la Brigada Paracaidista y Publicaciones de la Defensa; del Ejército de Tierra.

Tras cuatro años de permisos y autorizaciones, el boceto borrador vio la luz en forma de libro con el título: Memorias de África (a orillas del Níger).

En esta obra, no solo se habla de procedimientos operativos o tácticos militares. También se acerca al lector a una realidad pocas veces tenida en cuenta, pero igualmente importante: la situación familiar en cada uno de los componentes. O como sus parejas, en España, tienen que hacerse cargo de la casa o los niños a la vez que tener que soportar el estrés por la incertidumbre del devenir de la misión.

Estos militares españoles, como todos los que han participado en las misiones internacionales, estrecharon lazos afectivos y asertivos con sus instruidos, que aún hoy perduran.

Fue, simple y llanamente, una experiencia de vida.

Sobre el autor:


Rubén Juárez Miranda (Madrid, 1978) pertenece a la XXIX promoción de la Academia General Básica de Suboficiales del Ejército de Tierra, con especialidad fundamental Infantería Ligera.

Gran parte de su vida militar la ha desarrollado en la Brigada Paracaidista, exceptuando su paso por la Academia y un periplo de tres años en el Regimiento «Garellano» de Munguía (Vizcaya).

Ha participado en misiones de mantenimiento y estabilización de la Paz en Bosnia, Afganistán, Líbano y Malí. Está en posesión de varios cursos y aptitudes paracaidistas.

NOTA: Si os interesa la temática militar actual y queréis disfrutar con esta gran aventura, el libro (os lo recomiendo), lo tenéis a la venta en Amazon. PINCHA AQUÍ para comprar.

Entrevista al arqueólogo Christopher Witmore


Entrevista con Christopher Witmore, por ANDRÉS LOMEÑA CANTOS

Preguntas intempestivas

Una aproximación a la arqueología orientada a objetos

La arqueología no deja de anunciar hallazgos: desde Luxor a Kent, pasando por Tesalónica. Los restos arqueológicos dialogan con el presente y nos formulan preguntas intempestivas. Para entender el modo en que estas reliquias nos interrogan, la ontología orientada a objetos (OOO) propone una resignificación de los objetos. Previamente, esta filosofía ha tenido relaciones fértiles con diferentes disciplinas, como la arquitectura o la literatura. En esta entrevista, Christopher Witmore, profesor de Arqueología de la Universidad Tecnológica de Texas y autor de Objetos intempestivos (Materia Oscura, 2024), lleva a cabo una aproximación a la arqueología orientada a objetos, un movimiento telúrico para la filosofía en la medida en que ayuda a repensar los objetos del pasado e incluso nuestra noción de tiempo.

ANDRÉS LOMEÑA: No conservamos la Comedia de Aristóteles a pesar de su éxito e importancia, así que quizás no siempre se preservan los objetos culturales más importantes. En una guerra, pienso que un puente bien conservado podría ser casi un síntoma de irrelevancia porque una infraestructura estratégica debería ser destruida. Tengo este tipo de ideas en mente al leer sus reflexiones en torno a una arqueología orientada a objetos. Ciertos arqueólogos creen que la cultura humana lo es todo mientras que el objeto no es nada; usted se plantea repensar esa idea preconcebida, y quisiera saber si se siente solo en esta indagación acerca de la agencia y la política de los objetos.

CHRISTOPHER WITMORE: “No son los tiempos los que marcan la diferencia”, sino más bien, como sostuvo Bruno Latour en Nunca hemos sido modernos, “es la diferencia la que marca los tiempos”. Pensar en el desconcertante naufragio de las cosas antiguas que existen en el presente (los escritos de Aristóteles, los puentes antiguos que escaparon a la destrucción, ya sea por guerras o por terremotos, cuencos antiguos, ruinas de la Segunda Guerra Mundial, etcétera) y sus relaciones como generadoras de tiempo es una inversión de los procedimientos habituales de los arqueólogos, quienes tienden a considerar el tiempo mismo como un agente de cambio.

Los arqueólogos, cual relojeros, se benefician enormemente cuando se le concede al tiempo una posición privilegiada y generativa, como una secuencia lineal de contenedores que avanzan con regularidad con independencia de lo que ocurra dentro de ellos. No se trata de que la cultura lo sea todo y los objetos nada, aunque agradezco el poder retórico de tu formulación; los objetos no culturales deberían contar algo para los arqueólogos, ya que la autoridad del campo todavía se basa en hablar desde la experiencia, describir lo que se encuentra y fundamentar historias sobre el pasado en restos arqueológicos. La cuestión es cómo tenemos en cuenta esas cosas en relación con el pasado. No creo que los objetos arqueológicos deban ser tratados solamente como intermediarios de situaciones culturales en las que pueden haber afectado y a las que, a su vez, se les da preponderancia como agentes detrás de los restos que encontramos. Eso supone considerar los objetos como derivados de algo distinto de ellos mismos, lo que a menudo coloca a los humanos en el centro de la realidad, como si fuera su principal modeladora. Desde la perspectiva de la OOO, los objetos que encontramos en el presente son lo que hace posible el pasado.

El hecho de que un cuenco antiguo haya resistido y esté entre nosotros significa que no puede reducirse a sus pasados, tanto si fue un momento particular de sus usos o de su inactividad (lo que llegó a ser el objeto en situaciones distintas). Como arqueólogo, puedo darme cuenta de que un cuenco de cerámica resistió a muchas situaciones diferentes: usos domésticos, como ajuar funerario, una larga estancia bajo tierra, una barrera para las raíces, un objeto encontrado, una pieza de museo, una evidencia para una tesis, etcétera. Sin embargo, como parte de un conjunto de tumbas, habrá perdido muchas de estas relaciones extrínsecas pasadas. El recipiente, intrínsecamente, extiende sus propios pasados, aunque solo puede ofrecer sugerencias de lo que existió más allá de sí mismo. Esas sugerencias quizás digan muy poco sobre situaciones culturales pasadas, y mucho sobre cómo el hundimiento de la tumba dañó el cuenco en algún momento durante su estancia ctónica. Desde luego, uno también tiene que reconocer que el recipiente es parte de un conjunto (una tumba) y como tal puede constituir un componente de un objeto mayor. Si bien esto podría entenderse como un conjunto que contiene su propio pasado, desde la perspectiva de la OOO, una parte de algo no puede reducirse a un objeto más grande.

Reconocer el cuenco o la habilidad de la tumba para sugerir y ofrecer indicaciones es respetar su agencia y autonomía, ya que esos pasados pertenecen al objeto. Puede que un artefacto de museo no parezca tener mucho peso político, pero si uno descubriera que una crátera [vasija grande y ancha donde se mezclaba el vino con agua] fue saqueada y vendida ilegalmente de una tumba, entonces ciertamente podría verse involucrada en un disputa entre el Museo Metropolitano de Arte, la Fiscalía del distrito de Manhattan y el gobierno italiano. El cuenco y la tumba sostienen y defienden, contienen y comprenden, apoyan y cobijan. Sí que pueden ser actores políticos en las situaciones adecuadas. Decir lo contrario desde el principio es decretar de antemano lo que son las cosas, haciendo suposiciones sobre la naturaleza de lo real. 

Los arqueólogos necesitan reconsiderar cómo trabajamos con las cosas. La diferencia entre la autoimagen de la arqueología y su práctica es una limitación, por mucho que el reduccionismo sea una característica de cualquier ciencia. En el libro, Graham Harman y yo establecemos un contraste entre una noción modernista del tiempo como un marco medido y predestinado donde nosotros insertamos los fenómenos, y una comprensión del tiempo orientada a los objetos como algo emergente, heterogéneo y sobre la superficie de las cosas. Esto abre todo tipo de posibilidades creativas en torno a cómo concebimos esos tiempos que surgen de los objetos arqueológicos y también en torno a su articulación (qué historias contamos). Creo que apenas estamos empezando a reconocer el potencial de esta forma de arqueología, pero para nada estoy solo en esto, pues hay ciertos arqueólogos que usan un enfoque orientado a objetos: Peter Campbell, Stein Farstadvoll, Bjørnar Olsen, Þóra Péturdóttir, Sara Rich, por nombrar a algunos.

A.L.: Usted empieza con el objeto y trata de entender el pasado, pero nos advierte de que muchos arqueólogos encuentran lo que justamente estaban intentando encontrar. El pasado, en resumidas cuentas, no es una causa simple y sin más del presente. Supongo que si los arqueólogos encuentran salazones, tratarán de explicar la importancia de la sal en esa ciudad romana, pero quizás este descubrimiento arqueológico entierra otras posibilidades abiertas, en vista de que hay numerosas ciudades que también fueron habitadas por fenicios o musulmanes. La arqueología puede ser como una matrioska que contiene múltiples pasados.

C.W.: Los arqueólogos, tal y como defendemos en el libro, están condicionados para ver las cosas como los efectos o las consecuencias de aquellas causas que pretenden encontrar. El deseo de recuperar rastros vívidos en un dominio borrado del presente y tratarlos como el agente causal detrás de lo que queda conduce a menudo a imponer el pasado favorecido por la historia sobre objetos que no pueden hablar. Si tomamos como ejemplo un lugar de la Segunda Guerra Mundial, se puede decir que nosotros llegamos con expectativas históricas a esos lugares (por ejemplo, a un bastión del muro Atlántico en Finnmark). Es fácil suponer que dicho lugar es una ilustración o un ejemplo de algo ya prefijado y conocido (este sitio lo destruyó la Wehrmacht en retirada en el año 1944). Sin embargo, nunca encontramos el pasado que fue, solo lo que llega a ser de él, y aunque podemos encontrarnos con un pasado legendario, el compromiso es siempre con algo presente y específico del objeto que encontramos.

Si se juzga a partir de una imagen completa del pasado, como res gestae (logros, cosas realizadas), lo que encontramos es siempre incompleto, como sombras de su antiguo ser. Hay todo tipo de fenómenos históricos que tratan sobre algo más que las andanzas humanas: la transformación de las economías del pasado, los procesos de producción e interacción a través de redes comerciales cambiantes, etcétera. No obstante, la idea del pasado como algo consumado, definido por su finitud, sigue prevaleciendo a la hora de abordar las cosas antiguas. Los hallazgos arqueológicos van más allá de esos mundos y a menudo encuentran nuevas aventuras; como las cosas suelen olvidar sus pasados, su idiosincrasia retiene lo que recuerdan.

Algunas expectativas son parte del proyecto de la arqueología, pues no habríamos investigado ciertos programas o conseguido fondos sin ellas. La distorsión aparece cuando imponemos sobre los objetos arqueológicos las expectativas asociadas con un pasado definitivo (“así es como ocurrió”). Y no es que no podamos hablar de situaciones definitivas. Por volver al ejemplo de la crátera, el cuenco fue enterrado junto a una mujer que murió en la treintena y se rompió cuando el techo de la tumba se hundió, pero la mayoría de las veces tratamos con proposiciones sobre lo que podría haber sido. Algunas proposiciones son mucho más fuertes que otras, pero las proposiciones están siempre abiertas al futuro, es decir, están abiertas a la reevaluación, especialmente a la luz de nuevos objetos encontrados que puedan revelar otros ángulos del pasado. Aun así, a las cosas antiguas no les falta nada, se trate de pequeñas fortificaciones quemadas en el norte de Noruega o de cráteras enterradas. Están completas tal como están, abiertas en todo momento a las posibilidades futuras, ya que los elementos enterrados pueden contener pasados imprevistos aún por salir.

A.L.: Distingue la datación relativa de la absoluta y sugiere que incluso el carbono-14 es una cronología relativa, no absoluta, al igual que el resto de métodos: dendrocronología, termoluminiscencia, etcétera. Lo plantea como formas inconmensurables, esto es, como un intento de unificar lo que no puede unificarse, pero en última instancia usamos un calendario universal. Me imagino que esto puede plantear todo tipo de problemas, como el posible anacronismo de esa estatuilla romana que supuestamente revela a alguien con el síndrome de Crouzon.

C.W.: Has puesto el dedo en la llaga del papel del arqueólogo como relojero. Los arqueólogos separan de forma rutinaria lo que consideran métodos de datación absolutos, como el carbono-14, de aquellos métodos relativos, como la seriación de la cerámica. Dado que el carbono-14 se desintegra a un ritmo constante del cincuenta por ciento cada 5,730 años, tendemos a considerar trozos de carbono como pequeños relojes, cuando en realidad, lo que hacemos es entregar nuestra traducción a los físicos de los laboratorios, quienes proporcionan un análisis y una fecha dentro de un rango definido. Graham Harman señala esta cuestión (cómo traducimos los cuantos, los fragmentos irreductibles de la realidad, en continuos) como una gran paradoja que se remonta a Aristóteles. De hecho, todos los modos de datación implican la traducción de lo discreto en lo continuo, lo que exige que tratemos lo local (relativo) como medible en términos de lo universal (absoluto).

No te falta razón. El ejemplo de la estatuilla que mencionas implica un acto de traducción similar, donde las idiosincrasias locales se traducen en términos científicos universales. En este caso, las peculiaridades de la figura (sus rasgos faciales, sus ojos o sus asimetrías) se leen “iconodiagnósticamente” como una posible evidencia del síndrome de Crouzon. Por supuesto, esta interpretación se basa en una supuesta fidelidad. Se supone que la estatuilla actúa como una referencia muy específica de algo más allá de sí misma: es decir, apunta extrínsecamente a un modelo humano con estas características inexplicables. Tal vez sea así. Pero también podría relacionarse con una desviación estética que se asemeja a las malformaciones congénitas asociadas al síndrome de Crouzon. A diferencia del carbono-14, el análisis de la cerámica o la hidratación de la obsidiana, aquí nos encontramos con un ejemplo completamente singular (que no puede reafirmarse). Para que esta interpretación gane peso, habría que emprender un cuidadoso estudio comparativo con otras estatuillas del periodo (¿qué estilos y convenciones están presentes en otras estatuillas? Se deberían recurrir a asociaciones contextuales); los investigadores intentan vincular la figurilla con cultos a la salud y la protección en Bracara Augusta. 

Para mí, la incertidumbre última de no poder saber algo con certeza no es un problema, sino parte del atractivo y el asombro de trabajar con el pasado arqueológico.

A.L.: Parece haber grandes descubrimientos arqueológicos cada semana. Hace muy poco dieron con una espada del siglo VI en Kent, por ejemplo. Me gustó asomarme al pasado leyendo la noticia, aun sabiendo que conozco muy superficialmente ese periodo histórico.

C.W.: Estos nuevos descubrimientos nos acercan al pasado a través de su entrada en nuestro presente y nos recuerdan la naturaleza caótica del tiempo. A través del descubrimiento de la espada en Kent, un pasado previamente desconocido es ahora coextensivo con quienes vivimos en la actualidad, y de esta manera, nuestro presente está más cerca de ese pasado que cualquier presente del siglo XIX, independientemente de las distancias que haya en una línea de tiempo. Si de repente nos tropezáramos con los fragmentos perdidos de Aristóteles en un monasterio de Tesalónica, entonces la filosofía del siglo XXI se encontraría con aspectos del III antes de Cristo a un nivel más cercano que cualquier cosa que los filósofos modernos experimentaran antes de ese momento. Tales son los efectos de un tiempo no lineal, “percolativo”, y eso nos recuerda el poder del pensamiento topológico, que el libro analiza en profundidad.

Sobre Christopher Witmore:

Christopher Witmore es académico y profesor de Arqueología y Clásicos en la Universidad Tecnológica de Texas. Su investigación se centra en los paisajes de Grecia a largo plazo, la teoría arqueológica, los estudios de cosas; arqueología contemporánea y Antropoceno; y las relaciones entre los seres humanos, la tecnología y el medio ambiente.

Blas de Lezo vuelve para defender Cartagena de los Ingleses


LEZO PARTE II. LA DEFENSA DE CARTAGENA

Esta última entrega eleva la calidad, encuadernado en cartoné en formato álbum de 96 páginas interiores en color más cubiertas que sostienen una aventura llena de emoción y rigurosidad documental, convirtiendo la obra en la mejor representación gráfica que existe sobre la contienda. Nunca antes se había mostrado ni explicado de manera visual esta batalla con tanta fidelidad y narrativa. Un regalo perfecto para estas fechas tan especiales que deleitarán a los amantes del cómic y de la historia.

Contexto histórico:

En 1741 España se encontraba en guerra contra Inglaterra, una contienda auspiciada por el control de las aguas del nuevo continente. La llamada Guerra del Asiento llegó a su punto álgido cuando el pueblo inglés se levantó en busca de venganza y focalizó su ira en una temible flota rumbo a América bajo el mando del almirante Edward Vernon. 185 navíos y 30.000 hombres llegaron a la bahía de Cartagena de Indias. Allí esperaba un almirante de agallas probadas: Blas de Lezo, que a pesar de carecer de un ojo, una pierna y la movilidad de un brazo… decidió plantarle cara junto a una exigua fuerza de 6 barcos y 3.000 hombres.

Lo que a priori se presentaba como una victoria sencilla se convirtió en una dura batalla de varios meses que puso a prueba el coraje y la resistencia de todos. Paralelamente a esta pugna de imperios, los propios bandos vivieron duras tensiones entre sus dirigentes: Lezo, Vernon, Eslava, Wentworth… una serie de personajes carismáticos, llenos de aristas, que dan pie a un drama sobrecogedor cargado de matices. Una batalla que podría haber cambiado el rumbo de todo el continente.

El Libro:


La segunda y última parte del cómic de Blas de Lezo y la épica batalla de Cartagena de Indias (1741). Una mezcla sorprendente de rigor histórico y espectacularidad narrativa que se ha convertido en un éxito inaudito en el cómic español de los últimos años. Tras una entrada arrolladora en la bahía de Bocachica, la armada británica avanza imparable. Con escasos recursos y muchos civiles entre sus defensores, la ciudad se enfrenta a decenas de miles de soldados ingleses. Atrapado en el asedio y con sus barcos perdidos, Blas de Lezo se prepara para desafiar a la mayor flota que haya surcado las aguas americanas confiando en su astucia y determinación. Esta no es solo una guerra entre naciones: dentro de ambos bandos también se libran luchas internas, donde traiciones y lealtades decidirán el destino de todos.

Tráiler Oficial:

El éxito de la campaña de crowfunding hizo posible este segundo tomo de un cómic que rescata una de las epopeyas más sorprendentes de la historia de España.


Muchas gracias a Ángel Miranda por enviarme algo tan especial y de gran calidad, tanto de contenido como del material impreso de ésta gran obra:

- El Libro
- Láminas ilustradas con mapas de Cartagena de Indias.
- Una Pegatina
- Un imán para la nevera
- El Diario de la Expedición de Lezo
- Un marcapáginas
- Un mapa de Cartagena de Indias.
- Una postal
- Un cartel de alistamiento

Esto es una maravilla, por el amor de dos!

¿Dónde comprar?

Recomiendo que si no tenéis aún la primera parte, haceros con ella antes de comprar este libro.

Tanto la primera parte como ésta segunda, los podréis encontrar en las mejores librerías con un precio que ronda los 20 euros aproximadamente.

Sus autores:

Guillermo Mogorrón (dibujante): Con un estilo genuino de gran dinamismo, ha trabajado para editoriales como IDW, DC o Marvel (X-Men) durante varios años. Además, ha realizado trabajos de animación e ilustración para el cine, la publicidad o los videojuegos.

Miguel Ángel Abad (color): ilustrador y dibujante de primera categoría que ha trabajado para editoriales como IDW, Boom Studios, Archaia o SPA Studios.

Ramón Vega (documentalista): Investigador y comisario de exposiciones. Ha trabajado en el Museo Naval de Madrid, y cuenta con más de cuarenta publicaciones científicas y colaboraciones nacionales (I+D+I) e internacionales a sus espaldas. Actualmente investiga historia naval en Singapur.

Ángel Miranda (guionista y proyecto): Periodista, gestor de proyectos y guionista. Autor de la novela 'Carrión, un canalla sin ventura' y de los cómics 'Espadas del fin del mundo', 'Paredes, la leyenda' y 'Lezo'.

Para más información: https://vkm.is/lezo2

La reina emérita Doña Sofía inaugura el Centro de Investigación Emiliano Aguirre


Foto: Susana Santamaría / Fundación Atapuerca

Ibeas de Juarros (Burgos), a 10 de diciembre 2024. Como colofón a los actos conmemorativos del 25 aniversario de la Fundación Atapuerca, Su Majestad la Reina Doña Sofía inauguró hoy el Centro de Investigación Emiliano Aguirre (CIEA), un espacio destinado a custodiar, preservar y difundir la memoria documental del Proyecto Atapuerca, junto con la promoción de la investigación en evolución humana. Durante su visita, Su Majestad recorrió las instalaciones del centro y tuvo la oportunidad de conocer parte del legado del Profesor Emiliano Aguirre. 


Foto: Susana Santamaría / Fundación Atapuerca

Antes de la inauguración, S.M. la Reina Doña Sofía presidió el Patronato extraordinario de la Fundación Atapuerca. Durante la sesión, el presidente de la Fundación, Antonio Miguel Méndez Pozo, entregó a Su Majestad un medallón que reproduce un fósil emblemático hallado en la Sima del Elefante (Pink), en homenaje a los hallazgos de la sierra de Atapuerca. Asimismo, Eudald Carbonell, vicepresidente de la Fundación, hizo entrega de un ejemplar de la edición Sierra de Atapuerca. Una mirada botánica, editado en colaboración con Fundación Caja de Burgos, en el marco del 25 aniversario de la Fundación Atapuerca.


Foto: Susana Santamaría / Fundación Atapuerca

Previamente tuvo lugar la sesión del Patronato ordinario, en el que se hizo un balance de las actividades realizadas con motivo del 25 aniversario de la Fundación. Además, se aprobó el presupuesto para 2025 y se definieron las principales líneas del plan de actuación para el próximo año. Además, el Patronato nombró a Eudald Carbonell, vicepresidente de la Fundación Atapuerca y figura clave en los trabajos realizados en los yacimientos de la sierra de Atapuerca, director del Centro de Investigación Emiliano Aguirre.

Centro Investigación Emiliano Aguirre


Foto: Susana Santamaría / Fundación Atapuerca

El Centro de Investigación Emiliano Aguirre (en adelante CIEA) se enmarca en el proceso de crecimiento de la Fundación Atapuerca a través de dos enfoques estratégicos: la retrospectiva, que será desarrollada en este nuevo Centro de Ibeas de Juarros, y la prospectiva, que se llevará a cabo más adelante con el respaldo de la Diputación Provincial de Burgos, en el antiguo Hospital de Peregrinos de la localidad de Atapuerca.

Foto: Susana Santamaría / Fundación Atapuerca

El CIEA custodiará la Memoria del Sistema, esencial para comprender la evolución del proyecto Atapuerca y su proyección futura. Este Centro se plantea como un espacio para analizar y preservar los hitos que han convertido a los yacimientos de la sierra de Atapuerca en un referente internacional en el estudio de la evolución humana.


Foto: Susana Santamaría / Fundación Atapuerca

El archivo documental del CIEA incluye la información generada desde el inicio del proyecto Atapuerca. Se ha comenzado con la clasificación de la documentación de Emiliano Aguirre, cedida por la Fundación Paleontológica Emiliano Aguirre en 2018 y actualmente en proceso de catalogación, proceso que desde 2019 cuenta con el apoyo de las Fundaciones Círculo e Ibercaja. La digitalización de toda la documentación permitirá un acceso global, igualmente se conservarán los formatos físicos para consultas presenciales. 

Además, se continuará documentando las aportaciones de los codirectores del proyecto Atapuerca: Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell. Cabe destacar que próximamente, Juan Luis Arsuaga donará al CIEA su colección de libros de evolución humana (en palabras de Arsuaga, “una de las más completas de España, si no la que más”) y su colección de réplicas de alta resolución de fósiles humanos, que se cuenta entre las mejores del mundo. De este modo el Centro empezará su andadura con un importante patrimonio al servicio de la comunidad científica. 


Foto: Susana Santamaría / Fundación Atapuerca

Igualmente, la Memoria del Sistema está abierta a recibir documentación de miembros del Equipo Investigador de Atapuerca que así lo deseen. Además, el Centro está llamado a contribuir internacionalmente a la Memoria del Sistema del estudio de la evolución humana, puesto que se aceptará la documentación (artículos, libros, tesis doctorales ...) de todos aquellas científicas y científicos que tengan o hayan tenido un papel relevante en el estudio de la prehistoria en los siglos XX y XXI.


Foto: Susana Santamaría / Fundación Atapuerca

El CIEA incluye tres despachos para la gestión y un laboratorio equipado con el apoyo de la Fundación Reina Sofía. El “Laboratorio Reina Sofía” estará a disposición de los beneficiarios de ayudas de investigación de la Fundación Atapuerca, consolidando al Centro como un espacio de referencia científica para futuras generaciones.


Foto: Susana Santamaría / Fundación Atapuerca

Este proyecto ha sido posible gracias al impulso del Patronato de la Fundación y cuenta con el respaldo de la Junta de Castilla y León que, desde la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, financia un 50% de la ejecución del Centro. Además, ha contado con la colaboración de la Fundación Reina Sofía. 

Además, en 2025, la Fundación Atapuerca continuará desarrollando actividades en cumplimiento de sus fines fundacionales:

Iniciativas de promoción científica

Además de poner en marcha el Centro de Investigación Emiliano Aguirre, en 2025 la Fundación Atapuerca, continuará apoyando la labor científica de jóvenes investigadores mediante la concesión de ayudas predoctorales y posdoctorales para investigación. Asimismo, como complemento al respaldo económico de la Junta de Castilla y León, la Fundación continuará apoyando la campaña de excavación en los aspectos de logística, seguridad, administración, comunicación y relaciones institucionales. 

Igualmente, la Fundación continuará proporcionando soporte a proyectos de investigación en las provincias de Burgos y Cantabria. Continuará respaldando proyectos de investigación en Senegal, Sur del Cáucaso y en La India. Finalmente, mantendrá el intercambio de investigadores con Georgia, Reino Unido y Argentina. 

Iniciativas de socialización

Gestión de visitas

La Fundación Atapuerca, por acuerdo de colaboración con la Fundación Siglo, gestiona las visitas a los yacimientos de la sierra de Atapuerca y al Centro de Arqueología Experimental (CAREX). Esta iniciativa se desarrolla sin ánimo de lucro y desde el punto de vista de la sostenibilidad.

La calidad de las visitas y la formación continuada del personal son los parámetros más valorados tanto por la Fundación, como por el público que los visita.

Área de Proyectos

La Fundación identifica oportunidades de financiación para desarrollar programas innovadores y alineados con sus fines, conectando con las inquietudes sociales.

Entre 2025 y 2026 se desarrollará el proyecto 'From past to future', una iniciativa cofinanciada por el programa Erasmus+ de la Unión Europea, en colaboración con reconocidas entidades como la Fundaçao Vall de Côa (Portugal), la Asociación Europea 2020, RedTree Marketing Projects Coop. (España), Generazione Zero (Italia) y el Centre Européen de recherches préhistoriques de Tautavel (Francia). Su objetivo es fomentar la inclusión juvenil mediante la empleabilidad en sitios arqueológicos y museos, adaptando sus contenidos a herramientas de comunicación del siglo XXI con la participación de equipos jóvenes.

En 2025 se explorarán nuevas convocatorias para impulsar la transferencia de conocimiento, alineadas con el lema 'Evolución responsable, progreso consciente'.

Otras actividades de difusión

La Fundación Atapuerca continuará desarrollando actividades que promuevan el respeto y cuidado del medio ambiente, así como programas centrados en la accesibilidad e inclusión social. Además, se fortalecerán los programas de desarrollo y apoyo a las comunidades locales, buscando generar un impacto positivo y sostenible en su entorno. También se impulsarán programas educativos que proporcionen herramientas clave para afrontar los retos globales que enfrenta la humanidad, contribuyendo al progreso consciente y responsable de la sociedad.

Foto: Susana Santamaría / Fundación Atapuerca

Presentación del libro ‘Sierra de Atapuerca. Una mirada botánica’


Este libro, fruto de la colaboración de la Fundación Caja de Burgos y la Fundación Atapuerca, reúne más de trescientas fotografías de plantas vasculares, seleccionadas entre las más de seiscientas identificadas en la sierra de Atapuerca

Burgos, 27 de noviembre de 2024. – El auditorio de Cultural Cordón en Burgos acogerá este jueves 28 de noviembre, a las 19:30 horas, la presentación del libro Sierra de Atapuerca. Una mirada botánica. La obra destaca las especies más representativas de la flora de la sierra de Atapuerca mediante fotografías descriptivas y es el resultado de un exhaustivo trabajo de catalogación florística llevado a cabo entre 2020 y 2024.

Esta publicación se enmarca dentro de las actividades del 25.º aniversario de la Fundación Atapuerca y refleja el compromiso conjunto de la Fundación Caja de Burgos y la Fundación Atapuerca con la conservación y el estudio del patrimonio natural de esta emblemática Sierra.

El libro es un testimonio del valor botánico de la sierra de Atapuerca, que alberga una cuarta parte de la riqueza florística de la provincia de Burgos. Además de ofrecer un detallado inventario, esta obra permitirá conocer la evolución de la flora en los próximos años, proporcionando claves para entender los cambios asociados al clima y otros factores ambientales.

Los autores del libro Sierra de Atapuerca. Una mirada botánica son Javier María García (autor también de las fotografías), jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Burgos; Miguel Ángel Pinto, director de las Aulas de Medio Ambiente de la Fundación Caja de Burgos; y Eudald Carbonell, codirector de los yacimientos de la Sierra de Atapuerca y vicepresidente de la Fundación Atapuerca.

El libro puede adquirirse en las Aulas de Medio Ambiente de la Fundación Caja de Burgos (en Burgos, Valladolid y Palencia) o a través de su portal web.

Además, como complemento a la publicación, existe una exposición homónima que estará abierta al público hasta el 28 de febrero en el Aula de Medio Ambiente de la Fundación Caja de Burgos.

El Aula de Medio Ambiente inaugura la exposición ‘Sierra de Atapuerca. Una mirada botánica’


La muestra, que podrá visitarse hasta el 28 de febrero, da a conocer el primer catálogo florístico de la sierra burgalesa, fruto de la colaboración de la Fundación Caja de Burgos y la Fundación Atapuerca

El libro asociado registra, en fotografías detalladas, más de trescientas especies de plantas vasculares de las más de seiscientas que se han localizado en este ámbito geográfico

Burgos, 7 de noviembre de 2024. – El Aula de Medio Ambiente de la Fundación Caja de Burgos acoge, desde hoy y hasta el 28 de febrero, la exposición Sierra de Atapuerca. Una mirada botánica, formada por 24 paneles en los que se muestran las especies más representativas de la flora de la sierra burgalesa a través de fotografías descriptivas.


La muestra ha sido producida en el marco de la colaboración que mantienen la Fundación Atapuerca y la Fundación Caja de Burgos y coincide además con la celebración del 25 aniversario de la Fundación Atapuerca y el 20 aniversario de la creación de las Aulas de Medio Ambiente. Se trata del resultado de los trabajos realizados entre 2020 y 2024 para elaborar el catálogo florístico de la sierra de Atapuerca, el primero que se realiza de dicho territorio, que ha quedado recogido en un libro, titulado igual que la exposición. Esta publicación registra en fotografías detalladas, especialmente realizadas en su hábitat natural, más de trescientas especies de plantas vasculares de las más de seiscientas que se han localizado en este ámbito geográfico en la actualidad. 

Los autores del libro Sierra de Atapuerca. Una mirada botánica son Javier María García (autor también de las fotografías), jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Burgos; Miguel Ángel Pinto, director de las Aulas de Medio Ambiente de la Fundación Caja de Burgos; y Eudald Carbonell, codirector de los yacimientos de la Sierra de Atapuerca y vicepresidente de la Fundación Atapuerca.


El libro puede adquirirse en las Aulas de Medio Ambiente de la Fundación Caja de Burgos, de Burgos, Valladolid y Palencia o a través de su portal web.

Tanto la exposición como el catálogo constituyen el reflejo de un trabajo científico que aporta información sobre la abundancia botánica de la Sierra de Atapuerca, que alberga una cuarta parte de la riqueza florística de la provincia de Burgos, lo que permitirá seguir su evolución lo largo de los próximos años para entender mejor los cambios que se están sucediendo en cuanto al clima se refiere.

Firma del convenio de colaboración entre la Fundación Círculo Burgos, Fundación Ibercaja y Fundación Atapuerca

 


La Fundación Círculo Burgos y la Fundación Ibercaja renuevan su compromiso con este proyecto mediante una aportación económica de 5.000 euros, destinada a la conservación y difusión del “Fondo Documental Emiliano Aguirre”.

La tercera entrega del Fondo Documental desvela caricaturas inéditas de veintitrés personalidades destacadas en geología, paleontología y antropología, realizadas por Emiliano Aguirre

Ibeas de Juarros (Burgos), 4 de noviembre de 2024. La Fundación Círculo Burgos y la Fundación Ibercaja han suscrito un nuevo convenio de colaboración con la Fundación Atapuerca para dar continuidad al proyecto sobre el “Fondo Documental Emiliano Aguirre” iniciado en 2019. En virtud de este convenio, ambas fundaciones han destinado la cantidad de 5.000 euros, reafirmando así su compromiso con proyectos de gran relevancia en nuestra provincia, tanto en el ámbito social como en cultura, patrimonio, medio ambiente, y en este caso, la investigación científica sobre la evolución humana.


El convenio ha sido firmado por el presidente de la Fundación Círculo Burgos, Emilio de Domingo Angulo, Javier González Moreno, en representación de Fundación Ibercaja; el presidente de la Fundación Atapuerca, Antonio M. Méndez Pozo; y el vicepresidente de la Fundación Atapuerca, Eudald Carbonell i Roura. Los firmantes han estado acompañados por Victoria Moreno Lara, encargada del análisis del Fondo Documental en la Fundación Atapuerca, y Javier Castellano Barón, presidente ejecutivo de la Fundación Paleontológica Emiliano Aguirre.

Además, hoy la Fundación Paleontológica Emiliano Aguirre, propietaria del Fondo, ha realizado la tercera entrega, compuesta por 28 legajos. En esta entrega destacan dos cuadernos de dibujos de Emiliano Aguirre, fechados en 1954 y 1965, en los que retrata, a través de caricaturas, a veintitrés personalidades de la geología, paleontología y antropología de la segunda mitad del siglo XX. Las caricaturas de 1954 incluyen figuras académicas españolas como Bermudo Meléndez, Miguel Crusafont y Jaime Truyols, junto a europeos como el francés F. Bergounioux y los alemanes H. Tobien y G. von Koenigswald.

En sus dibujos, realizados mientras cursaba cuarto año de Ciencias Naturales en la Universidad Complutense de Madrid, se observa la precisión con la que plasma los rasgos claramente identificables de su profesor, B. Meléndez, y de su director de tesis, M. Crusafont. Estas influencias fueron clave en su formación y en las diversas disciplinas en las que Aguirre sobresalió a lo largo de su vida.

Hasta ahora, el trabajo realizado por la Fundación Atapuerca en el Fondo Documental Emiliano Aguirre ha permitido catalogar más de 42.000 documentos, incluyendo manuscritos, notas, libros, dibujos, revistas o separatas relacionados con la actividad profesional de Emiliano Aguirre.

EMILIANO AGUIRRE 

El profesor Emiliano Aguirre nació el 5 de octubre de 1925 en El Ferrol (La Coruña) y falleció el 11 de octubre de 2021 en Madrid. Estudió Humanidades y Filosofía en la Facultad Eclesiástica de Alcalá, y se licenció en Ciencias Naturales por la Universidad de Madrid y en Teología por la Universidad de Granada. En 1966 se doctoró en Ciencias Biológicas con Premio Extraordinario. Fue el paleontólogo impulsor del estudio de los yacimientos de la sierra de Atapuerca, cuyas excavaciones dirigió desde 1978 a 1990. Fue Premio Príncipe de Asturias y Académico numerario de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Doctor honoris causa por la Universidad de La Coruña y por la Universidad de Burgos.

Durante la mayor parte de su vida, Emiliano se ha dedicado a la Geología, Paleontología y Antropología y ha participado en numerosas excavaciones nacionales e internacionales: yacimientos de Torralba y Ambrona (Soria), necrópolis de Argin (Sudán), Las Gándaras de Budiño (Pontevedra) y un largo etcétera.

Misterio en San Millán: Una novela de ficción histórica que te atrapará hasta el final


El Misterio en San Millán, edición ampliada de su anterior obra llamada "Apártate, Satanás" (2021), es la nueva novela de ficción histórica escrita por la doctora en historia María Gloria Guillén Pérez y publicada por la editorial murciana Malbec Ediciones. Para ilustrar la portada, en tapa blanda con solapas, se ha recurrido al arte de Irene Ploch Guillén.
El libro cuenta con una narrativa y contenidos dirigidos más a un público relativamente joven, pero no por ello decepciona para nada a los adultos, os lo puedo asegurar.


La trepidante trama recorre unas 320 páginas a través de 20 episodios llenas de misterio, aventura, suspense, pero sobre todo de historia, donde nuestra protagonista, una joven adolescente llamada Inés que es del pueblo de San Millán de la Cogolla (La Rioja), lugar en el que se desarrolla principalmente la trama, será la que, a través de su curiosidad y su incansable búsqueda de la verdad, nos guíe por esos hechos extraordinarios ocurridos en el viejo monasterio de San Millán de Suso, llegando hasta una dimensión que se encuentra más allá de la realidad tangible. Su experiencia la lleva a entrar en contacto con la historia que envuelve a la propia fundación del monasterio y su época, el siglo VI, cuando los visigodos comenzaban a adueñarse de la Península Ibérica.

Esta inmersión hace que se relacione también con la vida eremítica y sus representantes españoles, cuyo significado en aquel tiempo fue de crucial importancia.


"Ese chispazo de fantasía se impregna del pasado del monasterio y convive con la historia en la que se fundó y desde ese punto de vista puedo garantizaros que la información histórica que aquí se cuenta no solo se inspira en los estudios de investigadores muy reconocidos que han trabajado el período histórico sino también en la literatura que se escribió en la en la época misma..."

María Gloria Guillén en una entrevista para el programa Cine y Libertad de la Cope.

La obra trata de una narración en la que historia y ficción andan de la mano. No se la puede calificar de ensayo puesto que el elemento histórico propiamente dicho se halla envuelto en la historia ficticia. De ahí la frase que aparecería en la portada: “Cuando la ficción se filtra en la historia”.


Crux Sacra sit Mihi Lux Non Draco sit mihi Dux ¡Vade Retro Satana!. Abadía de Metten, Baviera, 1415.

El entorno natural de San Millán, sus fastuosos monumentos se convierten en piezas clave de la novela. Constituyen el soporte físico que une ese pasado legendario con el futuro, representado en Inés. Sin embargo, la historia que no solo cuenta, sino que también vive la muchacha es poco real y no resulta fácil de entender para quienes la rodean.

¿Estaría enferma? ¿A qué se podrían deber esos trastornos de personalidad? O, ¡quizás no hubiera que ver en su comportamiento más que el producto de la propia imaginación! Estos y otros interrogantes llevan casi al desconcierto a padres y amigos.

CONCLUSIÓN:

Si te gustan las novelas de ficción histórica, de lectura sencilla y sin demasiados enredos en su trama ni tecnicismos, esta obra de María Gloria Guillén te va a encantar. Nuestra Inés, estará destinada a cumplir una importante misión que te va a enganchar hasta el final.

Se puede adquirir esta obra en formato físico como el que tengo yo, por ejemplo, en las tiendas de CASA DEL LIBRO o a través de la web de la red de tiendas. También se puede adquirir a través de la web de la propia editorial de Cartagena; o en formatos tanto físico como digital a un precio extraordinario en AMAZON. Lo podrás encontrar entre los 19 y los 20 euros.

SOBRE LA AUTORA:

Doctora en Historia y autora de diversos artículos de carácter científico, además de una monografía hombres de fe, hombres políticos. El concilio de Éfeso (431) y sus participantes, publicada por la Universidad de Murcia.

Su trayectoria literaria se inició realmente en enero de 2021 con la autoedición de una novela de ficción histórica llamada Apártate, Satanás. Ahora con un giro de la mano de MALBEC y con este nuevo título: MISTERIO EN SAN MILLÁN.

El relato Al amparo de tu sombra fue seleccionado en el IV Premio Internacional de Relato Corto sobre Olivar y editado por la editorial Liberman en una antología con el resto de obras ganadoras y seleccionadas. En diciembre del 2022 se publicó Retornar en la revista literaria El coloquio de los perros.

Fundación Caja Rural y la Fundación Atapuerca inauguran la exposición 'Mujeres en Atapuerca' en el marco del 25 aniversario de la Fundación Atapuerca

 Burgos, 24 de septiembre de 2024. Fundación Atapuerca y Fundación Caja Rural inauguran la exposición "Mujeres en Atapuerca", una iniciativa destinada a visibilizar y reconocer el papel que han desempeñado las mujeres en el Proyecto Atapuerca desde sus inicios en 1978 hasta la actualidad.

A lo largo de estas décadas, la participación femenina en el proyecto ha crecido de manera significativa, con la incorporación progresiva de mujeres en puestos de dirección en diversas instituciones, así como en la coordinación de yacimientos arqueológicos y proyectos de investigación vinculados a Atapuerca.


“Mujeres en Atapuerca”
es una pequeña muestra de mujeres, en su mayoría científicas, reconocidas tanto en el ámbito nacional como internacional por su relevante labor científico-técnica en diferentes disciplinas vinculadas al estudio de la evolución humana. Estas mujeres son una fuente de inspiración y un referente para las nuevas generaciones de jóvenes investigadoras.

La Fundación Atapuerca y el Equipo Investigador de Atapuerca (EIA) han sido pioneros en la promoción de la igualdad de género, alineándose con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 5 de la ONU, que aboga por la equidad de género. Hace 20 años, la Fundación Atapuerca, junto con la actual comisaria y otros colaboradores, inauguró una exposición sobre esta misma temática. Hoy, el propósito se mantiene intacto: visibilizar el trabajo de las mujeres que han formado parte del Proyecto Atapuerca.


En esta ocasión, la Fundación y la comisaria han seleccionado 30 fotografías que retratan a mujeres que han participado en el proyecto desde sus inicios hasta la actualidad. Estas imágenes muestran la diversidad de perfiles profesionales —científicos, técnicos y de coordinación— que han contribuido al éxito del proyecto, destacando la evolución de su papel a lo largo del tiempo. Muchas de estas mujeres cuentan con un reconocimiento internacional por su contribución a la investigación y a la ciencia.

La comisaria de la exposición, María Cristina Fernández Laso, doctora en Prehistoria por la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona y profesora titular en el área de Geografía Humana en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), estuvo vinculada al Proyecto Atapuerca entre 1994 y 2010. Fernández Laso subraya que "Mujeres en Atapuerca" es “un recurso imprescindible para las jóvenes interesadas en la evolución humana y la arqueología”.


Esta iniciativa cuenta con la colaboración principal de la Fundación Caja Rural, benefactor de la Fundación Atapuerca, que ha ampliado su apoyo para la realización de esta exposición en el marco del 25º aniversario de la Fundación Atapuerca. La relación entre ambas entidades, que comenzó en 2008, sigue siendo fundamental para el desarrollo de proyectos que impulsan el avance científico y cultural en el entorno rural.

Los créditos de las fotografías son: César Manso / Diario de Burgos. Miguel Ángel Martín Merino. Archivo fotográfico Federico Vélez. José María Bermúdez de Castro. Jordi Mestre / IPHES-CERCA. Javier Trueba / Madrid Scientific Films. Alberto Rodrigo / Diario de Burgos. Gerard Campeny / IPHES-CERCA. Susana Sarmiento / Fundación Atapuerca. Xabier Santakiteria. Susana Santamaría / Fundación Atapuerca.



Detalles de la exposición

Exposición: "Mujeres en Atapuerca"

Organiza: Fundación Atapuerca

Colaborador principal: Cajaviva-Fundación Caja Rural

Comisaria: María Cristina Fernández Laso

Fechas: Del 24 de septiembre al 3 de noviembre de 2024

Lugar: Sala de Exposiciones de Cajaviva Caja Rural, Avenida de la Paz, 2. (Burgos).

Horario: de martes a viernes: 19:00 h – 21:00 h. Sábados: 12:00 h – 14:00 h y 19:00 h – 21:00 h. Domingos: 12:00 h – 14:00 h. Lunes: Cerrado

Así es Paredes, la Leyenda del 'Sansón de Extremadura' narrada en un extraordinario Cómic


Esta novela gráfica a modo de cómic narra las primeras aventuras de Diego García de Paredes, un soldado tan histórico como legendario del Renacimiento español, tan socarrón como hercúleo, que formó parte de algunas de las batallas europeas más importantes del siglo XV y XVI, en ocasiones bajo el mando del Gran Capitán, despertando el asombro de figuras como Cervantes o Lope de Vega.

Su leyenda comienza en Cefalonia (Grecia) y hasta ahí puedo leer...


El creador de este proyecto es Ángel Miranda, el guionista detrás de otros cómics de ambientación histórica de España como ‘Lezo’ o ‘Espadas del fin del mundo’.


Un cómic de lujo cuya primera aventura consta de 112 páginas. Están divididas en tres historias o capítulos independientes de Paredes, cada una al cargo de grandes artistas con diferentes estilos, aunque en ocasiones, esto puede llegar a ser confuso para el lector, el tener tres estilos de dibujo diferentes en la misma historia. Encontrarás un elaborado apartado documental visual donde profundiza en las fuentes, el personaje y la época. Encuadernado en tapa dura, a color y con unas calidades sublimes, con generoso gramaje en sus hojas que facilitan el pasa de páginas sin problemas.

Como punto negativo, podríamos decir que la aventura se nos hace un poco corta y nos queda con ganas de muchas hazañas más del gran Paredes y para ello, tendríamos que esperar a la publicación de otra nueva aventura de nuestro héroe extremeño. También destacar que al tratar tres historias con tres dibujantes diferentes, puede resultar confuso ya que se rompe la narrativa visual.

En definitiva y en mi humilde opinión, se trata de una obra muy recomendable, no sólo para los amantes del cómic, sino para los entusiastas de la historia de España y de la Edad Moderna.

El ejemplar que hemos recibido para hacer esta pequeña reseña, nos han incluido el libro, tarjetas del cómic, un marcapáginas, un facsímil de la época, un mapa renacentista de Italia, varias láminas y un imán para la nevera de este héroe español, por lo que agradecemos a Ángel G. Miranda este detalle porque, realmente es maravilloso y rebosa de una calidad impresionante.

Para más información sobre cómo adquirir un ejemplar (en torno a los 20 euros): https://www.verkami.com/projects/35457-paredes-el-comic o a través de Ángel Miranda por DM en Twitter: https://twitter.com/Espadas_DFDM

Facsímil ambientado en la época de Diego García de Paredes, con textos en castellano del siglo XV-XVI.

Diego García de Paredes en la Historia:

Diego García de Paredes y Torres (Trujillo, 30 de marzo de 1468-Bolonia, 15 de febrero de 1533), más conocido como El Sansón de Extremadura, fue un militar español célebre por su extraordinaria fuerza física y sus múltiples hazañas. Combatió como capitán de infantería en las guerras de Italia, norte de África y Navarra. Duelista invicto en numerosos lances de honor; capitán de la guardia personal del Papa Alejandro VI; condotiero al servicio del Duque de Urbino y de la familia Colonna; coronel de infantería de los Reyes Católicos bajo el mando del Gran Capitán durante la conquista de Nápoles; cruzado del cardenal Francisco Jiménez de Cisneros; Maestre de Campo del Emperador Maximiliano I, coronel de la Liga Santa y Caballero de la Espuela Dorada al servicio de Carlos V. Fue el soldado español más famoso de la época, admirado por sus contemporáneos como prototipo del valor, la fuerza y la gloria militar.

Desglose del libro:


Capítulo 1 - La leyenda de Diego García de Paredes

De capeador y pendenciero en las calles de Roma a guarda personal del Papa gracias a dejar patente su bruticia durante un “juego de la barra” con final violento. De allí pasará a ejecutar un asalto nocturno a la fortaleza de Montefiascone para mostrar su valía.

Dibujo Iván F. Silva, color Miguel Ángel Abad.


Capítulo 2 - Los tratos con el Conde Urbino

La desdicha se cierne sobre Paredes tras decapitar a un capitán de su propio bando, pero nuestro héroe escapará y se pondrá al servicio del Conde Urbino, que da rienda suelta a sus más alocadas ideas para ganar batallas y jugársela así a los papistas y los venecianos.

Dibujo Alejandro García, color Sonia Sánchez.


Capítulo 3 - Al servicio del Gran Capitán

Al fin la fortuna sonríe a nuestro temerario soldado, pero sus ansias por destacar frente al mismísimo Gonzalo de Córdoba acabarán por pasarle factura, en especial cuando decide enfrentarse él solo a todo el ejército turco de Cefalonia y sus temibles garfios.

Dibujo: Jagoba Lekuona, color Jorge Esteban Urabayen.

Portada: Dibujo Sergio Dávila, color Garluk Aguirre.

Autores

Ángel Miranda (Guión), Iván F. Silva (Dibujo), Alejandro García (Dibujo), Jagoba Lekuona (Dibujo), Ramón Vega (Guión), Miguel Ángel Abad (Color), Sonia Sánchez (Color), Jorge Esteban Urabayen (Color)