Un túmulo de hace 6.000 años hallado en la República Checa podría ser uno de los monumentos funerarios más antiguos de Europa

El túmulo neolítico y otros artefactos fueron encontrados durante excavaciones llevadas a cabo a lo largo de una autopista cerca de la ciudad de Hradec Králové, al este de Praga. Crédito de la imagen: Departamento de Arqueología de la UHK.

Un equipo de arqueólogos ha desenterrado lo que puede ser el túmulo prehistórico más grande de Europa antes de llevar a cabo los trabajos de adecuación junto al tramo en construcción de la autopista D35 Plotiště-Sadová en la República Checa.

El túmulo tiene aproximadamente 190 metros de largo, casi el doble que la longitud de un campo de fútbol americano, y alrededor de 15 metros en su punto más ancho, y está orientado a lo largo de un eje de noreste a suroeste, en el límite de los catastros de los pueblos de Dlouhé Dvory y Lípa, cerca de la ciudad de Hradec Králové, a 88 kiñómetros de Praga, según una declaración de la Universidad de Hradec Králové (UHK).

Otra vista aérea del gran túmulo hallado.

Los arqueólogos creen que dicho túmulo data del IV milenio a. C., lo que lo convertiría en uno de los monumentos funerarios más antiguos jamás encontrados en Europa. Tambien es excepcional por el hecho de ser el primer túmulo de este tipo encontrado en Bohemia Oriental, pues hasta el momento, tales monumentos estaban vinculados al noroeste de Bohemia.

Vaso en forma de embudo hallado en un enterramiento colectivo de Escania, Suecia.

La fecha se corresponde con la cultura neolítica del pueblo Funnel-Beaker (cultura de los vasos de embudo) que se desarrolló en el área entre 3800 y 3350 a. C. Su nombre se debe a los distintivos recipientes de cerámica que se entregaban como ajuar funerario en muchos de sus entierros.

"El hallazgo representa el túmulo prehistórico más largo no sólo de nuestra región, sino probablemente de toda Europa", afirmó en el comunicado Petr Krištuf (izquierda), arqueólogo de la UHK.

Además de dos entierros centrales dentro del túmulo, que probablemente eran de miembros de alto estatus de la comunidad prehistórica que lo construyó, se han localizado cerca unas 30 tumbas que se cree datan aproximadamente de la misma época, según una publicación realizada en Facebook por el departamento de Arqueología de la Universidad de Hradec Králové (UHK).

Cada uno de los dos entierros centrales dentro del túmulo incluía esqueletos de adultos acostados sobre su lado izquierdo con sus cabezas apuntando hacia el norte, así como ajuares funerarios. Crédito de la imagen: Departamento de Arqueología de la UHK.

Segundo enterramiento central dentro del gran túmulo.

Descubrimiento cerca de la autopista

El túmulo hallado ya no era visible en la superficie, dado que estaba ubicado en un área densamente cultivada que había sido nivelada en algún momento de la historia, según la publicación de Facebook.

Como resultado de ello, los arqueólogos encontraron, primero, evidencia enterrada de la zanja que rodeaba el túmulo funerario. Trincheras similares alrededor de otros túmulos hallados en el área contenían pozos para postes de una empalizada de madera, pero esta característica no se ha encontrado en este lugar, según relata la publicación de Facebook.

Los dos entierros centrales del túmulo presentan esqueletos de individuos solitarios que yacen sobre su lado izquierdo y con la cabeza orientada hacia el norte.

Según la publicación de Facebook, una de las personas fue enterrada en un hoyo con canalones a cada lado y agujeros para postes en las esquinas, lo que implica que originalmente pudieron haber sido colocadas dentro de una estructura de madera dentro del túmulo, pero que desde entonces se ha podrido. Esa persona fue enterrada con una vasija de cerámica que presumiblemente había sido ofrecida como ajuar funerario, y el segundo entierro central también contenía cinco piezas de pedernal trabajadas, incluida una punta de flecha y una cuchilla afilada.

Tumba en las proximidades del gran túmulo en el que se constata una posible construcción interna.

Enterramientos prehistóricos

El equipo de arqueólogos siguen todavía analizando el yacimiento. En el interior del túmulo se han descubierto restos de cuatro tumbas posteriores y esperan averiguar si las personas allí enterradas estaban emparentadas con las personas de alto rango que ocupan las tumbas centrales.

"Los túmulos funerarios que son similares en Europa Central suelen estar compuestos por una o dos tumbas como máximo", explica Krištuf. "Desde este punto de vista, será interesante comprobar cómo se relacionan entre sí las tumbas descubiertas y si representan enterramientos de familiares. No obstante, en las cercanías del túmulo hay muchas otras tumbas prehistóricas".

“Registramos unas 30 tumbas que tuvieron lugar muy cerca del gran túmulo. O sea, que el el mismo se convirtió en la base de una extensa necrópolis que se usó, quizás, durante siglos”.

Otras de la tumbas halladas en las cercanías del gran túmulo.

Los arqueólogos creen, en consecuencia, que el túmulo grande fue construido inicialmente en este lugar y que los demás enterramientos se realizaron allí a lo largo de generaciones posteriores.

"Los primeros resultados muestran que el túmulo monumental estuvo aquí durante muchos siglos y que en sus inmediaciones se celebraban ceremonias funerarias y rituales de la población local", afirma Krištuf. De hecho, a unos cientos de metros del gran túmulo fue descubierto, asimismo, un asentamiento prehistórico de la cultura de La Tène de la época de los celtas, o bien tumbas de un grupo de guerreros del período de las grandes migraciones de los siglos V y VI de nuestra era, lo que permite estudiar el hallazgo por primera vez en un contexto más amplio de la zona geográfica implicada."En aquella época en este lugar se llevaban a cabo rituales funerarios importantes, y era, por tanto, un punto de referencia en el paisaje".

Fuentes: livescience.com | espanol.radio-cz | Facebook | 3 de junio de 2024

El pórtico de un edificio del emperador Calígula, hallado en el Vaticano: su conexión con los judíos

Los vestigios del pórtico columnado de época Julio-Claudia, que delimitaba un gran jardín, hallados bajo la plaza Pía. Ministerio de Cultura de Italia.

Poco después de recuperarse de una grave enfermedad que se extendió por todo el Mediterráneo y creyéndose una suerte de dios, el emperador Calígula ordenó que se erigiesen estatuas de él por todo el Imperio Romano y creó una nueva orden religiosa para ser adorado. En Alejandría, las imágenes en piedra del emperador se colocaron incluso en las sinagogas, provocando un profundo malestar en la comunidad judía. En el año 37 d.C. se rebelaron y estalló un violento conflicto con la mayoría griega de la ciudad. A principios del invierno de 39 d.C., una delegación de cinco líderes judíos embarcó hacia Roma para pedir ayudar al princeps y revertir las duras medidas adoptadas por el gobernador.

La expedición estaba encabezada por Filón de Alejandría, un historiador y filósofo con contactos en el palacio imperial y que relató este episodio en su obra Legatio ad Gaium. Los judíos tuvieron que esperar varios meses a que Calígula regresase de la Galia, hasta que en algún momento de mayo o junio del año siguiente el emperador los recibió cortésmente en los jardines de su madre, los Horti Agripinae, situados al oeste del río Tíber sobre la ladera del monte Janículo, si bien derivó las gestiones a un funcionario que no les hizo mucho caso.

Foto: Otra perspectiva de los vestigios del pórtico columnado de época Julio-Claudia, que delimitaba un gran jardín.

Los arqueólogos que están excavando la plaza Pía de Roma, a unos pasos del Vaticano, y que previamente han sacado a la luz los restos de una gran lavandería romana al aire libre de finales del siglo II y ..., creen haber encontrado el lugar de ese encuentro entre Calígula y la delegación de judíos alejandrinos. Las obras para la construcción de un paso subterráneo para las celebraciones del Jubileo de 2025 han podido documentar tales vestigios en un nivel inferior, en el cual se han hallado restos de una residencia imperial.

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Foto: Las 'fullonica' y 'tinctoria' (lavandería y tintorería) romanas descubiertas en la Plaza Pía.

Según ha anunciado el Ministerio de Cultura italiano, se trata del basamento de lo que hace dos milenios fue un pórtico columnado que daba a un jardín en un edificio construido entre las épocas de Augusto y Nerón y que en algún momento fue de Cayo Julio César Augusto Germánico, más conocido como Calígula, un apodo que le pusieron los legionarios cuando era un niño.

Además de la información que proporciona la obra de Filón, los arqueólogos han podido relacionar los nuevos vestigios con el que fue emperador romano entre los años 37 y 41 d.C., hasta que fue víctima de una conspiración, gracias a una inscripción localizada en una tubería de agua de plomo (fistula plumbea) con la siguiente leyenda: C(ai) Cæsaris Aug (usti) Germanici.

La tubería de plomo con la inscripción referida a Calígula. Ministerio de Cultura de Italia.

Este descubrimiento tiene "una importancia histórica considerable", según Alessio De Cristofaro (izquierda), arqueólogo de la Superintendencia Especial de Roma y director de los trabajos de investigación, porque sitúa la excavación dentro del área de los jardines de Agripina la Mayor, madre de Calígula. "Es probable que esta lujosa residencia fuera heredada primero por Germánico, padre del emperador, luego por su esposa y luego por el propio Calígula", ha explicado el experto. En esta zona unas excavaciones realizadas el siglo pasado hallaron otras canalizaciones con el nombre de Julia Augusta, presumiblemente Livia Drusila, segunda esposa de Augusto y abuela de Germánico, un general nunca derrotado en batalla y que recuperó dos de las águilas imperiales perdidas en la batalla de Teutoburgo.

No más disturbios

Los trabajos arqueológicos han revelado además una importante serie de losas de campana (terracotas figurativas utilizadas para la decoración de tejados), de mitad del siglo I, con escenas mitológicas, reutilizadas como cubiertas para las alcantarillas pero "probablemente realizadas originalmente para cubrir alguna estructura del jardín", según los arqueólogos.

Foto: Una de las losas de Campana halladas en la plaza Pia.

¿Pero cómo acabaron las reclamaciones de Filón y sus compañeros judíos? Durante el verano del año 40 d.C., el emperador Calígula volvió a recibirlos mientras supervisaba la construcción de unos baños públicos en el otro extremo de la ciudad, pero esta vez no estaban solos: había una pequeña delegación de la comunidad griega de Alejandría. "En cuanto nos llevaron a su presencia, en el instante en que lo vimos, nos inclinamos hasta el suelo con todo el respeto y la adoración imaginables", narró el historiador.

Pero la respuesta de Calígula los descolocó: "Vosotros odiáis a dios. No os creéis que yo sea un dios. ¡Yo, que ya les he confesado a todas las naciones que soy un dios! Pero vosotros me negáis ese título". Filón y sus compañeros se defendieron diciendo que los judíos de Alejandría habían presentado ofrendas y oraciones por su seguridad tanto cuando ascendió al trono como cuando enfermó, y habían rezado en acción de gracias cuando se informó de su victoria en Germania. "Estos hombres no me parecen tan malvados como desafortunados y necios por no creer que he sido dotado con la naturaleza de Júpiter", concluyó el princeps, ordenando a ambas delegaciones que se retirasen.

Foto: Muro de 'opus quadratum' de travertino.

El desenlace del episodio no se registró hasta finales del año 41 d.C., con Calígula ya asesinado y Claudio nombrado emperador. Envió una carta diciéndoles a los gentiles de Alejandría que permitiesen que los judíos egipcios viviesen y celebrasen su religión en paz, pero reprendió a estos últimos por haber perturbado anteriormente los festivales religiosos romanos. También prohibió que se asentasen en la ciudad más judíos procedentes del Alto Egipto o de Siria y señaló: "Les ordeno específicamente a los judíos que no provoquen disturbios en busca de más privilegios".

Fuentes: elespanol.com | vaticannews.va | 5 de julio de 2024

Descubren la escena de arte narrativo más antigua del mundo en Indonesia: tiene 51.200 años y representa a tres humanos y un cerdo

Esta imagen de arte rupestre de 51.200 años de antigüedad hallada en Leang Karampuang, Sulawesi (Indonesia), es el arte rupestre narrativo más antiguo que se ha descubierto. La obra artística representa una figura de aspecto humano interactuando con un cerdo verrugoso. Crédito de la imagen: proporcionado por la Universidad Griffith; (CC-BY 4.0 Deed).

Una pintura rupestre recientemente hallada en la isla indonesia de Sulawesi puede ser la evidencia más antigua de arte narrativo jamás descubierta, afirma un equipo de investigadores. La obra de arte, que representa una figura similar a la humana interactuando con un cerdo verrugoso, sugiere que la gente pudo haber estado empleando las manifestaciones artísticas como una forma de contar historias durante mucho más tiempo de lo que se ha venido pensando.

La evidencia arqueológica muestra que los neandertales comenzaron a marcar cuevas hace unos 75.000 años, pero estas marcas eran típicamente no figurativas. Hasta hace unos años, la pintura rupestre figurativa más antigua conocida era un panel de arte rupestre de 21.000 años en Lascaux, Francia, que mostraba a un humano con cabeza de pájaro cargando contra un bisonte. Pero en 2019, los arqueólogos desenterraron cientos de ejemplos de arte rupestre en cuevas en el karst de Maros-Pangkep. El arte rupestre incluía un panel de 4.5 metros de ancho que representaba figuras similares a humanas interactuando con jabalíes verrugosos (Sus celebensis ) y anoas (Bubalus ), búfalos enanos nativos de Sulawesi.

Mapa de la isla indonesia de Sulawesi, donde los arqueólogos realizaron el estudio. El área dentro del rectángulo es la península kárstica suroccidental de Mares-Pangkep. Los recuadros rojos de la derecha muestran la ubicación de las cuevas. Crédito de la imagen: Adhi Agus Oktaviana et al.; (CC-BY 4.0 Deed).

"La narración de historias es una parte muy importante de la evolución humana y posiblemente incluso ayude a explicar nuestro éxito como especie. Pero encontrar evidencias de ello en el arte, especialmente en el arte rupestre más antiguo, es excepcionalmente raro", dijo Adam Brumm (izquierda), coautor del nuevo estudio y arqueólogo de la Universidad Griffith en Australia, en una conferencia de prensa.

Los arqueólogos habían datado previamente el arte rupestre del panel y descubrieron que tenía al menos 43.900 años de antigüedad, mientras que la imagen más antigua que encontraron en la zona fue la de un cerdo verrugoso de 45.500 años de antigüedad.

Ahora, mediante la utilización de una técnica de datación más sensible, los arqueólogos han descubierto que el arte rupestre es al menos 4.000 años más antiguo de lo que se creía anteriormente, lo que lo convierte en unos 48.000 años de antigüedad.

Más sorprendente aún es que los arqueólogos encontraron una representación similar de la figura humana y el cerdo verrugoso en otra cueva en Leang Karampuang que tenía al menos 51.200 años de antigüedad, lo que la sitúa como el arte narrativo más antiguo conocido. Sus hallazgos han sido publicados en la revista Nature.

a, Panorama fotomontado del panel de arte rupestre (utilizando fotografías mejoradas con DStretch_Ire). Ther, teriántropo. b, Trazado del panel de arte rupestre fechado que muestra los resultados de la datación de la serie LA-U. c, Vista transversal de la muestra de arte rupestre BSP4.5 después de retirarla de la obra de arte, resaltando la capa de pintura y las tres zonas de integración (ROI) y los cálculos de edad asociados. d, Imágenes LA-MC-ICP-MS de la relación de actividad isotópica 232 Th/ 238 U de BSP4.5 .

Los arqueólogos estaban intrigados por la representación en el arte narrativo de una figura mitad humana, mitad animal, o teriántropo. "Los arqueólogos están muy interesados ​​en las representaciones de teriántropos porque proporcionan evidencia de la capacidad de imaginar la existencia de un ser sobrenatural, algo que no existe en la vida real", dijo Brumm.

Anteriormente, la evidencia más antigua de un teriántropo era la escultura del 'Hombre León', de 40.000 años de antigüedad, desenterrada en una cueva en Alemania.

"Estas representaciones de Indonesia hacen retroceder las fechas en casi 20.000 años, lo que es realmente relevante", dijo Derek Hodgson (derecha), arqueólogo y asesor científico de INSCRIBE -un proyecto con sede en Europa que investiga el desarrollo de la escritura- y que no participó en el estudio.

"Esta evidencia temprana de un teriántropo es un signo de cognición humana compleja", dijo Hodgson a Live Science. "No se encuentra entre los neandertales, o en especies arcaicas prehumanas tempranas, que hayan producido arte figurativo complejo".

Para datar con mayor precisión el arte narrativo, los investigadores han utilizado una técnica llamada imágenes en serie de uranio por ablación láser (serie LA-U), lo que les ha permitido datar capas diminutas de carbonato cálcico que se habían formado sobre la obra.

Previamente, los científicos dataron las pinturas rupestres mediante la datación por carbono de pequeñas muestras de "palomitas de maíz" rupestres: cúmulos de calcita que se han acumulado durante miles de años.

Una toma aérea de la colina Karampuang, donde se encuentra la cueva.

El interior de la cueva de Leang Karampuang en Sulawesi está lleno de cúmulos de calcita. Crédito de la imagen: BRIN Google Arts and Culture; (CC-BY 4.0 Deed).

Pero en el nuevo estudio, Brumm y su equipo utilizaron muestras de calcita aún más pequeñas, de apenas 44 micrones de largo. Al tomar muestras mucho más pequeñas, los arqueólogos obtienen una mayor resolución de la distribución de la edad de la calcita en las paredes de la cueva. La técnica también minimiza el daño causado a las obras de arte.

La datación del arte rupestre mediante la técnica de la serie U se ha realizado habitualmente excavando manualmente una muestra de carbonato de calcio y disolviendo el polvo resultante en una solución química, que luego se introduce en un espectrómetro de masas. Pero el problema con este método es que promedia varias capas que tienen distintas edades y no distingue entre zonas prístinas y zonas alteradas.

Para superar estos problemas, nuestro equipo desarrolló un nuevo enfoque analítico que utiliza un rayo láser, cuatro veces más pequeño que el ancho de un cabello humano, para tomar muestras con precisión de las capas de carbonato de calcio que cubren la obra de arte, incluidas las más cercanas a la pintura.

La técnica permite comprender mejor la estructura interna de crecimiento del carbonato de calcio que se formó en la obra, lo que permite identificar áreas porosas dentro de estos crecimientos que complican el proceso de datación.

Foto: Ejemplo de sección transversal de una muestra que exhibe la capa de pigmento y las capas de carbonato de calcio superpuestas, a la izquierda, y un mapa de isótopos equivalentes de la serie U, a la derecha.

El láser recorre las muestras en líneas paralelas, conocidas como rásteres. Una vez que estos se consolidan en un único conjunto de datos de alta resolución, podemos comprender la distribución del uranio y los elementos asociados con gran detalle.

Esta técnica se denomina “imágenes de serie U”, ya que crea un mapa de la composición geoquímica de la muestra. Luego podemos extraer los datos más cercanos a la capa de pintura, lo que proporciona una estimación precisa de la edad.

El resultado de la datación siempre se considera una estimación de edad mínima, dado que podría haber habido un retraso entre la creación del arte y el crecimiento de las primeras capas de carbonato de calcio en la parte superior.

"Esto realmente cambia la forma en que datamos los registros y puede aplicarse a otros ejemplos similares también", dijo en la conferencia de prensa el coautor del estudio Renaud Joannes-Boyau (izquierda), geocronólogo de la Southern Cross University, en Australia.

Pero no todo el mundo está de acuerdo. Paul Pettitt (derecha), arqueólogo paleolítico de la Universidad de Durham (Reino Unido), y que no participó en el estudio, dijo que "para sugerir que la manifestación artística descubierta es una narración, los investigadores tuvieron que realmente dar un salto de fe".

"El método de datación es sólido, pero las interpretaciones del equipo ciertamente no lo son", escribió en una declaración enviada por correo electrónico a Live Science. Al observar las imágenes, no le quedó claro si estas pinturas eran representaciones aisladas que simplemente estaban juntas.

El equipo de arqueólogos australianos e indonesios que explorado las cuevas en el karst de Maros-Pangkep, en la isla de Sulawesi. Crédito de la imagen: Ratno Sardi; (CC-BY 4.0 Deed)

Según los autores, si bien la identidad de los pintores -probablemente Homo sapiens- es un misterio, la falta de evidencia de ocupación humana sugiere que la cueva podría haber estado reservada para la creación de arte. La cueva está escondida del resto del área a una altura más alta.

"Es posible que la gente, es decir, estos primeros humanos, sólo subieran a estas cuevas de alto nivel para realizar manifestaciones artísticas", dijo en la conferencia de prensa el coautor del estudio Maxime Aubert, arqueólogo y geoquímico de la Universidad Griffith. "Quizás había historias y rituales asociados con la observación de estas pinturas artísticas, no lo sabemos. Sin embargo, estos lugares parecen ser especiales en el paisaje circundante".

"Las pinturas nos están diciendo cómo mirarlas en asociación, apunta el científico, que añade: "Nosotros, como humanos, nos definimos como una especie que cuenta historias, y estas son las pruebas más antiguas de ello".

El equipo está ahora planeando estudiar y datar más arte rupestre hallado en la zona. Recientemente, Adhi Agus Oktaviana (derecha), autor principal del estudio y arqueólogo del Centro de Estudios Prehistóricos y Austronesios (CPAS), en Indonesia, encontró una pintura en otra cueva con tres figuras que representan a un humano, un ser mitad humano mitad pájaro y una figura de pájaro, pero el equipo aún no ha podido analizar las pinturas.

"El arte rupestre más antiguo de Sulawesi no es ‘simple’, es bastante avanzado y muestra la capacidad mental de la gente de la época. También sugiere que esta destreza debe tener un origen mucho más antiguo, probablemente en África, y es muy posible que haya realizaciones artísticas más antiguas en otras cavernas esperando a ser descubiertas y datadas», enfatiza Aubert."Es muy probable que haya algunas figuras más bellas escondidas en algún lugar que no conocemos".

Fuentes: livescience.com | Griffith University | theobjetive.com | theconversation.com| 3 de julio de 2024

El mecanismo de Anticitera, el ordenador más antiguo del mundo, seguía el calendario lunar griego

El mecanismo de Anticitera, a veces descrito como el ordenador más antiguo del mundo, se exhibe en el Museo Arqueológico de Atenas.

El mecanismo de Anticitera, un antiguo dispositivo del tamaño de una caja de zapatos que se utilizaba para seguir los movimientos del Sol, la Luna y los planetas, seguía el calendario lunar griego, no el solar utilizado por los egipcios, como se pensaba anteriormente, según revela una nueva investigación.

El mecanismo de Anticitera descubierto por buceadores de esponjas en la isla griega de Anticitera en 1901, fue creado hace unos 2.200 años. El dispositivo, que contiene engranajes de bronce, ha sido calificado en ocasiones como el ordenador más antiguo del mundo.

Una pieza del mecanismo, conocida como el "anillo del calendario", se utilizaba para registrar los días del año, con un agujero por día. Aunque se sabe de la existencia de este anillo desde hace algún tiempo, solo se conserva parcialmente, por lo que no está claro cuántos días se suponía que debía registrar.

Fotos: Estado actual del fragmento C permite la inspección visual directa de partes del calendario y los anillos del zodíaco. El anillo del calendario se asienta en un canal y podría haber sido girado radialmente. Una parte de los nombres griegos de los meses egipcios 'ΠAXΩN' (Pachon) y 'ΠAYNI' (Payni) son visibles en el anillo del calendario, con una altura promedio de letra de 1,8 mm.

Anillo del calendario del fragmento C del mecanismo de Anticitera.

En 2020, un equipo dirigido por el investigador independiente Chris Budiselic utilizó nuevas imágenes de rayos X del dispositivo, combinadas con mediciones y análisis matemático, para determinar que el mecanismo probablemente no cubría un año del calendario solar completo, sino 354 días, como se usaría en un calendario lunar (lo que representa 12 ciclos lunares). Su trabajo fue publicado en British Horological Insitute.

En otro artículo, publicado en The Horological Journal se arrojó un resultado similar. Un equipo de la Universidad de Glasgow utilizó técnicas estadísticas desarrolladas para el Observatorio de Ondas Gravitacionales con Interferómetro Láser para detectar ondas gravitacionales (ondulaciones en el espacio-tiempo producidas por las colisiones de objetos celestes masivos, como los agujeros negros). Estos métodos estadísticos son lo suficientemente sensibles como para detectar las débiles señales de un fondo potencialmente muy ruidoso.

Cuando los investigadores entrenaron la poderosa técnica estadística en el mecanismo de Anticitera, pudieron emplear la posición de los agujeros conocidos, así como la forma probable en que los fragmentos del mecanismo encajaban entre sí y deducir el número y ubicación de los agujeros perdidos. Finalmente determinaron que el mecanismo probablemente tenía 354 o 355 agujeros en un círculo de radio de 77,1 mm, con una incertidumbre de aproximadamente 1/3 mm. Esto significaba que probablemente seguía el calendario lunar de 354 días utilizado en Grecia en ese momento, en lugar del calendario de 365 días utilizado por los antiguos egipcios.

Reproducción hipotética del tren de engranajes y exhibiciones del mecanismo de Anticietera, Tony Freeth y Alexander Jones, Wikipedia.

Se había pensado que podría haber utilizado el calendario solar egipcio de 365 días, ya que es más preciso que el calendario lunar de 354 días. El análisis también muestra que 354 agujeros es cientos de veces más probable que un anillo de 360 ​​agujeros, que investigaciones anteriores habían sugerido como un recuento posible.

"Los resultados del equipo de Glasgow proporcionan nueva evidencia de que uno de los componentes del mecanismo de Anticitera probablemente se utilizó para seguir el año lunar griego", dijeron los investigadores en un comunicado de la Universidad de Glasgow.

El equipo quedó también impresionado con la atención puesta en los detalles por los creadores del dispositivo, dado que los agujeros estaban colocados con precisión extraordinaria, con una variación radial promedio de solo 0,028 mm entre cada agujero.


Una posible reconstrucción del mecanismo de Anticitera (arriba) y microfotografías de la caja (abajo).

"La precisión de la posición de los agujeros habría requerido técnicas de medición de alta exactitud y una mano increíblemente firme para perforarlos", dijo en el comunicado el coautor del estudio Graham Woan (izquierda), profesor de astrofísica en la Universidad de Glasgow. "Es una simetría clara que hayamos adaptado las técnicas que utilizamos para estudiar el universo hoy en día para comprender más sobre un mecanismo que ayudó a las personas a seguir el rastro de los cielos hace casi dos milenios".

La técnica empleada por el profesor Graham Woan recurre al análisis bayesiano para cuantificar la incertidumbre a partir de datos incompletos, y, así, calcular el probable número de agujeros del mecanismo a partir de las posiciones de los orificios que aún perduran.

Andrew Thoeni (derecha), coautor del artículo publicado en 2020, en British Horological Insitute, elogió la nueva investigación. "Estamos muy contentos de que ahora más investigadores acepten y validen nuestros hallazgos", dijo a Live Science en un correo electrónico.

Diomidis Spinellis (izquierda), profesor de ingeniería de software en la Universidad de Economía y Negocios de Atenas, que investigó el mecanismo pero no participó en ninguno de los artículos, también quedó impresionado con el nuevo trabajo.

"El mecanismo de Anticitera es un regalo que sigue dando frutos", dijo Spinellis a Live Science en un correo electrónico. "A pesar de su grave corrosión y de la gran cantidad de elementos que faltan, la aplicación de tecnologías cada vez más sofisticadas y de análisis interdisciplinarios innovadores sigue proporcionando información impresionante sobre este extraordinario artefacto".

Fuentes: livescience.com | 29 de junio de 2024

Un estudio desafía el modelo de poblamiento del centro peninsular como un lugar inhabitado por sus condiciones climáticas durante el Paleolítico superior

Excavación en el abrigo de la Malia, Tamajón (Guadalajara). / Javier Trueba-Madrid Scientific Films.

Un equipo internacional en el que participa el Instituto de Arqueología de Mérida (IAM), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Junta de Extremadura, además del Laboratorio de Arqueobotánica del Instituto de Ciencias del Patrimonio (INCIPIT-CSIC) revela nuevos datos sobre las condiciones de asentamiento de los humanos modernos de la historia, conocidos como cromañones, en el interior de la península ibérica.

Los resultados de este estudio, que han sido publicados en la revista Science Advances, confirman la capacidad de los primeros pobladores de nuestra especie para colonizar regiones hasta ahora consideradas inhabitables, reabriendo así el debate sobre la dinámica poblacional del Paleolítico superior inicial en el suroeste de Europa. Un claro ejemplo es la península ibérica. Los hallazgos del yacimiento del Abrigo de la Malia (Guadalajara) muestran evidencias de presencia humana que sugieren repetidos asentamientos en el centro peninsular a lo largo del Paleolítico superior.

Localización de yacimientos del Paleolítico Superior temprano. Mapa de la península ibérica que muestra la ubicación del yacimiento Abrigo de la Malia (estrella azul) y un análisis de densidad de núcleos de yacimientos del Paleolítico Superior temprano en el rango temporal de entre 40.000 a 30.000 años BP. Nótese la ausencia total de yacimientos en la mayor parte de el interior ibérico, además de los datos del Abrigo de la Malia.

Uno de los periodos de la prehistoria más relevantes para la ciencia es el momento de transición entre la desaparición de los neandertales y la colonización del territorio por parte de los primeros cromañones. En algunas regiones de Eurasia se ha podido documentar la coexistencia en el tiempo y espacio de estas dos especies de seres humanos. En cambio, en otros lugares, parece que hubo un hiato, es decir, un periodo en el que ningún ser humano ocupó el territorio. Los factores que determinaron ambos escenarios los marcaron la disponibilidad de recursos, condicionada por factores climáticos, o la presencia de barreras geográficas o ecológicas.

“La península ibérica es una región clave en la evolución humana, al encontrarse en el extremo suroccidental del territorio europeo, que funcionó como refugio para las poblaciones paleolíticas. No obstante, su diversidad orográfica y ecológica fue la que probablemente determinó que el poblamiento fuese desigual” señala Antonio Rodríguez-Hidalgo (izquierda), investigador del IAM.

Iberia contiene un rico registro arqueológico en este periodo crucial de la prehistoria y cuenta con numerosos yacimientos correspondientes con los primeros milenios de ocupación de humanos modernos, especialmente en la cornisa cantábrica, pero también con algunos registros en las costas atlántica y mediterránea. Empleaban un tipo de tecnología lítica, encuadrada en el Paleolítico superior, denominado Auriñaciense, que se desarrolló en Europa aproximadamente entre los 40.000 y los 30.000 años de antigüedad.

Evidencias de ocupación humana. Huesos seleccionados con marcas antropogénicas (marcas de corte y fracturas intencionadas) en restos óseos datados directamente de la unidad Auriñaciense LU-V. Izquierda: Falange proximal de bóvido pequeño con marcas de corte. Derecha: Metatarsiano de ciervo con marcas de corte y marcas de percusión. Barras de escala en milímetros.

El centro peninsular

El panorama en el centro peninsular contrasta radicalmente con las regiones costeras ya que, hasta ahora, no se habían recuperado evidencias de presencia humana desde que los neandertales migraran a la costa hace 42.000 años. Los primeros registros del Paleolítico superior que se tenían son de hace 27.000 años, encuadrados en un periodo cronocultural más moderno llamado Gravetiense. Por tanto, se consideraba que durante aproximadamente 15.000 años el centro peninsular fue un lugar inhóspito e inhabitable para las primeras poblaciones de Homo sapiens que utilizaban la cultura Auriñaciense. Este periodo coincide con un momento de una fuerte inestabilidad climática, definida por un enfriamiento paulatino cada vez más acusado. El centro peninsular se caracteriza por poseer dos mesetas, es decir, terrenos planos con una elevada altitud, divididas por las montañas del Sistema Central.

Hasta ahora, se había considerado que las condiciones climáticas de este periodo crítico, unido a la orografía del territorio del interior peninsular, habían supuesto una especie de barrera ecológica para las poblaciones auriñacienses. Durante los últimos años, sin embargo, nuevas prospecciones del terreno y excavaciones en diferentes enclaves del interior peninsular han desafiado esta hipótesis, proponiendo modelos alternativos de colonización del territorio del interior peninsular. Esta búsqueda ha dado sus frutos en el yacimiento de la Malia, un abrigo rocoso localizado en una pequeña localidad de la provincia de Guadalajara llamada Tamajón.

Excavaciones en el Abrigo de la Malia en Tamajón. Ayuntamiento de Tamajón.

El yacimiento del Abrigo de la Malia

El Abrigo de la Malia fue descubierto en 2017 durante una prospección y, desde que comenzaron las excavaciones en 2018, se han recuperado año tras año numerosas evidencias de presencia humana, tales como herramientas líticas o restos de animales con marcas de corte producidos por cuchillos de piedra en dos niveles estratigráficos diferentes. El análisis de los conjuntos líticos del nivel inferior, el más antiguo, y la datación directa de restos óseos con marcas de corte, han proporcionado una edad comprendida entre los 36.000 y los 31.000 años, correspondiente al Auriñaciense. El nivel superior ha arrojado una edad más moderna, comprendida principalmente entre los 27.000 y 25.000 años de antigüedad. Esto sugiere repetidos asentamientos en este territorio a lo largo del Paleolítico superior.

El hallazgo de este yacimiento no sólo ha llenado un vacío en el registro arqueológico de la región, sino que además ha permitido rastrear cómo fueron las condiciones climáticas en ese momento y lugar. Los resultados obtenidos a partir del estudio de los sedimentos, la asociación de microvertebrados, el análisis paleobotánico a través los granos de polen y los carbones y el estudio de los isótopos estables en fósiles de ungulados, coinciden en detectar un cambio en el clima entre las dos unidades.

Artefactos líticos seleccionados del LU-V del Abrigo de la Malia. 1: Núcleo de hojita de lados estrechos (buril carenado) sobre un cristal de cuarzo hialino. 2: Fragmento de hojita de sílex. 3: Fragmento de hoja de sílex. 4: Hojita puntiaguda con dorso de sílex. 5: Fragmento de hoja/hojita de cuarzo hialino. 6: Fragmento de hoja de sílex que muestra alteraciones térmicas. 7: Raspador de punta pequeña sobre un fragmento de lasca de sílex. 8: Hoja de sílex con retoque discontinuo. 9: Núcleo de buril carenado sobre lasca de sílex. 10: Raspador lateral sobre lasca de sílex. 11: Núcleo de hoja semicircular (prismático) bidireccional sobre cuarcita. Dibujo diacrítico del núcleo 1: Fase 1: Se realizan las primeras remociones para preparar la superficie de lasca en un cristal de cuarzo hialino prismático. Fase 2: Preparación de la plataforma notable perpendicular a una cara estrecha. Fase 3: Explotación de la superficie de lasca para producir hojitas. Dibujo diacrítico del núcleo 2: Fase 1: Preparación de la superficie de lasca. Fase 2: Preparación de la plataforma notable. Fase 3: Mantenimiento de la cornisa. Fase 4: Aprovechamiento de la superficie de descascarillado de dos plataformas opuestas utilizadas para producir piezas alargadas, incluidas cuchillas y lascas laminares (sin embargo, las extracciones inferiores probablemente se produjeron para limpiar las bisagras producidas a partir de la plataforma opuesta). Las flechas indican la dirección de las extracciones.

Industria ósea recuperada del abrigo rocoso de Malia. (A) Azagaya de LU-IV realizada sobre asta de ciervo. (B) Azagaya de LU-V realizada sobre hueso . (C) Imagen de microscopía electrónica de barrido (SEM) de la azagaya hecha en la asta. (D) Imagen SEM de la azagaya hecha sobre hueso.

Este cambio viene marcado por una tendencia hacia condiciones más frías y áridas, que produjo que los ambientes fuesen cada vez más abiertos, es decir, con menos bosques, y con menor disponibilidad de agua. Sin embargo, este cambio no parece haber afectado las estrategias de subsistencia de los humanos que ocuparon este abrigo rocoso, ya que se observa el mismo tipo de consumo de presas en ambos niveles.

“Esto se observa también en las estrategias de recolección de leña, que no varían mucho a nivel taxonómico a lo largo del tiempo, aunque sí varían sus porcentajes. Los taxones leñosos identificados de forma recurrente coinciden con los identificados en el análisis palinológico, sugiriendo que la leña se recogía en los alrededores del abrigo rocoso, aportando una información especialmente valiosa para la reconstrucción de las estrategias de subsistencia de estas comunidades”, apunta María Martín Seijo (izquierda), investigadora del INCIPIT.

“Los nuevos datos del Abrigo de la Malia refutan la vieja hipótesis del desierto interior. Pese a las duras condiciones ecológicas, los humanos modernos transitaron y ocuparon el corazón de la península ibérica durante el Paleolítico superior antiguo. La cantidad y calidad de los datos arqueológicos extraídos del Abrigo de la Malia indican que, durante la peor glaciación en milenios, la supuesta 'tierra de nadie' del interior peninsular fue en realidad el territorio de caza de grupos de cultura auriñaciense. Este descubrimiento nos invita a revisar los modelos de dispersión peninsular del Paleolítico superior y la dinámica poblacional de 'Homo sapiens'”, indica Rodríguez-Hidalgo.

En el estudio ha participado un nutrido grupo de científicos de instituciones nacionales e internacionales, liderados por Nohemi Sala y Adrián Pablos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana y la Universidad Complutense de Madrid, respectivamente.

Fuente: csic.es | 27 de junio de 2024

Los aborígenes de Tenerife crearon talleres en el Teide de obsidiana para explotar este vidrio volcánico

Una veta de obsidiana en el Parque Nacional del Teide. / EL DÍA.

La última campaña de prospecciones realizada en el Parque Nacional del Teide localiza 92 yacimientos arqueológicos, entre ellos 15 talleres de obsidiana inéditos, y 131 enclaves etnográficos que amplían notablemente el inventario sobre el patrimonio cultural de la cima de España.

Estos hallazgos corroboran que las Cañadas del Teide es «un territorio clave» para entender la ocupación histórica de las cumbres de Tenerife desde la época aborigen hasta el siglo XX. La investigación está impulsada por la Dirección de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Canarias, que apunta en un comunicado que esta nueva prospección arqueológica de carácter superficial ha sido realizada por la empresa especializada Prored, en colaboración con la Universidad de La Laguna.

El Teide no solo fue ocupado y transitado por la población aborigen. También fue un espacio de una intensa actividad posterior a la conquista, completada a finales del siglo XV. De hecho, una constante en estas prospecciones es que, como apunta Hacomar Ruiz (izquierda), uno de los arqueólogos que encabezan el estudio, «se evidencia de una manera notoria la huella etnográfica a partir de los restos de carboneras, asientos de colmenas, estructuras o descansaderos».

En cuanto a los yacimientos arqueológicos documentados destacan las áreas de restos en superficie no adscritas a estructuras o espacios de hábitat, fenómeno que, unido a fragmentos cerámicos dispersos, marcan «esa idea de zona transitada temporalmente por la población indígena», subraya Ruiz. Según estos datos, la sociedad guanche subía a las cumbres de Tenerife de forma estacional para aprovechar los variados recursos que ofrecía este medio.

La localización de 15 talleres de obsidiana, material también conocido como vidrio volcánico, y varias áreas de talla y cabañas certifican, tal como expone el otro arqueólogo que lidera el equipo de investigación, Efraín Marrero Salas (derecha), «la importancia de Las Cañadas ligada a la captación de recursos líticos». Este experto pone como ejemplo que este vidrio volcánico era utilizado principalmente como una herramienta de trabajo por la población guanche.

Estos hallazgos abren nuevas líneas de investigación que serán abordadas en el contexto del proyecto I+D Arqueovol, del Ministerio de Ciencia, junto a la Universidad de La Laguna, con el doctor Cristo Manuel Hernández como investigador principal.

Prospección arqueológica en el Parque Nacional del Teide apoyada por el Gobierno de Canarias. / EL DÍA.

Es un estudio para analizar la explotación de la obsidiana desde diferentes perspectivas y la relación entre las actividades humanas y el volcanismo de la alta montaña. Sin embargo, la obsidiana no es el único elemento lítico que se aprovechaba en Las Cañadas por parte de la población aborigen. También se han identificado elementos elaborados con basalto vacuolar o poroso que se utilizaba en la fabricación de muelas de molino para triturar grano.

En un trabajo publicado en el Anuario de Estudios Canarios con moti..., el historiador recientemente fallecido Nicolás González Lemus, el vulcanólogo Juan Carlos Carracedo y el ingeniero de Montes, Manuel Durban, director del Parque Nacional del Teide, explican de esta manera las actividades que realizaban los guanches en la cumbre de España y el significado del gran volcán:

"A pesar de las numerosas leyendas y supersticiones de los antiguos habitantes de las islas, los aborígenes guanches convivieron con el Teide, y aunque conocían la violencia de sus erupciones lo integraron no solamente a sus creencias religiosas sino también a su cultura. Las Cañadas fueron utilizadas por los pastores en la ruta de la trashumancia, trasladando los rebaños para aprovechar la retama durante la primavera y los primeros meses del verano y los montes de La Orotava durante los meses de otoño.

Fue la primera ocupación humana de esa región silenciosa e inhóspita (Manuel J. Lorenzo Perera, 1991). Decía Viana que a la sombra del volcán y sus lavas, el pastor guanche subía con sus rebaños a buscar pastos frescos para su ganado e hizo su refugio o abrigo pastoril, y desparramado por valles y cañadas, el ganado triscaba. Construían refugios de piedra para el ganado y entre las rocas dejaban de un año para otro sus utensilios más valiosos, los gánigos para la leche y el agua, y las tabonas, que lascaban de las obsidianas, dejando enterramientos de sus muertos con el tamarco como ajuar, incluso las añepas de su autoridad pastoril. Utilizó cuevas, entre las que destaca la de Diego Hernández, situada en la cañada del mismo nombre desde donde contemplaba con cierto temor la grandeza del volcán.

Todo ello rodeado de un halo de misterio y magia si bien es cierto que algunos estudiosos suscribieron que el Teide no tuvo nunca sentido esotérico para aquellos hombres inocentes que convivían con él (de Viana, Antonio, 1905). La práctica de la trashumancia de los aborígenes la continuó realizando los ganaderos establecidos en la isla, ya que Las Cañadas eran tierras comunales. Pero el aprovechamiento pastoril de Las Cañadas fue paulatinamente prohibido a partir de los años veinte del siglo XX por la crisis de los sistemas ganaderos tradicionales y los daños medioambientales producidos a la flora por los rebaños (Luis Diego Cuscoy, 1962, Lorenzo Perera, M. 1983 y González Antón, R. y Tejera Gaspar, A. 1990)".

Desde el año 2014, la Dirección General de Cultura y Patrimonio Cultural colabora con el Parque Nacional del Teide en el programa de prospecciones y excavaciones arqueológicas en Las Cañadas. El objetivo de este proyecto es profundizar en el conocimiento sobre la ocupación histórica del Parque Nacional y completar el inventario sobre su patrimonio cultural para disponer de un recurso eficaz en la gestión y difusión de sus bienes arqueológicos y etnográficos.

Para el director de Cultura y Patrimonio, Miguel Ángel Clavijo (izquierda) es «fundamental» continuar con la investigación porque «Las Cañadas es el yacimiento arqueológico más importante de Tenerife, no solo por su extensión, sino también por la cantidad de información que aporta sobre el pasado de la isla». Este enclave tiene «2000 años de historia desde el punto de vista cultural, por lo que el Gobierno tiene el deber de dar a conocer este importante legado a la población», concluye.

Fuente:eldia.es | 21 de febrero de 2024

Ni el de Júpiter Capitolino ni el Panteón de Agripa: este es el templo romano más antiguo del mundo

Zona arqueológica de San Homobono. Turismo Roma

Los templos romanos fueron estructuras fundamentales en la vida religiosa y social de la Antigua Roma. Y no sólo eran espacios sagrados, sino también símbolos del poder y la cultura romana, reflejando la complejidad y riqueza de su civilización.

Durante el apogeo de Roma, se estima que había cientos de templos y altares dedicados a diversas deidades en la ciudad, aunque no todos han sobrevivido hasta nuestros días.

Entre ellos, algunos de los más famosos de Roma son el Templo de Júpiter Capitolino, el Panteón de Agripa, el Templo de Adriano... Sin embargo, hace diez años unos expertos arqueólogos descubrieron el que debería considerarse como el templo romano más antiguo hasta el momento.

El templo romano más antiguo

Durante el verano del año 2014 los arqueólogos de la Universidad de Michigan y de Calabria trabajaron en una excavación en el centro de la capital italiana y afirmaron haber descubierto lo que podría ser el templo romano más antiguo.

Concretamente, los restos del santuario fueron hallados en la colina Capitolina. Según los investigadores, los primeros indicios ya les hicieron pensar que se trataba de un templo romano dedicado a la diosa Fortuna.

Zona arqueológica de San Homobono.

Sin embargo, ¿cómo se produjo este hallazgo? El descubrimiento vino a raíz de excavar debajo de la iglesia de San Homobono en la base de la colina Capitolina. Sin embargo, el acceso a los restos no fue nada sencillo debido a su cercanía con el río Tíber.

De hecho, tal y como indicaron los arqueólogos, el templo está ubicado en una zona bastante particular, motivo por el que no se descubrió hasta el momento: estaba situado en lo que habría sido un antiguo puerto en el río, es decir, un punto de intercambios y trasacciones comerciales.

Los arqueólogos al frente del proyecto fueron Albert Ammerman y Nick Terrenato y tras sus estudios consideraron, que casi con toda probabilidad, el templo hallado en la colina Capotolina se trata del templo romano más antiguo descubierto hasta el momento.

Fachada de la actual iglesia de San Miguel y Omobono, finales del siglo XVI.

La datación se produjo a través de unos restos de una cerámica griega, lo que permitió situar a este nuevo templo romano a comienzos del siglo VI a. C., una fecha que le coloca como el más antiguo.

Hasta este hallazgo, el considerado como el templo romano más antiguo del mundo era Templo de Júpiter Óptimo Máximo (también conocido como el Templo de Júpiter Capitolino). Este fue el templo más importante en la Antigua Roma y estaba localizado en la colina Capitolina. Estaba dedicado a Júpiter, junto a las otras dos integrantes de la Tríada Capitolina, Juno y Minerva.

La construcción del Templo de Júpiter fue iniciada por Tarquinio Prisco y terminada por el último rey de Roma: Tarquinio el Soberbio. Sin embargo, para su inauguración hubo que esperar hasta el inicio de la República en el año 509 a.C.

En cualquier caso, los expertos arqueólogos apuntaron que hay que tener en cuenta que existieron templos aún más antiguos. Sin embargo, al haber sido construidos con madera, no han perdurado en el tiempo.

Panteón de Agripa. Wikimedia Commons.

Otro de los templos romanos más importantes es el Panteón de Agripa o Panteón de Roma, un antiguo templo romano (en la actualidad, consagrado como iglesia católica) también en la ciudad de Roma, en el lugar de un anterior templo encargado por Marco Vipsanio Agripa durante el gobierno de Augusto.

En este caso, el Panteón de Agripa es mucho más reciente en el tiempo que los dos anteriormente mencionados, en tanto que fue terminado por orden del emperador Adriano y dedicado alrededor del año 126 d.C.

En definitiva, este descubrimiento pone sobre la mesa la posibilidad de la existencia de gran cantidad de restos arqueológicos aún no descubiertos bajo los suelos de Roma, como ha sido el caso de este importante templo.

Fuente: elespanol.com | 28 de junio de 2024