Descubren un excepcional altar votivo del siglo I d.C. dedicado a una divinidad vascona en Larunbe (Navarra)

El altar o ara votiva dedicada a la deidad vascónica. Jesús Diges Efe.

El monasterio medieval de Doneztebe o San Esteban (Larunbe, Navarra) se alzaba sobre un promontorio fácilmente defendible e inexpugnable por su vertiente sureste. Construido a finales del siglo XI con una planta original de tres ábsides semicirculares, tenía el control visual de una de las principales vías de acceso a la cuenca de Pamplona. Desde la Antigüedad, el lugar, ubicado en la cima del monte Arriaundi (942m), había resultado atractivo a diferentes pueblos para realizar ceremonias de carácter religioso.

Las excavaciones y los trabajos de consolidación de los restos del yacimiento no solo han permitido documentar las distintas fases de ocupación del sitio, sino que ahora han registrado un singular hallazgo: un ara o altar votivo del siglo I d.C., con un texto escrito en latín que recoge la dedicación de una mujer llamada Valeria Vitella a la deidad vascona Larrahe. La "excepcional" pieza, que ha aparecido depositada en el fondo del pozo medieval adscrito al monasterio, es un reflejo de la permanencia del culto a deidades indígenas vasconas durante el periodo romano.

El equipo multidisciplinar que estudia el enclave, coordinado por arqueólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y con la participación de investigadores de las universidades del País Vasco, de Barcelona, de Burgos y de Pau et des Pays de l’Adour, ha anunciado el descubrimiento del ara este fin de semana. La pieza, que originalmente estaba diseñada para estar de pie, ser contemplada y legible, se encontró con la inscripción orientada hacia abajo. Una posible hipótesis es que fuese depositada o arrojada en el pozo de forma intencionada.

Análisis epigráfico de la pieza. Sociedad de Ciencias Aranzadi

"Si bien en el yacimiento de Arriaundi se han podido documentar aisladamente materiales arqueológicos de época romana tales como fragmentos cerámicos, tachuelas de sandalias y monedas, el descubrimiento del ara aporta avances significativos sobre las creencias de los vascones, el área de culto a la deidad Larrahe y el sincretismo entre el mundo romano y el vascón", han destacado los arqueólogos de Aranzadi en una nota de prensa.

Los altares o aras romanas suelen ser de piedra y con una inscripción dedicatoria en el centro. En Hispania la mayor parte de estas piezas tienen textos en latín y suelen presentar los nombres de una divinidad y la persona que realiza la dedicatoria. La base y la parte superior sobresalían del cuerpo, y esta última solía tener una corona con un pequeño orificio denominado focus sobre el que se vertía vino o se quemaba algún tipo de incienso en su interior a modo de ofrenda.

Vistas aéreas del monasterio altomedieval de Doneztebe y su reconstrucción en 3D.

Hasta el momento, el nombre de la diosa indígena, Larrahe, solo se ha identificado en otras tres aras del territorio vascón localizadas en la cuenca del Arga y en su afluente, el río Salado: Muruzabal de Andión (Mendigorria, antigua Andelo), Irujo y Riezu. "La de Larunbe es excepcional ya que es la pieza que más al norte ha aparecido y a más altitud, y la única recuperada en contexto de intervención arqueológica. Esto amplia el ámbito de influencia hasta ahora conocido para esta divinidad", destacan los investigadores.

Y añaden: "Se trata por tanto de una deidad evidentemente vascona, ya que tiene una parte final, escrita '-he', que podemos interpretar probablemente como la forma del dativo vascónico, es decir, que marca a quién está dedicada: a la deidad Larra. El nombre vascónico, con su vinculación al euskera actual, nos lleva a una interpretarla como una deidad relacionada con el campo o el territorio de labranza".

Desde la Sociedad de Ciencias Aranzadi, artífices del hallazgo de la enigmática mano de Irulegi, se subraya que el hallazgo del altar de Larumbe amplía más al norte la dimensión territorial de los testimonios escritos de la divinidad y del idioma vascónico: "El lugar donde aparece está en los límites de lo que podría ser el territorio patrimonial vascón y sus vecinos probablemente várdulos. El testimonio del ara nos delimita un poco más este territorio y nos señala esta zona de culto a la divinidad vascona a finales del siglo I d.C. Es un testimonio más que ayuda a profundizar sobre los orígenes y evolución del vascónico y del euskera".

El hallazgo, que se ha presentado en un acto institucional en la iglesia de San Vicente de Larunbe con la asistencia de diversas autoridades autonómicas, cuenta también con un reportaje documental y una monografía para ahondar en los datos descifrados por los investigadores hasta ahora.

Fuentes: elespanol.com | aranzadi.eus | 17 de junio de 2024

El dibujo de un pastor da nuevas pistas sobre el misterio del templo perdido de la acrópolis de Atenas

La acrópolis de Atenas con el Partenón. Photo by Constantinos Kollias/Unsplash.

La acrópolis de Atenas, la colina rocosa de la capital griega que alberga el emblemático templo del Partenón, es uno de los yacimientos arqueológicos más visitados y conocidos del mundo, pero todavía siguen apareciendo nuevos datos sobre él.

Una investigación recién publicada en American Journal of Archaeology, escrita por Merle K. Langdon (izquierda), de la Universidad de Tennessee, y por , de la Universidad de Radboud, relata el descubrimiento de un templo perdido en el actual emplazamiento del Partenón.

Todo empezó con el hallazgo de un antiguo grafiti…

El grafiti del pastor

El grafiti se encontró en un afloramiento de roca de mármol en Vari, a 20 km al sureste de Atenas, y forma parte de un grupo de más de 2.000 grafitis realizados por pastores y cabreros, descubiertos y estudiados por Merle K. Langdon en los últimos años. Contienen textos y dibujos que muestran barcos, caballos y escenas eróticas y todos datan del siglo VI a.C.

La obra recién descubierta es un tosco dibujo de un edificio tallado en la roca. Aunque no se reconocen todos sus detalles, puede identificarse como un templo, debido a las columnas y los escalones.

Serpenteando alrededor del edificio hay una inscripción griega que reza A Hekatompedon … Mikonos (El edificio de 100 pies … por Mikon). No se sabe nada más de Mikon, pero lo más probable es que fuera un pastor quien hizo el grafiti mientras apacentaba sus rebaños. La versión del alfabeto griego utilizada es muy antigua, lo que deja claro que el dibujo se hizo en torno al siglo VI a.C.

La palabra Hekatompedon de la inscripción, un nombre griego que significa “de 100 pies”, en referencia a una estructura de enorme tamaño, tiene gran importancia arqueológica. Se sabe que el término es el antiguo nombre oficial del famoso templo dedicado a la diosa griega Atenea, más tarde conocido como Partenón.

Es probable que Mikon quisiera representar un edificio de la Acrópolis de Atenas. Sin embargo, dado que el alfabeto que utilizó puede datarse con seguridad en el siglo VI a.C., el dibujo debe tener al menos 50 años más que el Partenón, que se empezó a construir alrededor del 450 a.C.

Foto: Reproducción del grafiti hallado en Vari. Dibujo de Merle Langdon; cortesía del Archaeological Institute of America y el American Journal of Archaeology. Author provided (no reuse).


Un templo griego perdido

Puede que el Partenón sea un templo muy antiguo, pero no fue el primero. Durante mucho tiempo se ha pensado que en la Acrópolis hubo templos aún más antiguos, aunque los arqueólogos han debatido encarnizadamente sus fechas, aspecto y ubicación exacta en la colina. También hay una calamidad histórica que dificulta nuestra comprensión: en el 480 a.C., durante las guerras greco-persas, un ejército de estos últimos llegó a Atenas y destruyó todos los edificios que entonces había en la Acrópolis.

De hecho, el Museo de la Acrópolis de Atenas alberga grandes esculturas rotas que representan escenas de los mitos griegos, así como toros devorados por leones. En su día formaban parte de la decoración de los templos, pero resultaron gravemente dañadas, quizá en el ataque persa del 480 a.C., si no antes. ¿Podría ser uno de los templos perdidos el Hekatompedon dibujado por Mikon?

Vista cercana de las palabras τὸ hεκατόμπεδον.

Vista cercana del nombre Μίκōνος.

Un templo para guardar tesoros

Una parte crucial del rompecabezas es un decreto democrático de la Antigua Grecia que data de la época anterior al ataque persa y a la construcción del Partenón. Este decreto también menciona un Hekatompedon en la Acrópolis, el cual se utilizaba para el propósito, un tanto ambiguo, de “almacenamiento de tesoros”. El decreto se conoce desde hace mucho tiempo, pero los arqueólogos habían debatido qué podría haber sido el Hekatompedon mencionado en él.

Algunos piensan que ese Hekatompedon mencionado era un templo, ya que los templos griegos normalmente servían como almacén de tesoros ofrecidos a los dioses. Pero muchos otros sostienen que la palabra Hekatompedon no puede referirse a un templo en absoluto, y debió haber sido un patio abierto en la Acrópolis.

El grafiti recién publicado del dibujo de Mikon es significativo. Si Mikon llamó Hekatompedon al templo que dibujó, es probable que el término Hekatompedon que aparece en el decreto también se refiriera a un templo. De hecho, como hemos visto, el Partenón que hoy se alza en la colina se llamó en su día Hekatompedon.

Aunque el Hekatompedon dibujado por Mikon ha desaparecido, es probable que algunas de las esculturas del templo que se encuentran en el museo pertenezcan a él, ya que antaño se erigía en el lugar donde hoy se alza el Partenón.

Lecho de roca donde se encontró el grafito (flecha); al fondo se ve el camino de tierra.

Un grafiti muestra la alfabetización de los pastores

La inscripción también es significativa porque demuestra que, contrariamente a lo que se piensa normalmente, los pastores sabían leer y escribir, incluso en esta fecha tan temprana, cuando la alfabetización en el mundo griego aún se estaba extendiendo. No se sabe por qué los pastores realizaban tantos grafiti, quizá simplemente como forma de evasión en los momentos aburridos de su trabajo.

Sin embargo, el grafiti realizado por Mikon muestra cómo un pequeño garabato puede ser la clave para abordar los enigmas históricos que se esconden tras uno de los yacimientos arqueológicos más emblemáticos del mundo.

Fuentes: theconversation.com | journals.uchicago.edu | 12 de junio de 2024

Los genomas mayas antiguos revelan la práctica del sacrificio de gemelos masculinos y el legado genético perdurable de las epidemias de la era colonial

El templo de Kukulcán o pirámide de El Castillo, una de las estructuras más famosas de Chichén Itzá. Mauricio Marat. Reuters.

La ciudad prehispánica de Chichén Itzá, ubicada en la península del Yucatán, en el moderno México, se convirtió durante el periodo Clásico Terminal (800-1000) en el epicentro político de la cultura maya y del norte de las tierras bajas. Famosa por sus grandes construcciones, como la pirámide de El Castillo o el templo de los Guerreros, destaca también por la presencia de espacios naturales relacionados con el culto. El más famoso de todos es el Cenote Sagrado, considerado como un portal al inframundo y donde se arrojaban todo tipo de ofrendas materiales, animales y humanas —se han documentado unos 200 esqueletos de hombres, mujeres y sobre todo niños— para solicitar a los dioses la sanación de alguien o el fin de catástrofes climáticas.

En 1967, a unos pocos cientos de metros del Cenote Sagrado, se descubrió un chultún, una especie de depósito subterráneo en forma de botella para recoger agua de la lluvia y relacionado también con actividades rituales, el cual conservaba los restos óseos de más de cien subadultos. Dada su ubicación y su contexto, se ha especulado que los sacrificios buscasen el apoyo divino a los ciclos de cultivo del maíz o como ofrendas al dios de la lluvia Chaac.

a, Ubicación de la región maya en América. b, Ubicaciones geográficas de Chichén Itzá y Tixcacaltuyub en la península de Yucatán. c, Estratigrafía del chultún y la cueva adyacente en la que se encontró el entierro. d, Ubicación del chultún dentro del sitio arqueológico de Chichén Itzá y su relación con El Castillo. Las carreteras modernas están marcadas en gris claro; el chultún linda con la pista de un aeropuerto. e, La tasa de desajuste genético por pares (PMR) para parejas de niños en el chultún identifica 11 pares de parientes cercanos (rombos huecos), incluidos dos pares de gemelos monocigóticos (resaltados en gris). Una PMR general baja para individuos no relacionados (triángulos negros) confirma una baja diversidad genética en la población; en el gráfico solo se visualizan los pares con PMR <0,20.

Sin embargo, los análisis genéticos de 64 de los niños, con unas edades aproximadas de entre 3 y 6 años, publicado en Nature, han desvelado sorprendente información sobre la vida ritual que se llevó a cabo en Chichén Itzá. Lo más llamativo es que todos los individuos sacrificados fueron varones y que el 25% presentaba una estrecha relación de parentesco biológico. Incluso se han identificado dos parejas de gemelos idénticos.

"Las relaciones de parentesco son una característica clave en este sacrificio ritual, que no se había observado antes", explican a este periódico Rodrigo Barquera y Diana Iraíz Hernández-Zaragoza, investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Leipzig, Alemania) y la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) de México. "El hecho de que se hayan incluido gemelos en este entierro cambia totalmente las interpretaciones previas del chultún. Y comprobar que estos restos de subadultos pertenecían a varones abre una nueva puerta para la interpretación de este contexto que previamente era inaccesible con el estudio únicamente de características morfológicas", añaden.

Los restos de las víctimas infantiles sacrificadas en el cenote sagrado de Chichén Itzá fueron analizados por los investigadores en su reciente estudio de paleogenómica al respecto.

La reconstrucción de la dieta de los niños sacrificados entre los años 500 y 900, trabajo realizado por Patxi Pérez-Ramallo, investigador del Instituto Max Planck de Geoantropología (Jena, Alemania) y la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, ha mostrado que el maíz era el alimento base de toda la población. No obstante, se han identificado diferencias entre los individuos —unos consumían más proteínas de origen animal, otros de recursos marinos y otros de plantas—, lo que sugiere que podrían tener un origen geográfico diferente dentro del territorio maya o pertenecer a distintos grupos sociales.

Según detalla Pérez-Ramallo, se aprecian dietas muy parecidas entre algunos de los infantes. La principal hipótesis es que los sacrificios eran cíclicos con momentos puntuales con mayor número, quizás como respuesta a momentos adversos (sequías, lluvias torrenciales que estropeasen las cosechas, etc.), y que los sujetos escogidos como ofrenda procedían de la misma zona, familia o grupo social. Los investigadores no descartan que los niños fuesen alimentados de forma similar antes de convertirse en ofrendas a los dioses.

Tzompantli o altar de cráneos grabado en piedra en el centro de Chichén Itzá que señala la centralidad del sacrificio en la vida del asentamiento. Johannes Krause.

Continuidad genética

La combinación de la relación de parentesco, el sexo masculino, las edades similares o la procedencia regional sugiere que estos niños fueron sacrificados en pareja durante el mismo evento ritual y a lo largo de casi medio milenio. Según los investigadores, esta práctica hunde posiblemente sus raíces en la representación en la mitología maya de los gemelos o dioses héroes.

En el Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas, los gemelos Hun Hunahpú y Vucub Hunahpú descienden al inframundo y son sacrificados por los dioses tras perder un juego de pelota. La cabeza del primero, tras ser colgada en un árbol de calabaza, fecunda a una doncella que da a luz a una nueva pareja, los gemelos héroes, Hunahpú y Xbalanqué, que vengan a su padre y a su tío sometiéndose a ciclos repetidos de sacrificio y resurrección.

Panel en el que se muestra a los héroes gemelos Hunahpú e Ixbalanqué descubierto en El Mirador en 2009.

Los autores de la investigación creen que el chultún de Chichén Itzá —este tipo de estructuras subterráneas eran vistas como la entrada al inframundo— pudo haber sido el lugar de enterramiento de los restos óseos de rituales relacionados con las aventuras de estas deidades, muy representadas en el arte clásico de la civilización prehispánica.

"Los relatos de principios del siglo XX popularizaron falsamente historias escabrosas sobre mujeres jóvenes y niñas sacrificadas en el lugar", recuerda Christina Warinner, de la Universidad de Harvard y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva. "Este estudio, fruto de una estrecha colaboración internacional, le da la vuelta a esta idea y revela las profundas conexiones entre el sacrificio ritual y los ciclos de muerte y renacimiento humanos descritos en los textos sagrados mayas".

El ADN antiguo de los 64 subadultos se ha comparado con el de 68 habitantes modernos de la región. Los resultados han sacado a la luz una continuidad genética que confirma que los niños sacrificados pertenecían a comunidades mayas próximas a Chichén Itzá. Tras la llegada de los españoles a Mesoamérica en el siglo XVI, algunos conquistadores y religiosos relataron que estos infantes se obtenían mediante el secuestro, el comercio o el intercambio de regalos. Análisis de isótopos recientes realizados a los restos del Cenote Sagrado apuntaron a que una parte de ellos procedían de lugares lejanos como Honduras o México central.

El códice Florentino, compilado por Bernardino de Sahagún (1499-1590) muestra esta ilustración de indígenas enfermos de viruela o cocoliztli.

El estudio ha permitido además arrojar luz sobre otra pujante cuestión: el impacto genético de las pandemias de la era colonial en las poblaciones indígenas. A través de varias líneas de evidencias, los investigadores han podido descubrir una adaptación genética probablemente debida al efecto de patógenos epidémicos introducidos por los europeos en el continente americano y que causaron mortíferas pandemias, como la del cocoliztli de 1545, que acabó con la vida de varios millones de nativos.

"Esta adaptación consistió básicamente en que los individuos que se vieron expuestos a los patógenos, y su respuesta inmune fue la indicada, lograron sobrevivir en contra de los que murieron por la misma enfermedad", resumen Rodrigo Barquera y Diana Hernández Zaragoza. "Esto produjo un cambio en las frecuencias genéticas de las variantes implicadas, pues los genes que reconocían mejor el patógeno se volvieron más abundantes que los que no en los sobrevivientes, y esa adaptación se ve reflejada en la población actual, que es más resistente a la Salmonella enterica [bacteria que causa la salmonelosis] con respecto a las poblaciones antiguas".

"Los nuevos datos obtenidos a partir del ADN antiguo no solo nos han permitido disipar hipótesis y suposiciones obsoletas y obtener nuevos conocimientos sobre las consecuencias biológicas de acontecimientos pasados, sino que también nos ha dado una idea de la vida cultural de los antiguos mayas", concluye Johannes Krause, director del Departamento de Arqueogenética del MPI-EVA.

Fuentes: el espanol.com | Instituto Max Plank | 12 de junio de 2024

Los neandertales y los humanos se cruzaron hace 47.000 años durante casi 7.000 años, según sugiere una investigación

Una nueva investigación sugiere que los neandertales (esqueleto frontal) se aparearon con los humanos (esqueleto posterior) hace 47.000 años durante un período de casi 7.000 años. (Crédito de la imagen: Sabena Jane Blackbird vía Alamy).

Los genes neandertales observados en los humanos modernos pueden haber ingresado en nuestro ADN a través de un intervalo de mestizaje que comenzó hace unos 47.000 años y duró casi 7.000 años, según una nueva investigación.

Los neandertales se encontraban entre los parientes extintos más cercanos de los humanos modernos (Homo sapiens), y los antepasados ​​de ambos linajes divergieron hace unos 500.000 años. Hace más de una década, los científicos revelaron que los neandertales se cruzaron con los antepasados ​​de los humanos modernos que emigraron fuera de África. Hoy en día, los genomas de las poblaciones humanas modernas fuera de África contienen entre un 1% y un 2% del ADN neandertal.

Los investigadores aún no están seguros de cuándo y dónde el ADN neandertal llegó al genoma humano moderno. Por ejemplo, ¿se mezclaron los neandertales y los humanos modernos en un lugar y momento específicos fuera de África, o se cruzaron en muchos lugares y momentos?

Para resolver este misterio, los investigadores analizaron más de 300 genomas humanos modernos que abarcan los últimos 45.000 años. Estos incluyeron muestras de 59 individuos que vivieron hace entre 2.200 y 45.000 años y 275 humanos modernos diversos de la actualidad. Los científicos publicaron provisionalmente sus hallazgos en la base de datos de BioRxiv. (Dado que el estudio se encuentra actualmente bajo revisión para su posible publicación en una revista científica, los autores del estudio declinaron hacer comentarios).

Los neandertales y los humanos se cruzaron en varios momentos de nuestra historia evolutiva. Las huellas de estas antiguas interacciones persisten hoy en nuestros genes. (Crédito de la imagen: Kevin McGivern para Live Science)

Los científicos se centraron en cuánto ADN neandertal podían comprobar en estas muestras humanas modernas. Al comparar cómo variaba el nivel de ascendencia neandertal en el ADN humano moderno en diferentes lugares y épocas, pudieron estimar cuándo se cruzaron los neandertales y los humanos modernos, y durante cuánto tiempo.

Los investigadores encontraron que la mejor explicación para la mayor parte del ADN neandertal observado en el genoma humano moderno fue un único período importante de mestizaje hace unos 47.000 años que duró unos 6.800 años.

"Cuando los humanos modernos comenzaron a abandonar África hace al menos 194.000 años, un lugar probable para que se encontraran con los neandertales era Asia occidental, donde África se conecta con Eurasia", dijo Chris Stringer (izquierda), paleoantropólogo del Museo de Historia Natural de Londres y que no participó en el nuevo estudio. "Los humanos modernos con ascendencia neandertal podrían haberse dispersado por todo el mundo", señaló.

Los científicos también investigaron cómo el ADN neandertal persistió en el genoma humano moderno a lo largo del tiempo. Cuanto más duraba un fragmento de ADN neandertal, más probable era que otorgara algún tipo de beneficio evolutivo a los humanos modernos. Por el contrario, el ADN neandertal que se eliminó rápidamente probablemente confirió algún tipo de desventaja evolutiva. Los investigadores encontraron que los genes neandertales que perduraron están relacionados con el color de la piel, el metabolismo y el sistema inmunológico, lo que probablemente proporcione algún tipo de beneficio inmediato a los humanos modernos cuando se encontraron con nuevas presiones evolutivas fuera de África.

Este cráneo de neandertal de 50.000 años de antigüedad fue reconstruido en sitios arqueológicos como La Ferrassie, La Chapelle-aux-Saints, Saccopastore 1, Shanidar 5 y Spy 1. (Crédito de la imagen: Sabena Jane Blackbird / Alamy Foto de stock)

Dada la velocidad a la que se eliminó la mayor parte del ADN neandertal del genoma humano moderno, el estudio estimó que cuando terminó el período de mestizaje recientemente identificado, más del 5% del genoma humano moderno era de origen neandertal. En otras palabras, "aproximadamente uno de cada 20 padres en nuestra población ancestral era neandertal", dijo a Live Science Fernando Villanea (derecha), genetista de poblaciones de la Universidad de Colorado Boulder que no participó en este estudio.

Rajiv McCoy (izquierda), genetista de poblaciones de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, y que tampoco participó en este nuevo trabajo, dijo a Live Science que "el mestizaje entre neandertales y humanos modernos también pudo haber tenido lugar en otras épocas, pero no dejaron ningún rastro duradero en el acervo genético humano moderno en ese tiempo. Por ejemplo, una mandíbula humana moderna de hace unos 42.000 a 37.000 años encontrada en Rumania en 2002 posee ADN de neandertal que no se ve en otros genomas humanos modernos, lo que puede reflejar que hubo un evento de mestizaje que no contribuyó a la diversidad humana contemporánea", según McCoy.

Stringer señaló que investigaciones anteriores sugerían que el mestizaje que introdujo el ADN neandertal en el genoma humano moderno tuvo lugar hace entre 50.000 y 60.000 años. "La nueva estimación de hace 47.000 años tiene implicaciones para las dispersiones de Homo sapiens fuera de África, pues todas las poblaciones vivas existentes fuera de África (chinos, nativos americanos, indonesios, australianos nativos, etc.) llevan los signos de este evento, que por lo tanto limita el momento en que sus ancestros comenzaron a dispersarse, hace menos de aproximadamente 47.000 años", dijo Stringer.

Ciertos genes neandertales parecen conferir una ventaja en la lucha contra los virus de ARN. (Crédito de la imagen: Shutterstock)

"Sin embargo, hay evidencia arqueológica de ocupación humana en el norte de Australia hace unos 65.000 años", dijo Stringer. "Entonces, o bien esa evidencia es errónea, o bien las poblaciones eran Homo sapiens pero se extinguieron o fueron inundadas por una dispersión posterior; o bien la población no era, de hecho, Homo sapiens. La última posibilidad parece mucho menos probable dado el complejo comportamiento implicado por las evidencias, pero sería una gran bomba, por supuesto".

Curiosamente, el intercambio de ADN parece haber sido unidireccional, lo que significa que el ADN humano moderno parece no haber entrado en los genomas de los neandertales. "Hay poca evidencia de flujo genético en la dirección inversa en ese momento, es decir, del Homo sapiens al neandertal", señala Stringer. "Tal vez sucedió pero aún no lo hemos detectado. O tal vez no sucedió, con implicaciones para el comportamiento de las dos poblaciones". O tal vez esos híbridos tuvieron menos éxito por alguna razón, señaló; por ejemplo, tal vez eran menos saludables o menos fértiles.

Fuente: livescience.com | 7 de junio de 2024

Descubren un misterioso 'palacio' de 4.000 años de antigüedad con paredes laberínticas en la isla griega de Creta

Vista aérea de la estructura de 4.000 años de antigüedad descubierta recientemente en la cima de una colina en Kastelli (Creta, Grecia). Crédito de la imagen: Ministerio de Cultura de Grecia.

El Ministerio de Cultura de Grecia informa en un comunicado, publicado el 11 de junio, que una estructura circular de 4.000 años de antigüedad descubierta en la cima de una colina en Creta puede haber sido utilizada para antiguos rituales minoicos.

El edificio, que consta de ocho anillos de piedra superpuestos (con un espesor promedio de 1,40 metros y una altura máxima estimada de supervivencia de 1,7 metros) desarrollados en diferentes elevaciones y con pequeños muros que los cruzan para formar habitaciones, es casi laberíntico, insinuando el recuerdo del legendario laberinto construido por el rey Minos de Creta.

Esta estructura única, que mide 48 metros de diámetro, fue descubierta a unas 51 kilómetros al sureste de Heraclion, la capital de Creta, mientras trabajadores de la construcción instalaban un sistema de radar de vigilancia para un nuevo aeropuerto. Ubicado en la cima de una colina cerca de la ciudad de Kastelli, el antiguo edificio parece haber tenido dos zonas principales: un edificio circular con un diámetro de 15 metros en el centro y un área creada por las paredes que irradian fuera del mismo.

Basándose en el estilo de los fragmentos de cerámica descubiertos durante la excavación, los arqueólogos han fechado provisionalmente el edificio entre el 2000 y el 1700 a.C., en plena civilización minoica. Aproximadamente entre el 3000 y el 1100 a. C., los minoicos crearon una de las primeras culturas europeas complejas en la isla de Creta (dejando ejemplos de su elaborada cerámica, figurillas, joyas y frescos), pero su principal lengua escrita nunca ha sido completamente descifrada.

Después del colapso de su civilización, los minoicos fueron en gran medida olvidados hasta el trabajo arqueológico de principios del siglo XX realizado por Sir Arthur Evans, quien acuñó el término "minoico" en honor al rey mitológico Minos. El antiguo palacio de Knossos es el ejemplo más conocido de arquitectura minoica, con un espacio central abierto flanqueado por alas de docenas de habitaciones más pequeñas conectadas por pasillos. Sin embargo, a pesar de que generalmente se les llamaba "palacios", estas enormes estructuras minoicas eran principalmente áreas para actividades administrativas locales más que residencias reales.

La entrada norte del Palacio de Knossos en la isla griega de Creta. (Crédito de la imagen: Andrei Nekrassov | Shutterstock ).

Tampoco es probable que el edificio recientemente descubierto cerca de Kastelli haya sido utilizado como residencia, según el comunicado del Ministerio de Cultura. Más bien, la presencia de muchos huesos de animales, entre otros hallazgos, sugiere el uso periódico del edificio para fiestas rituales en toda la comunidad que incluían comida, vino y otras ofrendas.

La estructura de Kastelli, sin embargo, no tiene un paralelo exacto con otros edificios monumentales antiguos. Mientras que palacios como Knossos estaban dispuestos de forma cuadrada o rectangular, la estructura recién descubierta es circular, una forma que se encuentra con mayor frecuencia en las tumbas minoicas. Su tamaño, estructura arquitectónica y meticulosa construcción requirieron un trabajo considerable, experiencia especializada y una fuerte administración central, que organizó su construcción. Lo que es seguro es que se trata de algún tipo de edificio comunitario, un hito para la zona más amplia de la llanura. El hecho de que la estructura sea monumental y prominente probablemente indica la importancia de la ubicación, pero también el rango de población a la que serviría.

La ministra de Cultura de Grecia, Lina Mendoni, examina la antigua estructura de Creta.(Crédito de la imagen: Ministerio de Cultura)

Debido a que los trabajos arqueológicos en el edificio aún están en progreso, los arqueólogos aún no conocen su forma ni su altura exacta. Se planean investigaciones adicionales, en colaboración con el Ministerio del Interior griego y la Autoridad de Aviación Civil Helénica, para descubrir exactamente para qué se utilizaba el misterioso edificio y protegerlo con el fin de realizar futuros estudios.

Tal como comunicó la ministra de Cultura, Lina Mendoni: "La prioridad de todos nosotros es la protección del monumento, de este hallazgo único. Todos entendemos la importancia y el valor del patrimonio cultural. Todos conocemos la magnitud del desarrollo del proyecto concreto que se lleva a cabo en Kastelli. El proyecto del nuevo aeropuerto puede continuar y las antigüedades pueden protegerse como debe ser".

Fuentes: livescience.com | cultura.gov.gr | 12 de junio de 2024

Descubren la primera neandertal de Vizcaya: tiene unos 150.000 años y está conectada con Atapuerca

Fragmentos de hueso del neandertal hallado en Karrantza (Vizcaya). Universidad del País Vasco.

Se ha dado a conocer en una rueda de prensa del Museo Arqueológico de Vizcaya los últimos hallazgos de las excavaciones en el yacimiento de El Polvorín de Karrantza (Valle de Carranza). Los restos humanos depositados en el mismo Museo han sido datados hace más de 150.000 años y corresponderían a un neandertal. Todos pertenecen al mismo individuo que, debido a su complexión grácil y que posiblemente se trate de una mujer, ha sido apodado como Andere.

Los restos estudiados por el equipo de investigación liderado por Asier Gómez Olivencia (izquierda), del departamento de Geología de la Universidad de País Vasco (UPV/EHU), serían los restos más antiguos de la provincia de Vizcaya, con una antigüedad similar al del húmero de neandertal documentado en la cueva guipuzcoana de Lezetxiki, Mondragón.

En las campañas realizadas entre 2021 y 2022 en el municipio vizcaíno se contabilizaron hasta 18 restos óseos pertenecientes a distintas partes de un mismo esqueleto, tanto del cráneo como del postcráneo. Sus rasgos morfológicos indican que se trataría de un neandertal, pero un análisis más detallado de uno de sus brazos desveló que su radio presenta características arcaicas, muy similares a los de los preneandertales excavados en la Sima de los Huesos del yacimiento de de Atapuerca (Burgos).

Presentación de 'Andere' en la rueda de prensa del Museo Arqueológico de Vizcaya. Universidad del País Vasco.

Relación con Atapuerca

Hasta donde se sabe, las poblaciones neandertales que vivieron en Europa y Asia basaron su economía en la caza y recolección entre hace 200.000 y 40.000 años, cuando se extinguieron. Estas poblaciones descenderían de especies anteriores como la documentada en la Sima de los Huesos, datado entre hace 300.000 y 430.000 años. Al comparar a Andere con otros neandertales, su radio desvela que estaba mucho más cerca de las poblaciones de Atapuerca que de los últimos neandertales documentados entre hace 135.000 y 40.000 años. Esto lleva a pensar a los expertos que los restos podrían ser bastante más antiguos, incluso de hace más de 200.000 años.

En el País Vasco se conocen yacimientos que presentan evidencias de otros asentamientos neandertales pero, que contengan restos humanos es algo más raro. Se conocen varios yacimientos arqueológicos en Euskal Herria que han proporcionado evidencias de ocupaciones neandertales entre hace unos 200,000 y 40.000 años: por ejemplo, Axlor (Dima) Aranbaltza (Barrika), Arlanpe (Lemoa), Lezetxiki (Arrasate), Amalda (Zestoa) y Arrillor (Zigoitia).

Fósiles de 'Homo neanderthalensis' localizados en el yacimiento de El Polvorín (Karranza, Vizcaya). EFE/ Miguel Toña.

En el yacimiento de Lezetxiki se localizaron restos de distintas cronologías, el más antiguo: el húmero de un neandertal adulto. Este húmero también es similar a los de las poblaciones de la Sima de los Huesos y fue datado, como mínimo, hace 164.000 años con un grado de error de 9.000 años.

"Los restos del yacimiento de El Polvorín, por su morfología, serían los más antiguos de Vizcaya y podrían ser igual de antiguos (o más), que el húmero de hallado en Lezetxiki, el más antiguo descubierto hasta la fecha", explica el comunicado de la UPV/EHU.

Húmero de la cueva de Lezetxiki, en Arrasate (Guipúzcoa).

El Polvorín de Karrantza

En el año 2020, el Museo de Arqueología de Vizcaya localizó varios posibles restos de neandertal entre huesos de osos y hienas en la Sima I, una de las galerías inferiores del yacimiento de El Polvorín. Este descubrimiento motivó las excavaciones actuales que se iniciaron al año siguiente.

"Además, en el caso de la Sima I de El Polvorín, por primera vez se han descubierto restos que pertenecen a un esqueleto parcial [Andere]. Estos restos podrán aportar más información sobre la evolución de los neandertales", apunta la UPV/EHU.

"El yacimiento tiene mucho futuro y dará muchas sorpresas, pero llevamos muy poco tiempo y hay trabajo para varios años", ha dicho Gómez, que ha comentado que la campaña de excavaciones de 2024 se realizará en otoño.

Ilustración que recrea a 'Andere' con su grupo en la cueva de El Polvorín. Josemi Benítez.

El investigador ha explicado que además de buscar nuevos restos humanos, tanto de Andere como de otros posibles individuos, se tienen que realizar todavía muchas investigaciones geológicas, así como de los restos de los osos y hienas, que parecen más recientes que los de la neandertal.

Ha comentado que necesitan tener «datos más robustos» con esos estudios y posibles análisis genéticos, tanto de humanos como de animales, si se encuentran restos con ADN, para explicar el origen de la acumulación de restos animales en la cueva.

Asimismo, ha explicado que la cueva tiene un acceso muy difícil y que geológicamente es muy compleja, lo que dificulta datar los restos hallados, dado que las capas se superponen y hay restos fósiles tanto en el suelo como en las paredes y techos.

En un futuro cercano, 7 de los 18 restos de Andere podrán verse en las instalaciones del Museo de Arqueología, mientras que el resto de fósiles permanecerá en fase de estudio.

Fuentes: elespanol.com | naiz.euz | 12 de junio de 2024

El misterio de las tribus que conquistaron Europa hace 5.000 años: 'No se dispersaron con caballos'

Ilustración artística que representa simbólicamente los resultados de la investigación. / Sayo Studio

La domesticación del caballo revolucionó la historia humana al incrementar la movilidad y acelerar la exploración, el comercio y la guerra. Pero el momento exacto de esa transición sigue siendo debatido. La idea predominante es que la equitación se desarrolló en la estepas de Eurasia occidental durante el IV milenio a.C. Un estudio publicado el año pasado desveló que era una práctica bastante común entre los miembros de la cultura yamnaya (o yamna) ya entre los años 3000 y 2500 a.C. Estas tribus de pastores crearon el embrión de las lenguas indoeuropeas y protagonizaron una migración masiva en la que impusieron sus genes —en la península ibérica sustituyeron al linaje neolítico masculino predominante—. Y lo hicieron supuestamente a lomos de sus monturas.

Sin embargo, un nuevo estudio científico realizado por un equipo internacional de más de 130 investigadores ha abierto un escenario muy diferente: la proliferación de caballos domésticos no comenzó hasta finales del III milenio a.C., hace unos 4.200 años; es decir, ocho siglos después de la expansión de los yamnaya. Los resultados del trabajo, publicados este jueves en la revista Nature, se han basado en el análisis de 475 genomas antiguos extraídos de una extensa colección de restos arqueológicos de caballos y conducen a repensar cómo fue realmente la migración de los humanos y estos animales hacia Europa central.

Un hombre y una mujer enterrados juntos en un yacimiento de la Edad de Bronce en Castillejo de Bonete, él con ascendencia de la estepa y ella genéticamente similar a los ibéricos anteriores al Neolítico tardío / Luis Benítez de Lugo Enrich y José Luis Fuentes Sánchez.

"La movilidad basada en el caballo solo empezó hace 4.200 años, por tanto, los arqueólogos y los lingüistas tienen que dejar de invocar al caballo como motor de transporte de la humanidad en siglos y milenios anteriores", ha explicado Pablo Librado (izquierda), primer autor del estudio e investigador del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona (IBE), a la Agencia Efe.

Hasta ahora se ha defendido que los yamnaya habían migrado tanto hacia el oeste, por Europa, como hacia el este, por Asia, porque habían domesticado el caballo y lo utilizaban como animal de transporte. "Pero en este estudio hemos visto que no fue así, porque los ancestros de los caballos modernos domésticos estuvieron prácticamente confinados en la estepa póntica hasta hace 4.200 años", ha detallado Librado. Desde un punto de vista genético, los yamnaya provocaron una revolución demográfica y son los antepasados de los habitantes actuales de gran parte del norte y oeste de Europa.

"Eso significa, que ocho siglos antes, los yamnaya se movieron con otros tipos de transporte y que esos primeros hablantes de lenguas protoindoeuropeas no las dispersaron a lomos de un caballo, sino que lo hicieron de otra forma, porque, si no, hubiéramos encontrado a los ancestros de los caballos domésticos en los yacimientos arqueológicos de Europa asociados con la expansión de los yamnaya, y ahí solo hemos visto caballos nativos de Europa central", ha añadido el investigador del IBE.

Imagen aérea de la tumba de un supuesto jinete prehistórico hallada en Bulgaria. Michał Podsiadło.

Proceso de crianza

El equipo de investigación examinó sus datos en busca de tres indicadores de la cría de estos animales. Primero, rastrearon cuándo los progenitores de los caballos domésticos modernos comenzaron a extenderse fuera de su tierra natal de domesticación. A continuación, reconstruyeron la demografía de los caballos a lo largo del III milenio a.C., a fin de datar con precisión los primeros signos de cría y producción a gran escala de caballos. Por último, descubrieron evidencias de cambios significativos en la vida reproductiva de los caballos, lo que indica una manipulación deliberada de la reproducción animal por parte de los primeros criadores.

La notable alineación de las tres líneas de evidencias hace unos 4.200 años sugiere firmemente que los caballos domésticos se produjeron en cantidades suficientemente grandes como para satisfacer una demanda creciente en todo el continente solo en esa época, y no antes.

Criador de caballos en el centro-norte de Kazajastán. Crédito: Ludovic ORLANDO / CAGT / CNRS Photothèque

Una de las preguntas que más desconcertaba a los investigadores es cómo hace 4.200 años se logró acelerar la crianza de caballos en una zona de domesticación relativamente pequeña para satisfacer la creciente demanda mundial a finales del II milenio a.C.

"Ahora tenemos una respuesta. Los criadores controlaron la reproducción del animal tan bien que casi redujeron a la mitad el intervalo de tiempo entre dos generaciones. En pocas palabras, pudieron acelerar el proceso de crianza, duplicando efectivamente su tasa de producción", señala Ludovic Orlando (izquierda), coordinador del estudio y director del Centro de Antropobiología y Genómica de Toulouse (CAGT).

Ya en 2021, un estudio de este equipo descubrió que los pueblos esteparios habían seleccionado los genes relacionados con la docilidad y la movilidad de los caballos y eso ocurrió hace entre 4.700 y 4.200 años.

"Nuestro estudio apoya dos domesticaciones en los caballos. La primera, que tuvo lugar hace unos 5.500 años, tenía como objetivo proporcionar sustento a las poblaciones que habitaban las estepas de Asia Central. El caballo doméstico tal y como lo conocemos surgió hace unos 4.200 años tras la segunda domesticación y transformó verdaderamente la historia de la humanidad al proporcionarle por primera vez una movilidad rápida", ha sentenciado el investigador Orlando.

Fuente: elespanol.com | 7 de junio de 2024