Descubren en Egipto una intrigante tumba de hace 4000 años que develaría aspectos de la vida cotidiana

La mastaba descubierta en Dahshur. Crédito: Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

El Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto dio a conocer la semana pasada un importante descubrimiento a orillas del río Nilo. Se trata de una tumba de carácter imperial con inscripciones y pinturas que datan del 2300 a.C. El hallazgo fue en la región de Dashur, a 40 kilómetros de El Cairo y, según explicaron los expertos, la información que se guarda allí sería de gran relevancia para conocer cómo era el comercio y la vida diaria en aquella zona.

Egipto está lleno de misterios que aún no han sido resueltos. En cada rincón los arqueólogos a diario suelen descubrir vestigios milenarios que el desierto oculta desde hace siglos. Desde el presunto sarcófago de Alejandro Magno hasta la parte superior de una gran escultura de Ramsés II, la comunidad científica siempre se mantiene alerta de todo lo que pueda ayudar a develar los secretos de aquella civilización.

En un trabajo conjunto del Instituto Alemán de Arqueología, que encabeza el doctor Stefan Zeidelmeier y el gobierno del país africano, llevaron a cabo una campaña que inició en 2002 y que hace días mostró algunas joyas ocultas. Esta excavación se llevó a cabo sobre los restos de una mastaba o tumba que se edificó durante el Imperio Antiguo.

El descubrimiento se dio a conocer luego de que la Universidad de Berlín desenterrara sobre la construcción una escultura y un cementerio. Esa fue la señal que indicó que el equipo de arqueólogos debería continuar en el mismo perímetro. Hisham Al-Laithi, secretario general del Consejo Supremo de Arqueología y jefe del Departamento de Preservación y Registro de la Arqueología Arqueológica, destacó esta investigación como un hecho importante desde el primer hallazgo hace más de 20 años.

Asimismo, el encargado de este yacimiento arqueológico resaltó su relevancia dentro del campo histórico, que “también se debe a sus magníficos patrones y paisajes que representan escenas de actividades diarias, como cultivos de granos, barcos que navegan en el Nilo, mercado y ofrendas, lo que es raro en Musataba Dehshour”.

La tumba posee dos estatuas hechas con ladrillo. Una pertenece a una persona llamada Seneb-neb-af y la otra a su esposa Edut (final de la V Dinastía y principios de la VI, alrededor del 2300 a.C.).A través de las inscripciones de la tumba, se reveló que su propietario ocupó varios cargos en el palacio real en la administración de los inquilinos (Khentyu-shi), y su esposa también ostentaba los títulos de Sacerdotisa de Hathor y Dama de los Sicomoros.

Otra vista de la decoración interna de la mastaba. Crédito: Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.

Destacó que la misión completará sus excavaciones en el lugar en un intento de buscar más secretos de esta zona, y añadió que la limpieza y documentación del cementerio y sus inscripciones se llevarán a cabo durante el próximo período.

Destacó la labor realizada por la misión en el yacimiento, ya que comenzó sus trabajos en 1976, durante los cuales sus excavaciones se centraron inicialmente en las pirámides del faraón Seneferu, del Imperio Antiguo, y del faraón Amenemhat III, del Imperio Medio. Sin embargo, sus excavaciones se han centrado recientemente en las tumbas de hombres prominentes. Estado, sacerdotes y administradores que vivieron durante ese periodo.

Entre las cosas más importantes que descubrió la misión se encuentran la tumba de los sirvientes del palacio de la época de Amenemhat II (hacia 1880 a.C.), el puerto y el puente inferior de la pirámide curva, y un jardín ritual adosado al Templo del Valle.

Fuente: lanacion.com.ar | 25 de marzo de 2024

Hallan una nueva mano impresa en la Cueva de Maltravieso de Cáceres

El equipo de arqueólogos de la Junta realizará un análisis para datar las costras de calcita que tapan esta nueva figura.

El equipo de arqueólogos de la Junta de Extremadura ha localizado una nueva mano en negativo que amplía el registro de este tipo de figuras en la Cueva de Maltravieso de Cáceres hasta 61, "lo que incrementa el valor del yacimiento como uno de los enclaves fundamentales para el estudio del arte rupestre paleolítico en Europa”.

La Cueva de Maltravieso atesora un importante conjunto iconográfico que reúne símbolos (puntos, triángulos, discos, trazos), figuras de animales y, sobre todo, representaciones de manos, ha destacado este lunes el Ejecutivo regional en un comunicado. El origen de estas pinturas se remonta hasta el Paleolítico medio (hace más de 60.000 años) y su hallazgo ha sido clave para reconocer y valorar las capacidades simbólicas de los neandertales.

Réplica de la cueva de Maltravieso con huellas de manos de cuatro dedos de neandertales, Cáceres, España. WH_Fotos/Shutterstock.

A comienzos del mes de febrero, durante una visita de control a la cavidad cacereña, fue detectada la representación parcial de una pequeña mano en negativo colocada en posición horizontal y con los dedos orientados hacia la izquierda en relación a la posición del espectador. “Se reconocen únicamente los tres dedos centrales desde la zona de contacto con la palma, cuya escasa longitud invita a considerar la posibilidad de que pertenezca a un individuo infantil”, ha explicado la Junta. Ha precisado que el resto de la mano, especialmente "la zona de la palma, ha quedado completamente cubierta por recrecidos de calcita que se han depositado sobre la figura original”.

El hallazgo se ha producido en una de las zonas más profundas de la cavidad, la conocida como Galería de la Serpiente, en el interior de un pequeño divertículo de difícil accesibilidad, lo que ha provocado que esta representación haya permanecido inédita hasta el momento. Su presencia en esta zona de la cueva es especialmente significativa, según la Junta, ya que alberga las representaciones de manos más antiguas de Maltravieso.

El equipo de arqueólogos de la Junta realizará un análisis para datar las costras de calcita que tapan esta nueva figura, bajo la premisa de que “existe una relación entre ellas que excede la mera proximidad”. En este sentido, ha señalado que se trata de una figura que comparte una concepción similar con el resto de las huellas neandertales de esta parte de la gruta, que “no son manos con un carácter público, hechas para ser vistas de manera fácil y directa por las personas que transitaran en algún momento por este corredor, sino que se trata de figuras que tienen un carácter privado”.

Esto llevó a su autor a elegir un pequeño espacio, ajeno a la zona de tránsito principal, para dejar el negativo de una mano, “ejecutando una suerte de ritual estrictamente íntimo”, similar al que ya se percibía en las otras manos de cronología neandertal de la Galería de la Serpiente, donde se articularon dos únicos protagonistas: la propia pared de la cueva y la persona que dejó su huella sobre la misma, ha explicado el Ejecutivo extremeño.

La Consejería de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deporte ha iniciado contactos con técnicos e investigadores para impulsar la candidatura conjunta a Patrimonio de la Humanidad de la Unesco de las cuevas de Maltravieso y Escoural (Portugal), “por la enorme importancia que para el arte rupestre mundial tienen las representaciones de Maltravieso, a día de hoy las más antiguas del mundo”, según la Junta.

Visita de Historia y Arqueología al Centro de Interpretación de Maltravieso:

Fuente: eldiario.es | 25 de marzo de 2024

La meseta persa se revela como un centro crucial en la migración humana temprana fuera de África

La meseta persa, el lugar más probable donde vivieron los antepasados ​​de todos los no africanos actuales durante los 20.000 años que siguieron a su migración fuera de África. Un periodo en el que también mezclaron sus genes con los de los neandertales.

Un nuevo estudio que combina evidencia genética, paleoecológica y arqueológica, ha revelado que la meseta persa es una ubicación geográfica fundamental que sirvió como centro para el Homo sapiens durante las primeras etapas de su migración fuera de África.

Esta revelación arroja nueva luz sobre el complejo viaje de las poblaciones humanas, desafiando la comprensión previa sobre la expansión de nuestra especie en Eurasia. Los antepasados ​​de todos los euroasiáticos, americanos y oceánicos actuales salieron de África hace entre 70.000 y 60.000 años.

Después de llegar a Eurasia, estos primeros colonos permanecieron inactivos durante algunos milenios como una población homogénea, en un área presumiblemente localizada, antes de expandirse fuera de la misma por todo el continente y más allá. Este evento sentó las bases para la divergencia genética entre los europeos actuales y los asiáticos orientales y puede datarse hace unos 45.000 años.

Cueva Pebdeh ubicada en el sur de las montañas Zagros. Pebdeh estuvo ocupada por cazadores-recolectores hace ya 42.000 años. Crédito: Mohammad Javad Shoaee

Por un lado, la dinámica que condujo a una colonización más amplia de Eurasia ya fue reconstruida por algunos de los autores en una publicación anterior de 2022, y se produjo a través de una serie de expansiones cronológica, genética y culturalmente distintas. Por otro lado, el área geográfica donde vivieron los antepasados ​​de todos los no africanos después de su salida de África, y que actuó como “centro” para los movimientos posteriores del Homo sapiens, ha sido objeto de un debate de larga duración, con la mayor parte de Occidente, Asia, el norte de África, el sur de Asia o incluso el sudeste asiático figurando entre los lugares potencialmente adecuados.

El estudio, "La meseta persa sirvió como centro para el 'Homo sapiens' después de la principal dispersión fuera de África", se publicó en Nature Communications y destaca un período crucial entre hace aproximadamente 70.000 y 45.000 años, cuando las poblaciones humanas no se extendieron uniformemente por Eurasia, dejando una brecha en nuestra comprensión de su paradero durante este período de tiempo.

Los hallazgos clave de la investigación incluyen:

1- La meseta persa como centro de asentamientos humanos tempranos: mediante la utilización de un enfoque genético novedoso, combinado con modelos paleoecológicos, el estudio reveló que la meseta persa es la región donde se originaron las oleadas de población que se asentaron en toda Eurasia.

2- Esta región surgió como un hábitat adecuado capaz de sustentar una población mayor en comparación con otras áreas de Asia occidental.

Combinación de análisis paleoecológicos y genéticos. En amarillo claro, dentro del marco negro, se encuentran las ubicaciones geográficas que son supuestas áreas focales de un centro poblacional y áreas habitables previstas. Las áreas se compilan sobre la base de al menos el 90% de los intervalos de tiempo inspeccionados por nuestros análisis paleoclimáticos o aquellos ubicados a lo largo de los ríos principales. En verde están las áreas habitables que podrían haber albergado a la población euroasiática basal.

3- Semejanza genética en poblaciones antiguas y modernas: El componente genético identificado en poblaciones de la meseta persa subraya su diferenciación duradera en el área, compatible con la naturaleza central de la región y es ancestral a los componentes genéticos ya conocidos que habitaron en la meseta persa.

4- Esta firma genética se detectó gracias a un nuevo enfoque que desentraña 40.000 años de mezcla de poblaciones y otros eventos confusos. Esta conexión genética subraya la importancia de la meseta persa como un lugar fundamental para los primeros asentamientos humanos y las migraciones posteriores.

Periferia de la meseta central iraní donde los humanos pueden haberse concentrado durante decenas de miles de años antes de dispersarse a otras partes de Asia. Foto de : Mohammad Javad Shoaee

El coautor del estudio, el profesor Michael Petraglia (izquierda), director del Centro Australiano de Investigación para la Evolución Humana de la Universidad Griffith, proporcionó una imagen mucho más clara de estos primeros movimientos humanos.

"Nuestro estudio multidisciplinario proporciona una visión más coherente del pasado antiguo, ofreciendo información sobre el período crítico entre la expansión Fuera de África y la diferenciación de las poblaciones euroasiáticas", dice el profesor Petraglia. "La meseta persa emerge como una región clave, lo que subraya la necesidad de realizar más exploraciones arqueológicas".

El primer autor, Leonardo Vallini (derecha), de la Universidad de Padua, Italia, dijo: "El descubrimiento aclara una parte de 20.000 años de la historia del 'Homo sapiens' fuera de África, un período de tiempo durante el cual interactuamos con poblaciones de neandertales, y arroja luz sobre las relaciones entre varias poblaciones euroasiáticas, al tiempo que proporciona pistas cruciales para comprender la historia demográfica de nuestra especie en Europa, Asia Oriental y Oceanía".

El autor principal, el profesor Luca Pagani (izquierda) añadió: "La revelación de la meseta persa como un centro de migración humana temprana abre nuevas puertas para la exploración arqueológica, lo que enriquece nuestra comprensión del viaje de nuestra especie a través de los continentes a la vez que destaca el papel fundamental de esta región en la configuración de la historia humana".

Fuentes: Universidad Griffith | eurekalert! | 25 de marzo de 2024

Descubren herramientas líticas del 'Homo sapiens' más antiguo que pobló la península ibérica en Guadalajara

Recreación de 'Homo sapiens'. SHUTTERSTOCK.

En la Serranía de Guadalajara, a una altitud de que supera por poco los 1.000 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el municipio de Tamajón, en el que actualmente viven poco más de 100 habitantes, en eso que llaman la España vaciada. Pues bien, en ese mismo lugar es en el que hace más de 27.000 años vivieron los que ahora se ha descubierto fueron los Homo sapiens más antiguos del interior de la península ibérica.

Así lo han demostrado y los resultados de una investigación desarrollada en el yacimiento de Los Enebrales, dentro del término municipal de Tamajón. Allí, desvela a ABC David Álvarez Alonso, uno de los miembros del equipo de investigadores y profesor del departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), han excavado en varios niveles con restos de ocupación que muestran actividad humana (industria lítica y restos de fauna) correspondiente con grupos de cazadores-recolectores del Paleolítico superior (industria lítica y restos de fauna).

«Este estudio aporta nuevos datos sobre el poblamiento humano en una zona que tradicionalmente se ha pensado que estuvo deshabitada durante miles de años, desde la desaparición de los neandertales hasta la expansión del poblamiento por parte de los humanos anatómicamente modernos», destaca David Álvarez Alonso (izquierda), el cual ha participado en este proyecto dirigido por Jesús F. Jordá Pardo (UNED) y Juan Carlos Díez Fernández-Lomana (Universidad de Burgos).

Según explica, «los primeros 'Homo sapiens' en llegar a la Península son bastante anteriores a las fechas obtenidas en Los Enebrales, pero lo que conocemos de esas poblaciones se limita a las zonas periféricas de la Península, fundamentalmente el Cantábrico, la fachada mediterránea y la fachada atlántica. El interior peninsular siempre ha reflejado un aparente vacío entre las últimas ocupaciones neandertales, hace 41.000 años hasta hace unos 25-26.000 años, durante el periodo Solutrense, al que hasta ahora se adscribían las primeras ocupaciones de 'sapiens' en estas zonas interiores peninsulares».

Fotografías y dibujos de una plaqueta decorada hallada en Los Enebrales.

En su opinión, «esto seguramente es debido a un poblamiento de tipo diferente a lo largo de la Península y a cuestiones derivadas de la propia investigación que se ha realizado, y que puede generar vacíos de ocupación sobre los que hay que realizar comprobaciones». Por eso, indica, «los datos obtenidos en Los Enebrales confirman la existencia de un horizonte anterior al periodo Solutrense en el interior peninsular, adscrito al Gravetiense y datado en torno a 27.000, retrasando el comienzo de la primera presencia humana en los territorios interiores hasta ese momento y contribuyendo a ir desterrando poco a poco la idea de un interior peninsular vacío de población».

Restos líticos hallados en Los Enebrales: Buriles (1-3), Rascador (4), Punta gravetiense (5).

En el estudio, apunta Álvarez Alonso, se ha realizado un análisis cronoestratigráfico detallado que, junto con las dataciones realizadas, han servido para contextualizar los restos de fauna, industria lítica y arte mobiliar obtenidos en las excavaciones de los años 90. De este modo, se ha podido obtener una novedosa información acerca del primer poblamiento por parte del Homo sapiens en el interior peninsular. Por ejemplo, los restos de fauna, que proceden del consumo humano, revelan un predominio de equinos, seguidos de ciervos.

Los descubrimientos realizados han sido publicados en Journal of Archaeological Science: Reports, donde aparecen los resultados del análisis de los materiales extraídos del yacimiento ya en los años 90. Sin embargo, la falta de financiación frenó la investigación y ahora, gracias a los resultados de las analíticas de Carbono 14, se ha confirmado la cronología y la antigüedad de las ocupaciones humanas. «Esta publicación es una revista de gran difusión y prestigio, con un proceso de revisión por pares que asegura la calidad del trabajo», subraya el investigador de la UCM, que afirma que «siempre que se publica en medios como este, supone una garantía y un aval para la investigación realizada».

Restos faunísticos de niveles paleolíticos de Los Enebrales. a: dientes premolares de Bos sp.; b molar deciduo de caballo; c: incisivo de caballo; d: primera falange de asno con alteración de fuego; e: astrágalo del cerf; f mamífero de tamaño mediano con diáfisis y marcas de corte; g: retoque óseo en diáfisis: h: cerf metatarso con marcas de corte; i: diáfisis de mamífero de pequeño tamaño con marcas de corte; j: escama de hueso con ocre rojo.

«Este trabajo, junto con otras investigaciones similares en la zona, sirve para poner en relieve la necesidad de intensificar el estudio del territorio interior y la investigación sobre el primer poblamiento humano moderno en la zona. Dicho trabajo, como todas las investigaciones arqueológicas tiene un alto valor patrimonial identificando un yacimiento con evidencias de actividad humana que, actualmente, es único en la zona interior de la península», concluye Álvarez Alonso.

Fuente: abc.es | 23 de marzo de 2024

Un estudio sobre unas canoas de hace 7.000 años revela el momento clave en los orígenes de la navegación

Excavaciones de la canoa 5 en el yacimiento de La Marmotta, Italia. Gibaja et al.

El yacimiento neolítico de La Marmotta (Anguillara Sabazia, Italia) se encuentra en la actualidad sumergido a ocho metros de profundidad bajo las aguas del lago Bracciano, a unos 300 metros de la línea de la orilla moderna. Pero hace unos 7.000 años, allí vivió una comunidad con una economía doméstica muy consolidada y casas rectangulares con compartimentos internos y un hogar central. Una organización espacial que podría corresponderse con un modelo inicial de protourbanismo.

Los habitantes del sitio consumieron cabras, bueyes y cerdos y distintas especies de trigo y leguminosas, cazaron y recolectaron, y fabricaron miles de artefactos de piedra, madera y hueso, ornamentos y recipientes cerámicos de cestería. Una intensa actividad que ha sobrevivido gracias a un excepcional contexto, bajo tres metros de sedimentos, para su conservación. Entre los hallazgos singulares se contabilizan decenas de hoces, cuencos, palos cavadores, arcos y cestos, restos de material textil y de alimentos y, por encima de todo, cinco canoas prehistóricas que aparecieron asociadas a algunas viviendas.

Ubicación del yacimiento La Marmotta en la península italiana.

Un nuevo estudio de estas excepcionales embarcaciones fechadas entre 5700 y 5100 a.C. ha desvelado que son las únicas canoas del Neolítico conocidas hasta el momento en los yacimientos de la cuenca mediterránea. Según los autores de la investigación, publicada en la revista PLOS ONE y liderada por Juan Francisco Gibaja, de la Institución Milá y Fontanals de Investigación en Humanidades, dependiente del CSIC, este descubrimiento ofrece información incalculable sobre el tipo de navegación que se desarrolló en ese momento de la Prehistoria.

"La datación directa de las canoas neolíticas de La Marmotta revela que son las más antiguas del Mediterráneo, lo que ofrece información invaluable sobre la navegación neolítica. Su estudio revela la asombrosa sofisticación tecnológica de las primeras comunidades agrícolas y pastoriles, destacando sus habilidades para trabajar la madera y la construcción de embarcaciones complejas", subraya Gibaja (izquierda) en sus conclusiones.

El análisis de las canoas ha confirmado que fueron construidas con cuatro tipos diferentes de árboles perforados (roble, aliso, álamo y haya), una variedad inusual en los yacimientos del mismo periodo. La canoa número uno, la mejor conservada, expuesta en la actualidad en el Museo de las Civilizaciones de Roma, mide más de diez metros de largo y contaba con refuerzos transversales para proteger el casco y mejorar su manejo.

Canoa Marmotta 1. En exhibición en el Museo delle Civiltà de Roma.

Elemento en forma de T con cuatro orificios asociados a la canoa Marmotta 1.

Además, se han identificado unos elementos con forma de T y con agujeros insertados en la zona de estribor. Su posición y características sugieren que pudieron haber sido utilizados para sujetar cuerdas atadas a una posible vela o para unir otros elementos náuticos como un estabilizador o incluso una segunda canoa formando una suerte de catamarán. Unas soluciones que habrían proporcionado mayor seguridad y estabilidad, y mayor capacidad de transporte de personas, animales y mercancías.

Canoa Marmotta 2. En exhibición en el Museo delle Civiltà de Roma.

Las canoas de La Marmotta, un lago conectado con el Mediterráneo mediante el río Arrone, de 38 kilómetros, constituyen un extraordinario ejemplo de embarcaciones prehistóricas, cuya construcción requirió una comprensión detallada del diseño estructural y las propiedades de la madera, así como una mano de obra especializada en el uso de hachas y azuelas.

Canoa Marmotta 3. En exhibición en el Museo delle Civiltà de Roma.

Canoa Marmotta 4. En exhibición en el Museo delle Civiltà de Roma.

Canoa Marmotta 5. En exhibición en el Museo delle Civiltà de Roma.

"Su tamaño, los otros elementos asociados a ellas y la variedad de especies de árboles convierten a este yacimiento en un punto de referencia obligatoria en cualquier tipo de debate sobre el proceso de neolitización alrededor del Mediterráneo y los orígenes de la navegación", destacan los investigadores en las conclusiones.

Azuelas y hachas de piedra que muestran evidencia de uso y desgaste de carpintería. A) herramienta 32454; A1-2) 200x; B) herramienta 40781; B1-2) 200x; C) herramienta 28881; C1-2) 200x (Foto: Alba Masclans)

Además de las características señaladas, en el sitio se han recuperado herramientas de piedra de obsidiana vinculadas a las islas cercanas de Lipari y Palmarola. Todas estas evidencias indican que se trataba de embarcaciones en condiciones de navegar. Según el equipo multidisciplinar de investigadores, las similitudes entre estas canoas y las tecnologías náuticas modernas respaldan la idea de que muchos de los avances clave en el mundo de la navegación se registraron durante el Neolítico temprano. Futuras prospecciones en La Marmotta, un yacimiento del que se excavó el 25% entre 1992 y 2006, pueden tal vez arrojar nuevos hallazgos sobre las canoas, a fin de seguir desentrañando los orígenes de un comportamiento fundamental en la evolución humana.

Fuentes: elespanol.com | phys.org | 20 de marzo de 2024

Material vegetal en herramientas de obsidiana halladas en Rapa Nui sugiere que sus primeros pobladores visitaron América del Sur y regresaron

Sitio de Anakena, tal como luce hoy en día después de las excavaciones y restauración. Crédito: Andrea Seelenfreund, CC BY

Un equipo de arqueólogos afiliados a varias instituciones de Chile informa que los primeros pobladores de la isla de Rapa Nui navegaron hacia América del Sur, interactuaron con las personas que vivían allí y luego regresaron. En su estudio, publicado en PLOS ONE, el grupo analizó el material vegetal encontrado en hojas de obsidiana fabricadas por los primeros pobladores de la isla.

Investigaciones anteriores han demostrado que hubo personas que vivieron en Rapa Nui durante los años 1000 a 1300, aunque aún se desconoce su origen; esos primeros colonos son más famosos por sus gigantescas tallas de piedra de figuras humanas los llamados moái.

Mapa de Isla de Pascua (Rapa Nui) que muestra la ubicación de Anakena y el sitio arqueológico.

En este nuevo estudio, el equipo de investigación encontró evidencia de que algunos de esos primeros colonos navegaron hasta la costa de América del Sur y regresaron. Un viaje de este tipo habría implicado navegar de ida durante 3.700 kilómetros y probablemente habría tardado entre uno y dos meses en llegar, dependiendo del clima.

Investigaciones anteriores han encontrado que la historia oral del pueblo Rapu Nui incluye informes de al menos un viaje realizado por los primeros colonos a América del Sur. En este nuevo esfuerzo, el equipo de investigación dio seguimiento a dichos informes desenterrando y estudiando hojas de obsidiana en un sitio llamado Anakena, el asentamiento más antiguo conocido en la isla. Los investigadores encontraron cantidades muy pequeñas de materia vegetal en 20 hojas de obsidiana, lo que constituye una evidencia clara de que se utilizaban para procesar alimentos de este origen.

Sección transversal longitudinal del perfil de la Zanja C1. Se recuperaron artefactos de la capa marcada en rojo. (Extracto de figura original en Skjølsvold, 1994 reimpreso bajo licencia CC BY, con autorización del Museo Kon Tiki).

Artefactos de obsidiana muestreados para este estudio.

Un análisis de este material vegetal mostró que procedía de la yuca, la batata, el árbol del pan, del ñame morado, del taro, la achira, el jengibre y la manzana de Tahití. De ellos, la manzana de Tahití y el árbol del pan se destacaban, dado que ninguno de los dos crece naturalmente en Rapa Nui, y el jengibre nunca antes se había visto en partes remotas de Oceanía.

La yuca, la batata y la achira también se destacaban, pero por una razón diferente: los tres son alimentos sudamericanos. También notaron que los restos de camote se encontraron en las partes más profundas del sitio de excavación, lo que sugiere que llegaron a la isla durante los primeros años de la colonización de la misma.

Los investigadores concluyen que los primeros colonos Rapu Nui se aventuraron en un viaje Sudamérica y regresaron, y quizás lo realizaron varias veces. Sugieren además que parte de los alimentos que trajeron consigo fueron plantados y utilizados para su cultivo durante los años siguientes.

Fuente: phys.org | 21 de marzo de 2024

La súper erupción del volcán Toba, hace 74.000 años, pudo haber provocado la dispersión de los humanos modernos fuera de África

Excavaciones llevadas a cabo en el sitio arqueológico de la Edad de Piedra Media, Shinfa-Metema 1, en las tierras bajas del noroeste de Etiopía, han atestiguado una población de humanos de hace 74.000 años que sobrevivió a la erupción del supervolcán Toba. Foto cortesía de https://topographic-map.com, Licencia de base de datos abierta (ODbL) v1.0.

Los humanos modernos se dispersaron fuera de África varias veces, pero el evento que condujo a la expansión global ocurrió hace menos de 100.000 años.

Algunos investigadores plantean la hipótesis de que las dispersiones se limitaron a “corredores verdes” formados durante los intervalos de climas húmedos, cuando la comida era abundante y las poblaciones humanas se expandían al mismo ritmo que sus entornos.

Pero un nuevo estudio en Nature, que incluye a los investigadores de la Universidad Estatal de Arizona Curtis Marean, Christopher Campisano y Jayde Hirniak, sugiere que los humanos también pudieron haberse dispersado durante los intervalos áridos a lo largo de las "autopistas azules" creadas por ríos estacionales. Los investigadores también encontraron evidencias de cocina y herramientas de piedra que representan la prueba más antigua de tiro con arco.

En su trabajo en el Cuerno de África los investigadores han descubierto evidencias que muestran cómo los primeros humanos modernos sobrevivieron tras la erupción del Toba, uno de los supervolcanes más grandes de la historia, hace unos 74.000 años. La flexibilidad de comportamiento de estas personas no sólo les ayudó a sobrevivir a la súper erupción, sino que también pudo haber facilitado la posterior dispersión de los humanos modernos fuera de África y por el resto del mundo.

"Este estudio confirma los resultados de Pinnacle Point en Sudáfrica: la erupción del Toba pudo haber cambiado el medio ambiente en África, pero la gente se adaptó y sobrevivió a ese cambio ambiental causado por la erupción", dijo Marean (izquierda), científico investigador del Instituto de Orígenes Humanos y Profesor de Fundación de la Escuela de Evolución Humana y Cambio Social.

El equipo investigó el sitio Shinfa-Metema 1 en las tierras bajas del actual noroeste de Etiopía a lo largo del río Shinfa, un afluente del río Nilo Azul. La súper erupción ocurrió durante la mitad del tiempo en que el sitio estuvo ocupado y está documentada por pequeños fragmentos de vidrio cuya química coincide con la del supervolcán Toba.

Se recuperó un pequeño fragmento de vidrio más pequeño que el diámetro de un cabello humano en el sitio de la Edad de Piedra Media, en el noroeste de Etiopía, llamado Shinfa-Metema 1. Su química coincide con la del supervolcán Toba situado al otro lado del mundo, en Indonesia. Las personas que vivieron en este sitio arqueológico sobrevivieron a la súper erupción gracias a su flexibilidad de comportamiento. Foto de Racheal Johnsen

Determinar el momento oportuno a través de criptotefra

"Una de las implicaciones innovadoras de este estudio es que con los nuevos métodos de criptotefra (el uso de cenizas volcánicas para datar y correlacionar eventos geológicos y climáticos) desarrollados para nuestro estudio anterior en Sudáfrica, y ahora aplicados aquí, en Etiopía, podemos correlacionar sitios de toda África, y tal vez en todo el mundo, con una resolución de varias semanas de duración”, explica Marean.

Las criptotefras son fragmentos de vidrio volcánico característicos que pueden tener un tamaño de entre 80 y 20 micrones, lo que implica que es más pequeño que el diámetro de un cabello humano. Extraer estos fragmentos microscópicos de los sedimentos arqueológicos requiere paciencia y gran atención al detalle.

“Buscar criptotefra en estos sitios arqueológicos es como buscar una aguja en un pajar, pero sin saber si existe siquiera una aguja. Sin embargo, tener la capacidad de correlacionar sitios a 5.000 millas de distancia, y potencialmente más lejos, en semanas en lugar de miles de años, hace que todo valga la pena”, dijo Campisano (derecha), científico investigador del Instituto de Orígenes Humanos y profesor asociado de la Escuela de Ciencias Humanas, Evolución y Cambio Social.

"Este estudio, una vez más, destaca la importancia de que el equipo de la Universidad de Nevada-Las Vegas/Universidad Estatal de Arizona supere los límites para analizar con éxito la criptotefra, de abundancia extremadamente baja (menos de 10 fragmentos por gramo) hasta la fecha, y enclaves arqueológicos correlacionados en toda África", continúa Campisano.

Los métodos para identificar criptotefra de baja abundacia en Pinnacle Point se desarrollaron por primera vez en la Universidad de Nevada Las Vegas (UNLV), dirigidos por el fallecido Eugene Smith y Racheal Johnsen, y ahora se llevan a cabo en el Laboratorio de preparación de sedimentos y TEphra (STEP) de la Universidad del Estado de Arizona (ASU).

Hirniak, estudiante graduada de la Escuela de Evolución Humana y Cambio Social, dirigió el esfuerzo de ASU para crear su propio laboratorio de criptotefra, el Laboratorio STEP, trabajando con Campisano y basándose en métodos desarrollados en la UNLV. Hirniak también colaboró ​​con laboratorios de criptotefra en el Reino Unido que trabajan con muestras de sedimentos que preservan cientos o miles de fragmentos de vidrio. Ahora la principal experiencia de Hirniak es la tefrocronología, que implica el uso de ceniza volcánica para vincular registros arqueológicos y paleoambientales y ubicarlos en la misma línea de tiempo, lo cual fue su contribución a esta investigación.

“Nuestro laboratorio en ASU fue construido para procesar horizontes de criptotefra de abundancia extremadamente baja mediante una técnica altamente especializada. Sólo hay unos pocos laboratorios en el mundo con estas capacidades”, afirmó Hirniak (izquierda).

Las puntas de proyectil de halladas en sitio arqueológico de la Edad de Piedra Media, Shinfa-Metema 1, en las tierras bajas del noroeste de Etiopía, y que datan de la época de la súper erupción del Toba, hace 74.000 años, proporcionan evidencia del uso del arco y flechas antes de la dispersión de los humanos modernos fuera de África. Foto cortesía del Proyecto de estudio del Nilo Azul.

Migraciones por las 'autopistas azules'

Con base en la geoquímica isotópica de los dientes de mamíferos fósiles y cáscaras de huevos de avestruz, concluyeron que el sitio de Shinfa-Metema 1 fue ocupado por humanos durante una época con largas estaciones secas a la par que algunos de los hábitats más áridos estacionalmente del este de África en la actualidad. Hallazgos adicionales sugieren que cuando el caudal de los ríos se detenía durante los períodos secos, la gente se adaptaba cazando animales que acudían a los pozos de agua restantes para beber. A medida que los pozos de agua siguieron reduciéndose, se hizo más fácil capturar peces sin ningún equipo especial, y las dietas se inclinaron más hacia el pescado.

Sus efectos climáticos parecen haber producido una estación seca más larga, lo que hizo que la gente de la zona dependiera aún más del pescado. La reducción de los pozos de agua también pudo haber empujado a los humanos a migrar hacia el exterior en busca de más alimentos.

"A medida que la gente agotaba los alimentos dentro y alrededor de un determinado pozo de agua de la estación seca, probablemente se veían obligados a trasladarse y buscar nuevos pozos de agua", dice John Kappelman (izquierda), profesor de antropología y ciencias planetarias y terrestres de la Universidad de Texas en Austin y autor principal del estudio. "Los ríos estacionales funcionaron así como 'bombas' que desviaron poblaciones a lo largo de los canales de un pozo de agua a otro, impulsando potencialmente la dispersión más reciente fuera de África".

Es poco probable que los humanos que vivieron en Shinfa-Metema 1 fueran miembros del grupo que abandonó África. Sin embargo, la flexibilidad de su comportamiento les ayudó a adaptarse a las condiciones climáticas desafiantes derivadas de la súper erupción del Toba, y fue probablemente un rasgo clave de los humanos de la Edad de Piedra Media que permitió a nuestra especie finalmente dispersarse fuera de África y expandirse por todo el mundo.

Las personas que vivían en la zona de Shinfa-Metema 1 cazaban una variedad de animales terrestres, desde antílopes hasta monos, como lo atestiguan las marcas de cortes en los huesos, y aparentemente cocinaban sus alimentos, tal como lo demuestran las evidencias de fuego controlado hallados en el sitio. Las herramientas de piedra más distintivas son pequeñas puntas triangulares simétricas. Los análisis muestran que dichas puntas son probablemente puntas de flecha que, con 74.000 años de antigüedad, representan la evidencia más antigua de tiro con arco.

La investigación sobre criptotefra de ASU fue financiada por la Hyde Family Foundation, la National Science Foundation, el Institute of Human Origins y la Arizona State University.

Fuente: Arizona State University | 20 de marzo de 2024