Hallan en Trieste (Italia) una piedra circular con grabados que representan el mapa astronómico más antiguo que se conoce

El arqueólogo Federico Bernardini (izquierda) y el astrónomo Paolo Molaro en el Castelliere di Rupinpiccolo de Trieste, posan con lo que podría ser el mapa celeste más antiguo jamás descubierto. Crédito: INAF

El excursionista que se encuentre subiendo por los senderos que ascienden desde Rupinpiccolo, pueblo característico del Karst de Trieste, puede en algún momento toparse con un imponente muro de grandes piedras: se trata de un castro, una antigua estructura con fines defensivos. Utilizado como fortificación desde el 1.800 al 1.650 a.C. hasta el 400 a.C., el de Rupinpiccolo es uno de los castillos más importantes, el primero que salió arqueológicamente a la luz.

Cerca de la entrada del Castelliere se encontraron dos grandes piedras circulares, dos discos gruesos de unos 50 cm de diámetro y 30 cm de profundidad, que atrajeron la atención de los arqueólogos. Uno de los dos, aparte del corte circular, no muestra más rastros de mano de obra y se cree que representa el Sol. El otro puede ser el mapa celeste más antiguo jamás descubierto.

Fue un astrónomo del INAF de Trieste, Paolo Molaro, y un arqueólogo de la Universidad Ca'Foscari de Venecia y del ICTP, Federico Bernardini, quienes se dieron cuenta de esto y relataron la sugerente hipótesis en un artículo publicado el mes pasado en Astronomische Nachrichten, la revista de astronomía más antigua aún activa en el mundo.

Modelo de elevación digital de la cara frontal del disco de piedra de Rupinpiccolo a partir de una adaptación de la fig. 1 de Bernardini et al. (2022). La orientación es arbitraria.

Cara frontal del disco de piedra procedente de una adaptación de la fig. 1 de Bernardini et al. (2022). Mapa de curvatura del disco con la posición de las marcas de cincel indicadas con círculos negros y numeradas.

«Hace unos dos años me contactó Federico Bernardini, a quien no conocía, diciéndome que necesitaba un astrónomo», recuerda Molaro a Media INAF, «porque parecía haber identificado la constelación de Escorpio en una piedra del Karst. Mi primera reacción fue de incredulidad, dado que la parte sur de la constelación de Escorpio está justo encima del horizonte en nuestras latitudes. Pero luego, al descubrir que la precesión de los equinoccios la elevaba unos 10-12 grados y la impresionante coincidencia con la propia constelación, comencé a profundizar en la cuestión... Así identifiqué a Orión, las Pléyades y, al fondo, Casiopea. Todos los puntos presentes excepto uno".

Los signos identificados por Molaro y Bernardini son 29 en total: 24 de un lado de la piedra y 5 del otro. Están distribuidos de forma irregular, pero todos tienen una orientación común, como si hubieran sido grabados por la misma persona, la cual los realizó armado con un martillo y un rudimentario cincel metálico con una punta de 6-7 mm, según sugieren los análisis de los dos científicos. Al mismo tiempo, subrayan que "el arma homicida", compatible con esos 29 signos, fue un instrumento de bronce encontrado a pocos kilómetros de distancia, en el Castelliere di Elleri, y que hoy en día se conserva en el Museo Arqueológico de Muggia.

Las marcas de cincel de N.1 y N.9 de la Figura, Grupo I, están dibujadas con círculos de color azul claro y se superponen al mapa del cielo de la constelación deEscorpio producido con 'Stellarium'. La escala y la orientación se ajustan a mano para conseguir la mejor concordancia entre el patrón de la piedra y la constelación de Escorpio. Las marcas tienen un diámetro de aproximadamente un grado, correspondiente a aproximadamente 7 mm en la piedra. Las marcas de cincel 21, 22 y 23 en la parte superior derecha de la figura están marcadas con círculos rojos y no pueden identificarse con ninguna estrella cercana a Escorpio; consulte el texto para obtener una posible explicación.

En resumen, todas las pistas parecen coincidir: esos signos no son obra de la naturaleza y no están ahí por casualidad. Alguien los grabó. Y los grabó hace al menos 2400 años, cuando el Castelliere di Rupinpiccolo aún cumplía su tarea de fortificación y las estrellas de Escorpio todavía brillaban sobre el horizonte, según lo reconstruido por Molaro. Una estrella en particular, Sargas, también llamada Theta Scorpii, ya no es visible desde el Castelliere por estar demasiado bajo en comparación con el horizonte, pero sí lo era en 1800 a.C., tal como calculó el propio Molaro simulando el cielo nocturno de la época sobre Rupinpiccolo con el programa Stellarium. Y así fue también en el año 400 a.C.

Porción de la piedra superpuesta al mapa celeste de las Pléyades. Las marcas de cincel en la piedra están dibujadas con círculos de color azul claro de aproximadamente el doble de tamaño que las marcas reales, es decir, con un diámetro de unos 8 minutos de arco, con el centro de las marcas resaltado con puntos rojos para permitir su visibilidad. Se ha tomado a Alcyone como referencia inicial, ajustando orientación y escala para obtener la mejor coincidencia con los demás miembros de las Pléyades. Las flechas muestran asociaciones tentativas de las marcas del cincel con las nueve estrellas más brillantes de las Pléyades. Las siete hermanas son Alcyone con el cincel N. 17, Merope con el N. 18, Electra con el N. 19, Celaeno con el N. 20, Taygeta con el N. 21, Sterope con el N. 22 y Maia con el N. 23, junto con con sus padres Atlas y Pleione con la marca de cincel N16 y N. 24, respectivamente.

Pero vayamos a las 29 señales. Todas menos una son superponibles a las estrellas de Escorpio, Orión, las Pléyades y probablemente -considerando también los 5 signos en el reverso de la piedra- Casiopea. Se trata de una superposición con una significación estadística muy alta, precisan los autores: el valor p es muy inferior a 0,001. En otras palabras, es muy poco probable que la disposición de esos signos fuera puramente fruto del azar. Y no sólo eso: las desviaciones de las posiciones reales son del orden del tamaño de los signos, lo que demuestra un cuidado considerable en la ejecución.

Todos menos una, dijimos. Pero el signo número 29 también podría estar ahí a propósito. Los autores proponen que el intruso podría ser una supernova, la llamada “supernova fallida”. Se trata de uno de esos fenómenos que los astrónomos llaman transitorios: en un momento determinado hacen su aparición y luego vuelven a desaparecer. Si este fuera el caso, sugieren Molaro y Bernardini, hoy podría haber un agujero negro en ese punto del cielo. Por lo tanto, podría valer la pena intentar localizar sus huellas.

Posición de las cinco marcas de cincel en la parte posterior del disco de piedra dibujadas con un círculo azul de aproximadamente un grado superpuesto al mapa de Casiopea. La escala y la orientación se ajustan a mano.

Las preguntas que el estudio deja abiertas son muchas y sugerentes. ¿Quién pudo haber grabado esa piedra? ¿Quiénes eran los habitantes de Castelliere en ese período? Se sabe que no sabían escribir, pero aún queda mucho por descubrir sobre ellos. Y por último: ¿es este el mapa celeste más antiguo jamás descubierto?

La representación más antigua del cielo nocturno conocida hoy es probablemente el disco de Nebra, un objeto de bronce con aplicaciones de oro que representan el Sol, la Luna y las Pléyades. Procedente de Alemania, está fechado hacia el 1.600 a.C., pero no es un mapa real, es más bien una representación simbólica. Para encontrar mapas "más fieles" es necesario esperar hasta el siglo I a.C., la época de los mapas celestes probablemente derivados del catálogo de Hypparcos, el cual se remonta al 135 a.C.

Si se acepta una datación protohistórica del objeto analizado, el trazado relativamente preciso de los asterismos en la piedra de Rupinpiccolo sería al menos unos siglos antes, concluyen los autores del estudio. Y demostraría la existencia de una sorprendente curiosidad por la astronomía ya en la Europa protohistórica.

Fuente: media.inaf.com | 22 de diciembre de 2023

Descubren cuatro extraordinarias espadas romanas y la punta de un 'pilum' en una cueva del Mar Muerto

Dos de los arqueólogos del IAA sosteniendo una de las cuatro espadas encontradas en una cueva del mar Muerto. Autoridad de Antigüedades de Israel.

Un equipo de arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA), que se encontraba excavando en la reserva natural de Ein Guedi, en el seco y árido desierto del Néguev, realizó un descubrimiento asombroso que ha sido calificado de "único": un excepcional conjunto de armas romanas, entre las que destacan tres spatha (un tipo de espada más larga, de entre 60 y 65 cm, que reemplazó al característico gladius que usaban los legionarios) con sus vainas de madera y cuero, otra espada más corta (45 cm), más parecida a un puñal y con una empuñadura en forma de anillo, y la punta de una lanza (pilum).

El 'pilum' de asta (arriba) y una de las espadas. Crédito: Dafna Gazit/Autoridad de Antigüedades de Israel.

Las cuatro espadas de hace 1.900 años, expuestas en Jerusalén. Ronen Zvulun Reuters

Los arqueólogos que han llevado a cabo el espectacular descubrimiento especulan con que estas armas podrían haber sido escondidas por los rebeldes judíos que se sublevaron contra el poder imperial romano durante la rebelión de Bar Kojba, que tuvo lugar en la provincia de Judea entre los años 132 y 135 d.C. Una moneda encontrada en la entrada de la cueva confirmaría esta hipótesis.

Vistas de la cueva desde el interior y exterior. Autoridad de Antigüedades de Israel.

UN SUEÑO HECHO REALIDAD

La punta de la lanza y las espadas, con las hojas aún en el interior de sus vainas de madera, aparecieron ocultas en una pequeña cámara de la cavidad rocosa y, según los investigadores, su estado de conservación es "excelente". "Descubrir una espada como esta es raro, ¿pero cuatro? Es un sueño hecho realidad, no podíamos creer lo que estábamos viendo", han explicado con emoción los investigadores en un comunicado.

"El ocultamiento de las espadas y el 'pilum' en las profundas grietas de una cueva tan aislada da a entender que las armas muy probablemente les fueron arrebatadas a los soldados romanos como botín o en el campo de batalla. Lógicamente, los rebeldes no querían ser sorprendidos por las autoridades romanas portando estas armas", ha explicado el arqueólogo Eitan Klein, uno de los directores de la investigación.

En la foto, de derecha a izquierda, los arqueólogos Assaf Gayer, Uriah Amichai, Eitan Klein y Amir Ganor. Yuli Schwartz (Autoridad de Antigüedades de Israel).

EXCEPCIONALMENTE CONSERVADAS

El objetivo inicial de la expedición arqueológica consistía en obtener imágenes multiespectrales de inscripciones hebreas grabadas en una estalactita de la cueva. Fue el arqueólogo del Departamento de Arqueología de la Universidad Ariel, Asaf Gayer quien se topó con la punta de una lanza excepcionalmente conservada en una cámara oculta, donde también se encontraron elementos de madera procesada y cuero, como correas, que habrían formado parte de las vainas de las espadas.

"Se trata de un descubrimiento impresionante y emocionante, que toca un momento específico en el tiempo. No todos son conscientes de que las condiciones climáticas de sequedad propias del desierto de Judea permiten la conservación de artefactos que no sobreviven en otras partes del país", declaró en el comunicado Eli Escusido, director de la Autoridad de Antigüedades de Israel. "Es una cápsula del tiempo única, en la que fragmentos de pergaminos, monedas de la Revuelta Judía, sandalias de cuero y ahora incluso espadas en sus fundas, se ven como si acabaran de ser escondidas hoy".

El tipo de espadas encontradas en la cueva eran populares entre los enemigos del Imperio Romano / PAOLO VERZONE.

Eitan Klein ha ofrecido más detalles sobre el propósito de la presente investigación: "Todavía estamos comenzando la investigación sobre la cueva y el conjunto de armas descubierto. Nuestro objetivo es intentar descubrir quién era el propietario de las espadas y dónde, cuándo y quién las fabricó. Intentaremos identificar el evento histórico que llevó al almacenamiento de estas armas en la cueva y determinar si realmente fue en el momento de la rebelión de Bar Kochba", concluye.

Fuentes: nationalgeographic.com | cnnespanol.cnn.com | 8 de septiembre de 2023

¿Cómo vería la IA la evolución humana en Atapuerca?

Población preneandertal de hace 400.000 años frente a un viejo roble. BING IA.

Los ilustradores científicos asumen cada punto analizado por los científicos de diferentes disciplinas especializados en paleontología. Así han puesto rostro y cuerpo a las especies extintas de la evolución humana. ¿Qué haría la Inteligencia Artificial? Lo hemos intentado.

El resultado ha sido muy dispar. Desde hombres simiescos, gigantes a hombres muy sapiens. Y pocas mujeres. Son invisibles en la prehistoria y también para la inteligencia artificial. Y cuando se pide una mujer neandertal de hace 150.000 años, en un entorno frío, aparece una especie de modelo vestida con pieles en lo que podría ser un cartel publicitario. La prehistoria no es cosa de mujeres para la IA.

Otra curiosidad. Poner Homo y que aparezcan los personajes del Planeta de los Simios es todo uno. Pedir un homínido u Homo neanderthalensis, por ejemplo, nos aparecen monos erguidos. Un aspecto para las especies más antiguas, con características más primitivas, pero no en preneandertales y neandertales. Y en otros nos ofrece figuras muy humanizadas. Tan sapiens y tan guapos que podrían ser portada de revista. Aunque el gazapo mayor son los aviones sobrevolando un grupo de homínidos que lo observan desde la cueva.

La mujer neandertal es como una mujer sapiens tribal para la Inteligencia Artificial.

Homo sp, 1,3 millones de años y un cuchillo muy actual

Homo sp es, hasta la aparición de Pink, que no se incluye al no estar definido en una publicación científica, el más antiguo de la familia de Atapuerca. Vivió hace 1,4 y 1,2 millones de años en la sierra de Atapuerca. Apareció en la Sima del Elefante. De él se han localizado unos pocos restos. La mandíbula, una falange y un trozo de húmero. También una pequeña herramienta con filo cortante.

En el programa Bing de Inteligencia Artificial aparece un hombre muy sapiens con un cuchillo de piedra, pero tal cual un cuchillo. Y aparece fuego. Algo que no hemos pedido y del que no hay registro en el entorno de la mandíbula que sí tenía los dientes muy desgastados. Si nos dibuja un ambiente húmedo, cerca de un río y en una zona boscosa.

Sólo se han encontrado individuos aislados, pero es de suponer que viajaban en grupo. La inteligencia artificial recrea uno de esos paseos por los alrededores de una Atapuerca húmeda y boscosa por donde hasta hipopótamos caminaban.

Así recrea el ambiente de hace 1,4 millones de años en Atapuerca y al Homo sp de 1,4 millones de años. BING IA

Homo antecessor, el origen de las especies modernas

Homo antecessor apareció en Atapuerca en el año 94. El próximo año, que está a punto de comenzar, se cumplen 30 años de su descubrimiento. Eran hombres y mujeres altos y fuertes. Se estima que podían llegar a medir 1,70 metros y pesar 90 kilos. Tenían un cerebro de 1.000 centímetros cúbicos y extremidades largas. Eran atletas o caminaban mucho porque en los huesos del tobillo se han encontrado lesiones típicas de corredores de hoy en día. Pero el Homo antecessor corriendo que nos da la inteligencia artificial no tiene nada que ver con el elaborado por el equipo de investigación de Atapuerca.

Esta especie, de la que se empezarán a tener más restos en las próximas campañas, ya que una parte del yacimiento de Gran Dolina está en el nivel TD.6 donde han aparecido los 150 restos de 11 individuos en dos sondeos. Las esperanzas de conocer algo más sobre esta especie se multiplican. Por ahora sabemos que eran caníbales, algo que la inteligencia artificial no dibuja. Estos homínidos vivían en cavidades, tenían herramientas de piedra primitivas y vivían en entornos de clima mediterráneo.

Traslado de un integrante de la tribu en la época de los preneandertales de la Sima de los Huesos según la IA. BING IA.

Prenenandertales de la Sima y el 'garrote' excalibur

Es la familia de Miguelón. Los restos de unos 29 individuos se depositaron en el fondo de la sierra de Atapuerca, en lo que hoy se conoce como Sima de los Huesos. Vivieron en Atapuerca hace 430.000 años en un clima mediterráneo, con llanuras abiertas y un bosque de fondo. De estatura media, anchos, robustos y diestros, eran capaces de cuidar a miembros del grupo más desvalidos.

Le pedimos a la inteligencia artificial una foto del grupo de individuos en un árbol, tal y como los dibujó Mauricio Antón. Cualquier parecido entre ambas es difícil de ver. A la rigurosidad del dibujo científico, se corresponde con hombres prehistóricos haciéndose un selfi en el árbol y detrás una cueva.

Si pides que confeccionen una herramienta bifaz de color rojizo, se va desde las esculturas griegas a una especie de bastón de piedra que empuñan en la mano. Si pides que salgan cazando un bisonte, de uno de los grupos que pasaron por la Gran Dolina en esta época y que eran todos expertos, no le amenazan, sino que empuñan solo una lanza en su contra. Parecen hasta amigos.

Un Homo preneandertal de hace 430.000 años camina por un entorno de clima mediterráneo con llanuras abiertas y bosque de fondo en Atapuerca, y otro grupo de mujeres y hombres de estatura media anchos y robustos y diestros observan una herramienta de piedra de color rojizo.

Recreación por Inteligencia Artificial de Homo antecessor. BING IA

Neandertal, más simio que humano

Los neandertales están muy presentes en Atapuerca. De hace 150.000 años los hay en el yacimiento de Cueva Fantasma; más modernos, de hace 80.000, los hay en Estatuas exterior, y de todo el tramo de presencia neandertal en el interior. Esta especie se ha mostrado en unos pocos restos en Galería de las Estatuas interior y en Cueva Fantasma. Pero son piezas pequeñas que no hablan de las características de esta especie.

Por el resto de las investigaciones de otros yacimientos sabemos que los neandertales tienen la cavidad nasal hacia adelante, una musculatura compacta y masiva, podían tener ojos azules y trabajaban la madera. Medían hasta 1,65 metros y eran de complexión fuerte. Vivían en entornos fríos, en cuevas donde hacían fuego y conservaban sus hogares.

Pero a la inteligencia artificial es hablarle de Homo u homínido y el aspecto de fieros simios vuelve a aparecer. Pero si se elimina ese concepto pueden aparecer fornidos y bellos jóvenes, lo que tampoco es el caso. Y sobre las mujeres estas no aparecen.

Colocar la palabra homo u homínido hace que revivan los protagonistas animados de El Planeta de los Simios. BING IA.

Curioso que cuando se hace observaciones como la presencia de fondo de lobos o hienas, acechando, en la imagen aparecen como animales domésticos. Para la inteligencia artificial se acecha, pero no se mata ni se comen animales y, mucho menos, se practica el canibalismo algo que la ciencia ha remarcado en varias especies de Atapuerca.

Si se afina la descripción, puede aparecer un grupo de hombres prehistóricos de hace 150.000 años dando caza a un mamut. Nada más lejos del preciosismo y la exactitud de los trazos de un ilustrador científico.

Fuente: elcorreodeburgos.com | 26 de diciembre de 2023

Descubren nuevos geoglifos en las proximidades de las Líneas de Nazca (Perú)

A 39 años de que las Líneas de Nazca seab declaradas por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad, el anuncio de un nuevo hallazgo arqueológico en la costa del Perú vuelve a sorprender al mundo. (Foto: Andina).

Felinos y entidades antropomorfas enriquecen el legado de las líneas de Nazca. El 17 de diciembre de 1994, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró a las Líneas y Geoglifos de Nazca y Palpa, ambas ubicadas en Ica, Perú, como Patrimonio Cultural de la Humanidad. A 29 años de este galardón, el anuncio de un nuevo hallazgo arqueológico en la costa del Perú vuelve a sorprender al mundo.

Este descubrimiento pone otra vez en la palestra la relevancia que tenía para los pobladores del antiguo Perú la convergencia entre la astronomía y la religión. Esto ha despertado el interés de investigadores a nivel mundial por conocer el significado de lo encontrado en el desierto nacional.

Este sorprendente hallazgo llega gracias al trabajo de un equipo integrado por 20 estudiantes y un arqueólogo de la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica (Unica) en los distritos de El Ingenio y Changuillo, ubicados en la provincia de Nazca, región Ica, al sur de Lima, la capital del Perú.

Los geoglifos ancestrales representan figuras de felinos y personajes antropomorfos. (Foto: Andina).

¿Qué se encontró en el desierto de Nazca?

Un total de 29 nuevos geoglifos fueron hallados durante un trabajo de investigación que duró cuatro meses y que fue autorizado por el Ministerio de Cultura (Mincul). Estas figuras fueron dibujadas en la ladera de los cerros del centro poblado de San Francisco, en el distrito El Ingenio, y en el sector de San Juan en Changuillo, y representan figuras de felinos y personajes antropomorfos.

De acuerdo al arqueólogo Omar Bendezú De la Cruz, quien lideró al grupo de universitarios, los geoglifos hallados datan de entre el año 300 a.C. y el 100 d.C. y comprenden desde el periodo Paracas tardío hasta el Nazca inicial.

El arqueólogo Omar Bendezú De la Cruz, quien lideró al grupo de universitarios que descubrieron los nuevos geoglifos. (Foto: Andina)

Tras identificar los dibujos ancestrales, se valieron de drones para sobrevolar la zona e identificarlos en video. Posteriormente, gracias a la ayuda de un software especializado, lograron analizar las imágenes y poder identificar la forma de las figuras.

“Hasta el momento, en el distrito de El Ingenio, hemos identificado 10 figuras que tienen formas de felinos, tienen una medida variada que van desde los 17 metros de largo por 12 metros de alto hasta los 42 metros de largo por 43 metros de alto aproximadamente”, contó Bendezú de la Cruz para la Agencia Andina.

A ellas se suman ocho geoglifos con formas de felinos que fueron descubiertas en el centro poblado de San Juan en Changuillo, las cuales cuentan con medidas que varían de 11,30 metros de largo por 9,53 metros de alto hasta 37,31 metros de largo por 13,70 metros de alto aproximadamente.

“Los geoglifos hallados miran al sur, hacía Las Líneas de Nazca. Los habitantes de esa época al parecer tenían como deidad al felino o tenía un significado muy especial para ellos”, manifestó Bendezú de la Cruz.

Geoglifos dcomplejos con representación de felinos y personajes antropomorfos. (Foto: Andina)

¿El felino como deidad principal?

Una hipótesis que maneja el experto es que los antiguos pobladores peruanos de esta zona tendrían como deidad al felino, tal como la cultura egipcia. Por tal motivo, los estudios de los geoglifos continuarán en el 2024 en busca de conocer qué papel cumplían estos mamíferos dentro de la civilización nazca.

Cabe destacar que los felinos aparecen frecuentemente en las manifestaciones artísticas, al igual que en la cerámica y en textiles, de los Paracas. Algunos investigadores consideran que están vinculados a la fertilidad y como deidades del agua.

“El descubrimiento de estos nuevos geoglifos en El Ingenio y Changuillo en la provincia de Nazca, es un importante hallazgo para la arqueología peruana”, manifestó Bendezú.

El equipo guiado por el experimentado arqueólogo espera identificar más geoglifos en las zonas durante los próximos meses. Para lograrlo, indicó que no solo va a requerir del apoyo de las autoridades locales y de la UNICA, sino también de la colaboración de la empresa privada.

Fuente: infobae.com | 24 de diciembre de 2023

Descubren las fortalezas más antiguas del mundo en Siberia

El asentamiento fortificado se encuentra en lo alto de una sección de tierra con vistas al abundante río Amnya. Crédito de la imagen: Nikita Golovanov.

En un hallazgo arqueológico revolucionario, un equipo internacional liderado por arqueólogos de la Universidad Libre de Berlín ha desenterrado asentamientos fortificados de 8.000 años de antigüedad en una remota región de Siberia.

La investigación se centró en el asentamiento fortificado de Amnya, reconocido como el fuerte de la Edad de Piedra más septentrional de Eurasia, donde el equipo llevó a cabo trabajos de campo en 2019.

Regiones con sitios cerrados/fortificados de cazadores-recolectores y agricultores (incubados) y tradiciones alfareras tempranas (tonos verdes y naranjas) en el noroeste de Eurasia, del séptimo al sexto milenio cal antes de Cristo (ilustración de B. Ahrens y S. Juncker; distribución de la cerámica modificado después de Jordan et al .Referencia Jordan, K., P., H. Piezonka, F. y J.2016 ; cercamientos de comunidades agrícolas después de Müller 2010; ver OSM para referencias).

«A través de detallados exámenes arqueológicos en Amnya, recolectamos muestras para datación por radiocarbono, confirmando la antigüedad prehistórica del sitio y estableciéndolo como el fuerte más antiguo conocido en el mundo», dijo Tanja Schreiber (izquierda), arqueóloga del Instituto de Arqueología Prehistórica en Berlín y coautora del estudio publicado en Antiquity.

«Nuestras nuevas investigaciones paleobotánicas y estratigráficas revelan que los habitantes de Siberia occidental llevaban un estilo de vida sofisticado basado en los abundantes recursos del entorno de taiga», añadió.

Los habitantes prehistóricos pescaban en el río Amnya, al tiempo que cazaban alces y renos utilizando lanzas con puntas de hueso y piedra. Para conservar sus excedentes de aceite de pescado y carne, crearon cerámicas decoradas de manera elaborada.

Amnya I, estructuras en el relieve superficial (ubicaciones resaltadas). Arriba: depresión de la caseta 5; abajo: línea de defensa exterior con banco y foso III (fotografías de E. Dubovtseva).

El actual hallazgo confirma que estos valiosos recursos eran depositados en almacenes resguardados mediante grandes fortificaciones. Esto desafía la visión tradicional de que los asentamientos permanentes, acompañados de estructuras defensivas, solo surgieron con las sociedades agrícolas —es decir, la agricultura y la cría de animales no eran necesariamente requisitos previos para la complejidad social—. Los hallazgos de Siberia, junto con otros ejemplos globales como Göbekli Tepe en Anatolia, contribuyen a una reevaluación más amplia de las nociones evolucionistas que sugieren un desarrollo lineal de las sociedades de lo simple a lo complejo.

En diversas partes del mundo, desde la península coreana hasta Escandinavia, comunidades de cazadores-recolectores desarrollaron grandes asentamientos aprovechando los recursos acuáticos. En este caso, la abundancia de recursos naturales en la taiga siberiana —como las migraciones anuales de peces y rebaños— probablemente desempeñó un papel crucial en el surgimiento de los fuertes de cazadores-recolectores. Los asentamientos fortificados con vistas a los ríos podrían haber servido como ubicaciones estratégicas para controlar y explotar lugares de pesca productivos.

Asentamientos complejos de la Edad de Piedra en Siberia occidental con casas fosas y elementos circundantes (en el sentido de las agujas del reloj desde arriba a la izquierda): Mergen 6; Amnya I y II; Imnegan 2.1; Kayukovo 1 y 2 (ilustración de S. Juncker y H. Piezonka).

La naturaleza competitiva derivada del almacenamiento de recursos y el aumento de poblaciones es evidente en estas construcciones prehistóricas, derrocando las suposiciones anteriores de que la competencia y el conflicto estaban ausentes en las sociedades de cazadores-recolectores.

«Todo esto subraya la diversidad de caminos que condujeron a organizaciones sociales complejas, reflejadas en el surgimiento de construcciones monumentales como los fuertes siberianos. También destaca la importancia de las condiciones ambientales locales en la formación de las trayectorias de las sociedades humanas», concluyó Schreiber.

Fuente: noticierouniversal.com | 8 de diciembre de 2023

Expertos confirman la presencia de arte rupestre 'inédito' en la Cueva del Toro de Benalmádena (Málaga)

Pintura de bóvido acéfalo. Cueva del Toro. Benalmádena (Málaga)

La Cueva del Toro de Benalmádena se adentra en su historia para descubrir su pasado neandertal. De la mano del proyecto internacional First Art, diferentes investigadores están analizando de primera mano el arte prehistórico de la cavidad, posiblemente asociado a los grupos que habitaron en el sur peninsular hace 40.000-50.000 años.

Esta iniciativa investigadora contempla tres proyectos para poner en valor la cueva: la investigación, la conservación y documentación de la misma a través de técnicas tridimensionales, junto a la protección especial y divulgación del yacimiento.

Entre los profesionales que están estudiando estos días la Cueva del Toro de Benalmádena se encuentran Diego Salvador Fernández Sánchez, de la Universidad de Cádiz (UCA) y la Complutense, y Hugo Alberto Mira, investigador y experto en técnicas digitales 3D y escaneo. "Sabemos que se realizaron en la cavidad actividades económicas de diversas categorías", han subrayado.

Los investigadores trabajan en la realización de paneles y calcos, toma de muestras, análisis de pigmentos y otros estudios. Según han apuntado, "la cueva ofrece respuestas claves para conocer la historia de la humanidad" pese a no albergar tesoros ni objetos de gran valor.

Concretamente, "se trata de una cavidad 'excepcional' para el estudio del arte prehistórico europeo, que arroja arte rupestre inédito, eminentemente abstracto, elementos que no podemos asociar con figuras reconocibles por el ojo humano moderno", han asegurado.

Expertos analizando las pinturas rupestres de la Cueva del Toro. / M. H. (Benalmádena).

En esta investigación también está presente el Instituto Max Planck para la Antropología Evolutiva en Leipzig (Alemania), puntero en su trabajo sobre el ADN mitocondrial de los neandertales, donde participa su investigador principal y premio Nobel de Medicina 2022.

Asimismo, el equipo del Instituto Politécnico de Portugal y la Universidad de Nanjing (China) participan en este proyecto con la toma de muestras de calcita para uranio-torio en la cavidad. Estas muestras han sido enviadas ya a esta universidad china donde se analizarán para su posible datación, junto a otros estudios arqueométricos para la caracterización de los pigmentos y su composición.

El alcalde de Benalmádena, Juan Antonio Lara, ha subrayado que desde el equipo de gobierno la colaboración será "absoluta", y ha agradecido todo el trabajo realizado por el equipo técnico y humano en la cavidad. "Estamos ante la posibilidad de respaldar un hito investigador que sería único en España con Benalmádena como una de las grandes protagonistas".

Fuente: elespanol.com | 11 de diciembre de 2023

Investigadores de la UCA lideran un proyecto de investigación de arte paleolítico en la Cueva del Toro

investigadores en la Cueva del Toro

Más de una treintena de investigadores de España, Portugal, Inglaterra, Italia, Alemania y China participan en el proyecto científico Estudio y documentación gráfica del Arte Rupestre Prehistórico de la Cueva del Toro (Benalmádena, Málaga). Caracterización arqueométrica y datación U/Th del Arte Paleolítico de la bahía malagueña, dirigido por el investigador de la Universidad de Cádiz, Diego Salvador Fernández Sánchez, doctor especialista en Arte Prehistórico. El Ayuntamiento de Benalmádena ha acogido la presentación del estudio internacional junto a autoridades municipales y responsables académicos.

La actividad aglutinará a reconocidos especialistas en Arqueología Prehistórica y Arte Rupestre como el catedrático de la Prehistoria de la UCA, José Ramos, el coordinador de la Cueva de Ardales, Pedro Cantalejo, el director del proyecto europeo First Art, Hipólito Collado, el conservador de la Cueva de Nerja, Luis Efrén, el profesor titular de la UCA, Eduardo Vijande, el investigador Hugo Mira o la arqueóloga Itziar Merino, del Ayuntamiento de Benalmádena. Entre las instituciones participantes se encuentran centros de impacto internacional como el Instituto Terra e Memória, el Max Planck Institute o el College of Geographical Sciences of the Nanjing Normal University.

Los trabajos cuentan además, con el apoyo de la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Benalmádena, aportando ayuda en la logística, elaboración de documentación técnica requerida, y en la futura difusión de datos una vez realizados los trabajos científicos, que se plasmarán en la realización de una batería de conferencias de los especialistas implicados y en la publicación de los mismos, para dar a conocer los avances y resultados de la investigación.

La Cueva del Toro, también conocida como Cueva del Calamorro por su situación en el Cerro del Calamorro (a los pies de la Sierra de Mijas), fue descubierta en 1969 por Manuel Giménez, quien publicaría en 1972 junto a Javier Fortea su contenido de arte paleolítico en la prestigiosa revista Zephyrus. Esto le valdría su denominación como Bien de Interés Cultura (BIC), la máxima figura de protección patrimonial de nuestro país. No, obstante desde entonces y hasta la actualidad, la Cueva del Toro no volvería a ser estudiada, limitándose su tímida aparición a unas pocas obras de compendio.

Este largo olvido de 50 años la haría objetivo de numerosos episodios de vandalismo y visitas descontroladas, algunas de ellas con nefastas consecuencias para sus motivos paleolíticos más representativos. Ahora, este proyecto pondrá fin a esa fase de abandono, convirtiendo al yacimiento en plena “punta de lanza” de la arqueología prehistórica y acercándolo a la metodología científica del siglo XXI. Para ello, se han planteado tres líneas de trabajo bien definidas, cuya solicitud fue aprobada recientemente por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía en Málaga.

Algunos de los investigadores que participan en el estudio de la Cueva del Toro (Benalmádena)

La primera de ellas irá encaminada al estudio de la naturaleza topográfica y medioambiental del área en la que se encuentra la cavidad, de cara a profundizar en la manera en que fueron realizados los pictogramas de Toro, su conservación y su significado territorial dentro de los patrones de poblamiento de los grupos humanos paleolíticos. Este acercamiento territorial busca también conocer las propiedades geológicas del entorno para averiguar los puntos concretos donde los artistas prehistóricos obtendrían las materias primas necesarias para elaborar los pigmentos.

La segunda línea de intervención, sin duda la más ambiciosa, tratará de catalogar el número real de motivos pintados y grabados existentes en el yacimiento y así ahondar en sus características técnicas y cronológicas. Para ello, se llevará a cabo una prospección milimétrica de los centenares de metros cuadrados de pared que componen la cavidad empleando técnicas de detección novedosas capaces de “sacar a la luz”, como explican sus promotores, restos de pigmentos allí donde estos son hoy casi imperceptibles para el ojo humano debido a su mala conservación. Esta faceta de documentación se complementará con una extensa batería de muestreos entre los que destaca: la datación de capas de calcita con U/Th para establecer la fecha mínima en que fueron realizados los motivos; la extracción de ADN a través del pigmento para determinar si este fue aplicado por humanos anatómicamente modernos o por Homo sapiens neanderthalensis; y analíticas RAMAN y de Difracción de Rayos X, para conocer con exactitud la composición o “receta” de la pintura empleada.

En tercer y último lugar, se prevé la utilización de herramientas digitales de registro tridimensional, totalmente inofensivas para el arte rupestre, con las que obtener un modelo virtual realista de todos los sectores de la cavidad, prestando especial detalle a los paneles decorados. Con ello se pretenden alcanzar tres objetivos básicos. A nivel arqueológico, completar la clásica documentación 2D con ficheros 3D que permitan inventariar cada una de las figuras a la más alta resolución. A nivel patrimonial, contar con un material de base desde el que realizar un diagnóstico integral del estado de conservación en que se encuentra el arte para adoptar medidas urgentes de actuación y garantizar, cuanto menos, la preservación virtual de la oquedad. Finalmente, a nivel social y de socialización, generar recursos didácticos con los que hacer accesible el yacimiento a toda la población en espacios como museos o colegios sin necesidad de visitar físicamente la Cueva del Toro.

Investigación, publicación y alta divulgación irán de la mano en un proyecto de gran alcance científico y patrimonial que buscan recuperar y proteger el pasado más antiguo de Benalmádena.

Fuente: Universidad de Cádiz | 2023

¿Se han desvelado los últimos misterios del Hombre de Neandertal en España?

La última campaña de excavaciones se ha desarrollado durante quince días el pasado verano. Han participado ocho personas. Carlos Mazo.

Físicamente, el Hombre de Neandertal era parecido a nosotros, aunque se distinguía por tener unos arcos superciliares muy protuberantes, lo que le daba un aspecto fiero. Y era muy fuerte. "Un Hombre de Neandertal promedio –asegura el prehistoriador Carlos Mazo–, haría parecer un alfeñique a Arnold Schwarzenegger". Uno de los grandes misterios entre quienes estudian la evolución humana es por qué, después de haber poblado Europa durante más de 300.000 años, el Hombre de Neandertal se extinguió hace 40.000-42.000.

En un momento en el que se estudian los restos encontrados desde Atapuerca a Gibraltar, y en el que los análisis genéticos aportan nueva luz sobre el tema, una cueva de la comarca de Campo de Cariñena podría aportar la pieza que falta en el rompecabezas. Allí, un equipo de la Universidad de Zaragoza dirigido por el profesor Carlos Mazo, trabaja sin prisa y sin pausa desde hace más de una década.

"A unos pocos kilómetros al sur de Aguilón se encuentra el Cerro del Pezón, donde hay varias cuevas –relata–. En tres de ellas se han encontrado vestigios de interés. En una han aparecido restos humanos y cerámicos que corresponden al Bronce Antiguo; en otra se han hallado principalmente restos paleontológicos, de fauna muy variada; y, entre ambas, se encuentra una tercera, que es en la que trabajamos desde hace 13 años".

El nombre con el que se ha bautizado la cueva, de unos 100 metros cuadrados de superficie, es poco evocador: P5. Los trabajos arqueológicos, iniciados en el año 2010, han afectado hasta el momento a la parte superior de un depósito estratigráfico potente, en el que se han identificado varios momentos de ocupación del Hombre de Neandertal.

Carlos Mazo, profesor de la Universidad de Zaragoza y especialista en el hombre de Neandertal. Heraldo.es

En 2016, el equipo de la Universidad de Zaragoza llegó a un nivel que la técnica del radiocarbono fechó en hace 42.000 años, cuando Europa sufrió importantes cambios climáticos en los que algunos científicos han encontrado el motivo por el que el neandertal se extinguió. "Hasta ahora la excavación arqueológica ha afectado a unos 20 metros cuadrados del total –señala Carlos Mazo–. En algunos puntos hemos descendido a más de cuatro metros de profundidad respecto a la cota cero. Estamos interesados en determinar las causas por la que los neandertales desaparecieron hace unos 40.000 años, algo que explique el vacío poblacional que se da en ese momento histórico. Pensamos que un factor muy importante para explicarlo es el clima, pero aún nos faltan secuencias climáticas de cierta precisión. En los últimos años se ha aportado mucha información en este aspecto pero necesitamos saber más".

Además de Carlos Mazo, en el equipo de trabajo se integran especialistas como Marta Alcolea, Rafael Laborda, Luis M. García-Simón, Cristina López-Tascón, Marina Bretos, Alicia Sanz-Royo, Vanessa Villalba-Mouco, José L. Peña-Monné, María M. Sampietro-Vattuone o Mario Gisbert. Un equipo multidisciplinar porque se trata de tomar los restos que ofrecen las excavaciones e iniciar con ellos estudios sedimentológicos, geoarqueológicos, arqueopetrológicos, traceológicos, zooarqueológicos, arqueobotánicos, arqueométricos y bioantropológicos.

Pero, ¿qué es lo que aparece en la cueva? Sobre todo, instrumentos de sílex. Un sílex de muy buena calidad, cogido seguramente en la plana de Jaulín, en los alrededores de Botorrita. Los investigadores han establecido dos momentos de población de la P5. Uno, más antiguo, en el que la cueva se habitó, y otro en el que fue más refugio provisional de cazadores. "En el primero de esos niveles encontramos abundantes artefactos tallados y varias estructuras de combustión, una de ellas de dos metros de diámetro y 20 centímetros de potencia. Eso nos prueba que la cueva en ese momento funcionó como lugar de habitación relativamente prolongada. En el segundo nivel, por el contrario, la actividad en la cueva es más puntual. Hay evidencias de caza de animales como ciervo, corzo o cabra, pero no de hogares. Esto mismo ocurre en otros puntos al norte de la cordillera Ibérica, que se constituye así como un territorio clave para entender la dinámica de las poblaciones en el Paleolítico Medio al Superior".

Jornada de puertas abiertas durante los trabajos en el yacimiento arqueológico. Heraldo.es

El trabajo en la cueva ofrece datos nuevos cada año. Las condiciones no son fáciles: sus dimensiones impiden que muchas personas trabajen simultáneamente. La excavación, además, es delicada. "Raramente usamos picoleta –subraya–. Casi todo el trabajo se hace con espátulas. Desde el inicio de la excavación hasta 2021 contabilizamos casi 8.000 restos líticos recuperados, todos siglados e inventariados, y unos 6.000 de ellos coordenados en tres ejes, x, y y z".

El trabajo, además, no se circunscribe a la cueva P5. En 2020 el equipo descubrió un nuevo yacimiento en el covacho de Folluelas, donde también se ha trabajado desde entonces. "Este verano, por ejemplo, en la P5 hemos estado un equipo de 8 personas durante 15 días". El trabajo se ha extendido luego a Folluelas, donde hasta ahora se han podido documentar varios momentos de ocupación y, sobre todo, su uso funerario y sepulcral durante el final del Calcolítico o inicios de la Edad del Bronce. Varios individuos han sido datados en torno al 2.100 a. de C.

¿Qué acabó con el Hombre de Neandertal? "Ojalá tuviera respuesta a esa pregunta, que es muy discutida entre los científicos. –concluye Mazo–. Seguramente no hubo una causa sino un conjunto de ellas. Su densidad de población era muy baja, al igual que su tasa de reproducción, y con gran endogamia. El clima les afectó seguro, quizá eran especialmente vulnerables a alguna enfermedad... Todo parece indicar que los cambios les afectaron de manera más intensa. Se ha hablado de exclusión competitiva, de que los humanos modernos y los neandertales ‘competían’ por los mismos espacios y recursos. Pero pensamos que aquí, en el entorno de la Ibérica, no llegaron a verse cara a cara. La hibridación (el 2% de nuestros genes son neandertales), se produjo fuera de Europa".

Los directores de las excavaciones pertenecen al grupo de investigación Primeros Pobladores del Valle del Ebro y Patrimonio Arqueológico (P3A), dirigido en su día por Pilar Utrilla, y en la actualidad coordinado por José María Rodanés, y a los Institutos Universitarios de Ciencias Ambientales (IUCA) y de Patrimonio y Humanidades (IPH) de la Universidad de Zaragoza. Las excavaciones cuentan con financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación y con la ayuda del ayuntamiento de la localidad zaragozana de Aguilón.

Fuente: heraldo.es | 26 de diciembre de 2023