El enorme sacrificio de animales del Turuñuelo no fue como se pensaba: los secretos del ritual tartesio

El patio de Casas del Turuñuelo con la hecatombe animal. Construyendo Tarteso.

Hace unos 2.500 años, una comunidad de tartesios instalada en la cuenca media del río Guadiana, en el actual municipio de Guareña (Badajoz), realizó un ritual singular en uno de sus edificios más impresionantes: un lujoso banquete y un enorme sacrificio de medio centenar de animales. Al finalizar la ceremonia, cubrieron la estructura con sedimentos del propio río generando un montículo artificial de unos 6 metros de altura y 90 metros de diámetro y lo abandonaron. Este edificio es el del yacimiento de Casas del Turuñuelo y sus descubrimientos están cambiando la percepción de los investigadores sobre las comunidades de los últimos momentos de Tarteso.

Este miércoles, un equipo multidisciplinar constituido por investigadores de instituciones españolas y extranjeras ha publicado en la revista PLOS ONE el estudio de los animales sacrificados y depositados en el patio del Turuñuelo, el edificio mejor conservado de la arqueología protohistórica del Mediterráneo occidental y que desde su hallazgo en 2014 no deja de dar sorpresas a la comunidad científica.

A. Mapa que indica la ubicación de las Casas del Turuñuelo (Guareña, Badajoz, España) y otros yacimientos arqueológicos en la Llanura Media del Guadiana. B. Vista aérea del edificio monumental, julio de 2021 (https://construyendotarteso.com/es/paginasITM/hecatombe-animal): 1 patio; 2 escaleras; 3 pavimentos de pizarra; 4 ambientes en planta alta.

Los resultados del estudio arqueozoológico de los restos óseos de 52 animales y del análisis microestratigráfico revelan que este sacrificio masivo de animales formó parte de una serie de rituales realizados en los últimos años del edificio hasta su abandono, cuando fue sellado intencionalmente a finales del siglo V a.C., según comentan Sebastián Celestino Pérez y Esther Rodríguez González, investigadores del IAM-CSIC y directores de las excavaciones del yacimiento. Hasta ahora se creía que se trataba de una única hecatombe, como así llamaban los antiguos griegos a este tipo de ceremonias.

Foto: Los arqueólogos Sebastián Celestino Pérez y Esther Rodríguez González tras recibir el Premio 'Luis Chamizo' por su labor investigadora y por divulgar la cultura tartésica del yacimiento del Turuñuelo. P. F. I.

Entre los animales sacrificados se han identificado 41 caballos, seis bovinos (toros y vacas), cuatro cerdos y un perro. Fueron depositados en tres fases secuenciales en el patio del edificio, según indican los resultados obtenidos mediante evaluaciones tafonómicas, microestratigráficas y una serie de dataciones radiocarbónicas. Además, se han documentado indicios de ofrendas de vegetales quemados y objetos asociados a actividades simbólicas, como las tabas de oveja. Por otro lado, la disposición de los cadáveres de animales sugiere una intención en la exposición y escenificación de los sacrificios.

En conjunto, las pruebas ponen de manifiesto que los animales murieron en el contexto de sacrificios rituales. Los animales de la fase más antigua muestran signos de haber estado parcialmente al descubierto un tiempo, ya que los carroñeros accedieron a los cadáveres y dejaron sus marcas en los huesos. En la segunda y tercera fase, los esqueletos están completos y en conexión anatómica, lo que sugiere un entierro rápido.

Excavación de los animales hallados en Casas del Turuñuelo. Construyendo Tarteso.

"En esa última fase, junto al sacrificio de dos équidos se depositaron los restos de un banquete que incluía el consumo de carne de bovinos y porcinos", según comentan Mª Pilar Iborra y Silvia Albizuri investigadoras del Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación (IVCR+i) y de Instituto de Arqueología (IUAB-SERP) de la Universidad de Barcelona, que han liderado la investigación.

El equipo multidisciplinar concluye: "Este estudio pone de relieve el papel de los sacrificios masivos de animales en las sociedades europeas de la Edad del Hierro, en concreto destaca las prácticas de sacrificio animal [el más grande documentado hasta ahora en el contexto del Mediterráneo occidental] y el comportamiento ritual tartésico en el yacimiento". Además, las autoras resaltan el protagonismo de los équidos en estos sacrificios, "hecho que evidencia la relevancia de estas especies (caballos/asnos y sus híbridos) en los sistemas económicos y en general en la cultura de las comunidades de la Edad del Hierro".

Proceso de restauración de los restos animales. Construyendo Tarteso.

Casas del Turuñuelo es uno de los descubrimientos más impactantes de la arqueología peninsular de los últimos años. Sus excavaciones, financiadas por el Ministerio de Ciencia e Innovación, la Junta de Extremadura y la Fundación Palarq, se desarrollan bajo un proyecto dirigido desde el IAM-CSIC, 'Construyendo Tarteso', y están siendo codirigidas por Sebastián Celestino Pérez y Esther Rodríguez González. Como coautores de este nuevo estudio indican la importancia del trabajo multidisciplinar con especialistas de Humanidades y Biociencias que están generando un intercambio constante de información y de ideas, ofreciendo un enfoque transversal en el estudio de este yacimiento.

Fuentes: elespanol.com | diariodigital.ujaen.es | 23 de noviembre de 2023

Los tartesios sacrificaron sus animales más preciados durante años

Vista aérea del yacimiento arqueológico del Turuñuelo, de Guareña (Badajoz), donde se hallaron decenas de animales sacrificados. SAMUEL SÁNCHEZ.

Cuando hace un lustro empezaron a excavar en Casas del Turuñuelo, un yacimiento tartésico en Guareña (Badajoz), los científicos creyeron estar ante una hecatombe. Según el diccionario de la RAE, hecatombe se refiere a una gran mortandad de personas o catástrofe. En tercer lugar, aparece el sentido original de la palabra, que procede del griego antiguo: Sacrificio de 100 reses vacunas u otras víctimas, que hacían los antiguos a sus dioses. En el Turuñuelo, no han encontrado 100 bueyes, pero sí restos de una cincuentena de animales, sobre todo caballos. Ahora, el estudio a fondo de todos los animales ilumina la relevancia de este lugar para sus constructores, los tartesios. Pero los motivos por los que Tartesos abandonó esta especie de santuario, como el resto de sus construcciones, para desaparecer en la historia, siguen siendo un misterio.

Casas del Turuñuelo fue descubierta en 2014. Estaba enterrada bajo seis metros de limo y tierra traídos del cercano río Guadiana. Al desenterrarla, al año siguiente, se encontraron un edificio de dos plantas. “Algo así no aparecería en el Mediterráneo occidental hasta los tiempos de Roma, hasta Pompeya”, dice Sebastián Celestino, investigador del Instituto de Arqueología de Mérida (IAM-CSIC) y codirector de la excavación del Turuñuelo. Con distintas técnicas de datación, señalaron que estaba en uso en el siglo V antes de la era actual, hace unos 2.500 años. Eran los últimos tiempos de la civilización de Tartesos, nacida en la costa de lo que hoy es Cádiz de la mano de fenicios venidos del Mediterráneo oriental y expandida desde el valle del Guadalquivir al del Guadiana.

Para los antiguos griegos, era la mayor civilización del occidente. Al excavar descubrieron una sala con un altar con la forma de una piel de buey en la que había elementos decorativos de procedencia cartaginesa o incluso griega en la que había también restos de animales. Pero a medida que bajaban hallaron primero dos caballos a los pies de una escalinata, después una especie de patio con una veintena de animales y más tarde, debajo de esa capa de huesos, otra con decenas de seres más. Entonces se creyó que formaban parte de una hecatombe al estilo griego y posterior banquete. Ahora, la revisión completa de todos los restos cuenta otra historia.

Los resultados del estudio arqueozoológico de los restos óseos, publicado en la revista científica PLoS ONE, han identificado a 52 animales. La mayoría son caballos (41 del total) y mulos adultos, pero también hay bóvidos (toros y vacas), cerdos y un perro. Pero el análisis estratigráfico muestra que este sacrificio masivo no fue durante una hecatombe única, sino que formó parte de una serie de rituales realizados en los últimos años del edificio hasta su abandono, cuando fue sellado intencionadamente.

“En un principio el sacrificio nos parecía que se había hecho en un solo momento”, dice la zooarqueóloga de la Universidad de Barcelona y coautora del análisis de los animales, Silvia Albizuri (izquierda). “Llegas allí, ves esa foto fija, y piensas que han sido sacrificados todos así”, añade su colega de investigación, Mª Pilar Iborra (derecha), investigadora del Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación. “El estudio tafonómico [la ciencia de la formación de un fósil desde algo vivo] que hemos hecho nos ha aportado información sobre la historia de ese depósito, desde que se enterró hasta que se ha desenterrado”, explica Iborra.

“Los huesos recogen toda esa información, todo lo que les ha pasado, si han sido sacrificados, si han sido consumidos, si han estado expuestos al sol. Toda esa información es la que nos ha permitido definir que hay tres grandes momentos de depósito. Casas del Turuñuelo fue una especie de santuario en el que los tartesios realizaron sacrificios durante años, quizá una década, termina Iborra.

Trabajos desarrollados desde el Instituto de Arqueología Ibérica de la UJA.

El análisis también ha mostrado que los équidos eran machos adultos, casi todos de edades entre los cinco y los ocho años. De los seis bóvidos, cuatro eran toros, mientras que los restos porcinos pertenecían a cerdas adultas. La edad es clave para que las científicas descarten que los hubieran depositado allí tras una muerte natural o por una enfermedad. La tesis del sacrificio coge más fuerza cuando se tiene en cuenta que tanto équidos como cerdas estaban en lo mejor de su vida útil, ya fuera como animales de carga, para las bigas gobernadas por aurigas o para la cría. Como dice la zooarqueóloga de Albizuri, “esto implica un esfuerzo enorme para una comunidad”.

La confirmación del sacrificio ritual se hace evidente en los huesos de las dos primeras fases del enterramiento. No es solo que sendas capas estuvieran separadas por una especie de manto de unos quince centímetros de cereales quemados, lo que lo relacionaría con ofrendas por la fertilidad de la tierra, sino que las osamentas no tienen marcas de haber sido despiezadas, evisceradas ni consumidas por los humanos. Además, los ejemplares de la primera, los más antiguos, muestran que estuvieron expuestos al ambiente, al sol, a la acción del viento. “Cuando hacen un sacrificio no lo entierran, lo que quieren es que la gente lo vea. Es una exposición de lo que has hecho y que ha costado mucho hacer, porque sacrificas animales que son muy apreciados”, comenta Iborra.

Pero en la tercera fase, algo ha cambiado. “Lo que hemos podido observar en la última fase de depósito es que además del sacrificio de animales, también se consumió su carne, pero no la de caballos, solo de vacas y de un ternero, en el que incluso detectamos marcas de mordeduras humanas. Entonces se haría un banquete, un acto de comensalidad en esa última fase”, cuenta Iborra.

Aspecto de la zona del patio y la escalinata del edificio de Casas de Turuñuelo.

Su colega Albizuri añade: “cuando hablamos de banquete, hablamos de una comida que no sabemos dónde se celebró, pero sí que los restos de esa comida se quedaron en el patio. Porque otra cosa que solían hacer cuando terminaban un acto de estas características era colocar los restos en un silo abandonado”. A lo que Iborra añade: “Era para preservar la memoria de ese acto. De hecho, en esa fase 3, el ternero está con todos los huesos inconexos, con marcas de carnicería, con marcas de mordeduras humanas, pero depositados todos en conjunto, sin conexión anatómica, pero agrupados. En la Edad del Hierro eran muy habituales estos bothros”. En la Odisea, Homero describía los bothros como hoyos excavados en los que se vertía la libación por los muertos y encima de elllos se sacrificaba a las víctimas. Tras aquel banquete o poco después, la Casa del Turuñuelo fue enterrada y el lugar abandonado.

Ni Iborra ni Albizuri saben el motivo del abandono. Tampoco el codirector de las excavaciones. “Lo sellaron con arcilla y lo abandonaron”, dice Celestino. "Pero como el del Turuñuelo, tenemos otras 13 localizaciones tartésicas, todas enterradas intencionadamente y todas abandonadas a la vez, en el siglo V antes de esta era. Algo pasó que afectó a todos”.

El equipo de arqueólogos están trabajando con geólogos y paleoclimatólogos para investigar si la causa pudo ser una persistente sequía o, por el contrario, una sucesión de lluvias. Con la ayuda de la Fundación Palarq y las administraciones estatal y autonómica, los investigadores quieren desenterrar más lugares de Tartesos y seguir excavando en Casas del Turuñuelo, porque están convencidos de que hay algo más debajo de los animales sacrificados.

Fuente: elpais.com | 22 de noviembre de 2023

Descubren una pieza hitita de marfil de 2.800 años de antigüedad en Hattusa (Turquía)

Representación de una esfinge y un león grabados en una pieza de marfil encontrada en Hattusa. Instituto Arqueológico Alemán.

Desde que Hattusili I llegara al poder en 1650 a.C., la ciudad de Hattusa (nombrada en 1986 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco) fue la capital del Imperio Hitita. Situada en el centro de Anatolia, en la actual Bogazköy, en la provincia turca de Çorum, Hattusa estaba rodeada de espesos bosques y fértiles campos. Pero el Imperio Hitita, uno de los más importantes de la antigüedad, acabó desapareciendo durante el Bronce Final, entre otras causas, debido a las invasiones de los llamados "pueblos del mar". Así, la otrora poderosa capital fue abandonada hacia 1200 a.C.

Desde 2006, el Instituto Arqueológico Alemán está llevando a cabo unas excavaciones sistemáticas en la capital hitita bajo la dirección de Andreas Schachner (izquierda). Durante la presente temporada, los trabajos que se están realizando en la ladera noroeste de la zona del llamado Gran Castillo (una residencia real) han sacado a la luz un magnífico hallazgo: un colmillo de elefante de 2.800 años de antigüedad profusamente tallado.

La pieza de marfil, que mide aproximadamente unos 30 centímetros de largo y 10 de ancho, muestra la representación de una esfinge con cabeza humana y cuerpo de león alado, así como dos altas plantas que podrían simbolizar árboles de la vida.

Imagen de la pieza de marfil decorada que ha sido localizada durante las excavaciones llevadas a cabo en Hattusa. Instituto Arqueológico Alemán

UNA DELICADA TALLA DE MARFIL

Según el arqueólogo alemán, esta hermosa pieza de marfil pudo haber formado parte de un mueble. "Probablemente se añadió como adorno a una caja de madera o a un mueble de madera en su época. La pieza está rota en los lados derecho e izquierdo, pero el superior y el inferior están intactos. Por lo tanto, lo más probable es que este elemento fuera más largo", ha declarado Schachner.

Schachner explicó además que este objeto es único entre los hallazgos descubiertos hasta la fecha en la Hattusa de la Edad del Hierro, un asentamiento que se fundó después de que la ciudad fuera abandonada por los hititas. "Por primera vez nos encontramos ante una obra decorada con una escena tan densa y bellamente representada. Se han llevado a cabo extensas excavaciones en los niveles de la Edad del Hierro en Boğazköy (Hattusa), pero nunca antes habíamos encontrado un objeto que presentara tal lujo de detalles".

Detalle del león y uno de los árboles grabados en la pieza de marfil encontrada por los arqueólogos en Hattusa. Instituto Arqueológico Alemán.

Por otra parte, según los investigadores, los símbolos tallados en este fragmento de marfil podrían arrojar luz sobre las relaciones que mantuvieron los habitantes del asentamiento con otras culturas y pueblos de la época. "Esta pieza podría indicar que la Hattusa de la Edad del Hierro ya no era una ciudad pequeña, sino que empezaba a ser un centro de poder mucho más importante".

"En comparación con otros hallazgo anteriores, este demuestra que la ciudad ya presenta en ese momento una estructura social compleja y jerarquizada", finaliza el arqueólogo alemán, que añade con satisfacción que este hallazgo permitirá a los investigadores conocer con más detalle el arte y la sociedad de ese período.

Fuente: nationalgeographic.com.es | 20 de noviembre de 2023

Uno de los muros de Hattusa. / Francesco Bandarin vía UNESCO

Hattusa, la capital del Imperio hitita que ahora es patrimonio de la humanidad

Hace más de tres milenios, Hattusa, la capital hitita, vivió un periodo con una importante afluencia

En el centro de Turquía (antes Anatolia) se encuentra Hattusa, la capital del Imperio Hitita. De acuerdo con el sitio web de la UNESCO, que reconoció a la capital hitita como patrimonio de la humanidad en 1986, la ciudad vivió sus mejores años en el segundo milenio a.C.

Hoy por hoy, sus ruinas, rodeadas por una muralla de ocho kilómetros, se conservan y se han convertido en un punto de interés para arqueólogos e historiadores. Gracias a los esfuerzos del Instituto Arqueológico Alemán y algunas dependencias turcas, se han descubierto una enorme variedad de templos, palacios y viviendas.

Además de los edificios, se han hallado otras instalaciones que nos acercan al desarrollo tecnológico de Hattusa, una de las ciudades más antiguas del Oriente Próximo y Medio. Por ejemplo, se demostró la existencia de graneros y estanques artificiales para almacenar agua.

Vista general de Hattusa. / Umut Özdemir vía Ministerio de Cultura y Turismo.

La relevancia histórica de la capital hitita

Según el portal Türkiye Sustainable, la existencia de Hattusa -hasta su descubrimiento en 1834- había sido un mito. Sin embargo, las continuas excavaciones y descubrimientos, han posicionado a la civilización hitita como una de las primeras en Oriente, capaz de fabricar herramientas y tener un poder militar considerablemente fuerte.

"Hattusa es una maravillosa historia de resistencia, misterio y una historia profundamente estratificada. Sabemos que estaban fabricando herramientas y eran un poderoso ejército en la era de los caballos y los carros. ¿Qué más se descubrirá?", menciona el portal mencionado.

Hasta ahora, entre muchos descubrimientos, uno de los más importantes es el Archivo de Bogazköy. Sus tablillas son muestra de la organización sociopolítica del imperio, pues contienen contratos, códigos legales, procedimientos ceremoniales, profecías, acuerdos de paz y literatura. Asimismo, el hecho de que existieran cinco accesos distintos a la ciudad, comprueba las habilidades organizacionales de Hattusa.

Uno de los tuneles de Hattusa. Francesco Bandarin vía UNESCO.

La continuidad arqueológica y el patrimonio de Hattusa

Con la intención de seguir descifrando la historia del Imperio Hitita, como sucedió con el descubrimiento del Gran Templo y sus interesantes características arquitectónicas, arqueólogos y especialistas siguen investigando las ruinas de Hattusa. Además, se han realizado trabajos de conservación para que su legado y patrimonio prevalezcan por mucho tiempo.

Aunque se han realizado intervenciones con fines de conservación, los atributos han mantenido en gran medida su autenticidad en cuanto a forma, diseño y disposición. Esto permite que los visitantes puedan experimentar una metrópolis de la Edad del Bronce y comprender las relaciones entre los edificios", menciona la UNESCO.

La extensa población de Hattusa (de unos 50.000 individuos) se encargó de que su ciudad, fuera relevante hasta la actualidad. Gracias a sus valores culturales, la conservación de sus ruinas y la investigación de las mismas, es posible estar un poco más cerca de esta y otras civilizaciones ancestrales.

Fuente: ngeographic.com | 20 de noviembre de 2023

Las termas de San Casciano (Siena, Italia), que reescriben la historia del arte antiguo, desvelan otro hallazgo impresionante

Uno de los fragmentos de la estatua de Apolo hallada en San Casciano, Italia. Efe / Ministerio de Cultura de Italia

Las antiguas termas de San Casciano, un yacimiento situado en la provincia de Siena, en el centro de Italia, siguen arrojando espectaculares sorpresas arqueológicas. Tras el hallazgo el año pasado de un espectacular conjunto de 24 estatuas de bronce etruscas y romanas datadas entre los siglos II a.C. y I d.C., una nueva excavación en el sitio ha sacado a la luz una estatua de mármol de casi dos metros y en un perfecto estado de conservación que representa al dios Apolo joven con un lagarto.

El Apolo, que ha sido hallado en pedazos, algunos de los cuales, como los brazos y partes de la cabeza, aún no han sido recuperados, es una copia de un original en bronce del griego Praxíteles, uno de los más renombrados escultores clásicos. Junto a esta pieza también se han descubierto una ofrenda de piedra con una inscripción bilingüe y muchos pequeños objetos de bronce, terracota e incluso cristal.

Momento en que se descubre la estatua de Apolo.

Restos de la estatua de Apolo recuperada | Comune di San Casciano dei Bagni / Università per Stranieri di Siena / Ministero della Cultura.

"El hallazgo es extraordinario", según ha destacado el Ministerio de Cultura italiano, efectuado por el equipo arqueológico del profesor Jacopo Tabolli (izquierda), de la Universidad para Extranjeros de Siena, y "abre nuevas perspectivas sobre la cotidianidad del santuario y sobre la relación del dios con el cuidado de la salud".

La estatua de Apolo, una de las deidades más importantes de la mitología griega y romana, ha salido a la luz en una zona del yacimiento donde los investigadores creían que existía un pequeño edificio sagrado. En realidad, la estructura ha resultado ser un gran templo con el pórtico adornado con cuatro columnas y la parte central con la gran vasija parcialmente cubierta por un podio adornado con grandes estatuas, una de las cuales era quizás la del joven dios.

La piedra de altar con la inscripción en el lugar donde fue hallada | Comune di San Casciano dei Bagni / Università per Stranieri di Siena / Ministero della Cultura.

Tabolli ha destacado que esta joya construida, en total continuidad de culto, sobre un antiguo y pequeño altar etrusco, "es una prueba del valor sagrado que se daba al agua caliente de la fuente, que se sentía precisamente como una divinidad que brotaba de la tierra.

"El hecho de que el Apolo se haya encontrado a pedazos no responde a un accidente, sino que la estatua se rompió deliberadamente y luego se tiró justo en el momento del cierre definitivo del sitio, en el siglo V d.C", ha señalado a la agencia Ansa el director de la excavación, Emanuele Mariotti (derecha).

"Las excavaciones de San Casciano revelan nuevas maravillas que atestiguan la fuerza de la historia. Ya hemos comprado el edificio que albergará un maravilloso museo. Gracias a quienes con pasión y dedicación están trabajando en este gran proyecto", ha revelado por su parte el ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, en sus redes sociales.

Los arqueólogos llevan años excavando en San Casciano, en la provincia de Siena, que todavía en la actualidad es famosa por sus aguas y baños termales, lo que ha permitido reconstruir estas termas, fundadas por los etruscos y que los romanos convirtieron después en un monumental complejo consagrado al asueto pero también al culto de los dioses.

Vista aérea del santuario termal romano de San Casciano dei Bagni.

El santuario, con sus estanques, terrazas inclinadas, fuentes y altares, existió al menos desde el siglo III a.C. y permaneció activo hasta el siglo V d.C. cuando, en época cristiana, fue clausurado y sellado con enormes columnas de piedra.

En sus aguas se ha encontrado un sinfín de objetos y ofrendas a la divinidad, aunque el mayor hallazgo tuvo lugar hace un año, cuando, exvotos y otros objetos, pero también 5.000 monedas de oro, plata y bronce, fueron recuperadas del barro en lo que se consideró un descubrimiento que reescribe la historia del arte antiguo y con ella la historia del paso de etruscos y romanos por la Toscana.

Algunas de la más de 5.000 monedas halladas.

Fuentes: elespanol.com | Comune di San Casciano dei Bagni | 20 de noviembre de 2023

Nuevas dataciones en el Tell Gezer apuntan a la posible existencia del reino bíblico de David y Salomón

Restos arqueológicos en Tell Gezer.

Los restos de puertas, de murallas defensivas y de un gran edificio administrativo en Gezer datan de principios del siglo X a. C., lo que los sitúa en el momento adecuado para que hubieran sido construidos por el rey Salomón, tal como afirma la Biblia.

El estudio mediante radiocarbono de las ruinas de Gezer, de 3.000 años de antigüedad, un sitio antiguo en el centro de Israel, fue publicado el miércoles en la revista PLOS ONE y pretende introducir nuevas evidencias en el largo debate sobre hasta qué punto puede la Biblia considerarse una historia real. En particular, cómo dicha obra se relaciona con la historicidad del legendario reino de David y Salomón.

El estudio no pretende probar que la monarquía unida de los israelitas descrita en la Biblia fuera una realidad histórica, pero sí mostrar que no se puede descartar la existencia de dicho reino y su participación en importantes construcciones en el enclave de Gezer, dicen los autores.

Ubicación de la excavación por el Instituto Tandy de Arqueología del Seminario Teológico Bautista Southwestern en relación con el trabajo de campo arqueológico anterior en Gezer.

La época de Salomón

Mientras que algunos arqueólogos han elogiado los esfuerzos del equipo, otros han descartado el estudio por considerarlo irrelevante.

Muchas investigaciones realizadas en las últimas cuatro décadas han demostrado que los restos antiguos esparcidos por Israel y que alguna vez fueron atribuidos a David y Salomón, en realidad databan de aproximadamente un siglo después de la supuesta época de su reinado, lo que significa que no había evidencias concretas que respaldaran la historicidad de su reino.

Sin embargo, algunos arqueólogos han rechazado este paradigma, desenterrando en los últimos años impresionantes restos del siglo X a. C. en diferentes sitios, particularmente en el centro y sur de Israel, y afirmando que estos pueden ser evidencias de que el reino de David y Salomón sí existió después de todo.

Vista aérea de las excavaciones de Tandy, con una amplia exposición de estratos de la Edad del hierro en el borde centro-sur del montículo Gezer entre los campos VII y III del Hebrew Union College.

En medio de este furioso debate, a menudo mezclado con acritud académica y contaminado por los conflictos políticos y religiosos modernos en el Medio Oriente, surgen los nuevos datos de radiocarbono publicados por investigadores del Instituto Arqueológico Austriaco, la Universidad Lipscomb en Nashville, Tennessee, y la Fundación de la Autoridad de Antigüedades de Israel.

Su artículo, bajo el prolijo y aparentemente inofensivo título de “La cronología de Gezer desde el final de la Edad del Bronce hasta la Edad del Hierro II: un punto de encuentro para el radiocarbono, la arqueología, la egiptología y la Biblia”, no necesariamente se propone cambiar lo que sabemos sobre David y Salomón.

"No esperaba estos resultados", dice la Dra. Lyndelle Webster (izquierda), autora principal del estudio. “Esperaba fechas posteriores, similares a las que vemos en los asentamientos más al norte. Pero aquí está sucediendo algo diferente que aún no podemos explicar”.

Échale la culpa a Merneptah

Gezer es un Tell, un montículo artificial formado por la acumulación de capas de viviendas humanas una encima de otra durante milenios. Su historia se remonta al menos a la Edad del Bronce Medio, hace más de 3.600 años, cuando era una importante ciudad-estado cananea en la Sefelá, la región montañosa entre Jerusalén y la llanura costera.

El equipo internacional de investigación arqueológica se centró en algunos siglos críticos de la historia de Gezer y de toda la zona del Levante: desde la Edad del Bronce Final, que marca el fin del dominio egipcio sobre Canaán, hasta los primeros siglos de la Edad del Hierro, en los que surgieron pueblos locales, entidades políticas como Israel y Judá en las tierras altas al este de Gezer, así como las ciudades-estado filisteas en la llanura costera, al oeste.

Ruinas en el Tell Gezer. Credit: Tomer Appelbaum

Los investigadores recogieron muestras de materiales orgánicos, principalmente semillas carbonizadas, de las capas arqueológicas de Gezer que eran relevantes para este período que abarca alrededor de 400 años, del 1300 al 900 a. C. "Dado que Gezer se menciona con frecuencia en textos antiguos, no solo en la Biblia, sino también en papiros egipcios y registros asirios, uno de los objetivos del estudio era ver si los eventos descritos en estas fuentes podían coincidir con los hallazgos arqueológicos datados mediante radiocarbono", explica Webster.

Por ejemplo, tomemos la ardiente destrucción de la encarnación de Gezer durante la Edad del Bronce Final, conocida por los arqueólogos como Estrato 12 (lo que significa que hay al menos 11 versiones más de la ciudad encima del mismo). Se sospechaba que esta devastación fue provocada por el faraón egipcio Merneptah, quien se jactaba de haber tomado Gezer y otras ciudades de Canaán en una famosa estela de la victoria, también conocida como la Estela de Israel (derecha) porque incluye la primera mención extra-bíblica de los israelitas.

Pero, ¿las ruinas del Estrato 12 respaldan el reclamo de una victoria por parte de Merneptah?

Así es, afirman Webster y sus colegas. Las muestras de radiocarbono tomadas de la capa destruida datan de finales del siglo XIII a. C., justo cuando se dice que el faraón hizo campaña en Canaán.

El misterio de las puertas de seis cámaras

Avanzando unos siglos, hasta el período que los arqueólogos llaman Edad del Hierro IIA, llegamos al Estrato 8 de la ciudad, que incluye una impresionante puerta de seis cámaras, un muro de casamatas y un gran edificio administrativo.
En la década de 1960, el renombrado jefe militar israelí convertido en arqueólogo Yigael Yadin descubrió puertas de seis cámaras en Megiddo y Hazor –dos importantes ciudades antiguas del norte de Israel– y en Gezer.

Yadin interpretó estas estructuras estandarizadas de la Edad del Hierro como el sello distintivo de un Estado fuerte y centralizado que se extendía por todo el territorio. El arqueólogo rápidamente las asignó a Salomón, basándose en el versículo bíblico de que este rey construyó Meguido, Gezer y Hazor (1 Reyes 9:15). La Biblia duplica esta afirmación específicamente para Gezer, diciendo que Salomón la reconstruyó después de que un faraón anónimo le prendiera fuego, y luego se la regaló a una hija que le dio en matrimonio al rey israelita (1 Reyes 9:16).

A partir de la década de 1990, muchos estudiosos adoptaron un enfoque más crítico respecto del uso de la arqueología para confirmar las narrativas bíblicas. El principal de ellos es el profesor Israel Finkelstein (izquierda), de la Universidad de Tel Aviv, quien demostró a través de sus estudios de datación de cerámica y radiocarbono, principalmente en Megiddo y Hazor, que esas enormes puertas de la ciudad databan del siglo IX a. C., un siglo después de la época en que David y Salomón han vivido, según la cronología bíblica.

En consecuencia, Finkelstein y otros han asignado tales estructuras a la dinastía Omride, que gobernó el Reino norte de Israel (a diferencia de su vecino más pequeño del sur, el Reino de Judá) en la primera mitad del siglo IX a. C.

Si las puertas de la ciudad sólo se construyeron un siglo después de la época teórica de la supuesta Monarquía Unida de David y Salomón, entonces no queda nada para apuntalar la historicidad de semejante Monarquía Unida. Si David y Salomón existieron, es posible que hayan sido simplemente jefes locales que gobernaban una pequeña Jerusalén y poco más, según los eruditos de este campo.

Ahora bien, las nuevas dataciones mediante radiocarbono del Estrato 8 en Gezer parecen desafiar todo eso, aunque los autores del estudio son cautelosos a la hora de interpretar sus hallazgos.

Sus datos de la versión monumental de Gezer en la Edad del Hierro muestran que realmente fue construida en la primera mitad del siglo X a. C., lo que podría coincidir con la afirmación bíblica de que Salomón reconstruyó Gezer.

Vista aérea del Gezer bíblico Crédito: Sam Wolff.

Las fechas de Gezer también coinciden aproximadamente con las de otros asentamientos de los siglos XI - X a. C. en la Sefela que han sido recién desenterrados, principalmente Khirbet Qeiyafa y Khirbet al-Rai. Estos sitios, excavados por equipos dirigidos por el profesor Yosef Garfinkel (derecha),de la Universidad Hebrea, han sido aclamados por los arqueólogos más tradicionalistas como evidencia de que hay cierta verdad histórica en la historia bíblica del gran reino de David y Salomón.

Por supuesto, la datación mediante radiocarbono no puede decirnos quién construyó algo. Sólo puede ayudarnos a descartar a alguien que no se ajuste a ese período de tiempo, señala Webster. Ella y sus colegas enumeran una serie de hipótesis sobre lo que podría haber llevado a la expansión de Gezer y otros asentamientos de la Sefelá en el siglo X a. C.: la formación de jefaturas cananeas locales, la creciente influencia de los filisteos en la cercana llanura costera, una temprana expansión de Judá o Israel, o una combinación de algunos de estos factores.

Pero principalmente: “Esto vuelve a poner a David y Salomón sobre la mesa por estar involucrados en al menos parte de la arquitectura monumental de la zona, o al menos no podemos descartarlos de la misma manera que estos resultados parecen descartar a los Omrides” dice Webster al diario Haaretz.

"Además, las investigaciones de los últimos años muestran cada vez más que los asentamientos de la Edad del Hierro IIA, que aparentemente comparten cerámica similar y otras características culturales (como las puertas de seis cámaras), datan de períodos ligeramente diferentes, dice. En el norte de Israel parecen remontarse a finales del siglo X y principios del IX a. C., mientras que los enclaves situados al sur, como Gezer y Qeiyafa, datan de principios del siglo X a. C.", señala.

"Se supone que estos desarrollos culturales ocurrieron simultáneamente, pero los datos sugieren un panorama más matizado, con una diferencia entre el norte y el sur", precisa Webster. "Necesitamos más datos de sitios de todo Israel para entender lo que está pasando".

La línea de tiempo bíblica Crédito: Ariel David.

Los restos del Estrato 8 en Gezer, muestran que, a pesar de estar la ciudad bien defendida, no duró mucho, ya que las nuevas fechas de radiocarbono muestran que el asentamiento fue destruido a mediados del siglo X a. C., cincuenta años o menos después de su construcción, informan Webster y sus colegas.

Tradicionalmente, esta destrucción se atribuyó al faraón Sheshonq I, también conocido como Shishak en la Biblia, el cual se cree que asaltó múltiples asentamientos en Canaán. La fecha de destrucción del Estrato 8 encaja bien con otros estudios de radiocarbono para el reinado de Sheshonq I (alrededor de 950 a. C.), pero en realidad no coincide con la fecha basada en la Biblia para su incursión de 925 a. C., dice Webster. "Aun así, dadas todas las incertidumbres involucradas y el margen de error de la datación por radiocarbono, Sheshonq/Shishak sigue siendo un probable culpable de acabar con el Estrato 8 de Gezer", añade.

Después de esta destrucción, Gezer fue rápidamente reconstruido, en lo que los arqueólogos llaman Estrato 7, y luego nuevamente destruido apenas medio siglo después, a finales del siglo X o principios del IX a. C., afirma el nuevo estudio. Tradicionalmente se había achacado esta catástrofe al rey arameo de Damasco, Hazael, que invadió gran parte del Levante y destruyó la cercana ciudad filistea de Gat. Sin embargo, la invasión de Hazael se produjo a finales del siglo IX a. C., por lo que no se puede culpar al rey arameo por el fin del Estrato 7 de Gezer. Más bien, puede estar relacionado con la creciente rivalidad en ese momento entre los reinos de Judá e Israel, o con el conflicto con los filisteos vecinos, o por causas naturales, dice Webster.

La puerta de seis cámaras de Gezer Crédito: Ian Scott. Wikimedia Commons.

Alguien dejó caer una semilla

Como era de esperar, el nuevo estudio ha provocado reacciones encontradas entre los arqueólogos bíblicos. Finkelstein, la voz líder en el enfoque más escéptico de la historicidad bíblica, dice que "la publicación carece de sentido porque no ofrece datos sobre los contextos arqueológicos en los que se recolectaron las muestras y los restos de cerámica circundantes. Sin esta información es imposible estudiar la relación entre los estratos” y los resultados “tienen muy poco valor para la cronología del yacimiento”, afirma.

"En otras palabras, está muy bien encontrar una semilla que data del siglo X a. C., pero hay que proporcionar pruebas que demuestren que realmente pertenecía al estrato 8 en disputa, y no, por ejemplo, a una capa anterior", dice Finkelstein.

"Si bien es cierto que el equipo no tomó muestras del material asociado con la tan debatida puerta de seis cámaras, recolectaron material orgánico del edificio administrativo de al lado, del cual están seguros que pertenece a la misma capa", dice el Dr. Samuel Wolff, arqueólogo. quien codirige la excavación en Gezer.

“Tomamos muestras de buenos contextos”, insiste. "Y estamos trabajando en la publicación de los datos y características de la cerámica".

Otros expertos, aunque mantienen algunas reservas sobre el estudio, son más optimistas sobre sus resultados. "Es necesario tener cierta precaución", ya que la datación por radiocarbono del estrato 8 se basa sólo en un puñado de muestras, afirma Garfinkel, el excavador de Qeiyafa y una de las principales voces del bando tradicionalista.

"Debido al amplio margen de error en la datación por radiocarbono, los investigadores deberían confiar en al menos 20 muestras de cada capa para obtener una fecha promedio creíble", dice Garfinkel. "Aun así, el estudio tiene valor porque la datación del Estrato 7 se basó en un mayor número de muestras e indican que esta ciudad posterior fue destruida a finales del siglo X a.C.", señala.

"Esto limita indirectamente las fechas del Estrato 8 más antiguo que se encuentra debajo, colocándolo sólidamente en la época de Salomón y mostrando que la atribución de las puertas de seis cámaras a los Omrides fue una ilusión”, concluye Garfinkel.

"Lo más probable es que este estudio no resuelva el debate sobre la existencia y el alcance de la Monarquía Unida", dice el profesor Aren Maeir (derecha) arqueólogo de la Universidad Bar-Ilan, el cual dirige la excavación en la antigua ciudad filistea de Gath.

"El documento publicado proporciona una datación aparentemente sólida del siglo X a. C. para las fortificaciones y estructuras públicas del Estrato 8 de Gezer. Esto, muy lógicamente, podría estar conectado con la Monarquía Unida”, dice Maeir a Haaretz. "Pero dudo que esto pueda proporcionar una respuesta final a la historicidad de David y Salomón".

Fuente: Haaretz.com | 15 de noviembre de 2023

Hallan en Serbia y Eslovenia restos de grandes enclaves o asentamientos de la Edad del Bronce

Los investigadores utilizaron Google Earth para identificar movimientos de tierra circulares y zanjas profundas como ésta en el norte de Serbia, la cual cubre al menos 40 hectáreas. BARRY MOLLOY Y DARJA GROSMAN.

Serbia y Eslovenia, han descubierto una red previamente desconocida de grandes enclaves o asentamientos arqueológicos en el corazón de Europa que podría explicar el surgimiento de las mega-fortalezas de la Edad del Bronce en el continente, las construcciones prehistóricas más grandes vistas antes de la Edad del Hierro.

Mediante la utilización de imágenes de satélite y fotografías aéreas para unir el paisaje prehistórico de la cuenca sur de los Cárpatos, en Europa Central, el equipo descubrió más de 100 yacimientos pertenecientes a una sociedad compleja.

El uso común de recintos defendibles fue precursor, y probablemente una influencia, de los famosos castros de Europa, construidos para proteger a las comunidades posteriormente, durante la Edad del Bronce.

“Algunos de los enclaves más grandes, a los que llamamos mega-fortalezas, se conocen desde hace algunos años, como Gradište Iđoš, Csanádpalota, Sântana o el alucinante Corneşti Iarcuri, rodeado por 33 km de fosos y que eclipsa en tamaño a las ciudadelas y fortificaciones contemporáneas de los hititas, micénicos o egipcios”, dijo el autor principal, profesor asociado Barry Molloy (izquierda), de la Escuela de Arqueología del Colegio Universitario de Dublín (UCD).

“Lo nuevo, sin embargo, es descubrir que estos grandes enclaves no estaban solos, sino que formaban parte de una densa red de comunidades estrechamente relacionadas y codependientes. En su apogeo, el número de personas que vivían dentro de esta red de enclaves de la Baja Panonia debieron haber ascendido a decenas de miles”.

La cuenca de los Cárpatos se extiende por partes del centro y sureste de Europa, con la vasta llanura de Panonia en su centro, atravesada por el río Danubio.

Detallada en un artículo recién publicado en la revista PLOS ONE, la nueva investigación descubrió más de 100 yacimientos en esta región ubicada en el interior del río Tisza, lo que llevó a que estas comunidades previamente desconocidas se denominaran colectivamente Grupo de Yacimientos del Tisza (TSG).

Casi todos los sitios de TSG se encuentran a unos 5 km unos de otros y están alineados a lo largo de un corredor fluvial formado por el Tisza y el río Danubio, lo que sugiere que la red era una comunidad cooperativa distribuida en muchos lugares diferentes.

Esta nueva investigación indica que el TSG fue un importante centro de innovación en la Europa prehistórica y conformó un importante centro de redes en la región, cuando los micénicos, los hititas y el Egipto del Imperio Nuevo estaban en su apogeo alrededor del 1500-1200 a.C.

Este descubrimiento proporciona nuevos conocimientos sobre las conexiones europeas en el segundo milenio antes de Cristo, lo que comúnmente se considera un importante punto de inflexión prehistórico. Parece que las avanzadas tecnologías militares y de movimiento de tierras de la sociedad se extendieron por toda Europa después de su colapso en el año 1200 a.C. "La importancia y la influencia de estos grupos ayudan a explicar las similitudes en la cultura material y la iconografía en toda Europa a finales del segundo milenio antes de Cristo", dijo el profesor asociado Molloy.

Y añade: “Nuestra comprensión de cómo funcionaba su sociedad desafía muchos aspectos de la prehistoria europea. Sería extremadamente improbable que cada uno de estos 100 enclaves arqueológicos hubieran sido jefaturas individuales compitiendo entre sí. Excepcionalmente, en la Europa prehistórica, no solo hemos podido identificar la ubicación de unos pocos enclaves mediante imágenes satelitales, sino que hemos logrado definir un paisaje poblado completo, con mapas del tamaño y diseño de los sitios, incluso hasta las ubicaciones de los hogares de las personas que se encontraban dentro de ellos. Esto realmente ofrece una visión sin precedentes de cómo estos pueblos de la Edad del Bronce vivían entre sí y con sus numerosos vecinos”.

“Sin embargo, este no fue un perido de paz y abundancia. En aquella época se produjeron importantes innovaciones en la guerra y la violencia organizada. La escala de esta sociedad indica que era relevante y poderosa en el escenario europeo y, entre la fuerza de las armas y las principales características defendibles en los asentamientos, estaban bien equipados para defender sus logros”.

Artefactos para moler grano.

El profesor asociado Molloy dijo que la percepción popular de que la arqueología se basa únicamente en paletas y cepillos, cortando quirúrgicamente el suelo al milímetro, es tan cercana a la realidad como Indiana Jones.

“Empleamos una avalancha de tecnologías de vanguardia y en este artículo nos basamos en gran medida en imágenes del espacio terrestre para descubrir una red previamente desconocida de grandes enclaves en el corazón de Europa continental: la cuenca de los Cárpatos".

“Probamos los hallazgos de imágenes de satélite en el terreno mediante estudios, excavaciones y prospecciones geofísicas. La gran mayoría de tales enclaves se establecieron entre 1600 y 1450 a. C., y prácticamente todos se derrumbaron alrededor del 1200 a. C., siendo abandonados en masa".

Los habitantes de la Edad del Bronce construyeron enormes recintos en la llanura de Panonia, dejando atrás artefactos como este carro de arcilla descubierto en una urna de cremación hace un siglo. MUSEO NACIONAL DE SERBIA

“El año 1200 a. C. fue un sorprendente punto de inflexión en la prehistoria del Viejo Mundo, con reinos, imperios, ciudades y sociedades enteras colapsando en unas pocas décadas en una vasta área del suroeste de Asia, el norte de África y el sur de Europa".

"Es fascinante descubrir estas nuevas entidades políticas y ver cómo se relacionaban con sociedades influyentes y bien conocidas, pero es aleccionador ver también cómo finalmente sufrieron un destino similar en la ola de crisis que azotó a esta región más amplia".

Por: David Kearns , periodista digital/responsable de medios, Relaciones Universitarias de UCD

Fuentes: Colegio Universitario de Dublín | science.org | 17 de noviembre de 2023

Una tumba de hace 4.000 años 'unida' al cielo: hallan un monumento funerario único en Ciudad Real

Conjunto de cámaras funerarias y corredores excavados. Proyecto 'Bocapucheros'’-OPPIDA

Sobre un promontorio natural que sobresale en la comarca volcánica del Campo de Calatrava (Ciudad Real), en un lugar que controla visualmente el paso que comunica la Meseta sur con la Alta Andalucía, se instaló hace unos 4.000 años un singular monumento funerario tumular que fue utilizado durante la Edad del Bronce. Ubicado a seis kilómetros del poblado fortificado en altura de La Encantada (Granátula de Calatrava), el conjunto prehistórico de Bocapucheros —de más de 30 metros de diámetro, con corredores y varias cámaras en su parte superior— "se encuentra en un estado de conservación excepcional".

No obstante, sus estructuras, que fueron desmanteladas parcialmente en la zona sur en época emiral para la instalación de una torre pentagonal, amenazaban con el colapso por la acción geológica de los agentes y el expolio sufrido en los últimos tiempos. Por ese motivo, desde 2022 se viene realizando un proyecto de investigación en un sitio arqueológico "sin igual", que aún esconde alzados originales de más de tres metros de altura en los túmulos, los mejor conservados en toda la península ibérica, y falsas cúpulas por aproximación de hiladas.

Los primeros resultados del estudio topográfico, antropológico-tafonómico y arqueoastronómico de Bocapucheros se han publicado en un artículo de la revista SPAL, editada por la Universidad de Sevilla. Las investigaciones están financiadas por la Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento de Almagro y la empresa privada E2IN2.

Proceso de excavación de la Cámara 3. Proyecto 'Bocapuchero'-OPPIDA.

Tras una limpieza y desescombrado general del yacimiento, el equipo de arqueólogos y prehistoriadores liderado por Alfredo Mederos Martín (Universidad Autónoma de Madrid), José Luis Fuentes Sánchez (Universidad de Granda) y Luis Benítez de Lugo Enrich (Universidad Complutense) ha documentado y excavado tres cámaras funerarias. En todas ellas se han recuperado restos humanos de la llamada Cultura de las Motillas o Bronce de La Mancha, formada por grupos sedentarios que basaban su sustento en la agricultura y la ganadería y que construyeron asentamientos fortificados.

Aunque el estudio se encuentra en proceso y sin finalizar, ya se ha podido identificar una "cámara monumental espectacular" en la que fueron enterrados dos o tres individuos. Uno de ellos es un varón adulto joven o maduro en etapas tempranas, con una estatura de 1,67 metros y apariencia robusta, pero mala salud mental. "Su esqueleto presentaba un buen estado general, salvo algunas lesiones y remodelaciones producto del estrés ocupacional centrado sobre todo en actividad intensa y recurrente de extremidades inferiores (marcha), aunque también en brazos", detallan los investigadores.

Cámara 1 (derecha), Cámara 2 (centro) y Cámara 3 (izquierda). Proyecto 'Bocapuchero'-OPPIDA.

La mandíbula de otro sujeto se corresponde también con una persona adulta madura, probablemente femenina, con una mala salud dental en la que destaca una importante retracción alveolar (periodontitis), fuertes desgastes, un proceso infeccioso y pérdida ante mortem de los molares principales.

Ambos enterramientos fueron casi contemporáneos —se han fechado entre 1884-1632 a.C.— y confirman el uso funerario de este enclave durante de la Edad del Bronce Medio, aunque su construcción puede que fuese anterior, durante el Calcolítico, como desvela el hallazgo de un plato y cuenco de cerámica con decoración del tipo Campaniforme Ciempozuelos. Además, se han identificado en las cámaras motivos de pintura rupestre esquemática.

Vista general hacia el sur del Corredor 1, con la cubierta del Túmulo 1 hundida en primer plano.

Élite social

Bocapucheros es un cerro visible desde un amplísimo territorio del sur de la Meseta y nada más atravesar Sierra Morena desde Andalucía por el paso de Salvatierra. Además de su relación visual con otros hitos del paisaje, probablemente fue un lugar sagrado durante la Prehistoria reciente.

Pero en comparación con otros complejos tumulares de la zona, como Castillejo del Bonete, en Terrinches (Ciudad Real), donde las construcciones se orienten principalmente a los solsticios de invierno y verano, en Bocapucheros se ha constatado un ritual diferente: hacia la constelación de la Cruz del Sur, la más visible del extremo meridional de la bóveda celeste observable desde las llanuras manchegas en torno a 1500 a.C. "Apenas serían visibles durante unas pocas horas durante la noche y se levantarían un máximo de entre 10º y 15º sobre el horizonte, pero serían unos indicadores excelentes del punto cardinal sur; algo parecido a nuestra estrella polar para el norte en la actualidad", explican los investigadores

Orientaciones del Corredor 1 (Co1) y de las Cámaras 1, 2 y 3 a las estrellas de la constelación ‘Cruz del Sur’. Proyecto 'Bocapuchero'-OPPIDA.

La principal conclusión de estos trabajos es que los fallecidos de la Cultura de las Motillas no solo se inhumaban en poblados fortificados en altura, como La Encantada, o en motillas como las del Azuer, El Acequión o El Retamar. También desarrollaron una nueva clase de lugares específicamente funerarios, que son monumentales y fueron ubicados en lugares de alta visibilidad, como Castillejo del Bonete y Bocapucheros.

"La jerarquización detectada en el ámbito funerario y ritual probablemente sea el reflejo de una sociedad desigual", valoran los expertos. "En este contexto, los monumentos funerarios tumulares orientados astronómicamente, que requirieron una importante inversión de trabajo, pudieron funcionar como lugares para legitimar el poder de miembros de la élite social. Son lugares centrales sin poblado asociado, en los que se enterraban personas procedentes de lugares diferentes, como revelan los individuos enterrados en Castillejo del Bonete, en el interior de la Meseta, en cuya dieta estuvo marcadamente presente la proteína marina".

Fuente: elespanol.com | 13 de noviembre de 2023

Descubren unos mosaicos enormes y excepcionales en una lujosa villa romana de Turquía

Imagen aérea del mosaico descubierto recientemente en una villa romana en Anatolia Central, Turquía. Museo Arqueológico de Kayseri / Municipalidad Metropolitana

En la localidad de İncesu, en la provincia de Kayseri, ubicada en el centro de la actual Turquía y la antigua Anatolia, un equipo de arqueólogos locales lleva varios años excavando una villa romana construida hacia el siglo IV d.C. Los trabajos de investigación habían documentado hasta el momento un espectacular suelo de mosaicos de unos 300 metros cuadrados. Sin embargo, la última campaña en el yacimiento ha desvelado que el suelo pavimentado de teselas que conforman motivos geométricos es el doble de grande.

Detalle de uno de los mosaicos hallados en la localidad turca de İncesu. Museo Arqueológico de Kayseri / Municipalidad Metropolitana.

El director provincial de Cultura y Turismo de la Municipalidad Metropolitana de Kayrseri, Şükrü Dursun (izquierda), ha explicado en un comunicado que "las excavaciones en el sitio empezaron hace tres años y que la estructura aumenta de dimensiones cada campaña. Los mosaicos comprenden ahora una superficie de 600 metros cuadrados y se cree que podría ser todavía mayor".

"En nuestros análisis hemos llegado a la conclusión de que este lugar fue construido en el siglo IV. No obstante, algunos hallazgos indican vestigios de una ocupación que se remonta al siglo III", ha apuntado Dursun. "La calidad en la elaboración de los mosaicos sugiere que esta villa fue muy importante en su época".

Imagen del mosaico, en cuya parte central se puede leer el nombre de "Hyacinthus". Museo Arqueológico de Kayseri / Municipalidad Metropolitana.

Los arqueólogos han encontrado inscripciones en latín y en griego en algunas de las piedras del edificio, cuyas dimensiones completas todavía se desconocen. Una de ellas recoge el nombre de Hyacinthus, quizá un administrador o alto funcionario del Imperio Romano en la época en la que se erigió esta opulenta y gigantesca villa, una residencia con más de una treintena de habitaciones. La traducción completa de la inscripción en latín sería: "Con motivo de su 30 aniversario y con nuestras oraciones para que llegue a su 40 aniversario. Este edificio fue construido bajo el liderazgo de su amigo Jacinto. Tú, oh edificio, ahora has alcanzado el nivel más magnífico".

Vista de otro de los mosaicos hallados. Museo Arqueológico de Kayseri / Municipalidad Metropolitana.

"En Capadocia, durante los periodos romanos y bizantinos, generalmente conocemos muchas de las propiedades imperiales", ha destacado por su parte Can Erpek (derecha), director de los trabajos arqueológicos y profesor de la Universidad Nevşehir Erpek. "Aquí nos encontramos con el nombre de 'Hyacinthos' en las inscripciones. Creemos que este nombre pertenece a un gobernante o administrador de la región. Durante el transcurso de las investigaciones podremos afirmar con más seguridad si realmente esta fue la residencia de una persona importante que sirvió desde una propiedad imperial".

El investigador también ha explicado que la ocupación del sitio continuó durante época bizantina y tras la conquista islámica. Respecto a la decoración musivaria, ha destacado que la villa "contiene pavimentos de mosaico muy valiosos y nunca habíamos visto una casa tan grande decorada con mosaicos en Anatolia Central, que también incluye la región de Capadocia".

Fuentes: elespanol.com | nationalgeographic.com.es | kayseri.bel.tr | 15 de noviembre de 2023