Nuevas habitaciones y almacenes descubiertos en la pirámide egipcia de Sahura

La pirámide de Sahura vista desde la calzada de acceso.

Una misión egipcio-alemana dirigida por el egiptólogo Dr. Mohamed Ismail Khaled, del Departamento de Egiptología de la Universidad Julius-Maximilians de Würzburg (JMU), ha realizado un descubrimiento significativo dentro de la pirámide de Sahura.

La exploración ha desenterrado una serie de almacenes que no habían sido documentados hasta ahora. Este descubrimiento arroja nueva luz sobre la arquitectura de la pirámide de Sahura, el segundo rey de la V Dinastía (2400 a. C.) y el primer rey enterrado en Abusir.

Foto: Cabeza de una estatua de gneis de Sahura en la galería 103 del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York

El proyecto de conservación y restauración del interior de la pirámide de Sahura, iniciado en 2019 y apoyado por el Fondo de Dotación de Antigüedades (AEF) del Centro de Investigación Estadounidense en Egipto (ARCE), tenía como objetivo salvaguardar la subestructura de la pirámide de Sahura. Los esfuerzos del equipo se centraron en limpiar las habitaciones interiores, estabilizar la pirámide desde el interior y evitar un mayor colapso. En el proceso, el equipo logró asegurar las cámaras funerarias de la pirámide, que hasta entonces habían sido inaccesibles.

Un británico con la corazonada adecuada

Durante los trabajos de restauración trabajos de restauración, el equipo descubrió las dimensiones originales y pudo descubrir la planta de la antecámara, que se había deteriorado con el tiempo. En consecuencia, los muros destruidos fueron reemplazados por unos nuevos de contención. La pared oriental de la antecámara estaba gravemente dañada y sólo la esquina noreste y unos 30 centímetros de la pared oriental aún eran visibles.

Foto: Un pasillo asegurado con vigas de acero. (Imagen: Mohamed Khaled / Universidad de Würzburg)

Se siguieron excavando vestigios de un pasadizo bajo que el egiptólogo británico John Perring ya había descubierto durante una excavación en 1836. Perring había mencionado que este pasaje estaba lleno de escombros y basura y era intransitable debido a la descomposición de esta última. El egiptólogo británico sospechaba que podría haber conducido a almacenes. Sin embargo, durante la exploración adicional de la pirámide por parte del egiptólogo alemán Ludwig Borchardt en 1907, estas suposiciones fueron cuestionadas, si bien otros expertos se sumaron a su opinión.

Aún más sorprendente fue el hallazgo de rastros de una pasaje que el equipo egipcio-alemán llevó a cabo, demostrando así que las observaciones realizadas durante la exploración de Perring eran correctas. Se continuó el trabajo y se descubrió el pasaje entero. De este modo, hasta el momento, se han descubierto ocho almacenes, pero las partes norte y sur de los mismos, y especialmente los techos y pisos originales, están muy dañados, aunque todavía se pueden ver restos de ellos.

Foto: Uno de los trasteros descubierto. (Imagen: Mohamed Khaled / Universidad de Würzburg).

Tecnología moderna en uso

La documentación cuidadosa del plano de planta, y las dimensiones de cada cuarto de almacenamiento, ha mejorado enormemente la comprensión de los investigadores sobre el interior de la pirámide. Durante la restauración, se buscó un equilibrio entre preservación y presentación para garantizar la integridad estructural de las salas y, al mismo tiempo, hacerlas accesibles para estudios futuros y potencialmente para el público.

Foto: Mohamed Ismail Khaled mostrando un pasaje en la Pirámide de Sahura. (Imagen: Universidad de Würzburg).

Utilizando tecnología de última generación, incluido el escaneo láser 3D con un escáner LiDAR portátil ZEB Horizon de GeoSLAM, el equipo egipcio-alemán colaboró ​​con el equipo de 3D Geoscan para realizar estudios detallados dentro de la pirámide. Esta tecnología avanzada permitió un mapeo completo tanto de las extensas áreas externas como de los estrechos pasillos y cámaras del interior. Los escaneos frecuentes proporcionan actualizaciones del progreso en tiempo real y crean un registro permanente de los esfuerzos de exploración.

Este proyecto innovador representa un hito importante en la comprensión de la pirámide de Sahara y su importancia histórica. Se espera que el descubrimiento y restauración de los almacenes revolucione la visión del desarrollo histórico de las estructuras piramidales y desafíe los paradigmas existentes en dicho campo de investigación.

Fuente: Universidad de Würzburg | 27 de septiembre de 2023

Descubren los cestos más antiguos del sur de Europa en la Cueva de los Murciélagos de Albuñol (Granada)

Recreación artística del uso de los cestos mesolíticos por una banda de cazadores-recolectores en la Cueva de los Murciélagos de Albuñol (Granada). Moisés Belilty Molinos.

Los objetos cotidianos cuentan la historia de quienes los usan. Unos cestos de esparto del yacimiento de la Cueva de los Murciélagos de Albuñol, que se han revelado como los más antiguos del sur de Europa, desvelan una complejidad no esperada en las sociedades de los últimos cazadores-recolectores del Mesolítico en España.

Ese conjunto de cestería, en gran estado de conservación y que se conserva en el Museo Arqueológico Nacional (MAN), ha sido sometido, junto a otras piezas, a un nuevo proceso de datación con técnicas actuales, que lo sitúan en 9.500 años antes del presente, unos 2.000 años antes de lo que se creía y de que la agricultura llegara a la península ibérica.

(A) Ubicación de la Cueva de los Murciélagos en el sureste de España (Andalucía, Albuñol). (B) Perfil de elevación [de este (E) a oeste (W)] del desfiladero de Angosturas que muestra la situación de la cueva. (C) Vista desde el norte hacia la quebrada de Angosturas y entrada a la cueva. (D) Plano de la cueva realizado con el modelo 3D.

"Unos datos que abren un poco la ventana hacia una nueva visión de las últimas sociedades de cazadores-recolectores, que eran muchísimo más complejas a nivel tecnológico, social y de rituales funerarios de lo que se pensaba”, dice a Efe, el autor principal del estudio, Francisco Martínez Sevilla (izquierda), de la Universidad de Alcalá (Madrid).

La investigación que publica Science Advances ha vuelto a analizar parte de un conjunto de objetos hechos con materiales orgánicos, cestos y sandalias, así como dos utensilios de madera, depositados en el MAN y en el Museo Arqueológico y Etnográfico de Granada. Hallados en la década del 1860, en el emplazamiento funerario prehistórico de la Cueva de los Murciélagos, todos ellos fueron catalogados, en los años noventa del siglo XX, como neolíticos.

Artefactos mesolíticos de base orgánica. (A) Cesta 579 (8350 ± 30 BP). (B) Cesta 580 (8320 ± 30 BP). (C) Cesta 581 (8300 ± 30 BP). (D) 626 anillos vinculados (8400 ± 30 BP).

Artefactos neolíticos de base orgánica. (A) Fragmento de cesta 617 (6210 ± 30 BP). (B) Cesta 594 (6150 ± 30 BP). (C) Palo de excavación 479 (6170 ± 30 BP).

Cestos decorados

El resultado del nuevo análisis sorprendió al equipo, reconoce Martínez Sevilla, pues tres de los cestillos de esparto son del Mesolítico (9.500 años) y el resto de piezas del Neolítico Antiguo y Medio (7.200 y 56.000 años antes del presente), entre ambas dataciones existe un vacío de objetos.

"Los utensilios más antiguos fueron usados por cazadores-recolectores del Mesolítico y los más recientes por los agricultores del Neolítico, entre estos últimos hay- sandalias de niños que son espectaculares”, agrega Martínez.

Imágenes de microscopía electrónica de barrido de materia prima. (A a C) 479 A. madera unedo (secciones transversales y radiales). (D a F) 475 Madera de O. europaea (secciones transversales, tangenciales y radiales). (G) 582 Vista epidérmica adaxial de S. tenacissima. (H e I) 580 S. tenacissima vista epidérmica abaxial y tejido parenquimático.

"Tanto o más, lo son los tres cestos, de entre 10 y 15 centímetros, datados ahora en el Mesolítico, los más antiguos y curiosamente los mejor conservados, hasta el punto que en algunas partes se aprecian, a simple vista, decoraciones geométricas de varios colores", indica la conservadora del MAN, Ruth Maicas (derecha).

"Esos tres cestos están expuestos en el MAN junto a otros tres que, por la técnica y características, se piensa que son de la misma época", agrega.

El equipo, formado por expertos de las universidades Autónoma de Barcelona, de Cantabria, Córdoba, Granada, Las Palmas de Gran Canaria, Salamanca, así como del MAN, el CSIC y la Universidad de Durham (Reino Unido), estudió 76 utensilios de ambos museos y estableció 14 nuevas dataciones.

Artefactos neolíticos de base orgánica. (A) Mazo 475 (5660 ± 30 BP). (B) Sandalia 603 (5630 ± 30 BP). (C) Sandalia 611 (5640 ± 30 BP).

Ajuares de enterramientos

Todos los objetos forman parte de los ajuares que estas sociedades, tanto mesolíticas como neolíticas, habían dejado a los difuntos en la Cueva de los Murciélagos.

"Dentro de alguno de los cestillos más antiguos se han hallado restos de cabello, lo que nos hace pensar que formaban parte de un ritual funerario complejo que no podemos llegar a entender”, dice Martínez.

"A un fallecido se le cortó el pelo para meterlo en el cestillo o los familiares cortaron el suyo para dejarlo como ofrenda. Es algo que habla de la complejidad de los rituales funerarios de las sociedades de cazadores-recolectores de principios del Holoceno", añade Martínez.

El equipo está haciendo análisis de ADN de esos cabellos y también de paleoproteómica para saber si en los cestos hay restos de algún elemento orgánico, como grasa de animal, a fin de intentar establecer su uso.

La elaboración de las piezas apunta también a la complejidad de la tecnología. Las piezas del Mesolítico están hechas con una sola técnica y usan el esparto en bruto, aunque sí procesaron las fibras para colorearlas, aunque aún no se sabe cómo.

Artefactos neolíticos de base orgánica fechados en trabajos anteriores con detalle de daños. La línea discontinua blanca muestra la parte del objeto ahora perdida. (A) Fragmento de cesta 616a (CSIC-1132: 5861 ± 48 BP). (B) Sandalia 598 (CSIC-1133: 6086 ± 45 BP). (C) Sandalia 609 (CSIC-1134: 5900 ± 38 BP).

Sandalias infantiles

"Los objetos del Neolítico, por su parte, se fabricaron con tres tipos de técnicas y aparece el esparto procesado", dice Martínez, quien hace especial mención a las sandalias (6.000 años antes del presente), hechas con nudos y un núcleo central de esparto o mediante una espiral cosida.

Además de su buena conservación, llama la atención que todas las piezas neolíticas pertenecen a individuos infantiles, con un número 28 de pie, y casi todas serían de enterramientos de niños, pero además las habrían usado en vida porque están desgastadas.

Artefactos neolíticos de base orgánica. (A) Fragmento de cesta/estera 623 5570 ± 30 BP). (B) Cesta 625 (5550 ± 30 BP). (C) Fragmento de cesta 615 (5580 ± 30 BP). (D) Fragmento de cesta/estera 624 (5550 ± 30 BP).

Martínez destaca que todo este conjunto de piezas es el mejor conservado, hecho con materiales orgánicos en Eurasia y se ha realizado un estudio geológico de la Cueva para entender ese factor. "En la cueva, hay una sequedad extrema y no existe circulación de agua, lo que unido al tipo de proceso de circulación de aire, muy probablemente ha favorecido que no aparezcan bacterias y se conserven los materiales”, informa Martínez.

"El Mesolítico es un periodo del que se tiene poca información y la materia orgánica se conserva “muy difícilmente, de ahí la importancia de estos cestos, que "permiten ver una tecnología muy cuidada, con un cierto criterio estético y que reconstruyen una parte muy importante de su conjunto de útiles diarios", dice Maicas.

"Estos utensilios revelan que aquellas sociedades de cazadores-recolectores tenían cestos, bolsas y otros objetos que usaban en su vida cotidiana para recolectar alimentos o para cargar con sus enseres", concluye Martínez Sevilla.

Imagen de archivo de una de las jornadas de excavación en la Cueva de los Murciélagos este verano / G.H.

Fuentes: granadahoy.com | agenciasinc.es | 27 de septiembre de 2023

Hace 5.000 años, durante el periodo Calcolítico, ya se extraían metales en Peñarroya-Pueblonuevo, Córdoba

Trabajos arqueológicos en el yacimiento del poblado prehistórico de Peñarroya-Pueblonuevo, Córdoba.

Según han puesto de manifiesto unas excavaciones en el poblado de El Peñón, en el término de Peñarroya-Pueblonuevo, Córdoba, ya se extraían metales de la tierra durante el periodo Calcolítico, hace unos 5.000 años.

Se trata de una zona donde la minería ha sido un sector económico fundamental desde finales del siglo XVIII hasta el cierre de la Empresa Carbonífera del Sur (ENCASUR) el 31 de diciembre de 2012.

La excavación del yacimiento de El Peñón ha puesto de manifiesto que “el oficio de minero es uno de los más antiguos de esta cuenca y se encontraba radicado en este poblado, donde también se dedicaban a la ganadería y la agricultura”.

Así lo afirma en una entrevista con EFE el arqueólogo del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada, Daniel Pérez-L'Huillier (izquierda), el cual ha dirigido la excavación junto a un grupo de ocho voluntarios de la misma Universidad, y quien ha asegurado que “en el Neolítico no hay metales. Pero la actividad minera ya existía porque ellos lo que hacen es traer nódulos de sílex, para tallar”.

“Pero lo que es minería de metales, la minería metálica, el arranque es aquí, en esta época, durante el periodo Calcolítico y en este poblado. La gente que lo habitaba fueron de los primeros mineros”, ha resaltado.

Edad de los Metales

"Los pobladores de esta zona son los primeros en entrar en contacto con la metalurgia. Estamos en la Edad de los Metales, porque durante el tercer milenio se produce la segunda transformación química de la humanidad”.

"La primera transformación fue la de la arcilla, con la que se empieza a producir cerámicas, y en la segunda transformación se comienza a trabajar con metales”. Y para ello “tienen el cobre o un carbonato como es la malaquita azul y lo convierten en metal”. El grupo poblacional de El Peñón es el primero, pues, que “entra en contacto con esta nueva materia prima que se pone en circulación”.

Foto: Sondeo sobre el recinto amurallado del yacimiento.

Dada la importancia de la metalurgia histórica es por lo que los arqueólogos han puesto en marcha esta excavación, para la cual han contado con el apoyo del Ayuntamiento de Peñarroya-Pueblonuevo, y llevado a cabo prospecciones superficiales con el convencimiento de que en la zona se encontraba un taller metalúrgico. En el mismo se han hallado unas 200 gotas de fundición que lo atestiguan.

El Peñón fue descubierto en 1978 por el peñarriblense Juan Carlos Vera Rodríguez, la primera persona que publicó un artículo sobre este yacimiento. Pero no ha sido hasta el pasado mes de agosto cuando se han llevado a cabo las primeras excavaciones en la zona, dirigidas por Pérez-L´Huillier.

Foto: Trabajos arqueológicos en el yacimiento del poblado prehistórico de Peñarroya-Pueblonuevo, Córdoba.

Única prospección

Desde que se descubrió hace 45 años sólo se ha hecho una prospección en la zona, y fue entre 1992 y 1994 a cargo del catedrático de la Universidad de Córdoba, Desiderio Vaquerizo. Desde entonces este poblado, compuesto por varias cabañas rodeadas por una muralla, ha permanecido enterrado. Nadie se había atrevido a llevar a cabo su puesta en valor.

Daniel Pérez-L'huillier junto con los ocho voluntarios que participan en la excavación se han desplazado andando todas las mañanas “muy tempranito” a El Peñón. Es un lugar al que sólo se puede acceder en vehículo en 4X4 por la pendiente y estado del camino.

"Allí, la primera tarea con la que nos enfrentamos fue realizar el desbroce de la zona, hacer una prospección y practicar una radiografía del suelo, con lo cual así tenemos claro cuántas cabañas había en el poblado. Después hemos llevado a término la excavación propiamente dicha de la zona".

Otro objetivo de la excavación ha sido “desenterrar y datar la muralla que rodea al poblado. En su interior creemos que están alrededor del 90 por ciento de los restos y que ponen en evidencia la actividad metalúrgica”.

Foto: Trabajos arqueológicos en el yacimiento del poblado prehistórico de Peñarroya-Pueblonuevo, Córdoba.

Estructuras domésticas

"Las estimaciones son que la muralla que rodea al poblado tiene una extensión aproximada de 440 metros de largo, lo que indica la magnitud y complejidad de la antigua comunidad que habitó esta región hace milenios”.

"Al excavar la muralla se han encontrado dos estructuras domésticas adosadas a la misma y en sus inmediaciones muchos huesos de animales, lo que prueba que allí comían, así como mucha cerámica campaniforme”.

Pérez-L´huillier ha explicado que se han encontrado con que “hace 100 o 200 años se aprovechó el material de la muralla como un muro agrícola, lo que no fue su uso original, porque hemos constatado un derrumbe tan grande de piedra que pone de manifiesto que en el Calcolítico no invertían tanto esfuerzo para hacer un muro agrícola, sino que servía para rodear todo el poblado”.

Foto: Restos cerámicos recuperados en la excavación.

También se ha mostrado convencido de que esta excavación, en sus próximas campañas, "va a proporcionar valiosas pistas sobre la vida cotidiana, la organización social, las costumbres y las creencias de nuestros ancestros prehistóricos”.

Además, esperan que los hallazgos arqueológicos arrojen luz sobre el control del territorio y movimientos de población, así como la evolución de las técnicas de construcción y la arquitectura en la región durante el Calcolítico.

Fuente: eldiadecordoba.es | 20 de septiembre de 2023

Un nuevo estudio refuta la afirmación sobre el origen de los lingotes de estaño de la Edad del Bronce recuperados de un naufragio

Depósitos de estaño y hallazgos de estaño en el Mediterráneo oriental, Edad del Bronce Medio y Final. Crédito: Daniel Berger / CEZA.

Los arqueometalúrgicos llevan 150 años debatiendo el origen exacto del estaño utilizado en la Edad del Bronce. El bronce es una aleación de cobre y estaño, y en la Edad del Bronce se utilizaba para fabricar una variedad de productos, como espadas, cascos, pulseras, platos y cántaros.

Descubrir de qué minas procedía el estaño podría proporcionar conocimientos de gran alcance sobre las primeras relaciones comerciales entre Asia Central, Mesopotamia, el norte de África, el Levante y Europa y, por tanto, sobre una temprana globalización que cambió el mundo.

Réplica del pecio Uluburun a tamaño real. Museo de arqueología submarina de Bodrum, Turquía.

La clave para resolver este enigma puede ser el cargamento de un barco mercante que se hundió alrededor del año 1310 a. C. frente a lo que hoy es la costa occidental de Turquía, cerca de Uluburun. Los restos del naufragio fueron descubiertos por buzos en 1982 y su cargamento recuperado por arqueólogos submarinos. Además de artículos de lujo, contenía diez toneladas de lingotes de cobre y una tonelada de lingotes de estaño, mucho más de lo que se había encontrado hasta ahora de la Edad del Bronce.

"Incluso 40 años después del descubrimiento del pecio Uluburun, el enigma del estaño persiste, aunque cada vez estamos más cerca de resolverlo aplicando nuevos métodos", afirma Ernst Pernicka (izquierda), profesor titular de la Universidad de Tubinga y director científico del Centro de Arqueometría Curt Engelhorn (CEZA) en el Museo Reiss-Engelhorn de Mannheim.

En un estudio publicado recientemente en la revista Frontiers in Earth Science, el investigador de CEZA, Dr. Daniel Berger (derecha) y sus coautores, entre ellos Pernicka, contradicen a un equipo de investigación dirigido por el profesor Wayne Powell, del Brooklyn College de Nueva York, quien afirmó en la revista Science Advances in noviembre de 2022 que pudieron determinar claramente el origen del estaño del naufragio de Uluburun.

El equipo de Powell dijo que la mayor parte del estaño procedía del depósito de estaño Mushiston en el noroeste de Tayikistán, así como de dos minas en las Montañas Taurus, cerca de la actual frontera turco-siria. Para su análisis, el equipo tomó muestras de 105 lingotes de estaño del naufragio y determinó las firmas químicas e isotópicas del 90% de la carga de estaño. En particular, midieron las proporciones de isótopos de estaño y plomo, que, al igual que la composición química, proporcionan pistas sobre el origen del estaño.

El supuesto origen del estaño procedente de la mina Mušiston en Tayikistán, Asia Central, viajó más de 3.200 km hasta Haifa, donde el desafortunado barco cargó su cargamento antes de estrellarse frente a las costas orientales de Uluburun, en la actual Turquía. Crédito: Mapa proporcionado por Michael Frachetti/Universidad de Washington en St. Louis.

Además, la proporción del oligoelemento telurio apunta a depósitos de estaño en Asia Central. El equipo de Powell afirma poder inferir una atribución clara basándose en las firmas coincidentes entre los lingotes de Uluburun y las muestras de mineral de estaño de las minas antes mencionadas.

Berger y sus colegas refutan esto y dicen: "Los datos no respaldan esta interpretación; no permiten una conclusión clara". Para el estudio actual, Berger verificó exhaustivamente los análisis químicos e isotópicos también de estudios anteriores y los cotejó con el conjunto de datos de Powell.

"Debido a las proporciones isotópicas y las características químicas, sería aún más probable que al menos una parte del cargamento de lingotes de estaño del naufragio de Uluburun procediera de Cornualles, en Gran Bretaña. En particular, la comparación con los lingotes de estaño de la Edad del Bronce de Gran Bretaña e Israel que hemos considerado en el pasado sobre una cuestión similar de origen sugiere esta conclusión".

"En última instancia, también es posible que el estaño procediera de los Erzgebirge sajones y bohemios o de la península ibérica", afirma Berger. Añadió que se necesitan más muestras y análisis de minerales de depósitos de estaño europeos y asiáticos.

Imagen de la excavación del pecio Uluburun en la que se muestra un lingote de cobre en forma de piel de buey. Crédito: Cemal Pulak/Universidad Texas A&M.

En general, la Edad del Bronce duró desde finales del IV milenio hasta principios del primer milenio a. C., pero con diferentes comienzos y finales según la región del mundo. El bronce, una aleación de cobre y estaño en una proporción de nueve a uno, es significativamente más duro que el cobre solo. Los minerales de cobre se encuentran en muchas regiones de Eurasia y África. Sin embargo, los minerales de estaño que eran accesibles en la Edad del Bronce sólo se pueden encontrar en unos pocos lugares de Asia Central, Irán y Europa.

Es aún más sorprendente que algunos de los primeros artefactos de bronce se hayan encontrado en las ciudades-estado mesopotámicas del sistema fluvial Tigris-Éufrates. Pero allí no hay depósitos de estaño; el metal tenía que obtenerse mediante comercio a larga distancia.

"Numerosos hallazgos arqueológicos muestran que las Islas Británicas y Europa Central ya formaban una esfera económica con la región mediterránea en la Edad del Bronce y estaban conectadas a través de las rutas de transporte de los ríos Danubio, Rin y Ródano, o a través del océano", afirman Pernicka y Berger. Por ejemplo, en los restos del naufragio de Uluburun se encontraron cuentas de ámbar probablemente comercializadas desde el Báltico, lo que indica la existencia de rutas comerciales norte-sur.

Depósitos de estaño en el continente euroasiático y distribución de hallazgos de estaño en el área estudiada que data de 2500-1000 a.C. La flecha amarilla no indica la ruta comercial real, sino que simplemente ilustra el supuesto origen del estaño israelí basado en los datos. Crédito: Berger et al. 2019 (mapa preparado por Daniel Berger).

El uso de pesas estandarizadas ya se había extendido durante el II milenio a. C., desde Egipto y Mesopotamia, pasando por Siria, Anatolia y el Egeo, y a través de los Alpes hasta Europa Central. Estas pesas estándar se utilizaban para pesar mercancías, incluidos los lingotes de estaño.

En la época del barco Uluburun no se pudieron documentar ni sistemas de peso ni conexiones comerciales establecidas con Europa y el Mediterráneo oriental en Asia Central, lo que subraya la probabilidad de que el estaño procediera del oeste.

Fuente: phys.org | 25 de septiembre de 2023

Cuestionan que la Piedra del Altar de Stonehenge tenga la misma procedencia que las denominadas 'piedras azules'

El misterio que rodea a Stonehenge se ha vuelto un poco más profundo gracias a un nuevo análisis de la icónica Piedra del Altar, que revela que el enorme megalito no proviene de la misma fuente que el resto de las llamadas piedras azules que componen el círculo interior del monumento. Hasta ahora, se había asumido que la Piedra del Altar fue traída a Stonehenge desde un sitio distante en el oeste de Gales, sin embargo, los autores del estudio ahora dicen que podría haber venido de incluso más lejos.

Ubicado en la llanura de Salisbury, en Wiltshire, suroeste de Inglaterra, se cree que Stonehenge se construyó en múltiples etapas a lo largo de miles de años, comenzando con la construcción de 56 piedras azules hace unos 5.000 años. Increíblemente, estos bloques de construcción originales se remontan al área de Mynydd Preseli, en Gales, a unos 225 kilómetros al oeste de Stonehenge.

“Es el transporte a larga distancia de las piedras azules lo que hace que Stonehenge sea de particular interés; de hecho, las piedras azules representan una de las distancias de transporte más largas conocidas en todo el mundo desde la fuente original hasta el lugar de construcción del monumento”, escriben los autores del estudio. En las fases posteriores de la construcción se introdujeron piedras de origen local conocidas como sarsens, y las obras de remodelación continuaron hasta aproximadamente el año 1.600 a. C.

La Piedra del Altar en el suelo, en primer término. Foto: Pam Brophy en Wikimedia Commons

La Piedra del Altar es la más grande de las piedras azules y probablemente habría parecido algo fuera de lugar entre los trozos líticos más pequeños del anillo original. Sin embargo, la idea de que fue importada y erigida junto con el resto de las piedras azules nunca antes había sido cuestionada.

Sin embargo, mediante la utilización de una variedad de técnicas que incluyen fluorescencia de rayos X y espectroscopía Raman, los autores del estudio encontraron que la Piedra del Altar no coincide con la mineralogía de la Antigua Arenisca Roja (ORS) dentro de la Cuenca Anglo-Galesa. Como resultado, concluyen que "la Piedra del Altar ya no debería incluirse en el grupo de piedras azules que provienen esencialmente de Mynydd Preseli".

En concreto, los investigadores detectaron concentraciones significativamente más altas de barita (un mineral compuesto de sulfato de bario) en la Piedra del Altar que en las SRO galesas. Al buscar fuentes alternativas de arenisca con alto contenido de barita en otras partes del Reino Unido, los autores señalan que los depósitos en Cumbria, en el norte de Inglaterra, y en las islas escocesas de Orkney y Shetland, se destacan como candidatos para la fuente de la Piedra del Altar.

Stonehenge está compuesto de piedras sarsen de arenisca alrededor de un anillo exterior y una herradura interior, con piedras azules más pequeñas procedentes de Gales dentro del círculo. FOTOGRAFÍA DE BRUCE DALE, NAT GEO IMAGE COLLECTION.

Es importante destacar que ambas regiones contienen monumentos neolíticos, lo que sugiere que la piedra de estas zonas fue extraída por las poblaciones locales y utilizada con fines rituales. También hay evidencias que sugieren que los vínculos de larga distancia entre Stonehenge y regiones tan lejanas como Escocia existían alrededor del año 2500 a. C., cuando tuvo lugar la segunda fase de la construcción del monumento.

Por lo tanto, los investigadores especulan que la Piedra del Altar podría haber sido traída a Stonehenge en ese momento, mucho después de que se colocaran las piedras azules originales. Sin embargo, se requieren más análisis para comparar la mineralidad de la Piedra del Altar con los depósitos líticos del norte de Inglaterra o Escocia, lo que significa que por el momento no tenemos una idea firme de su procedencia.

El estudio se publica en el Journal of Archaeological Science: Reports.

Fuente: iflscience | 25 de septiembre de 2023

Comprender el papel de la pareidolia en el arte rupestre humano primitivo

Pintura paleolítica de un uro procedente de la cueva de La Pasiega. El artista paleolítico remontó las grietas naturales de las paredes de la cueva al pintar la cabeza, los cuernos y la pata trasera del animal. Crédito: Izzy Wisher, cortesía del Gobierno de Cantabria.

Un fenómeno psicológico en el que las personas ven formas significativas en patrones aleatorios, como ver caras en las nubes, puede haber estimulado a los primeros humanos a crear arte rupestre.

La investigación realizada por nuestros departamentos de Arqueología y Psicología en la Universidad de Durham, y publicada en Cambridge Archaeological Journal, ha descubierto que el arte rupestre de la Edad del Hielo, realizado hace ya unos 40.000 años, estuvo influenciado en parte por un fenómeno psicológico visual llamado pareidolia.

Flujo de trabajo para crear simulaciones de iluminación. Primero se importa un modelo de fotogrametría (A) a Unity (B), donde se produce una fuente de luz que captura las propiedades de una antorcha paleolítica (C).

Pareidolia y los primeros artistas humanos

El equipo de investigación, dirigido por la Dra. Izzy Wisher (izquierda), que era estudiante de doctorado en Durham en el momento del estudio, examinó pinturas de animales en cuevas del norte de España para buscar alguna evidencia de que la pareidolia pudo tener influencia en los primeros artistas.

De ser así, podrían esperar que la mayoría de las representaciones incluyeran características de las paredes de la cueva (como grietas y curvas) y adoptaran formas relativamente simples.

Los investigadores también utilizaron un software de juegos de realidad virtual modificado para modelar las paredes de la cueva y replicar las fuentes de luz utilizadas por los artistas (muy probablemente la luz parpadeante del fuego producida por pequeñas antorchas o lámparas), a fin de comprender los efectos visuales en la pared de la cueva mediante el seguimiento del movimiento de los ojos de los participantes.

Ortoimágenes (imagen ortorrectificada que toma en cuenta distorsiones en la topografía de la pared de la cueva) de representaciones que son de estilo simple y tienen una fuerte relación con las características topográficas de la pared de la cueva de Las Monedas (Cantabria).

Ortoimágenes de representaciones que tienen una fuerte relación con las características topográficas de la pared de la cueva de La Pasiega (Cantabria).

Influencia e inspiración

Su estudio encontró que más del 50 por ciento de las representaciones mostraban una fuerte relación con las características naturales de la pared de la cueva y eran de naturaleza simple (carecían de detalles como ojos o cabello), lo que sugiere fuertemente que la pareidolia guiaba en parte las creaciones de los artistas.

Los ejemplos incluyeron los bordes curvos de las paredes de las cuevas cuando se usaron para representar las espaldas de animales, tal como caballos salvajes, o donde las grietas naturales se usaron como si representasen cuernos de bisontes.

Sin embargo, la pareidolia no puede explicar todas las imágenes y los investigadores creen que el arte puede haber sido parte de una "conversación creativa" con las paredes de la cueva, en las que los primeros artistas se guiaban no solo por lo que veían emerger de las mismas (grietas y formas), sino también utilizando su propia creatividad.

Ortoimágenes de representaciones traseras representadas en estilos similares en la cueva de La Pasiega (Cantabria), pero con diferentes relaciones con la pared de la cueva.

Calcos digitales e imágenes de simulación VR de la representación 8 (A y B) y la representación 25 (C y D) en la cueva de Las Monedas (Cantabria). Las dos representaciones parecen estar situadas en relación con áreas naturales de sombra, dando la impresión de que los animales emergen de la oscuridad.

Pruebas sistemáticas

El equipo cree que su estudio ofrece la primera prueba sistemática de la tan discutida teoría de que la pareidolia influyó en los artistas rupestres y es el primero en utilizar condiciones de iluminación simuladas en realidad virtual como parte de la investigación que lleva a cabo la Univerdiad de Durham sobre paleopsicología visual.

Fuente: Universidad de Durham | 21 de septiembre de 2023

Hallan una tercera estela (diademada) con más de 4.000 años en el complejo funerario de Cañaveral de León (Huelva)

Foto: La estela (diademada) que ha sido localizada estos días en la excavación de Cañaveral de León (Huelva).

Componentes del Grupo de Investigación Atlas de la Universidad de Sevilla (USE) han encontrado una nueva estela prehistórica decorada durante unos trabajos de excavación promovidos en el yacimiento arqueológico de Las Capellanías, en Cañaveral de León, tratándose del tercer hallazgo de esta naturaleza en este mismo entorno.

El primer hallazgo se produjo el 17 de abril de 2018 en los trabajos de unas obras en un camino municipal de esta localidad bautizado como de Las Capellanías. Ese día un trabajador de la obra, al preparar su merienda sobre una piedra, se percató de que la misma presentaba unos grabados.

Unos días después, el 24 de abril, un arqueólogo del Museo de Huelva y una arqueóloga de la Delegación de Cultura se desplazaron para ver la pieza y el lugar del hallazgo, estando acompañados en campo por una patrulla del Seprona y uno de los trabajadores que participó en el descubrimiento.

Así las cosas, los expertos destacaron que se trataba de un "magnífico y singular ejemplo" de estela antropomorfa diademada del suroeste. Destacaba que era la primera de estas características localizada en la provincia de Huelva, así como su "rica decoración y su magnífico estado de conservación", pese a estar fracturada, pues le faltaría aproximadamente su mitad inferior, por lo que su longitud originaria debía rondar los dos metros.

Primera estela (diademada) hallada en Cañaveral de León en 2018

Data de la Edad del Bronce, entre el III y II milenio antes de nuestra era, por lo que tendría más de 4.000 años. La pieza, con un peso aproximado de unos 400 kilos, acoge una representación antropomorfa de una cabeza con rostro, un torso y la mano izquierda, coronada por una doble diadema; y en su lado derecho puede verse un elemento trapezoidal, probablemente una fíbula (pieza que se usaba para unir las piezas de un vestido) y lo que los autores identifican como peine o elemento musical.

La segunda estela de Cañaveral

Ya en el mes de junio de 2022, un equipo de las universidades de Sevilla y Huelva, Durham y Southampton (Reino Unido) y Gotemburgo (Suecia) acometía una campaña de excavaciones en el entorno donde fue localizada fortuitamente aquella primera estela, descubriendo un gran complejo funerario cuya cronología podría abarcar, en una valoración preliminar, la Edad del Cobre, del Bronce y del Hierro.

Segunda estela (de guerrero) hallada en Cañaveral de León en 2022.

En el marco de dicho recinto prehistórico fue localizada una nueva estela "encajada o enterrada" en el propio túmulo funerario. Se trataba, según el profesor de la Univeridad Hispalense, Leonardo García Sanjuán, de una "estela de guerrero" cuyos motivos grabados en la piedra reflejan un "personaje central antropomorfo, con al menos una gran espada en la cintura, un arco con una flecha y otros elementos aún por identificar".

Nuevo hallazgo

Ahora, y según la información difundida públicamente por el Grupo de Investigación Atlas de la Universidad de Sevilla, expertos de las universidades de Huelva, Durham, Southampton y de la Hispalense han reanudado los trabajos en el yacimiento arqueológico de Las Capellanías, bajo la coordinación de Timoteo Rivera Jiménez, de la Universidad de Huelva; Marta Díaz-Guardamino, de la institución de Durham, David Wheatley de la Universidad de Southampton y Leonardo García Sanjuán, del citado equipo de la Hispalense.

Foto: Un arqueólogo señala la estela con diadema hallada en el yacimiento de Las Capellanías (Huelva).

La nueva campaña de investigaciones, así, está destinada a "proporcionar evidencias contextuales para comprender el contexto social y la cronología de los entierros y estelas asociados a ellos", marco en el que este grupo de investigadores ha localizado una tercera estela prehistórica.

Fuente: huelvainformacion.es | 21 de septiembre de 2023