Continúan los esfuerzos por sacar a la luz la ciudad romana de Villalbilla (Madrid) donde se ha localizado también un teatro de la época

Ciudad romana de Villalbilla. Comunidad de Madrid. FOTO: M. ROSELLÓ.

Tras el convenio establecido por el Ayuntamiento de Villalbilla y la Asociación Proyecto Primitiva Cumplutum, se ha retomado la tercera campaña de excavación en San Juan del Viso. El objetivo es prolongar los sondeos que empezaron en 2017 y resolver algunas incógnitas: buscan definir la funcionalidad de algunos edificios de la antigua ciudad romana la antigua ciudad romana, como identificar la calle principal que se prolonga desde su punto de origen hasta la zona privada militar del cerro de San Juan del Viso. Sandra Azcárraga (directora cuya tesis doctoral sobre la romanización la trajo hasta aquí) y Arturo Ruiz (profesor de Prehistoria y Arqueología en la Universidad Complutense de Madrid) son los directores del proyecto que han atendido y mostrado los avances a LA RAZÓN.

Desde el siglo XVIII se conoce que existen restos arqueológicos de la época romana y prerromana en San Juan del Viso, pero no fue hasta los años setenta cuando se empezaron a hacer sondeos en la superficie y se encontraron unas termas. Años después, en 2011, Sandra Azcárraga y Arturo Ruiz comenzaron a hacer prospecciones e interpretaciones de fotografías aéreas a través del Instituto Geográfico Nacional y los vuelos del Plan Nacional de Ortofotografía Aérea (PNOA). Ese fue el momento en el que se llevaron la sorpresa de que los resultados dibujaban las líneas de una ciudad completamente urbanizada.

Foto: Los arqueólogos David Ruiz y Sandra Azcárraga en las excavaciones que se llevan a cabo en San Juan del Viso (municipio de Villabilla, Madrid).

Ubicación antigua de Alcalá de Henares en el Cerro de San Juan del Viso, donde se ubicó la primera 'Complutum', lo que hoy es Alcalá de Henares. (EFE).

Los delatores que dieron el chivatazo a Sandra y Arturo fueron los campos de cereales, pues tal y como la codirectora explicó a LA RAZÓN: “Las fotografías se tomaron en mayo con el cereal cultivado y, al observar que crecía de forma diferente en función de lo que presentaba la superficie, nos dimos cuenta del tesoro que estaba escondido. Encontramos un campamento que daba acceso a una gran ciudad de 30 hectáreas aproximadamente, una 'domus', nombre que se le da a las casas romanas, un edificio muy claro que era un templo y un teatro, que sería el primer teatro romano documentado en la Comunidad de Madrid y el único en la Carpetania (zona central de la Meseta, Tajo medio)”.

Los codirectores cuentan que, hasta el momento, lo que se conocía era el yacimiento arqueológico de Complutum, un conjunto de restos de la antigua ciudad romana sobre la que hoy se asienta Alcalá de Henares en la Comunidad de Madrid. Sin embargo, la de San Juan del Viso también lo es. Además de quedar documentada por foto aérea, la Dirección General de Patrimonio Histórico de la capital hizo un georradar en la superficie que corroboró los datos anteriormente obtenidos.

Foto-interpretación del campamento (Ruiz Taboada y Azcárraga).

Foto-interpretación del teatro (Ruiz Taboada y Azcárraga).

Una vez se recopiló toda la información, el interés principal pasó a ser la excavación de la zona. Sin embargo, el terreno presenta el inconveniente de pertenecer a un particular que se niega a dar el permiso. Esa es la razón por la que los estudios se están realizando en la zona contigua, que es un espacio militar privado. “Llevamos desde 2011 intentando alcanzar un acuerdo con el dueño del terreno, proponiéndole compensaciones e intentando negociar, pero no ha habido manera”, lamenta Sandra. Actualmente está en manos de la Comunidad de Madrid gestionar la compra del solar para que pase a ser propiedad pública. “Esto era muy interesante. Nosotros vimos una cuidad enorme, con una zona militar que nos permitió hacer prospecciones del terreno y confirmó el yacimiento arqueológico. Siempre que hay uno ocurre que vas andando por el campo, miras al suelo y ves restos de cerámica. Aquí llegamos a encontrar cerámica romana, prerromana y más antigua, de la Edad del Bronce; lo que no sabíamos es si la ciudad se había extendido más hacia el sur o no. El Ministerio de Defensa y el de Cultura, que eran los competentes, nos aceptaron los permisos para ponernos manos a la obra en 2017″, explica la codirectora.

En el yacimiento de Villalbilla se han encontrado restos de época romana de la antigua Alcalá de Henares y que posteriormente cambió su ubicación. FOTO: JESÚS G. FERIA LA RAZON.

Primitiva Complutum es una asociación sin ánimo de lucro y han llegado hasta aquí gracias al crowdfunding, el convenio firmado con el Ayuntamiento de Villalbilla que les facilitó una subvención anual, y otros acuerdos con la Universidad de Alcalá de Henares que aporta el trabajo de alumnos de arqueología e historia en prácticas reconocido de manera oficial. Hasta el próximo 16 de septiembre alumnos de grado, máster y doctorado de las Universidades de Alcalá de Henares, Complutense y Autónoma de Madrid estarán en campo junto a los directores del proyecto. También pactaron con algunos organismos locales una colaboración que les facilitase el trabajo, por ejemplo, descuentos en el bar donde comen a diario y en las camisetas firmadas o una empresa de arqueología que les hizo la topografía. Durante las excavaciones han recaudado objetos antiguos como broches de bronce que sujetaban las togas romanas, cerámica de vajillas de lujo selladas y procedentes del sur de Francia, pesas de telar y varios vidrios y metales.

Sandra traslada a la RAZÓN su deseo de que en unos años pueda conocerse y visitarse esta ciudad que forma parte de nuestro origen y nuestras raíces: “Con el tiempo esperamos que esto se abra al público. De momento, y a corto plazo, no hay nada fijado. Necesitamos un fuerte compromiso por parte del Ayuntamiento, que ya se ha comprometido a hacerlo museo. Pero por ahora estamos calibrando la identidad de los restos. Uno de los objetivos de este año es encontrar el Cardo Máximo (la calle principal)”.

Ver vídeo en este enlace.

Arturo Ruiz, el codirector de las excavaciones, declara que están luchando por definir la realización interna de esta ciudad romana: “Estamos en una parte importantísima de la ciudad, y por eso esta campaña. Intentamos localizar la calle principal y de alguna manera sacar a la luz un yacimiento que había permanecido oculto durante décadas. Queremos dar a conocer a los pueblos del entorno, en concreto a Villalbilla, el potencial que tienen yacimientos de este tipo. No olvidemos que es una ciudad completa y perfectamente conservada en la Comunidad de Madrid. Creo que puede ser un precedente muy interesante a la hora de poner en valor y recuperar yacimientos olvidados. Son de crucial interés para entender el proceso de romanización en el interior de la península ibérica”.

Fuentes: larazon.es | as.com| 11 de septiembre de 2022

Logran datar el asedio romano al poblado turmogo del Cerro de Castarreño en Olmillos de Sasamón (Burgos)

Excavación arqueológica en Carrecastrillo, a los pies del Cerro Castarreño (09/08/2022). / JOSÉ COSTA

El equipo de arqueólogos dirigidos por Jesús García Sánchez (Instituto de Arqueología, Mérida-CSIC) y José Manuel Costa-García (Universidad de Salamanca) continúa avanzando en el conocimiento del pasado de la comarca segisamonense por sexto año consecutivo. Esta intervención, financiada por la Diputación de Burgos y los Ayuntamientos de Sasamón, Olmillos de Sasamón y Villasandino, ha tenido como objetivo estudiar los restos de un importante sistema de asedio romano alrededor del Cerro de Castarreño (Olmillos de Sasamón), así como continuar generando nueva información arqueológica sobre la importante ciudad romana de Segisamo (Sasamón) y otros asentamientos del mismo periodo ubicados en sus proximidades.

Mediante el uso de distintas técnicas de teledetección –incluyendo drones y equipos de prospección geofísica-, los arqueólogos lograron documentar en los últimos años varios campamentos situados en las inmediaciones del cerro, así como un sistema de dobles fosos que, por espacio de más de 6 km, rodearía el asentamiento indígena, aislándolo por completo.

Aunque en la península ibérica se ha conocen documentado otros escenarios de asedio de época romana -casos de Numancia (Soria), La Loma (Santibáñez de la Peña, Palencia) o, más recientemente, Palenzuela (Palencia)-, el paralelo más próximo –cronológica y morfológicamente hablando- es el cerco de Julio César a Alesia (Francia) en el año 52 a.C.

Durante las campañas arqueológicas de 2021 y 2022 se han prospectado con métodos geofísicos algunas de estas estructuras. La prospección geofísica con georradar y magnetómetro son métodos en auge, pues permiten obtener imágenes tridimensionales del subsuelo sin necesidad de excavaciones, para así identificar estructuras soterradas. Se trata, por tanto, de herramientas no invasivas -no afectan a los usos habituales del suelo- y permiten conocer mejor la forma y extensión del cerco, aspecto clave para plantear posteriores intervenciones arqueológicas. Hasta la fecha, los miembros del equipo han prospectado con georradar lugares tan emblemáticos como la necrópolis de Pinilla Trasmonte, complejos vilicarios en Almenara de Adaja o amplios sectores de la ciudad romana de Segisamo.

Combinación de fotografía aérea y prospección geofísica con georradar (29/08/2022). / JOSÉ COSTA / PEDRO TRAPERO / CARLOS CÁCERES / JESÚS GARCÍA.

En colaboración con el Laboratorio de Arqueología no invasiva (MINARQLAB) del IAM-CSIC, la prospección de 2022 ha cubierto otro sector del cerco completamente inédito, permitiendo definir los límites de los campamentos romanos y otras estructuras asociadas. Asimismo, se ha investigado otro pequeño recinto militar recientemente documentado en las proximidades de Villasandino, una villa suburbana en las inmediaciones de Olmillos y varios sectores de la ciudad de Segisamo, cuyo urbanismo se conoce mejor a medida que avanzan los trabajos.

Por su parte, la excavación de diversos sondeos durante las campañas de 2021 y 2022 ha sido clave para la documentación de las estructuras del cerco de asedio. Dado que los trabajos agrícolas han ido erosionando las estructuras que pudiesen existir en superficie -como terraplenes y parapetos-, los elementos más reconocibles son frecuentemente los fosos excavados en la roca caliza local por el ejército romano. Una vez concluido el asedio, estas defensas fueron rápidamente cubiertas por sus mismos constructores, de modo que el estudio arqueológico de estos depósitos es clave para la datación de un episodio histórico desconocido hasta hace poco. Así, se han podido recuperar algunas piezas cerámicas -tanto indígenas como romanas- y metálicas -proyectiles de honda, flechas, tachuelas de calzado militar, etc.-, pero se han tomado también muestras de carbones y sedimentos que, mediante la datación por radiocarbono o luminiscencia, afinan la cronología. Unos y otros elementos apuntan que las tropas romanas habrían cercado el castro turmogo en el siglo I a.C. -probablemente a mediados del mismo-, un periodo histórico mal conocido en la zona.

Doble línea de fosos documentada desde el aire mediante drones.

Reescribir la historia

Hasta el momento, únicamente se contaba con los escritos fragmentarios de algunos autores griegos y latinos para reconstruir la historia de la conquista de la comarca segisamonense. A partir de estos registros sabemos que los romanos iniciaron la conquista del centro peninsular a finales del siglo II a. C., pero en ningún caso conocíamos el momento y el modo en que la comarca del Odra-Pisuerga quedó definitivamente integrada en el Imperio Romano. De hecho, a partir de estos escritos, siempre se ha supuesto que los turmogos habrían sido aliados de Roma cuando el emperador Augusto llegó a la zona en el año 26 a.C. para emprender sus campañas contra los cántabros.

La integración de la comarca en la estructura imperial romana supuso notables cambios en el paisaje, pues los viejos poblados fortificados de la Edad del Hierro -como el oppidum del Cerro Castarreño (Olmillos de Sasamón), excavado en los años 2018-2020- fueron abandonados en favor de otro tipo de núcleos de cuño romano -como la ciudad de Segisamo (Sasamón)-.

Reconstrucción tridimensional de los fosos defensivos en Carrecastrillo (29/08/2022). / JOSÉ COSTA.

Además, aparecieron nuevas infraestructuras públicas -vías, acueductos, etc.- y comenzaron a explotarse los campos de forma más intensa con el objetivo de obtener productos agrícolas con los que alimentar a la creciente población.

La información acumulada a lo largo de los años ha permitido responder a algunas de las incógnitas formuladas por los investigadores, si bien muchas otras preguntas de investigación permanecen irresueltas. Así pues, se conoce ahora que los romanos emplearon su fuerza, ingenio y tecnología militares para cercar y asediar el cerro. Los investigadores plantean ahora que el castro fue considerado por Roma un importante foco de resistencia, si bien no es posible saber si todos los turmogos se opusieron en igual medida a los romanos o pudo haber disensión entre ellos. Es conocida la actitud romana de doblegar cualquier oposición de forma contundente, aspecto que se refleja en el notable esfuerzo logístico que suponía el asedio.

Los arqueólogos consideran que esta acción violenta tuvo también la intención de extender el miedo y de hacer cundir el ejemplo en las restantes poblaciones indígenas del entorno. Se desconoce, sin embargo, cuál fue el resultado de ese asedio: ¿se rindieron los turmogos que habitaban el Cerro Castarreño? ¿Sucumbieron acaso por el hambre? ¿Fue el castro totalmente destruido o simplemente abandonado? Dado el nivel de arrasamiento actual del yacimiento, es difícil precisar estos hechos, pero es segura la presencia del ejército romano en el mismo en relación con estos eventos.

Prospección geofísica con magnetómetro en Carrecastrillo, a los pies del CerroCastarreño (17/08/2022). / JOSÉ COSTA.

Reconstruyendo la historia de la comarca

Además de las ya mencionadas estructuras militares, los arqueólogos han estudiado numerosos yacimientos en la campiña de Sasamón a lo largo de estos últimos seis años. Así, se ha prospectado el área urbana bajo el actual núcleo de Sasamón y se desarrollaron los trabajos de excavación en el Cerro de Castarreño. Con carácter anual, los arqueólogos desarrollan campañas de prospección aérea con drones para monitorizar las estructuras arqueológicas soterradas y documentar nuevas trazas de su presencia mediante la generación de cartografías a partir de fotografías tomadas por medio de drones.

Durante el verano, el uso de métodos geofísicos permite documentar con gran detalle los yacimientos sin que esto suponga ningún perjuicio o molestia a los propietarios de las tierras. De este modo se ha logrado conocer mejor el urbanismo romano de Segisamo -identificándose las trazas de sus calles y edificios- o de complejos suburbanos como los de Tisosa y Santa Eulalia. Durante el desarrollo de estas actividades se han podido recuperar materiales arqueológicos relacionados con la vida cotidiana durante la Antigüedad.

Estructuras romanas documentadas alrededor del Cerro Castarreño.

Por su parte, en 2018 se inició la excavación de una estructura identificada mediante estas tecnologías y que delimitaba el espolón septentrional del Cerro de Castarreño -donde actualmente se encuentran las antenas de telefonía-. La apertura de varios sondeos permitió documentar un potente foso excavado en el páramo y de un talud situado al interior del mismo.

Nuevamente, los hallazgos materiales y las dataciones radiocarbónicas indican que el poblado se abandonó en relación con la llegada de Roma a la comarca. Arqueólogos de diversos países (Reino Unido, República Checa, Alemania, Holanda, Portugal, España, Estados Unidos, Bulgaria, Italia) e instituciones han formado parte en el pasado de este proyecto.

El cerco romano alrededor del Cerro Castarreño (08/08/2022). / JOSÉ COSTA.

Romanarmy.eu, una consolidada iniciativa de divulgación

El colectivo de investigación romanarmy.eu reúne a un conjunto de arqueólogos profesionales e investigadores de diversas instituciones (Universidades de Salamanca, Oviedo, Exeter y Minho; institutos de investigación como el Incipit-CSIC o el IAM) que estudian la presencia del ejército romano en el norte peninsular y las transformaciones que provocó la llegada de Roma en estos territorios. En los últimos años, el colectivo ha descubierto y estudiado numerosos yacimientos arqueológicos, lo que le ha permitido ofrecer visiones innovadoras sobre este proceso.

A través de una iniciativa centralizada en la web romanarmy.eu y en las redes sociales vinculadas, están llevando a cabo una tarea de difusión y visibilización de los nuevos hallazgos y análisis sobre estas evidencias arqueológicas, más de dos mil años después del fin de las operaciones militares. A diario, los arqueólogos han retransmitido las novedades de la campaña a través de los canales de comunicación del colectivo investigador Romanarmy.eu en Twitter, Facebook Live e Instagram.

Asimismo, se han organizado tanto charlas -en Villasandino y Sasamón- como visitas a las zonas de excavación -en Olmillos de Sasamón- con el fin de dar a conocer a la población local los resultados obtenidos y concienciarla de la necesidad de su conservación para generaciones futuras. Ante el auge del detectorismo ilegal y el expolio de yacimientos arqueológicos en la zona, los arqueólogos advierten de que los restos materiales solo tienen valor y permiten reconstruir los eventos del pasado por el contexto donde aparecen. Cualquier extracción no profesional supone la destrucción irreversible de estos depósitos y de la información que contienen.

De igual modo, los resultados de las dos últimas campañas, centradas en el cerco romano, han sido presentados en el prestigioso LIMES Congress XXV, celebrado en Nijmegen (Países Bajos), donde más de 440 especialistas en el estudio del ejército romano han tenido ocasión de analizar y destacar la importancia de los hallazgos.

Fuente: burgosconecta.es | 30 de agosto de 2022

Alarcos (Ciudad Real) descubre la primera necrópolis íbera con huesos humanos

Detalle de la singular fosa en la que han aparecido los restos óseos humanos. - Foto: Rueda Villaverde.

El grupo de alumnos de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), que está formando parte desde la semana pasada en la anual campaña de excavaciones en el ámbito del Parque Arqueológico de Alarcos, se pueden sentir unos privilegiados. Son los primeros en afianzar sus conocimientos y acumular experiencia en la necrópolis íbera descubierta en la zona hace solo unos meses, la tercera localizada en este singular entorno y la más importante por sus dimensiones y por encontrarse en un estado de conservación óptimo. Pero, además, están siendo testigos de excepción y cómplices directos de un hallazgo único, que tiene entusiasmado a todo el equipo de excavación dirigido por la profesora Rosario García Huerta. Se trata de la localización de una tumba con restos óseos humanos (cráneos y huesos largos), la primera que se encuentra en necrópolis ibéricas que datan de la Edad de Hierro (siglos VI al I a. C.).

La singularidad de este hallazgo, «muy importante», como lo describe García Huerta (izquierda), radica en la posibilidad de analizar estos huesos a través de su ADN, «para conocer así datos concretos sobre la edad de los individuos, el sexo, la procedencia e incluso posibles paleopatologías, y para tener una posible explicación de por qué con ellos sí se inhumaron los restos sin cremarlos antes».

Es algo que hasta ahora no se ha podido hacer en una necrópolis íbera, ya que tradicionalmente este pueblo enterraba los restos de sus fallecidos después de cremados, de ahí que no se hubieran encontrado huesos en ninguna tumba hasta ahora, lo que obligaba a los investigadores a fechar su procedencia sólo a través de las urnas funerarias en las que se depositaban las cenizas y el ajuar que introducían en la fosa.

Miguel Ángel Rodríguez Rabadán e Isabel Serio trabajan en el perfilado de los huesos aparecidos en la nueva necrópolis.

"Estos materiales nos dan mucha información porque de ellos podemos inferir elementos espirituales de la cultura íbera, además de aspectos sobre la demografía, población y la diversidad de estratos sociales", explica García Huerta.

«No sabemos a qué puede responder esto. Lo cierto es que estamos sorprendidos porque es algo único, un hallazgo sin precedentes en un asentamiento íbero», destaca la directora de la excavación, que ya ha mandado varios de estos restos óseos para que sean analizados a la prestigiosa universidad norteamericana de Harvard, a través del mayor especialista sobre analítica de ADN antiguo de España, el biólogo Carles Lalueza Fox. Unos análisis cuyos resultados no tardarán en llegar para satisfacer así la gran expectación que ha generado este descubrimiento en todo el equipo de excavación de la UCLM, formado también por los profesores Antonio de Juan, Diego Lucendo, David Rodríguez, Javier Morales y Pedro Miguel, a los que se han unido como colaboradores Miguel Ángel Rodríguez Rabadán e Isabel Serio.

Rodríguez Rabadán, graduado en Historia por la UCLM y estudiante del máster de investigación, cumple su cuarta campaña de excavación en Alarcos y confiesa sentirse «un afortunado». «Esto es único, y poder trabajarlo con mis propias manos es algo sensacional. Es lo más relevante que nunca he excavado», afirma este futuro investigador y arqueólogo, estudioso del mundo ibérico, que comparte con todo el equipo el entusiasmo que ha generado este singular descubrimiento arqueológico en las faldas del cerro de Alarcos, un enclave geográfico sembrado de historia que no deja de sorprender a los que llevan años recuperándola con paciencia y esmero.

Los alumnos de la UCLM, trabajando sobre las tumbas excavadas. - Foto: Rueda Villaverde.

De plantación de pistachos a la necrópolis íbera más importante

La singular fosa íbera con restos óseos humanos es solo uno de las decenas de enterramientos que se han encontrado, hasta la fecha, en esta tercera necrópolis que ha aflorado en las inmediaciones del cerro de Alarcos; sin duda, la más importante de todas y la que presenta un mejor estado de conservación.

Se trata de 6.000 metros cuadrados en los que se han localizado más de un centenar de tumbas, de las cuales sólo se han excavado 30. Como destaca Rosario García Huerta, «es un yacimiento con una potencia desconocida aún, puesto que de momento sólo se está trabajando en un primer nivel superficial, a la espera de conocer realmente los enterramientos que pueda haber debajo, y con muchos años de trabajo por delante».

Si la primera necrópolis íbera de Alarcos se localizó en los años ochenta y la segunda se empezó a excavar en 2014, la descubierta este año se debe a una feliz casualidad, cuando la propiedad del terreno donde se asienta intentó sembrar pistachos. El estudio previo pertinente detectó los posibles restos arqueológicos, y una empresa de seguimiento especializada corroboraba el hallazgo y realizaba las primeras labores de desenterramiento de fosas y túmulos y perimetración durante tres meses.

A falta del trámite administrativo del traspaso de la propiedad del terreno a la Junta de Comunidades y del vallado de la zona, el grupo de alumnos de la UCLM aprovechará estas dos semanas de campaña de excavación (finaliza este sábado) para recuperar urnas de cerámica, adornos, anillos fíbulas, fusayolas, huesos astrágalos de animales sacrificados y armamento de hierro, aunque éste muy deteriorado.

La alumna de 4º de Historia, Laura Fernández, natural de Mota del Cuervo (Cuenca), se estrena como arqueóloga en prácticas, en «una labor muy interesante y gratificante porque ves los resultados del trabajo, con un buen ambiente entre los compañeros». Beneficios que compensan el intenso calor que se pasa en un yacimiento que es posible gracias a la financiación económica del Gobierno regional.

Fuente: latribunadeciudadreal.es | 30 de agosto de 2022

Descubren una gran necrópolis visigoda en Villamayor de Calatrava (Ciudad Real)

Doce nuevas tumbas de época visigoda datadas entre los siglos VI y VII, que se suman a las tres halladas en 1968, han sido descubiertas en el curso de las excavaciones arqueológicas que se están realizando en el municipio de Villamayor de Calatrava, Ciudad Real.

Los arqueólogos responsables de este proyecto destacan como principal importancia del descubrimiento que, contrariamente a lo que se pensaba, no se trata de tumbas aisladas sino de una necrópolis o cementerio completo formado por un número desconocido de tumbas, pero que podrían llegar al centenar, teniendo en cuenta la densidad de tumbas descubiertas en el sondeo de 36 x 3 metros abierto en esta campaña.

Según ha informado el consistorio, el descubrimiento abre para el equipo de arqueólogos que trabaja en el lugar nuevas interrogantes sobre la posible existencia de una iglesia o de una aldea asociada a esta necrópolis, algo habitual en esta clase de yacimientos.

El descubrimiento se ha efectuado en las inmediaciones de Villamayor de Calatrava, en un paraje conocido como Las Viñuelas, donde en 1968 ya fueron descubiertas tres tumbas de época visigoda.

Fuente: miciudadreal.es | 1 de septiembre de 2022

La necrópolis de Villamayor de Calatrava podría contener un centenar de tumbas

El alcalde de Villamayor de Calatrava y diputado nacional por el PP, Juan Antonio Callejas, ha pedido a la Junta de Comunidades que apueste por invertir en el estudio arqueológico de la recién descubierta necrópolis visigoda, que podría contener un centenar de tumbas y que ha sido presentada este viernes a los medios informativos.

Callejas amplía esta petición a los trabajos iniciados, también con fondos municipales, en las excavaciones realizadas en una Villa romana localizada cerca de Villamayor, proyectos ambos de enorme valor arqueológico.

La necrópolis presentada hoy cuenta con 12 nuevas tumbas de época visigoda, datadas entre los siglos VI y VII d.C., que se suman a las 3 halladas en 1968, lo que para los arqueólogos responsables de este proyecto supone una gran importancia, ya que, contrariamente a lo que se pensaba, no se trata de tumbas aisladas sino de una necrópolis o cementerio completo formado por un número desconocido de tumbas, pero que podrían llegar al centenar, teniendo en cuenta la densidad de tumbas descubiertas en el sondeo de 36 x 3 metros abierto en esta campaña.

El descubrimiento abre para el equipo de arqueólogos que trabaja en el lugar nuevas interrogantes sobre la posible existencia de una iglesia o de una aldea asociada a esta necrópolis, algo habitual en esta clase de yacimientos, ahora descubierto en las inmediaciones de Villamayor, en el paraje conocido como Las Viñuelas.

Ese primer descubrimiento de 1968 provocó una nueva investigación en el año 2017, que se complementa con la intervención que se está realizando este año, con el objetivo de determinar el tamaño e importancia del yacimiento. Para ello se ha abierto un gran sondeo de 36 x 3 metros en el que se han podido descubrir 12 nuevas tumbas, desconocidas hasta la fecha, así como identificar dos de las tumbas descubiertas en 1968, en las que todavía quedaban algunos restos óseos que podrán ser estudiados.

Proyecto más ambicioso

Este descubrimiento arqueológico forma parte de un proyecto más ambicioso, titulado “Avances para la comprensión del poblamiento tardoantiguo en el término municipal de Villamayor de Calatrava”, que persigue incrementar el conocimiento que se tiene sobre el poblamiento en época tardoantigua y alto medieval en la cuenca alta del rio Tirteafuera, en una zona con una alta densidad de yacimientos arqueológicos de esta cronología. Se trata de un proyecto promovido por el Ayuntamiento de Villamayor de Calatrava y financiado en gran medida con fondos LEADER, que cuenta con una inversión cercana a los 6.000 €.

Los trabajos arqueológicos actuales en Villamayor están desarrollados bajo la dirección de Víctor Manuel López-Menchero, Javier Romero, Miguel Ángel Hervás, Germán Esteban y Mar Zarzalejos, y se completarán con una prospección geofísica mediante georradar 3D en el cercano yacimiento de Lagunilla de la Dehesa, donde fue descubierta una importante villa romana en el año 2018 y que parece albergar también restos de época visigoda.

Fuente: miciudadreal.es | 2 de septiembre de 2022

Descubren en Borneo un esqueleto al que se le practicó la amputación de un pie hace unos 31.000 años

Andika Priyatno, del Centro Provincial de Preservación del Patrimonio Cultural de Yogyakarta y el Dr. Tim Maloney, de la Universidad Griffith, en el lugar en que se halló el esqueleto. Crédito: Tim Maloney

Un equipo de arqueólogos de Indonesia y Australia, codirigido por académicos de la Universidad de Griffith, ha desenterrado los restos óseos de un joven cazador-recolector cuya parte inferior de la pierna izquierda fue amputada por un hábil cirujano prehistórico hace 31.000 años.

Se cree que el descubrimiento, publicado en Nature, es la evidencia más antigua conocida de un acto médico complejo, anterior a otros casos de "operaciones quirúrgicas" de la Edad de Piedra encontrados en yacimientos de Eurasia y realizados a lo largo de decenas de miles de años.

El profesor Maxime Aubert (izquierda), del Centro Griffith de Investigación Social y Cultural, codirector del proyecto de investigación realizado con el Centro de Arqueología, Lengua e Historia de Indonesia, dijo que el nuevo hallazgo salió a la luz en 2020, durante una excavación arqueológica en Liang Tebo.

Liang Tebo es una cueva de piedra caliza en la remota región de Sangkulirang-Mangkalihat, al este de Kalimantan, la parte indonesia de Borneo, a la que solo se puede acceder en barco en ciertas épocas del año.

La excavación arqueológica fue supervisada por el investigador de la Universidad de Griffith, el Dr. Tim Maloney (derecha), junto con la Dra. India Ella Dilkes-Hall, de la Universidad de Australia Occidental, y el arqueólogo Andika Arief Drajat Priyatno, miembro del Centro de Preservación del Patrimonio Cultural de Kalimantan Oriental en Yogyakarta.

a: Región de la plataforma continental Sonda (Sunda en inglés), la cual abarca la actual isla de Borneo durante los períodos de descenso del nivel del mar y que está situada al oeste de Wallacea y al noroeste de la masa terrestre sumergida del Pleistoceno de Sahul (Australia y Nueva Guinea). La península de Sangkulirang-Mangkalihat (SMP) se encuentra en el borde más oriental de Sonda. b: Se señala la ubicación de Liang Tebo y los sitios arqueológicos circundantes, incluidos aquellos con arte rupestre datados en el Pleistoceno tardío (se muestran en rojo). Fuente del mapa, Shuttle Radar Topography Mission 1 Arc-Second Global de NASA/NGS/USGS; GEBCO_2014 Grid, versión 20150318 ( http://gebco.net ). Mapas base generados con ArcGIS por M. Kottermair y A. Jalandoni. Barras de escala, 500 km ( a) y 10 km ( b ). 'ka es igual a miles de años'.

El equipo de investigadores, al hallar el esqueleto, se sorprendió al observar que faltaba del mismo la parte inferior de la pierna izquierda y su pie. El análisis realizado por la paleopatóloga, Dra. Melandri Vlok (izquierda), de la Universidad de Sydney, confirmó la evidencia de crecimientos óseos relacionados con la curación del hueso de la pierna, lo que sugiere que dicha extremidad izquierda fue amputada quirúrgicamente varios años antes, cuando el individuo era un niño.

“De hecho, fue una gran sorpresa que este anciano cazador-recolector sobreviviera a una operación infantil tan grave y potencialmente mortal, pero la herida sanó y formó un muñón, lo que le permitió vivir con movilidad reducida a lo largo de su vida en un terreno montañoso, lo que indica, por otro lado, un alto grado de atención y ayuda por parte de la comunidad a la que pertenecía”, indica la Dra. Vlok.

Anteriormente, la investigación arqueológica en Eurasia y las Américas ha descubierto huesos humanos que muestran signos de cirugías prehistóricas, incluidos agujeros perforados en cráneos (trepanación).

a: Inhumación de un solo adulto (TB1). El cráneo está a la derecha de la barra de escala, en el que se muestra la exposición de la cresta supraorbitaria. Se halla en una posición de entierro flexionada, con la rodilla derecha llevada al pecho y un pie derecho completo, mientras que la rodilla izquierda está flexionada debajo de la pelvis, con la tibia y el peroné debajo del fémur. b: Nódulo 'in situ' de color ocre rojo (un pigmento natural de la tierra) situado junto a la mandíbula. c: Maxilar y mandíbula. Barra de escala, 5 cm.

Sin embargo, hasta ahora, la evidencia más antigua revelada de una cirugía de amputación comprendía el esqueleto de 7.000 años de antigüedad de un anciano granjero de la Edad de Piedra hallado en Francia, cuyo antebrazo izquierdo había sido cuidadosamente amputado justo por encima del codo.

"La datación directa de los restos descubiertos resultó ser una tarea desafiante", dijo el profesor asociado Renaud Joannes-Boyau (derecha), jefe del Grupo de Investigación de Geoarqueología y Arqueometría de la Universidad Southern Cross, Australia, a quien se le encomendó la tarea de calcular la antigüedad del esqueleto.

Al medir la cantidad de radiación recibida por el esmalte dental anterior a su entierro, el profesor Joannes-Boyau pudo confirmar que el individuo murió hace unos 31.000 años, lo que concuerda con la datación de radiocarbono del sedimento que lo acompañaba.

“A la luz de esta antigüedad, mucho más joven que hallazgos similares anteriores, el descubrimiento de este individuo amputado de hace 31.000 años en Borneo tiene claramente implicaciones importantes para nuestra comprensión de la historia de la actividad médica”, sostiene el Dr. Maloney.

a: Piernas derecha e izquierda del esqueleto TB1 con la cintura pélvica, y en el que se observa la ausencia completa del tercio distal de la parte inferior de la pierna izquierda. b: Tibia y peroné izquierdos que muestran la superficie de amputación, atrofia y necrosis. La superficie ósea es más porosa porque se produjo lisis para eliminar el hueso muerto (necrosis). c: Radiografía de tibia y peroné izquierdos. df: Hueso remodelado que cubre las superficies de amputación, lo que demuestra la curación después de la amputación. d: Cara medial de la tibia izquierda. e: Cara medial de la tibia izquierda. f: cara anterior del peroné izquierdo. Imágenes en df tomadas con un microscopio digital Olympus DSX1000. Barras de escala, 5 cm (a), 5 mm (b y c) y 2 mm (df).

Los expertos habían asumido que los humanos carecían de la experiencia y la tecnología necesaria para realizar procedimientos complicados como amputaciones quirúrgicas, antes de que surgieran miles de años más tarde, esto es, hace más de 10.000 años en las comunidades y pueblos agrícolas.

“Se pensaba que el cambio en la búsqueda de alimento a través de la agricultura, al final de la Edad de Hielo, dio lugar a problemas de salud previamente desconocidos, los cuales estimularon los primeros avances en tecnología médica, incluidos los primeros intentos de 'cirugía' practicados durante la Edad de Piedra”, señala el Dr. Maloney.

“Lo que demuestra este nuevo hallazgo en Borneo es que los humanos ya tenían la capacidad de amputar con éxito extremidades enfermas o dañadas mucho antes de que comenzáramos a cultivar y vivir en asentamientos permanentes”, dijo el profesor Aubert.

El equipo investigador en la cueva de Kalimantan Oriental, Borneo, Indonesia, donde encontraron el esqueleto en 2020. AP TIM MALONEY/GRIFFITH UNIVERSITY VÍA AP.

"Esto también está de acuerdo con las evidencias de que los cazadores-recolectores de la Edad de Hielo en Indonesia tenían estilos de vida culturales sofisticados, tal como se demuestra con las dataciones primitivas del arte rupestre en Borneo y en la isla adyacente de Sulawesi", señala el miembro del equipo Adhi Agus Oktaviana (izquierda), miembro de la Universidad Griffith y estudiante de doctorado con sede en Yakarta, en el Centro de Arqueología, Idioma e Historia.

El equipo aduce que los cirujanos que realizaron la amputación hace 31.000 años debieron haber tenido un conocimiento detallado de la anatomía y sistemas vasculares de la extremidad inferior izquierda, a fin de localizar y estudiar la forma de tratar los músculos, nervios y vasos sanguíneos, y poder prevenir una excesiva pérdida de sangre y una infección fatal.

Los cuidados intensivos de enfermería postoperatorios también habrían sido vitales, dado que la herida tendría que haber sido limpiada y desinfectada regularmente para prevenir infecciones.

Foto: Una representación artística del individuo con el pie izquierdo amputado. Crédito: José García.

La habilidad médica y la competencia demostradas en esta amputación contrastan con la letanía de horrores que esperaban a los pacientes por parte de los cirujanos medievales europeos, puesto que la medicina moderna solo logró realizar amputaciones con cierto éxito después del descubrimiento de los antisépticos a principios del siglo anterior.

Según el Dr. Maloney, sigue siendo una pregunta abierta si el hallazgo de Liang Tebo es simplemente la primera evidencia conocida de la complejidad -hasta ahora desconocida- de las culturas médicas de los cazadores-recolectores, las cuales estaban mucho más desarrolladas en este período temprano de la prehistoria humana, o si las comunidades de Borneo (que formaba parte de la región de Sonda), dedicadas a la caza y recolección hace 31.000 años, habían adquirido un grado inusualmente avanzado de competencia 'médica'.

"Una posibilidad es que las rápidas tasas de infección en los trópicos cálidos y húmedos impulsaran a los primeros cazadores-recolectores de esta región a aprovechar la 'farmacia natural' que suponía las plantas medicinales que proporcionaban las selvas tropicales, lo que llevó a un florecimiento temprano en el uso de recursos botánicos para obtener anestésicos, antisépticos y otros tratamientos para la cicatrización de heridas”, dijo la Dra. Dilkes-Hall (izquierda).

Fuente: Universidad de Griffith | 8 de septiembre de 2022

Encuentran un diente humano de 1,8 millones de años en Georgia

Diente mandibular premolar de un Homo erectus primitivo hallado en Georgia.

Un equipo de arqueólogos han encontrado en Georgia un diente de 1,8 millones de años perteneciente a una especie humana primitiva. Los científicos dicen que el hallazgo consolida la región como el hogar de uno de los asentamientos humanos arcaicos prehistóricos más antiguos de Europa, o, si se prefiere, fuera de África.

El Centro Nacional de Investigación de Arqueología y Prehistoria de Georgia informó el jueves que los arqueólogos descubrieron el diente cerca del pueblo de Orozmani, a unos 100 kilómetros al suroeste de la capital de Georgia, Tbilisi.

Foto: Yacimiento de Orozmani, donde ha sido hallado el diente de hace 1,8 millones de años.

Tanto herramientas de piedra como restos de animales han sido encontrados anteriormente en el territorio del yacimiento arqueológico de Orozmani, pero esta es la primera vez que se hallan restos de un Homo erectus.

Orozmani se encuentra cerca de la ciudad de Dmanisi, donde se han descubierto cráneos humanos que datan de 1,8 millones de años a fines de la década de 1990 y principios de 2000. Los hallazgos de Dmanisi constituyen el descubrimiento más antiguo del mundo de su tipo fuera de África, los cuales han cambiado la comprensión de los científicos sobre la evolución humana temprana y los patrones de migración.

El arqueólogo Giorgi Bidzinashvili sostiene el diente hallado entre capas de rocas que presumiblemente datan de 1,8 millones de años.

El lugar de Georgia en la historia humana

El reciente hallazgo, en un lugar a 20 kilómetros de Dmanisi, proporciona más evidencia de que la región montañosa del sur del Cáucaso fue probablemente uno de los primeros lugares donde los homínidos denominados Homo georgicus se asentaron después migrar de África, dicen los expertos.

"Orozmani, junto con Dmanisi, representa el centro de la distribución más antiguo del mundo de los humanos antiguos o primeros 'Homo', fuera de África", sostiene el Centro Nacional de Investigación de Arqueología y Prehistoria de Georgia, al anunciar el descubrimiento del diente.

Giorgi Bidzinashvili, líder científico del equipo de excavación, dijo que consideraba que el diente pertenecía a un "primo" de Zezva y Mzia, los nombres dados a dos cráneos fosilizados casi completos de unos 1,8 millones de años encontrados en Dmanisi.

Los rostros reconstruidos de Mzia (izquierda), y Zezva, dos homínidos que vivieron en el área que ahora es el Mar Negro, en Georgia. Sus huesos fueron encontrados junto a herramientas de piedra de 1,8 millones de años de antigüedad, lo que sugiere que son los europeos más antiguos, según los expertos. Fuente: Museo Nacional de Georgia a través de Bloomberg.

"Las implicaciones, no solo para este sitio, sino también para Georgia y la historia de los humanos que abandonaron África hace 1,8 millones de años, son enormes", dijo el estudiante de arqueología británico Jack Peart, quien encontró el diente por primera vez en Orozmani.

“Consolida a Georgia como un lugar realmente importante para la paleoantropología y la historia humana en general”, dijo.

Los restos más antiguos fuera de África

El fósil del género Homo más antiguo del mundo data de hace unos 2,8 millones de años, y constituye una mandíbula parcial descubierta en la actual Etiopía.

La mandíbula de un 'Homo' hallada en Ledi-Geraru, Etiopía, con 2,8 millones de años de antigüedad / BRIAN VILLMOARE.

Los científicos creen que los primeros humanos, una especie de cazadores-recolectores llamada Homo erectus, probablemente comenzaron a migrar fuera de África hace unos 2 millones de años. Se han descubierto herramientas antiguas que datan de aproximadamente 2,1 millones de años en la China actual, pero los yacimientos de Georgia contienen los restos más antiguos de los primeros humanos recuperados hasta ahora fuera de África.

Se cree que los humanos anatómicos modernos, ,es decir, los Homo sapiens, surgieron en África hace unos 300.000 años, aunque las estimaciones varían.

Giorgi Bidzinashvili, (izquierda) y Jumber Kopaliani, el líder general del trabajo excavación (segundo a la izquierda), presentan los materiales descubiertos en el sitio de Orozmani. Foto: Municipio de Dmanisi

Fuente: dw.com | 9 de septiembre de 2022

Grecia exhibe en la isla de Santorini una estatua 'casi intacta' de 2.700 años de antigüedad

Una estatua de 2,700 años de antigüedad, casi intacta, será expuesta este fin de semana en la isla griega de Santorini, declaró el ministerio de Cultura de ese país.

La koré de Théra, estatua de una mujer de largos cabellos, que data del siglo VII a.C., probablemente un monumento funerario ubicado en el cementerio de la ciudad antigua de Théra, había sido descubierta en noviembre de 2000, según un comunicado del ministerio.

De una altura de 2,5 metros, hecha con mármol procedente de la vecina isla de Naxos, la estatua está casi intacta y solo le falta un pedazo de nariz y un codo.

“Es una de las pocas estatuas helénicas de piedra que subsisten” declaró el ministerio. Piezas similares fueron descubiertas en el pasado en el cementerio, pero en menos buen estado.

La estatua será brevemente presentada durante una exposición temporal inaugurada el domingo en el museo de Santorini, en vías de renovación.

Santorini, hoy uno de los principales destinos turísticos de Grecia, sufrió a fines del siglo XVII a.C. un erupción volcánica que devastó una colonia minoica, culturalmente muy avanzada.

La estatua procede de una ulterior civilización dórica, que construyó Théra en el siglo IV a.C.

Fuente: megavision.com.sv | 2 de septiembre de 2022