Los neandertales eran más vegetarianos de lo que se pensaba

Un diente neandertal usado por Robert Power en su investigación. (Foto: Amanda Henry)

Las plantas eran una parte importante del menú de los neandertales que vivieron en las regiones mediterráneas más cálidas de Eurasia, hace entre 180.000 y 30.000 años. Pero los paleoantropólogos habían supuesto durante mucho tiempo que ese no era el caso en regiones más frías, como las estepas en las que típicamente vivían los mamuts. Ese hábitat, denominado la estepa del mamut, una región desprovista casi por completo de árboles, era el paisaje dominante desde la Europa Central hasta el Este Asiático durante los períodos fríos del Pleistoceno.

Se pensaba que los neandertales en estas áreas habían sido carnívoros, comiendo prácticamente solo la carne de grandes animales salvajes. Esta dieta, muy limitada, hizo a esta especie de homínidos muy vulnerable y pudo contribuir a que se extinguieran, según la opinión generalizada entre los antropólogos.
El arqueólogo Robert Power (izquierda), de la Universidad de Leiden en los Países Bajos, ha descubierto, sin embargo, que los neandertales debieron consumir productos vegetales de forma regular como alimento, incluso en este entorno frío y seco.

Power argumenta que, dado que la estepa del mamut ya no existe como tal, resulta muy difícil conocer con certeza detalles sobre su vegetación, y por tanto es muy plausible que este hábitat albergase recursos vegetales más útiles para los neandertales que lo supuesto hasta ahora.

Gracias a nuevos métodos de microscopía, la placa dental (la biopelícula bacteriana que se forma sobre las piezas dentales) se ha convertido en una buena fuente de indicios de comida habitual que pueden ahora ser analizados. Power estudió las partículas microbotánicas en la placa dental de neandertales de seis yacimientos arqueológicos, incluyendo en Croacia, Italia y Rusia. Los resultados de los análisis de 48 dientes indican que en todas esas regiones los neandertales consumían comida vegetal regularmente.

Power también examinó la fiabilidad de la placa dental como un recurso para reconstruir dietas. Hizo esto examinando la placa de un grupo de chimpancés que habían muerto recientemente por causas naturales y cuya dieta fue vigilada durante un periodo de 20 años. Lo encontrado confirma que la placa puede ser un reflejo fiel de la dieta a lo largo de un período largo de vida.

Fuente: noticiasdelaciencia.com | 10 de noviembre de 2016

Arqueólogos españoles descubren la maravillosa decoración de la momia de un asesor del faraón en Luxor

Las profundidades han vuelto a deslumbrar en Luxor, la Tebas de los faraones. La momia de un alto funcionario de la corte, envuelta en un precioso y colorido cartonaje, ha surgido de las áridas entrañas del templo de Millones de Años de Tutmosis III (1490/68-1436 a.C.) durante la novena campaña de la misión española que dirige la egiptóloga Myriam Seco.

"Hallamos el nicho en el exterior del muro perimetral sur del templo. El sarcófago antropomorfo estaba comido por las termitas. Apenas se conservaban los pies y la cara. Dentro, sin embargo, encontramos un cartonaje muy frágil pero que mantiene una decoración muy colorida. Es una auténtica preciosidad", relata a EL MUNDO Myriam Seco (izquierda), que codirige desde 2008 la tarea titánica de recuperar el templo funerario del apodado "Napoleón de Egipto", el faraón más grande de todos los tiempos.

La cuidada piel del cartonaje ha revelado las coordenadas de su dueño. "Tiene dibujados todos los elementos simbólicos de la religión egipcia. Aparecen símbolos solares, como el disco solar o la cobra; las diosas protectoras Isis y Neftis con sus alas desplegadas; los cuatro hijos de Horus encargados de custodiar las vísceras del difunto o los halcones protectores también con las alas desplegadas", detalla la egiptóloga sevillana desde la orilla occidental de Luxor.

"Hemos encontrado objetos paralelos en el tercer período intermedio. Los estudios preliminares la sitúan a comienzos de ese período, en torno a los siglos XI o X a.C.", añade.



"Se va a realizar un estudio en profundidad del cartonaje para determinar su cronología", subraya el jefe del departamento de Antigüedades egipcias del ministerio de Antigüedades, Mahmud Afifi, en el breve comunicado difundido este domingo para anunciar el descubrimiento.

Según las pesquisas halladas en el "maravilloso" cartonaje, el difunto se llama Amon Renef y portaba el título de "Sirviente de la Casa Real". "Era un personaje importante en la corte que se ocupaba de todo. Un asesor de la Casa Real", precisa Myriam Seco. Su sepultura, localizada la semana pasada, estaba resguardada por un pozo de poca profundidad. "El nicho mide unos 80 centímetros de altura y 60 de anchura", apostilla la "mudira" (directora, en árabe) de la expedición.

El rostro de Amon Renef, cuya momia protege como una bella cáscara de huevo, este cartonaje. THUTMOSIS III TEMPLE PROJECT

La angostura de la oquedad ha convertido su rescate en una odisea. "Imagina las posturas tan incómodas que han tenido que adoptar las dos restauradoras que han trabajado en el nicho, con la dificultad añadida de que tenían que entrar y salir sin rozar el cartonaje", narra Seco. "Era -confiesa- como tener una golosina atrapada en el interior de la tumba. Hemos trabajado durante una semana para extraerla intacta". Durante el delicado proceso, las expertas han recubierto la pieza con gasas antes de ser recuperada y enviada al almacén. "Ahora queda restaurarla y fortalecerla inyectándole varios productos. Tendremos que hacerlo antes de que concluya la campaña", apostilla.

Una vez consolidado, un examen de rayos X debería arrojar luz sobre el interior del cartonaje. "Es la única manera de saber el estado de la momia y de si lleva joyas", avanza Myriam Seco, feliz de sumar un nuevo período a la colección de hallazgos hallados bajo el templo de Tutmosis III.

Miriam Seco y su equipo, dispuestas a investigar la momia, una vez protegida- THUTMOSIS III TEMPLE PROJECT

"Cuando comenzamos a trabajar aquí no imaginábamos que fuésemos a encontrar necrópolis de tantas épocas diferentes. Todos estos descubrimientos están enriqueciendo el yacimiento, que ha demostrado una riqueza arqueológica extraordinaria, que abarca un arco cronológico superior a los 1500 años y que aporta materiales e informaciones de las dinastías XI, XII, XVIII y XIX, así como de principios del Tercer Período Intermedio y de Época Baja", admite.

Las cavidades horadadas hasta ahora están desvelando las distinguidas autoridades que yacen bajo las ruinas de un templo de proporciones faraónicas -100 metros de fachada y 150 metros de largo- que el proyecto financiado por el Banco Santander, la Fundación Botín, la compañía mexicana Cemex y la fundación Cajasol trata de remontar para recuperar su antiguo esplendor. Hace dos años la expedición halló la momia de una mujer que conservaba todavía un ajuar de brazaletes de oro, tobilleras de plata y un collar de oro y piedras semipreciosas.

Momento de la extracción de la momia envuelta en el cartonaje- THUTMOSIS III TEMPLE PROJECT

"La novena campaña está siendo fantástica. Nos hemos centrado en la terraza alta para reconstruir las piezas en piedra. Los muros perimetrales de este, oeste y sur ya han sido completados", apunta la egiptóloga, volcada además en dos tumbas de una necrópolis tardía localizadas en las postrimerías de la pasada campaña. "El templo está surgiendo de la nada. Es como si volviera a la vida", concluye mientras apura el último mes en un páramo varado entre la tierra desértica y los campos de cultivo.

Fuentes: EL MUNDO.es | ABC.es | 13 de noviembre de 2016

Una excavación en un asentamiento del siglo XVII en Taiwán determina que los primeros colonos europeos de Asia eran españoles

Cuerpo encontrado esta semana en Hoping Dao (Taiwán), en una imagen cedida por el equipo arqueológico.

En 1606, el navegante hispano portugués Luis Váez de Torres realizó una hazaña marítima que el divulgador científico Bill Bryson define como "el equivalente náutico de encontrar una aguja en un pajar": atravesó el estrecho que ahora lleva su nombre, entre Australia y Nueva Guinea, sin darse cuenta de que al sur se encontraba la inmensa terra australis incognita que andaba buscando la Corona. La presencia española en el Pacífico durante los siglos XVI y XVII fue tremendamente intensa, lo que explica exploraciones como la de Torres, aunque la historia global ha borrado esa memoria para centrarse en los viajes del británico capitán Cook en el siglo XVIII. Sin embargo, una investigación en un antiguo asentamiento español del siglo XVII en el norte de Taiwán aporta una nueva visión de la colonización del Pacífico. Los primeros europeos documentados arqueológicamente que vivieron y murieron allí fueron españoles.

El asentamiento investigado se llamó San Salvador de Quelung, ubicado en la pequeña isla de Hoping Dao, junto a la ciudad de Keelung, en el norte de Taiwán, y estuvo ocupado por españoles entre 1624 y 1642. Las excavaciones que está llevando a cabo un equipo internacional de investigadores, primero desde el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y actualmente desde la Universidad de Konstanz (Alemania) y la Academia Sinica (Taiwán), están revelando que era mucho más sólido de lo que pensaban, ya que están desenterrando los cimientos de un fuerte y, sobre todo, de una iglesia o convento.

"Estos hallazgos desmontan la idea de marginalidad de esta colonia. Taiwán estuvo en el centro de intercambios comerciales que dieron lugar a la globalización, que empieza aquí", explica por Skype la arqueóloga española María Cruz Berrocal, que dirige la excavación: "Nuestro trabajo en Taiwán comenzó en 2011 porque queríamos investigar aquellos primeros contactos en el Pacífico".

Arqueólogos trabajando en los muros de la iglesia, en Hoping Dao, en una foto cedida por el equipo.

Los cuerpos de los colonos han ido apareciendo a lo largo de los años, pero el último, desenterrado, el pasado martes, ha sido el más sorprendente, porque fue encontrado con las manos en aparente posición de rezo. Dentro de la Iglesia se descubrió otro cuerpo aunque solo han logrado extraer la cabeza. En total, desde que comenzó la campaña, se han descubierto tres enterramientos, más otro de un niño aborigen de unos cuatro años y otros huesos que indican la presencia de más individuos, aunque fuera de contexto. El conjunto demuestra que esa Iglesia tuvo un cementerio.

ESPAÑOLES, HOLANDESES, CHINOS Y JAPONESES

Todos los datos que van surgiendo sobre San Salvador de Quelung trazan un panorama insólito de la colonización y reflejan la competencia entre españoles y holandeses por el control de las rutas comerciales en el Pacífico. "Creemos que vivían unos 200 colonos y filipinos de tropa, además de una cantidad indeterminada de aborígenes", explica Berrocal. Fue un asentamiento creado desde Filipinas, entonces sometida a un bloqueo, con un objetivo no solo comercial, sino para introducir de forma clandestina misioneros en Japón y China. Sin embargo, en 1642 fueron expulsados por los holandeses (al igual que los españoles habían ocupado un asentamiento aborigen que se remontaba a la prehistoria).

En el mismo lugar, que actualmente es una aparcamiento, han aparecido restos chinos y, sobre todo, numerosos vestigios japoneses de la Segunda Guerra Mundial, como una trinchera y todo tipo de objetos militares. Precisamente, la acumulación de restos, la enorme concentración de vestigios, hizo que las primeras excavaciones fuesen contempladas con pesimismo por los expertos locales. Sin embargo, el misterioso individuo encontrado con las manos cruzadas demuestra que la historia estaba esperando para revelar sus secretos.

"En otros lugares del Pacífico se han descubierto cuerpos que podrían pertenecer a europeos, pero no hay datos que los relacionen directamente con un contexto colonial o no están publicados en revistas científicas", prosigue Berrocal, de 43 años, que, aunque hizo su tesis sobre arte rupestre en la península Ibérica, lleva desde 2007 trabajando en el Pacífico, primero en Fiji y ahora en Taiwán.

La información que pueden sacar de estos esqueletos es enorme: desde los virus hasta las bacterias –con ayuda del Instituto Max Planck de Alemania, el más avanzado del mundo en el estudio de ADN antiguo de patógenos– o su alimentación por el análisis de los restos en el cálculo dental. "Son personas que posiblemente vivieron en tres continentes, Europa, América y Asia, y la gente más antigua que haya habitado en tantos sitios que hayamos podido estudiar. Son ambientes muy distintos que nos pueden proporcionar muchísima información. Por el análisis de restos botánicos, tanto en sus dientes como en la propia excavación, podríamos determinar si trajeron plantas de América, por ejemplo. Ahora mismo, las especies introducidas desde fuera encienden un gran debate en esta zona del mundo", prosigue Berrocal.

Por ahora, el ADN ha confirmado que por lo menos uno de ellos era de origen europeo, aunque todavía no han realizado las pruebas definitivas. En cuanto al individuo descubierto esta semana existen todavía dudas sobre la zona del mundo de la que podría proceder. Como ocurre tantas veces en las excavaciones arqueológicas, las certezas son tan numerosas como las preguntas y todavía quedan muchos puntos oscuros en esta breve colonia, de la que existían testimonios escritos pero no pruebas físicas hasta 2011.

El profesor Antonio González-Martín, del Departamento de Zoología y Antropología Física de la Facultad de Biología de la Universidad Complutense de Madrid, analizó el ADN mitocondrial, que se transmite por vía materna, de los restos encontrados en 2014 y explica sus conclusiones: "Muestra una variante genética ampliamente distribuida en Europa, con un máximo en la población vasca (un 27%), aunque este grupo también se distribuye, en menor frecuencia, en el norte de África y Asia occidental". En otras palabras, han tenido que encargar nuevos exámenes para confirmar su origen europeo, seguramente vasco, aunque su olfato, y los datos arqueológicos que acompañan al descubrimiento, apuntan en ese sentido.

Por: Guillermo Altares
Fuente: El País

La hibridación con los neandertales permitió la adaptación fuera de África

Comparación entre el cráneo de un humano moderno (izquierda) y un cráneo neandertal. Cleveland Museum of Natural History. Crédito: DrMikeBaxter / Wikipedia

El encuentro entre los ancestros de los seres humanos con otras especies del género Homo, como el hombre de Neandertal o el de Denisova, ayudó a la adaptación a la vida fuera de África, según sugiere un estudio divulgado hoy.

La investigación, publicada por la revista Current Biology, recoge la evidencia hallada por un grupo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en la ciudad de Seattle (EE.UU.).


Al salir de África, el Homo sapiens se cruzó con especies como los neandertales y los denisovanos y tuvo una descendencia que se vio beneficiada con la herencia de estos últimos.
Gran parte de los fragmentos de ADN que todavía quedan de esos parientes lejanos casi no se registran con frecuencia, pero el nuevo estudio ha identificado 126 sitios del genoma humano en los que estas secuencias aparecen con una mayor asiduidad de la que podría esperarse.

De esas regiones identificadas, siete están vinculadas a características de la piel y, sobre todo, 31 al sistema inmune, uno de los puntos esenciales en el proceso de evolución adaptativa, pues permite enfrentarse a las distintas enfermedades.
"Nuestro trabajo muestra que la hibridación no fue solo una nota al margen de la historia humana, sino que tuvo consecuencias importantes y que contribuyó a la capacidad de nuestros ancestros a adaptarse a distintos entornos a medida que se dispersaban por todo el mundo", consideró Joshua Akey (izquierda), uno de los investigadores, según reprodujo Cell Press, editora de la revista Current Biology.

Para los científicos, la evidencia indica que las secuencias siguieron presentes porque eran ventajosas para los ancestros de los hombres modernos.
La hibridación con el hombre de Neandertal o de Denisova, que habitaban en Europa y Siberia, respectivamente, fue para estos expertos "una forma eficiente para adaptarse rápidamente a los nuevos entornos que se encontraba" el Homo sapiens al salir de África.

"La capacidad de aumentar la población fue muy probablemente facilitado porque determinadas secuencias genéticas herededas fueron ventajosas", explica Akey. "Además, muchas de estas secuencias abarcan los genes que participan en el sistema inmune, que es un objetivo frecuente de la evolución adaptativa."


Para realizar este trabajo, los expertos utilizaron mapas genéticos recientemente elaborados de las secuencias del hombre de Neandertal y de Denisova identificadas en más de 1.500 personas, todas de distintos sitios.

En un futuro, los investigadores esperan conocer más sobre la influencia que tuvieron estos genes, en especial, sobre las implicaciones que podrían tener en las enfermedades.

Se cree que el Homo sapiens se originó en África oriental entre 200.000 y 140.000 años atrás.

A esta especie, la única que aún perdura del género Homo tras la extinción del hombre de Neandertal hace 28.000 años, pertenece el ser humano moderno. EFE.

Fuentes: lavanguardia.com | PHYS.ORG | 10 de noviembre de 2016

Reconstruyen las causas del tsunami de Santorini

Lo que generó la onda de 9 metros de altura del tsunami que en el 1628 a.C. cruzó el Mediterráneo – ocasionando probablemente el fin de la civilización minoica – fue la caída al mar de un inmenso flujo de desechos generados por la explosión del volcán de Santorini. Es uno de los datos que se desprende de la reconstrucción de una de las erupciones más devastadora de todos los tiempos realizada por Paraskevi Nomikou, de la Universidad de Atenas, y publicada en Nature Communications.

Considerada como una de los mayores catástrofes de la historia humana, la erupción del volcán de Santorini (o Thera) produjo la expulsión de una enorme cantidad de materiales, estimada entre 30 y 80 kilómetros cúbicos de polvo y rocas, un volumen semejante al de un disco con un espesor de 100 metros y un diámetro de 20 kilómetros, alrededor de 10 veces mayor al de la erupción del Vesubio en el 79 d.C.

Las evidencias arqueológicas indican que la erupción fue acompañada de un potente tsunami con olas de 9 metros de altura, que devastó muchas islas del Mediterráneo y contribuyó también al colapso de la civilización minoica en la isla de Creta. Analizando el fondo marino de Santorini investigadores griegos han reconstruido la dinámica de la erupción y, en particular, los mecanismos que generaron el tsunami.



Estudios precedentes habían sugerido que lo que habría generado la onda habría sido el colapso de la caldera, el cráter que se forma en el centro de los volcanes tras el vaciado de la cámara magmática que se encuentra bajo tierra. Pero los nuevos datos indican en cambio que la onda se habría generado debido a la rápida caída de materiales expulsados por el volcán (mientras que la caldera no estaba conectada directamente con el mar). Una dinámica similar a lo que ocurrió con la erupción del Krakatoa en 1883, cuyo tsunami causó 35.000 muertos. El estudio proporciona detalles importantes para comprender mejor los peligros que se esconden en aquellos fenómenos cuyos efectos son difíciles de de prever.

Fuentes: ANSA / La Túnica de Neso

Los 5 tesoros del románico español

El Románico, considerado el primer gran estilo internacional, capitalizó las manifestaciones artísticas europeas desde el siglo XI hasta mediados del XIII. En España hizo su entrada cuando ya se había desarrollado en países como Italia y Francia, penetrando a través de las órdenes religiosas que realizaban el peregrinaje a Santiago de Compostela través del Camino. A lo largo de aquel recorrido que se convirtió en un verdadero núcleo cultural de la Edad Media han quedado, como testigos de la concepción del mundo que sirvió a una época, verdaderos tesoros que siguen en pie después de un milenio para ofrecernos sus maravillas. He aquí una recopilación de los mejores edificios del románico en España.

Catedral de San Pedro de Jaca

Interior de la Catedral de Jaca

Se trata de una de las catedrales más antiguas y significativas dentro del románico en España. Su construcción se inició en el siglo XI tras haberse convertido en capital del reino de Aragón y en sede episcopal. La Catedral de Jaca posee la característica planta basilical con tres naves que se convirtió en prototipo para otras construcciones similares. También su decoración es muy característica, destacando los bolardos, los capiteles decorados con motivos vegetales y figurados, y el ajedrezado conocido como taqueado jaqués, motivo decorativo que después se exportaría a otras construcciones como la Catedral de Zaragoza. Por desgracia, en el incendio de 1440 resultó dañada y se reconstruyó la techumbre en estilo gótico, quedando distorsionado el edificio original.

Claustro de Santo Domingo de Silos

Machón de “La duda de Santo Tomás” en el claustro de Silos

El monasterio Burgalés de Santo Domingo de Silos fue edificado ya en época visigoda. Tras quedar prácticamente abandonado en la época musulmana, será el futuro Santo Domingo quien acometa su reconstrucción y vuelta al funcionamiento. A pesar de que la iglesia y el resto del monasterio sufrieron reedificaciones y reformas, de nuevo, en el siglo XVIII, el claustro ha llegado intacto hasta nuestros días, convirtiéndose en una obra maestra del románico. Su particular belleza queda patente en las arquerías de dobles columnas que poseen las dos plantas del claustro, así como en sus capiteles historiados labrados minuciosamente y en los relieves de los machones que narran escenas de la muerte y resurrección de Cristo, como “La duda de Santo Tomás“.

San Martín de Tours

Exterior de San Martín de Tours

Este pequeño templo también se conoce con el nombre de San Martín de Frómista, por hallarse en esta localidad palentina. A pesar de que data del siglo XI, a lo largo de su historia sufrió un sinfín de modificaciones y añadidos hasta quedar el edificio original prácticamente irreconocible. En 1894, tras ser declarado Monumento Nacional, se acometió su restauración a cargo del arquitecto Aníbal Álvarez, quien devolvio el edificio a su forma original. Llama la atención, tanto en el interior como en el exterior, la rotundidad y armonía de sus formas, siendo uno de los ejemplos más puros del estilo románico, además de sus torres cilíndricas.

San Isidoro de León

Pinturas del Panteón Real de San Isidoro de León

En la ciudad de León nos encontramos con la magnífica Colegiata-Basílica de San Isidoro. El templo en sí es un gran compedio de estilos arquitectónicos que van desde el románico hasta el barroco. Sin embargo, algunas de las partes románicas que han perdurado tienen un gran valor, como es el caso del Panteón Real ubicado a los piés de la basílica. El lugar donde descansan la mayoría de los reyes de León está cubierto de una decoración mural que está considerada como una de las cimas del románico, representando las bellas pinturas los ciclos litúrgicos de la navidad, la pasión y la resurrección.

Catedral de Santiago de Compostela

Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela

Finalmente, en la última parada del camino, nos topamos con la colosal Catedral de Santiago. Este templo, uno de los más fascinantes de todo el románico y el más visitado sin duda alguna, se construyó para acoger al creciente número de peregrinos que acudían hasta el lugar después de descubrirse la tumba del apóstol. Las obras para construir la catedral tal como la conocemos actualmente fueron dirigidas por el Maestro Esteban y el Maestro Mateo, buscando un templo a la altura de la relevancia que tenía este lugar santo, y a juzgar por su monumentalidad sin duda lo consiguieron. Impresionan las dimensiones de su bóveda de cañón, pero mucho más la decoración escultórica de sus portadas: La puerta del Perdón, la de las Platerías y el Pórtico de la Gloria son testigos de la evolución desde el hieratismo de la escultura románica hasta el naturalismo del gótico.

Por: Ignacio Suárez-Zuloaga
Fuente: España Fascinante

Monos “habilis” ¿cómo definir la tecnología?

Percutores de piedra con borde afilado, preparados por los monos capuchinos del Parque Nacional de Serra Capivara, en Brasil. Fuente: Nature.

Tradicionalmente y de una manera muy simple se define la tecnología como la capacidad para transformar la materia prima en nuestro provecho. Siguiendo esta idea tan sencilla, las herramientas de piedra más antiguas que se conocen en la actualidad proceden de varios yacimientos africanos, como Lomekwi-3 (Kenia) y Gona (Etiopía), datados de 3,3 y 2,7 millones de años, respectivamente. La manufactura de estas herramientas es muy sencilla. Los homininos que las fabricaron tan solo tenían que golpear un canto apropiado para obtener un filo cortante. En esa acción de apariencia tan simple reside la idea de que ese filo tenía una utilidad. Sin duda, un avance sustancial de la mente de los homininos.

La revista Nature acaba de publicar el estudio de un equipo liderado por Tomos Proffitt (Universidad de Oxford) y Lydia Luncz (Universidad de Sao Paolo). Ese trabajo explica las observaciones realizadas sobre el comportamiento de ciertos monos capuchinos (Sapajus libidinosus) del Parque Nacional de Serra da Capivara en Brasil. Se trata de un género de primates platirrinos endémicos de Brasil y emparentados con las especies del género Cebus. Estos primates golpean de manera deliberada los cantos de cuarcita de un conglomerado del parque donde residen para obtener herramientas con filos cortantes. Con tales instrumentos golpean determinados alimentos, excavan o, incluso, realizan exhibiciones de carácter sexual. Cuando una de las herramientas se rompe de manera natural, su aspecto parece ser el resultado de una secuencia más compleja de reducción del canto.

El resultado de estas acciones repetidas de manera sistemática es realmente sorprendente, porque los objetos podrían pasar por herramientas fabricadas por homininos en algún lugar de África. Si se hubieran hallado en algún yacimiento del Plioceno de ese continente ningún experto dudaría en atribuirlas a la acción deliberada de los homininos.

Proffit, Luncz y sus colegas nos recuerdan que los chimpancés y los bonobos utilizan piedras para golpear frutos secos. Ocasionalmente los percutores se rompen y aparecen filos cortantes. Sin embargo, estos primates no dejan acumulaciones de objetos similares a los hallados en el este de África y atribuidos a los homininos. Por el momento, la comparación con bonobos y chimpancés era una manera satisfactoria de contrastar las habilidades de nuestros ancestros. Pero ahora podemos comprobar las capacidades de unos monos de América de sur con los que nadie contaba.
Los monos capuchinos no pesan más de cuatro kilogramos, aunque su cerebro da muestras de encerrar una mente ingeniosa. Si aplicamos la definición de tecnología, estos monos brasileños no solo usan, sino que fabrican herramientas de manera sistemática ¿Qué hacer pues ante semejante hallazgo?, ¿cuál es el límite que podemos fijar ahora para aceptar sin ambigüedades los yacimientos arqueológicos con herramientas? Muy posiblemente los arqueólogos no estarán dispuestos a ceder. Se trata de una convergencia cultural inesperada. Pero ¿tenemos que redefinir la tecnología de la genealogía humana? Sin duda, este hallazgo invita a la reflexión.


Ejemplar de Sapajus libidinosus percutiendo con una herramienta de piedra. Fuente: Nature.

Con gran sutileza, los autores de este nuevo trabajo en Nature advierten sobre la necesidad de buscar criterios para distinguir los yacimientos africanos con verdaderas herramientas fabricadas de manera intencionada, de aquellos otros en los que puede haber piedras rotas por un uso similar al que realizan bonobos y chimpancés. Pero se dejan de sutilezas cuando finalmente concluyen que los inicios de la tecnología no son exclusivos de la genealogía humana.

Es evidente que la diferencia entre yacimientos de homininos con y sin herramientas es indiscutible. Aquellos ancestros que alteraban de manera deliberada la materia prima mostraban una nueva capacidad, que se socializó hace entre 3 y 2 millones de años. En mi modesta opinión tenemos dos alternativas: 1- reconocer que la tecnología (en su forma más arcaica) es un carácter compartido con otros primates, y 2- redefinir la tecnología para diferenciarnos así de tan molestos competidores. No sería extraño que la cultura de los monos capuchinos de Brasil pueda encontrarse en otras especies endémicas de las vastísimas regiones de América del sur.
Ya sabemos que herramientas como las halladas en los yacimientos africanos de entre dos y tres millones de años se clasifican de manera genérica en el Modo 1 (según la terminología de Grahame Clark de 1977). Pero los expertos están de acuerdo en reconocer una amplia variabilidad en el Modo 1, que experimentó una evolución sustancial durante los más de dos millones de años en los que se elaboró tanto en África como en Eurasia. La llamada “arqueología cognitiva” ha de ser capaz de inferir diferencias mentales entre la simple percusión de las piedras (como hacen los monos capuchinos) y la intencionalidad de establecer secuencias técnicas complejas dirigidas a la obtención de herramientas más sofisticadas.

En cualquier caso, no dejaremos de ser primates reflexionando sobre nosotros mismos y comprobando una vez más que no existen límites entre lo humano y lo no-humano.

Fuente: quo.es | 10 de noviembre de 2016