José María Bermúdez de Castro: «El verdadero origen de los humanos modernos sigue siendo un misterio»
«Exploradores», el nuevo libro de José María Bermúdez de Castro, explica las últimas ideas de la Ciencia sobre la aparición de los primeros representantes de nuestra especie
josé manuel nieves / madrid
Entrevista al Codirector del yacimiento de Atapuerca (Burgos)
Es codirector de los Yacimientos de Atapuerca y protagonista, en primera persona, de una de las aventuras científicas más apasionantes de cuantas se han escrito en nuestro país. Durante casi tres décadas, ha luchado para que en el mundo resuene, y se respete, la voz de un grupo de científicos españoles que está haciendo historia. Ahora, con “Exploradores”, su último libro (Editorial Debate), repasa estos treinta años de trabajo intenso y descubrimientos excepcionales que han colocado a Atapuerca, y a España, entre los países que más tienen que decir sobre el origen del hombre, uno de los misterios científicos más apasionantes de la actualidad.
-¿Por qué el título de Exploradores?
-Es por el Homo antecessor, uno de los hallazgos más importantes de todos los que se han hecho en Atapuerca. En su origen latino, antecessor significa precursor, explorador. Hace ya un millón de años, estos homínidos llegaron a Europa y la poblaron.
- ¿Cómo empezó Atapuerca?
- Fueron comienzos muy difíciles. Hay que situarse a finales del siglo XX, con una ciencia oficial que rechazaba todos nuestros descubrimientos y conclusiones. Y nos rechazaban por el mero hecho de ser españoles. La ciencia oficial entonces era anglosajona, y veía con reticencia todo lo que no se hacia bajo su ámbito y su control. Cualquier investigación china, española, etc. estaba, por definición, bajo sospecha.
- ¿Sigue siendo así en la actualidad?
- No. Hoy eso ha cambiado, aunque aún quedan algunas reticiencias… Sin embargo, fue precisamente ese rechazo lo que hizo que nos empeñáramos aún más. En 1994 apareció Homo antecessor, y cuando sugerimos que podía ser, por su mezcla de rasgos, un antepasado común de nuestra propia especie, Homo sapiens, y los neandertales, se consideró como una osadía.
- ¿Sigue usted pensando que Homo antecessor es ese antepasado común?
- Ahora, desde la madurez y con la experiencia acumulada durante estos años, estamos repensando las cosas. En el libro trato de reflejar esas reflexiones, que me llevan a ver el genero Homo de una forma muy distinta. Creo que Eurasia tuvo un papel mucho mayor en el origen de los europeos modernos de lo a que se creía. Y estamos reconsiderando algunas de esas criticas de los noventa y reestudiándolas. Ahora pienso que Antecessor pudo no ser ese ancestro común que pensábamos al principio.
- ¿Por qué?
- Porque, sencillamente, es demasiado antiguo. Se han hecho dataciones cada vez más precisas, y el resultado de cada una de ellas arroja más antigüedad que la anterior. Estamos ya rozando el millón de años, y eso es demasiado lejos en el tiempo para ser un antepasado directo. La genética nos dice que el límite para una herencia directa no debería superar los 400.000 años. Podría, eso sí, ser un “primo” muy emparentado con el auténtico antepasado directo de las dos especies.
- ¿Podría ser ese antepasado Homo heildelbergensis, la especie que apareció en la Sima de los Huesos de Atapuerca y a la que se atribuyen más de 500.000 años de antiguedad?
- Creo que tampoco, porque heidelbergensis está muy derivado hacia los neandertales. Antecessor es muy primitivo y con rasgos de sapiens y neandertales. Desde el punto de vista anatómico Antecessor sería mejor candidato, pero desde el punto de vista de la genética es demasiado antiguo.
- ¿Quiere eso decir que el auténtico antepasado común entre sapiens y neandertales aún no se ha descubierto?
- Sí, exacto. Puede que el verdadero antepasado común fuera un homínido aún no descubierto y que hubiera vivido entre Antecessor, hace un millón de años, y los humanos de la Sima.
- ¿Podría ese homínido “intermedio” del que habla aparecer, también, en Atapuerca?
- Claro que podría. Aunque yo estoy más convencido de que aparecerá en Oriente próximo.
- ¿Por qué?
- Porque es la ruta migratoria más probable para salir de Africa. Hace 1,8 millones de años los primeros humanos salieron de África y se dispersaron. Primero, hacia Asia y más tarde hacia Europa. Pasaron a través de lo que se conoce como el “corredor levantino”, una estrecha franja que atraviesa lo que hoy son Israel, Líbano, Jordania… Es una franja muy estrecha y especialmente adecuada para el paso. La cuestión es que, hoy por hoy, el verdadero origen de los humanos modernos y de los neandertales sigue siendo un misterio, un asunto no resuelto.
- ¿Cómo es la situación actual de Atapuerca? ¿Está afectando la crisis a las excavaciones?
- Por supuesto que sí. La mejor etapa de Atapuerca fue entre 2001 y hace dos años. Ahora llevamos dos años con recortes y la situación es cada vez peor. Hasta ahora hemos podido absorber esos recortes, pero existe el riesgo de que haya más y eso afectará muy negativamente a la excavación.
- ¿Tienen pensada alguna estrategia?
- La base de todo son los fósiles, y la prioridad es que Atapuerca siga produciendo fósiles y que esos fósiles se estudien. Se puede renunciar a tiempo de excavación, incluso al número de excavadores, que habrá que hacerlo. Lo que no se puede renunciar es a excavar, porque esa es la auténtica fuente de riqueza. En 2010 Atapuerca generó, solo en la región de Burgos, 54 millones de euros y 1.130 puestos directos de trabajo.
- En julio empieza la campaña de excavación de este año. ¿Será más modesta que las anteriores?
- No. Este año la campaña se ha planteado exactamente igual que la del año pasado, porque la Fundación Atapuerca ha podido aportar los fondos que ha recortado la administración. Pero eso vale solo para este año, es una situación que no puede durar…
- ¿Qué se espera encontrar en esta campaña?
- Bueno, en Atapuerca hay sorpresas todos los años. Pero, aparte de eso, tenemos excelentes perspectivas de localizar un campamento humano de hace casi un millón de años. La doctrina oficial es que Europa fue “colonizada” no una, sino varias veces. Los primeros pobladores llegaron hace cerca de un millón y medio de años, pero se extinguieron. Después llegaron otros, que también se extinguieron, y así hasta Homo heilderbergensis. Si nosotros encontramos restos humanos de un millón de años, la idea de esa supuesta discontinuidad de los humanos en Europa se iría al traste.
Vía: www.abc.es