¿Cazaban los Neandertales mamuts precipitándolos por los acantilados?



Vía: BBC News | 26 de enero de 2012

Los arqueólogos están investigando la verdad que hay detrás de la historia de que los neandertales de la Era de Hielo, en Jersey, Inglaterra, empujaban a los mamuts a los acantilados de St. Brelade para conseguir alimento.

Hace unos 30 años las evidencias sugerían que los primeros residentes de lo que hoy es la isla de Jersey cazaban mamíferos gigantes en los acantilados de La Cotte de St. Brelade, en Ouaisne.

El Dr. Geoff Smith (foto a la izquierda), analista del Archivo de Jersey, dijo: "Fue en los años 70 y 80 cuando la hipótesis fue planteada, respecto a que los neandertales agrupaban manadas de mamuts y rinocerontes lanudos para conducirlos a los acantilados y matarlos".

Él está utilizando ahora nuevas tecnologías para ver si esa teoría es correcta o no.

El Dr. Smith dijo: "Nadie lo ha cuestionado nunca realmente, y por lo tanto estamos volviendo a evaluar y a analizar la cuestión, y ver si podemos obtener nueva información para darle un mayor apoyo o incluso refutarla un poco.

Nosotros no lo sabemos, nunca vamos a entenderlo por completo, pero queremos ver si podemos conseguir más datos y comprender a los neandertales aún mejor".

En la cueva de La Cotte, en la bahía de Ouaisne, los arqueólogos han encontrado, en los últimos años, herramientas, huesos y dientes fosilizados de rinocerontes y mamuts lanudos, osos de las cavernas y renos.

Estos restos datan de una época en que la vista desde Ouaisne no era el mar, sino una vasta tierra sin árboles que se extendía hasta lo que hoy es Saint Malo.

Grupos de pueblos nómadas se movían hacia el norte en primavera, siguiendo a los animales al dirigirse a sus pastos de verano, al lugar donde Inglaterra es hoy en día.

En los acantilados de Ouaisne se pensaba que estas gentes nómadas cazaban furtivamente animales de pastoreo provocándoles una estampida sobre el borde de los mismos.

Foto: Acantilado de la La Cotte de St. Brelade, en Ouaisne

Un mamut habría sido del tamaño de un elefante africano, con un peso de hasta 6.000 kg.

El jefe de la comunidad educativa del Patrimonio de Jersey, Doug Ford, dijo: "Si usted está frente a un mamut peludo de seis pies de alto y usted está armado con un palo afilado, usted tiene que tener un poco de ventaja".



Foto: El equipo del Dr. Smith recogiendo muestras en el acantilado.

El Dr. Smith está trabajando con su equipo en Jersey registrando elementos de los restos fósiles de mamuts y rinocerontes para descubrir si la teoría común de la estampida es correcta.

Él declaró a BBC News: "Una vez que tenga esto registrado, tomaré fotografías de alta definición digital muy claras para obtener primeros planos de las patologías interesantes y así comprobar cómo de saludables estaban los animales".

"Puedo registrar sus edades y ver si ellas se corresponden con muertes naturales o si son indicativas de su caza por parte de los humanos o de otros carnívoros".

El Dr. Smith dijo que no había forma de saber si los mamuts podrían haber sobrevivido hasta nuestros días, si no hubiera habido un exceso de su caza.

"¿O fue un cambio climático tan severo que los obligó a refugiarse en algún lugar en el cual se convirtieron en una población tan pequeña que no pudieron sobrevivir? Todavía no lo sabemos, nuevas teorías están saliendo todos los días", dijo.

Arqueólogos Norteamericanos resuelven la relación genética entre asiáticos y los primeros nativos americanos


Foto: Una extensa familia de la región de Altai (Wikipedia)

Vía:University of Pennsylvania| 26 de enero de 2012 (Traducción: G.C.C.)

Una pequeña región montañosa en el sur de Siberia puede haber sido el origen genético de los primeros nativos americanos, según una nueva investigación de un equipo de antropólogos de la Universidad de Pennsylvania.

Foto: Matthew Dulik and Theodore Schurr.

Ubicada en la intersección de lo que hoy es Rusia, Mongolia, China y Kazajstán, la región conocida como Altai "es un área clave, porque es un lugar donde la gente ha estado entrando y saliendo durante miles y miles de años", dijo Theodore Schurr, un profesor asociado al Departamento de Antropología de Universidad de Pennsylvania. Schurr, junto con el estudiante de doctorado, Matthew Dulik, y un equipo de estudiantes graduados e investigadores postdoctorales, colaboraron en el trabajo con Ludmila Osipova del Instituto de Citología y Genética en Novosibirsk, Rusia.

Entre las personas que pueden haber surgido de la región de Altai están los antecesores de los primeros nativos americanos. Hace aproximadamente 20.000-25.000 años, estos humanos prehistóricos llevaron sus linajes genéticos asiáticos hasta los confines de Siberia y, eventualmente, a través de la masa de tierra expuesta de Bering hacia las Américas.

"Nuestro objetivo, al trabajar en esta área, era definir mejor cuáles de aquellos linajes fundadores, o linajes hermanados, son de poblaciones nativas americanas", dijo Schurr.


El estudio del equipo, publicado en la American Journal of Human Genetics, analizó la genética de los individuos que viven en la república rusa de Altai, a fin de identificar marcadores que podrían vincularlos a los nativos americanos. Los estudios etnográficos anteriores habían hallado diferencias entre las tribus del norte y el sur de Altai, con las tribus del norte, aparentemente vinculadas, lingüística y culturalmente, a los grupos étnicos de más al norte, tales como las poblaciones urálicas o samoyédicas, y los grupos del sur mostrando una conexión más fuerte con los mongoles, uigures y buriatos.

Schurr y sus colegas evaluaron las muestras de Altai referidas a marcadores de ADN mitocondrial, los cuales se heredan por vía materna, y en el ADN del cromosoma Y, que se transmiten de padres a hijos. También compararon las muestras previamente recogidas de personas en el sur de Siberia, Asia central y oriental, Mongolia, y una variedad de grupos indígenas de América. Debido al gran número de marcadores genéticos examinados, los resultados tienen un alto grado de precisión.

"A este nivel de resolución podemos ver las conexiones con más claridad", dijo Schurr.

Al observar el ADN del cromosoma Y, los investigadores descubrieron una mutación única compartida por los nativos americanos y los altaianos del sur, en el linaje conocido como Q.

Foto: Chamán de Altai


"Esto también es válido desde del lado de las mitocondrias", dijo Schurr. "Hemos encontrado formas de los haplogrupos C y D en los altaianos del sur, y D en en los altaianos del norte, las cuales se parecen a algunos de los tipos fundadores que surgieron en América del Norte, aunque los altaianos del norte aparecían más distantemente emparentado de los nativos americanos".

Calculando cuánto tiempo les llevó surgir a las mutaciones que ellos observaron, el equipo de Schurr estimó que el linaje de los altaianos del sur se separó genéticamente del linaje nativo americano hace 13.000 ó 14.000 años, un escenario temporal que se alinea con la idea de que la gente se movió hacia las Américas, desde Siberia, hece entre 15.000 y 20.000 años.

Aunque es posible, incluso probable, que más de una oleada de personas cruzaran el puente terrestre, Schurr dijo que otros investigadores todavía no han sido capaces de identificar un punto focal geográfico similar, desde el cual los nativos americanos puedan rastrear su herencia genética.

"Esta información puede cambiar con más datos de otros grupos, pero, hasta ahora, incluso con un intenso trabajo en Mongolia, no están viendo las mismas cosas que nosotros encontramos", dijo.

Además de esclarecer la conexión de Asia y América, el estudio confirma que la brecha cultural moderna entre los altaianos del sur y del norte tiene antiguas raíces genéticas. Los altaianos del sur parecían haber tenido un mayor contacto genético con los mongoles de lo que hicieron los altaianos del norte, los cuales eran genéticamente más similares a los grupos de más al norte.

Sin embargo, cuando se observa el ADN mitocondrial de los altaianos de forma aislada, los investigadores detectaron mayores conexiones entre los altaianos del norte y del sur, lo que sugiere que quizás las mujeres tenían más probabilidades de salvar la divisoria genética entre las dos poblaciones.

"Sutiles diferencias se reflejan aquí entre los propios altaianos -la diferenciación entre los grupos- y nos permiten tratar de apuntar a un área donde pudo haber surgido alguno de estos linajes precursores de los indios americanos", dijo Schurr.

Foto: Chamán del Amazonas, Brasil (por Sue Wren)

En el futuro, Schurr y su equipo esperan continuar utilizando técnicas de genética molecular para rastrear el movimiento de gentes del interior de Asia hacia, o de paso, a las Américas. También pueden tratar de identificar los vínculos entre las variaciones genéticas y las respuestas fisiológicas adaptativas, es decir, los vínculos que pueden informar a la investigación biomédica.

Por ejemplo, Schurr señaló que tanto siberianos y poblaciones de nativos americanos "parecen ser susceptibles a la occidentalización de la dieta y alejarse de las dietas tradicionales, pero sus respuestas, en términos de presión arterial y metabolismo de las grasas, y así sucesivamente, en realidad se diferencian".

Utilizando enfoques genómicos, junto con la antropología física tradicional, se puede lograr información sobre los factores que rigen estas diferencias.

El estudio fue apoyado por la University of Pennsylvania, la National Science Foundation, el Social Sciences and Humanities Research Council de Canadá, y la Russian Basic Fund for Research. La National Geographic Society también proporcionó apoyo infraestructural al laboratorio del profesor Schurr.

Nuestros antepasados formaban lazos de unión similar a las Redes Sociales


Vía: Harvard Medical School | 25 de enero de 2012 (Traducción: G.C.C.)

Los antiguos seres humanos no han tenido el lujo de actualizar su estado en Facebook, pero las redes sociales eran, sin embargo, un componente esencial de sus vidas, según un nuevo estudio.
Los resultados del mismo describen los elementos de las estructuras de las redes sociales que pudieron haber estado presentes en los principios en la historia humana, y sugieren cómo nuestros antepasados pudieron haber formado lazos de unión con parientes y no parientes sobre la base de atributos compartidos, incluyendo la tendencia a cooperar. Según el documento, las redes sociales probablemente contribuyeron a la evolución de la cooperación.

"Lo sorprendente es que las antiguas redes sociales humanas se parecen mucho a lo que vemos hoy", dijo Nicholas Christakis (foto a la izquierda), profesor de sociología médica en la Harvard Medical School y profesor de sociología en la Harvard Faculty of Arts and Sciences, y autor principal del estudio.
"En aquel tiempo estabamos alrededor de las hogueras y había palabras flotando en el aire, y, hoy en día, cuando tenemos paquetes digitales flotando en el éter, hacemos redes sociales, básicamente, del mismo tipo".

"Hemos encontrado que lo que la gente moderna está haciendo con las redes sociales 'online' es lo que siempre hemos hecho, no sólo antes de 'Facebook', sino antes de la agricultura", dijo el coautor del estudio James Fowler, profesor de genética médica y de ciencias políticas en la University of California, San Diego, que, con Christakis, es autor de una serie de estudios sobre las redes sociales humanas.

Los resultados serán publicados 26 de enero en Nature.


Las raíces del altruismo

El mundo natural, de dientes y garras rojas, tiene un lado amable. Mientras que los individuos compiten ferozmente para asegurarse la proliferación de su descendencia, algunos animales, incluyendo los seres humanos, también cooperan y actúan de manera altruista. Los investigadores se han preguntado si las redes sociales humanas son un producto del estilo de vida moderno, o si podrían haber surgido bajo el tipo de condiciones a las que nuestros antepasados se enfrentaron. Esta pregunta ha sido un desafío para la teoría clásica de la evolución a la hora de explicarla claramente.

Para que la cooperación surja, un acto altruista, tal como compartir la comida con una persona ajena, debe haber un beneficio neto para los partícipes. De lo contrario, los individuos puramente egoístas sobrecompetirían y, eventualmente, sustituirían a los dadivosos. Todas las explicaciones teóricas de la evolución de la cooperación -la selección de parentesco, el altruismo recíproco, la selección del grupo- se basan en la existencia de algún sistema que permite a los cooperantes agruparse con otros individuos que tienden a compartir.
"Si usted puede conseguir que los cooperantes se agrupen en un espacio social, la cooperación puede evolucionar", dijo Coren Apicella (foto a la izquierda) investigadora post-doctoral en el Health Care Policy de Harvard y autora principal del artículo "Social networks allow this to happen" ("Las redes sociales permiten que esto suceda").

Si bien no es posible interrogar a nuestros antepasados acerca de sus amistades o sobre sus hábitos de compartir y colaborar, un equipo de investigadores de la Harvard Medical School, la University of California, en San Diego, y la Universidad of Cambridge, han caracterizado la estructura de las redes sociales entre los Hadza, un grupo étnico en la región del Lago Eyasi, en Tanzania, y uno de los últimos grupos de cazadores-recolectores que sobreviven. (Hay menos de 1.000 Hadza que viven de forma tradicional).



Cómo conseguir una conexión

El estilo de vida Hadza es anterior a la invención de la agricultura. Los Hadza comen una amplia gama de alimentos silvestres, recolectan tubérculos, nueces y frutas, y cazan una gran variedad de animales, incluyendo flamencos, musarañas y jirafas. La miel es uno de sus alimentos favoritos, conocida por media docena de nombres diferentes en Hadzane, su lengua primaria.

Apicella tomó la delantera en la recogida de datos para el estudio, entrevistando a 205 Hadza adultos a lo largo de dos meses, midiendo su tendencia a cooperar y estableciendo el esquema de sus amistades.

Apicella, Fowler y Christakis, diseñaron el estudio y experimentos, en colaboración con Frank Marlowe (foto a la izquierda), profesor del Departamento de Arqueología y Antropología de la Universty of Cambridge, y autor del único libro extenso sobre etnografía de los Hadza.

La recolección de datos no fue fácil. Los nómadas Hadza vagan más de 4.000 kilómetros cuadrados a través de un terreno áspero. Apicella y sus asistentes de investigación viajaron por la región en un Land Cruiser, luchando contra caminos empapados de barro -en algún momento forzandoles a ella y a sus compañeros a preparar el terreno con árboles derribados- y, en un primer viaje, incluso huyendo de una horda de elefantes.


Con el fin de construir una red social, Apicella y sus colegas adoptaron un enfoque dual. En primer lugar, les preguntaron a los adultos Hadza que identificaran a los individuos con los que prefirían vivir en su siguiente campamento. En segundo lugar, dieron a cada adulto tres pajas de miel y les dijeron que podían dar estas pajas como regalo a alguien en su campamento. Esto generó 1.263 lazos de compañerismo y 426 lazos de regalo.

En una actividad separada, los investigadores midieron los niveles de cooperación al dar a los Hadza pajas de miel adicionales que ellos podían conservar para sí mismos o donar al grupo.

Cuando las redes sociales fueron mapeadas y analizadas, los investigadores encontraron que los cooperadores y los no cooperadores formaban grupos distintos.

Los investigadores también midieron las conexiones de las personas con la misma altura, edad, fuerza para presionar, etc., y otras características, tal como alimentos preferentes. También analizaron la transitividad de la amistad, la probabilidad de que los amigos de alguien son amigos de otro, y otras propiedades de la red social.

La estructura y la dinámica de las redes sociales de los cazadores-recolectores Hadza fueron esencialmente indistinguible de los datos existentes sobre las redes sociales procedentes de las comunidades modernas.

"Dimos vuelta a los datos a través de muchas maneras diferentes", dijo Fowler. "Nos fijamos en más de una docena de medidas que los analistas de redes sociales utilizan para compararlas, y, más o menos, los Hadza son como nosotros".

"Los seres humanos son excepcionaless entre las especies, en la medida en que formamos, a largo plazo, uniones no reproductivas con los demás miembros de nuestra especie", dijo Christakis. "En otras palabras, no sólo tenemos sexo, sino que también tenemos amigos".

El trabajo previo de Christakis y Fowler, que son co-autores del libro "Conectados", ha demostrado que nuestra experiencia del mundo depende de dónde nos encontramos dentro de las redes sociales. Estudios particulares han descubierto que las redes sociales influyen en una sorprendente variedad de factores de estilo de vida y salud, tales como la propensión a la obesidad, dejar de fumar, e incluso la felicidad.

Para los investigadores, los Hadza ofrecen nuevas y sólidas evidencias de que las redes sociales son verdaderamente milenarias, tal vez parte integrante de la historia humana.

Esta investigación fue financiada por el National Institute on Aging y por la Science of Generosity Initiative of the University of Notre Dame.

Los Neandertales fabricaban sus utensilios mediante la 'Técnica Levallois'


Foto: Izquierda: réplica de un núcleo Levallois; Derecha: lasca Levallois

Vía: University of Kent| 24 de enero de 2012

Una nueva investigación, publicada por los antropólogos de la Universidad de Kent, respalda científicamente por primera vez la teoría, desde hace mucho tiempo mantenida, de que los primeros antepasados humanos en África, Asia occidental y Europa, diseñaron sus herramientas de piedra.

Desde hace más de un siglo, los antropólogos han debatido sobre la importancia de un grupo de artefactos de la edad de piedra fabricados por al menos tres especies de homínidos prehistóricos, incluyendo los neandertales. Estos artefactos, conocidos colectivamente como Levallois, fueron fabricados en Europa, Asia occidental y África, tan pronto como hace 300.000 años.

Los artefactos Levallois son lascas o herramientas de piedra diseñadas a partir de un núcleo previa y deliberadamente preparado, de tal manera que, sólo después de esta preparación especializada, es posible que un tallador de silex prehistórico pueda extraer del mismo una distintiva lasca Levallois.

Las lascas Levallois han sido consideradas por los investigadores, desde hace mucho tiempo, como buscadas intencionalmente por los homínidos prehistóricos, a fin de obtener herramientas supuestamente únicas, de tamaño estándar y formas apropiadas. Sin embargo, tales presupuestos fueron objeto de controversia por parte de algunos investigadores, y, en las últimas décadas, se ha cuestionado si la producción de herramientas Levallois involucraba una producción consciente, una planificación estructurada que diera como resultado una ingeniería de artefactos.

Ahora, un estudio experimental -en el que un tallador de silex de hoy en día reproduce cientos de artefactos Levallois- apoya la idea de que las lascas Levallois fueron, en efecto, diseñadas previamente por los homínidos prehistóricos.

Mediante la combinación de la arqueología experimental con la morfometría (el estudio de la forma), y el análisis estadístico multivariado, los investigadores de la Universidad de Kent han demostrado, por primera vez, que las lascas Levallois eran extraídas de este tipo de núcleos preparados, y son mucho más estandarizadas que las lascas producidas incidentalmente durante la configuración del núcleo Levallois (llamadas "lascas de desecho"). Es importante destacar que también identificaron las propiedades específicas de las lascas Levallois, las cuales las habrían hecho preferibles para los móviles pueblos de cazadores y recolectores del pasado.

El Dr. Metin Eren (foto a la izquierda), miembro de "Leverhulme Early Career" en la Escuela Universitaria de Antropología y Conservación de la Universidad de Kent, y al mismo tiempo el tallador que elaboró las herramientas de silex esperimentales, dijo: "Cuanto más aprendemos sobre la fabricación de herramientas de piedra de los neandertales y sus contemporáneos, más perfectas y lucidas llegan a ser. La manifiesta sofisticación en la elaboración de sus artefactos sugiere habilidades cognitivas muy similares a las nuestras, antes que al contrario".



El Dr. Stephen Lycett (foto a la izquierda), profesor titular en "Evolución Humana" de la Universidad de Kent, y quien dirigió el análisis de laboratorio de las herramientas, comentó:

"La movilidad es un factor en la vida de todas las poblaciones de cazadores-recolectores, inlcuyendo los homínidos del Pleistoceno tardío. Dada dicha movilidad sólo podían llevar un número fijo de herramientas, por eso es fundamental que la utilidad potencial de las mismas sea optimizada con respecto a su peso.

Los nuevos análisis indican que las 'lascas Levallois' aparecieron para optimizar su utilidad en una variedad de formas respecto de otras lascas. Estas lascas son más gruesas en promedio en su área de superficie que las 'lascas de desecho', y de un espesor más uniforme. Estas propiedades habrían optimizado su durabilidad. Sin embargo, en relación al tamaño, el espesor máximo de las 'lascas Levallois' es en realidad menor que las 'lascas de desecho'. Esto habría proporcionado un mayor potencial para su uso, su reafilado, y su reutilización una y otra vez. La simetría y el espesor uniformemente distribuido de las 'lascas Levallois' también alinearía el centro de gravedad de la herramienta con el movimiento de la misma durante su uso, haciéndolas ergonómicamente más convenientes".

El Dr. Lycett también explicó que "entre una variedad de opciones de estas herramientas están las 'superlascas'". Ellas no son tan delgadas como para ser ineficaces, pero tampoco son tan gruesas como para no poder reafilarlas con efectividad, o que sean demasiado pesadas de llevar, lo cual habría sido importante para los homínidos, tal como los neandertales.

La página web 'Cronicae' intenta reconstruir dos siglos de historia gracias a las fotos antiguas de sus usuarios

La gran Pirámide de Giza, en Egipto, en 1936. / CRONICAE.COM

Desde la ventanilla se podían ver los geranios. Francisco Guijarro aún recordaba aquel detalle de la última vez que había pasado por la estación madrileña de Torrelodones, en un tren camino de El Escorial. Así que al acercarse a esa parada, muchos años después, avisó a su compañera de viaje, Sonia Bernaldo, del bonito paisaje que les esperaba. Sin embargo, el nuevo Torrelodones les enseñó otra cara: ya no había flores, sino un “edificio moderno y horrendo”, cuenta Guijarro.
La mente decepcionada de Bernaldo empezó entonces a pensar en la fórmula para rebobinar el mundo. A fuerza de darle vueltas al asunto, su trabajo (diseñadora de páginas web, al igual que Guijarro) le ofreció la solución: un mapa digital donde todos pudieran colocar y compartir sus fotos antiguas. Hizo falta un año de trabajo, y seis meses de desarrollo concreto, hasta que Bernaldo, Guijarro y su colega Jorge de Aguinaga parieran Cronicae.com.
A lo largo de tres semanas (la web debutó el 22 de diciembre) esa suerte de álbum de familia mundial ya ha acogido a más de 1.000 parientes. Cualquiera puede acceder, registrarse y catapultar sus fotos amarillentas de antaño desde un cajón olvidado hasta la Red. Eso sí, antes hay que digitalizarlas. De hecho, entre centenares de postales, el usuario Borja Meneses ha publicado precisamente una imagen de la estación de Torrelodones del 1 de enero de 1985.
Camino de la ambición (“¡Haz historia!”, reza el lema de la página web),Cronicae ha volado de década en década y hecho escala en medio planeta. De la calle principal de Kuta (Indonesia) en 1993 hasta el Jardín del parque God en Colorado (EE UU) en 1950, pasando por la plaza Navona de Roma en enero de 1960, sus banderitas coloridas cuelgan de todos los continentes.
'Cronicae' nació hace tres semanas y cuenta con más de 1.000 usuarios, sobre todo españoles
Pese a ello el mapa desvela todavía muchos vacíos. Guijarro y Bernaldo se justifican con el hecho que acaban de empezar y que, aún así, tienen usuarios “hasta en la Antártida”, aunque la mayoría proceden por ahora de España y Latinoamérica. Presumen además de que Cronicaese puede traducir a 53 idiomas, gracias a que aprovecha el  servicio de Google.
La comprensión inmediata es imprescindible para que el proyecto “nos una y nos desarme”, una de las razones que llevó a los tres creadores hasta la meta. “Las fotos del pasado nos recuerdan de dónde venimos, nos transmiten humanidad”, asegura Guijarro. Aunque el objetivo final sube el listón bastante más. “Queremos que el mundo se retrate audiovisualmente”, apunta Bernaldo.
No quieren, en cambio, ganar dinero. Guijarro y Bernaldo repiten hasta tres veces que ya sacan de su trabajo el provecho suficiente como para volcarse sin afán de lucro en la caza a las cromos del pasado. Además, prometen que pronto Cronicae permitirá compartir documentos vídeos y audios. O, lo que es lo mismo, ver y escuchar la historia. Para olerla, habrá que esperar a que la tecnología lo permita. Una lástima: seguro que aquellos geranios de Torrelodones perfumaban divinamente.
Vía: www.elpais.com

EE.UU. devuelve al Gobierno de Perú una pieza moche sustraída ilegalmente en 1987

Se trata de un pendiente de oro que representa una cabeza de mono con incrustaciones de turquesa en los ojos

EFE
La pieza recuperada representa la cabeza de un mono con incrustaciones de turquesa en los ojos
Un pendiente de oro que representa una cabeza de mono con incrustaciones de turquesa en los ojos fue entregado el jueves al ministro peruano de Cultura, Luis Peirano, como parte del patrimonio recuperado por la cancillería de Perú en el extranjero.
La joya de la cultura moche fue sustraída ilegalmente del país andino en el año 1987, tras el descubrimiento de la tumba del Señor de Sipán en la región norteña de Lambayeque, y donada al museo Palacio de los Gobernadores de Nuevo México por el coleccionista estadounidense John Bourne, según informó el ministerio de Cultura.
Las autoridades de Estados Unidos entregaron a la cancillería peruana la pieza de oro el pasado 8 de diciembre y el jueves el ministerio de Relaciones Exteriores hizo entrega de la joya a Peirano y a la Directora General de Fiscalización y Control del Ministerio de Cultura, Blanca Alva, para su reintegración al patrimonio nacional.
Según la volumetría en tres dimensiones de la pieza, los expertos peruanos consideran que se trata de un objeto de Sipán, en vista de que elementos de ese tipo han sido hallados en otros sitios de la cultura preincaica Moche en el norte del país.
Según cifras de la Dirección de Recuperaciones del Ministerio de Cultura, Perú ha logrado resolver 116 de los 277 casos de bienes culturales llevados al exterior, y ha conseguido la repatriación de 2.500 piezas, las cuales fueron entregadas al Museo de la Nación y al Museo Nacional de Arqueología, Antropología de Historia del Perú.

La Enigmática Cerveza de los antiguos Sumerios


Relieve de un sello cilindro sumerio del período Dinástico IIIa (ca. 2600 a. C., ver Woolley 1934, pl 200, nº 102 [BM 121545]). Las personas que beben cerveza se muestran en la fila superior. El hábito de beber cerveza junto a un gran recipiente utilizando sorbetes largos pasaron de moda después de la decadencia de la cultura sumeria en el II milenio a. C.

Vía: Max-Planck-Gessellschaft | 17 de enero de 2012 (Traducción: G.C.C.)

Los hallazgos arqueológicos de tablillas cuneiformes y los restos de los diferentes relieves de hace más de 4.000 años muestran que, en torno a los albores de la civilización, el jugo fermentado de cereales fue muy disfrutado por los habitantes de Mesopotamia. Sin embargo, además de los dos ingredientes básicos, la cebada y espelta (una especie de trigo), la cerveza producida en los tarros de arcilla de los sumerios es un misterio.
A pesar de la abundancia de hallazgos y de las tradiciones de los escribas que apuntan a un temprano amor por las bebidas fermentadas de cereales, la reconstrucción de los antiguos métodos de elaboración de la cerveza es muy complicada, de acuerdo con el historiador de la ciencia y de la escritura cuneiforme, Peter Damerow (foto a la izquierda) miembro del Instituto Max Planck para la Historia de la Ciencia, en Berlín.

Un artículo científico realizado por Damerow, quien falleció a finales de noviembre de 2011 en Berlín, examina cuidadosamente las tecnologías de fabricación de la cerveza de los sumerios. No obstante, el autor también expresa grandes dudas acerca de si la bebida popular en la antigüedad fue la cerveza.

Aunque muchos de los textos cuneiformes de más de 4.000 años de antigüedad contienen los registros de las entregas de espelta, cebada y malta, para fabricar cerveza, así como documentación de estas actividades, casi no hay información sobre los detalles de los procesos de producción, y no hay recetas a seguir. De acuerdo con Damerow, los textos administrativos fueron muy probablemente escritos para un público que ya estaba familiarizado con los detalles de la elaboración de la cerveza. Ellos no tenían la intención de informar al lector de hoy en día acerca de los procesos.

Tablilla de escritura arcaica de Mesopotamia (aprox. 3000 a. C.): Contiene proto-escritura cuneiforme, y pertenece al grupo más antiguo de los registros escritos. Describe los cálculos de los ingredientes básicos requeridos para la producción de productos hechos de cereales, por ejemplo, diferentes tipos de cerveza. © M. Nissen, 1990
Por otra parte, los métodos utilizados para el registro de esta información difieren entre localidades y períodos de tiempo. Además, los registros y los cálculos no se basan en ningún sistema de numeración coherente. En cambio, los burócratas sumerios utilizaban sistemas de númeración diferentes para contar o medir en función de la naturaleza de los objetos.

Esto ha puesto en duda la teoría popular de que los cerveceros de Mesopotamia utilizaban desmenuzado el pan sin levadura hecho de cebada o de espelta en su mezcla. El llamado "bappir" (en sumerio "pan de cerveza") nunca es contado como pan en los textos administrativos, sino en unidades de medida, como cebada tosca gruesa. Damerow también señala que el alto grado de estandarización, que significa que las cantidades de materias primas destinadas a los cerveceros por la administración central se mantuvo exactamente igual durante largos períodos, a veces incluso décadas, dificulta basar cualquier receta en ello.

De acuerdo con Damerow, incluso el "Himno de Ninkasi" (tablillas del mismo a la izquierda), una de las fuentes más importantes en el antiguo arte de la elaboración de la cerveza, no proporciona ninguna información fiable acerca de los componentes y los pasos del proceso de elaboración. Este texto lírico del período babilónico antiguo, alrededor de 1800 a. C., es un poema mitológico o una canción que glorifica la fabricación de cerveza. A pesar de la versificación elaborada, Damerow afirma que el procedimiento de elaboración de la cerveza no está concluyentemente descrito. Simplemente, ofrece un registro incompleto de las distintas etapas. Por ejemplo, no hay ninguna pista de cómo la germinación del grano se interrumpía en el momento adecuado. Sólo se puede especular que la cebada se colocaba en capas y que la germinación era detenida por calentamiento y el secado del grano tan pronto como la raiz del embrión tenía el tamaño adecuado.

Además, el contenido del himno no encaja lo suficiente con los resultados del experimento de Tall Bazi. Este fue un experimento de elaboración de cerveza llevado a cabo por arqueólogos de la Universidad Ludwig Maximilian, en Munich, junto con expertos del Centro de la Vida y Ciencias de la Alimentación de la Universidad Técnica, también en Munich, con la intención de reconstruir los procesos de elaboración de la cerveza antigua. Utilizando la maceración en frío, los arqueólogos lograron producir una cerveza fermentada de cebada y espelta y ajustar su nivel de alcohol cambiando el porcentaje de agua. Sin embargo, en opinión de Damerow, este resultado también debe ser tratado con escepticismo. Nada sugiere que un proceso de producción que se desarrolla bajo las condiciones especiales de Tall Bazi funcionaba de la misma forma en otros lugares de Mesopotamia, ya que las condiciones locales varían enormemente. De hecho, el experimento sólo demuestra cómo los métodos modernos pueden ser utlizados para producir una cerveza en las mismas condiciones que prevalecían en Tall Bazi.

Un vendedor callejero de 'kvass' en la calle de Khreschatyk en Kiev, Ucrania. Foto: Wikipedia.

Estas incertidumbres conducen a una pregunta que el autor considera "mucho más fundamental": ¿en qué medida es totalmente posible comparar los productos antiguos con los modernos? "Dado nuestro limitado conocimiento sobre los procesos de elaboración de la cerveza sumeria, no podemos decir con seguridad si su producto final contenía incluso alcohol", escribe Damerow. No hay manera de comprobar si la cerveza fermentada no era más similar a la bebida de pan fermentado 'Kvass' del Este de Europa que a la Pilsner alemana, o la cerveza de trigo Altbier.

No obstante, Damerow considera que el enfoque de los científicos en el experimento Tall Bazi es una buena forma de encontrar las respuestas a las preguntas sobre los inicios de la historia del arte de elaborar cerveza. "Tales esfuerzos de investigación interdisciplinarios pueden conducir a una mejor interpretación del 'Himno de Ninkasi" que los que actualmente son aceptadas entre los especialistas que trabajan en la literatura cuneiforme", finaliza Damerow.