Nuevas dataciones geológicas sitúan a los primeros homínidos europeos en el sur de la península ibérica hace 1,3 millones de años

Los yacimientos de Orce, en Granada, ofrecen cada año hallazgos importantes para entender el proceso de la evolución humana. En la foto, arqueólogos trabajando en el yacimiento de Fuente Nueva 3.

Una de las controversias más importantes sobre la evolución y la expansión humana es cuándo y por qué camino llegaron los primeros homínidos a Europa desde el continente africano. Ahora, unas dataciones con técnicas geológicas de los yacimientos de Orce (cuenca de Baza, Granada) sitúan los restos humanos hallados en esta zona como los más antiguos de Europa, con aproximadamente 1,3 millones de años.
Estos resultados refuerzan la hipótesis de la llegada de los seres humanos a Europa por el sur de la península ibérica, a través del estrecho de Gibraltar, en lugar de dando la vuelta al Mediterráneo por la vía asiática. El trabajo, liderado por Lluís Gibert (izquierda), investigador y profesor de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Barcelona, ha contado con la participación de investigadores del Centro de Geocronología de Berkeley y de la Universidad Estatal de Murray (Estados Unidos).

Análisis de una nueva área de muestreo

La nueva datación se ha basado en analizar el paleomagnetismo de un área de la región de Orce, donde nunca se había muestreado antes, y que ha estado protegida de la erosión a lo largo de los años. Esta técnica es un método de datación relativo basado en estudiar la inversión de los polos magnéticos del planeta debido a la dinámica interna de la Tierra. Estos cambios no tienen una periodicidad concreta, pero quedan registrados en los minerales y permiten establecer períodos de tiempo a partir de los diferentes eventos magnéticos.

Los nuevos datos obtenidos son muy precisos gracias a la larga secuencia sedimentaria que aflora en Orce. «La singularidad de estos yacimientos es que están estratificados y dentro de una secuencia de sedimentaria muy larga, de más de ochenta metros. Normalmente, los yacimientos se encuentran en cuevas o dentro de secuencias estratigráficas muy cortas, que no te permiten desarrollar secuencias paleomagnéticas largas en las que puedas encontrar diferentes inversiones magnéticas», apunta Lluís Gibert.

«Los investigadores han podido identificar una secuencia de polaridad magnética con cinco eventos magnéticos que permiten situar a los tres yacimientos de Orce con presencia humana entre el subcrono Olduvai y Jaramillo, es decir, entre 1,77 y 1,07 millones de años (Ma)», explica Gibert.

Posteriormente, han aplicado un modelo estadístico de edad para refinar con precisión la cronología de los distintos niveles estratigráficos con un margen de error de solo 70.000 años. El resultado de esta innovadora metodología es que el yacimiento más antiguo con presencia humana de Europa sería Venta Micena con una edad de 1,32 Ma, seguido de Barranco León, con una edad de 1,28 y finalmente Fuente Nueva 3, con una edad de 1,23 Ma.

«Con estos datos, el otro gran yacimiento de la Península, el de Sima del Elefante en Atapuerca, quedaría relegado a un segundo puesto, muy detrás de Orce, entre 0,2 y 0,4 Ma más moderno», añade el investigador.

Yacimiento de Fuente Nueva 3: Lluís Gilbert / Universidad de Barcelona

La fauna apuntala la antigüedad del yacimiento

Para completar la datación, el estudio también ha analizado la fauna que se encuentra en los diferentes yacimientos de Orce, ya que esta es diferente según el período, y la ha comparado con la que se ha encontrado en otros yacimientos del Pleistoceno temprano situados en otros lugares de Europa.

En este sentido, en el trabajo se presenta un análisis detallado de los micromamíferos y grandes mamíferos de todos los yacimientos de Orce, realizado por el experto Robert Martin, a partir de las colecciones paleontológicas almacenadas en el Museo del Instituto Catalán de Paleontología Miguel Crusafont (IPS) de Sabadell. «Los resultados muestran que la fauna pequeña y grande de Orce es más primitiva que, por ejemplo, la de la Sima del Elefante, donde las evidencias muestran que el roedor 'Allophaiomys lavocati' es más evolucionado que el 'Allophaiomys' recuperado de los yacimientos de Orce», detalla Gibert.

Otro indicador relevante de la antigüedad de los yacimientos de Orce es la ausencia de los antepasados ​​de los cerdos. «Son animales que se consideran inmigrantes asiáticos y que no se han encontrado en ningún yacimiento europeo con una antigüedad de entre 1 y 1,5 Ma, mientras que sí se han encontrado en la Sima del Elefante, apoyando que la fauna de Orce es más antigua», explica el investigador.

Migraciones humanas desde el continente africano. Lluís Gilbert et al. / Universidad de Barcelona

Evidencias que apuntan al paso por Gibraltar

Esta nueva datación se añadiría, según Gibert, a otras evidencias que decantarían la balanza de la colonización de Europa por el estrecho de Gibraltar, en lugar de la vía alternativa: la vuelta al Mediterráneo por Asia, como por ejemplo «la existencia de una industria lítica con similitudes a la que se ha encontrado en el norte del continente africano y también por la presencia de restos de fauna africana en el sur de la Península, como los de 'Hippopotamus', hallado en los yacimientos de Orce, y las de 'Theropithecus oswaldi', un primate africano similar a un papión, hallados en la cueva Victoria, un yacimiento cerca de Cartagena (Murcia), inexistentes en ningún otro lugar de Europa».

«También defendemos la hipótesis de que llegaron desde Gibraltar, porque no se han encontrado evidencias más antiguas en ningún otro yacimiento del recorrido alternativo», añade Gibert.

Diente leche de un homínido datado en 1,4 millones de años.

Similitud con los homínidos de la isla de Flores

Con estos resultados, los investigadores señalan un «diacronismo» entre la ocupación más antigua de Asia, de 1,8 Ma, y la más antigua de Europa, que sería de hace 1,3 Ma, de modo que los homínidos africanos habrían llegado al suroeste de Europa más de 0,5 Ma después de salir por primera vez de África hace aproximadamente 2 Ma.

«Estas diferencias en la expansión humana se explicarían porque Europa está aislada de Asia y de África por barreras biogeográficas difíciles de superar, tanto por el este (estrecho del Bósforo, Dardanelos, mar de Mármara) como por el oeste (estrecho de Gibraltar). La humanidad llegó a Europa en el momento en que tuvo la tecnología necesaria para cruzar barreras marítimas, tal y como ocurrió antes del millón de años en la isla de Flores (Indonesia)», apunta Gibert.

En este sentido, el investigador añade que «la ruta de Gibraltar requiere actualmente atravesar hasta catorce kilómetros de vía marítima, pero quizás en el pasado esta distancia era menor en algunos momentos debido a la alta actividad tectónica en esta región y a las fluctuaciones del nivel del mar favoreciendo las migraciones».

«Tal y como se cita en el trabajo —añade—, hemos identificado otras migraciones de fauna africanas a través de Gibraltar en momentos anteriores, hace 6.2 y 5.5 Ma cuando el estrecho de Gibraltar era muy reducido».

Foto de las últimas excavaciones realizadas en el yacimiento de Venta Micena 3 en Orce en 1992, donde se descubrieron los primeros restos humanos. Crédito: Lluis Gilbert / Universidad de Barcelona.

Los vestigios humanos en Orce

Los restos humanos encontrados en los yacimientos de Orce son un total de cinco desde que se iniciaron las excavaciones en 1982 por el paleoantropólogo Josep Gibert. En primer lugar, se encontraron en Venta Micena dos fragmentos de húmero mordidos por las hienas y también partes de un fragmento craneal que consiste en dos parietales y un occipital, asociados a una abundante fauna del Pleistoceno temprano. La procedencia humana de estos restos generó una gran controversia durante años, aunque según estudios paleoproteómicos independientes realizados por las universidades de Granada y San Francisco identificaron que había proteínas humanas en dichos restos.

«El descubrimiento, posteriormente, en los yacimientos cercanos de Barranco León y Fuente Nueva 3 de dos dientes molares humanos y miles de herramientas líticas olduvayenses —una de las primeras industrias líticas humanas—, así como marcas de corte en huesos, sirvieron para consolidar la evidencia de la presencia de homínidos en el Pleistoceno temprano de Orce», concluye Lluís Gibert.

Fuente: web.ub.edu| 12 de julio de 2024

Espectacular hallazgo de la Hispania romana: un circo con capacidad para 5.000 espectadores en Vitoria

Imagen aérea del circo romano de Iruña-Veleia. Arkikus

Iruña-Veleia, la ciudad romana más importante del País Vasco, una pujante urbe durante época imperial, acaba de desvelar una espectacular sorpresa bajo los campos de cultivo. Los investigadores de la empresa Arkikus, encargada del estudio del yacimiento situado a las afueras de Vitoria, ha descubierto desde el aire un circo romano que según las primeras estimaciones pudo albergar en torno a 5.000 espectadores.

Según han explicado el arqueólogo Javier Ordoño, responsables de la empresa, el hallazgo ha sido posible gracias a la teledetección de la superficie del yacimiento a través de fotografías aéreas históricas y modernas, cartografía de escáner láser LiDAR e imágenes obtenidas mediante vuelos de dron.

Se trata de un recinto de 280 metros de longitud por 72 de anchura, claramente semicircular. Según los investigadores, se trataría del tercer circo romano conocido en la mitad norte de España tras los de Tarragona y Calahorrra y el que único que conservaría su trazado original al no estar oculto por edificaciones modernas. En toda la península ibérica, la antigua Hispania, se conocen menos de una veintena de ejemplos de estas edificaciones, escenario de las populares carreras de carros de la Antigua Roma.

Se trata de un circo de dimensiones algo reducidas si se compara con los más conocidos de Toledo (400x85 m) o Mérida (495x95 m), pero muy similar al de Segóbriga (272x75 m). "Un circo (sea del tamaño que sea) es una estructura de gran importancia para el prestigio de una ciudad. La construcción de un edificio de espectáculos como este demostraba poder, religiosidad y hacía que toda la población de los alrededores se reuniera en ese lugar para las celebraciones lúdicas", ha valorado en sus redes el arqueólogo Néstor Marqués, responsable del canal de divulgación de Antigua Roma al Día.

El hallazgo, desvelado por la cadena SER y que será anunciado oficialmente este miércoles en una rueda de prensa por la Diputación foral de Álava, debe confirmarse mediante trabajos de prospección sobre el terreno. Además del circo, desde el aire se han visto también restos de calles, viviendas y lo que podría ser el foro con sus edificios públicos (templo, basílica, pórticos) y el paso de la Iter XXXIV, la calzada romana que iba de Astorga a Burdeos.

Fuente: elespanol.com | 16 de julio de 2024

Descubren en Pompeya la tumba de un militar que combatió en el norte de Hispania

La inscripción de la tumba descubierta en Pompeya. Crédito: Ministero della Cultura.

El hallazgo de una tumba de la antigua ciudad romana de Pompeya, sepultada por la erupción del Vesubio en el 79 d.C., arroja luz sobre la historia de España y sobre la organización del poder romano en los tiempos del emperador Augusto. Su descubrimiento se ha presentado este martes en un artículo científico publicado en el E-Journal del Parque Arqueológico de Pompeya.

La inscripción en el respaldo del banco de la tumba reveló quién era el difunto, reservando más de una sorpresa a los encargados del trabajo:

N(umerius) AGRESTINUS N(umerii) F(ilio) EQUITIO PULCHRO TRIB(uno) MIL(itum) PRAEF(ecto) AUTRYGON(um) PRAEF(ecto) FABR(um) II D(uum) V(iro) I(ure) D(icundo) ITER(um) LOCUS SEPULTURAE DATUS D(ecreto) D(ecurionum)

A Numerius Agrestinus, hijo de Numerius, Caballero justo, tribuno militar, prefecto de los autrigones, prefecto de ingenieros, duumviro por la jurisdicción (es decir, titular de la magistratura más alta en la ciudad de Pompeya) por dos veces, el lugar de la sepultura fue dado por decreto del consejo de la ciudad.

En la tumba se puede leer «Praefecto Autrygonum», es decir, prefecto de los autrigones, un pueblo procedente de las regiones del norte de la península ibérica —ocupaba aproximadamente las actuales provincias de Álava, Vizcaya, Burgos, Logroño y Santander— , donde el primer emperador romano participó en las «guerras cántabras» entre los años 29 y 19 a.C., a fin de completar la ocupación de Hispania. Al terminar sus servicios en la península bérica regresó o se mudó a Pompeya —se desconoce su lugar de origen— donde fue elegido en dos ocasiones como duunviro, titular de la más alta magistratura en la urbe romana.

La inscripción de este cargo ocupado por Numerio Agrestino, a quien honra la sepultura, hasta ahora no había sido verificado y ayuda a comprender mejor la organización del poder romano en una fase de transición hacia el modelo imperial.

Vista aérea del monumento funerario dedicado al hispano Numerio Agrestino. Parque Arqueológico de Pompeya.

“Aquí vemos el surgimiento de la red de poder que conectaba a las élites del Imperio, a cuyos miembros se les pedía que se comprometieran en las zonas de conflicto, con la promesa de recompensas económicas, pero sobre todo de prestigio social en la comunidad de residencia", explicó el director del Parque Arqueólogo de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel.

"Haber ocupado dos veces la máxima magistratura de Pompeya, el 'duunvirato', y haber sido honrado con un monumento funerario en terreno público son expresiones de reconocimiento y lealtad hacia alguien que literalmente había luchado en primera línea", añade Zuchtriegel. Sin embargo, las excavaciones han permitido documentar que el monumento funerario estaba empezando a caer en el olvido en el momento en que el Vesubio sepultó la ciudad: el semicírculo, falto de limpieza y mantenimiento, se encontraba ya semienterrado hasta la altura del banco.

La tumba fue encontrada durante las obras de construcción de una cavidad funcional para recuperar la humedad de las salas subterráneas del edificio San Paolino, nueva sede de la biblioteca del Parque Arqueológico de Pompeya.

Detalle del banco del monumento funerario. Parque Arqueológico de Pompeya.

En la excavación se encontraron los dos extremos de la tumba con forma de semicírculo, un tipo de sepultura muy popular en Pompeya, las tumbas 'a schola', que constan de un banco en hemiciclo realizado en toba y decorado en los extremos con zarpas de león y que puede datarse en el reinado de Augusto (27 a.C. – 14 d.C.).

La escritura en el respaldo del banco reveló quién era el fallecido, y los expertos se sorprendieron al descubrir que era el mismo personaje conocido por otra inscripción funeraria en la necrópolis de Porta Nocera, también en Pompeya, y donde su esposa, Veia Barchilla, había creado un monumento cilíndrico para ella y su marido, pero más tarde el consejo de decuriones decretó honrar a Numerio Agrestino en un terreno público.

Para el ministro de Cultura de Italia, Gennaro Sangiuliano, Pompeya «puede considerarse cada vez más como un modelo de gestión y conservación del patrimonio cultural italiano».

Fuentes: eldebate.com | elespanol.com | 16 de julio de 2024

Descubriendo 1.200 años de ocupación humana en el Ártico canadiense

Foto: Equipo de muestreo recolectando un núcleo de sedimento en PaJs-13, un sitio Thule-Inuit en la isla Somerset, Nunavut, con los restos de casas de huesos de ballena visibles en el fondo. Crédito de la foto: Jules Blais, Universidad de Ottawa.

Un estudio reciente, publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, aporta nuevos conocimientos sobre las culturas antiguas del Ártico canadiense, centrándose en los pueblos Paleo-Inuit y Thule-Inuit a lo largo de miles de años. Jules Blais, profesor de biología de la Universidad de Ottawa, y un equipo de investigadores detectaron la presencia y los asentamientos humanos en la isla Somerset, Nunavut, mediante el análisis de muestras de sedimentos.

El Ártico ha sido el hogar de varias culturas, como la paleoinuit (2500 a. C. a 1250 d. C.) y la thule-inuit (1200 a 1500 d. C.). Aunque la evidencia histórica es escasa, este estudio llevado a cabo proporciona información valiosa sobre su presencia.

La investigación descubrió evidencias de la presencia de paleoinuit en la isla Somerset, en Nunavut, Canadá, donde no existían. Las innovadoras metodologías de investigación revelaron información detallada sobre la historia humana pasada sin artefactos tradicionales.

El profesor Jules Blais (izquierda) afirma: "Mediante el análisis de muestras de sedimentos de estanques, pudimos reconstruir historias detalladas de la ocupación del lugar. Esto incluye pruebas claras de la presencia del pueblo paleoinuit e indicaciones de que los inuit de Thule llegaron antes de lo que se había estimado previamente".

En el estudio se utilizaron evidencias arqueológicas y biomarcadores sedimentarios para analizar el asentamiento prehistórico en la isla Somerset. Se examinaron núcleos de sedimentos de estanques de la isla en busca de oligoelementos y compuestos orgánicos. Los resultados mostraron que la población Thule-Inuit aumentó entre los siglos XIII y XV. Los investigadores también detectaron altos niveles de metales como plomo, cobre, zinc y níquel en sedimentos del siglo XX, lo que sugiere contaminación del aire durante esa época.

(a) Mapa de los estanques con influencia de Thule (PaJs-3 y PaJs-13) y estanques de referencia (Sav R4 y Sav R5) ubicados en la isla Somerset, Nunavut, Canadá. La imagen insertada es un mapa de Canadá con la isla Somerset delineada por un rectángulo. (b) Disposición circular de los huesos de ballena de Groenlandia en PaJs-13. (c) Restos de estructuras de Thule en PaJs-3. (d) Disposición de los huesos de ballena en PaJs-13. (e) Evidencia de huesos de ballena en el estanque de PaJs-3. Crédito: Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences (2024). DOI: 10.1098/rspb.2023.2915.

Blais afirma: "Hemos utilizado modelos aditivos generalizados y técnicas de datación por radiocarbono para identificar puntos clave en el registro de sedimentos correspondientes a las fechas previstas de llegada de los inuit de Thule y el abandono del sitio. Este enfoque nos permitió detectar períodos de cambio significativo en los indicadores de sedimentos, lo que nos proporcionó un marco cronológico para comprender la historia de la ocupación humana en la isla".

Esta investigación subraya la importancia de los enfoques interdisciplinarios en arqueología y destaca la importancia de los archivos sedimentarios en la reconstrucción de las actividades humanas y las condiciones ambientales pasadas.

Blais explica las implicaciones más amplias del estudio: "El uso de biomarcadores sedimentarios y muestras óseas para descubrir hábitos prehistóricos demuestra la fuerza de los estudios interdisciplinarios. Nuestros descubrimientos no solo mejoran nuestro conocimiento de las comunidades Thule-Inuit y Paleo-Inuit en el Ártico, sino que también demuestran el potencial de las nuevas técnicas arqueológicas".

Fuente: Universidad de Ottawa | 11 de julio de 2024

Las antiguas erupciones volcánicas no fueron un catalizador para las innovaciones culturales del 'Homo sapiens'

Zanja de excavación de las capas del Paleolítico superior en la Grotta di Castelcivita, Italia. Crédito: Universidad de Tubinga.

Un equipo internacional de investigadores de las Universidades de Tubinga (dirigido pot el Dr. Armando Falcucci), Siena y Bolonia ha analizado los restos culturales dejados por grupos de Homo sapiens tempranos en la Grotta di Castelcivita, en el sur de Italia, los cuales datan de antes de la gran erupción conocida como Ignimbrita Campaniense.

Este evento explosivo, que se originó en los Campos Flégreos, todavía activos, hace unos 40.000 años, se considera la erupción volcánica más potente jamás registrada en el Mediterráneo. Fundamentalmente, la Grotta di Castelcivita es uno de los pocos sitios arqueológicos donde la ceniza volcánica ha sellado una secuencia arqueológica de alta resolución.

Al emplear un conjunto de metodologías de vanguardia para reconstruir meticulosamente los métodos utilizados en la elaboración de herramientas de piedra (los artefactos más perdurables desenterrados en excavaciones prehistóricas), los investigadores demostraron que el desarrollo cultural en Castelcivita es anterior tanto a la deposición de las capas volcánicas como a la fase de clima frío subcontemporáneo conocida como Heinrich Stadial 4, que duró aproximadamente dos milenios.

La ubicación de la cueva (indicada por una flecha blanca) en la base del macizo de Alburni en la región de Campania, Italia.

La innovación cultural más notable registrada en el yacimiento es la producción de puntas de piedra miniaturizadas a partir de rocas recogidas cerca de la cueva con las propiedades de fractura más adecuadas. Estas microherramientas probablemente estaban destinadas a ser enmangadas para fabricar armas de proyectil de varios componentes.

Este descubrimiento desafía las especulaciones sostenidas durante mucho tiempo de que los desastres naturales, como las erupciones volcánica y los eventos de enfriamiento, fueron impulsores cruciales de cambios importantes en las formas de vida de los cazadores-recolectores a lo largo de la prehistoria humana.

Entrada a la Grotta di Castelcivita, Italia.

El estudio, publicado en Scientific Reports, plantea, en cambio, la hipótesis de que las innovaciones culturales entre los primeros Homo sapiens se originaron a partir de mecanismos de transmisión cultural y el establecimiento de redes sociales a gran escala que se extendieron más allá de los Alpes.

En general, esta investigación representa un paso significativo hacia la comprensión de cómo las sociedades de cazadores-recolectores del Paleolítico Superior desarrollaron estrategias sofisticadas para prosperar en entornos cambiantes.

Ejemplos de restos de cultura material descubiertos en las capas superiores de la Grotta di Castelcivita, antes del cierre definitivo de la secuencia arqueológica por la erupción volcánica. Las micropuntas (a) se extrajeron de núcleos (b) que presentan los negativos de estas extracciones. Además de herramientas de piedra, se recogieron más de cien conchas marinas de diferentes especies en las costas del Mediterráneo y se perforaron con fines decorativos (c). A la derecha, se muestra una de las micropuntas sobre la punta de un dedo. Crédito: Universidad de Tubinga

La Grotta di Castelcivita es uno de los depósitos prehistóricos más importantes de Europa y contiene una secuencia estratigráfica de alta resolución con evidencia del reemplazo de los neandertales por grupos tempranos de Homo sapiens hace unos 43.000 años.

Las excavaciones e investigaciones este yacimiento se llevaron a cabo con la autorización del Ministerio de Cultura italiano por la Unidad de Investigación de Prehistoria y Antropología del Departamento de Ciencias Físicas, de la Tierra y del Medio Ambiente de la Universidad de Siena, bajo la dirección de Adriana Moroni.

Fuente: Universidad de Tubinga | 10 de junio de 2024

Descubren el lugar del enfrentamiento épico entre Espartaco y los romanos

Parte del muro hallado -cubierto de musgo- se encuentra en un bosque del suroeste de Italia. Crédito de la imagen: Andrea Maria Gennaro, et al.

Un antiguo muro de piedra escondido en un bosque de Italia fue utilizado en el pasado por las fuerzas romanas para acorralar al líder de la revuelta de esclavos y gladiador Espartaco y a sus hombres.

Los arqueólogos se enteraron de la existencia del muro, que ahora está cubierto de musgo y se extiende por aproximadamente 2,7 kilómetros de largo, después de que un grupo ambientalista local les informara sobre el sitio de su ubicación en el bosque Dossone della Melia, en Calabria, una región en el sur de Italia, según el Instituto Arqueológico de América (AIA).

Un equipo dirigido por el arqueólogo de la Universidad de Kentucky, Paolo Visonà, utilizó entonces un radar de penetración terrestre, LiDAR (láseres disparados desde una aeronave para mapear la topografía del suelo), magnetometría y muestreo de núcleos del suelo para estudiar el lugar.

El arqueólogo Paolo Visonà encima de una estructura defensiva romana.

Descubrieron que, en un tiempo, había un foso profundo paralelo a la muralla, una construcción conocida como sistema de defensa romano de foso y montículo (agger). Este tipo de fortificación era empleado a menudo por los romanos, incluido Julio César en el asedio de Avaricum en lo que hoy es Francia, según la Universidad de Chicago .

"El muro es una especie de barrera debido a su emplazamiento topográfico y otros factores, como la ausencia de puertas", dijo a Live Science en un correo electrónico Andrea Maria Gennaro (izquierda), superintendente de arqueología del Ministerio de Cultura de Italia que trabajó en la excavación. "Divide toda la gran zona plana en dos partes".

Los arqueólogos creen que el muro fue construido como medida de seguridad, concretamente para contener a Espartaco, un gladiador tracio que inició la Tercera Guerra Servil (también conocida como la Guerra de los Gladiadores), cuando él y otros 70 gladiadores esclavizados escaparon de una escuela en Capua. Durante la rebelión (73 a 71 a. C.), Espartaco y sus hombres derrotaron a las fuerzas romanas una y otra vez hasta la muerte del gladiador en la Batalla de Cantenna.

En cuanto al nuevo muro, "esta barrera puede identificarse como el muro de contención o fortificación erigido por el general romano Marco Licinio Craso en el año 71 a. C. para detener y atrapar a Espartaco y sus fuerzas", dijo Gennaro. "Después de intentar ir a Sicilia, Espartaco no pudo avanzar por los caminos costeros debido a la presencia de los romanos, por lo que la única forma de llegar a la península y escapar era cruzar el Aspromonte" (un macizo montañoso en la región italiana de Calabria).

La construcción en sí ha sido mencionada en fuentes históricas, más notablemente en el libro "La vida de Craso", escrito por el filósofo e historiador griego Plutarco, recuerda Gennaro.

Paolo Visonà encontró estos fragmentos de armas (parte de una hoja y una punta de lanza) en un bosque del sur de Italia, cerca de Calabria. Fotos proporcionadas. Gráfico creado por Lindsay Travis.

Además del muro, los arqueólogos desenterraron numerosos artefactos enterrados en el suelo, incluidas armas de hierro rotas, como mangos de espadas, hojas curvas, puntas de jabalina y una punta de lanza, según la AIA.

"Hemos empezado a estudiar las armas recuperadas a lo largo del muro y las comparaciones más cercanas son con armas del período republicano tardío", señala Gennaro. "Con base a ello, creemos que hemos identificado el lugar del enfrentamiento entre Espartaco y las legiones romanas dirigidas por Craso".

Los estilos de armas sugieren que en ese lugar se desarrolló una batalla épica durante el período de tiempo considerado. “En los próximos días y meses se dispondrá de datos más precisos”, añade Visonà. “Un museo alemán colabora en el estudio de las armas, que están siendo restauradas por el Servicio Arqueológico Italiano. Se presentará un informe sobre este hallazgo en la reunión anual del AIA en Filadelfia del 2 al 5 de enero de 2025, en la que estará presente un funcionario italiano”.

George Crothers, a la derecha, profesor asociado del Departamento de Antropología de la Universidad de Kentucky, toma una muestra de suelo de la zanja que precede al muro. Lo ayuda su hija Margo Crothers. Foto proporcionada por Paolo Visonà.

Visonà contó con la ayuda de su colega británico George Crothers, profesor asociado del Departamento de Antropología de la Universidad de Kentucky, quien dirigió el estudio geofísico, mientras que Visonà fue el investigador principal. Crothers fue uno de los cuatro investigadores que trabajaron bajo la dirección de Visonà y en colaboración con la Superintendencia Arqueológica de Calabria.

“Hoy es un lugar tranquilo, salvo por algún cuco ocasional”, dijo Crothers al describir el lugar del descubrimiento, “pero es fácil imaginar al ejército de esclavos de Espartaco enfrentándose a los legionarios romanos en su desesperado intento de romper sus líneas de ataque. Ahora que se ha identificado el lugar, espero que se realicen más estudios y se tomen medidas para garantizar su preservación e interpretación para el público”.

Fuentes:livescience.com | University of Kentucky | lanereport.com | 12 de julio de 2024