Investigadores de la UJA hallan restos de un tratamiento ginecológico realizado en el antiguo Egipto

Fotos: Trabajos de excavación de la dama. Crédito: Patricia Mora.

Hasta ahora no había pruebas de que se llevaran a cabo este tipo de tratamientos con fumigaciones, como describen los papiros médicos contemporáneos.

Investigadores del Proyecto Qubbet El-Hawa que dirige la Universidad de Jaén en Asuán (Egipto) han hallado restos de un tratamiento ginecológico realizado a una mujer que murió en torno al 1800 a.C.

La dama, llamada Sattjeni, pertenecía a la clase privilegiada de la antigua ciudad de Elefantina y fue enterrada en la necrópolis de Qubbet el-Hawa (Asuán). Entre sus piernas originalmente vendadas se halló un cuenco cerámico con restos quemados. El análisis de los restos óseos fue realizado por un equipo de antropólogos de la Universidad de Granada, que colabora con el Proyecto de la Universidad de Jaén, y confirmó que la mujer había sufrido una lesión traumática en su pelvis, quizá producida por una caída, que le tuvo que producir graves dolores. Es muy probable que, para aliviar estos dolores, la mujer fuese tratada con fumigaciones, tal y como los papiros médicos contemporáneos describen para solucionar problemas ginecológicos.

“Lo más interesante del descubrimiento de los investigadores de la Universidad de Jaén no es sólo la documentación de un tratamiento ginecológico paliativo, algo que de por sí es único en la arqueología egipcia, sino que este tipo de tratamientos con fumigaciones se describieron en papiros médicos contemporáneos y, hasta ahora, no había pruebas de que se llevaran a cabo”, señala el doctor en Egiptología de la UJA Alejandro Jiménez, director del Proyecto Qubbet el-Hawa. Este trabajo ha sido publicado por una de las revistas más prestigiosas de la Egiptología (Zeitschrift für ägyptische Sprache und Altertumskunde).

La Universidad de Jaén excava en esta necrópolis desde el año 2008. Su proyecto se ha centrado en las tumbas de los gobernadores de la provincia fronteriza de Egipto con Nubia durante la Dinastía XII y, en este tiempo, ha cosechado numerosos e importantes descubrimientos desde el punto de vista histórico.

Este proyecto ha estado financiado por el Ministerio de Ciencia e Investigación, por las Fundaciones Gaselec y Palarq, el Grupo Calderón y la Asociación Española de Egiptología.

Fuente: Diario Digital UJA/Proyecto Qubbet-el Hawa 16 de noviembre de 2020

Anuncian en Egipto el descubrimiento en Saqqara de otros 100 sarcófagos intactos

Egipto presentó el sábado 15 un centenar de sarcófagos de más de 2.000 años de antigüedad en perfecto estado, descubiertos en la necrópolis de Saqqara, al sur de El Cairo, el mayor "tesoro" descubierto en el país desde el comienzo del año.

Los ataúdes de madera sellados pertenecían a altos responsables de la Baja época (entre 700 y 300 años A.C.) y del período ptolemaico (323 a 30 A.C.).

El nuevo tesoro fue descubierto en la necrópolis de Saqqara, al sur de El Cairo, donde el mes pasado ya se habían descubierto unos sesenta sarcófagos intactos y de más de 2.500 años.

"Saqqara aún no ha revelado todo lo que tiene. Es un tesoro", afirmó Khaled El-Enany, ministro egipcio de Turismo y Antigüedades, durante la ceremonia, mientras los arqueólogos se dedicaban a limpiar con pincel algunas piezas expuestas en los estrados.

Los 100 sarcófagos presentados el sábado fueron descubiertos en tres fosas funerarias, a 12 metros de profundidad.

Dos estatuas de madera también fueron descubiertas en la tumba de un juez de la VI dinastía, que data de más de cuatro milenios, según el secretario general del Consejo General de Antigüedades, Mostafa Waziri.

Foto: Mostafa Waziri presentando a los medios uno de los sárcofagos abiertos.

El sitio de Saqqara, a poco más de 15 kilómetros al sur de las pirámides de la meseta de Guiza, alberga la necrópolis de Al- Asasif, en Memphis, la capital del antiguo Egipto (actual Luxor). Este monumento, construido alrededor de 2.700 a.C. por el arquitecto Imhotep, es considerado uno de los más antiguos del mundo y está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Los arqueólogos abrieron uno de los ataúdes en cuyo interior reposaba una momia envuelta en un sudario adornado con jeroglíficos coloreados. A través de una máquina móvil, hicieron una radiografía de la momia.

Especialistas realizando una radiografia a una las momias halladas.

También se han encontrado más de 40 estatuas de antiguas deidades y máscaras funerarias, según el ministro. Estos hallazgos serán repartidos en varios museos egipcios, incluyendo un nuevo establecimiento que se abrirá en las afueras de El Cairo.

Según El-Enany, estos recientes descubrimientos son fruto de un trabajo de excavación creciente en los últimos años. "Otro descubrimiento en la necrópolis debe ser anunciado en las próximas semanas, en diciembre o principios de 2021", dijo.

Los arqueólogos esperan descubrir próximamente un antiguo taller de fabricación de ataúdes para momias, que, según Waziri, podría encontrarse cerca de los pozos funerarios.

Las excavaciones llevadas a cabo en Saqqara han descubierto en los últimos años tesoros arqueológicos así como numerosos animales momificados (serpientes, aves, escarabajos, etc).

Egipto espera que todos estos hallazgos y su nuevo museo revitalicen el turismo, que se ha visto afectado por la inestabilidad política y los ataques tras la revolución de 2011, que expulsó del poder a Hosni Mubarak.

Este sector vital para la economía egipcia había vuelto a florecer, alcanzando el récord de 13,6 millones de visitantes en 2019, antes de que el nuevo coronavirus volviera a alejar a los turistas extranjeros. Desde hace varios años, las autoridades egipcias anuncian regularmente descubrimientos arqueológicos, un argumento importante frente a la competencia de otros destinos.

Fuente: clarin.com | univision.com | axios.com | 14 de noviembre de 2020

Analizan por primera vez momias egipcias excepcionales, las únicas “envueltos en estuco” halladas en la necrópolis de Saqqara

(A) Momia masculina; (B) Momia femenina (© Colección de Esculturas, Colecciones de Arte del Estado de Dresde, fotos: H.-P. Klut / E. Estel).

Saqqara está de moda. En apenas un mes, la necrópolis principal de la antigua capital de Menfis, situada en la ribera del Nilo, a apenas 25 kilómetros de El Cairo y a 22 de las pirámides de Guiza, no para de ofrecer noticias relevantes. A principios de octubre se informó del hallazgo de 59 sarcófagos y en los próximos días se anunciará que estos descubrimientos se han ampliado con otros 100 sepulcros de funcionarios y sacerdotes egipcios de la 26ª Dinastía.

En medio de esta vorágine, un grupo de arqueólogos alemanes publica los sorprendentes resultados del primer estudio realizado a dos momias encontradas a principios del siglo XVII y otra descubierta en el siglo XIX. Nadie había analizado ninguna de ellas hasta la fecha.

Según los especialistas, estas son las únicas momias “envueltas en estuco” que se han encontrado en Saqqara. A diferencia de otras personas que fueron enterradas en ataúdes, estos individuos que murieron entre finales del siglo III y principios del IV después de Cristo, durante el periodo romano tardío, fueron colocados sobre tablas de madera, envueltos en una tela y un “hermoso sudario” y decorados con yeso, oro y un retrato de cuerpo entero.

Fue el explorador italiano Pietro Dalla Valle, que viajó por todo Oriente Próximo e incluso llegó a la India, quien adquirió dos de los ataúdes en 1615, poco después de que un grupo de ciudadanos egipcios los encontrara en una cámara dentro de una tumba excavada en la roca en Saqqara. Dalla Valle se los llevó a Roma, donde fueron integrados en su colección de antigüedades.

Más tarde, en 1728, pasaron a formar parte de la colección que Augusto II, Elector de Sajonia y Rey de Polonia, tenía en Dresde (Alemania). "Se consideran los primeros ejemplos de momias retratadas que se conocieron en Europa y que siguieron siendo los únicos conocidos hasta principios del siglo XIX”, escriben los autores del artículo publicado en la revista PLOS ONE.

(A) Retrato del soberano Augusto II realizado por Louis de Silvestre en (© Old Masters Picture Gallery, Dresden State Art Collections, foto: H.-P. Klut / E. Estel); (B) Un grabado en cobre realizado por Anna Maria Werner y Christoph Raimund Thomann que ilustra cuatro momias de la colección, incluyendo los dos retratos de las momias en el centro.

Los investigadores obtuvieron los detalles sin necesidad de abrir las cajas. Mediante un análisis de tomografía computarizada descubrieron que los restos, que están “bastante mal conservados”, pertenecían a un hombre adulto de entre 25 y 30 años y que medía unos 163 centímetros de alto. Algunos de sus huesos estaban rotos, “probablemente porque alguien lo desenvolvió poco después del descubrimiento de la momia”, escriben los investigadores en el estudio. Y, aunque el cerebro del hombre no se conservó, no hay evidencia de que se haya extraído por la nariz. Tampoco se utilizaron muchas sustancias para embalsamar. En cambio, estaba envuelto y pintado. Dos objetos metálicos encontrados durante la tomografía computarizada son probablemente sellos del taller de momificación que manipuló sus restos.

Momia femenina. (A) La reconstrucción volumétrica ilustra numerosas cuentas dispersas en la región torácica; (B) La reconstrucción sagital de máxima intensidad muestra algunas de las perlas perforadas en detalle (flechas).

Por su parte, la mujer, que murió entre los 30 y los 40 años, medía alrededor de 151 cm de altura. También tenía artritis avanzada en la rodilla izquierda y fue enterrada con múltiples collares. Su cerebro tampoco se conservó.

Momia de una adolescente. La foto muestra la decoración del sudario de la momia, centrándose en el retrato y el torso (© I. Badr).

La tercera momia correspondía a una adolescente, de la cual sí se conserva el cerebro, así como otros órganos internos. Murió entre las edades de 17 y 19, y medía aproximadamente 156 cm de altura. Tenía un tumor benigno en la columna conocido como hemangioma vertebral, que es más común en personas mayores de 40 años, dijeron los investigadores.

Momia de la adolescente con el cerebro encogido y tronco encefálico conservado. (A) reconstrucción sagital multiplanar; (B) reconstrucción coronal multiplanar.
 
Además, se hallaron tablas de madera, cuentas de collares, una horquilla y elementos metálicos densos, como sellos de plomo, clavos y dos monedas o medallones. Los descubrimientos incluyeron algunas patologías que sufrieron estas personas en vida, que incluyen lesiones provocadas por la caries en los dientes, nódulos de Schmorl (protuberancias del cartílago del disco intervertebral), evidencia de artritis y un hemangioma vertebral (una lesión vascular).
 
Volumen representando reconstrucciones de detalles de la momia la adolescente. (A) Numerosas cuentas alrededor del cuello y en la región torácica, sugiriendo un collar intacto / o varios collares; (B) una horquilla en la parte superior de la cabeza que indica un peinado hacia arriba.
 
A la muerte de Cleopatra VII Philopator en el 30 antes de Cristo, Egipto se convirtió en una provincia del estado romano. Durante este período, los difuntos solían ser enterrados en pequeñas tumbas y fosas o en sepulcros ya existentes. Las momias del período romano normalmente presentaban un retrato del difunto, pintado en un panel de madera o directamente sobre un sudario de lino, en contraste con las representaciones tradicionales egipcias de los muertos.

“La decoración artística de la momia no solo tenía razones estéticas, sino que también servía para proteger mágicamente el cuerpo y asegurar el renacimiento de los muertos en la otra vida”, escribe el equipo de arqueólogos, encabezado por Stephanie Zesch (izquierda), del museo Reiss-Engelhorn de Mannheim. Durante el período grecorromano, además, los sarcófagos se guardaban en casa o en un depósito abierto al público durante algún tiempo para rendir homenaje a los fallecidos antes del entierro.

"El examen de los individuos arrojó que murieron a edades bastante jóvenes ..., sin embargo, no se pudo determinar la causa de su muerte", dijo Zesch. "Estamos bastante seguros de que no se extrajo el cerebro ni los órganos internos. Es muy probable que esas momias solo se hayan conservado debido a una especie de deshidratación con el uso de [la mezcla desecante] natrón, pero no hay una gran cantidad de líquidos de embalsamamiento".

En los casos estudiados ahora, tanto “los sudarios elaboradamente decorados con retratos como los elementos de estuco dorado y los motivos religiosos de las convenciones grecorromanas y del antiguo Egipto indican un nivel socioeconómico alto de los difuntos”, concluyen.

Fuentes: lavanguardia.com | livescience.com | 12 de noviembre de 2020

Datan las pinturas de Casaio (Orense) en el Neolítico antiguo

Imagen de una de la pinturas encontradas. Santi M. Amil

En febrero del 2019 fue descubierto en los montes de Casaio (en Carballeda de Valdeorras, Orense) el mayor conjunto de pintura esquemática prehistórica en Galicia. Desde entonces, el descubrimiento ha sido objeto de varios trabajos de investigación, cuyos resultados han sido publicados en la revista Complutum, de la Universidad Complutense de Madrid. El artículo, titulado El abrigo con pintura esquemática de Pala de Cabras. Encuentros y desencuentros entre dos tradiciones, describe en detalle el conjunto de pinturas, con un total reconocido por el momento de 15 paneles con representaciones y un total de 25 motivos distintos, que van desde los ídolos oculados, soliformes y arboriformes, hasta los animales.

«La publicación de este artículo es el reconocimiento por parte de la academia científica de la importancia histórica de las pinturas, así como da su antigüedad», asegura Francisco Alonso, arqueólogo de Tempos Arqueólogos y autor del descubrimiento, realizado en el transcurso de una excavación -impulsada por el colectivo Spuntnik Galego- de las chozas utilizadas por la guerrilla antifranquista.

Foto: Representación un ídolo oculado encontrado en los montes de Casaio. Es el primer ejemplo que aparece en Galicia.

La antigüedad de las pinturas es uno de los aspectos en los que más incide el trabajo, reflejando que podrían ser anteriores a lo inicialmente pensado. «Si bien no hay duda de que los motivos más destacados, como los ídolos oculados, pertenecen a lo que llamamos Calcolítico, en el tercer milenio a.C., hay mucha evidencia para pensar que pudo haber pinturas de una época anterior, del Neolítico antiguo. Significaría que Pala de Cabras ya era frecuentado hace siete mil años», afirma Manuel Santos Estévez, profesor especialista de arte prehistórico de la Universidade do Minho. Reconoce, en todo caso, que todavía hay que hacer más análisis para determinar esta cuestión.

El director del proyecto Sputnik Labrego, Carlos Tejerizo, alerta de que el estado de conservación de las pinturas es muy precario, por lo que sería necesario preservarlas cuanto antes.

Fuente: lavozdegalicia.es| 3 de noviembre de 2020

Peña Cortada (Calles, Valencia): el acueducto romano que no termina nunca

Foto: Puente Acueducto Romano de Peña Cortada – Valencia

El acueducto de Peña Cortada, en Calles (Valencia), es uno de los atractivos turísticos que más gente atrae de la provincia de Valencia. Así ha quedado patente con las restricciones de movilidad, que han «forzado» a los ciudadanos a explorar su entorno más cercano.

Sin embargo, aunque la ruta parece ya consolidada en Peña Cortada, no dejan de aparecer restos del trazado de la infraestructura hidráulica en la zona. Ahora, tres arqueólogos y dos operarios están limpiando unos 50 metros del trazado, al este de Torre Castro. El director de la excavación, Juan José Ruiz, explica que durante las prospecciones previas realizadas en 2017 se reconoció el terreno y se vieron indicios de que la roca había sido tallada y la presencia de dos túneles. Además, la cota utilizada por los romanos para su construcción coincidía, ya que estaba ligeramente más baja que el resto del acueducto. Así, según el proyecto está previsto excavar hasta 60 metros de trazado y comenzaron el 16 de octubre gracias a la subvención de bienes inmuebles que les concedió la Conselleria de Cultura.

Desenterrar las paredes no ha sido fácil ya que según Ruiz, había tres capas: la superior era un manto vegetal, la intermedia estaba compuesta por los arrastres de la montaña y sobre la base del acueducto, limos, que es la mezcla entre el agua estancada que quedó cuando se abandonó el acueducto y la tierra que se vertió de la montaña. Una vez se retiró esa arcilla apareció la roca caliza tallada de la infraestructura.

«Rodea Torre Castro en dirección a Domeño, donde están los últimos tramos localizados del acueducto y donde todo parece indicar que terminaba», señala Ruiz. «Eso de que llegaba a Valencia no es verdad, comienza en el azud de Tuéjar y se extiende durante 28,6 kilómetros», esclarece el arqueólogo.

Foto: Puente Acueducto Romano de Peña Cortada – Valencia

Según indica el director de la excavación, donde trabaja junto a la arqueóloga Ana Sabater y junto al catedrático de Arqueología de la Universidad de Valencia, José Luís Jiménez, para la excavación se ha contratado a una empresa local, por lo que «además de ser un yacimiento arqueológico, es uno laboral, ya que se da trabajo a los residentes de Calles», explica.

De entre todos los interrogantes que aparecen en torno a esta obra, Ruiz tiene algunas hipótesis: todo parece indicar que el acueducto tuvo un uso agrícola ya que según los escritos de Vitrubio, estas obras, si llevaban agua para el consumo humano, solían estar tapadas. No sucede así en este caso, ya que nunca se tapó. De ahí que pudiera haber estado destinado a regar los campos de Villar del Arzobispo, donde se han descubierto varias villas romanas que también tenían termas propias. «Eso dando por hecho que llegó a entrar en funcionamiento, porque tampoco está demasiado claro», explica el arqueólogo.

Foto: Túneles del Acueducto Romano de Peña Cortada – Valencia

Además de la excavación también se colocarán nuevas tarimas de madera sobre el recorrido para evitar que los visitantes, si se acumula agua de lluvia, utilicen las propias piedras del acueducto para poder pasar, una práctica que las autoridades tratan de evitar dado el alto número de personas que cada fin de semana realizan esta ruta.

Fuente:levante.emv.com | 8 de noviembre de 2020

Dinámica de la población y el auge de los imperios en el interior de Asia

Una piedra de ciervo inclinada colocada frente a docenas de pequeños montículos de piedra que contienen entierros de caballos sacrificados ritualmente en el sitio del monumento de la Edad del Bronce de Ikh Tsagaanii Am, provincia de Bayankhongor, Mongolia central. Crédito: William Taylor

En un nuevo estudio publicado en Cell, un equipo de investigadores ha explorado los cambios genéticos, sociopolíticos y culturales que rodearon la formación de los imperios históricos de la estepa euroasiática oriental. El estudio analiza datos de todo el genoma de 214 individuos antiguos que abarcan 6.000 años y ha estudiado los cambios genéticos y culturales que precedieron al surgimiento de los imperios de pastores nómadas Xiongnu y Mongol.

Desde finales de la Edad del Bronce hasta la Edad Media, la estepa euroasiática oriental fue el hogar de una serie de imperios nómadas organizados y muy influyentes. Los imperios Xiongnu (209 a. C. - 98 d. C.) y Mongol (916-1125 d. C.) que abarcan este período produjeron impactos especialmente grandes en la demografía y geopolítica de Eurasia, pero, debido a la falta de estudios genéticos a gran escala, los orígenes, las interacciones y las relaciones de las personas que formaron estos grandes estados siguen siendo en gran parte desconocidas.

Para comprender la dinámica de la población que dio origen a los imperios históricos de la Estepa, investigadores del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana (MPI-SHH), la Universidad Nacional de Mongolia e instituciones asociadas en Mongolia, Rusia, Corea y los Estados Unidos generaron y analizaron datos de todo el genoma de 214 personas de 85 enclaves de Mongolia y tres de Rusia. Al abarcar el período de 4600 a. C. a 1400 d. C., el estudio se encuentra entre los más grandes realizados hasta la fecha sobre genomas antiguos del este y el interior de Asia.

Cambios genéticos en la estepa oriental a lo largo del tiempo con todos los individuos indicados.
(A) Pre-Bronce hasta la Edad del Bronce Temprana; (B) Edad del Bronce Medio / Tardío; (C) Edad del Hierro Temprana; (D) período Xiongnu; (E) Medieval temprano; (F) Tardío medieval.
Las proporciones de ascendencia modeladas se indican mediante gráficos circulares con escala de tamaño de muestra, y las poblaciones de origen de ascendencia se muestran a continuación. Los grupos culturales se indican con texto en negrita. Para los paneles (D – F), los individuos son Xiongnu tardío, Türkic y Mongol, respectivamente, a menos que se indique lo contrario. Las poblaciones de referencia publicadas anteriormente se indican con texto en blanco; todos los demás son de este estudio. Las poblaciones más allá de los límites del mapa se indican con flechas. Los lugares de enterramiento se han alterado para mejorar la visibilidad de las personas que se superponen.

Durante el Holoceno medio, la estepa euroasiática oriental estuvo poblada por cazadores-recolectores con ascendencia del antiguo noreste asiático (ANA) y del antiguo norte de Eurasia (ANE), pero alrededor del 3000 a. C., el pastoreo de obtención de leche se introdujo a través de la expansión de la cultura Afanasievo de las montañas de Altai, cuyos orígenes se remontan a los pastores de la estepa Yamna de la región del Mar Negro, a más de 3.000 km al oeste. Aunque estos migrantes dejaron poco impacto genético, tuvieron un efecto cultural muy importante y, a mediados y finales de la Edad del Bronce, las poblaciones de la estepa oriental practicaban el pastoreo lechero.

A finales de la Edad del Bronce y principios de la Edad del Hierro, las poblaciones del oeste, norte y centro-sur de Mongolia formaron tres grupos genéticos distintos y estructurados geográficamente. Estas poblaciones permanecieron estancas durante más de un milenio, hasta que el incremento de la movilidad, probablemente facilitado por el desarrollo de la equitación, comenzó a romper esta estructura. La formación del Imperio Xiongnu en el centro-norte de Mongolia, el primer imperio nómada de Asia, es contemporáneo con esta mezcla de poblaciones y con la afluencia de nuevos acervos genéticos procedentes de Eurasia, desde el Mar Negro hasta China.

Hogar actual en el campo de Mongolia, conocido como ger (mongol) o yurta (ruso). Crédito: Christina Warinner.

"Más que un simple recambio o reemplazo genético, el surgimiento del Imperio Xiongnu está vinculado a la mezcla repentina de poblaciones distintas que habían estado separadas genéticamente durante milenios. Como resultado, los miembros del Imperio Xiongnu de Mongolia muestran un nivel espectacular de diversidad genética que refleja mucho el carácter de Eurasia", dice el Dr. Choongwon Jeong (izquierda), autor principal del estudio y profesor de Ciencias Biológicas en la Universidad Nacional de Seúl.

Mil años más tarde, los individuos del Imperio Mongol, uno de los imperios contiguos más grandes de la historia, muestran un marcado aumento en la ascendencia de Eurasia Oriental en comparación con los individuos de los primeros períodos Xiongnu, Turkic y Uyghur, acompañado de una pérdida casi completa de la ancestralidad del antiguo norte de Eurasia (ANE), ascendencia que había estado presente desde antes del Imperio Xiongnu. Hacia el final del Imperio Mongol, la composición genética de la Estepa Oriental cambia drásticamente, estabilizándose finalmente en el perfil genético observado entre los mongoles actuales.

"Nuestro estudio de la antigua Mongolia revela no solo las primeras contribuciones genéticas de las poblaciones de la estepa occidental, sino también un marcado cambio genético hacia la ascendencia de Eurasia oriental durante el Imperio Mongol. La región tiene una historia genética notablemente dinámica, y el ADN antiguo está comenzando a revelar la complejidad de los eventos de población que han dado forma a la estepa euroasiática", dice Ke Wang (derecha), coautora del estudio y estudiante de doctorado en el MPI-SHH.

Además de los impactos genéticos en las estructuras políticas, los investigadores también indagaron la relación entre la genética y las estrategias de subsistencia. A pesar de más de 5.000 años de pastoreo lácteo en la región y de la importancia continua de los productos lácteos en la dieta promedio de los mongoles en la actualidad, los investigadores no encontraron evidencias de selección de la lactasa, un rasgo genético que permite la digestión de la lactosa.

Los pastores lecheros de hoy tienen tradiciones que se remontan a miles de años en la prehistoria de Mongolia. (Imagen: Christina Warinner).

"La ausencia de la lactasa en las poblaciones de Mongolia, tanto en la actualidad como en el pasado, desafía los modelos médicos actuales de intolerancia a la lactosa, y sugiere una prehistoria mucho más complicada de la industria láctea. Ahora estamos recurriendo al microbioma intestinal para comprender cómo las poblaciones pudieron adaptar su dieta a los productos lácteos", dice la Dra. Christina Warinner (izquierda), autora principal del estudio, profesora de Antropología en la Universidad de Harvard y líder del grupo de investigación del MPI-SHH.

"La reconstrucción de una historia genética de 6.000 años en Mongolia ha tenido un efecto transformador en nuestra comprensión de la arqueología de la región. Si bien se ha podido responder algunas preguntas largamente planteadas, también se han generado nuevas cuestiones y se han revelado varias sorpresas. Esperamos que esta investigación dinamize el trabajo futuro sobre las ricas y complejas relaciones entre ascendencia, cultura, tecnología y política en el surgimiento de los imperios nómadas de Asia", agrega la Dra. Erdene Myagmar (derecha), coautora del estudio y profesora de Antropología y Arqueología en la Universidad Nacional. de Mongolia.

Fuente: Max Planck Institute | 5 de noviembre de 2020