El primer horno metalúrgico del mundo podría tener su origen en Beersheva, Israel

Excavaciones del horno de Bersheva, en Israel. Foto/ Facebook Israel Antiquities Authority

Un nuevo estudio arqueológico muestra que hace unos 6.500 años Israel ya era una nación en marcha con un centro de I + D en metalurgia en Horvat Beter, Beersheba. Las excavaciones de rescate en la capital del desierto de Negev, realizadas en 2017, han puesto de relieve la existencia de talleres con hornos de fundición de cobre de 6.500 años de antigüedad (la evidencia más antigua) en lugar de simples y pequeños crisoles portátiles.

“Esta era una alta tecnología para la época, no la había más sofisticada”, dice el profesor Erez Ben-Yosef, de la Universidad de Tel Aviv. "El paso del crisol al horno representó un avance tecnológico de vanguardia".

La metalurgia surgió en el Levante meridional durante la segunda mitad del V milenio a.C. Según Ben-Yosef, el hallazgo realizado cerca de Beersheba indica una gran evolución tecnológica, que va desde el método anterior de fundición de mineral mediante pequeños crisoles de cerámica hasta estos grandes hornos enterrados y recién descubiertos.

El profesor Erez Ben-Yosef en su laboratorio de la Universidad de Tel Aviv.

"Tal innovación permitió un proceso de fundición en dos pasos (fundición primaria en horno seguida de fusión/refinación en crisoles) en los talleres industriales descubiertos en varios asentamientos del área de Beersheba. Estos talleres estaban a cargo de artesanos altamente especializados que producían lingotes de cobre puro y algunos objetos ceremoniales", dice Ben-Yosef.

"No hay duda de que el antiguo emplazamiento de Beersheba jugó un papel muy importante en el avance de la revolución mundial del metal, y, por tanto, la ciudad fue en el V milenio a. C. una potencia tecnológica en toda esta región", dice Ben-Yosef en un comunicado de prensa de la Universidad de Tel Aviv.

Los hallazgos realizados fueron publicados en el estudio "Encendiendo el horno: nuevos conocimientos sobre las prácticas metalúrgicas durante el Calcolítico en el sur del Levante a partir de un taller de fundición de cobre recientemente descubierto en Horvat Beter (Israel)", y publicado en Journal of Archaeological Science: Reports.

El yacimiento de Horvat Beter fue excavado antes de que se expandiera una zona de viviendas en Beersheba. “Los sorprendentes hallazgos incluyen un pequeño taller para fundir cobre con restos de un horno, una pequeña instalación hecha de estaño en la que se fundía mineral de cobre, así como una gran cantidad de escoria”, detalla Talia Abulafia, directora de la excavación en nombre de la Autoridad de Antigüedades de Israel.

Talia Abulafia, directora de excavaciones de la Autoridad de Antigüedades de Israel. Emil Aladjem.

El asentamiento de Horvat Beter se identifica con la cultura Ghassuliana del período Calcolítico, la cual es conocida por su fina y elaborada cerámica. Allí, el mineral de cobre en bruto se obtenía a 100 kilómetros de distancia, en Wadi Faynan (un lugar rico en minerales en Jordania), y era refinado mediante un proceso que Ben-Yosef llama "mágico".

"No consistía en arrojar, sin más, este mineral verde al fuego y esperar a que se convirtiera en cobre", explica Ben-Yosef a The Times of Israel. "La producción del mismo requería de un conocimiento sofisticado sobre el control de la temperatura, la mezcla de minerales y de muchos otros parámetros. El resultado final era como si fuera algo mágico: tomas una piedra y la conviertes en este maravilloso material brillante”, dice.

El estudio incluyó un análisis de los elementos de las cerámicas y la escoria realizado principalmente con un instrumento portátil de fluorescencia de rayos X, según el artículo publicado. El equipo estudió 14 fragmentos de crisol, 18 presuntos fragmentos de un horno y 26 piezas de escoria.

“Nuestros resultados demuestran claramente que el taller metalúrgico de Horvat Beter se dedicó únicamente a la fundición del cobre”, escriben los autores. Dicho estudio fue realizado por Ben-Yosef, Dana Ackerfeld y Omri Yagel, del Departamento de Arqueología y Civilizaciones del Antiguo Cercano Oriente Jacob M. Alkow, en la Universidad de Tel Aviv, junto con Talia Abulafia, de la Autoridad de Antigüedades de Israel, el Dr. Yael Abadi-Reiss, el profesor Dmitry Yegorov y el Dr. Yehudit Harlavan, del Servicio Geológico de Israel.

Escoria de cobre encontrada en la excavación de Neveh Noy en Beersheba. (Anat Rasiuk / Autoridad de Antigüedades de Israel).

Un mago nunca habla

Las perlas de cobre y el uso del mineral de cobre como pigmento precedieron a su uso como metal purificado, cuya fabricación era "mágica". Ben-Yosef cree que los artesanos de Beersheba operaban en grupos similares a los gremios, los cuales guardaban cuidadosamente los secretos de sus talleres. Él cree que los artesanos eran un segmento de élite de la incipiente jerarquía social.

Había cierta diferencia entre los diferentes talleres de la zona: “Los distintos tamaños de los crisoles indican competencia entre los mismos, intentos de exploración tecnológica”, escriben los autores. Según el comunicado de prensa de TAU, "Un análisis químico de los restos indica que cada taller tenía su propia 'receta' especial, que no compartía con sus competidores".

Los artesanos comerciaban con las personas que vivían en el área jordana de las minas de cobre, a unos 100 kilómetros de distancia, a fin de obtener el mineral. Después de purificarlo en lingotes, es probable que el metal se llevara a otro lugar para moldearlo en objetos ceremoniales.

Ben-Yosef dijo que la innovación tecnológica del horno se basó en el trabajo científico y la experiencia de los artesanos en la fundición de cobre. Durante los últimos veranos, estudiantes de posgrado han intentado reconstruir hornos como los de Beersheba con el fin de replicar el antiguo modo de producción de cobre.

Experimento de la Universidad de Tel Aviv para recrear la tecnología de fundición de cobre de hace 6.500 años en Beersheba, 25 de junio de 2020 (Proyecto del Valle de Timna Central)

"En el mes de junio pasado, en medio de los bloqueos derivados por la pandemia del coronavirus, el equipo finalmente pudo, tras varios intentos, producir cobre con las metodologías utilizadas en Beersheba", señala Ben-Yosef.

Él mismo se maravilla de la capacidad que tenían los artesanos de Beersheba para producir el metal sin ayuda de conocimientos químicos o de herramientas modernas de medición. A este respecto, dijo que probablemente usaron "otras pistas", como el cambio en los colores de las llamas para saber cuándo se alcanzaba la temperatura perfecta.

“Lo que hacemos en nuestro laboratorio de Tel Aviv es tratar de obtener una imagen detallada de los cambios producidos a través del tiempo, cómo se sucedieron los mismos y cómo llegamos a tener nuevas ideas, todo lo cual sigue siendo relevante hoy en día”, explica Ben-Yosef. En este sentido, añadió que su laboratorio invierte muchos recursos en replicar metodologías del pasado.

“Ahora bien, a pesar de que lees artículos de investigación y crees que lo sabes casi todo, en una experiencia en tiempo real descubres que resulta muy diferente hacerlo”, y agregó que la metalurgia era la tecnología más exigente en aquella época.

La curiosidad pudo haber matado al gato, pero nos proporcionó un buen cobre

Ben-Yosef dice que, en contra de la opinión común, que mantiene que la innovación tecnológica es consecuencia de una necesidad y encontrar la forma de satisfacerla, es poco probable que los lingotes de cobre puro de Beersheba, así como los objetos hechos con ellos, se hayan empleado de manera utilitaria. El metal puro de cobre era demasiado blando y demasiado raro como para haber sido utilizado en la vida cotidiana, por ejemplo, hacer cuencos donde simplemente poner comida en la mesa.

Incluso los artículos de cobre puro que parecen "utilitarios" probablemente no lo eran. En el estudio, los investigadores examinaron las hachas y azuelas de cobre puro en busca de desgaste, pero sus bordes limpios indican que nunca se usaron.

Taller de fundición de cobre de hace 6.500 años en el barrio Neveh Noy de Beersheba. (Talia Abulafia / Autoridad de Antigüedades de Israel).

Ben-Yosef cree que los prístinos objetos "utilitarios" eran imitaciones de las herramientas de piedra que todavía se usaban comúnmente durante esta época. Estas imitaciones se habrían utilizado en ceremonias o para exhibirlas como símbolos de estatus social (los ejemplos más famosos de estos objetos ceremoniales se encontraron en 1960, cuando se descubrió un gran tesoro de unos 400 objetos de metal en la cueva de Nahal Mishmar, en el desierto de Judea, y que se halla en exhibición permanente en el Museo de Israel de Jerusalén).

“Yo encuentro todo esto bastante fascinante. La gente siempre piensa que la innovación viene por una necesidad, por ejemplo, crear herramientas para la agricultura o armas para ganar una guerra, pero aquí tenemos inventos tecnológicos relacionados con la curiosidad humana”, afirma.

"La noción de que 'algunas sociedades permitían a la gente ensayar con determinados materiales y encontrar cosas nuevas sin la presión de poner comida en la mesa' crea una imagen más matizada de estas sociedades antiguas, con resonancias que van mucho más allá del estudio científico de la fundición de cobre".

“La gente del pasado no era tan diferente de la actual, y lo vemos en la evolución tecnológica del metal”, concluye Ben-Yosef.

Fuente: timesofisrael.com | 4 de octubre de 2020

Herramientas líticas de hace 300.000 años, halladas en Israel, fueron obtenidas con fuego a distinta temperatura

Una de las herramientas hallada en la cueva de Qesem, en Israel - Instituto Weizmann de Ciencias.

Hace unos 300.000 años, cuando los primeros homínidos de nuestra especie, Homo sapiens, empezaban a aparecer en África, alguien consiguió desarrollar una tecnología moderna y compleja en Oriente Próximo. Un estudio llevado a cabo en la cueva de Qesem, en el centro de Israel, ha analizado las herramientas de piedra tratadas con calor más antiguas conocidas.

Un aspecto de la cueva de Qesem, la cula se encuentra al este de Tel Aviv.

Los homínidos que allí vivían, cuya identidad aún no ha podido ser confirmada, no solo sabían utilizar el fuego, sino que lo controlaban para optimizar la creación de diferentes artefactos, empleando incluso distintas temperaturas según sus propósitos. Los autores, que han publicado sus conclusiones en la revista Nature Human Behavior, creen que este desarrollo tecnológico demuestra unas sofisticadas capacidades cognitivas tempranas.

Hasta ahora, se creía que la primera vez que se utilizó el fuego en la fabricaciónde herramientas fue hace 164.000 años en lo que ahora es Pinnacle Point (Sudáfrica). Pero el nuevo análisis, llevado a cabo por el Instituto Weizmann de Ciencias, retrotrae esta habilidad en más de 130.000 años, la sitúa en un punto del mapa muy alejado y en manos de una especie humana desconocida. «Sabemos, por un diente hallado en el lugar, que no eran 'Homo sapiens' ni neandertales, por lo que creemos que se trataba de un grupo que se desarrolló localmente», señala Filipe Natalio (izquierda), de la Unidad de Arqueología Científica del Instituto y responsable del nuevo trabajo.

Conjunto de herramientas líticas halladas en la cueva de Qesem. Instituto Weizmann de Ciencias.

Inteligencia artificial

Los homínidos que vivieron en Qesem dejaron tras de sí decenas de miles de herramientas de piedra, la mayoría hechas de pedernal, un material fácilmente disponible. Estaban producidas mediante un proceso de tallado, que consiste en golpear una piedra contra otra para picar las piezas y lograr un borde afilado. Hace entre 300.000 y 400.000 años, la principal presa que estos homínidos cazaban cambió de elefantes a gamos, lo que requirió artefactos más finos para descuartizar las presas.

Algunas de las herramientas de sílex halladas en el lugar parecían quemadas, por lo que los arqueólogos se preguntaban si había sido por casualidad o los habitantes de la zona tenían algún control sobre el fuego y lo utilizaban a propósito. Para aclararlo, los investigadores recolectaron unas 200 piezas de pedernal de áreas cercanas a la cueva de Qesem. Después de calentar las piezas a diferentes temperaturas y enfriarlas nuevamente, las examinaron con espectroscopia Raman para revelar la composición de su estructura química y molecular. Los datos obtenidos eran tantos que tuvieron que ser analizados por un software de aprendizaje automático en el Departamento de Apoyo a la Investigación Química del Instituto Weizmann que dirige el Dr. Iddo Pinkas (derecha).

La comparación de temperaturas para tres tipos de herramientas revela un rango pequeño y relativamente frío para las cuchillas (blades), en contraste con las «tapas de olla» (pot lids) y las lascas (flakes). Crédito: Instituto de Ciencias Weizmann

Rango de temperaturas de las distintas herramientas analizadas y halladas en la cueva de Qesem.

Sorprendentemente, la inteligencia artificial encontró que se habían aplicado tres rangos de temperaturas únicos para tres tipos distintos de pedernal. De esta forma, las láminas, herramientas en forma de cuchillo con un borde afilado largo y un borde frontal más grueso por donde sujetarlas, se calentaron a unos 259° C, mientras que las lascas se hicieron a 413° C y unos fragmentos pequeños, mellados y astillados que los científicos llaman «tapas de olla» (pot lids), a 447º C. Luego, los autores realizaron un experimento para replicar condiciones de calor similares y encontraron que controlar los niveles de calor del pedernal puede mejorar su producción.

De izquierda a derecha una 'tapa de olla', una lasca y una cuchilla. Cada una se produjo a una temperatura diferente (las imágenes no están a escala). Crédito: Instituto de Ciencias Weizmann

Pensamiento abstracto

En palabras de los investigadores, parecía que los habitantes de la cueva habían usado intencionalmente diferentes tratamientos térmicos para crear diferentes herramientas. «No podemos saber cómo se enseñaron unos a otros la habilidad de fabricar herramientas, qué experiencia los llevó a calentar el pedernal a diferentes temperaturas, o cómo lograron controlar el proceso, pero el hecho de que las cuchillas más largas se calentaran constantemente de una manera diferente a otras piezas sugiere una intención», dice Natalio. «Estos homínidos fueron capaces de realizar pensamientos complejos y abstractos mucho antes de lo que pensábamos», subraya.

Como explica en un correo electrónico Aviad Agam (izquierda), coautor del estudio: «En Qesem hay indicios claros de cocción y asado de la carne, por lo que creemos desde hace mucho tiempo que el fuego se usaba habitualmente en la cueva. Nuestro nuevo descubrimiento muestra que además sabían utilizarlo para manipular otros materiales y producir mejores herramientas».

Para los investigadores, se trata de tecnología, como también lo son nuestros teléfonos móviles u ordenadores, la cual permitió a nuestros antepasados sobrevivir y prosperar.

Foto: Una vista de los trabajos que se realizan en la cueva de Qesem. Filipe Natalio

Fuentes: abc.es | phys.org | dailymail.co.uk | 5 de octubre de 2020

El Museo Canario cuenta con un nuevo ídolo prehispánico hallado en Firgas

Imagen del ídolo prehispánico de Firgas. / EFE

Un nuevo ídolo prehispánico de terracota, de no más de tres centímetros y medio de altura, pasa a formar parte desde este jueves de los fondos del Museo Canario de Las Palmas de Gran Canaria, tras su cesión por parte de una vecina de Firgas, Bárbara Xebicha, quien lo halló hace cinco meses de forma casual en la finca donde reside.

Según la conservadora del Museo Canario, Carmen Cruz, se trata de una pieza excepcional, ya que representa una figura femenina en posición sedente con cabello, senos, vientre y un rostro «muy natural», y son pocos los ídolos que reúnen estas características y sobre todo que tengan la particularidad del cabello, ha recalcado.

Así mismo, Cruz ha explicado que se ha encontrado en una zona de interés arqueológico, La Guancha, bien documentada, en la que se sospecha que puede haber más hallazgos, ya que se han encontrado pintaderas canarias y trozos de cerámica.

La nueva pieza que enriquece el conjunto escultórico del museo por los elementos que simboliza representa la fertilidad, ha añadido Cruz, quien ha recordado que la mayoría de los ídolos prehispánicos que se disponen son figuras humas y mujeres en su mayoría.

El ídolo que Xebicha, de origen yugoslavo, ha bautizado con el nombre de su abuela Bozêna (mujer de dios) lo encontró entre piedras y basura de forma casual en su finca La Suerte, donde no es la primera vez que halla piezas arqueológicas, ya que el pasado 4 de marzo entregó al Museo una pintadera y asegura que ha encontrado también pequeños trozos de cerámica.

El Cabildo de Gran Canaria por ello llevará a cabo una excavación en la zona, ha anunciado el consejero de Presidencia, Teodoro Sosa, quien junto al director del Museo, Diego Pérez, y el alcalde de Firgas, Jaime Hernández, han agradecido la generosidad de esta vecina que permitirá la exhibición en breve de esta pieza en las vitrinas del centro museístico.

El Mueso Canario cuenta con unos 200 ídolos entre las más de 125.000 piezas arqueológicas que integran sus fondos, ha indicado López, quien ha recordado que la función del Museo Canario, creado en 1879, es conservar el patrimonio arqueológico de la isla, exhibirlo y desarrollar un trabajo de investigación y divulgación.

Sosa ha informado de que se ha destinado una partida de 6.500 euros para acotar el terreno donde se llevará a cabo la excavación, que comprenderá parte de la finca de Xebicha, situada en el lomo La Guancha, y zonas aledañas, así como en las cuevas que hay cuevas de interés etnográfico, ha indicado el técnico del servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo, Javier Velasco.

El técnico ha explicado que se trata de una zona ocupada por casas y cultivos y que el objetivo del estudio que se llevará a cabo es proceder a la verificación y redelimitaicón de este espacio de interés arqueológico, describir con más precisión las unidades que lo integran y tratar de determinar con mayor certeza el origen del material que está en superficie, entre otros fines.

Xebicha ha señalado además que la casa de su finca, situada en un lugar de difícil acceso pero «muy bonito», según recalcado, puede ser la primera que se pintó de blanco y la que dio por ello nombre a la localidad de Casablanca.

Fuente: canarias7.es | 1 de octubre de 2020

Los restos arqueológicos del Rectorado, los más antiguos de la Málaga fenicia

Según el estudio, los orígenes de la Málaga fenicia fueron anteriores al siglo 600 a.C, -datación aceptada hasta el momento- por lo que remontan la cronología fundacional de Malaka a mediados del siglo VII a.C. / SUR

La excavación arqueológica desarrollada en el antiguo edificio de la Casa de Correos y Telégrafos de Málaga hace más de dos décadas, como parte de los trabajos de rehabilitación necesarios para su uso como sede del Rectorado de la Universidad (UMA), reveló niveles de la época fenicia.

Así, investigadores de la UMA han realizado recientemente una revisión de materiales correspondientes a los niveles más profundos de esta excavación, desvelando que los orígenes de la Málaga fenicia fueron anteriores al siglo 600 a.C, -datación aceptada hasta el momento- por lo que remontan la cronología fundacional de Malaka a mediados del siglo VII a.C.

«Los resultados de este estudio demuestran que el conjunto de materiales analizados corresponde a los más antiguos de la Málaga fenicia», ha señalado el profesor del área de Prehistoria de la Universidad de Málaga, José Suárez (izquierda), quien, por tanto, ha asegurado que el Rectorado aguarda el contexto de mayor antigüedad de Malaka.

Para realizar este trabajo, el equipo científico ha analizado restos de vajillas, cerámicas, huesos y conchas marinas, denominadas Malacofauna, y los ha comparado con materiales de otros yacimientos fenicios de la provincia como el Cerro del Villar o el de Castillo de Doña Blanca, en el Puerto de Santa María (Cádiz). También se han llevado a cabo análisis de fecha de carbono 14 de forma conjunta con un laboratorio americano.

«Junto a la cerámica fenicia hemos hallado fragmentos de un ánfora griega, ya que los fenicios importaban el aceite del Mediterráneo central. Este hallazgo reafirma nuestro ajuste de la cronología», ha aclarado Suárez.

Sala de la Muralla del Rectorado de la Universidad de Málaga - ABC.

El rastro de la comida

Y es que, junto a datos históricos, con este estudio, también se ha obtenido información relevante sobre tradiciones gastronómicas de la época, han señalado desde la UMA en un comunicado.

«Un ejemplo claro es una olla hecha a mano que hemos encontrado. En el mundo fenicio, normalmente, las vasijas se elaboraban a torno, lo que nos demuestra que incorporaron a su comunidad personas procedentes de las poblaciones autóctonas coetáneas, en particular, mujeres, que eran las que en este periodo estaban más vinculadas a las actividades domésticas», ha afirmado.

De igual modo, según el investigador, la gastronomía es una de las tradiciones que mejor se mantienen con el paso del tiempo, por lo que seguir el rastro de la cocina es una buena fórmula para identificar la hibridación de comunidades.

'La cronología fundacional de la Malaka fenicia: investigaciones en el solar del Rectorado de la Universidad de Málaga' ha sido publicado en la Revista de Prehistoria y Arqueología 'SPAL'.

El profesor del Departamento de Ciencias Históricas de la UMA, Bartolomé Mora, junto con el arqueólogo del Consejo Insular de Ibiza, Joan Ramón Torres, y las arqueólogas encargadas de las primeras excavaciones del Rectorado, Leticia Salvago y Cristina Chacón, son también coautores de este trabajo que, como siguientes pasos, busca revisar otros contextos del casco histórico en concordancia con esta línea de investigación.

Fuentes: diariosur.es| abc.es| 28 de septiembre de 2020

Determinan paso a paso el camino que tomaron las primeras personas en asentarse en las islas del Caribe

Para millones de personas de todo el mundo que viven hoy en islas, un avión o un barco pueden transportarlos fácilmente a un continente o a otras islas. Pero, ¿cómo llegó la gente en el pasado a islas tan distantes que ni siquiera podían ver desde casa? Se puede llegar a muchas islas de todo el mundo viajando cientos o incluso miles de kilómetros a través del mar abierto, pero casi todas las islas en las que hoy se vive fueron colonizadas entre 800 y 1000 años atrás.

Los arqueólogos queremos entender por qué las personas arriesgaron sus vidas para llegar a estos lugares lejanos, qué tipos de embarcaciones y métodos de navegación emplearon y qué tecnologías inventaron para hacerlo. Las islas son lugares importantes para estudiar dado que contienen pistas sobre la resistencia y supervivencia humana en diferentes tipos de entornos.

Uno de los lugares más interesantes para estudiar estos procesos es el Caribe, la única región de las Américas donde la gente se estableció en un archipiélago, con algunas de sus islas no visibles desde las áreas circundantes. A pesar de más de un siglo de investigación, todavía hay muchas preguntas sobre los orígenes de los primeros caribeños, cuándo migraron y qué rutas tomaron. Mis colegas y yo hemos vuelto a analizar recientemente los datos arqueológicos recopilados durante 60 años a fin de responder a estas preguntas fundamentales.

Asentándose en las islas una por una

Con base en el descubrimiento de herramientas de piedra únicas y restos de comida como conchas y huesos, los arqueólogos tienen un entendimiento general de que las personas se extendieron por primera vez por todo el Caribe en una serie de migraciones que probablemente comenzaron hace al menos 7.000 años, y probablemente se originaron desde el norte de Sudamérica.

Los amerindios remaban entre islas en canoas y eran notablemente expertos en viajar en aguas abiertas. Los arqueólogos no saben qué inspiró a las personas a colonizar por primera vez las islas del Caribe, pero sí sabemos que llevaron consigo plantas y animales del continente, como la mandioca y la zarigüeya, para ayudar a asegurar su supervivencia.

Hay dos ideas principales sobre lo que sucedió. Durante décadas, la noción predominante fue que la gente emigró desde América del Sur a las Antillas siguiendo un patrón de "trampolín" de sur a norte. Debido a que las islas se extienden en un arco suave desde Granada hasta Cuba en el noroeste, y muchas son ampliamente visibles de una a otra, esto parecería que proporcionó un camino conveniente para los primeros colonos.

Sin embargo, esta hipótesis ha sido cuestionada por la evidencia de que algunos de los primeros sitios ocupados se encuentran en las islas del norte. Los análisis del viento y las corrientes oceánicas sugieren que en realidad era más fácil viajar directamente entre América del Sur y el norte del Caribe antes que moverse en dirección sur. Los investigadores llaman a esta propuesta de migración de norte a sur la hipótesis de la "ruta hacia el sur".

Durante décadas, los arqueólogos han estado excavando artefactos en estas islas. Scott Fitzpatrick , CC BY-ND

Revisando dataciones de científicos anteriores

Averiguar qué modelo de asentamiento en el Caribe se ajusta mejor a las evidencias depende de poder asignar fechas precisas a la actividad humana preservada en el registro arqueológico. Para hacer esto, los investigadores necesitan muchas dataciones fiables de muchos sitios diferentes en las islas para establecer cómo, cuándo y desde dónde, llegó la gente.

Los arqueólogos suelen utilizar la técnica de datación por radiocarbono para determinar la antigüedad de un artefacto. Cuando un organismo muere, deja de producir carbono y el carbono restante se desintegra a un ritmo fijo en el tiempo: los arqueólogos dicen que "la muerte inicia el reloj". Al medir la cantidad de carbono que queda en un organismo, y luego realizar algunos cálculos adicionales, los científicos obtienen un rango cronológico probable de cuándo ese organismo murió.

Los arqueólogos a menudo datan cosas como restos de comida, carbón de fogones o madera del edificio donde se encuentran. Si los arqueólogos fechan las conchas encontradas en un montón de basura, pueden decir, generalmente dentro de un rango de 25 a 50 años aproximadamente, cuándo se recolectaron esos mariscos para comer.

Recientemente, hemos revaluado alrededor de 2500 fechas de radiocarbono de cientos de sitios arqueológicos en más de 50 islas del Caribe.

Los arqueólogos han estado datando mediante radiocarbono hallazgos arqueológicos en el Caribe desde la década de 1950, cuando se descubrió por primera vez esta técnica, pero los métodos de datación y los estándares que siguen los científicos han mejorado drásticamente desde entonces. Parte de nuestro trabajo consistía en ver si cada una de las 2500 dataciones de radiocarbono disponibles cumplían con los estándares actuales. Las fechas que no cumplían con tales estándares fueron descartadas, dejándonos con una base de datos más pequeña de fechas fiables de la actividad humana.

Miles de años después de que se establecieran las gentes en Trinidad, Cuba, Puerto Rico y La Española, los colonos llegaron a las islas del norte de las Antillas, sin pasar por las del sur de las Antillas Menores, representadas con flechas verdes SRH para la 'hipótesis de la ruta hacia el sur'. El modelo de trampolín, representado con una flecha SS, es refutado por el nuevo análisis. 'Reevaluación de la colonización humana del Caribe usando higiene cronométrica y modelado bayesiano', MF Napolitano et al, Science Advances, 18 de diciembre de 2019 , CC BY-NC.

Determinar dónde se asentó la gente por primera vez

Al analizar estadísticamente estas fechas fiables, confirmamos que Trinidad fue la primera isla caribeña poblada por humanos hace al menos 7.000 años. Sin embargo, Trinidad está tan cerca de América del Sur que solo se habrían necesitado botes simples, o incluso ninguno, para llegar allí.

Después de Trinidad, los asentamientos más antiguos ocurrieron entre hace 6.000 y 5.000 años en el norte del Caribe, en las grandes islas de las Antillas Mayores: Cuba, Puerto Rico y La Española. Llegar a las mismas habría requerido cruzar pasajes de agua donde no había islas visibles a simple vista, por lo que los navegantes habrían empleado determinadas técnicas de orientación como corrientes de agua, patrones de nubes, ver pájaros volar en una dirección determinada, etc., para saber si existía tierra en esa zona. Hace unos 2.500 años, la gente se había extendido hasta asentarse en otras islas en el norte de las Antillas Menores, incluida Antigua y Barbuda.

Con base en estos datos, los patrones de asentamiento inicial del Caribe son ahora más consistentes con la hipótesis de la ruta hacia el sur.

Hace unos 1.800 años, una nueva ola de personas también se trasladó de América del Sur a las Antillas Menores colonizando muchas de las islas deshabitadas restantes. Aproximadamente 1000 años después, sus descendientes se mudaron a las islas más pequeñas de las Antillas Mayores y el archipiélago de las Bahamas. Fue entonces cuando Jamaica y las Bahamas fueron colonizadas por primera vez.

Los hallazgos de nuestra investigación también respaldan la opinión generalizada de que el medio ambiente desempeñó un papel importante en cómo y cuándo se establecieron las gentes en las islas.

Los arqueólogos saben que una vez que las personas se establecieron en las islas, se movían con frecuencia entre ellas. No todas las islas son iguales y algunas ofrecen más o mejores recursos que otras. Por ejemplo, en las Bahamas y las Granadinas, la forma principal de obtener agua dulce es cavando pozos, pues no hay arroyos ni manantiales. Además, algunas islas carecían de arcilla para hacer cerámica, la cual era importante para cocinar y almacenar alimentos. Es posible que las personas también hayan viajado a diferentes islas para acceder a lugares preferidos de pesca o caza o para buscar cónyuges.


Por otro lado, los fuertes vientos y corrientes estacionales facilitaron los viajes entre las islas. Esa es probablemente también una de las razones por las que los caribeños nunca desarrollaron la vela u otras tecnologías de navegación que se utilizaron en el Pacífico, el Mediterráneo y el Atlántico norte casi en el mismo periodo temporal. Las canoas servían muy bien para cruzar entre América del Sur y las islas.

Las interpretaciones del comportamiento humano en los sitios arqueológicos se basan en las fechas de radiocarbono para estudiar los cambios a lo largo del tiempo. Para los arqueólogos, es importante revisar periódicamente los datos para asegurarse de que las narrativas basadas en los mismos sean fiables. Nuestra revisión del registro de dataciones mediante radiocarbono para el Caribe nos ha permitido mostrar, con mayor precisión, las formas en que la región fue colonizada por primera vez, cómo interactuaron las personas y se movieron entre las islas, y cómo se desarrollaron sus sociedades después de la colonización inicial.

Fuente: theconversation.com | 29 de septiembre de 2020

Autores

  1. Doctor en Arqueología, Universidad de Oregon

  2. Investigadora afiliada en el Departamento de Antropología de la Universidad de Oregon

  3. Investigador postdoctoral en Arqueología, Binghamton University, State University of New York

  4. Profesor de Antropología, Director del Museo de Historia Natural y Cultural, Universidad de Oregon

“Imágenes de la antigüedad. Retorno a la arquitectura romana en Segovia” acaba de ser inaugurada en el Museo arqueológico de Segovia

Los edificios, ciudades y conjuntos urbanísticos romanos de la capital y la provincia recreados con técnicas digitales son la base de la exposición temporal “Imágenes de la antigüedad. Retorno a la arquitectura romana en Segovia” que acaba de ser inaugurada en el Museo Arqueológico de Segovia. Reúne 65 piezas con imágenes, documentos, planimetría y elementos arquitectónicos que permiten al espectador recuperar la imagen de la antigua Segovia.

La exposición pone la atención, por supuesto, en el Acueducto mediante infografías con reconstrucciones, planimetrías y textos de la obra de ingeniería, pero también pueden verse reconstrucciones de las ciudades de Confloenta, Cauca, Termes y Segovia. Los foros de las cuatro tienen también un apartado propio en la muestra con distintas infografías de reconstrucciones.

Las Termas de Confloenta; la domus de Cinco Caños, en Cauca; las referencias a la villaes de Santa Lucía, en Aguilafuente y de Matabuey, en Navas de Oro y una muestra de materiales constructivos completan el repaso a la época romana de Segovia. La exposición también muestra algunas piezas arqueológicas de la colección del Museo de Segovia, además de un fragmento de mosaico procedente de la villa romana de Santa Lucía, de la localidad de Aguilafuente.

Los promotores de la muestra explican que “Imágenes de la Antigüedad” es una oportunidad de visualizar una parte de la historia de Segovia, como un viaje a través de los documentos gráficos producidos gracias a los medios técnicos actuales. Las imágenes realizadas por ordenador documentan el recorrido de las investigaciones arqueológicas de los últimos años.

Para la elaboración de los materiales gráficos se ha contado con la colaboración de los equipos arqueológicos que trabajan en la provincia, así como de empresas de diseño y dibujo gráfico, topografía, fotogrametría y planimetría.

La exposición ha sido organizada por el Museo Arqueológico de Segovia y cuenta con la participación de la Diputación de Segovia, la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce y la Asociación de Amigos del Museo de Segovia, que han aportado material gráfico. El Ayuntamiento de Aguilafuente colabora como entidad prestataria, al donar temporalmente el mosaico de su villa romana.

Fuentes: acueducto2.com | eldiasegovia.es | 3 de octubre de 2020