Hallan un diente de leche de hace 250.000 años y un molar de 170.000 años, así como restos óseos, en la cueva de Denísova (Siberia)

Dos dientes, uno de leche (arriba a la izquierda) y un molar (abajo a la izquierda), así como dos restos óseos (arriba y abajo a la derecha) han sido encontrados en la cueva de Denísova (Siberia). Imagen: Instituto de Arqueología y Etnografía de Novosibirsk

Este pasado verano ha traído una rica cosecha de descubrimientos antropológicos a los arqueólogos que trabajan en la mundialmente famosa cueva de Denísova, en el sur de Siberia.

El equipo del Instituto de Arqueología y Etnografía de Novosibirsk ha trabajado en la capa 22, la más baja y más antigua, situada en la Galería Sur de la cueva, la cual engloba tienen una datación de hace unos 300.000 años.

En la misma se han encontrado dos dientes, uno de leche descubierto en la zona inferior de dicha capa y que tiene una antigüedad de aproximadamente 250.000 años, y un molar rescatado en la zona superior con una datación aproximada de entre 190.000 y 170.000 años.

"Ambos dientes pertenecían a los denisovanos, un grupo extinto de humanos antiguos que vivieron en Asia durante el Paleolítico Inferior y Medio", dijo el jefe de la expedición en la cueva de Denísova, Mikhail Shunkov (izquierda)."Tales hallazgos sobresalientes confirman la teoría de que los denisovanos emigraron desde el Próximo Oriente hace unos 300.000 años", agrega.

Igualmente, durante el verano pudieron sacar a la luz dos fragmentos de huesos en las capas 14 y 13, lo que significa que tienen entre 130.000 y 120.000 años. En este caso, dado que en estas capas se encontraron anteriormente restos neandertales, es necesario llevar a cabo varios análisis y estudios para determinar si tales fragmentos óseos pertenecen a neandertales o denisovanos.

La cueva de Denisova se encuentra en el límite de la región de Altai, en el sur de Siberia occidental. Los lugareños llaman a este enclave ayu tash, que significa la 'roca del oso'.

Imagen: Instituto de Arqueología y Etnografía de Novosibirsk, Vera Salnitskaya / The Siberian Times

La cueva, de fama mundial, llamó la atención de científicos soviéticos por primera vez en la década de 1970, cuando encontraron restos paleo-arqueológicos que llevaron a más investigaciones. La misma es relativamente pequeña con una superficie de unos 270 m2. Tiene tres galerías: una acogedora Cámara Central con un techo alto abovedado y un agujero que deja pasar la luz natural, la Galería Sur y la Galería Este.

Imagen: Instituto de Arqueología y Etnografía de Novosibirsk, Vera Salnitskaya / The Siberian Times

La cueva está muy bien ubicada sobre el río Anuy, lo cual debió haber proporcionado a los tres homínidos que la habitaron, neandertales, denisovanos y Homo sapiens, unas impresionantes vistas durante los últimos 120.000 años.

Ahora el sitio es un campo de investigación permanente y un orgullo del Instituto de Arqueología y Etnografía de Novosibirsk.

Fuente: siberiantimes.com | 1 de octubre de 2020

Proyecto arqueológico La Jaima (Cuba)

Tachos de ingenio

El 27 de diciembre del 2019, miembros de la Unión de Historiadores en Mayabeque (UNHIC), presentan un proyecto de trabajo, que tendría  como objetivo principal la realización de un estudio histórico-arqueológico en la finca la Jaima, municipio de Quivicán. En la zona donde cayó en combate el 30 de julio de 1896 el general del Ejercito  Libertador Juan Bruno Zayas y en el cual según el imaginario campesino, al siguiente día del combate un grupo de pobladores del lugar, recogieron los cadáveres de los mambises y lo enterraron en una cueva para que no fueran profanados por el enemigo, como ocurrió con los cuerpos del general Zayas, coronel Teodoro Perpiñán y el capitán José de Jesús Planas. Para la realización de esta investigación se creó un equipo multidisciplinario compuesto por: historiadores, espeleólogos, arqueólogos, maestros y combatientes, quienes diseñaron tres líneas fundamentales de trabajo:

Primero: se determino consultar las fuentes documentales existentes, utilizando como material imprescindible el libro de Abelardo H. Padrón Valdés, Juan Bruno Zayas el general más joven. Publicado por la Casa Editorial Abril en el año 2013, además de las versiones militares de las fuerzas cubanas y españolas. También se analizaron las fuentes orales, en muchos de los casos procedentes del folklor campesino quienes aportaron interesantes informaciones al respecto.

Segundo:, se procedió a realizar un levantamiento topográfico en las fincas la Caridad, Jaime y Rivas, donde se desarrollo la acción final del combate. Con el objetivo de efectuar la recogida controlada de los materiales de superficie, para ser registrado en un plano o croquis.

Tercero: acometer un sistemático trabajo de campo consistente en exploraciones y prospecciones arqueológicas, búsqueda controlada en superficie de evidencias materiales en contexto asociado, aplicando para ello un sistema de registro y observación. El material obtenido en los trabajos de campo formara parte de las colecciones del museo municipal de Quivicán.

Al cierre del primer trimestre (enero-febrero-marzo) se efectuaron seis expediciones a la zona, logrando entrevistar a los campesinos: Amada Cruz  Sánchez, Porfirio Cruz Yánez, los hermanos Chávez y Alexis Lavialle Periche, quienes dieron importantes testimonios en sentido general. En esta oportunidad se localizaron dos pequeñas cuevas, gracias a la información de estos campesinos, cercanas al monumento del general Zayas en la finca La Jaima. Ambas espeluncas son de origen freática-fluvial, con una morfología predominantemente horizontal, funciona como drenaje natural del terreno en épocas de lluvias. En ninguna de las dos cuevas aparecieron evidencias arqueológicas. Posteriormente se exploro un tercera cueva conocida como: “Gaitán o Gabino”, esta espelunca de origen freático está constituida por una pequeña dolina de paredes muy bajas y espacios hipogeos, que han sido obstruido con piedras por los cazadores de jutias.

En el primer salón colectamos evidencias arqueológicas coloniales identificadas como:

a- 1 fragmento de trébede de hierro fundido en Carrón, Reino Unido.

b- 3 fragmentos de jarras de aceite (=botijas), proceden de España.

c- 1 fondo plano de un recipiente de cerámica.

d- varios fragmentos de sunchos metálicos para barriles.

e- 1 cuello y tres fondos de botellas de vidrio de color verde para cerveza La Tropical, proceden de Cuba.

f- 1 fondo de botella de vidrio de color ámbar para agua de Mondariz o vino, posee la inscripción Gijón, procede de España.

g- 1 fragmento de damajuana de vidrio transparente, producida en Europa.

También se colectaron restos óseos de especies utilizadas como alimentos, dígase gallina (Gallus gallus) y vaca (Bos taurus). Asimismo aparecieron dos fémures de jutía conga (Capromys pilorides) y jutía carabalí (Mysateles prehensilis), los cuales consideramos que tengan que ver con la intervención humana, pues están mineralizados. En uno de los salones más amplios y profundos de la cueva observamos diferentes evidencias arqueológicas entre las que se destaca un fragmento de loza con diseño de bandas, producida en Holanda o Bélgica en la segunda mitad del siglo XIX (Roger Arrazcaeta, consulta personal, 2020). En un punto alto del salón descubrimos una gruesa y baja estalagmita que exhibía una cruz tallada profundamente sobre su superficie, la cual solo puede verse si se avanza desde la entrada. Según Octelio Jesús Oramas, en la parte más baja del salón hubo un lago freático habitado por peces ciegos (Lucifuga sp.). La fauna de la cueva es escasa, solo se vieron dos o tres murciélagos. Según testimonio de campesinos en tres ocasiones esta cavidad subterránea fue habitada por familias pobres de la zona, en los siglos XIX y XX.

En estas expediciones se visualizaron 6 tachos de ingenio elaborados en hierro fundido, siglo XIX. Tres en la finca la Caridad, 2 en la finca Jaime y 1 a un costado del potrero Rivas. Fundidos en la factoría de Carrón, en el Reino Unido¹. También se pudieron observar en la finca Jaime o Jaima numerosas piezas de metal pertenecieron a la maquinaria de una antigua fábrica o tren de almidón que estuvo trabajando hasta principio del siglo XX. En la actualidad se conserva la vieja casona (construcción típica de la segunda mitad del siglo XIX), con sus muros, puertas y piso original.

Monumento dedicado a la caida del genral Juan Bruno Zayas

Recientemente fue hallada la entrada principal del cuartón Rivas, por donde ingresaron las fuerzas del general Zayas y la columna españolas el 30 de julio de 1896. Aun conserva las cercas de piedra paralelos a la entrada, a menos de 100 metros a la derecha está la cerca que limita el potrero, mientras que a la izquierda a unos 80 metros se encuentra el pozo del cuartón. Este portillo esta a un costado del viejo callejón que va a San Pedro y Arraigan.

Ladrillo que porta la inscripción Cityside Glasgow

Por último se visitó la casa del antiguo ingenio “Mi Rosa”, lugar donde estuvo el general en jefe Máximo Gómez, el 11 de enero de 1896 y el general Juan Bruno Zayas el 28 de julio del mismo año. Esta edificación típica del siglo XIX se encuentra en estado deplorable, aun se conserva las paredes y parte del piso original, posteriormente fuimos al cementerio del ingenio a una corta distancia de la vivienda, el lugar destruido por buscadores de fortuna, conserva fragmentos de gruesos muros en todo el perímetro y restos de los cimientos de la capilla del campo santo. En el área se aprecia dispersos por el suelo fragmentos de ladrillos de al menos dos tipologías, uno de ello es un fragmentos de ladrillo refractario, producido en el Reino Unido, que porta la inscripción Cityside Glasgow, correspondiente a la Cityside Brick, Pipe and Fireclay Works, Greenhill, asentada en Glasgow, Escocia. Este ladrillo se produjo entre 1878 y 1883 coincidiendo con la fecha de funcionamiento del ingenio “Mi Rosa”.

En apenas tres meses de trabajo se han podido realizar más de 10 entrevistas a campesinos residentes en los alrededores de la finca La Jaima, han sido reportados la existencia de 6 tachos perteneciente a ingenios de fabricar azúcar enmarcados entre los siglos XVIII y XIX. Se logro concluir el levantamiento topográfico de la zona, se localizaron y exploraron 3 cuevas, además de efectuar una revisión y comparación de obras historiográficas y versiones referida a este hecho, las cuales revelan que el lugar donde hoy se encuentra el monumento al general Juan Bruno Zayas no fue el sitio original donde cayó. Siendo definido en el potrero Rivas a unos 20 metros aproximadamente del portillo que da acceso al cuartón. Además el general Zayas en ningún momento estuvo en la vieja casona de la finca Jaime. Quienes sí estuvieron en ella fueron el coronel Teodoro Perpiñán y el teniente coronel Cristóbal Pérez, a su regreso del ingenio Mi Rosa en la noche del 29 de julio de 1896, por orientación del general Zayas.

En estas seis expediciones participaron:

Oscar Sánchez Arencibia: Jefe de la Sección de Arqueología de la UNHIC en Mayabeque

Nivaldo Pérez Martínez: Vicepresidente de la UNHIC provincial de Mayabeque e historiador del municipio Quivicán.

Ashley Gerónimo Viera: Secretario de Actividad Científica de la UNHIC provincial de Mayabeque

Osvaldo Jiménez Vázquez: Zooarqueologo del Gabinete de Arqueología de la oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.

Yakeline Caram Suarez: Especialista en Museología

Elizabeth González Caram: Estudiante de Arqueología

Miguel Ángel Cruz: Fotógrafo Profesional

Idania Cervera Rodríguez: Profesora de Historia del Centro Mixto Nelson Acosta

Maite Rodríguez Tojeiro: Miembro del grupo espeleológico Aguas Claras.

Nobel Felipe Hernández: Presidente de la Sección de Base de la ACRC en el Asentamiento Poblacional Pablo Noriega.

Autor: Lic. Oscar Sánchez Arencibia

Recuperan en la Boella (Tarragona) herramientas y restos esqueléticos de animales de hace un millón de años

Restos esqueléticos prehistóricos recuperadao en el Barranco de la Boella (Tarragona). IPHES

La decimotercera campaña de excavaciones que el Instituto Catalán de Paleocología Humana y Evolución Social (IPHES) ha dirigido al Barranco de la Boella -en el término municipal de La Canonja- ha permitido recuperar restos esqueléticos de animales y herramientas de piedra prehistóricas contemporáneas a las primeras ocupaciones humanas de Eurasia, entre hace un millón y 800.000 años.

Iniciados el pasado 7 de septiembre, los trabajos finalizarán este miércoles. Los arqueólogos valoran especialmente la investigación en este espacio para poder explicar las primeras ocupaciones humanas en el continente europeo, un periodo con evidencias prehistóricas muy escasas.

Pico hecho con esquisto encontrado junto a los restos de mamut. IPHES

Este año, las tareas se han centrado en explorar la superficie de los niveles arqueológicos más recientes de la unidad estratigráfica II fechada en el Pleistoceno Inferior final -entre un millón y 800.000 años-. Estas superficies con restos arqueológicos del Paleolítico Inferior fueron moldeadas por río Francolí y sus afluentes. Las especies animales identificadas son «numerosas» e ilustran «paleoambientes con abundante agua dulce, como se observa en las zonas interiores de humedales y albuferas típicas de la costa mediterránea».

Se han documentado animales corredores de espacios abiertos -rinocerontes, caballos, cèrvidos- y otros que necesitan gran cantidad de agua como los hipopótamos y mamuts. Este año también se han encontrado partes dentarias de carnívoros -jaguares- y restos fecales de carroñeros -hienas-. Las industrias de piedra tallada están hechas con sílex «de mucha calidad y esquistos».

Foto:Intervención en extensión en la cala 2 del Barranc de la Boella. ARIADNA TIMONEDA/IPHES.

Los expertos destacan, además de la singularidad y antigüedad de los hallazgos, su buena conservación. Uno de los aspectos más relevante del conjunto de herramientas de piedra del Barranco de la Boella es la presencia de picos y hendidores, una especie de hachas de mano que son consideradas las más antiguas de Europa.

Los trabajos se desarrollan con el apoyo del Ayuntamiento de La Canonja, la Diputación de Tarragona y la AGAUR (Agencia de Gestión de Ayudas Universitarias e Investigación). Además, desde el Proyecto de Especialización y Competitividad Territorial (PECT) Turístico en familia se impulsa la acción 'Mamut' con el apoyo del Ayuntamiento de la Canonja y liderado por la Diputación de Tarragona. Financiado al 50% por los fondos europeos de desarrollo regional FEDER, se trata de un proyecto que pretende crear y promocionar productos de tipo vivencial y educativo entorno el turismo familiar.

Fuente: tarragonadigital.com | 28 de septiembre de 2020

El Museo Arqueológico Nacional acoge la exposición temporal "El majlis: diálogo entre culturas"

El Museo Arqueológico Nacional (MAN) abrió al público hoy la exposición temporal El majlis: diálogo entre culturas, un proyecto original del Museo del Jeque Faisal Bin Qassim Al Thani (Museo FBQ, Doha, Qatar). Las piezas seleccionadas proceden de cuatro continentes para mostrar el intercambio cultural entre diferentes civilizaciones a lo largo de la historia: coranes chinos, lámparas de mezquita hechas en Viena, alfombras persas con la Virgen María entre textos rusos, y objetos místicos que desde África, cruzando el mundo árabe, llegaron a la India.

La muestra, que permanecerá abierta hasta el 17 de enero, narra las historias que se podrían oír en un majlis, un espacio social de gran importancia para la cultura islámica, presente en todos los hogares árabes, inscrito desde 2015 en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.

La exposición, organizada por el Museo FBQ en colaboración con los museos de Qatar, la oficina de la UNESCO en Doha y el Comité Nacional de Qatar para la Educación, la Cultura y la Ciencia y bajo el patronazgo de su Alteza Real el Emir de Qatar, Tamim bin Hamad al-Thani, llega a Madrid después de un recorrido europeo iniciado en septiembre de 2018.

Hasta ahora ha visitado El Palacio del Gran Maestre de La Valeta (Malta); el Palacio de Fontenoy, sede de la UNESCO en París; el Instituto del Mundo Árabe en París, o el Weltmuseum de Viena.

El Majlis, corazón de la muestra

El centro de la muestra, tanto física como conceptualmente, lo ocupa el majlis, un espacio de hospitalidad y diálogo presente en cualquier casa del Golfo Pérsico. Aunque significa literalmente “lugar para sentarse”, es mucho más que eso para la sociedad árabe e islámica, donde cumple un papel determinante al ser concebido como el centro de encuentros sociales, espacio político para el debate y foro para la enseñanza y el análisis.

Las obras que componen la exposición testimonian cientos de años de diálogo intercultural. Más que en el valor de estas piezas para la historia del arte, su importancia radica en lo que cuentan: relatos sobre civilizaciones que se relacionan entre sí y sobre la voluntad de establecer diálogos culturales. A través de ellas se muestran episodios de varias religiones, se plasman concepciones del mundo y del universo, se ilustran temas del poder y la política e historias de amor, guerra y paz.

La exposición contará con mediadores culturales para atender las consultas del público, además de visitas guiadas gratuitas y un conjunto de actividades destinadas a dar a conocer el concepto del majlis.

Fuentes: estrelladigital.es | madridiario.es | 28 de septiembre de 2020

Descubren nuevas conductas funerarias y rituales en las poblaciones neolíticas de la península ibérica

Cráneos encontrados en la Cueva de la Dehesilla. Crédito: Universidad de Sevilla

Expertos del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla (US) acaban de publicar, en la prestigiosa revista Plos One, un estudio sobre un importante hallazgo arqueológico en la Cueva de la Dehesilla (Cádiz).

En concreto, se han descubierto dos cráneos humanos y un caprino infantil junto a diversas estructuras y materiales arqueológicos que corresponden a un ritual funerario del Neolítico Medio (4800-4000 a.C.) desconocido, hasta este momento, en la península ibérica.

"Este hallazgo abre nuevas líneas de investigación y escenarios antropológicos, donde el sacrificio humano y animal puede haberse relacionado con cultos ancestrales, rituales propiciatorios y ruegos divinos en festividades conmemorativas", explica el investigador de la US Daniel García Rivero (izquierda).

El depósito arqueológico localizado en la Cueva de la Dehesilla está formado por dos cráneos de humanos adultos, concretamente de una mujer y de un hombre, éste de edad más avanzada. El de la mujer muestra una depresión en el hueso frontal, que corresponde seguramente a una trepanación incompleta, así como cortes en el hueso occipital producidos por decapitación. Además, se ha hallado un muro que delimita los cráneos humanos y el esqueleto del caprino, por un lado, de un altar de piedra con una estela y un hogar, por otro. Por último, en el denominado Locus 2, se han localizado varios recipientes cerámicos singularmente decorados, algunos objetos líticos y restos vegetales carbonizados.

Lesión y marcas de corte en el cráneo de la mujer.

"Este conjunto de elementos muestra diversas características que lo convierten en un hallazgo arqueológico excepcional. El tratamiento diferencial de cráneos con evidencias traumatológicas junto con animales sacrificados, así como las estructuras y materiales arqueológicos documentados, no se corresponden con el registro funerario, digamos normativo, que conocíamos hasta el momento. Este descubrimiento reviste una gran importancia no sólo por su peculiaridad, sino porque constituye un depósito ritual sellado, intacto, que constituye una gran oportunidad para seguir acercándonos con más detalle a las conductas funerarias y rituales de las poblaciones neolíticas de la península ibérica", resalta el profesor García Rivero.

Este trabajo contribuye de forma especial al conocimiento de los rituales funerarios del tramo central del V milenio antes de Cristo, el periodo hasta la fecha más desconocido de las poblaciones neolíticas de la península ibérica en su conjunto. De ese momento, el escaso registro funerario conocido muestra fundamentalmente inhumaciones individuales, siendo poco usuales los enterramientos secundarios y realmente extraordinario el tipo de contexto ahora hallado. Las inhumaciones suelen aparecer en áreas de hábitat, y usualmente se le asocian restos de cerámicas y conchas, así como hogares, que reflejan la importancia de las actividades relacionadas con el uso del fuego, pero sin estructuras de piedra como las ahora documentadas en la Sierra de Cádiz.

Vista de las estructuras arqueológicas del Locus 2 desde el norte.

El estudio y revisión de todo el registro funerario de esta franja cronológica permite plantear una suerte de mosaico cultural en relación con las tradiciones funerarias y rituales de estas poblaciones campesinas y ganaderas, con una probable división entre la región andaluza y la fachada oriental de la península, zonas ambas que concentran la mayoría de los datos disponibles a día de hoy. (Fuente: U. Sevilla)

Fuente: noticiasdelaciencia.com | 28 de septiembre de 2020

El hallazgo de un túmulo 'kurgán' en Siberia puede proporcionar pistas sobre las grandes migraciones de los siglos III-IV d.C.

Una imagen parcial del túmulo-cementerio de Tunnug 1 en la estepa siberiana. Los arqueólogos trabajaron durante el otoño de 2019 con la esperanza de que el agua subterránea congelada facilitara las excavaciones. Al final tuvieron que bombear agua gélida de debajo de una gruesa capa de hielo para excavar el yacimiento. FOTOGRAFÍA DE TREVOR WALLACE.

La caída de un antiguo imperio nómada podría haber desencadenado siglos de violencia en la estepa euroasiática; ahora, un equipo de arqueólogos cree haber descubierto un cementerio de víctimas de este periodo misterioso.

Durante los últimos cuatro años, un equipo de arqueólogos rusos y suizos ha excavado un kurgán, o túmulo funerario, en la república rusa de Tuva, en el sur de Siberia. El kurgán, conocido como Tunnug 1, es uno de los primeros y más grandes construidos por los escitas, una cultura nómada que dominó la mayor parte de la estepa entre Europa y Asia desde aproximadamente el 1100 a.C.

Al excavar el límite meridional del túmulo funerario, los arqueólogos se toparon con un conjunto de tumbas más recientes que databan del 100 al 400 d.C. Los investigadores no se esperaban grandes sorpresas, solo la oportunidad de analizar más de cerca las dietas, costumbres de enterramiento y esperanza de vida de estos nómadas de la estepa.

Pero cuando Marco Milella, un arqueólogo de la Universidad de Berna, Suiza, y sus colegas examinaron las docenas de esqueletos de Tunnug 1, se quedaron perplejos. «Nunca he trabajado con una población de esqueletos caracterizada por tanta violencia», cuenta Milella. «Al principio no fue del todo sorprendente, pero después encontramos uno tras otro. Muchas de estas personas fueron víctimas de interacciones violentas... y las pruebas no solo estaban en hombres adultos, también en niños».

En un artículo publicado hace poco en Journal of Physical Anthropology, Millela y sus colegas han analizado más de 100 lesiones óseas para elaborar un panorama de la sociedad de la estepa impregnado de violencia. De las 87 personas enterradas en este pequeño cementerio, más de 20 tenían signos de traumatismos en los huesos, como marcas de cortes, agujeros de flecha y de puntas de espadas, y golpes aplastantes. Entre las víctimas había niños pequeños e incluso una mujer mayor, pero la mayoría eran preadolescentes y adultos.

Esqueletos de aproximadamente 1700 años de antigüedad de nómadas esteparios del sur de Siberia hallados el sitio arqueológico “Tunnug1”. © Tunngl 1 Proyecto de investigación.

La vuelta al caos

Esta evidencia de violencia podría explicar los acontecimientos que tuvieron lugar lejos de los pastizales de Siberia meridional. Las personas enterradas en el túmulo funerario vivieron durante una época de cambios. Unos siglos antes, la región formaba parte de un imperio de nómadas llamado Xiongnu, cuyas expediciones de saqueo por el este y el sur motivaron a los emperadores chinos para empezar a construir la Gran Muralla. Los escritores chinos de la época se maravillaban —aunque los despreciaban— de sus vecinos nómadas.

«Tienen la costumbre de pastorear sus rebaños en tiempos de paz y ganarse la vida cazando, pero en periodos de crisis toman las armas y emprenden expediciones de pillaje y saqueo. Esta parece ser su naturaleza innata», escribió con desdén el historiador chino Sima Qian en el siglo I a.C., unos cien años antes de los primeros entierros en Tunnug 1.

Cuando el Imperio Xiongnu cayó en torno al año 100 d.C., la estepa quedó sumida en el caos. En lugar de atacar al naciente imperio chino, los guerreros de la región comenzaron a luchar entre sí. «Es probable que lo que vemos en este túmulo de Tunnug 1 sea el declive de la estabilidad política en la zona tras la caída del Imperio Xiongnu», afirma Gino Caspari (izquierda), director de excavaciones y arqueólogo de la Universidad de Berna.

Cinco puntas de flecha de hierro halladas en la Tumba 33 del cementerio de Tunnug 1. Es probable que estuvieran dentro de una aljaba que se ha descompuesto con el paso de los milenios. FOTOGRAFÍA DE TREVOR WALLACE.

«Violencia reiterada e intencionada»

Mediante la datación con carbono radioactivo, los arqueólogos demostraron que las tumbas de Tunnug 1 abarcaban siglos, partiendo del año 100 d.C. En lugar de una sola batalla o masacre, parecen representar las consecuencias de saqueos o de batallas a pequeña escala en un periodo prolongado.

«Esto sugiere guerras internas, ojo por ojo, violencia vengativa», afirma Christopher Knuesel (derecha) arqueólogo de la Universidad de Burdeos que no participó en el estudio. Sin embargo, señala que la violencia prolífica llama la atención, sobre todo en un túmulo-cementerio que se utilizó durante siglos.

«Esto suele encontrarse en fosas comunes», añade Knuesel. «Que se haya encontrado en tumbas individuales es una combinación muy poco común».

Es probable que la cifra real de muertes violentas fuera mucho mayor, ya que las lesiones pueden resultar mortales sin dejar marcas en los huesos. Los bioarqueólogos, que se especializan en el análisis de restos óseos antiguos, estiman que, por cada esqueleto hallado con daños visibles, otros tres han sido asesinados de formas que no han dejado señales en los huesos. «Lo que observamos en el esqueleto es una subestimación; muchas lesiones no dejan marcas en el esqueleto», afirma Milella.

Lesión en un resto cráneal probablemente originado por una flecha. © Marco Milella

Los arqueólogos observaron una herida con forma de diamante —probablemente de una flecha— en el cráneo de un hombre joven enterrado en Tunnug 1, Siberia, hace unos 2000 años. Los investigadores creen que las lesiones físicas observadas en el cementerio de Tunnug 1 podrían reflejar el caos interno en la estepa tras la caída del Imperio Xiongnu. FOTOGRAFÍA DE TREVOR WALLACE.

De hecho, los investigadores descubrieron puntas de flecha alojadas entre los huesos sin marcas de varios esqueletos de Tunnug 1, lo que apunta a que penetraron un tejido blando y quedaron expuestas cuando se descompuso la carne circundante.

Los investigadores también hallaron los restos de hombres y niños con cortes en la parte delantera de la columna vertebral, cerca del cuello, pero sin las heridas en los brazos ni el tórax propias del combate cuerpo a cuerpo o de la autodefensa. La combinación sugiere que fueron degollados, bien durante una ejecución atroz, bien como parte de una ceremonia violenta. «Es probable que parte de estos rasgos estén relacionados con asesinatos ritualizados», afirma Milella.

Mandíbula inferior de un niño de aproximadamente 8 años; la herida señalada por la flecha fue realizada por un arma blanca. © Marco Milella.

«Eran más que brutos»

Puede que la violencia fuera habitual entre estos nómadas de la estepa, pero excavaciones anteriores han demostrado que también eran compasivos. Cuando excavó en un yacimiento similar en Tuva en los años noventa, Eileen Murphy (izquierda), arqueóloga de la Queen’s University de Belfast, Irlanda del Norte, también halló señales de traumatismos y violencia en muchos esqueletos. Pero apunta que los restos que destacaron pertenecían a personas que habían recibido cuidados a largo plazo.

«Había muchas evidencias de personas con discapacidades en la infancia que habían sobrevivido hasta la adultez», cuenta Murphy, que no participó en el estudio actual. «Los pueblos de las estepas tenían una faceta afectuosa. Eran más que brutos».

Que los grupos posteriores aún dieran sepultura a sus difuntos en un cementerio escita construido mil años antes de su época también «revela cierta continuidad», observa Milella. «El propio kurgan se utilizó para fines funerarios. Es probable que fuera un lugar especial y simbólico. Resulta fascinante si piensas en el periodo de tiempo que implica esto».

Un chamán de Tuva hace ofrendas y pide ayuda a los ancestros al comienzo de la temporada de excavaciones en Tunnug 1 en 2019. En general, los residentes de Tuva tienen una mezcla de creencias animistas y budistas. FOTOGRAFÍA DE TREVOR WALLACE.

Además, durante el periodo de tiempo de los entierros en Tunnug 1, durante los primeros siglos d.C., la caída del Imperio Xiongnu causó repercusiones que afectaron a otros imperios de Asia y Europa. A medio mundo de distancia, los escritores romanos documentaron sobre tribus belicosas de Asia central en la misma época. Finalmente, la embestida de los godos, los alanos y los hunos hacia el oeste contribuiría a la caída del Imperio Romano.

Los nuevos hallazgos de violencia en Tunnug 1 podrían aportar un motivo plausible para las migraciones nómadas. «En los siglos III y IV hay movimientos de personas por todas partes», afirma Knuesel. «Quizá uno de los motivos por el que salieron de las estepas fue la inestabilidad imperante».

Fuentes: nationalgeographic.es | Universidad de Berna | 23 de septiembre de 2020