La primera cama de la humanidad fue construida con hierba y ceniza hace 200.000 años

Los investigadores del equipo de Lyn Wadley excavando Border Cave.FRANCESCO D'ERRICO

Cerca de Border Cave, en Sudáfrica, solo hay una aldea. Esta cueva, explorada desde el principio del siglo XX por su riqueza arqueológica, ha arrojado una nueva evidencia de que las primeras sociedades humanas tuvieron un comportamiento complejo antes de lo que se pensaba. Este jueves, un estudio publicado en Science describe la primera cama de la humanidad conocida hasta ahora, de hace 227.000 años. Este hallazgo indica que las comunidades de la Edad de Piedra (Middle Stone Age) ya buscaban comodidad, ordenaban su espacio y se protegían de posibles plagas. El lecho está constituido por una capa de cenizas que juega un papel de aislante sobre la que se añadieron gavillas de hierba.

“La preservación orgánica es excepcional”, reitera Paloma de la Peña (izquierda), autora del estudio e investigadora de la Universidad de Witwatersrand (Sudáfrica).

Las primeras sociedades modernas ya habían entendido las virtudes de los elementos del ambiente y cómo defenderse de las posibles amenazas que les rodeaban. La ceniza asfixia a los insectos y bloquea las partes bucales de garrapatas y otras plagas. Ese elemento, clave en las prácticas culturales para evitar picaduras de insectos, a menudo eran restos de ropa de cama quemada para mantener el sitio limpio. En el lugar también se hallaron restos del arbusto aromático sudafricano Tarchonanthus (el alcanfor africano) en la parte superior del lecho de hierbas. Esta planta todavía se usa en zonas rurales del Este de África para repeler insectos y es probable que, junto con cenizas de hogueras, también se usara para ahuyentar a los insectos voladores en Border Cave.


Los restos botánicos son poco comunes debido a su fragilidad. Estos restos se conocen como fitolitos (fito=planta y lito=piedra) y son restos microscópicos de sílice que reproducen la estructura celular de ciertas plantas. Debido a su composición inorgánica, los fitolitos pueden conservarse en condiciones en las que materia vegetal no carbonizada no se preserva. Estos restos se han podido identificar gracias a microscopía de grandes aumentos y analíticas de componentes minerales y orgánicos.
“En Border Cave, hemos encontrado la mayor concentración de fitolitos documentada en el registro arqueológico hasta el momento”, asegura Irene Esteban (derecha), paleobotánica en la misma universidad y coautora del estudio. La experta advierte que hay escasos datos arqueológicos del tipo de plantas y los diferentes usos por parte que poblaciones de cazadores-recolectores durante la Prehistoria.

Hasta ahora, este tipo de lechos se habían encontrado en Sibudu, en el norte del país y databa de hace 77.000 años, según se publicó hace cinco años en Science .

Fragmentos de hierba fosilizada de hace 200.000 años. DOMINIC STRATFORD.

“La mayor sorpresa fue descubrir algo aún más antiguo que eso”, precisa Lyn Wadley (izquierda), coautora de ambos estudios e investigadora en la Escuela de Geografía, Arqueología y Estudios Ambientales de la Universidad de Witwatersrand (Sudáfrica).

La cueva donde se hizo el descubrimiento está cerca de la frontera entre Sudáfrica y Swazilandia, y alberga un registro bien conservado de ocupación humana intermitente que abarca 230.000 años.

Comportamiento complejo y perspicacia

Todo indica que, hace más de 200.000 años, el ser humano ya era capaz de crear una tecnología para facilitarle la vida. La cama de hierba era un elemento clave y precursor para su bienestar. Hasta ahora, la comunidad científica tenía un debate: ¿cuándo nació la complejidad de nuestro comportamiento? Muchos expertos no creían que el límite se situaba en hace 40.000 años. “Nosotros creemos que fue antes y con este trabajo sumamos una evidencia. Tenían ya un razonamiento, acomodaban su espacio y pensaban en astucias para mantenerlo”, confirma De la Peña. Los primeros restos de Homo sapiens encontrados hasta ahora se remontan a hace 300.000 años, lo que supone que, desde el primer momento, ya eran capaces de planificar y encontrar soluciones.

Los investigadores también encontraron restos carbonizados del arbusto de alcanfor, una planta aromática que todavía se utiliza en el este de África para repeler a los bichos.

Wadley asegura que poner cenizas debajo de la ropa de cama demuestra ambos puntos. “Una vez que la ropa de cama se ensucia, quemarla muestra una mayor capacidad para resolver problemas. También pudieron hacer fuego a voluntad (tal vez golpeando piedras juntas) y esta técnica fue clave para todas las innovaciones más complejas que vemos en sitios arqueológicos más recientes (como el tratamiento térmico de rocas para tallarlas)”, relata.

Wadley lleva muchos años trabajando en esto, pero esta investigación le ha enseñado cosas nuevas, como por ejemplo que la gente de la época tenía conocimientos medicinales, que limpiaba sus campamentos en lugar de simplemente mudarse a otro. “Border Cave está protegido y es agradable, por lo que la gente probablemente quería quedarse más tiempo”. Por eso, la experta supone que para estar en condiciones saludables, quemaron ropa de cama sucia e hicieron camas limpias. A su vez, cree que no se quedaban en la cueva más de unas pocas semanas, pues eran grupos de cazadores-recolectores que fueron probablemente muy móviles y que utilizaron cuevas, abrigos rocosos o espacios abiertos como campamentos base.

Los científicos utilizaron una variedad de técnicas, que involucraron análisis microscópico y químico, para examinar las muestras de pasto fosilizado del sitio de Border Cave.

Dudas y pasos a seguir

No se puede saber a ciencia cierta para qué utilizaban estas construcciones, pero sí que entre 200.000 años y 40.000 años la cueva tuvo varias ocupaciones. Este uso que se hacía de ella no era continuo, pues en cada estrato del registro no se ve gran cantidad de restos líticos (herramientas de piedra). “Vemos una densidad de ocupación baja. No creo que vivieran ahí durante largos periodos de tiempo. Además, parece que todo está tal y como lo dejaron. Es fascinante. Es como si fuese un instante capturado en el tiempo”, cuenta De La Peña, experta en lítica y en armonía con el discurso de Wandley. Entre las fibras de hierba silicificadas, la arqueóloga percibió pequeños trozos de piedra tallada y de ocre. “Eso indica que trabajaron y que hacían adornos corporales u objetos”, añade. Otra de las hipótesis de los investigadores es que también los utilizaban para dormir.

Foto: Cráneo de 'Homo sapiens' hallado en 'Border Cave', Sudáfrica. El fósil tiene unos 100.000 años

Al principio del siglo XX y en la historia de la investigación de esta cueva, los expertos iban a pico y pala. “Iban demasiado rápido”, asegura De la Peña. En los años 40, sacaron los sedimentos y encontraron restos humanos. A Wandley, le gustaría examinar los patrones espaciales en Border Cave para ver cómo la gente organizaba sus espacios. “Me intrigan los sitios que fueron ocupados por personas cercanas al origen de nuestra especie. Me gusta tratar de averiguar cómo pensaban, cómo planificaron y compartieron sus vidas con otros miembros del grupo”, concluye.
Hay unanimidad en que lo que más llama la atención de este yacimiento es la calidad de preservación de los restos que aguarda más de 200.000 años de historia. Por esta razón, la idea de la comunidad científica es seguir excavando para desvelar más evidencias y dibujar la evolución más completa posible del principio de la humanidad y de su complejidad.

Fuentes: elpais.com | dailymail.co.uk | 13 de agosto de 2020

La Policia Nacional decomisa un ídolo oculado de la Edad del Cobre y un león del periodo íbero-romano

Una escultura calcolítica que representa a un ídolo oculado ha sido recuperada por la Policía Nacional de Granada en el marco de una operación contra el expolio. La relevancia de la pieza, valorada en 150.000 euros, estriba en su singularidad: al Museo Arqueológico Nacional no le consta la existencia de tallas de las mismas características.

El principal centro museístico de arqueología de España ha acreditado en un informe el valor histórico de la escultura decomisada en Granada, por lo que apuesta porque permanezca en el país y en consecuencia el Ministerio de Cultura ha prohibido su venta a coleccionistas de otros países. En la actualidad ha sido depositada en el museo Arqueológico y Etnológico de Granada.

El peritaje de esta pieza de la Edad del Cobre, que está a disposición de la autoridad judicial, se llevará a cabo en el museo granadino. Aparentemente la talla fue elaborada en el tercer milenio antes de Cristo y procede de un expolio, dado que durante el requiso el tenedor no ha aportado ninguna documentación que acredite su procedencia y legalidad.

La talla presenta desperfectos ocasionados al practicarle un orificio en su parte inferior con la finalidad de sustentarlo sobre una peana, según ha expuesto la Policía Nacional, que recientemente también llevó a cabo el decomiso de una magnífica escultura de un león de la época ibera, de la que hizo entrega al museo Ibero de Jaén.
La talla zoomorfa fue requisada a un anticuario de Granada cuando la trasladaba desde la ciudad andaluza hasta Madrid. A los autores del delito les condenaron a dos años de cárcel al no probarse su relación directa con el expolio. El hecho de que tanto el león como el ídolo hayan sido expoliados dificulta la labor de los arqueólogos al impedir su contextualización.

Fuente: abc.es | 13 de agosto de 2020

La escultura de un león expoliada de un yacimiento andaluz recala en el museo Ibero de Jaén



«¡Qué maravilla!, ¡qué maravilla!». La consejera de cultura de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, ha repetido la interjección para expresar el asombro que le ha causado la escultura en piedra de un león realizada hace 22 siglos que ha sido entregada por la Policía Nacional al Museo Ibero de Jaén tras requisarla a un anticuario. La antigüedad y el valor de la pieza, víctima del expolio, han sido acreditados por expertos del Museo Arqueológico, de la Universidad Autónoma de Madrid y de la Universidad de Sevilla.

La escultura, asignada a la colección estable del Museo Íbero de Jaén, representa a un león sentado sobre una peana con un animal en la garra derecha y procede al parecer de la zona de la Alta Andalucía (Jaén, Granada y Córdoba). La pieza fue rescatada por la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV Central) de la Policía Nacional dentro de la llamada Operación Quedada.

La pieza, expoliada probablemente de un monumento funerario inserto en un yacimiento andaluz que no ha sido determinado, ha recorrido un largo itinerario hasta recalar en Jaén. La investigación policial, iniciada en 2015, se centró en un grupo presuntamente dedicado a la compra de piezas expoliadas en la comunidad autónoma, que eran vendidas posteriormente a coleccionistas en el mercado negro.

En el marco de la operación los agentes vigilaron un comercio de antigüedades de Granada, cuyos propietarios en febrero de 2016 trasladaron en un vehículo diversos objetos desde la ciudad andaluza hasta la capital de España. El coche iba precedido de un vehículo lanzadera. Ambos evitaron dos controles, pero el dispositivo de vigilancia les interceptó en Aranjuez, donde se instruyeron diligencias remitidas después a un juzgado granadino.


En la furgoneta en la que viajaban los agentes localizaron varias piezas, entre las que destacaba el león ibero-romano de 2.200 años de antigüedad. La datación correspondió a dos catedráticos de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, que al realizar un examen físico y morfológico de la pieza, revelaron que había sido extraída recientemente del subsuelo. De esta manera desmontaron la versión del anticuario, quien había asegurado a la Policía Nacional que el león era parte de una herencia que le entregaron en 1978.

Ante la imposibilidad de demostrar el expolio, los encausados fueron condenados a dos años de cárcel por receptación, según ha expuesto el agente de la Policía Nacional, Fernando Porcel, especializado en patrimonio, quien ha resaltado el elevado valor de la pieza y ha descrito la labor desarrollada para evitar que la escultura del león acabara ilícitamente en manos de los coleccionistas por la brigada de delincuencia especializada, cuyo jefe, Félix López Rivera, ha participado en el acto.

La operación ha merecido los parabienes de la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, quien junto al alcalde de Jaén, Julio Millán, ha presidido el acto de entrega al museo jiennense de la escultura de un león al Museo Ibero, al que se incorporarán próximamente 1.250 piezas de titularidad autonómica.

La consejera ha expuesto que «el museo de Jaén es el centro de referencia internacional para el estudio y conocimiento de la cultura íbera». «Estamo s construyendo un museo a la altura de Jaén, que ponga a la ciudad en el mapa del turismo cultural y que otorgue a las extraordinarias piezas de la cultura íbera la consideración y el valor que merecen», ha añadido.

Fuente: abc.es | 7 de agosto de 2020

Hallan en una cueva neolítica de Israel cuchillos usados para desmembrar difuntos

Cuchillos hallados en Nahal Hemar. Israel.

La cavidad de Nahal Hemar, actual Israel, fue excavada en 1983 y, en la actualidad, es un yacimiento único y uno de los más enigmáticos del Neolítico del Próximo Oriente. En su interior se encontraron los restos craneales de 23 individuos, así como gran cantidad de objetos excepcionales, como máscaras, collares, figuritas humanas, esculturas y, gracias a la extrema aridez del entorno, restos bien preservados de tejidos y objetos de madera.

La presencia de estos artefactos singulares llevó a los excavadores a interpretar la cueva como una cavidad de uso ritual. En el lugar también se recuperaron más de 600 útiles líticos, incluyendo la mayor concentración de cuchillos Nahal Hemar (caracterizados por tener dos muescas en la base) del Próximo Oriente, si bien en su momento no fue posible determinar la función para la que sirvieron.
Ahora, un equipo del CSIC ha participado en un nuevo análisis de la colección. El trabajo realizado por investigadores de la Institución Milà y Fontanals de Investigación en Humanidades del CSIC, publicado en la revista Quaternary International, ha estudiado los cuchillos y otras herramientas líticas de la cueva, cuyas marcas apuntan a su uso en el proceso de desmembramiento de cuerpos humanos.
“Nos propusimos llevar a cabo un estudio actualizado de los útiles en piedra encontrados en la cueva, combinando un enfoque tecnotipológico con las técnicas más avanzadas para el estudio de huellas de uso, lo que nos permitiría descubrir cómo se produjeron y qué función tuvieron esas herramientas”, explica Ferran Borrell Tena (izquierda), investigador de la Institución Milà i Fontanals de Investigación en Humanidades del CSIC (IMF-CSIC).
Máscaras ceremoniales del periodo Neolítico halladas en Próximo Oriente. Museo de Israel.

Prácticas funerarias en el Neolítico

En la cueva se han recuperado más de 200 láminas de sílex enteras, casi la mitad de ellas transformadas en cuchillos del tipo Nahal Hemar. El análisis microscópico de los filos de estas láminas y cuchillos ha permitido determinar que buena parte de ellos fueron utilizados para el desmembramiento, incluyendo el corte de carne y el contacto con huesos y cartílagos.
Juan José Ibáñez (derecha), de la IMF-CSIC y coautor del estudio, señala que “teniendo en cuenta el contexto tan especial en el que aparecen los útiles estudiados y la presencia de restos de 23 individuos y una gran cantidad de parafernalia ritual, podemos interpretar que los cuchillos están relacionados con los restos humanos y que se pudieron utilizar para actividades de desmembramiento de los mismos”.

En Próximo Oriente, durante el Neolítico Precerámico B (Neolítico Medio y Reciente, hace unos 10.000 años), las prácticas rituales eran variadas. En algunas zonas y yacimientos se solía enterrar a los difuntos en el interior de las viviendas, mientras que en otras regiones era habitual la extracción, manipulación y reubicación de los restos esqueléticos.

Es conocida por ejemplo la praxis de extraer el cráneo para luego recubrirlo con mortero de cal reproduciendo los rasgos humanos (nariz, orejas, ojos y boca). Estas prácticas de manipulación, desarticulación y descarnamiento a menudo dejaban marcas de corte en los propios huesos, siendo su identificación cada vez más frecuente en los estudios antropológicos. Sin embargo, nunca antes se había planteado con qué herramientas (cuchillos necesariamente) se habrían llevado a cabo estas tareas.

“Es la primera vez que se plantea con qué útiles pudieron llevarse a cabo tales actividades y, en lo que concierne a Nahal Hemar, permite afirmar que los útiles encontrados no eran ofrendas o ajuares sino objetos que participaron en los rituales llevados a cabo”, indica Ferran Borrell.

Entorno de la cueva de Nahal Hemar en la actual Israel. / Ferran Borrell.

Las incógnitas que perduran en Nahal Hemar

“Un yacimiento así aporta mucha información, al tiempo que deja muchas preguntas por responder”, explica Juan José Ibáñez. “En qué consistían esos rituales, quién participaba y qué significado tenían son preguntas que nos quedan por resolver, aunque quizás algunas de ellas se respondan cuando se reestudie la totalidad de los objetos que se recuperaron”, enumera el arqueólogo.

El equipo del CSIC también ha podido determinar quién produjo el utillaje lítico, ya que existía la duda de si fueron grupos de cazadores-recolectores al sur de Nahal Hemar o las comunidades de agricultores que habitaban al norte. “En base a la tecnología, consideramos que los materiales tuvieron que ser producidos por los poblados agrícolas y que, por tanto, la cueva fue utilizada por estas comunidades”, agrega Ferran Borrell.

Análisis de micro-fotogrametria del filo de los cuchillos líticos hallados.

El estudio arroja luz sobre la riqueza y variedad de las prácticas funerarias y el uso ritual de cuevas en los albores de la agricultura en Próximo Oriente, aspectos siempre escurridizos en arqueología.

Fuente: agenciasinc.es | 11 de agosto de 2020

Las excavaciones en la ciudad neolítica de Shimao siguen ofreciendo nuevos hallazgos sobre el origen de la civilización china

Una ciudad fortificada de 4.300 años y coronada por una pirámide escalonada de más de 60 metros de altura conocida como Shimao desafía las narrativas tradicionales sobre la historia antigua de China. FOTOGRAFÍA DE BEN SHERLOCK, NATIONAL GEOGRAPHIC

Las piedras guardan celosamente sus secretos. Durante décadas, los aldeanos de las colinas polvorientas de la meseta de Loes creyeron que las murallas de roca decrépitas cerca de sus casas formaban parte de la Gran Muralla China. Tenía sentido. Los restos de esta antigua barrera zigzaguean a lo largo y ancho de esta región árida en el interior del meandro norte del río Amarillo, que marca la frontera territorial china desde hace más de 2.000 años.
Pero había un detalle curioso fuera de lugar: residentes y saqueadores empezaron a encontrar fragmentos de jade entre los escombros, algunos de ellos con forma de discos, hojas de cuchillo y cetros. El jade no es autóctono de la parte más septentrional de la provincia de Shaanxi —la fuente más cercana se halla a casi 1.600 kilómetros— y no era una característica conocida de la Gran Muralla. ¿Por qué aparecía tanto en una región yerma tan cerca del desierto de Ordos?

Cuando un equipo de arqueólogos chinos se dispuso a investigar este enigma hace años, empezaron a desenterrar algo maravilloso y desconcertante. Las piedras no formaban parte de la Gran Muralla, sino que eran las ruinas de una magnífica ciudad fortificada. La excavación actual ha revelado casi 10 kilómetros de muros de protección que rodean una pirámide de 70 metros de altura y un santuario interior con murales pintados, objetos de jade y evidencias horripilantes de sacrificios humanos.

Antes de la suspensión de las excavaciones a principios de este año -debido a la pandemia de coronavirus-, los arqueólogos habían hallado 70 relieves en piedra en forma de serpientes, monstruos y bestias medio humanas que se parecen a la iconografía china de finales de la Edad del Bronce.
Asimismo, la datación mediante la prueba del carbono 14 determinó que algunas partes de Shimao, el nombre del yacimiento (se desconoce su nombre original), se remontan a hace 4.300 años, casi 2.000 años antes que la sección más antigua de la Gran Muralla China y 500 años antes de que la civilización china arraigara en la Llanura Central, a cientos de kilómetros al sur.

Shimao floreció en esta región aparentemente remota durante casi medio milenio, entre el 2.300 a.C. y el 1.800 a.C. Entonces, de forma repentina y misteriosa, quedó abandonada.
Ninguno de los textos antiguos que han guiado la labor arqueológica mencionan una ciudad antigua tan al norte de la denominada "cuna de la civilización china", y mucho menos una de este tamaño, complejidad e interacción con las culturas extranjeras. Shimao se ha convertido en el mayor asentamiento neolítico de China con un arte y una tecnología que procedían de la estepa septentrional y que influirían en las futuras dinastías chinas.

Junto a los hallazgos recientes en otros yacimientos prehistóricos cercanos y de la costa, Shimao ha hecho que los historiadores se replanteen los comienzos de la civilización china y ha expandido lo que saben sobre las ubicaciones geográficas y las influencias externas de sus culturas más antiguas.

"Shimao es uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes de este siglo", afirma Sun Zhouyong (izquierda), director del Instituto Provincial de Arqueología de Shaanxi y líder de la excavación en Shimao.
"Nos aporta una nueva perspectiva sobre el desarrollo de la antigua civilización china".

Diseñada para resistir al peligro

La primera impresión de Shimao —incluso siendo un yacimiento parcialmente excavado en las colinas yermas sobre el río Tuwei— es la de una ciudad diseñada para afrontar peligros constantes. Se construyó en una zona conflictiva, una frontera sometida durante milenios por la guerra entre los pastores de la estepa septentrional y los agricultores de las llanuras centrales.
Para protegerse de rivales violentos, las élites de Shimao diseñaron su pirámide oblonga de 20 escalones en la colina más alta. La estructura, visible desde cualquier lugar de la ciudad, mide casi la mitad que la Gran Pirámide de Guiza de Egipto, que se construyó en torno a la misma época (2.250 a.C.). En cambio, su base es cuatro veces mayor y las élites de Shimao se protegieron viviendo en el piso superior de la plataforma, que incluía un complejo palaciego de ocho hectáreas con su propio embalse de agua, talleres de artesanía y, con toda probabilidad, templos para rituales.


Las paredes fortificadas de más de dos metros de grosor rodeaban la ciudad. Las ruinas se descubrieron hace décadas, pero se creía que formaban partes de la Gran Muralla China hasta que los hallazgos recientes revelaron que eran mucho más antiguas. FOTOGRAFÍA DE LI MIN, UCLA.

Desde la pirámide central de Shimao irradiaban kilómetros de murallas perimetrales interiores y exteriores, un diseño urbano embrionario que imitaron las ciudades chinas a través de los siglos. Para construir los muros se necesitaron 125.000 metros cúbicos de piedra, un volumen equivalente al de 50 piscinas olímpicas. Supone un logro impresionante en una sociedad neolítica cuya población oscilaba entre los 10.000 y los 20.000 habitantes. Por el tamaño del proyecto, los arqueólogos creen que Shimao contaba con la lealtad —y la mano de obra— de ciudades satélite más pequeñas que se han descubierto hace poco en su órbita.

También se han desenterrado más de 70 ciudades de piedra de la misma época neolítica, conocida como cultura de Longshan, en el norte de la provincia de Shaanxi. Diez de ellas se encuentran en la cuenca del río Tuwei, donde se sitúa Shimao. "Estos pueblos o ciudades satélites son como lunas que orbitan alrededor del yacimiento de Shimao", afirma Sun. "Juntas sentaron unas bases sociales sólidas para la formación estatal de Shimao".


a) Vista aérea de la puerta oriental (fotografía cortesía de Zhouyong Sun y Jing Shao) b) Reconstrucción de la puerta oriental c) Sección de la torre norte d) Plan de bastiones cerca de la puerta este (imagen cortesía de Zhouyong Sun y Jing Shao). (Antiquity).

Las fortificaciones de Shimao son asombrosas por su tamaño, pero también por su ingenio. El sistema defensivo incluía barbacanas (unas estructuras defensivas con puertas flanqueadas por torres), puertas que solo permitían entrar en un sentido y baluartes (una parte de la pared que sobresale y que permite lanzar fuego defensivo en varias direcciones). También empleaba una estructura cuyos ángulos atraían a los atacantes hacia una zona donde los defensores podían golpearlos desde tres lados, un diseño que se convertiría en un aspecto básico de la arquitectura defensiva china.
Dentro de las murallas de piedra, el equipo de Sun halló otra innovación inesperada: vigas de madera utilizadas como refuerzos. La prueba del carbono 14 reveló que databan del 2.300 a.C. Las vigas de ciprés intactas representaban un método de construcción que los académicos pensaban que había comenzado en la dinastía Han, más de 2000 años después.

Los arqueólogos han descubierto 80 cabezas decapitadas en fosas bajo las murallas de la ciudad. FOTOGRAFÍA DE ACADEMIA DE ARQUEOLOGÍA DE SHAANXI.

Un hallazgo truculento

El descubrimiento más espeluznante se produjo bajo la muralla oriental de la ciudad: 80 cráneos humanos enterrados en seis fosas. Las dos fosas más cercanas a la puerta oriental, la entrada principal a la ciudad, contenían exactamente 24 cráneos cada una. La cantidad y la colocación de los cráneos sugieren que fue una decapitación ritual durante la disposición de los cimientos del muro; es el ejemplo más antiguo documentado de sacrificio humano en la historia china. Los científicos forenses determinaron que casi todas las víctimas eran chicas jóvenes, probablemente prisioneras que pertenecían a un grupo rival.

"La escala de la violencia ritual observada en Shimao no tiene precedentes en la antigua China", afirma Li Min (izquierda), arqueólogo de la Universidad de California, Los Ángeles, que ha visitado y escrito acerca de Shimao. Los cráneos de Shimao presagiaron el enorme sacrificio humano que se convirtió en lo que Li describe como "un atributo definitorio de la civilización Shang" muchos siglos después (del 1600 al 1046 a.C.), antes de que las dinastías posteriores pusieran fin a la práctica.

Los cráneos son solo una indicación de que la puerta oriental marcaba la entrada a un mundo diferente. Cualquiera que cruzara el umbral —pasando sobre las fosas con víctimas de sacrificios— enseguida se habría asombrado ante las señales visibles. Se habían tallado rombos en varios bloques de piedra en las murallas en terraza, lo que les otorgaba aspecto de ojos que vigilaban la puerta oriental. En las paredes de piedra, a intervalos regulares, había miles de fragmentos de jade de color verde oscuro y negro, ornamentos brillantes que servían para mantener el mal alejado y proteger el poder y la riqueza de las élites de Shimao. La abundancia de artefactos de jade sugiere que Shimao importaba grandes cantidades de este material de socios comerciales distantes.


Todas las víctimas eran chicas adolescentes que podrían haber sido sacrificadas durante la ceremonia de fundación de la ciudad. FOTOGRAFÍA DE (PANTALLAZO DE) NATIONAL GEOGRAPHIC.

A pesar de que hoy parece remota, Shimao no estaba aislada del mundo exterior. Intercambió ideas, tecnología y bienes con un amplio abanico de culturas, desde la estepa de Altái hasta las regiones costeras cercanas al mar Amarillo.

"Lo importante es que Shimao, y muchas zonas más, demuestra que la civilización china tiene muchas raíces y no surge únicamente del desarrollo en la Llanura Central en el medio del río Amarillo", afirma Jessica Rawson (derecha), profesora de Arte y Arqueología Chinas en la Universidad de Oxford. "Varias características se basaban en el mundo más allá del actual norte de China; por ejemplo, las estructuras de piedra, que están más relacionadas con la estepa que con la Llanura Central. Otros rasgos eran animales pastoreados para la subsistencia, bueyes y ovejas, y la metalurgia. Son tecnologías muy importantes que China adoptó e incorporó en su cultura a la perfección".

Muchos de los artefactos hallados en Shimao podrían haber procedido solo de tierras distantes. Además del jade, los arqueólogos encontraron restos de piel de caimán, que debieron de llegar desde una región pantanosa mucho más al sur. Es probable que se utilizaran tambores de piel de caimán en ceremonias rituales, una señal del papel fundamental que desempeñaba la música en la vida palaciega de Shimao.

Hubo otro descubrimiento que desconcertó a Sun y su equipo: 20 fragmentos de hueso delgados, lisos y curvados, todos idénticos. Los arqueólogos suponían que se trataban de peines u horquillas, hasta que un experto musical dedujo que los huesos eran los ejemplos más antiguos de un instrumento de lengüeta conocido como arpa de boca o birimbao.

"Shimao es el lugar de nacimiento del arpa de boca", afirma Sun, que apunta que el instrumento se extendió a más de 100 grupos étnicos del mundo. "Es un hallazgo importante que aporta pistas valiosas para explorar los antiguos flujos de la población y la cultura".


Shimao es el mayor asentamiento de la Edad de Piedra que se ha documentado en China y solo se ha excavado una pequeña parte del yacimiento. Es muy probable que los arqueólogos sigan descubriendo cosas. FOTOGRAFÍA DE RACHEL VAKNIN, NATIONAL GEOGRAPHIC.


Los grabados en piedra desenterrados recientemente "podrían haber dotado la pirámide escalonada de un poder religioso especial", señalaron los arqueólogos. FOTOGRAFÍA DE BEN SHERLOCK, NATIONAL GEOGRAPHIC.

Misterios y pistas

Por ahora solo se ha excavado una pequeña fracción de Shimao, así que seguirán descubriéndose cosas nuevas. Junto a los grabados de piedra hallados el año pasado, los arqueólogos encontraron evidencias de bustos y estatuas humanas que en su día estaban colocadas en las murallas en torno a la puerta oriental. Ahora se ha empezado a comprender el posible significado de los grabados, pero las representaciones antropomórficas son "un intento muy innovador y raro", señala Li Min.

Hay muchos aspectos de Shimao que son un misterio, como su nombre. Los arqueólogos aún intentan entender cómo funcionaba su economía, cómo interactuaban con otras culturas prehistóricas y si sus élites poseían un sistema de escritura. "Eso resolvería un misterio prolongado", afirma Sun.

Sin embargo, sí hay pistas sobre por qué Shimao quedó abandonada tras 500 años. No fue un terremoto, una inundación ni una plaga. Es posible que en parte los ahuyentara una guerra, pero los científicos creen que el cambio climático desempeñó un papel fundamental.


Vista aérea del enclave de Shimao.

En el tercer milenio a.C., cuando se fundó Shimao, un clima relativamente cálido y húmedo atrajo a una población en expansión a la meseta de Loes. Los registros históricos demuestran un cambio rápido del 2.000 al 1.700 a.C. hacia un clima más seco y frío. Los lagos se secaron, los bosques desaparecieron, los desiertos se agrandaron y los habitantes de Shimao migraron a lugares desconocidos.

La lengua del desierto de Ordos, antaño distante, se encuentra ahora a orillas del río Tuwei, justo bajo la entrada a Shimao. El antiguo yacimiento está envuelto en polvo, rocas y silencio. Con todo, tras 4.300 años, una de las ciudades más antiguas del mundo ya no se ha perdido ni abandonado en la historia. Sus piedras han revelado sus preciados secretos y han hecho que los expertos se replanteen lo que saben sobre el periodo más antiguo de la civilización china. Y quedan muchas revelaciones por delante.

Fuente: nationalgeographic.es | 11 de agosto de 2020

Hallan en Ojén, Málaga, herramientas líticas de hace entre 300.000 o 200.000 años

El Ayuntamiento del municipio malagueño de Ojén ha informado de un "importante" hallazgo arqueológico, en concreto restos de unas herramientas correspondientes, presumiblemente, al Paleolítico Inferior, aunque habrá que esperar la verificación de los expertos de la Universidad de Málaga (UMA).

Fernando Bernal y Vicenta Alguacil han sido los descubridores de los restos en el término municipal de Ojén que, según los primeros estudios, "datarían de la época más antigua de la humanidad".
Según han explicado los descubridores, "se trata de los objetos más antiguos elaborados por los seres humanos en Europa, son herramientas muy toscas, elaboradas hace entre 300.000 o 200.000 años".

"Estamos pendientes de que se verifique y certifique por parte de arqueólogos de la Universidad de Málaga el hallazgo, pero todo indica que se trata de útiles del Paleolítico Inferior", ha señalado Fernando Bernal.

Para el alcalde de Ojén, José Antonio Gómez, este descubrimiento "pone de manifiesto la importancia de esta zona, un lugar que ha sido elegido por su fertilidad y su idoneidad para la vida, para crear asentamientos desde que el hombre es hombre. Ahora solo esperamos la verificación pertinente que supondrá el inicio de más estudios".

Los restos han sido encontrados a la intemperie en una zona de Sierra Blanca, cuya ubicación concreta no se hará pública para evitar el expolio. De constatarse dicho hallazgo, arrojaría información relevante y valiosa sobre el poblamiento de Europa por parte de humanos procedentes de África, han apuntado desde el Ayuntamiento.

Fuente: catalunyapress.es | 10 de agosto de 2020

Hallan evidencias de que hace unos 100.000 años los humanos modernos que salieron de África cruzaron el Négev (Israel)

Un tesoro de herramientas de sílex del Paleolítico Medio recientemente descubierto en las afueras de Dimona, en el desierto del Néguev, revela el camino que el hombre moderno tomó desde África a Israel hace unos 100.000 años.

La excavación que las encontró explora el primer sitio israelí conocido en el que se utilizó una tecnología única de tallado de pedernal, llamada “Nubia-Levallois”, para forjar las herramientas. Esta técnica de fabricación de puntas líticas es una tarjeta de visita que permite a los arqueólogos datar con firmeza dónde y cuándo el hombre moderno estuvo en áreas específicas, explicó la codirectora de la excavación, de la Autoridad de Antigüedades de Israel, Maya Oron, a The Times of Israel.

La arqueóloga Maya Oron en el yacimiento hallado a las afuera de Dimona, en el desierto de Negev, Israel. (Emil Aladjem / Autoridad de Antigüedades de Israel).

Por lo tanto, el descubrimiento permite a los arqueólogos conectar los lugares donde se han encontrado estas herramientas y tener una imagen más clara de la ruta que los primeros humanos tomaron en su salida desde el este de África, a través de la Península Arábiga, hasta Israel.
"Es la primera vez que los arqueólogos israelíes han identificado con seguridad el uso de esta técnica en la producción lítica local", dice Oron. "Encontramos algunos rastros en el Néguev, pero era una piedra aquí y otra allá, en la superficie, no excavadas en un lugar concreto. Por primera vez, podemos constatarlas in situ y datarlas”, agrega.
En un comunicado de prensa de la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI), las codirectoras Oron y Talia Abulafia dijeron que el yacimiento de Dimona representa probablemente la penetración más septentrional de la industria de herramientas de sílex desde África oriental y marca la ruta de migración del Homo sapiens desde África a Arabia Saudita, y desde la península arábiga al Néguev.

Vista aérea del yacimiento hallado (Emil Aladjem / Autoridad de Antigüedades de Israel)

Este yacimiento intacto del Paleolítico Medio (un período que abarca desde hace unos 200.000 a 45.000 años) permite a las arqueólogas Oron y Abulafia echar un vistazo a un taller de sílex congelado en el tiempo. Fue descubierto durante las excavaciones de salvamento realizadas por la AAI antes de la construcción de un nuevo campo de energía solar por la Corporación Eléctrica de Israel en las afueras de Dimona.

Las herramientas de sílex descubiertas fueron realizadas utilizando una técnica llamada método de tallado Nubia-Levallois, llamado así por dos yacimientos arqueológicos en los que se descubrieron herramientas similares: Nubia, en África Oriental, y Levallois, un suburbio de París. Oron explicó que las diferentes oleadas migratorias de los primeros humanos se caracterizan por los métodos particulares que usaban para producir herramientas, los cuales cambiaban de una cultura a otra. Este método creó piezas muy puntiagudas que podían ser usadas como puntas de lanza (derecha).

“Nuestra suerte es que la gente no sólo talló el pedernal y usaba las herramientas, sino que dejó restos de esta producción en el lugar", comenta Oron. "Otro golpe de suerte fue que después de dicha elaboración, el sitio fue rápidamente cubierto por el viento con sedimento de loess y arena de las dunas del Néguev, dejando el yacimiento perfectamente preservado para su estudio".

Oron, que está escribiendo su tesis doctoral sobre los yacimientos del Paleolítico Medio en el Néguev, dijo que el Homo sapiens habría habitado muchos sitios en la zona, pero la mayoría han sido arrasados o destruidos, y se han perdidos para los especialistas.

Otras herramientas de sílex fabricadas con esta técnica fueron descubiertas durante un estudio de campo en dos enclaves cerca de Nahal Paran y Nahal Tsihor, que están situados en las llanuras del Paran en el Aravá, según un artículo de investigación del 2017 de Mae Goder-Goldberger (izquierda) publicado en el Journal of Lithic Studies.

Un completo análisis tecnológico del conjunto de herramientas no pudo ser completado. Sin embargo, Goder-Goldberger escribe: “Los hallazgos de estas dos localidades salvan una brecha en la extensión geográfica entre las tierras altas del Néguev y la Arabia central, añadiendo datos a las recientes discusiones sobre los marcadores arqueológicos de las modernas dispersiones humanas fuera de África y las rutas factibles hacia Eurasia y Arabia”.

Oron dijo que hace 100.000 años, estos humanos habrían visto un Néguev diferente de la tierra rocosa y estéril que vemos hoy en día. Siempre habría sido árida -precisa-, pero probablemente habría habido más agua de manantial disponible, vegetación y animales para la caza.

La capacidad de volver sobre los pasos de los primeros humanos modernos a través de estas “migas de pan”, similares a las de Hansel y Gretel, que dejaron con sus herramientas de sílex, es aún más emocionante para Oron cuando explora la posibilidad de las posibles interacciones entre los primeros humanos –esto es, el Homo sapiens y nuestros parientes los neandertales– los cuales pudieron haber caminado por el Levante al mismo tiempo.

Lascas nubia-levallois halladas en el yacimiento (Emil Aladjem / Autoridad de Antigüedades de Israel)

Hubo varias olas de migración humana desde África hacia el norte, dice Oron, así como varias olas de neandertales que se desplazaron hacia el sur desde Europa.
“Para mí lo más interesante es que durante el período Meso-paleolítico, sabemos realmente que había más de un tipo de humanos caminando sobre la Tierra. Podemos ver que los neandertales y los humanos modernos estuvieron al mismo tiempo en los mismos lugares, y estamos tratando de encontrar sentido a lo que pasó cuando se encontraron. ¿Cómo interactuaron?”, explica Oron.
"Con el nuevo hallazgo tenemos todas las piezas del rompecabezas. Creo que empezamos a ver estas 'migas de pan', y ahora tenemos un mejor conocimiento de cómo y por dónde migraron los humanos modernos”, cocluye.

Fuentes: timesofisrael.com | j.post.com | 4 de agosto de 2020