Cueva Pintada (Gran Canaria) descubre nuevos grafismos en su cámara policromada al realizar su reproducción digital en fotografía gigapixel

Guacimara Medina y Juan Francisco Ruiz, responsable de la digitalización.

El 14 de septiembre de 1822, Jean François Champollion abrió de golpe la puerta del despacho de su hermano y gritó ¡lo tengo! Había logrado descifrar los jeroglíficos egipcios gracias a la piedra Rosetta.
La misma emoción sienten desde hace diez años los investigadores con la aplicación de las nuevas tecnologías a su campo de estudio, el arte rupestre prehistórico. Juan Francisco Ruiz, profesor de Prehistoria y especialista en la comunicación gráfica de sociedades ágrafas, afirma que hemos vivido una revolución en la última década en las formas de aproximarnos al registro gráfico prehistórico.

Uno de los ejemplos es el trabajo que ha realizado, junto a la también especialista, Cristina Oviedo, en la Cueva Pintada del Museo y Parque Arqueológico que la Consejería de Cultura del Cabildo grancanario gestiona en Gáldar: El calco digital 3D y la fotografía gigapixel, cuyos resultados podrían asemejarse a un truco de magia.

Juan Francisco Ruiz: Sí, sí, tiene mucho de magia, incluso para nosotros. Cuando aparecieron estas técnicas, hace unos diez años yo me pregunté por qué no había visto esto antes y por qué he estado tantos años sufriendo (risas). Yo creo que esa es también la magia para el futuro espectador o usuario, el descubrimiento que te permiten.


¿En qué consiste el calco digital 3D?
Me gustaría resaltar que no se trata del calco digital, con el que llevamos trabajando hace años, sino que se trata del calco digital 3D. El calco tradicional es al final una imagen plana, una fotografía. Nosotros obtenemos fotografías, claro, pero las derivamos del modelo 3D con el que trabajamos. Es algo que se está haciendo en otros lugares, pero no es aún muy común y lo tenemos que destacar, somos uno de los primeros lugares en donde se está incorporando esta metodología que, sin duda, es el futuro.

¿Y la fotografía gigapixel?
Son dos productos complementarios, el calco 3D permite ubicar o definir los motivos que hay en ese espacio y la fotografía gigapixel lo que produce son imágenes continuas con una resolución macro o micro, dependiendo del tipo de cámara o lente que se utilice. En el caso de Cueva Pintada vamos a tener varias imágenes continuas de la cavidad, en las que en cada una de ellas se puede tener un nivel de detalle que está bastante por debajo del milímetro. Es decir, puedes ir ampliando y ampliando la imagen y no se acaba nunca. Y será impactante.

¿Qué aporta de novedoso la reproducción digital 3D de la Cueva Pintada?
A parte de la propia metodología, logramos una mejor precisión sobre el estado actual de conservación de los paneles decorados de la cámara y la aparición de algunos registros gráficos que, hasta ahora, o no se habían visto o se habían interpretado de otra manera. Con la aplicación de estos nuevos medios tecnológicos hemos podido identificar algunos círculos que no se habían visto hasta ahora, algunas manchas en el techo que sugieren una cierta decoración. Nos permite ver cosas situadas por ejemplo en el techo, con la dificultad que supone, ya que esta zona está muy deteriorada y es muy difícil de interpretar. Si tuviera que resaltar algo sería la aparición de algunos motivos, unidades gráficas, que ahora sí podemos identificar y de una manera mucho más completa.

Foto: Se realizaron más de 5.000 imágenes para cubrir los tres planos del friso de la cámara decorada.

¿Puede llegar a cambiar la interpretación?
Tanto como eso no me atrevería a decirlo, porque todavía no estaríamos en ese momento, quiero decir que tenemos un nuevo registro de lo que se conserva en las paredes de la cámara decorada, y, a partir de aquí, es cuando habrá que comenzar ese estudio de en qué medida alteramos o no las interpretaciones que se han realizado sobre lo que se hacía en la cavidad.

¿La aplicación de estas metodologías en otros casos les ha ayudado a reinterpretar los espacios?
Sí, en muchas ocasiones con el procedimiento que seguimos desde que se toman las imágenes digitales, se obtienen los modelos en 3D, se transforma esa visualización por medio de técnicas de realce de color hasta el resultado final, obviamente aparecen muchas cosas anteriormente no vistas. Hacemos visible lo invisible y en ese proceso claro inevitablemente surgen nuevas interpretaciones, o nuevas lecturas de lo que hay en esos sitios.

Dice que se realzan los colores, ¿qué encontramos en la Cueva Pintada?
Todos los pigmentos de la Cueva Pintada son minerales. Hasta ahora en los análisis que se han hecho no hemos identificado ninguna materia orgánica. Son todos ocres, tierras rojas y arcillas blancas. Se trata de una paleta de tres colores: fundamentalmente rojo y blanco, pero también hay áreas con un ocre amarillo muy pálido, que en ciertas zonas es como si fuera una capa de fondo y en otras creo que podemos empezar a hablar de que se ha utilizado como color. Durante mucho tiempo se consideró que había zonas pintadas en color negro, pero no se ha identificado ningún pigmento en esas áreas oscuras, por lo que tenemos que concluir que el juego entre los pigmentos de color y el soporte natural se tuvieron en cuenta a la hora de generar la composición. Los rojos son almagres, arcillas ricas en óxidos de hierro que han sido procesados de diferentes maneras para conseguir tonalidades distintas.


¿Cómo es el proceso?
Es complejo, ya que partimos de las texturas fotográficas de alta resolución que obtenemos a partir del modelo 3D y de lo que trata es de diferenciar las áreas pigmentadas del fondo, utilizando exclusivamente técnicas digitales. Se han creado capas con un programa específico de tratamiento fotográfico en el que se van aislando los colores y los motivos siguiendo el orden estratigráfico con el que fueron dispuestas para cada una de las áreas de la cámara decorada. Finalmente se les da un color acorde al que tenían en origen y con toda esta información gráfica se “recompone” ese friso corrido que constituye la decoración de la Cueva Pintada.

¿Qué supone la aplicación de estas nuevas metodologías para su campo de estudio?
Es el punto de partida de una nueva aproximación a la conservación del espacio. Porque ahora y gracias a estas técnicas tenemos un control muy preciso de dónde se ubican los elementos que se deben conservar y vamos a poder medir cómo cambian a lo largo del tiempo. Nos va a permitir tener un control de esa evolución y, a partir de ahí, identificar los procesos de alteración que están afectando a la cueva.

Fuente: noticanarias.com | 16 de julio de 2020

Nuevos hallazgos en los Bañales (Zaragoza): un edificio y parte de la muralla perimetral

Campaña de excavación - Prensa Comarca Cinco Villas

El yacimiento arqueológico de Los Bañales sigue ampliando horizontes gracias a los nuevos hallazgos que se han hecho durante estos días. En concreto, se ha descubierto un nuevo edificio y un muro que podría pertenecer a la muralla de cierre de la ciudad.

Ambos tesoros han salido a la luz como parte de la décimo segunda campaña de excavación que se está llevando a cabo en la zona durante el verano, con estudiantes universitarios becados por la Comarca de las Cinco Villas. El grupo que está excavando proviene de Roma (Italia), Miami (Florida, EEUU) y España (Toledo, Madrid, Pamplona y la Comarca de las Cinco Villas: Ejea de los Caballeros y Sos del Rey Católico).

El nuevo edificio hallado se sitúa al oeste de las dos columnas que se encuentran al llegar al yacimiento, y “forma parte del barrio productivo publico de la ciudad, que luego se convirtió en zona de viviendas”, explica el director científico del proyecto de Los Bañales y profesor de Historia Antigua en la Universidad de Navarra, Javier Andreu (izquierda). Se trata de una construcción de la que se han excavado unos 10-12 metros de largo y 5 de ancho, “aunque creemos que pueden salir más restos hacia el norte”, precisa Andréu.

De él destaca que “está partido por columnas cilíndricas con base cuadrangular bien cimentada. Y, a los lados de las columnas, hay pilastras adosadas a los muros perimetrales del edificio”, señala el experto. Esta forma indica, según el arqueólogo, “que este edificio tuvo una segunda planta”. Probablemente, la planta inferior pudo ser un almacén relacionado con usos domésticos o productivos, “ya que recuerda a las cellae romanas” (antiguos almacenes de vino, trigo, aceite...). “El material encontrado no nos permite descartar cualquiera de estos usos. Esta semana próxima se terminará y esperaremos a que los materiales nos ilustren la función”, apunta Andréu.

No obstante, los vestigios sitúan a la construcción en el siglo II d. C. Además, este espacio cuenta con una escalera de acceso muy bien conservada, elemento que parece indicar que este edificio fue una conversión de otro más antiguo, “posiblemente de la primera fase de la ciudad, fechado en el siglo I a. C.”, indica Javier Andreu, quien afirma que “visualmente se trata de un edificio muy llamativo, por su buen estado de conservación y porque valida que el decumano artículo una zona, al oeste, que se mantuvo activa en la ciudad de Los Bañales hasta su abandono”.



MURALLA PERIMETRAL

El otro hallazgo importante de estos días es otro muro de mampostería de sillares almohadillados, bien trabajados, situado en el límite norte del yacimiento, datado, posiblemente, en el siglo I a. C.
Este muro justifica “el gran despliegue urbanístico que experimentó la ciudad en este momento”, indica Javier Andreu. “Sabíamos de la existencia de esta zona desde hace unos años. Ahora, tras realizar un sondeo planificado por Juanjo Bienes, hemos podido confirmar lo que pensábamos”, señala el especialista. “El muro podría pertenecer a la primera fase de la ciudad, actuando de muralla que la delimitara por el lado norte”, indica. “Roma siempre delimita sus áreas periféricas, porque están sometidas a una jurisdicción urbana concreta”, explica Andreu. Si se pudiera confirmar esto “sería un gran hallazgo, porque Roma pone la muralla en puntos estratégicos, para indicar prestigio”, reconoce Andreu.

Esta función de muralla es muy posible, dado que el hallazgo se ubica en el lado opuesto al de la entrada, que se sitúa por el sur. “Este elemento deja abiertas muchas incógnitas para la campaña del año que viene”, afirma el arqueólogo. “¿Por qué Roma quiso marcar este límite tan visual?”, se pregunta el experto. “Quizá porque sea del periodo de la época de Augusto, dado que es algo muy característico de ella”, comenta el especialista. Estos hallazgos se suman a otros más pequeños que se han encontrado estos días.


Entre ellos, material celtibérico o pre-romano localizado en uno de los edificios; o un vertedero de basura en el llamado espacio 28, del que han salido un mango de un cuchillo de hierro, una lucerna con una inscripción del alfarero, un cuello de botella, etc. Además, en una de las esquinas del nuevo edificio encontrado se ha hallado una moneda que parece pre-romana. Igualmente, en el patio de una de las viviendas, se desenterró otra moneda de la época de Domiciano del año 90.

A ellos se suman los fragmentos de pinturas que se hallaron en otra de las zonas que ahora se están extrayendo gracias a la labor de la restauradora Miriam Tomás. Todos estos tesoros podrían haberse visto en la semana de puertas abiertas que iba a comenzar el próximo lunes, 20 de julio, hasta el 26 del mismo mes. Este año, ante las recomendaciones de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Aragón y, por responsabilidad, acaban de suspenderse las visitas incluidas dentro de esta propuesta de puertas abiertas, un clásico en la comarca que congrega, cada año, a miles de visitantes.

Fuente: elperiodico.com | 17 de julio de 2020

Hallan en Etiopía una 'sofisticada' y excepcional hacha de hueso de hipopótamo realizada por el 'Homo erectus' hace 1,4 millones de años

El hacha descubierta mostrada por las dos caras. Foto: Berhane Asfaw, Universidad de Tokio / PNAS

Hace 1,4 millones de años, el Homo erectus, un posible antepasado directo del humano actual, creó una herramienta sorprendentemente vanguardista con el hueso de la pierna de un hipopótamo, según investigadores japoneses y etíopes.

La herramienta, un raro ejemplo de un tipo de hacha de mano hecha a partir de hueso y no de piedra, que mide 12,8 por 7,5 por 4,6 cm, fue encontrada en el sitio Konso-Gardula, en el sur de Etiopía, un yacimiento en el que ya se han hallado otras herramientas de piedra y fósiles atribuidos al Homo erectus.

Según los investigadores, "el hacha de hueso sugiere que la tecnología del 'Homo erectus' era más sofisticada y versátil de lo que habíamos pensado", explica el antropólogo Gen Suwa (izquierda) de la Universidad de Tokio (Japón).

"Tanto el patrón de distribución de las cicatrices, 28 en la cara cortical y 16 en la cara interna, producto de las lascas desprendidas al tallarla, como la alta frecuencia de las fracturas en cono son fuertes indicadores de una descamación deliberada", señala.

Más avanzados de lo que se creía

Este hallazgo y otros llevados a cabo en el sitio Konso-Gardula muestran que, tal vez, varios cientos de miles de años antes de lo que se conocía anteriormente, el conjunto de herramientas del Homo erectus estaba compuesto por artículos que requerían operaciones precisas para su fabricación, como hachas de mano de piedra y hueso, así como herramientas más sencillas que podían fabricarse con relativa rapidez.

Para fabricar esta herramienta, el Homo erectus modificó un trozo del hueso de la pierna de un hipopótamo para que una pieza ovalada de aproximadamente 13 centímetros de largo, con un borde afilado cerca de la punta, pudiera ser moldeada de un solo golpe con una piedra o un martillo de hueso, concluyen los investigadores.

El hacha de mano de hueso se muestra colocada en un fémur de hipopótamo. Gen Suwa, Universidad de Tokio / PNAS

Luego, fue astillando el artefacto de hueso para darle su forma final. Los signos de desgaste indican que el hacha de mano fue usada en actividades de corte o sierra, según señalan los investigadores en un estudio publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences. Curiosamente, un lado del borde parece un poco más desgastado que el otro. Eso puede sugerir algo sobre cómo se usó la herramienta o sobre la mano dominante del usuario.

"El hacha de mano está hecha con una sofisticación sustancial como lo demuestra, por ejemplo, la gran cantidad de pequeñas extracciones laterales corticales bien controladas para formar la forma de hacha de mano", añade el profesor Suwa. "La descamación bifacial más fina hizo un borde relativamente recto en una vista lateral, lo que permite un corte eficiente".

También es la segunda herramienta ósea reconocida como un hacha de mano de tipo Achelense, una industria de herramientas de piedra que se caracteriza por grandes bifaces. El otro ejemplo conocido fue encontrado en Tanzania y está hecho de un hueso de elefante.

Foto: Hacha de mano achelense realizada con hueso de elefante.

Sin embargo, hay un misterio sobre el hallazgo: ¿por qué usar hueso para elaborar esta hacha en vez de piedras que son más resistentes y fuertes? Una respuesta es que los huesos de hipopótamo estaban fácilmente disponibles y pueden haber sido más adecuados para alguna tarea específica. En ese momento habría habido muchos hipopótamos en el área, ya que era una zona de humedales. El artículo de Ars Technica sugiere que la actividad volcánica en África oriental a veces cambió el acceso de los homínidos a los depósitos de piedra durante siglos alguna vez. Por lo tanto, los primeros humanos en tales áreas podrían haberse visto obligados a emplear huesos para fabricar herramientas.

Debido a que las herramientas óseas son tan raras en el registro arqueológico del período justo antes de hace 1 millón de años, es difícil decir exactamente qué tan significativo es este hallazgo o qué nos dice. Pero es una reliquia de la tecnología de los homínidos de un momento muy interesante: una fase temprana del estilo Achelense, cuando las técnicas de fabricación de herramientas se estaban refinando rápidamente.

"El descubrimiento del hacha de hueso en Konso, de hace 1,4 millones de años, muestra que el refinamiento de la tecnología de descamación realizada en las primeras herramientas achelenses involucró tanto el material pétreo como el óseo, y proporciona evidencia adicional de la sofisticación tecnológica y conductual del 'Homo erectus' africano a través de los tiempos de la cultura Achelense", concluye el profesor Suwa.

Fuentes: elconfidencial.com | sci-news.com | arstechnica.com | 14 de julio de 2020

Documentan avances tecnológicos de los homininos que vivieron en Atapuerca tras analizar más de 22.000 utensilios

Herramientas encontradas en el sitio de Gran Dolina en Atapuerca | Fuente: Lombera Hermida, A., et al. (2020). El amanecer del Paleolítico Medio en Atapuerca: el ensamblaje lítico de TD10.1 de Gran Dolina. Diario de la evolución humana, 145.


Investigadores del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) y de la Universidad de Santiago de Compostela han documentado los avances tecnológicos de los homininos que vivieron en Atapuerca (Burgos) hace entre 450.000 y 250.000 años, tras analizar más de 22.000 utensilios hallados en la Gran Dolina.

El trabajo, que publica la revista Journal of Human Evolution, demuestra que, pese a la homogeneidad tecnológica que han observado entre los homininos que ocuparon entonces la Sierra de Atapuerca, estos iniciaron importantes de innovaciones que culminaron en la cultura neandertal, de gran complejidad y que avalan la capacidad de planificación de esta especie.
Los 22.000 utensilios de piedra analizados han sido encontrados en el yacimiento de la Gran Dolina de Atapuerca y han servido para documentar cómo fue la transición entre el Paleolítico inferior y el Paleolítico medio en Atapuerca, es decir, entre el período comprendido entre los 450.000 y 250.000 años antes del presente.

El trabajo ha sido liderado por Arturo de Lombera Hermida (izquierda), arqueólogo del Grupo de Estudio para la Prehistoria del Noroeste Ibérico de la Universidade de Santiago de Compostela, y han participado los arqueólogos del IPHES y de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, Xosé-Pedro Rodríguez, Marina Mosquera, Andreu Ollé, Esther López-Ortega, Antonio Rodríguez-Hidalgo, Palmira Saladié y Eudald Carbonell.

El análisis de los datos obtenidos con los restos de fauna y la arqueoestratigrafía (sucesión de niveles sedimentarios a lo largo del tiempo) junto con los que han aportado los artefactos líticos, constata que la cavidad de la Gran Dolina fue ocupada de diferentes maneras hace entre 350.000 y 250.000 años.

En la base del nivel más antiguo, la cavidad fue habitada a modo de campamento por los homininos durante largos períodos y en ella se desarrollaron diversas actividades (talla de herramientas, procesado de fauna, trabajo de pieles, etc.).

Herramientas encontradas en el sitio de Gran Dolina en Atapuerca y analizadas en el estudio.

Continuidad demográfica

El trabajo ha documentado una homogeneidad tecnológica, lo que implica una continuidad demográfica de los grupos que ocuparon la Sierra de Atapuerca durante el final del Pleistoceno medio, o sea, entre hace unos 450.000 y 130.000 años.
Según los investigadores, el aspecto más significativo de estos conjuntos es que registran varias innovaciones y comportamientos tecnológicos que cristalizarán posteriormente en la tecnología neandertal del Paleolítico medio.
Estos aspectos son la explotación ordenada de los recursos del territorio, una marcada selección de calidad de las materias primas, el menor tamaño de los instrumentos líticos, la pérdida de importancia de los bifaces, la fabricación de útiles enmangados, el recurso a retocadores óseos, el reciclaje de elementos líticos (uso de núcleos como percutores) y, especialmente, la aparición de métodos de talla complejos típicos del Paleolítico medio, como el Levallois o el discoidal.

Excavaciones en la Gran Dolina


"Estos comportamientos evidencian un importante incremento en la complejidad tecnológica y en la planificación de las actividades con respecto a los conjuntos anteriores", según los arqueólogos.
De este modo, el trabajo demuestra que la transición entre el Paleolítico inferior y medio en la Sierra de Atapuerca fue un proceso acumulativo y progresivo apuntando a una transición local.
Este proceso de 'neandertalización' es paralelo al observado en otros yacimientos europeos y coherente con la evolución paleoantropológica de los preneandertales de la Sima de los Huesos, también en Atapuerca.

Estas ocupaciones del nivel más antiguo de la Gran Dolina contemporáneas a otros yacimientos peninsulares con características plenamente achelenses (tecnología más arcaica) muestra que este proceso no fue homogéneo en toda Europa.

Fuentes: publico.es | galiciaconfidencial.com | 16 de julio de 2020

La expansión del Imperio Romano coincidió con el período más cálido en el Mediterráneo de los últimos 2.000 años

Mapa batimétrico del centro-oeste del mar Mediterráneo. El mapa de fondo es el modelo de terreno global de GEBCO para el océano y la tierra. Triángulo rojo: ubicación del núcleo de estudio SW104-ND11; círculos rojos: registros marinos utilizados para la comparación.

El mejor momento del Imperio Romano coincidió con el período más cálido de los últimos 2.000 años en el Mediterráneo, según un estudio publicado en la revista Scientific Reports, del grupo Nature. Las condiciones climáticas derivaron progresivamente hacia condiciones áridas y luego más frías, coincidiendo con la caída histórica del imperio, como se afirma en el nuevo estudio, cuyos investigadores principales son Isabel Cacho, Giulia Margaritelli y Albert Català, de la Facultad de Ciencias de la Tierra y Consolidated Research Group en Geociencias Marinas de la Universidad de Barcelona.

El estudio también cuenta con la participación de los expertos del Instituto de Investigación para la Protección Geohidrológica del Consejo Nacional de Investigación (CNR-IRPI), el Instituto Nacional de Ciencias del Mar (CNR-ISMAR), la Universidad de Campania Luigi Vanvitelli y la Universidad de Perugia en Italia.

Clima y civilización: la caída del gran imperio romano

Estudios anteriores habían relacionado la caída del Imperio Romano con algunos factores naturales (cambio climático, erupciones volcánicas, etc.). Con una visión regional a gran escala, el estudio proporciona datos de alta resolución y precisión sobre cómo evolucionaron las temperaturas en los últimos 2.000 años en el área mediterránea. "Por primera vez, podemos afirmar que el período romano fue el período más cálido de los últimos 2.000 años, y estas condiciones duraron 500 años", señala Isabel Cacho (izquierda), profesora del Departamento de Dinámica de la Tierra y el Océano de la UB.

El mar Mediterráneo es un mar semicerrado, extremadamente vulnerable a los cambios climáticos modernos y pasados, con una ubicación estratégica. Hogar de muchas civilizaciones a lo largo de los años, con una tradición de estudios históricos y arqueológicos, el Mare Nostrum es un modelo para estudiar los períodos de variación climática y la influencia potencial del clima en las civilizaciones.

En particular, "el período del Imperio Romano es difícil de estudiar, ya ​​que coincidió con importantes cambios culturales que tuvieron lugar en todo el Mediterráneo. El estudio del clima del pasado es ahora la única herramienta para analizar la dinámica del sistema climático de la Tierra en diferentes condiciones de las actuales, y es esencial probar la validez de los modelos de predicción a medio y largo plazo", señalan los expertos Giulia Margaritelli (izquierda, también miembro del CNR-IRPI) y Fabrizio Lirer (derecha, CNR-ISMAR).
El estudio identifica por primera vez una fase de calentamiento que es diferente durante el período romano en el área mediterránea y se centra en la reconstrucción de la temperatura de la superficie del mar (TSM) en los últimos 5.000 años. Estos nuevos registros se correlacionaron con datos de otras áreas del Mediterráneo (Mar de Alborán, cuenca de Menorca y Mar Egeo) para mostrar una señal regional de toda la cuenca que identifica el período romano (1-500 a. C.) como el período más cálido de los últimos 2.000 años, unos 2º C más cálidos que los valores promedio de finales de siglo pasado.

Los expertos también comentan sobre el impacto del régimen de lluvias durante este período, marcado por una gran variación regional de las fases más húmedas y áridas, en la evolución del Imperio Romano.

Según los autores, esta fase diferenciada coincide con el desarrollo de la expansión del Imperio Romano, lo que sugiere una relación probable entre las condiciones climáticas favorables y el devenir histórico del gran imperio fundado por el emperador Octavio Augusto el 27 a. C. Según las hipótesis de los autores, una transición climática de condiciones húmedas a más áridas podría haber provocado marcado su decadencia posterior.

El R / V Urania participó en la investigación científica en el mar Mediterráneo.

Foraminíferos: signos del pasado en sedimentos marinos

Enmarcado dentro del estudio, los expertos analizaron la relación Mg/Ca de las muestras de foraminíferos, Flobigerinoides ruber, presentes en los sedimentos marinos, un indicador de la temperatura del agua del mar. Estos organismos unicelulares, parte del zooplancton marino, tienen un hábitat específico limitado a las capas superficiales de la columna de agua. "Por lo tanto, el análisis químico de su esqueleto carbonatado nos permite reconstruir la evolución de la temperatura de la masa de agua superficial a lo largo del tiempo", señala Isabel Cacho.

Con los resultados publicados, el estudio proporciona nuevas referencias para nuevos estudios sobre la resiliencia de las poblaciones romanas con respecto a las variaciones climáticas utilizando el análisis de las transformaciones sociales y culturales que tuvieron lugar a lo largo de los siglos.

“Nuestro estudio resalta la relevancia del Imperio Romano para comprender mejor el comportamiento del clima mediterráneo –específicamente, el ciclo hidrológico– en condiciones cálidas en comparación con los de la escena actual del cambio climático. Esta parte de la investigación es esencial para mejorar nuestra capacidad de adaptación a los cambios inminentes”, concluye la profesora Isabel Cacho.

Fuente: Universidad de Barcelona | 17 de julio de 2020

Los arqueólogos hacen caer un mito de 3.000 años: la dinastía de los hicsos no invadió el Antiguo Egipto

Foto: La invasión de Egipto de los hicsos, de Hermann Vogel (pintor e ilustrador alemán, 1854-1921).

Su propio nombre ya daba pie al equívoco. Porque hicsos deriva de la expresión egipcia heqa Jasut (reyes de tierras extranjeras). Ese fue uno de los momentos por el que, durante décadas, se creyó que este grupo invadió Egipto desde Oriente Próximo para convertirse en los faraones de la XVª dinastía, que gobernó desde el año 1638 hasta el 1530 a. C.
Sin embargo, los investigadores de la Universidad de Bournemouth, la Universidad de Burdeos, la Universidad de Durham y la Academia de Ciencias de Austria, acaban de desmontar esta teoría clásica que en los últimos años ya se había empezado a poner en duda. En un estudio publicado en la revista PLOS ONE certifican que esta etnia tenía su origen en el Cercano Oriente, pero descartan que fueran conquistadores.

“Era un pueblo con características no egipcias como se puede ver en los tipos de cerámica, las costumbres funerarias, los adornos, las armas y detalles de su arquitectura domésticos y de culto. Pero esta nueva élite gobernante no llegó directamente de tierras extranjeras como relató Manetón, sino que eran personas que nacieron y se criaron en el Delta”, relata la Dra. Christina Stantis, de la Universidad de Bournemouth (izquierda).

Sus conclusiones se basan en cinco décadas de excavaciones en el yacimiento de Tell el-Dab’a, situado a unos 120 kilómetros al noreste de El Cairo. En 1885 se encontró en esa zona la ciudad de Avaris, capital de los hicsos en el Delta del Nilo Oriental, y varios de sus cementerios. El análisis de los isótopos de estroncio, que se vincula a partes del cuerpo humano como el esmalte de los dientes a través del agua o la comida, de 75 individuos ha permitido observar una “afluencia de personas no locales” durante las dinastías XII y XIII (entre los años 1991 y 1649 a. C.), mientras se construía este importante asentamiento portuario.


Restos humanos analizados en el estudio.

Cuando los hicsos se hicieron con el poder, aún así, los estudios muestran que el número de individuos nacidos en el Delta es mucho mayor que el de los foráneos. “Aunque la nueva clase dominante tuviera sus orígenes en el Próximo Oriente, su ascenso al poder no fue el fruto de una invasión”, señalan los especialistas en su artículo.

Los relatos del sacerdote ptolemaico Manetón fueron, durante siglos, la única fuente de información conocida sobre el ascenso, el gobierno y la caída de los hicsos. Según sus textos, los “extranjeros” se aprovecharon de las debilidades por las que atravesaba Egipto al final del Imperio Medio para hacer prevalecer su armamento. Mientras ellos usaban armaduras, dagas y espadas de bronce, arcos compuestos y caballos y carros de guerra, el ejército regular egipcio apenas contaba con infantería armada con hachas y lanzas. El problema es que Manetón vivió unos 12 siglos después de que esta dinastía se hiciera con el poder.

El carro de dos ruedas, como este encontrado en la tumba de Tutankamón, pudo ser introducido e Egipto por los hicsos (Wikipedia).

Empezar a descifrar los jeroglíficos no aportó mucha más información sobre esta dinastía. El nombre, el orden e incluso el número total de reyes hicsos sigue siendo una información parcial e incompleta. Los faraones, que frecuentemente destruían registros o difundían propaganda sobre sus predecesores, vincularon a los hicsos “con el desorden y el caos, cuyo asesinato ritual era la forma en que los faraones mantenían el orden y legitimaban el poder”, indican los investigadores.
“La evidencia arqueológica -señalan los arqueólogos- tampoco respalda la narrativa de Manetón sobre esta etnia como líder de una fuerza invasora que se extendió desde el noreste para gobernar como la primera dinastía extranjera de Egipto; en cambio, se sugiere que aquellos que se convirtieron en gobernantes hicsos descendían de asiáticos que habían estado viviendo en Egipto por generaciones”.



Las tumbas de Tell el-Dab’a no eran típicamente egipcias. No había ni escarabajos ni otro tipo de amuletos protectores. Además, la mayoría de las sepulturas tenía équidos de algún tipo (habitualmente burros) enterrados a su alrededor, a menudo en pares, como si estuvieran preparados para tirar de un carro.

El análisis químico de los dientes también reveló que 30 de los individuos estudiados eran mujeres. Si los hicsos hubieran aparecido en Egipto como invasores, la primera ola probablemente sería toda masculina, porque eran los encargados de la guerra en las sociedades antiguas. La gran cantidad de féminas “inmigrantes” sugiere que ellas estaban a la vanguardia de la migración de esta etnia desde Oriente Próximo.
Sello con el nombre del faraón hicso Apofis I. Crédito: El Museo Metropolitano de Arte (CC0)

"La química arqueológica, específicamente el análisis isotópico, nos muestra una migración de primera generación durante una época de grandes transformaciones culturales en el antiguo Egipto", dice la Dra. Stantis. Y añade: "En lugar de las viejas teorías escolásticas de una invasión, vemos que más personas, especialmente mujeres, migran a Egipto antes del gobierno de los hicsos, lo que sugiere cambios económicos y culturales que conducen a un gobierno de extranjeros, no a un episodio invansor violento".

Fuentes: lavanguardia.com| abc.es | express.co.uk | sci-news.com | 16 de julio de 2020