Los deberes escolares más antiguos del mundo

Una de las tabletas de un niño egipcio del siglo II d.C. Arriba está el texto escrito por el profesor, y que el estudiante copió sin demasiada fortuna en las de abajo. Biblioteca Británica.

Muchos, pocos, ninguno... Los deberes escolares son objeto de discusión desde hace decenios, es más, desde que los profesores empezaron a prescribirlos. Pero ¿cuándo empezó ese suplicio para los padres (y para los alumnos)? No tenemos pruebas de que los estudiantes se lamentaran de su suerte cada vez que tenían que llevarse las tablas de multiplicar a casa, pero sí de que lo hacían, ya en tiempos tan remotos como el siglo II de nuestra era. Hace justo ahora un año, con ocasión de la gran exposición Writing: making your mark (Escritura: dejando tu huella), la Biblioteca Británica sacó a la luz uno de sus tesoros: los deberes de un niño egipcio de hace casi 2.000 años.

Perfectamente conservados, llama la atención lo mucho que se parecen a los actuales: la copia de un texto y unos ejercicios de multiplicar y de lectura; ya ven, dos mil años no son nada. Si el contenido no ha cambiado tanto, sí lo ha hecho el continente; se trata de dos tabletas de madera del tamaño de un kindle, huecas por el centro y rellenas de cera para escribir en ellas con un punzón metálico y alisadas en el extremo.

En una de ellas encontramos un ejercicio de escritura, que al mismo tiempo es una lección para la vida. En las dos primeras líneas el maestro ha escrito una sentencia en griego: “Acepta el consejo de alguien sabio/ no debes confiar en todos tus amigos”. En las líneas inferiores vemos la sentencia copiada por el alumno, con una letra mucho más torpe, “tal como sucede ahora con los niños de primaria, que copian las frases de sus maestros”, señaló entonces Peter Toth (izquierda), conservador de los manuscritos antiguos y medievales en la Biblioteca Británica.

Desde la conquista de Egipto por Alejandro Magno en el siglo IV a.C., el griego se convirtió en el idioma oficial de la administración del país, de forma que todo aquel que quería hacer carrera en los estamentos oficiales debía aprenderlo correctamente. Y a ello se dedicaba, no muy brillantemente por cierto, nuestro estudiante de la antigüedad: en la primera línea se come una “C” y se sale del margen a la derecha con una “N”; dos líneas más abajo lo intenta otra vez, pero de nuevo se come la “C”. Y en la última línea la escritura se hace muy pequeña y compacta, sin duda tenía mucha por prisa por acabar. Peter Toth explica en un muy interesante vídeo que se puede descargar en la web de la institución londinense (www.bl.uk) que la elección de la sentencia para copiar demuestra que no se trataba únicamente de aprender a escribir, de una forma por cierto “no muy diferente de como lo hacemos ahora”, sino de ejercitar la ética con ejemplos prácticos.


La otra tableta del estudiante egipcio, a la izquierda aparecen unas tablas de multiplicar, a la derecha unas sílabas para practicar la lectura. Las condiciones de sequedad del desierto permitieron la conservación de este cuaderno excepcional. Biblioteca Británica

En la otra tableta, el maestro ha copiado una tabla de multiplicar del 1 X 1 al 3 X 10, sin duda alguna, según Peter Toth, para que el alumno practicara en su casa. A la derecha, nos encontramos con una selección de palabras que empiezan con “Th”, a fin de que el alumno practique la lectura al reconocer estas sílabas. Los dos orificios que vemos en los bordes más largos sirvieron como agujeros para pasar por ellos las cuerdas para unir las tabletas, mientras que los más cortos servirían para atarlas y cerrarlas. Casi casi como un cuaderno actual que un día utilizó un niño de unos ocho años, a tenor del tipo de deberes, de sexo masculino sin duda alguna, ya que las mujeres no recibían formación, y pertenecientes a la clase alta, para podérselo permitir.


Una tablilla mesopotánica del siglo XVI a.C. El profesor escribía en la parte superior o en una cara y el alumno copiaba los caracteres en la inferior o en el reverso de la piedra. Metropolitan Museum, Nueva York

Próximo Oriente
Mucho más pedestres, porque también son mucho más antiguos, son los deberes encontrados en Mesopotamia, en la antigua Babilonia, así como en Israel. Se trata de tabletas -aunque más bien parecen una piedra- utilizadas por ambos lados. La mayor parte iban destinadas a formar a los futuros escribas en las edubas de Mesopotamia, algo así como “casa de las tablillas”. En muchos casos se trataba de casas privadas, y de ahí que numerosas muestras fueran encontradas en estas residencias en diferentes lugares del Próximo Oriente, datadas entre el 2000 y 1600 a.C. Existían cuatro tipos, la que aparece aquí corresponde a la lentils, redondas, de pequeño tamaño (6 a 8 centímetros), con el texto del maestro encima o en una cara y el del estudiante debajo o en el reverso.

Los futuros escribas empezaban su formación de niños, también alguna niña, y debían memorizar textos. Para que se hagan una idea, esta es la experiencia de un estudiante, reconstruida a lo largo de cuarenta años, entre 1909 y 1949, gracias a una serie de 21 tabletas y fragmentos –lo que da idea de su popularidad–encontrados en diferentes lugares, entre ellos Nippur, y datados sobre el 1600 a.C. El joven es regañado por sus maestros por no memorizar las lecciones y enredar en clase. El niño pide entonces a sus padres que inviten al maestro a su casa a vino y comida y le hagan regalos; parece que la estrategia funciona, porque el maestro acaba alabando al alumno... nada nuevo bajo el sol del cohecho (fuente: Samuel Noah Kramer, Schooldays, a sumerian composition relating to the education of a scribe, 1949).

Los consejos de Plinio el Joven
Otro salto en el tiempo nos lleva en la Roma antigua, a Plinio el Joven, en el siglo I d.C. Escritor, científico, orador y senador romano, Plinio pidió a sus alumnos de oratoria que practicaran en casa, creyendo que en un ambiente más informal podrían desarrollar mejor sus habilidades. Los resultados fueron extraordinarios y por eso es considerado por muchos como el padre de los deberes, aunque otros citen al pedagogo italiano Roberto Nevilis, quien en 1905 habría empezado a cargar a sus alumnos con trabajos como forma de castigarlos.

La verdad es que existen muchas discusiones sobre si Nevilis existió realmente, pero los deberes han estado de una u otra forma presentes a lo largo de los siglos incluso en la antigua China. Por cierto, que fue en la antigua China donde se inventaron los exámenes: en el siglo VII a.C. se establecieron unas durísimas pruebas que duraban tres días “en celdas separadas para no copiar; a los candidatos se les proveía con un orinal, escritorio y tinta”, según explicó hace unos años a la BBC la historiadora y escritora Mary Beard (izquierda). Muchos no conseguían pasar la prueba: “Si un candidato moría, envolvían su cuerpo en una estera de paja y lo tiraban por los altos muros que rodeaban el complejo”. Eso sí era estrés.

Fuente: lavanguardia.com | 27 de mayo de 2020

Los restos arqueológicos más antiguos de El Provencio (Cuenca) tienen 830.000 años

Fotografía de Santiago David Domínguez-Solera, ARES arqueología.

Davinia Moreno, geocronóloga del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), colidera un artículo publicado en la revista Quaternary International sobre El Provencio, en el que se realiza el primer estudio exhaustivo de este yacimiento paleolítico de la provincia de Cuenca, situado en la llanura manchega, a orillas del río Záncara.

El análisis geocronológico realizado en el CENIEH aplicando las técnicas de datación por Resonancia Paramagnética Electrónica (ESR) y Luminiscencia Ópticamente Estimulada (OSL) ha proporcionado las primeras dataciones numéricas en esta región. Se han datado los niveles más recientes y más antiguos de la secuencia arqueológica y se han obtenido fechas de 41.000 (OSL) y 830.000 años (ESR).

El rico registro arqueo-paleontológico de El Provencio presenta herramientas líticas elaboradas en sílex y cuarcita catalogadas en los modos tecnológicos 1, 2 y 3 (Olduvayense, Achelense y Musteriense), así como restos óseos de especies características del Pleistoceno como caballos, bisontes y mamuts.

Este estudio sugiere que, en los últimos 800.000 años, los grupos de cazadores-recolectores ocuparon este territorio desarrollando diversas actividades de forma recurrente y continuada lo que deja sin fundamento las teorías de una discontinuidad en el centro de la península ibérica o aquellas que defienden un poblamiento más intenso en la costa que en el interior peninsular.

Proyecto de investigación y divulgación

Los trabajos de investigación de El Provencio se enmarcan dentro un proyecto mucho mayor que comenzó en 2013 y que, actualmente, abarca docenas de localizaciones a lo largo de la provincia de Cuenca. Este proyecto dirigido por Santiago David Domínguez-Solera (izquierda), autor principal de este estudio, a través de la empresa ARES (Arqueología y Patrimonio Cultural) se lleva a cabo en estrecha colaboración con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Diputación de Cuenca y el Ayuntamiento de El Provencio.

Desde sus inicios, este proyecto ha dado una especial importancia a la divulgación científica de los resultados, y se ha puesto en marcha un aula didáctica para escolares y visitantes, y se han realizado reportajes documentales, exposiciones y cursos universitarios (Universidad Internacional Menéndez Pelayo) en el propio municipio de El Provencio.

"Desde hace ya varios años hemos empezado a abrir una ventana hacia el pasado prehistórico, haciéndola coincidir con las tres zonas naturales que concurren en lo que hoy es la provincia de Cuenca, Mancha, Sierra y Alcarria, con sus respectivas particularidades. Esta ventana se asoma a un área hasta ahora poco o nada estudiada y, por lo tanto, desconocida para la Ciencia”, declara Domínguez-Solera.

Fuente: cenieh.es| 22 de mayo de 2020

Descubren el primer arroz cultivado en Asia central

Restos de arroz carbonizado y otros elementos botánicos hallados en el enclave arqueológico de Khalchayan (Uzbequistán). 1-2: Oryza sativa; 3: Hordeum vulgare; 4: Triticum aestvum;5: Pisum sativum; 6: lente culinaris; 7-8: Linum usitatissimum; 9: Lithospermum arvense; 10-12: Setaria italica; 13-15: Chenopodium sp .; 16-18: Polygonum sp .; 19-20: galio aparina; 21-22: Alhagi sparsifolia [Crédito: Chen Guanhan, IVPP]

El arroz siempre ha sido el alimento más importante en Asia y en el resto del mundo. Alrededor de la mitad de la población en la Tierra usa el arroz como su principal fuente alimenticia. Ahora bien, el origen, la propagación, la evolución y la adaptación ecológica del arroz cultivado siguen siendo aspectos importantes que preocupan en la actualidad a los arqueólogos, biólogos y científicos agrícolas mundiales.

En los últimos años los estudios de arqueobotánica y biología molecular han demostrado que el arroz fue originariamente domesticado como arroz japonica (Oryza sativa japonica) en la región baja del río Yangtsé, en China, hace 10.000 años, y posteriormente se extendió a Japón y al sur y sudeste de Asia hace unos 5.000-4.000 años, donde hibridó con el arroz silvestre nativo y, de modo gradual, formó el arroz índica (Oryza sativa indica), convirtiéndose en el cultivo principal del sur de Asia en la actualidad.

Sin embargo, en los últimos años, la investigación sobre el origen y la propagación del arroz se ha centrado principalmente en el este, el sudeste y el sur de Asia. En la actualidad, todavía sabemos muy poco acerca de cuándo y cómo el arroz se propagó por Asia occidental, Europa y África. La región de Asia Central, como nodo importante en la antigua Ruta de la Seda, no puede ser ignorada, ya que es la "encrucijada" de la civilización mundial. Por lo tanto, estudiar el momento y la ubicación de la emergencia del arroz en Asia Central puede ayudarnos a comprender el proceso de difusión de la agricultura del arroz y agrega un elemento importante sobre la globalización temprana de los cultivos.

Recientemente, un grupo de investigación dirigidos por el profesor Li Xiaoqiang (izquierda), del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados, la Academia de Ciencias de China (IVPP, CAS), y otros investigadores de la Facultad del Patrimonio Cultural de la Universidad del Noroeste, China, el Instituto de Arqueología, y la Academia de Ciencias de Uzbekistán, informó sobre sus últimos hallazgos de antiguos restos agrícolas en el enclave arqueológico de Khalchayan, en el sureste de Uzbekistán, los cuales publicaron en Science China Earth Science.
Los investigadores prospectaron 11 sitios en la orilla norte del río Amu Daria, comprendidos entre la Edad del Bronce y el período árabe, y encontraron restos de arroz carbonizado en el mencionado enclave de Kalchayan. Mediante el empleo de métodos arqueobotánicos y cronológicos, y otros registros arqueológicos locales, los investigadores han podido proporcionar nuevas pruebas físicas de la propagación del arroz hacia el oeste de Asia, así como el intercambio comercial entre la civilización oriental y occidental a lo largo de la antigua Ruta de la Seda.

Imágenes satelitales del enclave arqueológico de Khalchayan y restos de superficie dentro del sitio. [Crédito: Chen Guanhan y Zhou Xinying, IVPP]

Los investigadores utilizaron el método de flotación/filtración de residuos arqueológicos para obtener una gran cantidad de materiales botánicos en una capa cultural de la parte suroeste del enclave arqueológico de Kalchayan. Los resultados de la datación obtenidos mediante espectrometría de masas con acelerador (AMS) del C-14 mostraron que la antigüedad de los restos de arroz hallados se situaba entre 1714-1756 años antes del presente (B.P.), por lo que está comprendida dentro del período del Imperio Kushan (siglos I a III d.C).

Además de los restos de arroz, se recuperó también trigo carbonizado, cebada, guisantes, mijo, uvas, lino y otros productos. Estos cultivos tienen su origen tanto en Asia occidental como oriental, lo que ilustra la existencia de un sistema de cultivo de oasis diverso y complejo. Debido a que el arroz requiere más calor y agua que el trigo y el mijo, esto dificultó su cultivo en las regiones áridas durante los primeros tiempos de su desarrollo. No obstante, al combinar el análisis de los restos de arroz carbonizado con los registros de los sistemas de regadío existentes en otros oasis locales agrícolas del Imperio Kushan, los investigadores creen que pudo ser posible el cultivo de arroz en Kalchayan.

Los estudios morfológicos muestran que los restos de arroz carbonizado son arroz japonica, y su morfología es similar a los restos encontrados en otros lugares del sur de China y noroeste de la India en el mismo período de tiempo considerado. Eso indica que la posibilidad de cultivar arroz en Asia Central se extendió desde el sur de Asia.


Comparación de datos morfológicos de arroz antiguo y arroz moderno en China y Asia meridional [Crédito: Chen Guanhan, IVPP]

Al mismo tiempo, cuando apareció el arroz en Asia Central, el Imperio Kushan ya se había establecido en el noroeste de India y conquistado la mayor parte de Asia Central y del Sur. La expansión del Imperio Kushan y los disturbios políticos pudieron haber alimentado aún más la dispersión de los cultivos en el interior de Asia. La aparición del arroz en Asía central también indica el comienzo de una integración gradual cultural de una dieta alimenticia basada en el arroz al lado del sistema de dieta local consistente en el trigo, hasta finalmente conformar su principal fuente de alimento hoy en día, por ejemplo, como masa horneada (pan naan), pilaf o tostado.

Los restos de arroz hallados en el enclave de Khalchayan pueden consderarse las primeras muestras de arroz bien registradas en Asia Central. También son uno de los pocos ejemplos antiguos de arroz cultivado que se encuentran fuera de Asia oriental, meridional y sudoriental. Este descubrimiento tiene un gran valor para comprender mejor el proceso de intercambio de las primeras actividades agrícolas en la ruta al sur del Himalaya, y también proporciona nuevas evidencias para explicar cómo el arroz se extiendió aún más hacia el oeste, hacia a Irán, Europa y África, donde existen actividades de cultivo de arroz en la actualidad.

Fuentes: phys.org |archaeologynewsnetwork.blogspot.com | 21 de mayo de 2020

Importante hallazgo en Cástulo (Jaén) de una cabeza de mármol romana anterior al siglo IV d.C.

La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, ha asistido este lunes, en el Conjunto Arqueológico de Cástulo, en Linares (Jaén), al desenterramiento de una cabeza de mármol localizada en el yacimiento con una datación anterior al siglo IV d.C., y que podría corresponder, según los primeros estudios, a una figura masculina del dios Marte o a la femenina de la diosa Minerva, documentada reiteradas veces en la ciudad romana de Cástulo.

“Volvemos a encontrarnos con un hallazgo que coloca de nuevo a Cástulo y a la provincia de Jaén en la primera línea de la Arqueología y de la Historia. Estamos ante una escultura que fue enterrada a posta para mantener su dignidad y simbolismo en el Cástulo de hace 1600 años”, ha señalado la consejera, acompañada en su visita por la secretaria general de Patrimonio Cultural, Macarena O’Neill.


En este sentido, Del Pozo ha indicado que "el hallazgo nos permitirá conocer mucho más la historia del conjunto arqueológico y una zona que, por su morfología, no había sido tan estudiada hasta el pasado verano”. Así, ha explicado que "los trabajos continuarán y se ampliarán en los próximos meses, dotando a Cástulo de los recursos necesarios para situar el yacimiento al nivel de su importancia histórica para Linares y para toda la provincia de Jaén”.


Asimismo, la titular de Cultura ha recordado que en la actualidad hay consignados 600.000 euros de la ITI de Jaén para el conjunto “pero estamos trabajando en aumentar la inversión con la reprogramación de fondos en las mesas de negociación y alcanzar los 4 millones de euros”.
La cabeza de la estatua será trasladada al Museo Arqueológico de Linares donde los técnicos procederán a su estudio en profundidad, ha explicado la consejera, que ha insistido en la apuesta del Gobierno andaluz por impulsar este conjunto arqueológico. En este sentido, ha detallado que se está trabajando en una superficie de 50 hectáreas y que seguirá avanzando porque para Cultura “es una prioridad seguir trabajando en Cástulo”.



El hallazgo se produjo hace unos días por debajo del nivel del pavimento de una calle principal de Cástulo, que conectaba la Puerta Norte (o Argentaria) con el centro urbano en época romana. En concreto, las excavaciones de pasado verano recuperaron un tramo de esa calle hasta llegar a su pavimento, aquel que discurre ante la fachada de un pórtico monumental presidido por un posible templo, que se construyó en la primera imperial (en tiempos del emperador Augusto, hacia el cambio de era), y estuvo en uso un largo período de tiempo, al menos hasta el siglo IV d.C., cuando fue desmantelada la mayor de edificio.


La cabeza ahora encontrada, como otros fragmentos anteriores que fueron hallados en el transcurso de las excavaciones, formaría parte del programa decorativo de este edificio imperial. De hecho, en el patio central de pórtico se han conservado diez basamentos que en su día sostendrían otras tantas esculturas, tanto ecuestres en un lado, como «pedestres» en el otro.


Las últimas lluvias, así como la ausencia de una de las losas del pavimento de esa calle recuperada, arrastraron una mínima capa de tierra que ocultaba esta cabeza. Según los técnicos, esta cabeza fue intencionadamente enterrada y, aunque presenta daños en la cara, que apuntan a una expresa destrucción, se encuentra en buen estado para su estudio. En cuanto a la identificación, podría tratarse de una mujer con gorro o casco, que tal vez corresponda a la diosa Minerva o de la figura masculina del dios Marte.

Fuentes: horajaen.com | veolinares.com | 25 de mayo de 2020

Cambios climáticos y medioambientales influyeron en el origen del género 'Homo'

a , b son cúbitos proximales izquierdo y derecho (MLP-786 y MLP-1617, respectivamente de dos localidades diferentes, por lo tanto, no del mismo individuo); c  = fragmento de calvario (MLP-1469); d  = una corona completa del segundo molar superior (MLP-1549). Todos ellos descubiertos dentro del Proyecto Mille-Logya (MLP) en la región de Afar (Etiopía).

El Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), ha participado en un estudio liderado por Zeresenay Alemseged, de la Universidad de Chicago, que se acaba de publicar en la revista Nature Communications, en el que se establece que el resultado de los análisis geológicos y paleontológicos de Mille-Logya, un nuevo yacimiento situado en la emblemática región de Afar (Etiopía), refuerza la relación entre el origen del género Homo y los cambios climáticos y medioambientales que tuvieron lugar en África hace entre 2,5 y 3 millones de años.

El panel a muestra la ubicación del Proyecto Mille-Logya (MLP) dentro de Etiopía; b la localización de MLP en relación con otros sitios principales de homínidos del Plio-Pleistoceno en el triángulo de Afar; c la distribución de fósiles individuales y las tres zonas principales de recolección (Gafura, Seraitu y Uraitele).

En este nuevo yacimiento se han hallado cuatro restos de hominínos (dos fragmentos cubitales, uno craneal y un segundo molar superior) junto con una gran muestra de restos de fauna, que incluyen hipopótamos, bóvidos, jirafas, cocodrilos, hienas y caballos procedentes de tres áreas diferentes, Gafura, Seraitu y Uraitele, con una antigüedad de entre 2,4 y 2,9 millones de años.

“Mille-Logya representa una oportunidad única para estudiar fósiles con un rango de edad rara vez presente en la región de Afar”, afirma el geocronólogo del CENIEH, Mark Sier (izquierda), quien ha llevado a cabo la datación de este yacimiento mediante paleomagnetismo.
La comparación de la fauna de estas tres zonas de Mille-Logya, así como de la encontrada en las localidades cercanas de Hadar y Dikika, donde se halló la especie de Australopithecus afarensis, indica un cambio ambiental y de fauna en esta región de África durante este periodo.

“Las reconstrucciones paleoambientales y faunísticas apuntan a que los primeros miembros de la familia 'Homo' estaban asociados a entornos más abiertos que el de la especie de Lucy, señala Sier.


Los cambios faunísticos producidos en Mille-Logya pueden estar vinculados a factores medioambientales y climáticos que podrían haber provocado la aparición del género Homo a partir del Australopithecus, o la migración de aquel como parte de una fauna adaptada a hábitats más abiertos.

Fuente: cenieh.es | 20 de mayo de 2020

La dentición permite estimar el sexo de los individuos más jóvenes de Sima de los Huesos

La revista Journal of Human Evolution publica un estudio sobre dimorfismo sexual liderado por Cecilia García Campos, investigadora del Grupo de Antropología Dental del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), en el que, gracias al análisis de 32 piezas dentales mediante microtomografía computarizada, se ha podido abordar con éxito el desafío de estimar el sexo de al menos 15 individuos de la población del yacimiento de Sima de los Huesos en la Sierra de Atapuerca (Burgos).

La extraordinaria colección fósil recuperada en este yacimiento del Pleistoceno Medio ofrece una oportunidad única para la realización de estudios demográficos sobre las poblaciones que habitaron en Europa durante este periodo. Sin embargo, la mayor parte de los individuos de la población de Sima de los Huesos son sub-adultos o adultos jóvenes que no han finalizado su desarrollo, por lo que no presentan rasgos sexuales secundarios claros en su esqueleto que ayuden a determinar su sexo.
Por el contrario, estos rasgos sí que pueden apreciarse en su dentición, tal y como explica la autora principal de este trabajo: “los dientes se forman pronto, permitiendo sugerir una asignación sexual incluso en aquellos individuos que no han superado la adolescencia, por lo que la antropología dental resulta una herramienta muy útil cuando se pretende estudiar poblaciones del pasado con estructuras demográficas similares a la de Sima de los Huesos”, dice Cecilia García Campos (izquierda).

Histología dental

Gracias al estudio de la dentición de poblaciones actuales, el Grupo de Antropología Dental del CENIEH fue capaz de identificar en 2018 un patrón histológico característico para diferenciar los caninos pertenecientes a individuos masculinos de los caninos de individuos femeninos que presentaba una eficacia del 92,3%.

La aplicación de dicho patrón en Sima de los Huesos ha permitido no solo ratificar las estimaciones sexuales propuestas en estudios previos, sino además sugerir una asignación sexual para los individuos más jóvenes de la muestra, lo que no había sido posible en trabajos anteriores. Todo ello, por tanto, ha puesto de manifiesto la utilidad de la histología dental para la evaluación del dimorfismo sexual y la estimación del sexo de las poblaciones humanas modernas y del pasado.
“En concreto, esta herramienta resulta especialmente útil en contextos paleoantropológicos, en los cuales el resto de estructuras óseas suelen aparecer fragmentadas, o están ausentes, y sobre todo en aquellos en los que su estructura demográfica presente una mayor representación de individuos sub-adultos”, señala Cecilia García Campos.

Fuente: cenieh.es | 19 de mayo de 2020