Excavación en 1976 del yacimiento Ust'-Kyakhta-3 ubicado en la margen derecha del río Selenga, en las cercanías del pueblo de Ust-Kyakhta, en la región de Kyakhtinski de la República de Buriatia (Rusia). Crédito: AP Okladnikov.
Genomas recién secuenciados de cazadores-recolectores prehistóricos en la región del lago Baikal revelan conexiones con los primeros americanos y a través de Eurasia.
Mediante el empleo de la genética, la genómica de los antiguos patógenos y el análisis de isótopos, un equipo de investigadores evaluó la historia de la población de la región del lago Baikal, y ha encontrado la conexión más profunda hasta la fecha entre los pueblos de Siberia y las Américas. El estudio, publicado en la revista Cell, demuestra también la movilidad humana, y, por tanto, la conectividad poblacional a través de Eurasia durante la temprana Edad del Bronce.
Los humanos modernos han vivido cerca del lago Baikal desde el Paleolítico Superior, y han dejado atrás un rico registro arqueológico. Los genomas antiguos de la región han revelado múltiples cambios genéticos y eventos de mezcla, lo que indica que la transición del Neolítico a la Edad del Bronce se vio facilitada por la movilidad humana y las complejas interacciones culturales. Sin embargo, la naturaleza y el momento de esas interacciones siguen siendo en gran medida desconocidos.
Vista reciente sobre el río Selenga cerca del yacimiento arqueológico Ust-Kyakhta-3. Crédito: G. Pavlenok.
El nuevo estudio informa de los hallazgos realizados en 19 genomas humanos antiguos recién secuenciados de la región del lago Baikal, incluido uno de los más antiguos analizados en esa región. Dirigido por el Departamento de Arqueogenética del Instituto Max Planck de Ciencias de la Historia Humana, el estudio ilumina la historia de la población de la región, revelando profundas conexiones con los primeros pueblos de América, las cuales se remontan al período del Paleolítico Superior, así como la conectividad a través de Eurasia durante la temprana Edad del Bronce.
"Este estudio revela el vínculo más profundo entre los siberianos del Paleolítico Superior y los primeros americanos", dice la Dra. He Yu (izquierda), participante en el estudio llevado a cabo. "Creemos que esto podría arrojar luz sobre futuros estudios sobre la historia de la población nativa americana".
Estudios anteriores han indicado una conexión entre las poblaciones siberiana y americana, pero un individuo de hace 14.000 años analizado en este estudio es el más antiguo en llevar la ascendencia mixta presente en los nativos americanos. Mediante el análisis de un diente extremadamente fragmentado, excavado en 1962 en el yacimiento de Ust-Kyahta-3, los investigadores generaron un genoma mediante secuenciación de escopeta que fue posible gracias a las técnicas más avanzadas de la biología molecular.
Diente fragmentado del individuo UKY001, excavado en el yacimiento Ust-Kyakhta-3, data del Paleolítico Superior, alrededor de 14.000 años. Crédito: G. Pavlenok (Publicado en Pavlenok, GD y Zubova, AV (2019). 'Nuevos hallazgos dentales asociados con la cultura paleolítica Selenga, Región Trans-Baikal occidental'. Archaeol. Ethnol. Anthropol. Eurasia 47) Este individuo del sur de Siberia, junto con otro más joven del Mesolítico, del noreste de Siberia, comparten la misma mezcla genética de ancestros de la antigua Eurasia del Norte y del noreste de Asia que se encuentra en los nativos americanos, y sugiere que la ascendencia que más tarde dio lugar a los nativos americanos en América del Norte y del Sur estaba mucho más ampliamente distribuida de lo que se suponía. La evidencia sugiere que esta población experimentó frecuentes contactos genéticos con las poblaciones del noreste de Asia, lo que dio lugar a proporciones de mezcla variables a lo largo del tiempo y el espacio.
"El genoma del Paleolítico Superior proporcionará un legado para el estudio de la historia genética humana en el futuro", dice Cosimo Posth(derecha), autor principal del documento. Se necesitan más pruebas genéticas de los grupos del Paleolítico Superior de Siberia para determinar cuándo y dónde se reunió el acervo genético ancestral de los nativos americanos.
Una red de conexiones prehistóricas
Además de esta conexión transcontinental, el estudio presenta la conectividad existente dentro de Eurasia evidenciada tanto en genomas humanos como en distintos patógenos, así como en el análisis de isótopos estables. Al combinar estas líneas de evidencia, los investigadores fueron capaces de producir una descripción detallada de la historia de la población en la región del lago Baikal.
La presencia de ancestros relacionados con las estepas de Europa oriental es una prueba del contacto entre las poblaciones de la estepa de Siberia meridional y de Eurasia occidental en el preámbulo de la temprana Edad del Bronce, una época caracterizada por una creciente complejidad social y tecnológica. La sorprendente presencia de la bacteria Yersinia pestis, el patógeno causante de la peste, sugiere una movilidad de contactos de largo alcance.
Aunque se ha postulado que la propagación de la bacteria Yersinia pestis fue facilitada por las migraciones desde las estepas del sur de Asia, los dos individuos aquí identificados con el patógeno eran genéticamente del noreste de Asia. El análisis de isótopos de uno de los individuos infectados reveló una señal no local, lo que sugiere unos orígenes fuera de la región donde se le descubrió. Además, las cepas de Yersinia pestis que portaba la pareja están más estrechamente relacionadas con una cepa contemporánea identificada en un individuo de la región báltica del noreste de Europa, lo que respalda aún más la alta movilidad de los patógenos durante la Edad del Bronce y probablemente también de las personas.
"Esta aparición más oriental de las cepas antiguas de 'Yersinia pestis' sugiere una movilidad de largo alcance durante la Edad del Bronce", dice Maria Spyrou, una de las coautoras del estudio. "En el futuro, con la generación de datos adicionales, esperamos delinear los patrones de propagación de la peste con más detalle". concluye Johannes Krause (izquierda), autor principal del estudio.
Debajo de los restos de un viejo edificio bizantino, a pocos metros del Muro de las Lamentaciones, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, ha sido descubierto un pequeño complejo subterráneode unos dos milenios de antigüedad, reveló el martes la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI).
La estructura, excavada en la dura piedra que compone la base geológica de la Ciudad Santa, es un elemento particular que los arqueólogos hallaron hace solo seis semanas, mientras proseguían con las excavaciones entre los recovecos inferiores de esta zona repleta de ruinas arqueológicas y marcada por una rica historia milenaria.
El sistema subterráneo -de dimensiones más bien reducidas- yace bajo un pavimento de mosaico construido siglos después por los bizantinos, que alzaron encima suyo “un monumental inmueble” de muros amplios aún visibles que pudo tener funciones “religiosas o civiles”, explica a Efe Michael Chernin, arqueólogo de la AAI.
Sin embargo, los investigadores ven más relevante el complejo que quedó sepultado en su interior. “Al levantar el suelo de mosaico nos encontramos con esta gran sorpresa”, indica el director de la excavación, Barak Monnickendam-Givon(izquierda).
Destaca que el hallazgo es “único”, porque no se habían encontrado estructuras de este tipo en las cercanías del Muro de las Lamentaciones, el lugar de culto más sagrado para el judaísmo. “Tiene tres compartimentos perforados en la roca junto con huecos, espacios para estanterías y escaleras”,lo que indica que pudo servir como despensa o almacén. Aun así, no descarta que fuera una residencia habitada.
Fue utilizado en el período romano temprano por residentes de la urbe, en los años anteriores a la destrucción del Segundo Templo judío y de toda Jerusalén, en el 70 d.C. y que marcó un antes y después para la urbe, de acuerdo con las crónicas del historiador romano Flavio Josefo (siglo I).
Las oscuras estancias de la estructura -repartida en tres niveles conectados, y a la que se entra por un acceso de poca altura- siguen en proceso de excavación y la tierra aún cubre gran parte de su compartimiento más inferior. Entre las ruinas hallaron varios restos de cerámicas como lámparas de aceite.
En opinión de Monnickendam-Givon, "su construcción debió de suponer una gran inversión, tanto por el trabajo que implica perforar la roca como por el lugar donde se encuentra, pues estaba en una ubicación realmente privilegiada hace dos mil años, justo en lo que era el centro neurálgico de la antigua Jerusalén". “La pregunta es ¿por qué se invirtieron tantos recursos y esfuerzos en excavar habitaciones bajo sólidas capas de roca?”, se cuestiona el experto, que espera obtener respuestas a medida que avance en el estudio del yacimiento, que a largo plazo se quiere hacer accesible al público.
El descubrimiento otorga a su vez información adicional sobre la vida diaria en la antigüedad de los residentes de la ciudad.
"También se encontraronvasijas de arcilla para cocinar, una taza de piedra exclusiva de los sitios judíos del Segundo Templo o un fragmento de qalal, una gran cuenca de piedra usada para contener el agua, que se cree que está vinculada a las prácticas judías de rituales de pureza”, destaca la AAI.
Las excavaciones actuales están ubicadas debajo de la entrada a los túneles del Muro de las Lamentaciones, en lo que hoy es el territorio ocupado de Jerusalén Este, y según Monnickendam-Givon "revelan a la antigua Jerusalén en toda su gloria: sus gentes, religiones y diversidad de grupos que la habitaron, trabajaron, construyeron y glorificaron durante generaciones”.
Fuentes: elsalvador.com | canarias7.com | smithsonianmag.com | 20 de mayo de 2020
Reconstrucción de la Casa de Ariadna, donde se encuentra la perfumería, en Pompeya (Universidad de Granada).
Un equipo de arqueólogos de la Universidad de Granada, el Instituto Valenciano de Restauración y el Servicio de Investigaciones Arqueológicas Municipal de Valencia, que lleva actuando más de una década en Pompeya (sur de Italia), ha dado a conocer una de las perfumerías mejor conservadas de la época romana, que han hallado y analizado.
Los resultados de este estudio han sido publicados en un volumen dedicado al artesanado en la Antigüedad por la editorial Archaeopress Archaeology (2020), y son fruto de varios proyectos de investigación en los que, además de abordarse la historia de esta casa, también se ha valorado el artesanado perfumero en la via degli Augustali.
Se trata de una oficina de producción de perfumes ubicada en la Casa de Ariadna, una imponente domus (vivienda de las familias de un cierto nivel económico) que se localiza en el corazón neurálgico de esta ciudad campana, que tuvo una amplia vida desde el II a.C. hasta la erupción del Vesubio (año 79 d.C.).
Específicamente, este complejo productivo se ubicaba en uno de los flancos de la entrada sur de la domus. Esta tienda/laboratorio, inicialmente, tuvo contacto con el espacio habitacional, pero, en un segundo momento, se independizó permitiendo únicamente su acceso desde un vial comercial denominado la Via degli Augustali frente al gran mercado de la ciudad (macellum).
Fresco pompeyano de la Casa de los Vetti donde se refleja las partes del proceso de producción de perfumes. Una organización gremial
Aunque esta instalación estuvo activa desde inicios del I d.C. hasta, aproximadamente, la mitad del I d.C. (cuando se produjeron varios hitos sísmicos), hay constancia de que esta manufactura se desarrolló en la zona desde, al menos, el II a.C. Esta cristalización del espacio ha permitido definir una organización gremial que se perpetuó en el tiempo.
“Además de una ingente cantidad de frascos y ungüentarios cerámicos y vítreos, que dan buena prueba de la venta al público de perfumes y ungüentos que se llevaba a cabo en esta tienda, también hemos podido analizar toda la cadena productiva y arrojar luz sobre cómo se producían estas esencias, con nuevos datos desconocidos hasta la fecha”, explica Macarena Bustamante-Álvarez (izquierda), investigadora del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR y una de las autoras de este trabajo.
El primer paso para la elaboración de los perfumes romanos consistía en el prensado de aceitunas y flores, para obtener la base aceitosa del producto, así como las esencias florales. Para ello, los arqueólogos han localizado en la perfumería estudiada restos de una prensa que permitiría extraer los jugos de las aceitunas y las flores, mayoritariamente rosas de la Campania, caracterizadas en las fuentes clásicas como “más perfumadas que el resto”.
Prensa para elaborar perfumes localizada en el peristilo de la Casa de Ariadna.
Ambos productos resultantes se terminaban mezclando en unas piletas con revestimiento hidráulico, usando además como aglutinante algunas gelatinas de origen animal concentradas en algunas partes concretas del animal, principalmente cabezas y miembros inferiores de suidos (cerdos, jabalíes, etc)
Una vez maceradas, estas esencias podían ser 'embotelladas' y estaban listas así para su adquisición en la perfumería. “En nuestro estudio planteamos además, que en esas instalaciones se prepararan ungüentos cosméticos usando grasas similares a la actual lanolina (una pasta generada por las glándulas sebáceas animales, fundamentalmente ovicápridos), un hecho que se deduce de la cercana ubicación de una 'oficina lanificaria', esto es, un lugar donde se lavaba y trabajaba la lana. En esos primeros lavados de la lana aún sucia se extraía esta grasa, que servía de base para algunos preparados cosméticos”, explica Macarena Bustamante-Álvarez.
Prensa en la oficina lanificaria hallada en la Casa de Ariadna.
En relación a cuál era la función de los perfumes en la Antigüedad, los investigadores afirman que, además de las posibles prácticas cosméticas e higiénicas similares a la actualidad, los perfumes podían tener funciones votivas, “por ejemplo, en los ritos funerarios cuando el cuerpo era ungido para que recobrase el decoro perdido y se acercase a la divinidad”.
En otras ocasiones, los perfumes romanos eran usados como simples regalos que algún particular hacía con el fin de buscar el favor de sus conciudadanos, caso de las sparsiones (rociados) que se hacían en los espectáculos públicos; o bien para alimentar los depósitos de las lucernae (lámparas) para que su prendido fuera acompañado de olor.
Ungüentarios de vidrio localizados en la perfumería. Referencia bibliográfica:
Macarena Bustamante-Álvarez y Albert Ribera i Lacomba (2020), “Production Moments and Areas in a Big House in Pompeii: The House of Ariadne fromthe 2nd Century BC to AD 79.”, A. K. Hodgkinson y C. Lelek (ed.) Approaches to theAnalysis of Production Activity at Archaeological Sites, Archaeopress Archaeology, Oxford, pp. 25-38.
Un equipo de arqueólogos ha descubierto en Mongolia los restos de dos mujeres cuyos esqueletos indican que en vida fueron amazonas y arqueras consumadas. Según las bioarqueólogas Christine Lee y Yahaira González, de la Universidad Estatal de California, en los Ángeles, que han estudiado los restos, ambas mujeres vivieron durante el período Xianbei (147-552 d.C.), una época de fragmentación política y constantes conflictos que inspiraría una conocida pieza literaria: La balada de Mulán.
LA LEYENDA DE MULÁN
Según las investigadoras, posiblemente estas mujeres eran tan "atléticas" porque en su época "era necesario que las mujeres tuvieran este tipo de habilidades para ayudar a los hombres en las tareas de defensa del territorio". Christine Lee (izquierda) comenta que muchos historiadores sitúan al personaje de Mulan precisamente en el período Xiambei y, el descubrimiento de los restos de estas mujeres "refuerza lo que se sabe sobre el personaje histórico de Mulán", añade.
En el famoso poema (que no tiene nada que ver con la historia de Disney), la joven Mulán, disfrazada de hombre, se une al ejército donde sirve su anciano padre para luchar en su lugar. Curiosamente, la balada cuenta que Mulán luchaba para el kan, un título que ostentaban los gobernantes mongoles del período Xianbei. Sin embargo, fueron autores chinos los primeros en transcribir la balada, lo que ha hecho que ésta tradicionalmente sea vista como una historia china, según Lee.
TUMBAS DE LA ÉLITE
Christine Lee ha trabajado en China y Mongolia durante los últimos 16 años. Ha descubierto los restos de estas dos mujeres guerreras durante una excavación en el yacimiento de Airagiin Gozgor, en la provincia norteña de Orkhon, en Mongolia. Una de las mujeres tenía más de 50 años y la otra tenía unos 20. Es posible que fueran hábiles amazonas y arqueras porque estas habilidades fueron necesarias durante el período de inestabilidad política que siguió al colapso de la dinastía Han en China en el año 220 d.C. Pero a pesar de lo que sus restos indican, ninguna de las dos presentaba signos de heridas de guerra. Esto podría deberse a que ambas pertenecieron a la élite, y las personas de clase elevada tal vez no luchaban en primera línea de combate.
Durante los últimos cuatro años, Lee y sus colegas han analizado en Airagiin Gozgor los restos humanos de 29 tumbas de la élite (16 hombres, 10 mujeres y 3 individuos de los que se desconoce el sexo), que presentaban señales inequívocas de haber montado a caballo toda su vida y de haber practicado recurrentemente el tiro con arco.
En particular, la bioarqueóloga estudió las marcas dejadas por los músculos en los huesos de estas personas y observó señales de un gran gasto muscular, como por ejemplo el que requiere el tiro con arco. Los marcadores de movimientos repetitivos en el pulgar también son frecuentes en los arqueros, y los arqueólogos descubrieron asimismo indicios de problemas en la columna vertebral, algo muy común en los jinetes.
Los mongoles tenían por costumbre usar la misma vestimenta tanto hombres como mujeres, lo cual hacia difícil diferenciarlos. A partir de los tres años, a los niños mongoles se los ataba frecuentemente a sus caballos para enseñarles a montar.
¿HUBO CIERTA IGUALDAD DE GÉNERO?
Mientras que muchos de los hombres y adolescentes presentaban numerosos signos de haber montado durante años a caballo y haber lanzado con arco, las mujeres en general tenían marcas que indicaban que hicieron una cosa o la otra. Pero en el caso de esta dos mujeres guerreras, las dos presentaban signos de haber practicado ambas actividades.
Según Lee,"probablemente eran bastante rudas. Hacían lo mismo que los hombres. Podemos deducir de esto que existía en su sociedad cierta igualdad de género",postula la investigadora. Aunque cualquier forma de igualdad de género fue en realidad momentánea en ese período en Asia. "En la vecina China, en esa misma época, las mujeres estaban recluidas. La mujer ideal era indefensa y dócil, mientras que estas mujeres norteñas eran todo lo contrario", concluye Lee.
Hua Mulan, como se muestra en el álbum 'Gathering Gems of Beauty' (Wikimedia Commons). La Balada de Fa Mu Lan se compuso en el siglo VI, durante la mayor parte del cual gobernó China la dinastía Tang. La colección de cantos a la que pertenecía originalmente se ha perdido, pero se conserva una versión posterior, incluida en una antología de poemas líricos y baladas compilada por Guo Maoqian. Debido a esto, se desconoce si la balada tiene o no base histórica. "La cultura mongol no disponía de un idioma escrito antes de Gengis Kan (1162 a 1227), pero otras culturas, incluida la china, la coreana y la persa, sí escribieron sobre los mongoles. En el año 900 d.C., las mujeres de Mongolia disfrutaban de libertades que no se encuentran en las culturas contemporáneas; los mongoles tenían reinas que dirigían ejércitos y recibían emisarios del Papa", continúa la investigadora. Además, las mujeres podían heredar propiedades y decidir con quién querían casarse. "Si ya eran tan independientes en el año 900, creo que debemos mirar hacia atrás, al menos unos cientos de años, porque eso tiene que venir de alguna parte", apostilla. Asimismo, la bioarqueóloga señala que los chinos criticaron con dureza a las mujeres mongolas, "porque decían que [las mujeres que tienen poder] son algo malo, y eso es terrible, pues estas mujeres disfrutan de demasiada libertad, son licenciosas y unas malas esposas. En esencia, los chinos despreciaban a cualquiera que viviera al norte de la Gran Muralla", concluye Lee.
Estaba previsto que esta investigación se hubiera presentado en la conferencia anual de la Asociación Americana de Antropología Médica, que debía tener lugar a mediados de abril pero fue cancelada a causa de la pandemia de Covid-19.
Simulaciones realizadas mediante un ordenador sobre la densidad poblacional de los neandertales (izquierda) y el 'Homo sapiens' (derecha) hace 43.000 años (arriba) y 38.000 años (abajo). Los círculos anaranjados indican sitios arqueológicos de neandertales y los verdes de 'Homo sapiens' durante intervalos de 5.000 años centrados alrededor de espacio temporal considerado. Crédito: Instituto de Ciencias Básicas.
Científicos del clima del Centro de Física del Clima del IBS (Instituto de Ciencia Básicas, Corea del Sur) han descubierto que, al contrario de lo que se creía anteriormente, la extinción de los neandertales no fue causada por cambios bruscos del clima glacial ni tampoco por haber hibridado con el Homo sapiens. Según las nuevas simulaciones realizadas con un ordenador, solo la competencia entre los neandertales y el Homo sapiens puede explicar la rápida desaparición de los primeros hace entre 43.000 y 38.000 años.
Los neandertales vivieron en Eurasia durante al menos unos 300.000 años, pero hace entre 43.000 y 38.000 años desaparecieron rápidamente de la faz de la Tierra, dejando solo débiles huellas genéticas entre las poblaciones actuales de Homo sapiens. Está bien establecido que su extinción coincidió con un período de condiciones climáticas que fluctuaban rápidamente, así como con la llegada del Homo sapiens a Europa. Sin embargo, determinar cuál de estos factores fue la causa dominante es uno de los mayores desafíos de la antropología evolutiva.
Para cuantificar qué procesos desempeñaron un papel importante en el colapso de las poblaciones neandertales es necesario utilizar modelos matemáticos que puedan simular de manera realista las migraciones de los neandertales y el Homo sapiens, sus interacciones, la competencia y la hibridación entre ellos en un entorno climático cambiante. Tales modelos no existían anteriormente.
En un nuevo artículo publicado en la revista Quaternary Science Reviews, el director del Centro de Física del Clima del IBS, en la Universidad Nacional de Pusan, el profesor Axel Timmermann (izquierda), presenta la primera simulación realista de un modelo informático sobre la extinción de neandertales en Eurasia. El modelo, que se compone de varios miles de líneas de códigos computacionales y se ejecuta en un super ordenador Aleph del IBS, resuelve una serie de ecuaciones matemáticas que describen cómo los neandertales y el Homo sapiens se movían en un paisaje glacial variable en el tiempo, y bajo unas condiciones oscilantes de temperatura, lluvia y vegetación. En el modelo, ambos grupos de homínidos compiten por los mismos recursos alimenticios y una pequeña fracción pueden hibridar entre ellos. Los parámetros clave del modelo se han obtenido de simulaciones realistas sobre el clima y de datos genéticos y demográficos.
"Esta es la primera vez que hemos podido cuantificar los factores que influyeron en la extinción de los neandertales", dice Timmermann. "En el modelo del ordenador, puedo activar y desactivar diferentes procesos, tales como un cambio climático abrupto, la hibridación y la competencia", afirma.
Propagación del frente de hibridación entre neandertales y Homo sapiens: instantáneas para diferentes períodos de tasas de hibridación (individuos / km2 / año).
Al comparar los resultados con los datos paleoantropológicos, genéticos y arqueológicos existentes, Timmermann demuestra que una extinción efectiva en el modelo del ordenador solo era posible si el Homo sapiens tenía ventajas significativas sobre los neandertales en términos de explotación de los recursos alimenticios existentes. Aunque el modelo no especifica los detalles, las posibles razones de la superioridad del Homo sapiens podría asociarse con mejores técnicas de caza, una mayor resistencia a los patógenos y una mayor tasa de fecundidad.
Lo que causó exactamente la rápida desaparición de los neandertales ha permanecido como una incógnita durante mucho tiempo. Este nuevo enfoque modelado por un ordenador identifica la exclusión competitiva como la razón probable de la desaparición de los mismos.
Efecto de los ciclos climáticos Dansgaard-Oeschger en la extinción de los neandertales: a. tiempo en miles de años cuando la densidad de neandertal cae por debajo de un valor mínimo de 0,0001 individuos / km2 en la simulación del ordenador; b. diferencia entre la simulación del ordenador y la simulación con los mismos parámetros demográficos, pero sin los eventos de Dansgaard-Oeschger. "Los neandertales vivieron en Eurasia durante los últimos 300.000 años y experimentaron y se adaptaron a cambios climáticos abruptos, los cuales fueron aún más dramáticos que los que ocurrieron durante el periodo de su desaparición. No es una coincidencia que los neandertales comenzaran a extinguirse justo en el momento que el 'Homo sapiens' comenzó a extenderse por Europa", dice Timmermann. Y Agrega: "Estas simulaciones realizadas por ordenador muestran claramente que este evento fue la primera gran extinción causada por nuestra propia especie".
El equipo de investigación del Centro de Física del Clima del IBS esta ahora mejorando el modelo computacional para incluir también la megafauna e implementar forzamientos climáticos más realistas. "Este es un nuevo campo de investigación en el que los científicos del clima pueden interactuar con matemáticos, genetistas, arqueólogos y antropólogos", concluye Axel Timmermann.
Característícas de las manos óseas del 'Australopithecus sediba'.
Un equipo internacional de científicos ha determinado que hace dos millones de años, los humanos arcaicos utilizaban las manos no solo para moverse entre los árboles, sino también para manipular objetos y herramientas, una capacidad desconocida en homínidos tan antiguos.
En el estudio, que ha sido liderado por antropólogos de la Universidad de Kent (Reino Unido), han participado Antonio Rosas, paleontólogo del Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC, y científicos del Instituto Max Planck de Alemania, de la Universidad de Pennsylvania (Estados Unidos) y de centros de investigación de Sudáfrica, Francia y Austria. El trabajo, que se publica hoy en Nature Ecology and Evolution, es importante porque define el uso de las manos de los humanos primitivos.
El empleo de las manos es uno de los aspectos que definen la evolución de nuestra especie y que transcurre desde nuestros primeros antepasados, que utilizaban sus manos para moverse en los árboles (como los primates actuales), hasta los humanos modernos, capaces de realizar agarres de precisión. "El uso de las manos con precisión es uno de los motores fundamentales de la evolución humana", explica el coautor del estudio Antonio Rosas (izquierda) en declaraciones a EFE. "Durante millones de años, con las manos hemos manipulado el medio que nos rodea y eso ha estimulado a organizar circuitos neuronales cada vez más precisos pero esto no siempre ha sido así. Los humanos venimos de un pasado arborícola donde nuestros ancestros usaban las manos para sujetarse en las ramas. Saber cómo ha sido el proceso de cambio desde el uso de las manos en la locomoción a su uso exclusivo en la manipulación de objetos es fundamental", explica. El estudio, dirigido por el doctor Christopher Dunmore (derecha), de la Escuela de Antropología y Conservación de la Universidad de Kent revela que hace dos millones de años, el Australopitecus sediba utilizaba las manos para manipular objetos y para escalar.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron y compararon fósiles de las estructuras óseas internas de los nudillos y los pulgares de las manos de varias especies de homínidos de Sudáfrica, África oriental y Europa.
Así, compararon fósiles del Australopitecus sediba (de 1,9 millones de años) con una amplia muestra de homínidos:Australopithecus africanus (2,9 millones de años), Australopithecus afarensis (más de 3 millones de años), Homo neanderthalensis (entre 122.000 y 40.000 años de antigüedad) y Homo sapiens (entre 23.000 y 12.000 años). A su vez, todos estos fósiles fueron comparados con muestras de simios actuales (chimpancés, gorilas y orangutanes).
El 'Australopithecus sediba' tiene un pulgar relativamente largo. Su mano sugiere que pudo haber tenido la capacidad de fabricar y usar herramientas complejas. (Imagen: Universität Zürich, Peter Schmid) El estudio utilizó una metodología "muy novedosa" que consiste en analizar "la estructura íntima de la trabécula ósea, lo que permite caracterizar las fuerzas que han actuado sobre ella. A partir de ahí, por comparación con especies vivas de las que conocemos como mueve sus manos, se infiere la función de las especies fósiles", detalla Rosas.
Los investigadores descubrieron que los nudillos de la base de los dedos del Australopithecus sediba tenían una estructura trabecular interna acorde con el agarre de ramas, mientras que la de las articulaciones de los pulgares era consistente con una manipulación de objetos más avanzada, más humana. En este sentido, la profesora Tracy Kivell (izquierda), igualmente coautor del estudio, dijo: "La estructura ósea interna puede revelar evidencias ocultas que nos dan una idea de cómo se comportaron nuestros parientes humanos fósiles. Estábamos realmente emocionados de ver este patrón particular del uso de las manos en 'Australopithecus sediba', ya que era muy diferente de otros australopitecos. El registro fósil revela más y más diversidad en las formas en que nuestros antepasados se movieron e interactuaron con sus entornos: la historia evolutiva humana es aún más compleja e interesante de lo que pensábamos anteriormente".
Rosas añade: "Los dedos del 'Australopithecus sediba' muestran una combinación muy singular en el modo de usar sus manos. Por un lado, muestran un uso de agarre sobre las ramas similar a la que desarrollan los orangutanes y, simultáneamente, sus pulgares nos hablan de manipulación de objetos, similar a la de los humanos, lo que indica que el tránsito entre la vida en los arboles y la vida en el suelo fue un proceso largo y gradual, posiblemente con diferentes pruebas de ensayo y error".
Cráneo del 'Australopithecus sediba'. Universidad de Kent.
Por su parte, el profesor Dunmore concluye: "Las estructuras óseas internas están formadas por comportamientos frecuentes durante la vida. Por lo tanto, nuestros hallazgos pueden respaldar más investigaciones sobre la estructura interna de las manos en relación con el uso y la producción de herramientas de piedra. Este enfoque también se puede utilizar para investigar cómo se movieron otras especies de homínidos fósiles y en qué medida la escalada podría haber seguido siendo una parte importante de su estilo de vida ''.
Fuentes: lavanguardia.com | phys.org | 18 de mayo de 2020
Fósil original junto al lado derecho espejado mediante técnicas 3D. Foto: IPHES-CERCA. Este hallazgo revela la existencia de una especie hu...
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