Una espectacular operación policial recupera más de 19.000 obras de arte y piezas arqueológicas en 103 países

Foto: Una valiosa máscara de oro de Tumaco, recuperada en el madrileño aeropuerto de Barajas - INTERPOL

Más de cien personas han sido detenidas y unas 19.000 piezas arqueológicas y obras de arte requisadas en dos operaciones policiales internacionales, que tuvieron como principales escenarios España, Argentina y Colombia, entre otros países, informó Interpol.

Una de esas operaciones, bautizada como Pandora IV, estuvo dirigida por la Guardia Civil española y la agencia policial europea (Europol), mientras que la otra, Athena II, corrió a cargo de la Organización Mundial de Aduanas (OMA) e Interpol. Ambas se desarrollaron en el otoño de 2019 en 103 países con el objetivo de desmantelar redes internacionales de traficantes de obras de arte y antigüedades, y las 300 investigaciones abiertas en ese marco condujeron al arresto de 101 sospechosos.

Foto: Una de las piezas intervenidas en la operación Pandora IV. / DGGC

Las redes implicadas traficaban con objetos arqueológicos y de arte saqueados de países afectados por la guerra o procedentes de robos en museos y excavaciones arqueológicas, como monedas o armas antiguas, fósiles y piezas de cerámica. Los servicios policiales centraron su vigilancia en mercados y páginas de venta por internet, porque según Interpol la web desempeña un rol destacado en el comercio ilícito de objetos culturales.

Foto: En Colombia, requisaron 242 piezas arqueológicas - INTERPOL

Entre las obras requisadas figuran una máscara de oro de Tumaco, considerada única en su género, y localizada en el aeropuerto madrileño de Barajas gracias a la colaboración entre la Policía nacional de España y de Colombia. En otra operación, la Policía federal argentina recuperó 2.500 monedas antiguas, la mayor incautación hasta la fecha de ese tipo de objetos, tras otra de 1.375 efectuada por las fuerzas del orden letonas.

Esta ha sido la segunda vez que Europol, Interpol y la OMA colaboran en la lucha contra el comercio ilícito de bienes culturales, tras una iniciativa similar llevada a cabo en 2018 y en la que también participó la Guardia Civil. El secretario general de Interpol, Jürgen Stock, indicó que el número de arrestos y de objetos requisados refleja la amplitud de esa práctica fraudulenta, "que afecta potencialmente a todo país con un rico patrimonio cultural".

Fuente: ABC.es, 7 de mayo de 2020

Orihuela (Alicante) recupera un miliario romano del lecho del río Nacimiento

El Ayuntamiento de Orihuela (Alicante) ha dado a conocer este jueves el hallazgo, el pasado enero, de un miliario romano en el dominio hidráulico del río Nacimiento, en la Dehesa de Campoamor.
El edil de Patrimonio Histórico, Rafael Almagro, ha explicado, sin embargo, que no ha sido hasta ahora que se ha notificado el depósito definitivo en el Museo Arqueológico Comarcal de Orihuela, tras la resolución de la Dirección Territorial de Educación, Cultura y Deporte de Alicante.

En un comunicado, la Concejalía de Patrimonio Histórico, a través del Museo Arqueológico Comarcal, procedió a la organización del dispositivo para la recuperación de la pieza, ya que "las fuertes lluvias y consiguientes riadas de principios del año 2020 pusieron el descubierto el miliario, que permanecía soterrado desde antiguo, pues no es citado ni por eruditos, ni cronistas, ni por los investigadores modernos de la vía", ha indicado el arqueólogo municipal, Emilio Diz.
En su recuperación participaron el arqueólogo municipal, un técnico de Patrimonio, un camión grúa, vehículos de transporte y cuatro operarios. Sin embargo, los vehículos solo pudieron acercarse hasta unos 30 metros del miliario por lo que se procedió a la protección de la pieza y su extracción mediante las "eslingas" de la grúa.

Asimismo, Almagro ha manifestado: "Tras este hallazgo tan importante, Orihuela y el museo disponen también de una pieza emblemática de época romana como es ésta, que se sumará a las que ya disponemos de la Prehistoria, como el 'Ídolo de Orihuela' (derecha), para época tardoantigua, como la 'Estela hebraica' y para la Edad media 'Sepulturas islámicas' y 'zócalo del Castillo'".

LA PIEZA

En cuanto al miliario, el profesor de la Universidad de Alicante (UA), Juan Manuel Abascal Palazón, especialista en epigrafía latina, ha analizado la pieza de piedra caliza de 143 cm de altura y entre 37 y 39 de diámetro. La altura de las letras es de entre 6 y 8,5 cm y está datado entre el siglo III y IV d.C.
"Ya se han realizado importantes trabajos de documentación como son fotografiado, calco de la inscripción sobre acetato y creación de un modelo 3D en negativo mediante la aplicación de láminas de celulosa sobre la pieza", ha asegurado Emilio Diz. Actualmente Abascal está procediendo al estudio epigráfico y textual. Es además el autor de la ficha divulgativa del miliario.


Miliario cilíndrico eran los postes que señalaban las distancias en millas a las ciudades, de manera que el caminante o el viajero sabía siempre cuánto camino debía recorrer hasta alcanzar un lugar donde comer o donde pernoctar.

La milla romana equivale a 1.481 metros. Su nombre deriva de la expresión latina "millia passuum", es decir, 1.000 pasos.

La inscripción está muy erosionada debido a la acción de las aguas y arenas del Río Nacimiento. La banda epigráfica se conserva en una superficie de 65 X 62 cm aproximadamente, con cinco líneas apreciables. Aun así, se distinguen bien en la primera línea las letras MP CAES, es decir una parte del comienzo del nombre de un emperador con sus títulos de Imp(erator) Caes(ar).
En las líneas centrales se conservan algunos trazos inconexos que aluden a los títulos de un emperador no identificado y, al final del último renglón, se lee AVG, como puede verse en la fotografía, que parecen hacer alusión a la Vía Augusta.

Es de destacar que ya se encontró otro miliario en la finca de San Ginés, actualmente conservado en el Museo del Pilar de la Horadada (izquierda). Lo que viene a confirmar que la vía pasaba por las proximidades de esta zona.

La Vía Augusta fue un gran camino romano que recorría la costa mediterránea desde el Pirineo a Gades (Cádiz), pasando por Carthago Nova (Cartagena) y Corduba (Córdoba). Las fuentes antiguas describen esta gran ruta, el camino más largo de los que atravesaban la península ibérica en época romana.
La comarca de Orihuela fue punto obligado de paso en el trayecto desde Ilici a Carthago Nova, así diversos autores localizan en la comarca la mansión de Thiar. Las mansiones eran paradas oficiales mantenidas por el gobierno.

Fuente: bolsamanía.com | 7 de mayo de 2020

Descubren en Quintana Roo (México) las fogatas de los primeros habitantes de América

Restos y ubicación de las fogatas halladas


Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han participado en el descubrimiento de los vestigios más antiguos de fogatas usadas por los primeros habitantes de América, en la cueva inundada Aktun-Ha, cerca de Tulum, Quintana Roo.
Se trata de fogatas con antigüedad de 10.500 años, colocadas en lugares estratégicos que permiten obtener fuego e iluminación, y son una guía para regresar a la superficie.

“Constituyen una evidencia de las estrategias de supervivencia, capacidades de organización y planeación, además del sentido simbólico y ritual de las cuevas para los primeros habitantes de América”, precisó Alejandro Terrazas Mata (izquierda), del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM.

La investigación realizada en el Instituto de Geología (IGL), con el apoyo del IIA, y en conjunto con integrantes del INAH, se dio a conocer en la revista internacional Geoarchaeology. Asimismo, confirma la hipótesis de que se trata de vestigios del uso de fuego de los primeros pobladores de la península de Yucatán.

Aktun-Ha es una cueva inundada –cenote–, en total oscuridad, que hace 15.000 años, cuando el nivel del mar era 150 metros más bajo que el actual, estaba seca. Los primeros pobladores pudieron usarla de morada o para realizar rituales.

En ese sitio único, a 30 metros bajo el agua y unos 100 metros de la entrada, en el salón o galería conocido como Cámara de los Ancestros, arqueólogos de la Subdirección de Arqueología Subacuática del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) hallaron 15 acumulaciones de carbón, posibles fogatas que fueron cuidadosamente documentadas, medidas y muestreadas, junto con los expertos de la Universidad Nacional, informaron Terrazas Mata y Elizabeth Solleiro Rebolledo, del IGL (derecha).
El universitario explicó que hace por lo menos 13.000 años llegaron poblaciones del centro de México al territorio que ahora ocupa Quintana Roo.

En los sistemas de cuevas cercanas a Tulum se han encontrado ocho individuos (esqueletos) “que hemos estudiado, y vemos que la forma del cráneo no se parece a la de sus contemporáneos”. Sus antepasados venían de climas más fríos, al norte del continente. “Sus cráneos eran más largos y angostos, muy diferentes a los de las poblaciones indígenas actuales, que son de cara más ancha”.



Además, se descubrió que su peso y estatura eran menores, eran más pequeños y ligeros que otras poblaciones de cazadores y recolectores. Se sabe que la población prehistórica de Quintana Roo no habitaba en las cuevas, sino que las utilizaban como contextos funerarios y rituales.
“Posiblemente entraban para depositar los cuerpos de personas importantes para la comunidad, pues eran considerados sitios sagrados”, abundó Terrazas.

Esa población perduró más de 4.000 años y en ese lapso se diferenció del resto de los grupos del continente. Es decir, los esqueletos de Quintana Roo tienen variantes en comparación a los encontrados al norte o sur de América, “seguramente por el aislamiento geográfico en el que vivieron, probablemente en un ambiente selvático, de clima húmedo parecido al actual”.
Sin embargo, reconoció el universitario, se necesita más evidencia, pues a pesar de 20 años de investigación no se han encontrado evidencias culturales asociadas a los esqueletos, como herramientas de piedra u ofrendas; se desconoce cómo era su tecnología o adaptación cultural, “pero el estudio de las fogatas da una idea de su estrategia para adentrarse en cavernas y depositar a los muertos o realizar cualquier otra actividad ritual”.



Solleiro detalló que el sistema geológico Aktun-Ha se ubica en el corredor de Playa del Carmen a Tulum, donde se conecta un conjunto de cuevas y fracturas. La entrada de la cueva está en el cenote, y para ingresar en la Cámara de los Ancestros se necesita de buceo especializado.

Ahí no se encontró más evidencia arqueológica que las posibles fogatas y restos de rocas que parecían quemadas. “Se tenía que verificar que realmente esos restos eran carbón y si las evidencias eran producto de la actividad humana o se habían trasportado por las aguas superficiales y subterráneas hasta llegar al sitio. Para ello se instrumentó una metodología en tres fases: experimental, donde se quemaron rocas para determinar sus cambios físicos por el fuego; de campo, con la toma de muestras de carbones y rocas quemadas; y de laboratorio, para el análisis y datación de los carbones, entre otros aspectos”.

Se encontró, entre otros resultados, que la “edad” de las fogatas es de 10.500 años y que los carbones se produjeron in situ; el fuego se originó ahí mismo y las temperaturas alcanzadas en esas fogatas fueron de entre 200 y 600 grados centígrados. Posiblemente algunas de las mismas se usaron para preparación de comida o para calentar, y las que se encontraron en una especie de nichos podrían haber servido para iluminar el lugar, concluyó Solleiro.

El trabajo de investigación contó con el financiamiento y colaboración de:
  • La Dirección General de Asuntos del Personal Académico de la UNAM
  • La Universidad de Santiago de Compostela, España
  • National Geographic Society.
Fuente: National Geographic | 7 de mayo de 2020

Trazan el mapa genético más completo de las poblaciones andinas antiguas

El estudio incluyó muestras del sitio inca del siglo XV de Machu Picchu.

Un equipo internacional de investigadores, liderado por el genetista David Reich, de la Escuela de Medicina Harvard (EE. UU.), ha llevado a cabo el mayor estudio genético hasta la fecha de las poblaciones andinas antes del contacto europeo. El objetivo era descubrir parte de la historia de sus migraciones y poder compararla con información arqueológica o registros históricos.

“La principal implicación de este proyecto es que ahora tenemos un mapa espacial y cronológico de la diversidad o la estructura genética precolombina en los Andes”, dice Lars Fehren-Schmitz (izquierda), profesor asociado en la Universidad de California en Santa Cruz (EE. UU.) y coautor principal del artículo, que se publica hoy en Cell , con junto con David Reich (derecha). Un proyecto cuya preparación y ejecución ha requerido siete años, la mayoría de ellos dirigidos a recopilar datos suficientes para facilitar el estudio, y que ha implicado a un equipo de diferentes disciplinas como genetistas, arqueólogos o historiadores.

"Este estudio también da un paso importante para corregir el desequilibrio global en los datos de ADN antiguos", dice Reich. "La gran mayoría de los estudios de ADN antiguos publicados hasta la fecha se han centrado en el oeste de Eurasia, y este estudio en América del Sur nos permite comenzar a discernir en alta resolución la historia detallada de los movimientos humanos en esta parte extraordinariamente importante del mundo".


Esta 'chullpa', o torre funeraria, es una de las formas de enterramiento dominantes utilizadas en los Andes. La mayoría de los restos humanos estudiados en esta investigación se encontraron en sitios similares. (Foto por Lars Fehren-Schmitz)

Atención en los andes

Los Andes centrales, que rodean el actual Perú, es uno de los pocos lugares del mundo donde se inventó la agricultura en lugar de ser adoptada de otro lugar y donde la presencia más temprana de civilizaciones complejas en América del Sur se ha documentado hasta ahora. Si bien la región ha sido un foco principal de investigación arqueológica, hasta ahora no había habido una caracterización sistemática con ADN antiguo de todo el genoma, dijeron los autores.

Los genetistas, incluidos varios de los miembros actuales del equipo, estudiaron previamente la profunda historia genética de América del Sur en su conjunto, incluido el análisis de varios individuos de las tierras altas andinas de hace miles de años. También se han realizado análisis de los residentes actuales de los Andes y un número limitado de análisis de ADN mitocondrial o del cromosoma 'Y' de sitios andinos antiguos individuales.

Sin embargo, el nuevo estudio amplía estos hallazgos para proporcionar un retrato mucho más completo. Ahora, los investigadores "finalmente se puede ver cómo era la estructura genética de los Andes cómo evolucionó con el tiempo", dijo Nathan Nakatsuka (izquierda), primer autor del artículo y doctorando en genética en la Escuela de Medicina de Hardvard.
Al pensar en la historia antigua de los Andes, es probable que vengan a la cabeza la civilización inca y el Machu Picchu . Pero muchas otras culturas y sociedades también poblaron sus tierras como los Tihuanaco, en la cuenca del lago Titicaca, los Wari, en el centro y sur de Perú, y los Mochica, en el norte del país.

El estudio del ADN antiguo se vuelve una herramienta fundamental para poder conocer mejor las interacciones entre estos pueblos. “Al comparar las firmas genéticas entre personas que viven en diferentes momentos y comparar luego eso con lo que sabemos de la arqueología e historia, podemos tener una idea de cómo cambios culturales significativos en los Andes, como la introducción de la agricultura o el surgimiento y la caída de sociedades estatales complejas, afectaron a la diversidad genética de las poblaciones precolombinas o viceversa”, explica Fehren-Schmitz.

Este estudio presenta, por tanto, evidencia directa con capacidad para poder falsear o verificar hipótesis previas sobre las interacciones entre las poblaciones derivadas de observar su cultura material. Por ejemplo, se sabe por fuentes históricas y arqueológicas que los incas desplazaron a grupos de población durante su imperio y esta investigación supone el primer estudio genético que respalda tal afirmación.

Uno de los ejemplos que les condujo a este resultado lo encontraron en la ascendencia genética de un niño pequeño sacrificado en la cumbre de una montaña argentina durante el periodo inca. Tenía ascendencia de la costa norte peruana, a miles de kilómetros del lugar donde fue hallado.

Momia de un niño inca de 7 años sacrificado. Posee un linaje de unos 14.300 años de antigüedad, lo que lo sitúa en el origen de los primeros pobladores americanos, cuya llegada se estima hace unos 15.000 años.


Junto con el genoma de este niño, el equipo analizó otros 89 individuos, 66 originales de este estudio y los 23 restantes procedentes de estudios previos. Los datos abarcaban la cordillera andina desde el norte de Perú hasta el norte de Chile e incluso un individuo de Argentina. La datación de los restos permitía incluir desde algunos de los primeros cazadores recolectores hasta individuos que vivieron inmediatamente antes durante y después del desarrollo de las principales culturas andinas, es decir, entre hace 9.000 y 500 años atrás.

Los autores encontraron que existe una distinción genética significativa entre las personas que vivieron a lo largo de la costa frente a las que lo hicieron en las tierras altas hace ya 9.000 años, con un intercambio genético limitado entre las regiones. Este resultado resulta especialmente interesante para Fehren-Schmitz si se considera que la distancia geográfica entre la costa y las tierras altas no es muy grande, en ocasiones menor a un día de viaje.

Las diferencias genéticas entre las zonas montañosas del norte y las del sur aparecieron más tarde, hace 5.800 años. Es en este momento cuando comenzaría a desarrollarse la estructura genética actual, pues las diferencias en el ADN son también las que distinguen a los individuos más actuales y llegan hasta el presente.

Ausencia de migraciones

El aumento del cultivo de plantas de este periodo podría haber llevado al sedentarismo y al crecimiento poblacional, hecho que probablemente contribuyó a la estructura encontrada debido a la ausencia de migraciones.

Al periodo de sedentarismo le sucedieron migraciones y flujo de genes entre el norte y el sur y entre la costa y la montaña. Pero hace unos 2.000 años esas migraciones parecieron disminuir significativamente. Lo curioso del resultado aparece al compararlo con los registros históricos. Estos años vieron el ascenso y la caída de sociedades de gran alcance en los Andes como los Wari, que expandieron su estado en vastos territorios, lo que significa que su extensión política no fue acompañada por movimientos a gran escala de grupos.

Los genes también mostraron desplazamientos de más de 2.000 kilómetros procedentes de Argentina y del noroeste del Amazonas o la existencia de núcleos de población más cosmopolitas en comparación con las zonas rurales, donde convivían personas con ancestros muy diferentes.
Detalle de la denominada Puerta del Sol correspondiente a la cultura Tihuanaco.

Fehren-Schmitz estaba especialmente interesado en descubrir signos de movilidad de largo alcance en el período inca. Específicamente, se sorprendió al detectar la antigua ascendencia de la costa norte no solo alrededor de Cuzco, Perú, sino también en un sacrificio de niños del sur argentino de los Andes.
"Esto podría verse como una evidencia genética de la reubicación de individuos bajo el dominio inca, una práctica que conocemos de fuentes etnohistóricas, históricas y arqueológicas", dijo.
"Aunque los hallazgos de mezcla genética en los Andes se correlacionan con conexiones arqueológicas conocidas, es probable que provoquen investigaciones arqueológicas adicionales para comprender mejor los contextos culturales subyacentes a las migraciones", subraya Nakatsuka.

"Ahora tenemos más evidencias que demuestran migraciones importantes y algunas restricciones sobre cuándo ocurrieron, pero se necesita hacer más trabajo para saber por qué ocurrieron exactamente estas migraciones", añade.

El equipo afirma que los resultados permitirán futuros proyectos que se centren más en regiones, grupos o períodos de tiempo específicos. Establece también una línea de base crítica, según Nakatsuka, para estudios que involucren antropología y lingüística y permitan abordar potencialmente el origen de idiomas como el quechua y el aymara.

“Este estudio es solo el comienzo. Representa el primer estudio detallado de la historia de la población andina informada por genomas precoloniales con una amplia cobertura temporal y geográfica. Abre una gran cantidad de nuevas oportunidades de investigación en la región con muchas sinergias nuevas que podrían evolucionar entre genetistas, arqueólogos, lingüistas, historiadores y lo más importante: las comunidades locales”, añade Fehren-Schmitz.

Durante la duración del proyecto, los pueblos indígenas fueron consultados en todo momento. Al fin y al cabo es parte de su historia la que se quiere reconstruir.

Fuentes: lavanguardia.com | news.edu | eurkalert.org| 7 de mayo de 2020

Un socavón frente al Panteón saca a la luz el suelo de la época imperial en Roma

El socavón es tan profundo que la Policía ha tenido que vallar la zona - SUPERINTENDENCIA DE ROMA

El descubrimiento ha sido casual y sorprendente: ha vuelto a la luz, gracias a un socavón, el pavimento imperial de la plaza del Panteón de Roma. Siete grandes losas de mármol travertino reaparecieron intactas en el subsuelo de Roma, siempre rico en historia y hallazgos ocultos, pero con muchos misterios y restos arqueológicos aún por descubrir.

Formaban parte de la reestructuración que realizó en el siglo II d.C. el emperador Adriano y cubrían la zona de la plaza frente al templo construido por Agripa. El socavón, uno de los muchos que sufre habitualmente Roma, en la actual plaza de la Rotonda, a una decena de metros del Panteón, era extenso y profundo, lo que obligó a la Policía a colocar de inmediato vallas de protección. La losas se encuentran a una profundidad entre 2,30 y 2,70 metros, con dimensiones aproximadas de 80 centímetros de largo y 90 de ancho, y una altura de 30 centímetros.


Una de las losas de pavimento de la época de Adriano encontradas - SUPERINTENDENCIA DE ROMA

Aunque el socavón se produjo el 27 de abril, la noticia del descubrimiento ha sido dada a conocer hoy por la Superintendencia de Roma, que ha colocado unas sugestivas imágenes del hallazgo en su perfil oficial de Facebook. En realidad, no se trata propiamente de un nuevo descubrimiento arqueológico. La superintedente de Roma, Daniela Porro (izquierda), ha explicado que las losas ya aparecieron en unas excavaciones en los años 90 del pasado siglo, con motivo de la construcción de una galería para servicios públicos subterráneos.

"Más de veinte años después de su primer descubrimiento las losas del antiguo pavimento de la plaza frente al Panteón emergen intactas, protegidas por una capa de fina puzolana (roca volcánica muy desmenuzada). Una demostración inequívoca de la importancia de la protección arqueológica, no solo como una oportunidad para el conocimiento, sino también fundamental para la preservación de los testimonios de nuestra Historia, un patrimonio de incalculable valor en particular en una ciudad como Roma”, añade Porro.

Dos de las losas que han reaparecido intactas - SUPERINTENDENCIA DE ROMA

En la época imperial, la plaza era mucho más grande que la actual situada frente al Panteón, el templo dedicado a todos los dioses construido por Agripa entre el 27 y el 25 a.C. Cuando el área fue completamente renovada por el emperador Adriano, la plaza también fue elevada y nuevamente pavimentada. La altura donde se ubican las losas, que ahora han reaparecido, es la misma que en la época de Adriano.

“Poderlas ver hoy de nuevo nos da la posibilidad de imaginarnos cómo era la Roma imperial y tener una idea de cómo era la plaza monumental delante del templo”, celebra la arqueóloga Marta Baumgartner (derecha), que cuenta que los arqueólogos también se han visto afectados por las restricciones sanitarias y sólo han podido volver a trabajar en las obras esta semana, cuando ha empezado la fase dos en Italia.

“Roma es así. También en los lugares donde parece que todo está conocido seguimos encontrando nuevas capas por debajo, porque nunca ha sido deshabitada”, añade.

Por fortuna, no había nadie en la céntrica plaza, llena a todas horas de turistas. Los romanos estaban en sus casas recluidos, a causa de las duras medidas impuestas por el Gobierno durante la emergencia de la pandemia provocada por el coronavirus. El Panteón, donde está la tumba de Rafael, es el monumento más visitado de Italia, más incluso que el Coliseo, la galería de los Uffizi o Pompeya, según los datos del Ministerio de Cultura, aunque influye en ese récord el que la visita sea gratuita. En 2019 lo visitaron nueve millones de personas.


Eso sí, solamente los afortunados que vivan en esta zona del centro histórico podrán contemplar los restos de estas losas de la Roma imperial, pues la intención es, después de que se repare una tubería y se extraigan muestras para analizarlas con más detenimiento, que se tape el socavón y la plaza del Panteón recupere su forma más conocida.

Fuentes: abc.es | lavanguardia.com| 7 demayo de 2020

Encuentran las fichas y el dado de un juego de principios de la Edad del Hierro en Noruega

Algunas de las fichas y el dado que se han encontrado / foto Museo de la Universidad de Bergen.

Un equipo de arqueólogos ha encontrado las fichas y un dado de un juego de principios de la Edad del Hierro en Noruega. Aparecieron en una tumba en el distrito de Nordhordland (al oeste del país y al norte de la ciudad de Bergen), datada hacia el año 300 d.C. (hay que tener en cuenta que las fechas de la Edad del Hierro no son las mismas para el Mediterráneo y el norte de Europa) y situada en un túmulo en Ytre Fosse, cerca de la localidad de Alversund.

El hallazgo consta de un total de 13 fichas enteras y 5 rotas, así como un dado, tal y como confirmó el director de la sección de antigüedades del Museo Universitario de Bergen, Morten Ramstad (izquierda), a la emisora nacional NRK: "Este tipo de descubrimientos en Escandinavia es raro, lo especial en este caso es que hemos encontrado casi todo el conjunto y no solo una pieza", dijo.

Las fichas están marcadas con números en forma de puntos, y tienen un valor de cero, tres, cuatro y seis. En total, menos de 15 artefactos de esta tipología han sido encontrados anteriormente en Noruega.

Así es como se ven los lados de la ficha dado. Los valores numéricos son cero, tres, cuatro y seis / foto Museo de la Universidad de Bergen

"Este hallazgo conecta a Noruega con una amplia red de comunicación y comercio en Escandinavia. Al mismo tiempo puede ayudarnos a entender los comienzos de la Edad de Hierro en Noruega", dijo la arqueóloga Louise Bjerre (derecha), también del Museo Universitario de Bergen.

Junto con el juego, se encontraron los restos de lo que se cree que es un noble o una persona poderosa. Los restos óseos, la cerámica ornamentada y el vidrio quemado hallados indican que la persona en la tumba fue quemada en una pira funeraria. También se encontró una aguja de bronce en el túmulo.
Según Ramstad, son las piezas de juego las que hacen que la tumba sea diferente a las demás: "Son objetos de estatus que testifican el contacto con el Imperio Romano, donde la gente se divertía con juegos de mesa. La gente que jugaba a juegos como este pertenecía a la aristocracia local o a la clase alta. El juego indica que se disponía del tiempo y dinero, y de la capacidad de pensar estratégicamente".

El hombre de la tumba era presumiblemente muy rico y tenía el control del estrecho de Alverstraumen, por el que debían transitar los bienes hacia y desde el continente.
Lugar del hallazgo / foto Museo de la Universidad de Bergen

"Si controlabas estos lugares por donde pasaba la gente y las mercancias, podías conseguir grandes fortunas a través de los impuestos y las aduanas", dice Ramstad.

Los juegos de mesa de finales del Imperio Romano eran juegos de estrategia similares al ajedrez y al backgammon (uno de los más conocidos lleva el nombre Ludus latrunculorum), que más tarde fueron adoptados por los pueblos germánicos y llegaron a Escandinavia, donde el Hnefatafl se convirtió en un éxito durante la era vikinga, antes de que fuera finalmente suplantado por el ajedrez.

"Encontrar un juego de casi dos mil años de antigüedad es increíblemente fascinante. Nos dice que la gente de entonces no era tan diferente de nosotros", concluye Ramstad.

Vista aérea de yacimiento de la tumba donde se halló el juego.

Fuentes: labrujulaverde.com | nrk.no | 9 de mayo de 2020