EXTRAORDINARIO: Descubren una estela que revela indicios del origen de la escritura maya

Imagen de la estela que tiene más de 2 mil años de antigüedad.Foto: Ministerio de Cultura de Deportes de Guatemala. AFP

Una estela de unos 2.000 años de antigüedad descubierta en el suroeste de Guatemala reveló indicios del nacimiento de la escritura en la cultura maya que dominó el sur de México y parte de Centroamérica, informaron expertos.

La estela 87 fue hallada en septiembre de 2018 en el parque arqueológico Takalik Abaj en el municipio de El Asintal, 125 km al suroeste de la capital, y "es ejemplo de la génesis de la escritura maya", dijo el epigrafista alemán Nikolai Grube (izquierda).

"La gran importancia de la estela 87 es que es un ejemplo temprano del desarrollo de la escritura en Mesoamérica (...). Takalik Abaj fue un lugar de experimentación con la escritura maya", señaló Grube en videoconferencia desde México durante un acto en el Palacio Nacional de la capital guatemalteca.

"Aunque no se logró una lectura lingüística de los jeroglíficos la estela muestra a un gobernante con su nombre y títulos, y evidencia un texto maya temprano", según Grube. El protagonista lleva la vestimenta y las insignias propias del poder real: sostiene un cetro rígido sobre el cual se posa una pequeña personificación del joven dios del maíz, que está danzando. Según los investigadores, este personaje alude con sus expresiones a un ancestro olmeca.

La estela data del año 100 a. C. durante el periodo preclásico tardío (400 a. C. - 200 d. C.) y está esculpida sobre roca natural.

Estructura en Takalik Abaj que data del período Clásico Temprano.

Takalik Abaj era una ciudad que en principio fue habitada por olmecas (1.500 a. C. a 100 d. C) y por mayas durante su expansión en el período preclásico medio (800 a 300 a. C). Los olmecas desaparecieron y los mayas continuaron desarrollando su avanzada cultura.
La arqueóloga guatemalteca Christa Schieber (derecha), coordinadora técnica del parque, precisó que "Takalik Abaj fue un 'laboratorio' para hacer 'experimentos' de la escritura maya que luego fue evolucionando".

En 2012, arqueólogos guatemaltecos anunciaron el hallazgo de la tumba de un poderoso rey en Takalik Abaj, que pudo haber propiciado la transición de la cultura olmeca a la maya entre 700 y 400 a. C.

El presidente Alejandro Giammattei dijo que pedirá a la Unesco que el sitio sea declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad.

La cultura maya tuvo su mayor esplendor en el llamado período clásico (250-900 d. C.), hasta que entró en decadencia en el período postclásico (900-1200 d. C) y abarcó el área mesoamericana que comprende el sur de México, Guatemala, El Salvador, Honduras y Belice.

Fuentes: lahora.com.ec | National Geographic | 13 de marzo de 2020

Hallan en Sulawesi (Indonesia) dos artefactos artísticos móviles de unos 26.000 años de antigüedad

Grabado en piedra hallado en Indonesia que puede estar representando un Sol. Crédito: Andrew Thomson

Un equipo de arqueólogos ha descubierto dos grabados en piedra en miniatura en Indonesia. En ellos se hallan representados un anoa (búfalo pequeño) y un Sol, estrella u ojo, que data unos 26.000 años atrás, los primeros de su tipo en esa región.

Si bien se han conocido grabados muy pequeños de períodos similares (hace unos 20.000 años) en Europa y Asia occidental, nunca antes se habían encontrado piezas de arte claramente identificables, y lo suficientemente pequeñas como para ser transportadas de un lugar a otro, en los contextos más antiguos del sudeste asiático y Australasia.

Nuestro equipo australiano-indonesio encontró dichos artefactos decorados en 2018, durante unas excavaciones en una cueva de Sulawesi, en Leang Bulu Bettue. Un análisis posterior en Brisbane (Australia) reveló la complejidad artística de estos grabados en miniatura.

En algún momento entre 26.000 y 14.000 años atrás, alguien grabó el contorno de un anoa en este fragmento de piedra del tamaño de una palma. Crédito: MC Langley

Un pequeño anoa

Al principio, el anoa era difícil de distinguir. Lo que parecía ser un diseño geométrico simple cuando se lo recuperó en el yacimiento cobró vida con la iluminación dirigida que se le practicó en el laboratorio. Mediante una pequeña lámpara para producir sombras y hacer resaltar los grabados, apareció un hocico, una fosa nasal, un ojo, una mejilla y dos cuernos rectos. La parte frontal de la espalda y el abdomen se muestran con líneas simples y profundamente grabadas.

Solo se representa la cabeza y la parte frontal del cuerpo del anoa. El animal se muestra con la cabeza vuelta hacia un lado, como en el anoa fotografiado que se muestra aquí (Foto: Zoológico de Leipzig). MC Langley

Datada entre hace 26.000 y 14.000 años, esta pieza es comparable a la mayoría de los grabados en piedra encontrados en Eurasia de una antigüedad similar. De hecho, la postura en la que se ha representado el anoa, con la cabeza vuelta hacia su grupa, es una opción artística común. El ejemplo más famoso es el "Bisonte lamiéndose" hallado en el abrigo de La Madeleine, Francia: una talla en asta de reno de hace entre 21.000 y 14.000 años.

Bisonte sobre marfil, 10 cm, Museo Nacional de Prehistoria en Les Eyzies-de-Tayac-Sireuil, Francia.

El anoa es endémico de Sulawesi y probablemente era una fuente de carne, cuero, cuernos y huesos, para sus primeros habitantes. El mismo es prominente en el arte rupestre pintado de Sulawesi, el cual aparece en imágenes que datan de hace más de 44.000 años, por lo que no es sorprendente que un anoa sea la primera representación animal grabada encontrada en esta área.


¿Es un Sol?

También se descubrió en el mismo sitio el grabado de un posible Sol. No sabemos cuándo las personas comenzaron a representar el astro solar. La imagen más antigua que retrata casi con seguridad un Sol es el disco celeste de Nebra, hallado en Alemania y que data del 1600 a. C.

El disco celeste de Nebra, descubierto en Alemania, es una de las representaciones más antiguas que se conocen de la bóveda celeste.

Otro ejemplo es la estela grabada hallada en la antigua ciudad egipcia de Amarna. Aquí, el faraón Akenatón (que gobernó desde 1.353 hasta 1.336 a. C.) construyó una ciudad entera para la gloria de Atón (dios solar).
Estela de piedra caliza que representa al faraón Akenatón con su esposa Nefertiti y sus tres hijas. Los rayos del Sol (Atón) dan vida a la familia real. Museo Egipcio.

Sin embargo, es poco probable que estos ejemplos hayan sido la primera vez que se comenzó a ilustrar el Sol. Las imágenes del mismo vistas en el arte rupestre antiguo se estima que son más antiguas, si bien hay dificultades de datación que impiden saberlo con certeza.

Los motivos con rayos solares que se encuentran en Indonesia están muy extendidos en todo el mundo y pueden representar numerosas cosas, incluidas el Sol, las estrellas, las flores, las estrellas de mar o los ojos. No obstante, debido a que este grabado de un Sol hallado en Leang Bulu Bettue es hasta ahora único en su contexto, y a que no se incluyó en la pieza nada más que esta imagen en particular, no podemos estar muy seguros de que sea propiamente un Sol.
Sin embargo, las líneas del grabado son fuertes y claras, y semejante diseño se ha hallado en otros lugares representando algo real, por lo que creemos que el artista creó una imagen de algo pertenciente al mundo natural.

Lo más interesante es que semejante Sol se tintó con un pigmento rojo similar al utilizado para pintar con motivos artísticos las paredes de Leang Bulu Bettue. Solo quedan leves rastros de esta pintura en el dibujo del Sol, pero es suficiente para decirnos que se aplicó solo a las líneas y no a ningún otro lugar en la piedra grabada. El contraste de una brillante Sol rojo sobre el fondo gris claro de la piedra debió haber tenido un impacto visual sorprendente.

Hallazgos futuros pueden arrojar más luz sobre este objeto, sobre su importancia y significado dentro de la cultura de la Edad del Hielo que lo creó.

Leang Bulu Bettue se encuentra en la esquina suroeste de Sulawesi. Aquí, los arqueólogos continúan excavando y recuperando nuevas evidencias de arte antiguo. Adam Brumm

El arte nos hace humanos

La capacidad para crear representaciones reconocibles del mundo natural, conocida como arte figurativo, es exclusiva de nuestra especie.

Sulawesi ya reclama ostentar el arte rupestre figurativo más antiguo del mundo, con una datación mínima de 44.000 años. Sin embargo, faltaban ejemplos portátiles de imágenes de la vida no solo en el amplio registro arqueológico de Indonesia, sino en todo el sudeste asiático y Australasia. Y, aunque estos dos grabados no son el arte más antiguo que se ha encontrado en el área, sí llenan un vacío sobre el que los investigadores se han preguntado.
Las obras de arte móviles son una forma efectiva de conectar emocionalmente a las personas con sus herramientas cotidianas, así como con otras gentes. Se cree que este comportamiento permitió que el Homo sapiens superase y sobreviviera a las poblaciones de homínidos arcaicos (como los neandertales) y colonizara todo el planeta.
En resolución, estos dos pequeños hallazgos son el primer arte móvil que se descubre en nuestro patio trasero, pero es poco probable que sea el último.

Fuente: theconversation.com | 16 de marzo de 2020

Un software saca a la luz dibujos ocultos desde la Prehistoria en el Campo de Gibraltar (Cádiz)

La cierva seminaturalista y los trazos esquemáticos descubiertos por Hugo Mira y Salvador Escalona en la cueva de Las Palomas, en Facinas (Tarifa).

En 1916, el francés Henri Breuil y el inglés Miles Burkitt descubrieron al noreste de Facinas, en Tarifa, cuatro cuevas en cuyas paredes aparecieron frente a sus ojos figuras humanas, ciervos, aves y caballos, como si se tratara de un museo del Prado del Arte Sureño impreso en la roca desde la Prehistoria. El hallazgo lo recogieron en Rock paintings of Southern Andalusia. A Description of a neolithic and copper age Art Group, editado por la Universidad de Oxford en 1929. Entre todas las representaciones destaca una cabeza de caballo de la época Paleolítica, es decir, de hace 20.000 años.

Los dibujos fueron multiplicándose con el tiempo a través de la investigación de otros expertos como Uwe y Uta Topper 60 años más tarde. Cabría pensar que el yacimiento estaba ya completamente analizado y registrado, después de que tantos ojos hubieran escudriñado todos sus rincones. Pero no es así. Gracias a las nuevas tecnologías de fotografía, los algecireños Hugo Alberto Mira y Salvador Escalona han sacado a la luz en las últimas semanas varios motivos que no se conocían porque no se habían visto: dos figuras de posible origen Paleolítico, junto a una seminaturalista de un cérvido y otra esquemática. Los abrigos de Las Palomas esconden todavía algunas sorpresas.
En el estudio del arte rupestre se ha generalizado, desde el desarrollo de la fotografía digital, el uso de nuevas tecnologías tanto para la conservación de los yacimientos, amenazados por la erosión, como para el registro de pictografías que el paso del tiempo han hecho invisibles para el ojo humano. En el caso del escáner 3D, mediante el empleo de un rayo láser, se puede generar una nube de puntos para reproducir virtualmente, de forma precisa, todo el abrigo, así como su aspecto visual, mediante la incorporación de cámaras, preservando el yacimiento para futuras generaciones y facilitando su acceso a investigadores. Además, las fotografías de alta resolución permiten detectar marcas dejadas por las herramientas con que se realizaron las pinturas, así como profundizar en las imágenes por medio de software y aplicaciones como DStretch, que hacen visibles figuras que antes eran invisibles a simple vista.

Este sistema DStretch es una herramienta diseñada por el americano Jon Harman, concebida para el estudio del ámbito del arte rupestre con el fin de revelar posibles formas aparentemente no visibles en este tipo de yacimientos. Es decir, detecta lo que el ojo no puede y que va a resaltar ciertos colores para identificar formas que normalmente no pueden ser vistas. En el caso de las cuevas de Las Palomas, el pigmento rojo revela nuevos dibujos hasta ahora desconocidos. "Por allí han pasado los prehistoriadores más importantes de España y Europa y ninguno pudo verlos", explica Hugo Alberto Mira, quien consiguió que el prestigioso doctor Hipólito Collado Giraldo, director del proyecto Handpas, hablara con Harman para que le instalara el software en una cámara que lo permite. De este modo, el algecireño pudo ver a través del objetivo directamente lo que la piedra esconde. No necesita hacer la foto y luego aplicarle el tratamiento, lo que facilita mucho su trabajo.

Fotografía original (izquierda) junto a la misma imagen tras aplicársele el tratamiento digital. Se aprecia el dibujo del zoomorfo de grafía extraña.

Mira y Escalona ya fotografiaron en 2017 por casualidad en las cuevas de Las Palomas, en aquel caso en el abrigo 4, unas manos imperceptibles al ojo humano. Tras un exhaustivo trabajo fotográfico y un posterior análisis de las imágenes digitalmente, casi 18 meses después mediante DStretch apareció como por arte de magia la primera imagen en negativo. Fue entonces cuando contactaron con Hipólito Collado, que verificó un descubrimiento que se pudo corroborar tras una nueva visita al enclave en febrero de 2019 por un equipo multidisciplinar de diferentes universidades y comunidades autónomas encabezado, entre otros, por José Ramos Muñoz y Diego Salvador Fernández Sanchez.
Tras este gran hallazgo y con la idea fija de que este gran conjunto de las Palomas aún no estaba agotado e iba a seguir aportando al arte rupestre del extremo Sur en España magníficos paneles de diferentes cronologías, Mira y Escalona continuaron trabajando hasta que a principios de año sacaron a la luz nuevos motivos, con una cronología paleolítica, principalmente por su estilo y similitud de su trazado con otros motivos similares ya datados y enmarcados en este periodo. Estos dibujos se encuentran situados en el mismo panel Paleolítico ya conocido en la Cueva de Palomas I.
Después de aplicar el software digital Dstretch localizaron la figura de un caballo con morfología redondeada, "posiblemente una yegua preñada semiacéfala, pues solo después del tratamiento digital, se aprecian la cola, pata trasera, parte de la línea cérvicodorsal, el vientre muy abultado, plasmando el artista su posible estado de gestación y un solo trazo en parte de la cabeza", explican los descubridores. "Con una longitud aproximada de 55 cm, y casi inapreciable sin tratamiento fotográfico, la parte delantera está afectada por una capa de calcita que cubre la zona del cuello, cabeza y patas delanteras". Este motivo, es similar al grabado de la yegua y équidos en la Cueva del Moro (Cádiz), descubiertos por Lothar Berman, y también al caballo pintado en la Cueva de la Pileta (Málaga).

El otro motivo, que aparece a la derecha de la figura del caballo, está en muy mal estado de conservación. Se le han aplicado varios tratamientos digitales diferentes y aun así no se consigue definir exactamente a qué tipo de animal representa. Se puede intuir un perfil trazado que podría ser un prótomo (cabeza) de caballo o cierva. "Su longitud total es de 35 cm y está realizado con un trazo grueso. Podemos apreciar parte del cuello, cabeza y orejas en forma de V, muy similares a los prótomos de ciervas en la cueva de Covalanas (Cantabria)".

Los siguientes motivos están situados a la izquierda del panel principal Paleolítico de la cueva. En la parte derecha aparece una figura esquemática formada por barras con una longitud de unos 30 centímetros y un grosor variable que va de los 8 mm a los 20 mm. Junto a este dibujo esquemático hay una figura seminaturalista de una cierva, deteriorada en su parte delantera afectada por una capa de calcita.

En la parte superior, Mira y Escalona descubrieron una pintura que es un misterio por ahora indescifrable. "Es un motivo que nos ha descuadrado por completo, por no poder enmarcarlo en ningún tipo de estilo reconocible en arte rupestre, pues se mezcla una cabeza de caballo, cornamenta de un cérvido, y la representación de las cuatro patas con trazos finos. Después de varias consultas y tratar con el software de tratamiento digital, pensamos que puede ser una falsificación, aunque quién sabe, pues no encontramos otra explicación a esta figura. Es muy extraño puesto que no existe nada comparable en otra cueva", explican.

Los descubridores de las nuevas pinturas entienden que, "debido a la importancia que tiene dicho conjunto rupestre y más aún con los hallazgos de las últimas visitas -las manos en negativo ya verificadas, el nuevo caballo o yegua, la figura del prótomo de caballo o ciervo- este enclave se posiciona como uno de los más importantes de la provincia de Cádiz".

"Es necesario una pronta actuación sobre el mismo para definitivamente actualizar y catalogar todos estos nuevos descubrimientos y tomar las medidas necesarias para su protección y puesta en valor. Como ejemplo a seguir es el trabajo realizado en la Cueva del Moro (Tarifa) o de las Estrellas (Castellar de la Frontera)".

Fuente: europasur.es | 22 de marzo de 2020

El catedrático Diego Ruiz Mata reivindica el papel del yacimiento fenicio del Castillo de Doña Blanca en la historia de Occidente

El catedrático de Prehistoria, Diego Ruiz Mata, en el yacimiento fenicio del Castillo de Doña Blanca. / FERNÁNDEZ HORTELANO.


La ocupación de la ciudad fenicia de Doña Blanca fue apenas una gota de agua en el mar de la historia de la humanidad. Tan sólo duró desde el siglo VIII a. de C. hasta el año 215 a. de C. pero la huella que ha dejado en la civilización occidental ha sido profunda. Durante ese tiempo debió ser una ciudad rica y próspera, muy poblada para su época, con unos mil quinientos habitantes en un enclave amurallado con sólidas defensas. Fue un verdadero emporio, a cuyo puerto llegaban naves procedentes de todo el Mediterráneo. Solo así se entiende que la colina artificial sobre la que se asientan sus ruinas (denominada tell por los arqueólogos) esté formada por las capas superpuestas de siete ciudades, con una potencia estratigráfica de nueve metros, que tuviera tres murallas diferentes y una capacidad económica suficiente para preparar el enorme gasto militar que supuso para Cartago la segunda guerra púnica.

Los Bárcidas la mimaron, Aníbal y Asdrúbal pisaron sus calles y sus barrios, su puerto, de siete hectáreas de extensión, exportó y recibió productos durante los tiempos de paz y de conflicto, y nunca reconoció la autoridad romana, ni después de perder la segunda guerra púnica que dio a Roma el control del Mediterráneo sobre Cartago y sus colonias. Se cree que los romanos, como represalia, obligaron a sus habitantes al destierro y condenaron al olvido a la orgullosa metrópolis, ordenando a geógrafos e historiadores evitar cualquier mención a la ciudad rebelde.

Durante siglos permaneció olvidada como una apartada meseta solitaria, en la que asomaban trozos de muros, habitáculos y oquedades de piedra, donde el ganado podía alimentarse y buscar cobijo sin que sus dueños tuvieran que preocuparse de vigilarlo.
El enclave no obstante corrió riesgos de destrucción: los monjes quisieron construir la Cartuja sobre esa elevación silenciosa y apartada, pero finalmente se decidieron por otro lugar. Se libró también de ser cantera para las ciudades vecinas, debido a la cercanía de otras explotaciones mineras de piedra. Quizá la existencia de una ermita con planta de cruz griega en su solar, una torre donde se rindió culto a Santa María de Sidueña y en la que sufrió cautiverio Blanca de Borbón, ayudó también a su conservación.

El enclave arqueológico, situado en el término municipal de El Puerto de Santa María. FERNÁNDEZ HORTELANO

El olvido fue a la vez maldición y bendición para Doña Blanca, cuyo nombre nunca se ha hallado inscrito en piedra, pero que el catedrático de Prehistoria, Diego Ruiz Mata, identifica con Gadir, ya que Cádiz era entonces una isla con un poblamiento fenicio ínfimo en comparación con la pujante metrópolis de tierra firme, situada entonces en la orilla del estuario del Guadalete, al pie de la Sierra de San Cristóbal.

Hoy el paisaje es muy distinto al que conocieron los Bárcidas, pero la ciudad fenicia ha sobrevivido a los siglos, al igual que la gran necrópolis que se conserva junto a ella, y naturalmente su antiguo puerto, que yace enterrado en la marisma. También, una parte de los vestigios arqueólógicos de la actividad industrial que se generó en la Sierra de San Cristóbal para mantener y alimentar la segunda guerra púnica.

El catedrático y arqueólogo Diego Ruiz Mata, explicando los restos de la bodega.

Se trata por lo tanto de la única ciudad completa de época fenicia que se conserva intacta: “Es la única que nos queda del mundo fenicio y fue el motor de la formación de Occidente”, afirma el catedrático y arqueólogo Diego Ruiz Mata, el único que ha dirigido las excavaciones que se han realizado en ella. Este hecho, unido a la conservación de la bodega completa más antigua del mundo en una cima de la Sierra, también de época fenicia, y a la valiosa necrópolis de 100 hectáreas, transforman este yacimiento, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1991, en un auténtico incunable dentro de la arqueología.

Se compone de 200 hectáreas de yacimientos arqueológicos, situados en el entorno único de una Sierra que encierra en su interior una sucesión de grandes cuevas cantera, creadas por siglos de extracción de piedra, auténticas catedrales subterráneas; pinares, un espacio natural privilegiado y una gran cantera a cielo abierto, aún en explotación, a cierta distancia de la zona arqueológica.
Con estos elementos, el catedrático propone crear un gran Parque Cultural, Lúdico, Turístico y Arqueológico, que ocuparía toda la parte frontal de la Sierra que asoma a la Bahía de Cádiz. La propuesta y la fundación con la que quiere materializar el proyecto (Fundación de Estudios Fenicios y Mediterráneos), similar en algunos aspectos al Starlite de Marbella, contempla tres zonas diferenciadas.

La torre de Sidueña, la única construcción antigua que sobresale en el cerro fenicio. / FERNÁNDEZ HORTELANO

En primer lugar una zona cultural que se correspondería con los terrenos propiedad del Ejército, donde existen cuevas cantera y en el que se organizarían exposiciones de arte (escultura, pintura, instalaciones, performances con imágenes y sonido), transformando las cuevas artificiales en centros culturales para un público con cierto nivel económico, incluyendo también un restaurante. En esta zona militar iría también lo que Ruiz Mata denomina ‘arqueódromo’, donde los oficios tradicionales de la Baja Andalucía serían recuperados para hacer valiosas piezas de arte (cerámica, forja y cerrajería, madera). Este núcleo se vincularía con lo que el catedrático califica “alta cultura”, dirigida a un turismo cultural de excelencia.

En la zona más lúdica, correspondiente a la cantera de áridos pegada a la Cuesta del Chorizo, se instalarían zonas de música al aire libre y actividades deportivas. El catedrático lanza también la propuesta de transformar el cortijo de Las Beatillas en un Museo de la Historia Antigua del Vino.

Los vestigios arqueológicos de siglos de historia se asoman a las marismas de la Bahía de Cádiz. / FERNÁNDEZ HORTELANO

La base de este gran proyecto turístico, lúdico y cultural, será no obstante la zona arqueológica, la más importante de todas. Incluiría el yacimiento arqueológico del Castillo de Doña Blanca, la zona portuaria, la necrópolis y la bodega más antigua del mundo. La prioridad sería en principio retomar las excavaciones en Doña Blanca, restaurar la muralla del siglo VIII a. de C., y volver a desenterrar la bodega que se encuentra junto al ‘Balcón de la Bahía’, un mirador a 100 metros de altura, para las visitas. El catedrático propone potenciar el carácter didáctico del yacimiento: que las excavaciones puedan ser seguidas en vivo y en directo por visitantes y aficionados a la arqueología, con un cuerpo de voluntarios jubilados que los atenderían, siguiendo el modelo de algunos grandes museos.

Según las previsiones económicas del catedrático, este ambicioso proyecto, que tendría un alcance internacional, requiere de inversión privada y pública; pondría en valor el patrimonio de la Sierra de San Cristóbal y serviría para crear empleo y riqueza.

La ciudad fenicia del Castillo de Doña Blanca, cuya memoria intentaron borrar los romanos, se transformaría así en un lugar clave para el relanzamiento económico de la Bahía de Cádiz, y en un referente imprescindible para entender la historia de Occidente.

El profesor Diego Ruiz Mata, durante la presentación de la Fundación. / ANDRÉS MORA

Presentada la Fundación de Estudios Fenicios y Mediterráneos en Bodegas Osborne
La bodega de Mora de Osborne acogió el jueves, día 5, la presentación de la Fundación de Estudios Fenicios y Mediterráneos (FEFeMe), de la que forman parte catedráticos e investigadores relacionados con el ámbito fenicio y púnico. Científicos de universidades de Líbano, Israel, Túnez, Francia, Italia y España, además de una junta directiva, forman el Patronato, y su objetivo es la puesta en valor del patrimonio existente en el arco de la Sierra de San Cristóbal que se asoma a la Bahía de Cádiz, mediante la creación de un Parque Cultural, Arqueológico y Lúdico, para fomentar la investigación sobre la importancia de esta zona como origen de la cultura de Occidente y el fomento de un turismo de excelencia.

La fundación ya se ha puesto en marcha y tiene el apoyo del Ayuntamiento de El Puerto y la Universidad de Cádiz (UCA). Está presidida por el catedrático de Prehistoria Diego Ruiz Mata, y tiene a su alrededor asociaciones como Amigos de FEFeMe, Amicenes o los Amigos de la bodega de la Sierra (Abosierra), que constituyen su rama social para ayudar a poner en marcha el proyecto, para el que se busca financiación.

Fuente: diariodecadiz.es | 22 de marzo de 2020

Un estudio revela la existencia de perros miniatura durante el Imperio Romano

El Chihuahua es una raza procedente de México (iStockphoto).

Arqueólogos de la Universidad de Granada (UGR), con participación de científicos del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra y el Instituto de Historia del CSIC de Madrid, han revelado en un estudio que los romanos ya tenían perros miniatura como animales de compañía hace más de 2.000 años.

El tamaño de estos perros era similar al de algunas razas pequeñas actuales como el pequinés o algunos tipos de chihuahua, ha informado este lunes la UGR en un comunicado. El trabajo presenta el estudio zooarqueológico, osteométrico, paleopatológico y de bioquímica de isótopos, relativo a varias inhumaciones de perros encontradas en la necrópolis romana de Llanos del Pretorio, extramuros de la Córdoba romana y relacionados con cerca de setenta enterramientos humanos.

Restos

“En particular destaca especialmente un perro de pequeño tamaño (algo más de 20 centímetros de altura), miembros acortados y morro achatado, que hemos hallado en una fosa próxima a enterramientos humanos infantiles”, ha explicado el autor principal de este trabajo, Rafael M. Martínez Sánchez (izquierda), del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada.

El hallazgo constituye uno de los casos de perros micromorfos más antiguos reconocidos en el conjunto del Imperio Romano. Es difícil conocer el aspecto externo de este animal solo por los huesos -pelaje largo o corto, color o morfología de las orejas-, pero su estructura esquelética resulta similar a razas de tamaño pequeño actuales.

Entre los aspectos patológicos destaca una antigua lesión en una cadera y el hecho de mostrar evidencias traumáticas que apuntan a un sacrificio deliberado. El estudio de isótopos estables a través del colágeno óseo y esmalte dental apunta a un origen diferente para este ejemplar, con seguridad ajeno al entorno de la ciudad y quizá de origen lejano.

Un esqueleto del perro encontrado por los investigadores de la Universidad de Granada (EP)

Animal de compañía desde la antigüedad clásica

La existencia de perros de pequeñas dimensiones como animales de compañía, objetos de afecto y especial consideración por sus dueños, ya es conocida desde la Antigüedad clásica, hecho corroborado por textos, epigrafía e iconografía, ha señalado Martínez Sánchez. Autores clásicos como Plinio el Viejo y Claudio Eliano citan el gusto de las clases urbanas por estos animales, de los que se han llegado a conocer incluso epígrafes funerarios no muy diferentes a los conocidos para siervos o esclavos muy queridos.

El hallazgo, entre otros ejemplares, de un animal de pequeñas dimensiones y cráneo braquicéfalo en una necrópolis de la primera mitad del siglo I d.C. en el sur de Hispania abre nuevas interpretaciones respecto al papel de este tipo de animales en las relaciones entre perros y humanos a inicios de Nuestra Era en el mundo romano occidental, y sus implicaciones simbólicas en los rituales funerarios.

Fuente: lavanguardia.com | 23 de marzo de 2020

Un misterioso petroglifo mitad hombre mitad insecto aparece en Irán

Un misterioso petroglifo mitad hombre mitad insecto aparece en Irán - MOHAMMAD NASERIFARD

Una talla de roca única encontrada en el sitio de arte rupestre iraní de Teymareh con seis extremidades se ha descrito como parte hombre, parte mantis. Las tallas en roca, o petroglifos, de animales invertebrados son raras.

Entomólogos se unieron a los arqueólogos para tratar de identificar el motivo. Compararon la talla con otros en todo el mundo y con las criaturas locales de seis patas que sus artistas prehistóricos podrían haber encontrado. Publican resultados en Journal of Orthoptera Research.


La talla de 14 centímetros se vio por primera vez durante las excavaciones entre 2017 y 2018, pero no se pudo identificar debido a su forma inusual. Las seis extremidades sugieren un insecto, mientras que la cabeza triangular con ojos grandes y los antebrazos que agarran son inconfundiblemente los de una mantis religiosa, un insecto depredador que caza y captura presas como moscas, abejas e incluso pájaros pequeños. Una extensión en su cabeza incluso ayuda a reducir la identificación a un género particular de mantis en esta región: Empusa pennata.

Aún más misteriosas son las extremidades medias, que terminan en bucles o círculos. El paralelo más cercano a esto en arqueología es el Hombre Squatter (derecha), una figura de petroglifo que se encuentra en todo el mundo que representa a una persona flanqueada por círculos. Si bien podrían representar a una persona que sostiene objetos circulares, una hipótesis alternativa es que los círculos representan auroras causadas por descargas de plasma atmosférico.
Actualmente es imposible decir exactamente cuántos años tienen los petroglifos, porque las sanciones contra Irán prohíben el uso de materiales radiactivos necesarios para la datación por radiocarbono. Sin embargo, expertos examinaron el sitio de Teymareh y estimaron que los grabados se hicieron hace 40.000-4.000 años.

La aldea de Sarkubeh (provincia de Markazi, Irán) es la habitación humana más cercana al sitio estudiado. Foto: Mahmood Kolnegari.

Solo se puede adivinar por qué las personas prehistóricas sintieron la necesidad de tallar a un hombre-mantis en la roca, pero el petroglifo sugiere que los humanos han vinculado las mantis a lo sobrenatural desde la antigüedad. Según lo declarado por los autores, "el tallado atestigua, que en la prehistoria, casi como hoy, las mantis religiosas eran animales de misticismo y aprecio".

Fuentes: m.notimerica.com | blog.pensoft.net |16 de marzo de 2020