Científicos chilenos identifican una huella humana de 15 600 años que evidencia la presencia del hombre de forma muy temprana en América del Sur. (Foto: SoyChile).
Científicos de la Universidad Austral de Chile (UACh) han identificado la que sería hasta el momento la huella humana más antigua de América.
Su edad se calcula en 15.600 años y representa una evidencia de la presencia del hombre de forma muy temprana en América del Sur y el continente en general, según una investigación publicada este miércoles en la revista científica PLOS ONE.
Fotografía de la estructura sedimentaria original atribuida a una huella humana que fue excavada en el sitio de Pilauco (Chile). Aparentemente, un bulto de sedimento está incrustado dentro del lecho (estrella). Barra de escala de 5 cm.
La estructura sedimentaria corresponde a una icnita —huella fosilizada— que fue descubierta en 2010 en el sitio arqueológico de Pilaluco, en la provincia chilena de Osorno. Desde entonces fue sometida a minuciosos estudios para descartar que perteneciera a un animal prehistórico, y finalmente fue descrita como correspondiente a un icnogénero de la especie Hominipes modernus, relacionada con el género Homo sapiens, que incluye al ser humano moderno.
"Estamos frente a una evidencia de presencia humana de hace 15.600 años, lo que nos indica que en Pilauco estuvieron los humanos más antiguos de toda América", afirmó en una entrevista radialKaren Moreno (izquierda) académica de la UACh y autora principal del estudio.
La huella tiene 23 centímetros de largo —equivalente a un pie de actual talla 43— y es posible que haya pertenecido a un hombre adulto que caminaba descalzo, según se concluyó luego de evaluar las condiciones ambientales bajo las que se generó. "Concluimos que un humano produjo la huella al caminar sobre un sustrato blando, como barro o turba, saturado de agua", subraya Moreno.
En las capas del suelo analizado —a una profundidad de tres metros— también se encontraron artefactos de piedra que aportan evidencia adicional y refuerzan la idea de una colonización temprana en Sudamérica.
La huella de Pilauco superó a otra hallada en Monte Verde (sitio arqueológico chileno ubicado al sur de Osorno) que tiene feche de hace unos 14.600 años (derecha).
Moreno confesó que pese a la contundente información recolectada, el hallazgo fue rechazado en tres oportunidades por revisores expertos para su publicación en una revista científica extranjera. Según explicó, las negativas provinieron de investigadores —principalmente de EE.UU.— que se rehusaron a reconocer la antigüedad de la huella y un poblamiento del continente anterior a 12.000 años.
"Si la huella tuviera 1.000 años, habríamos publicado [el artículo científico] en 10 minutos (…) No es lo mismo encontrar un artefacto de piedra, porque eso requiere una interpretación difícil (...), pero una huella humana es la presencia directa de un humano. Es un descubrimiento de mucha envergadura", argumentó el geólogo y arqueólogo Mario Pino (derecha), coautor del artículo. “Existen otras huellas humanas en las Américas, pero ninguna ha sido fechada con esta antigüedad, lo que fue posible gracias al material orgánico vegetal donde fue realizada y cubierta, lo que permitió fecharla con radiocarbono”, dijo Pino en declaraciones difundidas el viernes en un diario chileno.
Dos momias, presuntamente madre de hijo, fueron halladas al interior de una tumba en Aswan. Foto de Università degli Studi di Milano Un equipo de arqueólogos, dirigido por la profesora italiana de la Universidad de Milán Patrizia Piacentini (izquierda), ha descubierto los restos momificados de docenas de antiguos egipcios en una tumba en la ciudad de Aswan, al sur de Egipto.
La tumba se remonta al período grecorromano, entre 332 a.C. y 395 d.C., y contenía los restos de 35 hombres, mujeres y niños. Los arqueólogos descubrieron una pequeña habitación con cuatro momias antes de encontrar a otras treinta y una más en una habitación contigua con artículos utilizados en el comercio funerario, incluidos vasos con betún y una camilla intacta hecha de madera de palma y lino. También se hallaron otros artefactos, como máscaras decoradas, estatuas y cartonajes pintados, así como cubiertas de momias hechas de papiro.
Uno de los cartonajes hallados en una tumba de Aswan. Foto de Università degli Studi di Milano.
Los restos de varios niños pequeños fueron encontrados alojados a un lado de esta última habitación. Y aunque dos de las momias, que se cree que son madre e hijo, están bien conservadas, otras están muy deterioradas.
El interior de una tumba en Aswan. Foto de Università degli Studi di Milano
Los jeroglíficos fragmentados de un ataúd descubierto revelaron el nombre de la persona propietaria de la necrópolis: Tjit, unprobable rico comerciante debido a la presencia de numerosos tejidos y pinturas dentro de las cámaras funerarias presentes en la necrópolis. Desafortunadamente, los arqueólogos no fueron los primeros en encontrarlas, dado que gran parte de su contenido ya había sido robado en el pasado por numerosos ladrones de tumbas. La excavación, que levantó un plano de unas 300 tumbas cercanas a uno de los principales puntos de referencia de Asuán, el Mausoleo de Aga Khan (derecha), es fruto de una misión conjunta entre el Ministerio de Antigüedades de Egipto y la Universidad de Milán.
"Es un descubrimiento muy importante porque agregamos algo de la historia que le faltaba a Aswan", dijo Patrizia Piacentini, profesora de egiptología en la universidad de Milán.
“Sabíamos que las tumbas y la necrópolis se remontaban al segundo y tercer milenio, pero no sabíamos dónde estaban las personas que habían vivido en la zona más alejada del periodo faraónico. Aswan, en la frontera sur de Egipto, fue una ciudad comercial muy importante".
Una estatua hallada en la tumba de Aswan. Foto de Università degli Studi di Milano.
Un médico anatomopatólogo estudiará, a partir de ahora, las momias antes de volver a colocarlas en la en su lugar, para lo cual el recinto funerario ha sido rodead ha sido cerrado con puertas de hierro y estará vigilado por tres guardias.
Diversas excavaciones en otras partes de Egipto han dado lugar a descubrimientos similares, con el gobierno dispuesto a dar a conocer los hallazgos en un esfuerzo por reactivar el turismo, tras haber sufrido un serio declive como resultado del levantamiento popular de 2011 que llevó a la renuncia de Hosni Mubarak como presidente de Egipto y su secuela de posteriores disturbios.
El equipo de arqueólogos. Foto de Università degli Studi di Milano.
Por ejemplo, el hallazgo de una tumba faraónica que contenía 50 momias en Minia, al sur de El Cairo, el pasado mes de febrero, así como otra tumba en la ciudad de Sohag, al sur también del Cairo, a principios de abril, con docenas de ratones y otros pequeños animales momificados, se encuentran entre algunos de los últimos descubrimientos.
"Los egipcios están excavando incluso en lugares que en el pasado no fueron nunca considerados, por lo que están haciendo cada vez más diversos descubrimientos", dijo Piacentini. "Y creo que habrá muchos más aún en el futuro".
El arqueólogo Alfonso Fanjul mostrando una hacha neandertal.
Los trabajos del Plan de Empleo en la zona del Bosque de La Zoreda han permitido revelar un yacimiento de gran potencial, "fundamental para entender los orígenes del poblamiento del concejo de Oviedo", según los investigadores.
Se han encontrado varias piezas de gran valor arqueológico. Se trata de un conjunto de utensilios formados, entre otros, por un hacha de mano, un núcleo de cuarcita y varias lascas retocadas para utilizarlas después a modo de cuchillo.
Así, gracias a este tipo de elementos, se puede determinar la existencia de población en la zona en la época del Paleolítico Medio, en torno al 30.000 a.C., y fueron encontradas en superficie. Esto último demuestra la existencia de un yacimiento de gran potencial, probablemente superior a los que ya existen en Asturiasde ese mismo período.
Los utensilios pertenecen a un grupo de población neandertaly como tal ya han sido notificados a la Consejería de Cultura del Gobierno del Principado, cumpliendo con la normativa del Patrimonio Cultural.
Para determinar la importancia del yacimiento, la concejalía de Economía y Empleo pondrá en marcha un plan arqueológico que permitirá hacer un estudio sobre el terreno, buscar más utensilios y determinar con más certeza cómo fue y qué protagonistas tuvo el Paleolíticoen la zona.
Además, se trata del primer yacimiento de esta época que aparece en el entorno de La Manjoya.El arqueólogo que supervisa las obras del Plan de Empleo, Alfonso Fanjul, considera que es "fundamental para entender los orígenes del poblamiento del concejo".
Este último hallazgo se une a otros avances del equipo de trabajo del Plan de Empleo en La Zoreda, donde se ha podido también identificar y catalogar el patrimonio industrial de la zona. En el pasado estuvo instalada en los terrenos, que se mantuvieron abandonados durante décadas, una fábrica de explosivos.
Fuentes: lne.es | elcomercio.es | 24 de abril de 2019
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De izquierda a derecha:el arqueólogo Alfonso Fanjul, los concejales Ana Taboada y Rubén Rosón, y Pedro Zapico, director de proyectos del Ayuntamiento de Oviedo
Hallan restos de un asentamiento neandertal en Oviedo
En superficie y en apenas dos metros de terreno, técnicos del plan de empleo municipal que adecenta el bosque de La Zoreda, en La Manjoya, avistaron el pasado lunes varias piezas que, según explicaron ayer en una comparecencia pública, datan del Paleolítico Medio, tienen una antigüedad de 30.000 años y probarían la presencia de poblaciones de neandertales en la zona sur de Oviedo.
El hallazgo contiene varios utensilios de mano como un hacha bifaz así como lascas, raederas -uno de los útiles líticos más comunes del Paleolítico- y un núcleo de cuarcita para la fabricación de los mismos. Según el arqueólogo responsable del seguimiento del plan de empleo, Alfonso Fanjul, se trata de «un yacimiento importante por la cantidad y calidad de las piezas». Fanjul puso en relación el hallazgo con otros encontrados en terrazas fluviales del Nora pero destacó de este su prolijidad, así como la probabilidad de haber hallado un asentamiento neandertal. «La cantidad de material -unas decenas a simple vista- y la mezcla de restos junto a herramientas completas nos hace plantearnos que estamos ante los restos de un hábitat al aire libre. Quizás los restos de una cabaña», indicó sin entrar a precisar la extensión del mismo antes de obtener los permisos necesarios para realizar catas y acometer una excavación al detalle.
De lo conocido sobre las poblaciones de Homo neanderthalensis, que habitaron Asturias, el arqueólogo descartó, con los primeros indicios, la posibilidad de estar ante restos biológicos en La Manjoya. Se trataría de una época, la del Paleolítico Medio, en la que «van a empezar a buscar cuevas para vivir durante periodos de frío. Se mueven como nómadas a lo largo de los ríos donde haya recursos para la alimentación».
La antigüedad del yacimiento ha sido determinada por la tipología de la tecnología encontrada. El hacha bifaz, tallada por ambos lados, pertenecería al complejo tecnológico musteriense. «Es una pieza excepcional en talla que nos ha permitido concretar la cronología y el ámbito de trabajo en el Paleolítico Medio. Es el tipo de talla que utiliza la población neandertal en Asturias», expuso al recalcar la singularidad del ejemplar «para las piezas de esta época cuya talla suele ser mas rudimentaria».
Por otro lado, «la presencia de cuarcita, traída a cierta distancia de esa zona del río Gafo, sostendría la tesis de que la población de neandertales se mueve por la ribera del Nalón», en relación a otros estudios realizados en Siero y la parte oriental del concejo de Oviedo.
Lo encontrado hasta la fecha topa con las limitaciones del proyecto actual, el de un plan de empleo municipal, que, pese a la serendipia, impide la realización de catas y la colecta de ejemplares. Fanjul explicó que, siguiendo con el protocolo de Patrimonio, la Consejería de Cultura fue informada acerca de la existencia del yacimiento y que las herramientas mostradas ayer durante la rueda de prensa quedarán bajo la custodia del plan de empleo. Una vez finalizado, en julio, pasarán a formar parte de la colección del Museo Arqueológico de Asturias.
El experto destacó la relevancia del periodo a estudiar y lo puso en relación con otros hallazgos como el de la cueva del Sidrón, aunque evitó comparaciones en un estadio tan temprano. Calificó el Paleolítico de muy interesante por la cantidad de hallazgos y para la ciudad por la ausencia de proyectos arqueológicos en la actualidad.
En ese sentido, Rubén Rosón, de cuya concejalía depende el plan de empleo, y la vicealcaldesa Ana Taboada, apostaron por iniciar un estudio en profundidad cuando finalicen los trabajos actuales en los que, originariamente, se descubrieron en La Zoreda elementos arquitectónicos del siglo XX relacionadas con la antigua fábrica de explosivos Río Tinto, como expuso el arquitecto Pedro Zapico.
«Es un día muy importante para Oviedo. Damos el primer paso para trabajar en profundidad en el yacimiento. Tras el hallazgo, cuando finalice el plan de empleo, iniciaremos las labores necesarias para profundizar en el proyecto arqueológico», avanzó el edil que destacó la labor de recuperación de patrimonio natural y arquitectónico y resaltó la importancia de las administraciones locales en el desarrollo del empleo y del territorio. Sin adecentar el bosque, el hallazgo hubiera sido improbable.
La vicealcaldesa echó la vista atrás, pero no tanto. Recordó cómo el Ayuntamiento se tuvo que hacer cargo de la descontaminación de los terrenos cuando no eran de su propiedad para los desarrollos urbanísticos previstos. «Frente a aquello, nuestro gobierno recupera espacios para la ciudadanía y además recupera la memoria. No solo la cercana, como esperábamos, sino una bastante más lejana», se felicitó.
El hallazgo de La Zoreda y su datación preliminar entroncan con uno de los periodos claves de la Paleoantropología y el yacimiento de La Viña (La Manzaneda, Oviedo)
Conocemos a los neandertales tan bien, que los interrogantes sobre su desaparición y la llegada del hombre moderno siguen encendiendo los debates entre los paleontropólogos. Son cosas que pasaron a caballo entre el Paleolítico Medio y el Superior, entre hace 40.000 y 30.000 años, cuando Asturias alternaba periodos muy fríos y otros más templados. Mamuts y rinocerontes lanudos, pero también caballos y megaloceros. Faunas que hablan de ambientes muy distintos, del ocaso de los neandertales y la llegada del Homo sapiens.
A escasa distancia del hallazgo anunciado ayer, en Olloniego, el abrigo de La Viña une y mezcla las dos culturas, las dos especies humanas. Además de grabados, en el entorno de este enclave los paleoantropólogos desenterraron una historia de evolución cultural en la que neandertales y sapiens casi habrían convivido hace 35.000 años.
El trabajo de décadas de Javier Fortea apuntó lo contrario. Hoy se cree que la mixtura de restos musterienses y de los nuevos modos industriales del Paleolítico Superior propios de los hombres modernos en el yacimiento de La Viña en La Manzaneda (izquierda) es fruto de la mezcla de los estratos y que ambas especies nunca coincidieron. O sí, porque el año pasado una investigación internacional estableció mediante radiocarbono que sapiens y neandertales pudieron convivir en la cornisa cantábrica hasta un millar de años. En términos prehistóricos, un parpadeo que parece apuntar que los últimos neandertales asturianos se extinguieron antes de que llegasen los altos y aniñados sapiens, pero que no excluye un encuentro fugaz. Porque los neandertales nos fascinan. De ellos creemos saberlo casi todo. Es la especie humana, quitando a la que escribe y lee esto, que mejor conocemos: una de las mujeres del Sidrón era pelirroja, casi todos eran diestros... secuenciamos su genoma, tenemos parte de ellos en nuestros genes. Y aún así todos los años aprendemos algo más. Solo en 2018, descubrimos que sabían usar el fuego, que se cruzaron (también) con los denisovanos, que cuidaban de sus discapacitados o que pintaron, hace más de 64.000 años, las paredes de tres cuevas españolas. Quién sabe qué novedades del pasado traerá este 2019.
Fotografía de campo de la estructura de combustión y fotografía microscópica de componentes orgánicos en la capa negra de la estructura de combustión. / Leierer et al.
El yacimiento de El Salt (Alcoy, Alicante), uno de los enclaves arqueológicos más importantes del Mediterráneo Occidental, cuenta con once estructuras dehogares al aire libre bien conservadas y superpuestas. Hasta ahora, no se sabía con claridad si estas casas se formaron durante ocupaciones sucesivas a corto plazo o en menos ocupaciones pero a más largo plazo. El análisis de los restos asociados a las hogueras prehistóricas dan nuevas pistas al respecto.
“Estos sedimentos encierran información muy valiosa sobre el comportamiento de sus fabricantes, así como de la vegetación del entorno”, afirma a SincLucia Leierer (izquierda), investigadora en el Instituto de Biorgánica Antonio González de la Universidad de La Laguna, y autora principal del estudio que publica la revista PLoS ONE.
Los autores creían que las estructuras de El Salt representan un conjunto de hogueras sincrónicas sobre una sola superficie de ocupación neandertal. El trabajo revela que, en realidad, fue una sucesión de suelos de ocupación espaciados en el tiempo, todos ellos con hogueras. “Hemos constatado que los neandertales que ocuparon este yacimiento, en la zona del mediterráneo central ibérico, lo hacían de manera recurrente, pero efímera y con largos periodos de abandono”, asegura a Sinc Leierer. La investigación desvela una alta movilidad de los grupos neandertales, confirmada por los periodos largos de abandono del sitio.
Para llegar a esta conclusión, los científicos españoles examinaron las diferentes capas dentro de las estructuras del hogar para evaluar los tiempos de ocupación dentro de la unidad de estudio.
Además, realizaron un análisis de residuos biomoleculares lipídicos (de grasas) y otros de isótopos para obtener información sobre posibles alimentos y combustibles.
a) Ortofotografía georreferenciada extraída del modelo fotogramétrico 3D del sitio creado en la temporada de campo 2017 y que muestra las estructuras de combustión seleccionadas para este estudio. b) Ortofotografía georreferenciada (igual que en a) de todo el sitio, con la ubicación indicada del área de interés para este estudio. c) Vista general del área circundante del yacimiento. La flecha indica la posición del mismo. d) Visión general del yacimiento, la flecha indica el área de interés. e) Ubicación geográfica de El Salt en España. Lo que revelan los sedimentos
Los resultados muestran que la materia orgánica quemada presente en los hogares de El Salt era rica en excrementos de herbívoros y residuos de plantas con flores. “Esto nos indica largos periodos de tiempo en los que los neandertales no estaban allí”, añade la investigadora. Estos restos vegetales tampoco fueron quemados en su estado fresco, señalan los científicos, “por lo que posiblemente la estación de ocupación humana no era otoño”, recalca Leierer. Los análisis indican también que los restos vegetales no son de pino, el principal combustible de las hogueras, por lo que los neandertales pudieron traer el combustible de fuera.
Según los autores, los datos indican al menoscuatro ocupacionesneandertales sucesivas a corto plazo, separadas por períodos de tiempo relativamente largos, posiblemente basados en las estaciones.
Arqueólogos, científicos y artistas visuales escoceses lograron reconstruir con alta exactitud cómo podría haber lucido un perro que habitó la Tierra hace 4.500 años. De acuerdo con los expertos, el animal habría sido domesticado por los humanos en ese tiempo, tenía características de lobo y el tamaño de un gran collie.
El trabajo fue desarrollado en conjunto por profesionales del centro Historic Environment Scotland (HES)y la Universidad de Dundee, quienes tardaron cerca de un año en configurar una imagen en 3D del animal. El proyecto estuvo basado en los hallazgos que realizaron arqueólogos en una zona de Escocia llamada Cuween Hill, una tumba donde hace más de un siglo fueron descubiertos cráneos de 23 perros que habitaron el lugar.
Si bien estos restos pertenecían a caninos del pasado, las tumbas donde fueron encontrados eran usadas para el entierro de humanos en Gran Bretaña, lo que hace suponer que existieron lazos cercanos entre ambos.
Según al diario inglés The Guardian, se cree que estos animales habitaron el Archipiélago de Orkney (Escocia) hace 5.000 años. En ese tiempo, ellos habrían sido reconocidos como cazadores de ciervos y aves, para el posterior consumo humano.
Amy Thornton (izquierda), antropóloga forense de la Universidad de Dundee, indicó que llegar a un modelo en 3D tomó años de estudio para el equipo, porque la técnica usada supuso recolectar datos que no existían en un comienzo.
“Esta reconstrucción ha sido un proyecto particularmente interesante, ya que es la primera vez que empleamos métodos forenses de reconstrucción facial humana en un cráneo animal”, explicó."Tal tarea implicó su propio conjunto de desafíos, ya que hay muchos menos datos existentes relacionados con las profundidades promedio de los tejidos en cráneos caninos en comparación con los humanos". “La reconstrucción se creó originalmente en arcilla utilizando métodos tradicionales, con una impresión en 3D del cráneo de Cuween Hill como base para construir la anatomía. La escultura completa se fundió en silicona y se terminó con el abrigo de piel que se asemejaba a un lobo gris europeo, según lo aconsejado por expertos. El modelo resultante nos da una visión fascinante de este animal antiguo", adujo.
Por otro lado, Alison Sheridan (derecha), investigadora del HES, indicó que esta reconstrucción puede dar más pistas para conocer cómo fue la actividad humana y animal que se dio en el Archipiélago de Orkney, donde también se han encontrado otras tumbas con restos fósiles de aves, ciervos y felinos.
“Quizás las personas que vivían en el área en ese momento se consideraban ‘la comunidad del perro', debido a que las bases de sus actividades pudieron estar ligadas con este animal”, indicó. "La gente ha especulado sobre si el hecho de que haya tantos perros en una tumba, que es algo muy, muy inusual, sugiere que hubo algún tipo de aspecto totémico". Ella dijo que los grupos que vivían alrededor de las otras tumbas descubiertas pudieron haberse identificado con otras especies animales. "Por alguna razón, muchas generaciones después de la construcción de estas tumbas, las personas han tenido una asociación especial con diferentes tipos de animales".
Para Seridan, además, esto además podría significar que el perro ya había sido domesticado por el hombre en el Neolítico, aunque aún faltan muchas investigaciones por realizar.
Steve Farrar, el gerente de interpretación de HES, dijo que el perro había sido reconstruido como parte de un intento de revivir las historias que están detrás de la gran cantidad de monumentos neolíticos de Orkney y de quienes los construyeron. Se cree que la expansión de la construcción de monumentos en Orkney durante el período neolítico ha sido enormemente influyente en las comunidades de Gran Bretaña e Irlanda y más allá.
"Si bien anteriormente se han hecho reconstrucciones de personas de la era neolítica, no sabemos de ningún intento anterior de reconstruir un animal de forma forense a partir de este momento", dijo Farrar.
"Mirar a este perro nos ayuda a relacionarnos mejor con las personas que cuidaron y veneraron a estos animales, personas cuyo ingenio y sofisticación hicieron de Orkney un lugar muy importante en el Neolítico y que nos han dejado un rico legado de monumentos hasta hoy", concluye.
Cabe señalar que este cráneo 3D fue expuesto por primera vez el pasado fin de semana en el Festival de Ciencia de Edimburgo, y, a fin de año, se exhibirá en Orkney.
Sigilosas, expectantes, indescifrables. Las manos pintadas son un punto de referencia para escudriñar nuestro pasado. Para predecirlo, aunque dé pie a un oxímoron. Impertérritas, esperando a ese dueño que duerme en su alma y que nos dice, desde la inmensidad de las profundidades, que, quizás, no fuimos los únicos ni los primeros y que el arte, en suma, es nuestro gran potencial como humanos. Hugo A. Mira explica que «La sociedad se mueve porque tenemos memoria».
El simbolismo que se les atribuye corresponde, tal y como barajan los especialistas, al nacimiento del pensamiento abstracto. «Estamos convencidos de que el arte prehistórico de las manos era una referencia a un significado subyacente. ¿Y por qué a menudo no están extendidas, sino que tienen los dedos cerrados e incluso mutilados? No lo sabemos. Podemos suponer que estas manos se pintaban con motivo de las ceremonias de ritos primerizos. O para transmitir secretos de madre a hija, secretos que representaban la continuidad de una especie de iniciación. Todo esto se nos escapa porque las manos del pasado son mudas y no podemos hacerlas hablar», concluye Hugo Mira, descubridor de las manos en negativo en Cueva Palomas IV.
CUEVA DE LAS PALOMAS IV es un conjunto Rupestre formado por cuatro cuevas, donde destaca La Cueva Palomas IV. Fueron publicadas en 1929 por Henri Breuil y M.C. Burkitt, más tarde en 1979-1980 visito el enclave J.M. Santiago Vilches, siendo también recogidas en su libro por el matrimonio Uwe y Uta Topper (1988), y en el año 2001 L. Bergmann. Y tras varias visitas, siendo la última en Mayo de 2017, Salvador Escalona Caballero y Hugo A. Mira Perales, tras realizar un trabajo fotográfico de las cuatro cuevas, y posterior estudio del material fotográfico, mediante tratamiento digital (Dstretch). Una tarde de domingo trabajando con el ordenador en la pantalla después de pasar el tratamiento, apareció como por arte de magia la primera mano en negativo y llevando todo ello contactar con D. Hipólito Collado del Proyecto Handpas, para la verificación de lo acontecido, y tras su visita en el enclave, y realizando las comprobaciones necesarias, se comprobó que dichas manos en negativos pertenecían al periodo Paleolítico. Y pasaban a formar parte de los 14 enclaves Españoles existentes, siendo junto a las cuevas de Ardales y Estrellas, las únicas cuevas en Andalucía con motivos de manos en negativo del Paleolítico.
La importancia de las manos en negativo principalmente, por las que se han datado en otras cuevas, se enmarcan en un periodo gravetiense (30.000-25.000 a.n.e), en España solo se localizan en 14 enclaves, principalmente en la cornisa cantábrica, aquí en Andalucía solo encontramos 3 enclaves con manos en negativo, Árdales, Estrella y Palomas IV (nuevo hallazgo). Incluso podemos de hablar de más atrás en el tiempo en la cueva de Maltravieso Cáceres se dataron manos con 66.000 a.n.e, lo que nos lleva a que no pudieron ser pintadas por el Homo Sapiens Sapiens (nosotros), si no por los neandertales pues en ese tiempo aún no había entrado en la península ibérica el homo sapiens, sino que vivía el homo neanderthalensis.
(O bordeaban las naves de Salomón África para llegar a Tarsis) Publicamos un titulo para negar que las naves de Salomón recorrieren el Atl...
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