Arqueólogos hallan en la Cueva del Portillo de Bedmar los restos humanos más antiguos de la provincia de Jaén

Foto: Arqueólogos hallan en la Cueva del Portillo de Bedmar los restos humanos más antiguos de la provincia BEDMAR (JAÉN) | EUROPA PRESS

Los trabajos realizados con motivo del Campus Internacional de Arqueología Bedmar Prehistórico han permitido hallar en la Cueva del Portillo de este municipio "los restos humanos más antiguos de la provincia de Jaén".
Los restos óseos encontrados datan del Paleolítico Superior final, de en torno a 11.600 años, según se ha explicado este miércoles en la presentación de estos hallazgos por parte del prehistoriador de la Universidad de Oxford y director de las excavaciones, Marco Antonio Bernal, el arqueólogo Antonio Santiago y el presidente de la Fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana, Cecilio Barroso.

En el acto han intervenido, además, el alcalde de Bedmar y Garcíez, Juan Francisco Serrano, y el presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, quien ha destacado la importancia de estas excavaciones para conocer la historia de un territorio, al tiempo que ha considerado "fundamental ponerlas en valor y el colmo es sacarle rentabilidad económica".

En este sentido, Reyes ha apuntado que existen elementos para reforzar el aspecto turístico de Bedmar y Garcíez, "con el Parque Natural de Sierra Mágina y con Úbeda y Baeza, ciudades Patrimonio de la Humanidad a poco más de 20 minutos".


"Podemos ser un centro de referencia si somos capaces de poner en valor todo lo que está saliendo a la luz", ha dicho Reyes sobre un legado arqueológico que, como ocurre con los yacimientos íberos "puede ayudar a la economía provincial, comarcal y local".
Este campus ha sido organizado por la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), la Universidad de Jaén, el Instituto de Investigación de Arqueología Íbera y la Fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana (Fipeh).


Se ha desarrollado desde mediados del pasado mes de julio y en él han participado un total de 26 estudiantes de grado, máster y doctorado en áreas vinculadas a la arqueología, con el apoyo de más de una veintena de profesores procedentes de Andalucía, Cataluña, Reino Unido y Francia.
Las excavaciones, realizadas en el paraje de la Serrezuela de Bedmar, no son las primeras, puesto que en el año 2015 se encontraron en la Cueva de la Rota cerca de 600 piezas del Paleolítico Medio, "unos resultados que auguraban un potencial que ha quedado patente con los restos encontrados en la Cueva del Portillo".


Se trata del "único yacimiento de la provincia con consecuencia estratigráfica del Paleolítico Superior final, donde hasta ahora se habían encontrado estructuras de hogar con varios focos de fuego y un collar de conchas marinas de unos 11.000 años de antigüedad, fabricados por el Homo sapiens".


Fuente: lavanguardia.com | Fotos | 16 de agosto de 2017

La mina de silex de Treviño (Burgos) tiene, al menos, 6.000 años de antigüedad

Andoni Tarriño, en el yacimiento arqueológico de Pozarrate, en la sierra Araico-Cucho. / FOTOS: SERGIO CARRACEDO

La excavación arqueológica de Pozarrate, en Treviño (Burgos), que se enmarca en el complejo minero de Araico-Cucho, sigue aportando datos de gran interés sobre el pasado más remoto de la zona. Los encargados de la excavación, con el geoarqueólogo Andoni Tarriño a la cabeza, han hallado en la escombrera de la explotación minera un cuerno de ciervo, empleado para picar en la cantera, y varios carbones, resultado del fuego que los hombres del neolítico utilizaron para ‘ablandar’ la roca y extraer los nódulos de sílex con mayor facilidad.

Los análisis de Carbono-14 a los que han sido sometidos estos restos han arrojado datos que permiten conocer la antigüedad de esta cantera que aportó sílex a los humanos que habitaron en un amplio arco que va, al menos, desde Asturias hasta Aquitania, en Francia. «Igual hasta Galicia, no hemos mirado», explica este experto que asegura que el sílex de esta zona es único porque se generó en un área pantanosa o de lagos, por lo que «tiene algas o caracolillos fosilizados. No hay otro sílex parecido en todo el Cantábrico».

La movilidad de este mineral se explica por sus «intercambios comerciales» en una época en la que «el sílex era sinónimo de subsistencia, fundamental para tener buenas armas y, por lo tanto, para comer».
El asta de ciervo, según los datos del análisis, data de hace 5.700 años y los carbones de hace 6.000, lo que certifica la antigüedad de la más baja de las canteras, ya que hay otras siete, a mayor cota, que son más antiguas y una gran zanja también explotada. A pesar de ello, el sílex de la zona se conocía con anterioridad al Neolítico. «Los hombres cazadores del Paleolítico no lo explotaron en cantera, pero sí recogían el que aparecía en superficie para hacer sus herramientas», aclara Tarriño. Con la llegada del Neolítico «generan una economía de stock, de ganado y cereales, y con las piedras hacen lo mismo, se dotan de una explotación de buen sílex para hacer sus herramientas».

En esta excavación arqueológica de Pozarrate, que se encuentra entre los municipios de Treviño (Burgos) y Berantevilla (Álava), ha trabajado durante el mes de julio un equipo de 30 investigadores, procedentes de diversas universidades españolas, dirigido desde el Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (Cenieh) por Andoni Tarriño. En ella han procesado unas 50 toneladas de escombros mineros y han recuperado unos doce mil fragmentos de sílex entre residuos y herramientas, producto de la actividad extractiva minera.
Entre los hallazgos cabe destacar dos mazas de ofita –material volcánico de gran dureza– de 9 y 4,5 kilos de peso, respectivamente; así como diversos percutores de sílex. Y no descartan que puedan salir nuevos hallazgos, «hasta restos humanos». También aparece sílex de no muy buena calidad, ya que «los buenos se los llevaron» para trabajarlos y afilarlos en los poblados de la zona, explica el responsable de la excavación. Con ellos construían puntas de flecha, hachas y otras herramientas.

Un nódulo de sílex junto a otro que se comenzó a afilar (arriba), el asta de ciervo hallada en la cantera prehistórica y parte del equipo de investigación, en el proceso de triple cribado del material. / S. CARRACEDO.

Con el objetivo de dar a conocer las estrategias de explotación y abastecimiento del sílex como recurso mineral en la prehistoria, hasta finales de julio, han perseguido el reto de estudiar «al máximo» la explotación minera. Hasta la última piedra. De hecho, han medido con meticulosidad cada una, la han pesado y dejan constancia de su orientación y grados de inclinación para determinar cómo está construida la cantera, «ya que cuando creas una avalancha, las piedras se orientan, así podemos sacar el máximo de información».

La materia de la Prehistoria

Los integrantes de la excavación han rebajado el suelo del yacimiento 1,5 metros, a un ritmo de 25 centímetros cada día. Junto con el volumen analizado en campañas anteriores, se ha alcanzado en esta campaña una superficie total excavada de 116 m2. Asimismo, se ha continuado delimitado el frente de explotación, que en su parte más profunda tendrá un relleno de unos 5-6 metros, y se ha profundizado en otros 41 m2. «El mayor problema son las toneladas de escombros antes de llegar a las estructuras de la cantera. Y esos restos también hay que analizarlos despacio, lo que ralentiza mucho toda la labor», comentó el director de la excavación, que tiene previsto seguir excavando el próximo año «hasta llegar a la roca base de la cantera, al menos en una zanja de 3 metros de anchura y 20 metros de longitud, para descubrir una de las mayores estructuras realizadas por las poblaciones neolíticas en la Península Ibérica».

Pozarrate no es un yacimiento más. «Es muy especial», subraya Tarriño. Se trata de una de las dos minas prehistóricas de sílex de la Península Ibérica y la tercera cantera más antigua de Europa. También se considera la más extensa.

La piedra ha sido el principal y más importante recurso mineral utilizado por los humanos. De entre todas las variedades de materiales líticos, las rocas silíceas de origen sedimentario han sido por sus cualidades para la talla y su abundancia las que han constituido, señala Tarriño, «la materia prima básica de la Prehistoria». Este geoarqueólogo vitoriano es responsable del Grupo de Materias Primas y Materiales Antrópicos y Arqueológicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) con sede en Burgos, y lleva años estudiando las cualidades de los pedernales de esta excavación, unas veces en solitario y otras en colaboración con la Universidad del País Vasco y el Instituto Alavés de Arqueología. Por ello, asegura que este sílex era utilizado por comunidades de hombres prehistóricos tan alejadas de la zona como las cuevas asturianas, las cántabras de Altamira o Brassempouy, en Francia.

Parte del equipo, en pleno trabajo. / S. CARRACEDO


Proyecto nacional

Esta campaña forma parte del segundo año de un proyecto de investigación financiado por el MEIC bajo el título 'El complejo minero prehistórico de sílex de Araico-Cucho (Cuenca Vasco-Cantábrica). Los sílex, sus labores extractivas y su difusión en el Pleistoceno superior y Holoceno', dotado con 59.290 euros.

Este año ha contado con financiación del Servicio de Planificación y Estudios de la Consejería de Cultura y Turismo de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, del Departamento de Euskera, Cultura y Deporte de la Diputación Foral de Álava y del Ayuntamiento de Treviño.

Fuente: elcorreo.com | 15 de agosto de 2017

Descubren una majestuosa estatua desfigurada de 3.000 años de antigüedad en Turquía

Cabeza y busto superior de la estatua

"Las características sorprendentes de la estatua incluyen un anillo de rizos por debajo de un manto que cubre su cabeza, hombros y espalda", expresa Timothy Harrison, de la Universidad de Toronto, el director del Proyecto Arqueológico de Tayinat.

La estatua femenina debió de medir unos 4 ó 5 metros de altura y probablemente fue desfigurada de forma intencionada, con fines rituales

Los restos de una majestuosa estatua de basalto de 3.000 años de antigüedad, que representa a una mujer importante de la época, han sido hallados por un equipo de la Universidad de Toronto en el sitio arqueológico de Tayinat, en el sur de Turquía y cerca de la frontera con Siria, a unos 75 kilómetros al oeste de Alepo, según ha anunciado la universidad canadiense. Los arqueólogos han excavado la cabeza y el torso superior de la estatua (el resto del cuerpo no ha sido hallado), que probablemente fue desfigurada de forma intencionada, con fines rituales. El fragmento conservado mide 1,1 metros de largo y la figura completa de la estatua debió de medir unos 4 ó 5 metros de altura.

La estatua ha sido excavada en un complejo monumental de entrada a la ciudadela superior de Kunulua (posteriormente Tayinat), la capital del reino de Patina, un reino neohitita (surgido después de la caída del Imperio hitita) fechado aproximadamente entre el 1000 y el 738 a.C., durante la Edad del Hierro. "La estatua estaba boca abajo en una capa gruesa de trozos de basalto, entre ellos lo que parecen ser fragmentos de sus ojos, nariz y cara, pero también fragmentos de otras esculturas halladas previamente en la misma zona", dice Timothy Harrison, el director del Proyecto Arqueológico de Tayinat. "Las partes de las esculturas monumentales fueron depositadas juntas, lo que sugiere un elaborado proceso de enterramiento o desmantelamiento que formaría parte de una destrucción", señala.

"Es posible que sea una representación de Kubaba, la madre divina de los dioses de la antigua Anatolia", propone Harrison. "Sin embargo hay ciertas sugerencias estilísticas e iconográficas que indican que podría representar una figura humana, posiblemente la mujer del rey Suppiluliuma o, aún más sorprendentemente, una mujer llamada Kupapiyas, quien fue la mujer, o posiblemente la madre, de Taita, la fundadora dinástica de la antigua Tayinat", concluye. El hallazgo pone de relieve la función, mucho más importante de lo que se creía, de la mujer en la vida política y religiosa de aquellas primeras comunidades de la Edad del Hierro.

Vía: NG

Arqueólogos descubren tres extraordinarias tumbas de época Ptolemaica en Egipto

Un equipo de arqueólogos egipcios que trabajaban en el yacimiento de Al-Kamin Al-Sahrawi, en la provincia de Al Minya (centro), ha descubierto tres nuevas tumbas de época Ptolemaica y varios sarcófagos y nichos funerarios, un cementerio que apunta a la existencia de una ciudad o asentamiento «grande» en el área, y no una guarnición militar como se había sospechado.

En el interior de las tres tumbas se ha hallado una colección de sarcófagos de diferentes formas y tamaños, así como fragmentos de cerámica que han permitido fechar el descubrimiento entre la dinastía XXVII (525 a 404 a. C.) y la época greco-romana, ha detallado el director del Departamento de Antigüedades Egipcias en el Ministerio, Ayman Ashmawy.


Las tres tumbas se han descubierto cerca de un área donde previamente se habían hallado una veintena de tumbas construidas también hacia la misma época siguiendo un diseño de «catacumbas», muy popular en los enterramientos del momento. Sin embargo, la arquitectura de las nuevas tumbas descubiertas no sigue esos mismos patrones, ha puntualizado el director de la misión arqueológica egipcia, Ali Al-Bakry.


La primera tumba se compone de un eje perpendicular excavado en la roca que conduce a una cámara funeraria en la que se han hallado cuatro sarcófagos con tapas talladas con formas antropomórficas: rostros y cuerpo que representarían a los difuntos. Junto a los sarcófagos se han descubierto nueve fosas funerarias.

La segunda tumba se dividió en dos cámaras funerarias, la primera orientada hacia el norte y donde se han hallado los restos de dos sarcófagos y seis fosas funerarias. En uno de los enterramientos se han hallado los restos de un niño pequeño, «el primero que encontramos en Kamin Al-Sharawi», ha dicho Al-Bakry.


Estudios realizados sobre los restos óseos demuestran que los huesos hallados pertenecen tanto a hombres como a mujeres y niños de diferentes edades, lo que apunta a que las tumbas «formaban parte de un gran cementerio de una gran ciudad y no sólo de una guarnición militar como se ha sugerido anteriormente».


Equipos de egiptólogos excavan el yacimiento de Al-Kamin Al-Sahrawi, al sudeste de la localidad de Samalout, desde 2015, cuando descubrieron una colección de cinco sarcófagos de piedra, así como los restos de sarcófagos de madera.

Fuente: A. Alamillos, El Cairo | ABC, 16 de agosto de 2017
Fotos por gentileza del Ministerio de Antigüedades Egipcio.

La derrota de Aníbal y el ascenso de Roma está "escrito" en las monedas de plata hispanas del Imperio Romano

La victoria de los antiguos romanos sobre Cartago, a pesar de la famosa hazaña del líder cartaginés, Aníbal Barca, de hacer marchar a su ejército -con elefantes de guerra- sobre los Pirineos y los Alpes a Italia, también significó que los romanos capturaron las minas de plata de la península ibérica.
Los científicos han analizado por primera vez el contenido de plata de un grupo de monedas entre la segunda guerra púnica de 218-201 a.C., en la que Aníbal infligió inicialmente derrotas humillantes a los romanos, pero fue obligado por una contrainvasión a volver al Cartago en el Norte de África y vivir su derrota final. Los cartagineses también perdieron el control de la península ibérica y las minas de plata más ricas del mundo mediterráneo.


Las monedas fueron acuñadas entre 225 y 201 a.C. Antes de la guerra, las monedas romanas estaban hechas de la misma plata egea que las ciudades griegas de Italia y Sicilia, pero como el curso de la guerra se convirtió en favor de los romanos desde alrededor de 209 a.C., y la plata como botín y pagos de reparación comenzó a verter en Italia, la plata utilizada era ibérica, lo que significa que las monedas tenían un contenido de plata mucho más alto.
El Dr. Katrin Westner, del Instituto de Ciencias Arqueológicas de la Universidad Goethe de Frankfurt, uno de los líderes de un grupo de científicos en Alemania y Dinamarca que llevó a cabo la investigación, dijo que el efecto sobre el imperio romano era profundo.


“Esta afluencia masiva de plata ibérica cambió significativamente la economía de Roma, permitiéndole convertirse en la superpotencia de su día. Lo sabemos por las historias de Livio, Polibio y otros, pero nuestro trabajo da pruebas científicas contemporáneas del surgimiento de Roma. Lo que muestra nuestro trabajo es que ". Los científicos presentarán su trabajo por primera vez en París el lunes, en la conferencia de geoquímica Goldschmidt.


El profesor Kevin Butcher, del departamento de clásicos e historia antigua de la Universidad de Warwick, dijo que el proyecto había confirmado lo que antes sólo había sido especulación. “Esta investigación demuestra cómo el análisis científico de las monedas antiguas puede hacer una contribución significativa a la investigación histórica. Permite lo que antes se especulaba sobre la importancia de la plata española para que la moneda de Roma se colocara sobre una base firme".


Las pruebas se realizaron mediante la perforación de muestras minuciosas de las 70 monedas y el análisis de sus firmas isotópicas utilizando espectrometría de masas. Después de su derrota por Escipión el Africano, Aníbal huyó al exilio, y murió alrededor de 183 a.C. en Bithynia, Turquía moderna. Según Plutarco, bebió veneno, temiendo la extradición a Roma. Plutarco dijo que las últimas palabras de Aníbal fueron: “Ponemos fin a esta vida que ha causado tanto temor a los romanos”.

Fuente: PSN, con información de The Guardian, 14 de agosto de 2017

Los humanos llegaron a Sumatra hace más de 60.000 años

Imagen facilitada por la Universidad Macquaire que muestra un diente de un ser humano actual (arriba, i), con su correspondiente imagen escaneada (debajo, i) comparados con el diente de un orangután (d). EFE

Un nuevo análisis de viejos fósiles situó la llegada de los humanos modernos procedentes de África a la isla indonesia de Sumatra hace 63.000 años, unos 20.000 años antes de lo que se creía, informaron hoy fuentes académicas.

El hallazgo confirmaría las sospechas de la comunidad científica de que el sudeste de Asia fue poblado antes de hace 45.000 años, una posibilidad a la que apuntaba la presencia humana anterior a esa fecha en China y Australia, pero de la que aun no se tenía pruebas.

Estas evidencias se obtuvieron en el análisis de fósiles de dos dientes encontrados hace más de un siglo en la cueva Lida Ajer, en la planicie de Padang, en la costa oeste de Sumatra, realizado de nuevo por arqueólogos de la Universidad Macquarie de Australia. "Previamente se tenía evidencia de humanos modernos de hace 45.000 años en Borneo y de 46.000 años en Laos y con esto saltamos hasta los 63.000 o 73.000 años de antigüedad", dijo la directora del estudio, Kira Westaway (izquierda).

El yacimiento de la cueva Lida Ajer ya había sido excavado por el paleoantropólogo holandés Eugene Dubois, conocido también por descubrir al llamado "Hombre de Java", y quien visitó varias cuevas de Sumatra a finales del siglo XIX donde recuperó los dientes, un molar y un incisivo.
"Nadie dedicó mucho tiempo a tratar de determinar el significado (del hallazgo de los dientes)", dijo Gilbert Price (derecha), otro experto implicado en el estudio, de la Universidad de Queensland, en un comunicado de esta institución.

Más de un siglo después el equipo liderado por Kira Westaway fue a Sumatra en busca de la cueva donde se hallaron los dientes, una de las tareas más difíciles del proyecto que solo contaba con copias de los apuntes y un mapa que Dubois realizó durante su expedición.
Para el estudio, publicado en la revista Nature, se combinaron varias técnicas de datación de los sedimentos alrededor de los fósiles y de las capas de los depósitos de roca de la cueva y los dientes de mamíferos asociados.

Más de 60.000 años

Los resultados indicaron que los fósiles tenían una antigüedad de entre 63.000 y 73.000 años, y permitieron poner de relieve su importancia 120 años después de su descubrimiento, según el comunicado de la Universidad de Queensland. "Se logró fechar los dientes y confirmar que pertenecen a los humanos modernos, algo que fue importante para entender la evolución humana", señaló Westaway.

El hallazgo confirma que la región del Sudeste Asiático es clave para entender la dispersión humana desde África hacia Australia, pero también da cuenta de que los humanos modernos sí lograron adaptarse a los bosques tropicales. Los expertos destacan cómo las condiciones en este entorno tenían que ser muy difíciles para especies como el Homo Sapiens, adaptados a un entorno de praderas abiertas.

Foto: La entrada a la cueva de Lida Ajer. JULIEN LOUYS.

"Los bosques tropicales son lugares difíciles para vivir. Parece que es lindo y tiene agua, pero en realidad cuando uno está en el suelo puede ver que toda la comida está en las copas, en lo alto de los árboles, muy lejos del suelo", señaló Westaway.
"Esto sugiere que esos humanos estaban más avanzados en términos de inteligencia, planificación y adaptación tecnológica", añadió Price.

Estas habilidades y técnicas sofisticadas de caza son las que se conoce que tenían los humanos que poblaron Borneo hace 45.000 años, por lo que se creía que los primeros humanos de la región vivieron más cerca de la costa, donde había más recursos que les permitían subsistir. "Pero nunca se pensó que esos humanos que dejaron primero África, que estaban adaptados a las sabanas, desarrollarían esas habilidades de forma tan rápida", puntualizó Westaway. La geocronóloga y científica cuaternaria aseguró que espera seguir buscando las otras cuevas y lugares explorados por Dubois a finales del siglo XIX.

Imagen: Croquis de Dubois de la cueva de Lida Ajer copiado directamente de su cuaderno de campo. Su bosquejo aproximado de la localización de la cueva cerca de la aldea de Payakumbuh tiene anotaciones agregadas para hacer las características más claras. Museo Naturalis, Países Bajos / Kira Westaway


Fuente: 20minutos.es | 10 de agosto de 2017