El Instituto Catalán de Arqueología Clásica oferta tres puestos de trabajo

Estimados lectores de Historia y Arqueología,

Os recordamos que el ICAC ofrece tres puestos de trabajo:
- Administrativo de gestión de actividades de investigación y difusión. Plazo: 9/1/2017 (hoy).
- Investigador posdoctoral. Plazo: 11/01/2017.
- Director de la Unidad de Estudios Arqueométricos. Plazo:16/1/2017.

Cordialmente,
Instituto Catalán de Arqueología Clásica
Pl. d’en Rovellat, s/n - 43003 Tarragona
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Los neandertales de al lado del río Deba (Praileaitz, Guipúzcoa)

Eloisa Uribarri y Asier Olazabal, trabajando el año pasado en la nueva entrada de Praileaitz 1. / FOTOS DE XABIER PEÑALVER

Todos asociamos la cueva de Praileaitz, en Deba (Guipúzcoa), al periodo Magdaleniense, de hace 15.000 años. De esa época son los famosos colgantes de cantos de piedra alargados, que hacen pensar que allí los hombres y mujeres del tipo humano cromagnon llevaban a cabo ritos espirituales, con algún chamán de por medio. Pero últimamente las cosas han cambiado mucho: en el año 2014 se descubrió la otra entrada de la cueva y tanto en 2015 como en 2016 se ha realizado excavaciones sistemáticas, que han dejado claro que en ese sitio vivió también el neandertal durante el periodo llamado Paleolítico Medio o Musteriense; es decir, la cavidad estuvo habitada en ese amplio periodo que abarca desde los 35.000 a los 100.000 años de antigüedad.

«Pero esto no es más que el comienzo. Praileaitz 1 da para muchos años de excavación -ha comentado el director de los trabajos, Xabier Peñalver-. Según los estudios de radar, en la boca que se conocía antes hay seis metros excavables hasta la roca madre; y en esta otra boca que estamos excavando ahora puede haber hasta otros diez».

La noticia es importante porque de esa época del Paleolítico Medio, comprendida entre los 35.000 años y los 100.000, los yacimientos no son muchos, dado que la población tampoco era abundante. En el territorio de Guipúzcoa están las cavidades de Lezetxiki y Labeko Koba, en Arrasate, Amalda (Zestoa) y Zerratu (Mutriku). Precisamente fue en Amalda donde Peñalver realizó su primera excavación, a las órdenes de Jesús Altuna.
«Las ubicaciones de aquellas gentes dependían del aprovisionamiento de sílex y de la caza. Tenemos dos yacimientos estratégicos relacionados con la caza, que son los de Axlor (Dima) y Lezetxiki (Arrasate). Y otros dos relacionados con la obtención de sílex, uno en la sierra de Urbasa y el otro, el de Murba, en Trebiño».

Pero, curiosamente, solamente uno de los restos líticos encontrados este año en Praileaitz es de sílex. El resto son cuarcitas, esquistos y ofitas. Pero esta circunstancia es frecuente en ese gran periodo del Paleolítico Medio, tan extenso que alternó épocas frías y templadas. «En un primer momento del Paleolítico Medio, hace 100.000 años, se produjo un retroceso de los bosques, dando paso a praderas e incluso a estepas. Entonces había mamuts, rinocerontes lanudos, gamuzas, renos, cabra montés y liebre silbadora», ha comentado el arqueólogo. «A esta fase fría le siguió otra de calentamiento, y posteriormente vino otro enfriamiento. En el momento final, cuando aparece el Paleolítico Superior, tenemos otra dulcificación del clima».


1. Primer conjunto formado por tres colgantes. 2. Tres colgantes en incisivos de cabra (Capra pyrenaica). 3. Depositando el collar en la sala interior. 4. Vista de la sala interior de Praileaitz I (Deba). 5. Planta de la cueva de Praileaitz I. 6. Arpón, Aitzbitarte IV (Errenteria). 7. Colgante con profundas incisiones. 8. Pluma de arrendajo. 9. Reno. 10. Lápiz de ocre. 11. Incisiones regulares. 12. Colgante ricamente decorado. 13.Colgante con forma de canino atrofiado de ciervo. 14. Pluma de becada. 15. Piedra perforada de forma natural. © Xabi Otero

Volviendo a los restos lícitos, en Praileaitz no ha aparecido todavía la pieza típica del Paleolítico Medio, la raedera. Se trata de un útil fabricado sobre una lasca, con uno o varios bordes trabajados por retoques, generalmente monofaciales, formando un frente funcional, que pudo servir tanto para raspar como para cortar.

En el Paleolítico Medio de nuestro entorno, las ocupaciones de las cavidades eran considerablemente estables, duraban varias generaciones. La dimensiones de las cavidades eran generalmente pequeñas. Y aquellos neandertales controlaban perfectamente el fuego. «Se ha documentado el uso del fuego en Lezetxiki, en Amalda y en Axlor. Se ha comprobado que las llamas valían no solamente para calentarse, sino para cocinar alimentos y manipular madera». Los neandertales de Praileaitz 1 vivían de la caza y la recolección. Cazaban sobre todo bóvidos, caballos, ciervos, cabras y rebecos, mediante técnicas en grupo, por ejemplo llevando a los animales hasta despeñaderos. Los moluscos apenas aparecen. Son tan escasos que parecen tener carácter ornamental. «Y no se sabe qué ritos funerarios tenían, si bien es conocido que en territorio europeo los cadáveres eran depositados en el suelo o en fosas, siempre cerca de la zona de habitación. Aparecen estirados o en posición fetal, a veces recubiertos de ocre y adornos personales u ofrendas. Otro dato: quizá hubo culto al cráneo humano», prosigue Peñalver.

Ubicación general de Las agrupaciones de colgantes en las dos salas excavadas de la cueva. © Jesús Alonso


Años de excavaciones

Praileaitz 1 se descubrió en 1983. El mérito es de los azkoitiarras del grupo Munibe Mikel Sasieta y Juan Arruabarrena, que se dedicaban a recorrer zonas de roca caliza en busca de cavidades. Las primeras excavaciones de la cueva se realizaron a principios del año 2000 por la Sociedad de Ciencias Aranzadi bajo la dirección del arqueólogo Xabier Peñalver. En las campañas realizadas en los años 2006 y 2007 apareció numeroso material atribuible a la cultura Magdaleniense, de hace 15.000 años. Lo más espectacular fue la aparición de unas piedras negras de formas alargadas, agujereadas en uno de los extremos, que podrían tener carácter de ritual. Además, a principios de agosto de 2006 se localizaron varias pinturas rupestres. Se trata de un conjunto no figurativo compuesto de varios conjuntos de puntos rojos y rayas. Fueron realizadas hace unos 18.000 años y son atribuibles a la cultura Solutrense.

Pero en julio de 2014 se produjo un descubrimiento crucial. Los arqueólogos intuían que esa cueva debía tener otra boca de entrada, y así resultó. Avanzando hacia el interior de la cavidad detectaron una corriente de aire que provenía de lo que en la superficie era un pequeño orificio de menos de medio metro cuadrado.

Se vio que toda esa zona correspondía a un derrumbe y que si se retiraban materiales aparecería la entrada principal de Praileaitz 1.

A lo largo de 2015 se hicieron dos campañas de excavación. La primera, en junio y julio, y se logró dejar a la vista una boca de dos metros de altura. Luego, en noviembre-diciembre, la entrada tenía tres metros de alto.

En 2016 se ha trabajado en los meses de julio y octubre. Cuando se llegó al lecho 35 -cada uno de ellos es de diez centímetros de altura- aparecieron restos de industria lítica del Paleolítico Medio y vestigios también de fauna, tanto carnívoros -un cráneo de oso- como hervíboros.

Fuente: diariovasco.com | 8 de enero de 2017

Exposición “Neanderlife. Momentos de la Vida neandertal” en la Universidad Autónoma de Madrid

Con el objetivo de mejorar la comprensión acerca del comportamiento de los Neandertales, la exposición acercará al espectador a sus modos de vida. Proporcionará datos sobre el estilo de vida de los Neandertales, a través de sus estrategias de caza, la competencia con los carnívoros, la estacionalidad de sus ocupaciones, el aprovechamiento de recursos vegetales, la captación de materias primas, la diversificación de sus herramientas, o la organización de sus espacios de hábitat.

Organización:
Oficina de Actividades Culturales y Departamento de Prehistoria y Arqueología de la UAM.

Fecha de celebración:
Desde el 16-01-2017 hasta el 05-02-2017

Hora de celebración:
12'h. - 17'h.

Lugar de celebración:
Sala de exposiciones de la UAM. Edificio Plaza Mayor, Planta 1, Isla E.

Investigadores canarios y suecos indagan sobre el origen de los cultivos aborígenes de Gran Canaria

Los investigadores del Grupo de Investigación Tarha del Departamento de Ciencias Históricas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Jacob Morales y Amelia C. Rodríguez, junto con investigadores suecos publican un artículo de investigación en la revista internacional especializada de referencia Journal of Archaeological Science, en el que indagan sobre el origen de los cultivos prehispánicos en Gran Canaria utilizando el ADN preservado en semillas arqueológicas, así como su presencia e incidencia en los cultivos canarios modernos.

El artículo, que se titula “ADN antiguo obtenido en semillas arqueológicas indica continuidad en la agricultura practicada en las Islas Canarias” (“Farmer fidelity in the Canary Islands revealed by ancient DNA from prehistoric seeds”), está suscrito por los investigadores del Departamento de Ciencias Históricas de la ULPGC Jacob Morales y Amelia C. Rodríguez; junto con la profesora de la Universidad de Linköping (Suecia), Jenny Hagenblad, y Matti W. Leino, del Museo Sueco de Historia Natural (Estocolmo).

La investigación tiene como objeto conocer el origen de las plantas cultivadas por los aborígenes canarios, y por extensión de las primeras poblaciones humanas que colonizaron Canarias.
En total, se analizaron 21 granos de cebada, que se conservaban en el interior de silos de almacenamiento aborígenes localizados en la isla de Gran Canaria, datados por Carbono 14 entre los años 1000 y 1440 D.C.

Con el fin de contextualizar los resultados, los investigadores analizaron 101 variedades actuales de cebada procedentes de Canarias y el Mediterráneo, incluyendo el norte de África. Los resultados indican que el ADN arqueológico muestra una gran similitud con las variedades actuales de cebada cultivadas en Canarias, al tiempo que muestra claras diferencias con las variedades cultivadas en la Europa Mediterránea y el norte de África.

Dentro del Archipiélago, el análisis de las cebadas actuales indica que las variedades cultivadas en Lanzarote y Fuerteventura son diferentes al resto de cebadas cultivadas en el Archipiélago. Los análisis indican que esta separación es previa a la colonización europea y evidencia un cultivo prehispánico de la cebada en las dos islas orientales, a pesar de que aún no se han documentado o publicado semillas en sus yacimientos arqueológicos.

Al ser comparado con las variedades de cebada cultivadas en el Mediterráneo, el ADN arqueológico de las cebadas canarias se asemeja más a las muestras obtenidas en el norte de Marruecos. Estos resultados fortalecen la hipótesis de que la primera colonización de las Islas Canarias pudo ser realizada por poblaciones procedentes de esos territorios, y que luego quedaron aisladas en las Islas, lo que dio lugar, entre otras cosas, a variedades diferenciadas de cebada en las islas orientales y occidentales.

Asimismo, los datos obtenidos indican que las variedades de cebada cultivadas en la actualidad en Canarias se han mantenido en uso desde la primera colonización del archipiélago, desechando otras variedades introducidas con posterioridad desde Europa. El estudio muestra que los campesinos canarios se han mantenido fieles a la cebada introducida por los primeros colonos durante más de mil años, en un caso único en el mundo por su extensa documentación genética.
La novedad de esta investigación radica principalmente en que se trata del primer análisis de ADN antiguo que se realiza en Canarias sobre semillas arqueológicas de cebada. Además, a nivel metodológico, los resultados confirman el potencial que poseen los análisis genéticos de ADN antiguo para conocer el origen y la evolución de las distintas poblaciones, humanas, vegetales y animales.

Esta investigación ha contado con la financiación del Ministerio de Economía y Competitividad del Gobierno de España (HAR2013-41934), de la Real Academia Sueca de las Letras, Historia y Antigüedades y por la Fundación sueca Olle Engkvist Byggmästare.

Fuente: revistatara.com | 9 de enero de 2017

Los Seres Humanos llegamos al Tíbet hace más de 7.400 años

Pisadas humanas bien conservadas descubiertas en el sitio arqueológico de Chusang, en el altiplano central tibetano. Foto: Mark Aldenderfer

Los humanos se asentaron de forma permanente en la elevada meseta tibetana hace unos 7.400 años como mínimo y unos 13.000 años como máximo, según un estudio publicado hoy en Science.

"La fecha de la primera ocupación humana permanente en la meseta del Tíbet había sido fijada en unos 3.600 años de antigüedad, cuando se estableció la agricultura", expone el estudio, dirigido por Michael Meyer (izquierda), de la Universidad de Innsbruck.
Sin embargo, el equipo internacional de investigadores ha examinado una serie de huellas humanas fosilizadas a 4.270 metros de altura y ha probado la existencia de asentamientos permanentes preagrícolas de 7.400 años de antigüedad y posiblemente anteriores.

Los investigadores han realizado un examen minucioso de las impresiones humanas, de manos y pies, halladas en 1998 en el fango fosilizado procedente de aguas termales, cerca de Chusang, en el altiplano central tibetano. Este sitio arqueológico es, por tanto, el más antiguo fechado de forma fiable en la meseta del Tíbet, según explica en un comunicado la Universidad de Wyoming, que también ha participado en la investigación.

Huella de una mano de más de 7.400 años de antigüedad. Foto: Mark Aldenderfer

Chorten tibetano y travertino del sitio arqueológico de Chusang. Foto: Michael Meyer

Randy Haas, un investigador de dicha universidad, ha demostrado que los asentamientos eran duraderos porque para llegar al sitio de Chusang desde las tierras bajas circundantes hay que caminar al menos 370 kilómetros a través del arco del Himalaya, una senda demasiado larga y peligrosa para ser recorrida habitualmente por los cazadores-recolectores.

"Los entornos de gran elevación, a más de 2.500 metros de altitud, fueron uno de los últimos lugares del mundo que fueron colonizados por los humanos y, por tanto, son como laboratorios naturales para estudiar la adaptación humana", dice Haas.

"Nuestros hallazgos demuestran que en la meseta tibetana hubo unas respuestas genéticas y culturales mucho más antiguas de lo que se creía hasta ahora", concluye.

Vista del sitio arqueológico nepalí, situado a más de 4.000 metros de altura. Foto: Mark Aldenderfer.

Fuente: National Geographic | 7 de enero de 2016

El gran patrimonio de Egipto en crisis por la falta de turistas

Las constantes excavaciones siguen sorprendiendo a los arqueólogos en Egipto.

Sin la renta turística y en medio de una crisis económica sin precedentes, Egipto tiene dificultad para preservar su fabuloso patrimonio histórico.

"Es catastrófico", diagnostica sin vueltas Fayza Haikal, egiptóloga y profesora de la Universidad Americana de El Cairo.

La inestabilidad política, luego de la revolución del 2011, la destitución del presidente Hosni Mubarak y la del presidente islamista Mohamed Mursi en el 2013, así como la amenaza terrorista hicieron huir a los visitantes extranjeros.

El Ministerio de Antigüedades, que se financia en parte con los derechos de ingreso a los museos y sitios históricos, no tiene recursos sin turistas.

"Desde enero del 2011, nuestros ingresos cayeron. Esto impacta en el estado de los monumentos", explicó a la AFP el ministro de Antigüedades, Jaled el Enany.

Las entradas sólo sumaron 300 millones de libras egipcias ($38,4 millones) en el 2015, contra 1.300 millones en el 2010 ($220 millones), según las cifras oficiales y la tasa de cambio de la época.

Al mismo tiempo, la cantidad de turistas cayó de 15 a 6,3 millones por año. Una tendencia que se confirmó en el 2016.

De la pirámide de Guiza –la única de la siete maravillas del mundo antiguo que aún perdura– a los templos del alto Egipto, pasando por las iglesias y edificios islámicos, el patrimonio egipcio necesita esfuerzos de preservación permanentes.

Las "antigüedades se deterioran por todos lados", se alarma el arqueólogo Zahi Hawass, exministro de Antigüedades.

"Con la falta de fondos no podemos restaurar nada. Mire el museo de El Cairo cómo está a oscuras", se lamenta este eminente egiptólogo para quien el gobierno, sin dinero, no es capaz de compensar la caída de ingresos.

Más aún cuando tiene que pagar los sueldos de los 38.000 empleados de esta administración: obreros, técnicos, egiptólogos e inspectores.

El costo es importante en un Egipto con un crecimiento económico de capa caída, una espectacular inflación y escasez de diferentes productos.

Algunas medidas

A la espera del regreso de los turistas, El Enany intenta limitar los daños.

"Para aumentar los ingresos intento tener algunas actividades adicionales", asegura, citando la apertura nocturna del museo de El Cairo o la creación de nuevos "pases de ingreso" anuales para atraer más egipcios a los sitios arqueológicos.

En paralelo, los mecenas, de las misiones arqueológicas, extranjeras o mixtas, continúan contribuyendo a la salvaguardia de una parte del patrimonio. Pero la ayuda externa no puede cubrir todo.

En el terreno, "la prioridad se da a las restauraciones y se interrumpieron excavaciones, por falta de financiamiento", lamentó Haikal, reconociendo que "las búsquedas que esperaron 5.000 años pueden seguir esperando".

La mayoría de las restauraciones también deben esperar. "Como mínimo identificamos los edificios que necesitan restauración y hacemos lo mínimo para conservarlos hasta una restauración adecuada", explicó.

El Enany también aboga por la explotación de los sitios, como las tumbas de Nefertari o de Seti I en Lúxor que acaban de abrir nuevamente al público.

El museo de Malawi, en la provincia de Minya, saqueado en el 2013 en lo peor de la crisis política, también reabrió al público.

En el 2018 debe abrir, al menos parcialmente, el Gran Museo Egipcio, iniciativa faro destinado a preservar las colecciones faraónicas al pie de las pirámides de Guiza, un proyecto que recibe apoyo japonés.

En algunos proyectos, el ministerio puede obtener fondos especiales, como este año lo hizo para la sinagoga de Alejandría y la iglesia de Abu Mena, inscripta en el patrimonio mundial de la UNESCO.

"Pero todo esto no reemplazará el turismo", reconoce El Enany.

A la espera de una eventual reactivación del sector, Hawass, que también es consejero del ministro, empuja un aumento de las exposiciones en el extranjero.

"¿Por qué mantener a Tutankamón en un lugar oscuro del museo de El Cairo? Tutankamón puede traer dinero y, prestándolo a otros países, pagar los sueldos del ministerio durante 10 años", asegura.

Fuente: Nacion.com