Descubren una tablilla con la escritura micénica más antigua de Europa


Lo publicaba ayer National Geographic:
Según un estudio reciente, estas marcas en un fragmento de una tablilla de arcilla encontrada en Grecia es el texto descifrado conocido más antiguo de Europa.
Considerada en su momento como “mágica o misteriosa”, según los investigadores la escritura sobrevivió al arder un montón de basura hace unos 3.500 años.

Hallada en un campo de olivos en la actual ciudad de Iklaina o Iklena (griego: Ίκλαινα), la tablilla fue creada por un escriba micénico de habla griega entre el 1450 y 1350 a. C., según los arqueólogos.
Los micénicos, que llegaron a ser legendarios en parte por la Ilíada de Homero, que llevó a la ficción su guerra contra Troya, dominaron gran parte de Grecia desde el 1600 hasta el 1100 a.C. aproximadamente.
Hasta ahora, las excavaciones en Iklaina han dado evidencias de un primitivo palacio micénico, una muralla ciclopea, muros y un sorprendente y avanzado sistema de desagüe, según el director de la excavación Michael Cosmopoulos.

"En su frente hay un verbo que se refiere a algún tipo de fabricación, y, en la parte posterior, hay una lista de nombres de hombres junto a unos números", dijo Michael Cosmopoulos, director del Proyecto Arqueológico de Iklaina y de la Fundación Familiar Karakas del Gobierno helénico, así como profesor de Filología Griega de la Universidad de Missouri-St. Louis. (Traducción de G.C.C).

Pero la tablilla, que fue hallada el pasado verano, ha sido la mayor sorpresa del proyecto en varios años, dice Cosmopoulos.
“De acuerdo con lo que sabíamos, la tablilla no debería haber estado allí”, ha dicho el arqueólogo de la Universidad de St. Louis de Missouri a National Geographic News.
En primer lugar, no se pensaba que las tablillas micénicas se hubieran utilizado tan pronto, dice. En segundo lugar, “hasta ahora las tablillas sólo se habían encontrado en unos pocos grandes palacios”, incluyendo la que tenía el récord anterior, que fue hallada entre las ruinas del palacio en lo que fue la ciudad de Micenas.

"Iklaina podría desafiar lo que sabemos sobre los orígenes de las ciudades-estado en la antigua Grecia", dijo Cosmopoulos. "No sólo empujaría hacia atrás en el tiempo el origen de estas ciudades-estado en por lo menos un siglo y medio, sino que la tablilla mostraría que la escritura y la burocracia aparecieron más tempranamente y que estaban más extendidas de lo que se había pensado hasta ahora. Todavía tenemos mucho que aprender sobre el mundo antiguo". (Traducción de G.C.C).

Aunque el enclave de Iklaina contaba con un palacio durante el período micénico tardío, en el momento de la tablilla el asentamiento había quedado reducido a un centro satélite de la ciudad de Pilos, sede del rey Néstor, uno de los personajes clave en la Ilíada.
“Este es un caso raro donde la arqueología conjuga los textos antiguos y los mitos griegos”, ha dicho Cosmopoulos en un comunicado.

Tablilla conservada por la cocción
Las marcas en el fragmento de tablilla, que mide aproximadamente 2,5 cm. de alto por 4 cm. de ancho, es un ejemplo de un sistema de escritura conocido como lineal B.
Utilizada como una forma antigua del griego, la Lineal B consistía en un sistema de alrededor de 87 signos, cada uno de los cuales representa una sílaba.
Parece ser que los micénicos utilizaron la Lineal B para grabar sólo asuntos económicos de interés para la élite gobernante. En este sentido, las marcas en la parte frontal de la tablilla de Iklaina parecen formar un verbo que se refiere a la fabricación, dicen los investigadores. En la parte de atrás figura una lista de nombres con números al lado, probablemente una lista de propiedades.
Debido a que estos registros solían guardarse durante un único año fiscal, la arcilla no fue hecha para que durara, dice Cosmopoulos. “Esas tablillas no se cocían, sólo se secaban al sol, y por lo tanto eran muy frágiles. … Básicamente alguien en aquel momento tiró la tablilla a una fosa y luego quemó allí su basura”, dice. “El fuego endureció y conservó la tablilla”.


No es la escritura más antigua
Si bien la tablilla de Iklaina es el ejemplo de sistema de escritura más temprana en Europa, hay otros escritos mucho más antiguos, explica el profesor de Estudios Clásicos Thomas Palaima, que no ha participado en este estudio que será publicado en la edición de abril de la revista Proceedings of the Athens Archaeological Society.
Por ejemplo, escritos encontrados en China, Mesopotamia y Egipto, que se cree que datan del 3.000 a.C.
Se cree que la Lineal B desciende de un antiguo sistema de escritura todavía sin descifrar, conocido como lineal A. Y los arqueólogos creen que la Lineal A está relacionada con el sistema jeroglífico más antiguo usado ​​por los egipcios.


Mágica, escritura misteriosa
Sin embargo, la tablilla de Iklaina es un “extraordinario hallazgo”, dice Palaima, un experto en tablillas micénicas de la Universidad de Austin en Texas.
Además de su edad, el objeto podría proporcionar pistas sobre cómo estuvieron organizados y administrados los antiguos reinos griegos, añade.
Por ejemplo, los arqueólogos pensaban hasta ahora que estas tablillas solo se habían empleado en las principales capitales de los estados, o en los “centros de palacio”, como Pilos y Micenas.
Encontrada en las ruinas de una ciudad de segundo nivel, la tablilla de Iklaina podría dar a entender que la alfabetización y la burocracia a finales del periodo micénico estaba menos centralizada de lo que se pensaba.
Palaima añade que la capacidad de leer y escribir estuvo muy limitada durante el período micénico y fue considerado por la mayoría de la gente como algo “mágico o misterioso.”
Esto ocurría alrededor de 400-600 años antes de que la escritura fuera desmitificada en Grecia, en el momento en que el alfabeto griego antiguo superó la Lineal B y asumió las 26 letras usadas en este artículo.

Vías: http://latunicadeneso.wordpress.com/ / http://www.historiayarqueologia.com/

'Fueron los experimentos del diablo'

Las víctimas de los ensayos de EE UU en Guatemala en los años cuarenta todavía sufren los efectos de la sífilis que les inocularon - Nadie les advirtió, nadie les curó

Los campesinos guatemaltecos Federico Ramos Meza y Manuel Gudiel fueron arrancados violentamente del surco para obligarlos a prestar el servicio militar en 1946. Tras seis meses en el cuartel, su unidad fue trasladada para prestar apoyo a tropas norteamericanas allí acantonadas. "Al día siguiente fuimos llamados a la enfermería de los gringos. Nos pusieron unas inyecciones. Empezaba el experimento del diablo", narra Ramos con la mirada perdida. Él y su compañero acababan de ser víctimas de las prácticas de eugenesia puestas de moda por los nazis unos años antes.

Entre 1946 y 1948, un grupo de médicos estadounidenses, dirigidos por John Charles Cutler, bajo el patrocinio directo de la Secretaría de Salud del Gobierno estadounidense, inoculó con sífilis y gonorrea, sin darles ninguna información, a soldados, prisioneros, prostitutas y hasta a niñas de un hospicio . Fueron 696 los guatemaltecos infectados para probar con ellos los efectos curativos de la penicilina en el combate a estas enfermedades venéreas.
Durante décadas, nadie se acordó de las víctimas ni de sus familias, que sufrieron siempre los efectos de las enfermedades. Pero el pasado otoño la investigadora estadounidense Susan Reverby encontró los archivos del ya fallecido Cutler y se destapó el escándalo. El presidente estadounidense Barack Obama se disculpó por teléfono con el mandatario guatemalteco, Álvaro Colom.

"Es el abandono en que las víctimas han subsistido, luchando día a día por ganarle el pulso a la miseria, lo que nos animó a poner la demanda", dicen los abogados del bufete guatemalteco Hiram Sosa Castañeda que, junto a una firma norteamericana (Henry Dell, especializada en casos de lesa humanidad) ha denunciado al Gobierno de EE UU, y luego hará lo mismo con el de Guatemala y una farmacéutica.
Ramos, que hoy tiene 86 años, y Gudiel (85) han sobrevivido durante todos estos años en la frontera de la miseria, y en las condiciones más adversas todos, cuentan en su pueblo, Las Escaleras, una recóndita y humilde aldea al Este del país. El primero asegura que nadie le explicó qué les estaban haciendo cuando les ponían las inyecciones. "Habría que estar loco para aceptar ser parte de un experimento de esa naturaleza. En el cuartel, ya se sabe, solo se obedecen órdenes".

Los efectos de la enfermedad empezaron a manifestarse a los tres meses. A partir de entonces, cada 15 días eran llevados a la clínica, para una revisión. "A pesar de las molestias y dolores cada vez más intensos, jamás fuimos relevados de nuestra rutina de soldados", apostilla Gudiel. Tras licenciarse (el servicio militar duraba dos años) les abandonaron a su suerte, mala, por las consecuencias que siguen padeciendo hoy.
Ramos sufre dolores frecuentes de cabeza y tiene problemas en las articulaciones. Todavía supura y orina sangre. "Nunca me curaron. A lo más que llegaron fue a procurarme un alivio pasajero". Añade que sus hijos y nietos están pagando las consecuencias. Su hija mayor perdió la vista siendo niña. Gudiel está casi ciego, padece de incontinencia urinaria y tiene llagas en las piernas. Al ignorar la naturaleza de su enfermedad, contagió a su mujer. Un tercer compañero de infortunio, Celso Ramírez Reyes, murió en 1997. Su hijo, del mismo nombre, cuenta que una de sus hermanas y su hija mayor son ciegas, mientras el más pequeño de sus niños sufre de ataques epilépticos. Él padece permanentemente de dolor de cabeza y músculos. "Como uno es muy pobre y no puede pagar médico, se tiene que conformar con remedios caseros", se lamenta con un gesto de impotencia absoluta.

La memoria puede haber perdido fidelidad. Han transcurrido más de 65 años, pero Ramos y Gudiel recuerdan que algunos de sus antiguos compañeros sufrieron amputaciones del pene, lo que llevó a muchos de ellos al suicidio.
Los abogados explican que tienen confianza en que el Gobierno de Washington indemnizará a las víctimas -recuerdan que los afroamericanos sometidos al mismo experimento en Alabama fueron indemnizados-, pero vaticinan un proceso lento y complicado. Si se llega a un acuerdo extrajudicial, el caso podría resolverse en nueve meses; si van a juicio, puede tardar años.
Al Gobierno de Guatemala le denunciarán por haber permitido los experimentos y abandonar a las víctimas. "No tenemos muchas esperanzas en la justicia local, lo que nos obligará a recurrir ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos", anticipan los letrados.Y finalmente irán a por una compañía farmacéutica de la que no citan el nombre. "Sabemos cuál es y que ha ganado mucho dinero con la comercialización de la penicilina", aseguran.

"Todavía me despierto gritando", dice una mujer infectada con 10 años
La enfermedad se transmite a los hijos. Muchos quedan ciegos

Los niveles de infamia sobrepasan cualquier límite, al grado de extender los experimentos a niños de corta edad, con el agravante de cebarse en los huérfanos. Marta Lidia Orellana, de 74 años, recuerda cómo, siendo una niña de 10, fue sacada del patio de recreo del hospicio y llevada a la clínica del orfanato. "Me obligaron a desvestirme. Con lujo de fuerza me separaron las piernas y empezaron a manipular mi vagina. Fue muy violento. Todavía tengo pesadillas y me despierto gritando, bañada en sudor", cuenta ruborizada.
Insiste en que tampoco a ella le explicaron nunca el porqué de tales exámenes, cuando en toda su vida había padecido enfermedad alguna. Dice creer que los médicos eran estadounidenses, "porque eran muy altos y rubios". Las veces en que se atrevió a preguntar sobre el tratamiento, le contestaban con violencia -"tú te callas", gritaban- y la amenazaban con golpearla. "Sí, había un doctor guatemalteco, de apellido Cofiño, que era muy grosero", confiesa.
Añade que, tras abandonar la inclusa, con 17 años, no recibió ningún tipo de seguimiento. "Mi gran problema fue que no me extendían la certificación de sanidad exigida para cualquier trabajo, con un único argumento: "Tienes mala sangre". Y recuerda que, embarazada de su hija menor, eran inyectada con penicilina, sin importar el riesgo que ello implicaba para su bebé. "¡Dios los perdone!", exclama, antes de perderse en el recuerdo con las lágrimas asomándose a los ojos.

Vía: http://www.elpais.com/

Físicos predicen el fin de la religión

 

Un modelo matemático señala que las creencias espirituales desaparecerán en nueve países porque es «más útil» no creer

La Catedral de Santiago de Compostela escondía un cementerio


Restos humanos hallados en una sepultura medieval de los sótanos de la Catedral de Santiago, que el Cabildo abre al público en abril.- ÓSCAR CORRAL


El País - Diana Mandiá
En el suelo de la nave central y del brazo sur del crucero de la Catedral de Santiago se abre un pasillo estrecho hacia los sótanos del templo o, lo que es lo mismo, la historia de la ciudad antes del 813, el año en el que el obispo Teodomiro reconoció la tumba señalada por el ermitaño Pelayo como la del apóstol. A partir del 4 de abril, quien lo desee podrá hacer un viaje por ese sótano, en realidad un gran cementerio de orígenes romanos que se prologó a la época sueva y que en el siglo VIII quedó cubierto por una capa terrosa, sin interés arqueológico, que atestigua un abandono inmediatamente anterior al hallazgo del siglo IX. Nunca antes, con la excepción de arqueólogos o visitantes "muy privilegiados", el público general pudo acceder a la necrópolis que son los subsuelos de la catedral, descubiertos a raíz de una gran excavación dirigida por Manuel Chamoso Lamas entre 1946 y 1959. Sus conclusiones las recoge en Santiago de Compostela, publicado por primera vez en 1961.

La búsqueda dejó al descubierto decenas de tumbas con sus correspondientes laudes -las lápidas que cierran las sepulturas-, entre ellas la del obispo Teodomiro, hoy expuesta en la nave lateral derecha del templo. Dentro de las sepulturas han aparecido varios esqueletos fosilizados. Esta es la única razón que Ramón Díaz, director técnico del Museo de la Catedral, encuentra para explicar su buen estado catorce siglos después, porque el suelo ácido de Galicia no ayuda precisamente a su conservación.
Además, en la catacumba sueva alojada bajo el crucero sur de la Catedral puede verse parte de la muralla que tuvo aquel primitivo burgo anterior al descubrimiento y, pegados a esta, los cimientos de la torre defensiva levantada por don Cresconio, obispo de Iria, sobre otra anterior del siglo IX. Era el fin de la ciudad, tan reducida entonces que sus límites ni siquiera sobrepasaban la iglesia prerrománica, muy parecida a las del occidente astur, levantada durante el reinado de Alfonso III (886-919).

"Hacia atrás [antes del año 813] no hay más recursos que la toponimia y la arqueología", señaló el deán de la catedral, José María Díaz, durante la presentación de la primera visita guiada para periodistas por la necrópolis del templo. El Cabildo conocía los hallazgos del equipo de Chamoso Lamas desde que terminaron a mediados del siglo pasado, pero la decisión de compartirlos y abrirlos al público se retrasó más de 50 años. En parte por la dificultad del acceso -que limitará la entrada a un máximo de 12 personas en un solo grupo diario-, pero también porque, cuenta el director del Museo, las tumbas abiertas con los esqueletos dentro hacían demasiado "morbosa" la visita. Lo importante, insiste Ramón Díaz, es que la excavación permite entender la evolución del espacio hoy ocupado por la catedral: de mausoleo romano a necrópolis sueva después e iglesia consagrada en el 899, la primera en honor a Santiago, al llegar los primeros peregrinos.

Las excavaciones también muestran la violencia con la que Almanzor atacó el templo, en contra de la tradición que la reduce a un simple robo de campanas. Por entonces, sobre la pequeña iglesia levantada en tiempos de Alfonso II se había construido otra más amplia, que la razia del caudillo árabe dejó en estado ruinoso y que después del ataque fue reconstruida en tiempo récord, unos 50 años. "Duró poco, en 1112 la catedral románica la engulle", explica el guía.
"Hoy difícilmente podría hacerse una excavación así", reconoce uno de los encargados del Museo. El suelo de la nave central del templo estuvo abierto durante más de 10 años. Los fieles y turistas que querían acceder a la catedral debían hacerlo exclusivamente por los laterales. El rastreo de datos arqueológicos, no siempre el más respetuoso para el patrimonio, provocó pérdidas irreparables de información. "Hoy, cualquier pequeña pieza que se encuentra tiene que someterse a un estudio arqueológico. Antes importaba esto -señala las sepulturas- pero no el contexto", lamenta.
Pero si alguien esperaba que una excavación confirmara la creencia de que los restos que se veneran en Compostela son los del apóstol Santiago, se equivoca. No la prueba, aunque tampoco la refuta, advierte el deán. "La investigación es conforme con la tradición, pero no probativa", dice.

http://www.historiayarqueologia.com/

Hallan proteínas de la piel fosilizada de un reptil primitivo

Recreación de un miembro de la familia Hadrosauridae. |EL MUNDO
  • Científicos de EEUU logran detectar componentes orgánicos en tejido fosilizado
  • El resto pertence a un reptil primitivo que vivió hace 50 millones de años
Rosa M. Tristán | Madrid
 
La alta tecnología ha dado un importante paso en la investigación del pasado en la Tierra al descubrir, gracias a las radiografías realizadas con un sincrotrón, la primera imagen de componentes orgánicos de la piel de un reptil primitivo que vivió hace 50 millones de años.
En concreto se trata de un reptil, perfectamente conservado, que fue encontrados en la formación de Green River, en Utah (EEUU).
Un equipo dirigido por Roy Wogelius y Phil Manning se sirvieron del haz de luz sincrotrón que hay en la Universidad de Stanford y la tecnología de infrarrojos de la de Manchester para revelar la existencia de un tejido blando fosilizado del Eoceno.

Las imágenes que obtuvieron revelan detalles orgánicos de la composición de la piel, como las amidas, porque, como explican en la revista 'Royal Society Proceedings B', cuando los compuestos originales de esa piel comenzaron a desintegrarse, dejaron un rastro químico con trazas de metal, y en unas condiciones especiales esos metales acúan como un 'puente' hacia los minerales de los sedimentos, de forma que el material de la piel quedó protegido.

Para el geoquímico Roy Wogelius, "la distribución mapeada de los compuestos orŽganicos y de los metales en una piel de hace 50 millones tienen similitudes con la de un lagarto moderno, de forma que es difícil distinguir cual es el fósil y cual el actual y se la logrado gracias a nuevos métodos que revelan patrones químicos que se pasaron por alto hasta ahora".

Estas nuevas tecnologías de la imagen, de hecho, han abierto la puerta a la química analitica del siglo XXIm, que ayudará a descubrir en última instancia la química de la vida antigua.
Para obtener estos resultados, los investigadores utilizaron una luz infrarroja que hace vibrar la piel fosilizada y un cristal minúsculo, como la aguja de un viejo fonógrafo. En cada punto donde el cristal minúsculo tocaba el fosil, un haz infrarrojo brillaba y la señal reflejaba cambiaba según los componentes químicos, que eran detectados sin necesidad de destruir los fósiles.

Nick Edwards, primer autor del trabajo, cree las posibilidades que abren estas tecnologías van a revolucionar la paleontología. "Proporcionará grandes oportunidades en el futuro para sacar la información que está guardada en otros ejemplares a la que no teníamos acceso", ha señalado.
También Manning se felicitaba de que la física, la paleontología y la química se hayan encontrado para penetrar de forma increíble a los bloques huecos del tejido suave fosilizado. "Los resultados de este estudio tienen implicaciones más amplias, tales como comprensión de qué sucede a los restos enterrados durante largos periodos del tiempo.

Vía: http://www.elmundo.es/