Hallan restos de tejido rojo, de 3.800 años de antigüedad, teñidos con la denominada escarlata bíblica en cuevas del desierto de Judea

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Fragmento de un raro tejido de 3.800 años de antigüedad, teñido con bermellón kermes. Foto: Dafna Gazit, Autoridad de Antigüedades de Israel.

Israel protagoniza una serie de hallazgos milenarios que se vinculan directamente con las santas escrituras del Antiguo Testamento, los cuales revelan detalles inscritos allí y que pudieron suceder en el pasado. En un informe que dio a conocer la Autoridad de Antigüedades de ese país, se anunció el descubrimiento de restos de material textil con características que se mencionan en la Biblia.

El país hebreo atraviesa una serie de buenas noticias en relación con los resultados de las diversas excavaciones que se llevan a cabo en todo el territorio nacional con el fin de garantizar la protección de su patrimonio histórico y cultural. Desde una habitación-salón que pudo cobijar la última cena de Jesucristo y sus 12 apóstoles hasta la gran muralla de defensa en el norte de la Ciudad de David, ahora se sumaron los restos de ropa hechos con técnicas que se mencionaron hace 3.800 años.

Foto: situación geográfica de la Cueva de las Calaveras y foto de entrada a la misma.

En un comunicado oficial del organismo israelí, explicaron que los restos de este textil de color rojo fue teñido con la denominada escarlata bíblica. Los mismos se encontraron en la Cueva de las Calaveras, en el desierto de Judea, y pueden ayudar a comprender cómo era la confección de la ropa durante los primeros asentamientos realizados en Tierra Santa y si coincide su elaboración con lo que se describe en la Biblia.

El color 'gusano escarlata' se menciona en antiguos documentos comerciales, como en tablillas cuneiformes de Mesopotamia, que datan de 1425 a. C., así como 25 veces en la Biblia, a menudo junto con el azul (Tekhelet) y el púrpura (Argaman), que se consideran los colores más preciosos y prestigiosos del mundo antiguo. Se le nombra en el contexto de la vestimenta lujosa, en el uso de los textiles dentro del Tabernáculo y en otros contextos de culto.

Excavación de la Autoridad de Antigüedades de Israel y la Universidad Hebrea en la Cueva de las Calaveras, donde se descubrió el raro tejido. Foto Yoli Schwartz, IAA.

Para darle ese color particular a la tela, se utilizaron insectos de roble (cochinillas) que los investigadores de la Universidad de Bar-Ilán y de la Universidad de Hebrea identifican con el bíblico “Tola ‛at Hashani” (gusano escarlata). A pesar del tamaño pequeño de los restos textiles (menos de 2 cm), su aspecto llamó la atención de modo inmediato, por lo que un análisis a posteriori arrojó datos interesantes. Los resultados de la investigación fueron publicados en el Journal of Archaeological Science: Reports.

“Mediante el uso de equipos analíticos, identificaron el origen del tinte, encontrando que los insectos a escala de roble producían el tinte rojo utilizado para los hilos de trama de lana, mientras que los hilos warp (la urdimbre), hechos de lino, permanecían sin color. Los restos textiles se han fechado en la Edad del Bronce Media (1954-1767 a. C.) a través de un análisis de carbono-14″, remarcan los investigadores.

El antiguo tejido fue examinado bajo un microscopio. Foto de Yoli Schwartz, Autoridad de Antigüedades de Israel.

El proceso de creación del tinte milenario

La Dra. Naʼama Sukenik (izquierda), conservadora de la colección de materiales orgánicos de la Autoridad de Antigüedades de Israel, señaló: “En la antigüedad, el tinte era producido a partir del insecto femenino (cochinilla) que vive en el roble kermes (Quercus coccifera).

Luego explicó cómo los antiguos habitantes de Judea le dieron origen a este tinte: “La recolección de huevos de gusanos del roble kermes se hacía en un período muy corto de tiempo, un mes al año, en el verano -después de que la hembra pusiera sus huevos, pero antes de que eclosionasen-, cuando la cantidad de tinte era mayor. El corto período en el que se podía recoger los huevos del gusano de roble kermes, la dificultad para encontrarlos debido a su pequeño tamaño (entre 3 y 8 mm), y sus colores de camuflaje -que hacían difícil su localización-, así como la pequeña cantidad de tinte que se puede producir a partir de ellos para producir el hermoso tono rojo (escarlata) con el que teñir textiles, hizo que su uso fuese altamente prestigioso”.

El tinte rojo de la cochinilla se menciona en antiguos documentos comerciales, como en tablillas cuneiformes de Mesopotamia, que datan de 1425 a. C.

Reconstrucción del teñido con Kermes bermellón. Reconstrucción y fotografía de Suzanna Tamar Dekel.

En la Biblia, el tinte extraído de las cochinillas del roble se conoce como 'gusano escarlata'”, dice el profesor Zohar Amar (derecha) de la Universidad Bar-Ilan. "El término 'gusano' en la antigüedad era un término general para varios insectos y sus etapas de desarrollo. La asociación bíblica de este color con una criatura viviente demuestra un impresionante conocimiento zoológico, considerando que las cochinillas hembra carecen de patas y alas, hasta el punto de que algunos naturalistas griegos y romanos incluso las confundieron con gránulos de plantas. A lo largo de la historia, se han utilizado varias especies de cochinillas para producir tinte rojo, y, hasta el día de hoy, en América del Sur, otra especie de cochinilla, que vive en ciertas especies de cactus, se utiliza para teñir textiles".

Según la Dra. Sukenik, “la identificación del tinte en el antiguo tejido se logró mediante cromatografía líquida de alto rendimiento (HPLC), un dispositivo que se emplea habitualmente en los laboratorios de biología y química para separar e identificar sustancias en cantidades minúsculas, y que también resulta útil para la arqueología. Este método analítico avanzado nos permitió determinar el origen del tinte hasta la especie exacta de cochinilla. Por lo tanto, podemos determinar con gran probabilidad que en la antigüedad, el tejido se teñía utilizando una especie de roble kermes bermellón, que produce ácido kermésico, el cual le confiere el característico tono rojo”.

El gusano escarlata mencionado en la Biblia es una cochinilla que vive en los robles, siendo la especie principal en el mundo antiguo el Kermes. Las hembras y sus huevos producen ácido carmínico, que le da al tinte su color rojo.

Foto: el bermellón del roble. Foto Suzanna Tamar Dekel.

Según el profesor David Iluz (izquierda), de la Universidad Bar-Ilan, que también dirige el Departamento de Ciencias Ambientales y Agricultura del Beit Berl College, “aunque se descubrió que Israel tiene una especie nativa de cochinilla que vive en el roble palestino (Quercus calliprinos), capaz de producir un color rojo anaranjado, los resultados analíticos indican que en el caso que nos ocupa, la especie de cochinilla es Kermes vermilio, que vive en el árbol de coscoja (Quercus coccifera). Esta especie de árbol es común en la región mediterránea central y oriental, incluyendo España, Francia y otras áreas, pero no se encuentra en la Tierra de Israel”.

A pesar de la gran cantidad de evidencias históricas escritas sobre el uso generalizado del teñido con cochinillas en el mundo antiguo, hasta el día de hoy se han encontrado muy pocos textiles teñidos con cochinillas anteriores al período romano en todo el mundo.

Bermellón kermes utilizado en la antigüedad para producir tinte rojo. Foto: Dra. Naama Sukenik, Autoridad de Antigüedades de Israel.

El tejido rojo de la Cueva de las Calaveras representa, hasta donde sabemos, la evidencia más antigua de tejido de lana teñido con huevos del gusano del roble kermes. “Aunque es difícil saber cómo llegó este tejido a esta cueva del desierto de Judea, es una prueba significativa de los conocimientos antiguos sobre el teñido de fibras de lana utilizando cochinillas para lograr el color rojo ya en la Edad del Bronce Medio, hace unos 3.800 años”, afirma el Dr. Uri Davidovich (derecha), director de excavaciones en la Cueva de las Calaveras en nombre de la Universidad Hebrea de Jerusalén.

“Este importante hallazgo sirve de puente entre las fuentes escritas y los descubrimientos arqueológicos, y aporta pruebas de que la antigua industria del teñido de textiles ya estaba suficientemente consolidada en esa época para poder teñir con huevos de gusanos”, añade la Dra. Sukenik. “Este raro tejido es un testimonio de las amplias redes comerciales internacionales que ya funcionaban en esa época y de la presencia de una sociedad de élite”.

Fuentes: lanacion.com.ar | storiearcheostorie.com | 25 de julio de 2024

Historia y Arqueología

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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