Espectaculares hallazgos en el santuario tartésico de Turuñuelo: un dibujo de guerreros sobre pizarra y la puerta de la sala de sacrificios
El dibujo de guerreros sobre pizarra de Guareña. EL MUNDO.El yacimiento tartésico de Casas del Turuñuelo en Guareña (Badajoz) no deja de deparar sorpresas. Los arqueólogos han descubierto en la sexta campaña de excavaciones una placa artesanal de pizarra, de unos 20 centímetros, donde aparecen escenas silueteadas de tres guerreros del siglo VI al V a.C. No es el único hallazgo. También ha aparecido la puerta del edificio, una fachada monumental de más de tres metros de alto que da acceso a la sala en la que se produjo el famoso sacrificio de animales y donde se encontraron las primeras representaciones humanas de Tarteso. Los materiales arqueológicos recuperados en varias estancias, algunos de ellos "ejemplos únicos", están contribuyendo al conocimiento de los procesos artesanales en la Edad del Hierro del suroeste peninsular.
La pieza presentada este jueves está grabada en sus dos caras y fue fabricada por un artesano orfebre de la zona que luego diseñaría piezas en oro o cobre para las que la pizarra debía de ser un ensayo. La escena que representa incluye a dos guerreros interactuando, ataviados con escudo, armas y tocado. En uno de ellos se atisba su órgano sexual. Los individuos han sido identificados como guerreros dada su vestimenta y las armas que portan. Uno de ellos porta una trenza, la cual se interpreta como el símbolo del paso de la adolescencia a la edad adulta, según ha detallado Esther Rodríguez, codirectora de las investigaciones en el yacimiento del Turuñuelo. Rodríguez ha presentado los resultados de las excavaciones de estos meses junto a Sebastián Celestino, el otro investigador responsable del equipo del Instituto de Arqueología de Mérida (IAM) que trabaja en Guareña. En la pieza hallada, además de la escena de combate, hay dibujos de rostros y de figuras geométricas.
"Este hallazgo supone un ejemplo único en la arqueología peninsular y nos acerca al conocimiento de los procesos artesanales en Tarteso, invisibles hasta el momento, al mismo tiempo que nos permite completar nuestro conocimiento acerca de la vestimenta, el armamento o los tocados de los personajes representados, pues proliferan los detalles", indica Esther Rodríguez. Esta documentación complementa el hallazgo realizado en la pasada campaña, donde la documentación de varios rostros permitió, por primera vez, admirar cómo la sociedad de los siglos VI-V a.C. portaba sus joyas.
También se ha descubierto la puerta este del edificio tartésico en una fachada monumental de más de tres metros de alto.
— CSIC (@CSIC) June 6, 2024
Sebastián Celestino Pérez, corresponsable de la excavación, cuenta más sobre este hallazgo y los objetivos de futuras campañas. pic.twitter.com/CCnIAMdCuz
Puerta milenaria
La nueva campaña ha permitido, además, descubrir la ubicación de la puerta este que daba acceso a la estancia de las gradas, excavada en 2023 y conocida por el hallazgo de los primeros relieves figurados de Tarteso. La pieza, ubicada en el centro de una fachada monumental de más de tres metros de altura, era, según el equipo investigador y en base a la naturaleza de los restos arquitectónicos documentados, el acceso principal al edificio en su extremo oriental, que conserva en pie sus dos plantas constructivas.
La puerta comunica la estancia de las gradas con un extenso patio pavimentado con pizarra frente al cual se localizaba un pasillo empedrado. Este corredor separaba el cuerpo principal del edificio de un conjunto de estancias en las que se han podido recuperar interesantes lotes de materiales.
Asimismo, los materiales arqueológicos recuperados de las estancias anexas permiten apuntar que se trata de la zona de producción artesanal del edificio. Su investigación permitirá conocer en profundidad los procesos productivos de la I Edad del Hierro en el suroeste peninsular.
En total se han podido identificar y excavar cuatro espacios en los que se han recuperado lotes de cerámica, algunas de ellas con decoración incisa, diversas herramientas de hierro, un lote de piezas de marfil y un conjunto de pesas de telar que ponen de nuevo de manifiesto la existencia de una artesanía del tejido en Casas del Turuñuelo. Esta evidencia ya se puso de relieve tras la documentación de restos de tejidos, fragmentos de lino y de lana documentados en campañas anteriores, "ejemplos únicos de la arqueología peninsular".
El hallazgo de la puerta permite cerrar uno de los hitos que este grupo de investigación había marcado para entender mejor la organización espacial del monumento y la verdadera función que desempeñó. La misma relevancia tiene el descubrimiento de las estancias exteriores dedicadas a diferentes trabajos artesanales, permitiendo entrar en cuestiones sociales muy desconocidas para esta época y profundizando en la figura del artesano en Tarteso. Cada nueva revelación supone un avance en la interpretación de esta cultura, lo que a su vez consolida aún más la trascendencia que tuvo en el Valle del Guadiana durante sus últimos momentos.
"Nuestros esfuerzos se van a centrar ahora en estudiar los restos recuperados, tanto de los relieves de las caras como de los marfiles. En cuanto a los trabajos arqueológicos en el yacimiento, nuestra meta para la próxima campaña es delimitar esas áreas de producción que parece que se prolongan, al menos, por todo el lado oriental del yacimiento. En paralelo, comenzaremos a abrir las habitaciones que flanquean el espacio principal, que cuentan con un grado de conservación excelente y nos pueden ayudar a definir la funcionalidad del edificio", concluye Sebastián Celestino.
El yacimiento de Casas del Turuñuelo se localiza en la comarca de las Vegas Altas del Guadiana, próximo a la desembocadura del río Búrdalo en la provincia de Badajoz. En 2015 comenzó su primera campaña de excavación de las seis que se han desarrollado hasta este año. Su singularidad se fundamenta especialmente en su excelente estado de conservación, lo que permite documentar técnicas constructivas y soluciones arquitectónicas que, hasta la fecha, no se habían documentado en un yacimiento tartésico.
Fuente: el mundo.es | 6 de junio de 2024
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