Descubren en Israel herramientas de piedra de hace 400.000 años diseñadas específicamente para descuartizar gamos

Primer plano de un raspador tipo Quina encontrado en el sitio prehistórico de la cueva Jaljulia, en el centro de Israel. (cortesía de la Universidad de Tel Aviv)

Investigadores de la Universidad de Tel Aviv han identificado un grupo de herramientas de piedra prehistóricas -rapadores de pedernal- en el centro de Israel, con 400.000 años de antigüedad, diseñados para matar y descuartizar gamos, lo que convierte a tales artefactos en "la aparición más temprana en todo el mundo de este tipo específico de herramientas".

Los raspadores de pedernal fueron hallados en los sitios prehistóricos de la cueva de Jaljulia y la cueva Qesem, áreas bien exploradas ubicadas cerca una de otra en el centro de Israel. Se descubrió que dichas herramientas estaban hechas de pedernal, el cual obtuvieron en lugares situados a unos 20 kilómetros al este de las cuevas, en el Monte Ebal y en el Monte Guerizín, en las colinas de Samaria, entornos que, en el momento en que fueron diseñados los raspadores, eran sitios de reproducción de los gamos.

Monte Guerizín y Monte Ebal. Una vista desde el este. (crédito: Dr. Shai Bar)

En febrero se publicó en la revista Archaeologies un artículo sobre estas herramientas titulado La piedra, el ciervo y la montaña: raspadores del Paleolítico inferior y percepciones humanas tempranas del cosmos. La investigación fue dirigida por el arqueólogo Vlad Litov y el profesor Ran Barkai, del Departamento de Arqueología y Culturas del Antiguo Cercano Oriente de la Universidad de Tel Aviv.

Las herramientas halladas pertenecen a una clase llamada raspadores tipo Quina, que llevan el nombre de un sitio en Francia donde se descubrieron por primera vez artefactos de este tipo. "Los raspadores tipo Quina se caracterizan por un borde de trabajo afilado con forma de escamas, que permite a los usuarios descuartizar a sus presas y también procesar las pieles", dijeron los arqueólogos.

Durante más de un millón de años, la principal fuente de alimento, pieles y otras necesidades derivadas de animales que necesitaban los humanos prehistóricos fueron los elefantes y otros grandes herbívoros. Pero "hace unos 400.000 años, tras la desaparición de los elefantes, los cazadores recurrieron a un tipo diferente de presa, considerablemente más pequeña y más rápida que los elefantes: los gamos", explican los arqueólogos.

Gamos en la nieve, en Moshav Odem, en los Altos del Golán, al norte de Israel, (Moraz Brom/Flash90).

Esta transición a capturar presas más pequeñas provocó un gran cambio en la sociedad y en la tecnología humana, incluido el desarrollo de los raspadores tipo Quina.

“Hemos encontrado un cambio importante en la dieta humana durante este período... Claramente, cazar un elefante grande es una cosa, y capturar y procesar un gamo mucho más pequeño y delicado es un desafío bastante diferente. El procesamiento sistemático de numerosos gamos para compensar a la captura de un solo elefante era una tarea compleja y exigente que requería el desarrollo de nuevas herramientas. En consecuencia, vemos el surgimiento de los nuevos raspadores tipo Quina con un borde de trabajo mejor formado, más afilado y más uniforme en comparación con los raspadores simples utilizados anteriormente”, dijo el arqueólogo Litov.

Un aspecto de la cueva Qesem, la cual se encuentra al este de Tel Aviv.

Los investigadores creen que los lugares de origen del pedernal utilizado para crear los raspadores tipo Quina tenían un significado espiritual para los primeros humanos que habitaron en la zona. "Estos sitios, en ese momento, eran un hábitat natural para los gamos y, por lo tanto, se los consideraba una fuente de abundancia. Hemos encontrado una conexión entre la abundante fuente de gamos y la fuente de pedernal utilizado para matarlos y procesarlos, y creemos que este vínculo tenía un significado perceptivo para estos cazadores prehistóricos”, dijo el profesor Barkai.

“Sabían de dónde venían los gamos e hicieron esfuerzos especiales para utilizar el pedernal de la misma zona y fabricar herramientas con las que descuartizar a sus presas. Esta conducta se ha constatado en muchos otros lugares del mundo y todavía lo practican ampliamente comunidades nativas de cazadores-recolectores actuales”, continuó Barkai.

Restos del altar atribuido al profeta Josué.

“Cuando los habitantes de la zona se dieron cuenta de que la población de elefantes estaba disminuyendo, gradualmente cambiaron su atención hacia los gamos. Al identificar la abundante fuente de los ciervos, comenzaron a desarrollar estos raspadores únicos en el mismo lugar. Es, de hecho, el primer ejemplo de un fenómeno que luego se extendería por todo el mundo”, añade Litov.

La ubicación del Monte Guerizín, cerca de Nablus, es especialmente importante porque allí se encontraron numerosos huesos de gamos en un antiguo altar atribuido al profeta Josué. Como Guerizin está asociado con la entrada de los judíos a la Tierra de Israel, y es además considerado un lugar sagrado por la comunidad samaritana local, “aparentemente, las Montañas de Samaria adquirieron un estatus prominente, o incluso sagrado, ya en el período Paleolítico, y conservaron su posición cultural única durante cientos de miles de años”, concluyen los investigadores.

Fuente: timesofisrael.com | 3 de junio de 2024

Historia y Arqueología

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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