Encuentran indicios de un sistema de ascendencia patrilineal para las comunidades de la cultura Campaniforme de Eurasia occidental
Tumbas de adultos y niños del periodo de la cultura Campaniforme. (A) Altwies ''Op dem Boesch'', Luxemburgo (fotografía: Le Brun-Ricalens et al. 2011; Institut National de Recherches Archéologiques); (B) Dunstable Downs, Southern Bedfordshire, Reino Unido (grabado: WG Smith 1894). Crédito: Zedda et al., Scientific Reports.Los conmovedores entierros prehistóricos que contienen los restos de un adulto y un niño depositados en una tumba, como si se abrazaran en la muerte, han fascinado a los arqueólogos durante mucho tiempo.
Utilizando ejemplos de la Edad del Bronce temprana de Luxemburgo y Gran Bretaña, un nuevo estudio dirigido por investigadores de las universidades de Mainz y Ferrara y publicado en Scientific Reports proporciona información sobre las relaciones familiares en las comunidades prehistóricas y la transición del entierro colectivo al individual en el tercer milenio a.C. en Eurasia occidental.
Los resultados proporcionan la primera evidencia genética de que las comunidades pertenecientes a la cultura Campaniforme del noroeste de Europa enterraban a sus niños con sus madres biológicas y otros parientes biológicos cercanos.
Ubicación de Altwies “Op dem Boesch” (punto rojo) y Dunstable Downs (punto azul). Crédito: Zedda et al., Scientific Reports.
Asombrosas similitudes entre un doble entierro en Luxemburgo y una tumba británica a 500 kilómetros de distancia
En el año 2000, los arqueólogos luxemburgueses que trabajaban en la construcción de una carretera en el sur del país, en Altwies "Op dem Boesch", descubrieron tumbas que datan del período de la cultura Campaniforme (2450-1800 a.C.). Una de ellas contenía los esqueletos de una mujer y un niño, enterrados uno frente al otro, mientras la mujer sostenía la cabeza del niño muerto en su mano en un gesto final de amor maternal.
Como parte de un nuevo proyecto sobre la prehistoria de Luxemburgo, esta antigua tragedia familiar ha brindado a un equipo de investigadores europeos la oportunidad de responder a preguntas más amplias sobre las prácticas funerarias de la Edad del Bronce y las relaciones familiares en Europa a través de la arqueología, la antropología y el ADN antiguo, dado que este tipo entierro no fue único.
El trabajo del Dr. Foni Le Brun-Ricalens, director del Institut National de Recherches Archéologiques (INRA) y uno de los instigadores del estudio, descubrió otra tumba, inquietantemente similar, en un túmulo redondo en Dunstable Downs, en Bedfordshire, Gran Bretaña: a más de 500 kilómetros de Altwies.
Este entierro, descubierto en 1887, llevó al arqueólogo Dr. Maxime Brami, de la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz (JGU), uno de los autores principales del estudio, a investigar si las dos tumbas estaban conectadas de alguna manera. ¿Cuál fue el significado particular del doble entierro? ¿El adulto y el niño murieron juntos, tal vez violentamente? ¿Se conocían estas familias? ¿Por qué los rituales funerarios eran tan similares? Para responder a estas preguntas, se formó un equipo para analizar y comparar el ajuar funerario y los restos óseos de las tumbas de Gran Bretaña y Luxemburgo.
La tumba de Altwies, a la izquierda: los huesos de la madre y el niño resaltados; Derecha: reconstrucción hipotética de la tumba basada en rasgos fenotípicos inferidos en parte de los genomas antiguos. Crédito: Zedda et al., Scientific Reports.
Un análisis de ADN antiguo revela que los adultos y los niños estaban estrechamente relacionados
Los huesos de Dunstable Downs fueron rastreados hasta Luton Cultural Trust con la ayuda de Elise Naish, directora de Patrimonio y Colecciones de Luton Cultural Trust, y la Dra. Katie Meheux de la Biblioteca del Instituto de Arqueología del Colegio Universitario de Londres (UCL). A pesar de su temprana fecha de excavación, a finales del siglo XIX, la procedencia de los esqueletos estaba bien documentada y los huesos se encontraban en buen estado de conservación.
La antropóloga Dra. Nicoletta Zedda, de la Universidad de Ferrara, autora principal del estudio, pudo examinar los restos, y junto con genetistas de la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz (JGU), analizar los genomas de los cuatro esqueletos de los dos entierros con adultos y niños.
El ADN reveló información fascinante sobre la ascendencia y la cultura compartidas en la Europa de la Edad del Bronce Temprana. Sobre los cuatro individuos, aunque separados por cientos de kilómetros, se pudo rastrear la mayor parte de su ascendencia en poblaciones esteparias que emigraron desde Europa central y oriental en el III milenio a.C. Quizás lo más significativo fueron las intrigantes relaciones familiares reveladas.
"Los esqueletos de Altwies pertenecían a una mujer y a un niño de unos tres años de edad, y el análisis de ADN reveló que en realidad eran madre e hijo", explicó la doctora Nicoletta Zedda (izquierda). "Sin embargo, el parentesco era diferente en Dunstable Downs: una mujer joven y una niña de unos 6 años eran en realidad tía y sobrina paternas".
Los datos genéticos sugieren un sistema de descendencia patrilineal
En Europa continental, la disposición de las tumbas de la cultura Campaniforme seguía reglas estrictas basadas en el sexo del individuo. En Altwies, la disposición de la tumba estaba alineada con el sexo del niño, un varón, y no con el de su madre biológica. En Dunstable Downs, la mujer y la niña tenían un parentesco de segundo grado por parte paterna, lo que sugiere que aquí una tía paterna quizás desempeñaba el papel de padre sustituto o cuidador principal de la niña, al menos en caso de muerte.
"Los datos podrían indicar un sistema de descendencia patrilineal para el pueblo de la cultura Campaniforme de Eurasia occidental", indica el arqueólogo Dr. Maxime Brami (derecha). "Y nuestros hallazgos sugieren que, al menos en algunas comunidades de la Edad del Bronce Temprano, las familias extensas vivían y enterraban a sus muertos juntas, poniendo énfasis en las relaciones biológicas y de parentesco".
Una práctica funeraria altamente codificada con un significado perdido
Aún se desconocen la causa de la muerte y los motivos de los entierros conjuntos. No se encontraron marcas de violencia en los esqueletos. Investigaciones adicionales del proyecto de investigación descubrieron más de cien entierros conjuntos de adultos y niños similares a los descritos aquí en toda Eurasia, los cuales datan del III y II milenio a.C.
Los investigadores podrían proponer muchas explicaciones para el entierro conjunto y la muerte simultánea, tal vez producidas por violencia, infecciones o pandemias, pero las sorprendentes similitudes entre los entierros de Luxemburgo y Gran Bretaña sugieren que las comunidades, e incluso quizás las familias, en la Europa de la cultura Campaniforme lloraron a sus muertos de acuerdo con creencias y rituales ampliamente extendidos y seguidos de modo muy similar.
"El cuerpo de una mujer, acostada como si durmiera y sosteniendo a un niño en sus brazos es conmovedor y emotivo. Aunque esa imagen pacífica puede tener un significado que se diría perdido, dado que refleja una costumbre o ritual que se ha conservado a lo largo de miles de kilómetros y entre muchas culturas diversas", concluye el Dr. Maxime Brami.
Fuente: Universidad de Mainz | 29 de enero de 2024
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