Así es la panadería-prisión de la antigua Pompeya donde esclavos y asnos molían el trigo
Fotografía aérea de la panadería-prisión. Parque Arqueológico de Pompeya.Pompeya no deja de revelar nuevos episodios de cómo vivían los más desfavorecidos en la Antigua Roma. El último descubrimiento del Parque Arqueológico de Pompeya es una panadería-prisión donde esclavos y asnos trabajaban en condiciones infrahumanas. Se trata de una habitación estrecha en la que la luz apenas entraba a través de pequeñas ventanas con rejas de hierro. No existía ninguna puerta ni acceso al exterior, sino que se accedía a través de una puerta que daba a la parte residencial que estaba decorada con frescos. En uno de esos frescos se veía una masa de pan de forma redonda. En la parte residencial también se localizaron inscripciones de propaganda política en las que se animaba a votar a Aulus Rustius Verus.
La planta residencial y fabril surgió en la Regio IX, ínsula 10, donde se están realizando excavaciones como parte de un proyecto más amplio para asegurar y mantener las fachadas que rodean el área aún sin investigar de la antigua ciudad de Pompeya.
Las ruinas de la panadería-prisión en Pompeya.
Los restos de la panadería son una prueba arqueológica de lo brutal que podía ser la esclavitud en aquella época. En las losas del suelo se pueden observar unas muescas hechas seguramente para evitar que los animales de tiro, que iban con los ojos tapados, resbalaran sobre el pavimento y al mismo tiempo trazaran un camino en forma circular.
Las fuentes iconográficas y escritas de la Antigua Roma dan información sobre cómo funcionaba una muela de características similares a la localizada en Pompeya. Normalmente, el esclavo debía empujar al animal y controlar el proceso de moler, añadiendo grano y retirando la harina. El escritor romano Apuleyo (Madaura, África, c. 125-180) describe en Las Metamorfosis (IX 11-13) como Lucio, el héroe de esta novela escrita en once libros, se transforma accidentalmente en un asno. Miembro de la aristocracia, con esta forma animal, se convierte en testigo y víctima de las miserias de los esclavos que son tratados como bestias de carga por sus propietarios.
Las fuentes escritas
En el libro, Apuleyo describe cómo funcionaban las panaderías: "Había un gran número de bestias de carga, describiendo caminos circulares infinitos, giraban con círculos más o menos anchos. Y no sólo durante el día, sino incluso durante toda la noche, gracias a la rotación sin interrupciones de estos dispositivos”.
La descripción de los hombres y mujeres que trabajaban es terrible: "¡Qué subespecie de hombres había! Con la piel toda azulada por las contusiones, y la espalda llena de heridas, algunos tan sólo llevaban un pequeño pedazo de tela alrededor de las partes privadas, en la frente tenían letras marcadas, la cabeza la llevaban afeitada y los pies encadenados. Eran figuras pálidas, con los párpados oscuros y estropeados por la oscuridad y el ambiente de la panadería. Como los boxeadores que luchan salpicados de polvo, sus figuras estaban cubiertas de forma repugnante del blanco polvo harinoso".
Suelo sobre el que caminaba el animal alrededor de la muela de moler.
Este espacio, donde se encontraron tres víctimas, permite imaginar cómo eran las condiciones de los esclavos. "Es la parte más impactante de la esclavitud, donde no había margen de libertad ni posibilidad de emancipación, las personas eran víctimas de una violencia brutal, impresión que queda plenamente confirmada por el cierre de las pocas ventanas con rejas de hierro“, destaca. en un artículo, el director del Parque Arqueológico de Pompeya, Gabriel Zuchtiregel. "En otras palabras, un espacio en el que debemos imaginar la presencia de personas de estatus servil cuyo propietario sintió la necesidad de limitar la libertad de sus movimientos.
El entorno recién resurgido, con su testimonio de la dura vida cotidiana, integra la imagen narrada en la exposición "La otra Pompeya: vidas comunes a la sombra del Vesubio" -que se inaugurará el próximo 15 de diciembre en la Palestra Grande de Pompeya- dedicada a esa miríada de individuos a menudo olvidados por las crónicas históricas, como los esclavos, que constituían la mayoría de la población y cuyo trabajo contribuía significativamente a la economía, pero también a la cultura y al tejido social de la civilización romana.
“En definitiva son espacios como este los que también nos ayudan a comprender por qué había quienes creían que era necesario cambiar ese mundo y por qué en los mismos años apareció un miembro de un pequeño grupo religioso llamado Paolo, más tarde santificado, que escribió que es mejor que todos sean siervos, 'douloi', que significa esclavos, pero no de un amo terrenal, sino de uno celestial”, añade el director.
Fuentes: es.ara.cat | pompeisites.org | unotv.com | 10 de diciembre de 2023
Step back in time at the Pompeii bakery-prison, where slaves and donkeys worked together to grind wheat. Uncover the story on your site.
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