Las sequías prolongadas probablemente significaron el fin de las megaciudades del Indo

Las grandes ciudades de la civilización Indo etiquetadas se muestran aquí durante el periodo maduro de la civilización Harappa (c. 4.600–3.900 a.C., naranja) y Harappan tardío (c. 3.900–3.600 a.C., rojo). Las curvas de nivel representan la relación entre la precipitación del monzón de invierno indio (noviembre-abril) y el monzón de verano indio (mayo-octubre) basada en el conjunto de datos del Centro Mundial de Climatología de las Precipitaciones (GPCC) de 2018 respecto de los datos pluviómetros de 1951-2000.

Una nueva investigación que involucra a la Universidad de Cambridge ha encontrado evidencias, encerradas en una antigua estalagmita de una cueva en el Himalaya, de una serie de sequías severas y prolongadas que pudieron haber alterado la civilización del Indo durante la Edad del Bronce.

El comienzo de este período árido, que comenzó hace unos 4.200 años y duró más de dos siglos, coincide con la reorganización de la civilización del Indo, que construyó metrópolis y abarcó a los actuales países de Pakistán e India.

La investigación identificó tres sequías prolongadas, cada una con una duración de entre 25 y 90 años, durante este período árido. "Encontramos evidencias claras de que este intervalo no fue una crisis a corto plazo, sino una transformación progresiva de las condiciones ambientales en las que vivía la gente del Indo", dijo el coautor del estudio, el profesor Cameron Petrie (izquierda), del Departamento de Arqueología de Cambridge.

Los investigadores registraron las precipitaciones históricas después de examinar las capas de crecimiento en una estalagmita recogida en una cueva cerca de Pithoragarh, India. Al medir una variedad de indicadores ambientales, incluidos los isótopos de oxígeno, carbono y calcio, obtuvieron una reconstrucción que muestra la precipitación relativa con una resolución estacional. También utilizaron datación en serie de uranio de alta precisión para controlar la antigüedad y la duración de las sequías.

"Múltiples líneas de evidencias nos permiten reconstruir la naturaleza de estas sequías desde diferentes ángulos, y confirmar que están en concordancia", dijo la autora principal de la investigación, Alena Giesche (derecha), quien realizó la investigación como parte de su doctorado en el Departamento Ciencias de la Tierra de Cambridge.

Giesche y su equipo identificaron distintos períodos de lluvia por debajo del promedio tanto en verano como en invierno. “La evidencia de sequía que afectó a ambas temporadas de cultivo es extremadamente importante para comprender el impacto de este periodo de cambio climático en las poblaciones humanas”, dijo Petrie. Y agrega que "las sequías durante este periodo aumentaron en duración, hasta el punto en que la tercera habría sido multigeneracional en su transcurso".

Una sección a través de la estalagmita de Dharamjali que estudiaron los autores. Crédito: Alena Giesche.

Los hallazgos del estudio respaldan el hecho existente de que el declive de las megaciudades del Indo estuvo relacionado con el cambio climático. “Sin embargo, lo que ha sido un misterio hasta ahora es la información sobre la duración de la sequía y la temporada en la que ocurrieron”, dice Giesche. “Ese detalle adicional es realmente fundamental cuando consideramos la memoria cultural y cómo las personas se adaptan cuando se enfrentan al cambio del medio ambiente”.

Según Petrie: “Las evidencias arqueológicas indican que durante un período de 200 años, los antiguos habitantes tomaron varias medidas para adaptarse y mantenerse sostenibles frente a esta nueva normalidad”. Durante esta transformación, los enclaves urbanos más grandes fueron despoblados en favor de asentamientos rurales más pequeños hacia la extensión oriental del área ocupada por las poblaciones del Indo. Al mismo tiempo, la agricultura cambió hacia la dependencia de los cultivos de verano, especialmente el mijo tolerante a la sequía, y la población hizo la transición a un estilo de vida que parece haber sido más autosuficiente.

Comparación de los registros del noroeste de Asia meridional durante el evento de aridificación del 4.200 a.C.

Las megasequías se han convertido recientemente en una causa popular para explicar una serie de transformaciones culturales, incluido el valle del Indo, explica David Hodell, coautor del estudio del Departamento de Ciencias de la Tierra de Cambridge. “Pero los vínculos son generalmente confusos debido a las dificultades que implica comparar los registros climáticos y arqueológicos”. Esto ahora está cambiando porque “los registros paleo-climáticos son cada vez mejores para refinar los cambios en las precipitaciones estacionales y anuales, lo que afecta directamente la toma de decisiones de las personas”, explica Hodell (izquierda).

El equipo busca ahora expandir sus reconstrucciones climáticas a las partes occidentales de la región del río Indo, donde el sistema de lluvias invernales se vuelve más dominante que el monzón de verano indio. “Lo que realmente necesitamos son más registros como este, de un transecto orientado de oeste a este a través de la región donde interactúan los monzones de verano e invierno y, lo que es más importante, capturar el comienzo de este período árido”, advierte Giesche.

"Actualmente, tenemos un gran punto ciego en nuestros mapas que se extiende por Afganistán y Pakistán, donde interactúan el monzón de verano de la India y los vientos del oeste", informa el profesor Sebastian Breitenbach (derecha), coautor y paleo-climatólogo de la Universidad de Northumbria. "Pero, lamentablemente, es poco probable que la situación política permita este tipo de investigación en un futuro próximo".

“Hay más trabajo por hacer, tanto por parte de los paleoclimatólogos como de los arqueólogos”, dice Hodell. “Somos afortunados en Cambridge de tener los dos departamentos uno al lado del otro”.

Rastrear cómo las zonas de lluvia que interactúan influyeron en la civilización del Indo ha sido una de las preguntas en el centro del Proyecto TwoRains, una colaboración entre Cambridge y la Universidad Hindú de Banaras que fue financiada por el Consejo Europeo de Investigación (ERC).

Fuente: University of Cambridge | 26 de abril de 2023

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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