La cueva funeraria de Salomé, la partera de Jesús, escondía la tumba de una rica familia judía

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Uno de los nichos de la cueva de Salomé, en Israel. Foto: Ammar Awad (Reuters)

Las excavaciones en una cueva funeraria de Israel de la época del Segundo Templo (siglos VI- I a.C.), tradicionalmente identificada como el lugar de enterramiento de Salomé, una partera que presenció el nacimiento de Jesús según las escrituras no canónicas, han descubierto que el lugar, ubicado a unos 35 kilómetros al suroeste de Jerusalén, fue tanto una importante tumba de una rica familia judía como un lugar de peregrinación cristiana.

En los trabajos para acondicionar el sitio de cara al acceso público, los arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA por sus siglas en inglés) han desenterrado delante del acceso a la cavidad un gran patio de 350 metros cuadrados rodeado por muros y con un suelo formado por losas de piedra y mosaicos. Esta sería la monumental entrada del nicho de una importante familia judía de hace unos 2.000 años.

Foto: Patio delantero excavado recientemente de la cueva funeraria en el bosque de Laquis. Foto: Emil Aladjem/Autoridad de Antigüedades de Israel

Imagen aérea del patio y la entrada a la cueva. Ammar Awad Reuters

Los investigadores también han documentado pruebas de que la cueva, ubicada en el bosque de Lachish, continuó en uso durante el periodo bizantino y los primeros compases de la ocupación islámica. En el citado patio se han encontrado los vestigios de una serie de puestos donde se vendían o alquilaban lámparas de aceite (de los siglos VIII y IX d.C.) hechas con arcilla, que habrían sido utilizadas en las ceremonias religiosas celebradas en el interior del lugar, como una suerte de velas de las actuales iglesias. Entre los restos arquitectónicos han aparecido decenas de estos candiles completos, según Nir Shimshon-Paran y Zvi Firer, los directores de las excavaciones.

Varias de las lámparas de aceite recuperadas en las excavaciones. Ammar Awad Reuters.

Foto: Otros de los nichos excavados en la roca con algunos iconos religiosos.

La cavidad volvió a salir a la luz hace cuatro décadas debido la acción de los saqueadores, momento en el que se investigó parcialmente. El sitio consta de varias cámaras con múltiples nichos funerarios excavados en la roca y osarios rotos, un tipo de recipientes en los que los judíos depositaban los huesos de sus difuntos tras ser inhumados de su enterramiento primario. Como testimonian las cruces y docenas de inscripciones grabadas en las paredes —algunas en árabe—, la cueva de Salomé, como es conocida hoy en día, fue reconvertida en capilla cristiana dedicada a este personaje y lugar de peregrinación hasta el siglo IX (una tradición popular identificaba la cueva como el lugar de enterramiento de Salomé, la partera de Jesús).

Saar Ganon, director del proyecto Judean Kings Trail, señala la inscripción, 'Zacharia Ben Kerelis, dedicada a la Santa Salomé', en la cueva funeraria en Lachish, Israel, el 20 de diciembre de 2022. (Melanie Lidman/Times of Israel )

Otra de las cámaras de la cueva funeraria. Ammar Awad Reuters

"El nombre de Salomé era muy común entre los judíos en el periodo del Segundo Templo y conocido entre las familias asmoneas y herodianas", han explicado los directores de los trabajos arqueológicos, impulsados por la IAA, el Ministerio de Jerusalén y Patrimonio y el Fondo Nacional Judío. "Según la tradición cristiana, Salomé era una partera de Belén que fue llamada a participar en el nacimiento de Jesús. No se creía que María fuese todavía virgen y por eso su mano se congeló hasta que tocó la cuna del niño". Este relato se incluye en el llamado Protoevangelio de Santiago, uno de los evangelios apócrifos que no figuran en el Nuevo Testamento, la segunda parte de la Biblia.

Salomé (derecha) con la partera “Emea” (izquierda), bañando al niño Jesús, es una figura común en los íconos ortodoxos de la Natividad de Jesús; aquí en un fresco del siglo XII de Capadocia. (Dominio público, vía Wikipedia).

Foto: Diferentes nichos en tamaño excavados en la roca.

"Salomé es una figura misteriosa", han añadido los investigadores. "La tumba familiar atestigua que sus dueños fueron una familia de alto estatus del Sefelá de Judea en el periodo del Segundo Templo. El culto de Salomé pertenece a un fenómeno más amplio mediante el cual los peregrinos cristianos del siglo V d.C. encontraron y santificaron lugares judíos. Es posible que el nombre de Salomé apareciese en la antigüedad en alguno de los osarios de la tumba que no se conservan y a partir de ahí se desarrolló la tradición que identifica el sitio con Salomé la partera".

Una de las inscripciones documentadas en las paredes de la cueva. Ammar Awad Reuters.

Según los arqueólogos, se trata de una de la cuevas funerarias más impresionantes descubiertas en Israel. "Sabíamos de ella desde hace al menos cuarenta años. Todo estaba enterrado. Pero durante las excavaciones para abrirla por primera vez al público hemos encontrado este gran patio y decenas de lámparas de aceite, signos de peregrinos y de inscripciones. Esto es lo más novedoso a nivel de arqueología hoy en día en Israel", han destacado.

Inscripción a 'Zacharia Ben Kerelis, dedicada a la Santa Salomé' en la cueva funeraria de Lachish, Israel, el 20 de diciembre de 2022. (Melanie Lidman/Times of Israel)

Zvi Firer, de la Autoridad de Antigüedades de Israel, sostiene lámparas de aceite talladas encontradas en el patio de la cueva funeraria, que se cree que fueron alquiladas a los peregrinos visitantes, en Lachish, Israel, el 20 de diciembre de 2022. (Melanie Lidman/Times of Israel).

Saar Ganor, el director del proyecto en el que se enmarcan estas investigaciones, ha confirmado que el lugar será visitable cuando se terminen los trabajos de restauración y formará parte del Proyecto del Camino de los Reyes de Judea en cooperación con el Fondo Nacional Judío y el Ministerio de Jerusalén y Patrimonio. Este sendero, que cruza la Shefelah de Judea, es la columna vertebral del patrimonio cultural del pueblo judío. Abarca docenas de sitios de la época de la Biblia, el Segundo Templo, la Mishná y el Talmud. En las excavaciones a lo largo del Camino de los Reyes de Judea, la Autoridad de Antigüedades de Israel está creando una conexión profunda y significativa entre la arqueología y el patrimonio cultural para el público en general.

Fuentes: elespanol.com | timesofisrael.com | de diciembre de 2022

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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