Hallan una antigua 'nevera' en un campamento romano en Bulgaria

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Restos del campamento romano de Novae, en la actual Bulgaria. Foto: CC (Kleo73)

Novae fue un campamento romano construido en el siglo I d.C. como base permanente de la Legio I Italica en el Bajo Danubio (en la frontera del Imperio) y formaba parte de las defensas construidas a lo largo del limes o frontera Moesiae (un conjunto de fortificaciones que se levantaban entre la costa del mar Negro y Panonia, la actual Hungría). Con el tiempo, el asentamiento de Novae fue expandiéndose hasta la provincia romana de Moesiae Inferior (el territorio que abarcaba el norte de Bulgaria y pequeñas localidades del sur de Ucrania). En el año 69 d.C., y temiendo las posibles invasiones de los pueblos dacios que ocupaban la región, se decidió fortificar la frontera del Imperio y trasladar allí a la Legio I Italica, una legión que fue creada bajo el gobierno de Nerón, en el año 66 d.C.

Durante varias décadas, el área donde estaba ubicado ese campamento ha sido escenario de investigaciones por parte de un equipo de arqueólogos polacos y búlgaros dirigidos por Piotr Dyczek, del Centro de Investigación de la Antigüedad del Sudeste de Europa de l.... Entre los descubrimiento que se han llevado a cabo en el yacimiento, desde el pasado mes de agosto, destaca un curioso elemento de la construcción, tan sorprendente que Dyczek lo ha descrito como "nevera".

Restos de la "nevera" encontrada en el yacimiento romano de Novae. Foto: P.Dyczek.

UN DESCUBRIMIENTO POCO COMÚN

"La antigua 'nevera' es un recipiente hundido hecho de placas de cerámica bajo el suelo, que era utilizado por los legionarios para almacenar alimentos. Su contenido consistía en fragmentos de vasos y huesos de animales", según ha explicado el profesor Dyczek (izquierda), Los pequeños fragmentos de hueso que se han conservado presentan rastros de algún tipo de tratamiento térmico, lo que significaría que la carne que en su día se almacenó en el contenedor fue cocinada. Los investigadores también encontraron en su interior partículas de carbón vegetal y los fragmentos de un pequeño cuenco.

Según Dyczek, no se puede descartar que los fragmentos de ese cuenco sean los de una especie de cazo que los legionarios romanos utilizaban para ahuyentar a los insectos de los alimentos. El investigador ha remarcado que el descubrimiento de este tipo de "neveras" es muy raro ya que estos elementos no suelen conservarse tras la restauración de los edificios.

Pero no ha sido la "nevera" el único hallazgo interesante que han aportado los trabajos de excavación en Novae. Cabe destacar, asimismo, una colección compuesta por una docenas de monedas, con una cronología que abarca desde la invasión de los godos a mediados del siglo III hasta el inicio del reinado de Constantino el Grande (principios del siglo IV).

Ladrillo con el sello impreso de la Legio I Italica encontrado en el campamento de Novae. Foto: CC (Janusz Reclaw).

TUBERÍAS DE PLOMO

Los arqueólogos también han descubierto secuencias enteras de muros que datan del mismo período y los restos de una casa completa donde se han localizado cestos de mimbre, pesas para tejer, útiles de pesca y fragmentos de vasijas cerámicas.

"Durante ese tiempo, el campamento de 'Novae' se convirtió progresivamente en una ciudad civil. Además, gracias a los últimos hallazgos hemos obtenido suficientes datos para poder reconstruir una parte de la historia de este antiguo asentamiento, que hasta ahora estaba envuelta en una niebla de misterio para nosotros", ha explicado Dyczek.

Construida en el siglo I d.C. por la Legio I Italica, Novae era una base permanente en el limes del Bajo Danubio (frontera del imperio). amu.edu.

En el curso las excavaciones llevadas a cabo por el equipo de Piotr Dyczek también han aparecido sistemas completos de abastecimiento de agua que estaban construidos con tubos de cerámica y de plomo. El investigador ha destacado que es muy raro encontrar restos de tuberías de plomo intactos, puesto que este metal era un bien muy valioso y reciclable.

Por otra parte, el agua que necesitaba el campamento llegaba hasta allí a través de un acueducto de unos diez kilómetros de largo que la conducía hasta dos grandes embalses que estaban situados frente al acuartelamiento. Desde allí se distribuía a través de una compleja red de tuberías y de canales que abastecían a todos los habitantes de Novae.

Fuente: nationalgeographic.com.es | 7 de octubre de 2022

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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