Cómo las mujeres inmigrantes convirtieron las Orcadas en la capital prehistórica de Gran Bretaña

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El asentamiento de Links of Noltland está ubicado en la norteña isla de Westray Antiquity / D. O’Meara.

Hace apenas unas semanas se dio a conocer que las remotas Islas Orcadas del norte de Escocia recibieron, hace alrededor de 5.000 años, una ola de inmigración a gran escala muy distinta de las que existieron en el resto de Europa. Mientras que en el continente fueron mayoritariamente los hombres los que se trasladaron a nuevos espacios, hasta el archipiélago escocés llegaron básicamente mujeres. Y su presencia consiguió alterar el ADN de la zona, permitiendo la supervivencia de muchos linajes masculinos del Neolítico.

Una nueva investigación llevada a cabo por la empresa británica EASE Archaeology ha revelado interesantes detalles sobre los sistemas prehistóricos de herencia y matrimonio y apunta que las recién llegadas se unieron a familias establecidas y duraderas, lo que llevó a una exitosa combinación de ideas nuevas y antiguas.

Las mujeres inmigrantes se unieron a familias largamente establecidas

De ahí que, a diferencia de lo que ocurrió en el resto de Gran Bretaña, las Orcadas se convirtieron en un remanso de paz que permitió un aumento de la productividad e incluso convirtió el lugar en la capital prehistórica de las Islas británicas, según revelan los especialistas en un artículo publicado en la revista Antiquity.

Si el trabajo de los arqueólogos de la Universidad de Huddersfield se centró en el estudio de ADN antiguo, el estudio actual ha dado mucha importancia también al trabajo de campo realizado en la aldea Links of Noltland, de unos 4.000 años de antigüedad y uno de los asentamientos mejor conservados y extensos de Escocia.

En este lugar, situado en la norteña isla de Westray, hasta ahora "se han identificado más de treinta y cinco edificios que incluyen casas, talleres y una sauna, junto con un cementerio que contiene los restos de unos 105 individuos”, explica el doctor Graeme Wilson (izquierda), de EASE Archaeology.

Los investigadores aseguran que esta afluencia a Noltland dominada por mujeres no condujo a grandes cambios culturales, lo que hizo que fuera invisible arqueológicamente hasta que las técnicas de estudio de ADN más avanzadas han revelado el “impacto único” que tuvieron estas inmigrantes en la composición genética del sitio.

“Se ha podido trazar la descendencia de los hombres de esta comunidad desde la población neolítica original, linajes que continuaron persistiendo durante al menos 1000 años”, añadió Wilson. En otras partes de Gran Bretaña, en cambio, los inmigrantes masculinos reemplazaron las estirpes existentes.

El equipo del doctor Wilson quiso combinar los datos genéticos con un análisis más detallado del enorme cementerio de Noltland, con más de 100 entierros variados, incluida una gran tumba utilizada como bóveda familiar durante siglos. Los arqueólogos encontraron que este campo santo estaba agrupado en tres casas.

Los restos de una casa neolítica yacen entre las unas de Links of Noltland Antiquiy / EASE Archaeology.

La larga historia de los linajes masculinos en las Orcadas indica que los hombres se quedaron y heredaron mientras que las mujeres se mudaron. "Estos resultados demuestran que las islas estaban participando en redes más amplias en un momento en el que hasta ahora se creía que estaban aisladas y atravesaban una especie de 'recesión'", apuna el investigador.

Los expertos encontraron que el número de hogares era estable, lo que mostraba que la propiedad no se dividía entre varios herederos. Tal herencia imparcial parece haber sido un desarrollo de la Edad del Bronce. Este cambio aseguró que cada familia tuviera recursos suficientes para sobrevivir en el duro entorno del archipiélago formado por más de 70 islas (apenas 20 de ellas están actualmente habitadas).

Dos casas d la Edad de Bronce excavadas en la isla de Westray Antiquiy / EASE Archaeology.

Además de proporcionar resiliencia frente al entorno de la Edad del Bronce, este sistema de migración femenina entre comunidades era la norma en las Orcadas y no fue diferente para los recién llegados. “El ADN muestra que la comunidad de Links of Noltland estaba compuesta por hombres locales y mujeres inmigrantes de ascendencia continental”, señala Graeme Wilson.

La genética no solo muestra la aparición de inmigrantes, sino también la forma en que fueron tratados. “El hecho de que la cultura del vaso campaniforme (a la que pertenecían las recién llegadas) se estuviera integrando en una comunidad establecida puede explicar por qué dejó tan poca evidencia arqueológica”, añade.

Plano del cementerio de la Edad del Bronce de Noltland (© EASE Archaeology)

Sin embargo, la vida en Orkney no permaneció totalmente igual: “Se forjaron identidades nuevas y más complejas que enfatizaron los lazos con el hogar y el pueblo”, dice el arqueólogo. “Estos se ven en el cementerio, donde se encontraron muchos tipos diferentes de entierro”, apunta

Había nuevas formas de construir comunidad e identidad, reuniendo a esta población cada vez más diversa a través de rituales y actividades compartidos, lo que conducía a la estabilidad social. También hubo la adopción de nuevas tecnologías y técnicas de cultivo.

Juntas, esta mezcla de ideas nuevas y viejas parece haber conducido a un período pacífico y productivo. “Lejos de presentar una amenaza existencial, como se ha sugerido a veces, la afluencia de personas aquí parece haber coincidido con un período de estabilidad social”, concluye el investigador.

Los restos de esta mujer de entre 36 y 45 años estaban entre los más de 100 individuos enterrados en el cementerio Antiquiy / EASE Archaeology.

Fuentes: lavanguardia.com | eurekaalert.org | 30 de marzo de 2022

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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