Un núcleo de población fuera de África explica los linajes de 'Homo sapiens' en Asia oriental hace 45.000 años
Representación esquemática de la población de Eurasia a través de expansiones repetidas desde un centro de población fuera de África (representado por el área gris, cuya ubicación precisa es incierta). Las flechas rojas representan las expansiones asociadas con la cultura del Paleolítico Superior Temprano; las flechas azules representan las expansiones asociadas con la cultura del Paleolítico Superior (Imagen: Leonardo Vallini, Giulia Marciani).De modo sorprendente, se ha informado que los antiguos restos humanos desenterrados en la cueva de Bacho Kiro (en la actual Bulgaria) y recientemente descritos genéticamente (aquí) están más estrechamente relacionados con los asiáticos orientales contemporáneos que con los europeos contemporáneos. Se han propuesto varios escenarios para explicar estos resultados, pero sus desconcertantes conclusiones han generado más preguntas que respuestas sobre los movimientos de grupos antiguos de población subyacentes que podrían explicar la presencia de individuos genéticamente asiáticos en Europa hace aproximadamente 45.000 años.
Un estudio publicado en Genome Biology and Evolution ha intentado resolver este misterio al colocar a esos individuos en el contexto más amplio de los genomas humanos paleolíticos de Eurasia y co-analizando la genética y la evidencia arqueológica. El estudio fue dirigido por los profesores Leonardo Vallini (izquierda) y Luca Pagani (derecha), de la Universidad de Padua en colaboración con la Dra. Giulia Marciani y el profesor Stefano Benazzi, de la Universidad de Bolonia, Italia.
En el escenario propuesto por los autores, la colonización de Eurasia oriental y occidental se caracterizó por varios eventos de expansión y extinción local de un centro de población, donde los antepasados de todos los euroasiáticos prosperaron después de que se aventuraron por primera vez fuera de África hace aproximadamente 70.000-60.000 años.
Una expansión temprana y fallida del Homo sapiens tuvo lugar en algún momento antes de hace 45.000 años. El único representante de esa migración, que no está relacionado ni con los europeos modernos ni con los asiáticos modernos, es el fósil craneal recuperado en la cueva Zlatý kůň (Caballo dorado), en la actual República Checa y aún no está claro qué tan extendida fue dicha migración.
"Luego, alrededor de hace 45.000 años, una nueva expansión, emanada de un núcleo que emigró fuera de África, colonizó una amplia área que se extiende desde Europa hasta el este de Asia y Oceanía, y que está asociada con un modo de producción de herramientas de piedra conocido como Paleolítico superior inicial", dice Leonardo Vallini.
Expansiones posteriores a Eurasia desde un centro de población fuera de África. Panel A: Zlatý Kůň puede describirse como una supuesta expansión temprana de la población formada después de la gran expansión fuera de África y la hibridación con los neandertales, y podría vincularse con culturas de transición encontradas en Europa hace 48.000-45.000 años. Panel B: las muestras representativas fechadas entre 45.000 y 40.000 años en toda Eurasia se pueden atribuir a un movimiento de población con características genéticas uniformes y cultura material consistente con una afiliación del Paleolítico Superior Inicial y que también puede explicar el fósil Oase1 (Rumanía) después de permitir contribuciones genéticas neandertales adicionales; los papúes modernos pueden verse genéticamente como una extensión extrema de este movimiento. Panel C: siguiendo la diferenciación genética local, una expansión posterior de la población podría explicar los componentes genéticos encontrados en muestras antiguas <37.000 años que lo contienen sin mezclar (Kostenki14, Sunghir) o mezclado con componentes del Paleolítico Superior incial preexistentes (Goyet Q116-1, Yana1, Mal'ta). Las fechas en la parte superior derecha de cada mapa proporcionan un límite inferior, basado en el C-14 de la muestra más antigua disponible para la ola de población inferida.
El destino de estos migrantes fue diferente en el este de Asia y en Europa: mientras que en el primero perduraron y finalmente llevaron a la formación de las poblaciones modernas del este de Asia, los representantes europeos de esta expansión declinaron y desaparecieron en gran medida, dejando a los representantes fósiles de la cueva Bacho Kiro, en Bulgaria, al escurridizo individuo de Peștera cu Oase (la Cueva de los Huesos), en Rumanía, y algunos otros, como los únicos testimonios de este poblamiento temprano de Europa.
"Es curioso notar que, casi al mismo tiempo, también se extinguieron los últimos neandertales", dice Giulia Marciani (izquierda), de la Universidad de Bolonia y coautora del estudio.
"Finalmente, una última expansión ocurrió en algún momento antes de hace 38.000 años y recolonizó Europa desde el mismo núcleo de población, cuya ubicación aún no ha sido aclarada", dice Luca Pagani, autor principal del estudio.
"Aunque en Europa hubo interacciones ocasionales con sobrevivientes de la ola anterior, una mezcla extensa y generalizada entre las dos últimas olas solo tuvo lugar en Siberia, donde dio lugar a una ascendencia peculiar conocida como 'ancestral north eurasian' (ancestro euroasiático del norte), el cual finalmente contribuyó a la ascendencia de los nativos americanos".
Esta migración está asociada a un conjunto cultural diferente denominado Paleolítico Superior, que caracteriza a los principales yacimientos paleolíticos europeos. "Cabe señalar que, desde una perspectiva cultural, estas nuevas herramientas de piedra a menudo se han representado como un conjunto independiente en lugar de un desarrollo local de tecnologías preexistentes en Europa: es refrescante ver que la información genética y cultural se puede reconciliar bajo un escenario integral", concluye Telmo Pievani (derecha), de la Universidad de Padua y coautor del estudio.
Los autores advierten que se deben realizar los mayores esfuerzos para aclarar el paradero geográfico del núcleo originario de población fuera de África que dio lugar a estas tres migraciones e identificar las causas internas y externas que subyacen a estos antiguos movimientos de población, así como la dinámica cultural asociada.
Fuentes: Universidad de Bolonia | phys.org | 7 de abril de 2022
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