Descubren una nueva civilización precolombina que se asentó en las Antillas hace 2.000 años
Se cree que la península de Samaná, que se adentra en el Océano Atlántico, estuvo habitada por pueblos arcaicos. (Crédito: Dave Carr/Getty Images).Hachas, morteros y restos de moluscos encontrados en República Dominicana revelan una nueva civilización agraria que se desarrolló en el Caribe.
Toda la evidencia científica anterior se había encontrado de manera casual, sin ninguna observación metódica. Por lo cual, lo único que se sabía de la gente que había vivido ahí venía de fragmentos aparentemente inconexos. Algunas piezas de cerámica, ocasionalmente herramientas o utensilios de cocina. Por años, se asumió sencillamente que se trataba de un antiguo grupo agrícola, que había poblado la región caribeña de República Dominicana.
Un obstáculo histórico más añadió al halo de misterio que rodea a esta cultura desconocida: «el asentamiento de pobladores posteriores en la región dominicana de La Española, contribuyó a borrar las huellas de la población más antigua, especialmente en las Antillas Mayores», explica la Universidad de la Sapienza, en Roma. Con todo, habría sido prácticamente imposible saber de su existencia. Hasta ahora.
Enmarcados por el azul turquesa del Caribe
Un equipo de arqueólogos de la Universidad de la Sapienza, en Roma, liderados por el profesor Alfredo Coppa (izquierda), ha investigado la zona de La Española, que hoy acoge a dos países independientes. Específicamente, la República Dominicana y Haití. Comparte mar con las otras Islas Antillas —Cuba, Jamaica y Puerto Rico—, por lo que fue el primer territorio que los colonizadores europeos investigaron en el siglo XV.
De hecho, según los registros de la Secretaría de Cultura en México, las Antillas son las primeras islas a las que Cristóbal Colón llegó en 1492. Por la diversidad genética que se ha trazado en la zona, los científicos de la Universidad de la Sapienza originalmente habían ligado a estos grupos humanos arcaicos con los Taínos, un pueblo de habla arahuaca que venía del delta del Orinoco de la actual Venezuela. Esta cultura se dispersó desde América del Sur por el Caribe desde el 400 a.C.,, por lo que era probable que los restos encontrados en República Dominicana les pertenecieran en algún punto.
Sin embargo, nuevas pruebas revelan que éste no era el caso: «[…] El posterior asentamiento de grupos agrícolas que poblaron La Española contribuyó a borrar las huellas de la población más antigua, especialmente en las Antillas Mayores», escriben los autores en un comunicado.
A partir del nuevo hallazgo de los arqueólogos de la Sapienza, «una nueva pieza se añadió al rompecabezas». En la península de Samaná, al norte de República Dominicana, se encontró una civilización precolombina que se igualan con los restos cerámicos encontrados previamente. Enmarcados con el azul turquesa del Caribe, podría ser que el grupo humano en esta región formara una cultura completamente independiente a las demás que se desarrollaron en Centroamérica.
El Pozito es el descubrimiento arcaico más importante de la República Dominicana en 50 años (Crédito: Francesco Genchi/Universidad Sapienza de Roma).
Un antiguo taller de armamento
Los investigadores identificaron restos de moluscos, peces y fruta en el nuevo sitio arqueológico de ‘El Pozito’, donde posiblemente habitó esta civilización en la República Dominicana. A partir de los elementos encontrados, piensan que en ese lugar pudo haberse construido un antiguo taller donde se confeccionaban armas y herramientas de trabajo pesado.
Lo que más les llamó la atención es que muchas de las mismas se fabricaban con las conchas de caracoles caribeños: «El área identificada se refiere a un asentamiento caracterizado principalmente por una gran parte de un taller para el procesamiento de materias primas como moluscos marinos grandes […], explotados tanto como alimento como para elaborar herramientas».
Las hachas de mariposa probablemente se usaron para talar árboles para hacer canoas y remos (Crédito: Francesco Genchi/Universidad Sapienza de Roma).
Entre los restos, los arqueólogos encontraron hachas en forma de mariposa. Por el filo que ostentan, piensan que fueron utilizadas hace miles de años para hacer canoas y remos, explica la BBC. También hallaron un pozo ritual, en el interior del cual había morteros para moler comida y que apenas se usaron, si bien algunos tenían residuos de plantas, lo que lleva al equipo a creer que estos colonos también eran ritualistas, una revelación muy interesante considerando lo poco que se sabe sobre su forma de vida. Hasta la fecha, se han descubierto pocos asentamientos arcaicos en el Caribe y este se encuentra entre los más prometedores. Las herramientas halladas fueron datadas de hace, al menos, 2.000 años (Edad Arcaica Tardía), pero espera que el asentamiento sea mucho más antiguo.
En el mismo espacio, encontraron restos de carbón y cenizas. Esto podría indicar que ahí también se cocinaban alimentos, posiblemente para los trabajadores del taller antiguo. Esta evidencia contribuye a entender mejor las formas de vida de aquella civilización perdida en la actual República Dominicana.
Un hallazgo innovador fue un pequeño pozo ritual con 12 morteros de piedra pulida enterrados en su interior (Crédito: Francesco Genchi/Universidad Sapienza de Roma).
Los pobladores más arcaicos eran genéticamente distintos
El archipiélago del Caribe no es visible desde tierra (aparte de la isla de Trinidad, que se puede ver desde Venezuela), ni formó parte de ningún continente. Esto significa que sus primeros pobladores se arriesgaron mucho cuando se aventuraron a adentrarse en el Mar Caribe, lo que era inusual en aquel entonces, dicen los arqueólogos. Se estima que las islas se convirtieron en un centro de comercio e intercambio cultural, en una especie de 'Ruta de la seda marítima'.
Además, si bien durante mucho tiempo se asumió que los primeros pobladores podían ser antepasados de los taínos, o estaban mezclados con ellos, el análisis de ADN nos dice que pobladores más arcaicos eran genéticamente distintos, y a pesar de las evidencias de que los dos grupos coexistieran durante siglos.
Accesible solo a pie, en bote o a caballo, Playa Frontón alberga también sitios precolombinos accesibles (Crédito: Dave Carr/Getty Images).
Esto sorprendió a los expertos. "Cuando dos grupos se encuentran por lo general se produce una mezcla, pero esta es casi inexistente en el Caribe y nos preguntamos el porqué es así", dice la Dra. Kathrin Nägele (izquierda), arqueogenética especializada en el Caribe del Instituto Max Planck, quien fue pionera en un estudio sobre la genómica del Caribe antiguo publicado en Science en 2020. Sin embargo, esta ausencia podría ocurrir por falta de muestras suficientes.
En dicho estudio fue la primera vez que se secuenciaron con éxito genomas humanos del Caribe antiguo, gracias a un avance en la recuperación de ADN. Esto condujo a estudios posteriores de varias universidades y otros laboratorios más pequeños. No obstante, si bien hasta ahora se han analizado cientos de esqueletos taínos, solo se han secuenciado 55 genomas de la Edad Arcaica: 52 de Cuba y tres de la República Dominicana.
Es por eso que Coppa espera encontrar una necrópolis en El Pozito, donde pueda hallar el pequeño hueso petroso del cráneo que protege el oído interno, y que es la mejor fuente de conservación de ADN. El mismo podría explicar con quién estaban relacionados los pueblos arcaicos del Caribe y qué les sucedió: si se mezclaron con los grupos taínos de la Edad de la Cerámica, con los europeos, o se extinguieron o desaparecieron.
Fuentes: National Geographic | bbc.com | 4 de abril de 2022
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