Un nuevo estudio identifica cómo pudo haber funcionado Stonehenge como un calendario solar

Monumento de Stonehenge. Crédito: Antiquity (2022).

Durante mucho tiempo se pensó que el famoso sitio de Stonehenge sirvió como un calendario antiguo, dada su alineación con los solsticios. Ahora, una investigación ha identificado cómo pudo haber funcionado.

Los nuevos hallazgos sobre la historia del círculo de piedra, junto con el análisis de otros sistemas de calendario antiguos, han llevado al profesor Timothy Darvill a echar un nuevo vistazo a Stonehenge. Su análisis, publicado en la revista Antiquity, concluye que el sitio fue diseñado como un calendario solar.

"La clara alineación solsticial de Stonehenge ha llevado a la gente a sugerir que el sitio incluía algún tipo de calendario desde que así lo apreciara el famoso anticuario del siglo XVIII William Stukeley", dijo Darvill (izquierda),de la Universidad de Bournemouth. "Ahora, los nuevos descubrimientos han favorecido un enfoque más nítido del problema e indican que el monumento de Stonehenge era un calendario basado en un año solar tropical de 365,25 días".

Las investigaciones recientes sobre Stonehenge han demostrado, de modo crucial, que las piedras sarsen (de arenisca) se agregaron durante la misma fase de su construcción, alrededor del 2.500 a. C. Procedían de la misma zona (Wiltshire) y posteriormente permanecieron en la misma formación. Esto indica que fueron trabajadas como una sola unidad.

Piedra sarsen de tamaño pequeño S21 (izquierda) en el círculo sarsen, con el S22 de tamaño normal a la derecha. Vista mirando hacia afuera desde el interior del círculo. Escala = 2m (fotografía de T. Darvill).

Piedra sarsen S10 (izquierda) en el círculo sarsen, con la pequeña S11 a la derecha. Vista mirando hacia afuera desde el interior del círculo. Escala = 2m (fotografía de T. Darvill).

El profesor Darvill analizó estas piedras, llevando a cabo un examen de su numerología y comparándolas con otros calendarios conocidos del período considerado. Pudo Identificar un calendario solar en su diseño, lo que le ha llevado a sugerir que servían como una representación física del año, lo cual ayudaba a los antiguos habitantes de Wiltshire a llevar la cuenta de los días, las semanas y los meses.

"El calendario propuesto funciona de una manera muy sencilla. Cada una de las 30 piedras en el círculo sarsen representa un día dentro de un mes, dividido en tres semanas cada una de 10 días", dijo Darvill, señalando las piedras distintivas en el círculo que marcan el inicio de cada semana.

Sobreviviente de la estación S91 en la esquina noreste del Rectángulo de piedra de la estación (fotografía de T. Darvill).

Además, se necesitaba un mes intercalado de cinco días y un día bisiesto cada cuatro años para coincidir con el año solar. "El mes intercalado, probablemente dedicado a las deidades del sitio, está representado por los cinco trilitos en el centro del monumento", señala Darvill. "Las cuatro Piedras de la Estación fuera del círculo sarsen proporcionan marcadores para avanzar hasta un día bisiesto".

Gráfico que muestra el espaciado y el tamaño de las piedras que forman el círculo de sarsen (figura de T. Darvill).

Como tal, los solsticios de invierno y verano estarían enmarcados por los mismos pares de piedras cada año. Uno de los trilitos también enmarca el solsticio de invierno, lo que indica que pudo haber sido el año nuevo. Esta alineación solsticial también ayuda a calibrar el calendario: cualquier error al contar los días sería fácilmente detectable ya que el sol estaría en el lugar equivocado en los solsticios.

Este calendario, con semanas de 10 días y meses adicionales, puede parecer muy inusual hoy en día. Sin embargo, calendarios como este fueron adoptados por muchas culturas durante el período en que se construyó Stonehenge.

"Tal calendario solar se desarrolló en el Mediterráneo oriental en los siglos posteriores al año 3000 a. C., y fue adoptado en Egipto como calendario civil alrededor del 2.700, el cual fue ampliamente utilizado al comienzo del Imperio Antiguo, en torno al año 2600 a. C.", dijo Darvill.

Resumen de la forma en que la numerología de los elementos sarsen en Stonehenge se combinan para crear un calendario solar perpetuo. Los elementos que no son sarsen se han omitido para mayor claridad (dibujo de V. Constant).

Esto plantea la posibilidad de que el calendario seguido en Stonehenge pueda provenir de la influencia de una de estas otras culturas. Los hallazgos cercanos insinúan tales conexiones culturales: por ejemplo, el arquero de Amesbury, enterrado cerca del monumento en el mismo período, nació en los Alpes y se mudó a Gran Bretaña cuando era adolescente.

El profesor Darvill espera que más investigaciones futuras puedan arrojar nueva luz sobre estas posibilidades. El ADN antiguo y los artefactos arqueológicos podrían revelar conexiones entre estas culturas. Sin embargo, la identificación de un calendario solar en Stonehenge debería transformar la forma en que lo vemos.

"Encontrar un calendario solar representado en la arquitectura de Stonehenge abre una forma completamente nueva de ver el monumento como un lugar para la vida", subraya Darvill, "un lugar donde el momento de celebración de ceremonias y festivales estaba conectado con el tejido mismo del universo y los movimientos celestes".

Fuente: phys.org | 1 de marzo de 2022

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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