Una vértebra humana prehistórica descubierta en el valle del Jordán respalda dos eventos distintos de dispersión fuera de África
a) Vista superior de la vértebra halla en Ubeidiya (Israel); b) Vista posterior; c) Vista inferior; d) Vista frontal. Crédito: Dr. Alon Barash, Universidad Bar-Ilan.Un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad Bar-Ilan, el Colegio Académico Ono, la Universidad de Tulsa y la Autoridad de Antigüedades de Israel presenta una vértebra humana de 1,5 millones de años descubierta en el Valle del Jordán de Israel.
Según la investigación publicada el miércoles 2 de febrero en la revista Scientific Reports, la antigua migración humana de África a Eurasia no fue un evento único, sino que ocurrió en oleadas. La primera ola llegó a la República de Georgia, en el Cáucaso, hace aproximadamente 1,8 millones de años. La segunda ola está documentada en Ubeidiya, en el Valle del Jordán, al sur del Mar de Galilea, hace aproximadamente 1,5 millones de años.
La investigación fue dirigida por el Dr. Alon Barash, de la Facultad de Medicina Azrieli de la Universidad Bar-Ilan, la profesora Ella Been, del Colegio Académico Ono, la paleoantropóloga Miriam Belmaker, de la Universidad de Tulsa y el Dr. Omry Barzilai, arqueólogo de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
Según la evidencia fósil y la investigación del ADN, la evolución humana comenzó en África hace unos 6 millones de años. Hace aproximadamente 2 millones de años, los humanos antiguos, casi, pero aún no en forma moderna, comenzaron a migrar desde África y se extendieron por Eurasia, un proceso conocido como 'Fuera de África'. Ubeidiya, ubicado en el valle del Jordán, cerca del kibutz Beit Zera, es uno de los lugares donde tenemos evidencias arqueológicas de esta dispersión.
El enclave prehistórico de Ubeidiya es importante para los estudios arqueológicos y evolutivos porque es uno de los pocos sitios con restos conservados del éxodo humano temprano procedente de África. En este sentido, es el segundo enclave arqueológico más antiguo fuera de África y fue excavado por varias expediciones dirigidas por el arqueólogo Moshe Stekelis, el profesor Ofer Bar-Yosef y el profesor Eitan Tchernov entre 1960 y 1999. Los hallazgos en Ubeidiya incluyen una rica y rara colección de huesos de animales extintos y artefactos de piedra. Las especies fósiles incluyen tigres dientes de sable, mamuts y un búfalo gigante, junto con animales que no se encuentran hoy en día en Israel, como babuinos, jabalíes, hipopótamos, jirafas y jaguares. Los artefactos de piedra y pedernal fabricados y utilizados por los humanos antiguos muestran semejanzas con los descubiertos en yacimientos en el este de África.
Recientemente, Miriam Belmaker y Omry Barzilai reanudaron las excavaciones en Ubeidiya, merced a una subvención recibida de la Fundación Nacional de Ciencias de EE. UU. El proyecto utiliza nuevos métodos de datación absoluta para refinar los datos obtenidos del sitio y estudiar la paleoecología y el paleoclima de la región. Mientras observaba y analizaba los fósiles hallados en este enclave, y que se hayan depositados en las Colecciones Nacionales de Historia Natural de la Universidad Hebrea, Miriam Belmaker encontró una vértebra humana. Desenterrada inicialmente en 1966, el hueso fue estudiado conjuntamente por el Dr. Allon Barash y la profesora Ella Been. Identificaron el resto óseo como una vértebra lumbar humana, constituyéndose así en la evidencia fósil más antigua de restos humanos antiguos descubiertos en Israel, de aproximadamente 1,5 millones de años.
Según el Dr. Barash (izquierda), existe un debate en curso sobre si la migración fuera de África fue un evento único o ocurrió en varias oleadas. La nueva clasificación de esta vértebra hallada en Ubeidiya arroja nueva luz sobre esta cuestión. "Debido a la diferencia en el tamaño y la forma de esta vértebra y las encontradas en la República de Georgia, en Dmanisi, ahora tenemos evidencia inequívoca de la presencia de dos ondas de dispersión distintas".
Según Onry Barzilai (derecha),"los artefactos de piedra y pedernal de Ubeidiya, las hachas de mano de basalto, las herramientas para cortar y lascas, están asociados con la cultura achelense temprana. Antes se aceptaba que las herramientas de piedra de Ubeidiya y Dmanisi estaban asociadas a diferentes culturas: el achelense temprano en Ubeidiya y el olduvayense en Dmanisi. Después de este nuevo estudio, concluimos que diferentes especies humanas produjeron las dos industrias".
Miriam Belmaker (izquierda), explicó: "Una de las preguntas principales con respecto a la dispersión humana fuera de África fueron las condiciones ecológicas que pudieron haber facilitado la misma. Las teorías anteriores debatían si los primeros humanos preferían una sabana africana o un hábitat boscoso nuevo y más húmedo. Nuestro nuevo descubrimiento de dos especies humanas diferentes en Dmanisi y en Ubeidiya es consistente con nuestro hallazgo de que los climas también diferían entre los dos sitios. Ubeidiya es más húmedo y compatible con un clima mediterráneo, mientras que Dmanisi es más seco, con un hábitat de sabana. Este estudio, que muestra dos especies, cada una de las cuales produce un tipo de herramientas de piedra diferente, está respaldado por el hecho de que cada población prefirió un entorno diferente".
Izquierda: Herramienta de corte de pedernal de tradición achelense encontrada en Ubeidiya. Derecha: Canto tallado de tradición olduvayense.
"El análisis que realizamos muestra que la vértebra de Ubeidiya pertenecía a un individuo joven de 6 a 12 años, y que era alto para su edad. Si este niño hubiera llegado a la edad adulta habría alcanzado una altura de más de 180 cm. Sería similar en tamaño a otros grandes homínidos que se han encontrado en el este de África, y es diferente de los homínidos de baja estatura que vivían en Dmanisi", puntualiza la profesora Ellen Been (derecha), experta en la evolución de la columna vertebral.
"Parece, entonces, que en el período conocido como Pleistoceno Temprano, podemos identificar al menos dos especies de humanos primitivos fuera de África. Cada ola de migración estuvo constituida por diferentes tipos de humanos, en apariencia y forma, y en técnica y tradición respecto de la fabricación de herramientas de piedra, así como en relación al nicho ecológico en el que vivían", concluye el Dr. Barash.
Fuentes: Bar Ilan University | phys.org | 2 de febrero de 2022
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