Marcas de corte en huesos de animales muestran que nuestros antepasados sí comenzaron a cazar hace dos millones de años
Ejemplos de muescas o marcas de percusión en un húmero de un bovino.Nuestros ancestros lejanos habrían comenzado a cazar hace dos millones de años, en lugar de hurgar en las sobras de carroña que dejaban los carnívoros como los grandes felinos, según un estudio.
Investigadores de la Universidad de San Diego han estudiado huesos de animales recuperados en Kanjera Sur, un sitio arqueológico cerca del lago Victoria, en el oeste de Kenia, y han encontrado rastros de marcas de corte en huesos de gacelas y ñus en lugares donde solo se producirían si los humanos hubieran sido los primeros en llegar a los cadáveres.
Los restos analizados, dijo el equipo de investigadores, representan algunas de las evidencias sólidas más antiguas de la práctica de la caza por parte de los humanos antiguos. En este sentido, hay que recordar que ya se habían encontrado huesos con dichas marcas de corte con una datación de hace unos 3,4 millones de años, pero no estaba claro si estas marcas fueron realizadas por homínidos u otros animales.
Los huesos de animales hallados en el área de Kanjera Sur, que, hace dos milenios era de pastizales abiertos, permitieron a los investigadores abrir una ventana para indagar sobre estas distinciones.
Los huesos de gacela y ñu, que eran comunes en la zona, se sabe, desde hace mucho tiempo, que tienen marcas de carnicería. Ahora bien, hasta ahora no ha estado claro si los homínidos se hicieron con las presas o si las mismas fueron muertas por otros depredadores que acabaron abandonando los restos o fueron ahuyentados por nuestros antepasados.
Al volver a examinar las marcas de corte, el equipo comparó los restos óseos antiguos con huesos modernos usados experimentalmente por otros investigadores o que habían sido consumidos por carnívoros modernos como las hienas.
Rastros de marcas de matanza en varios huesos de gacelas y ñus (en la foto) en lugares donde solo se dejarían si los humanos hubieran sido los primeros en llegar a los cadáveres.
Descubrieron que los huesos de los animales de presa de Kanjera Sur habían sido cazados en la zona y que probablemente ya habrían sido despojados de carne si hubieran sido capturados por los depredadores, tal como los grandes felinos.
"Esto sugiere que los antiguos seres humanos fueron los primeros en cortar la carne, dado que, muy probablemente, fueron ellos mismos quienes cazaban las presas. Los homínidos no se alimentaban de los restos de animales capturados por los grandes felinos, porque eran lugares de matanza donde no habrían encontrado apenas carne", dijo la profesora Parkinson a New Scientist.
El zooarqueólogo Geoffey Smith (izquierda), del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, y que no participó en el estudio, dijo a New Scientist que el mismo "proporciona más evidencias del consumo humano de carne en ese momento".
No obstante, algunas cosas siguen sin estar claras sobre las actividades de caza en Kanjera Sur, la más obvia de las cuales es que no se sabe todavía qué tipo de homínidos vivían allí, ya que no se han encontrado fósiles humanos en el lugar. "Tenemos miles de herramientas de piedra, y por ello sabemos que los homínidos estaban allí, pero no disponemos de restos de homínidos en Kanjera Sur", explica la profesora Parkinson. "Sin embargo, un posible candidato es el 'Homo habilis', cuyos restos se han encontrado en otros sitios cercanos".
El Paranthropus es otro homínido conocido que vivió en el este de África en esa época, pero sus grandes dientes posteriores indican que probablemente comía, de modo principal, vegetales duros, si bien es posible que también tuviera cierta capacidad de caza.
Tampoco se sabe exactamente cómo cazaban los homínidos, quienesquiera que fueran. Según el profesor Smith, se pueden concebir que existirían varias estrategias, desde emboscadas hasta lanzar lanzas de madera rudimentarias.
El equipo comparó las marcas en los huesos antiguos (a la izquierda) con huesos modernos que fueron consumidos por carnívoros actuales como las hienas (arriba a la derecha), o marcados experimentalmente por investigadores o una combinación de ambos (abajo a la derecha).
Los resultados completos del estudio se publicaron en la revista Quaternary Science Reviews.
Fuente: dailymail.co.uk | 13 de enero de 2022
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