Jordi Agustí: «Nosotros tuvimos que ver en la extinción de los neandertales»

El investigador ICREA en el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES), Jordi Agustí Ballester, publica "Genes, cerebros y símbolos", un relato esclarecedor sobre la historia de la evolución.

"Genes, cerebros y símbolos. Las raíces de la naturaleza humana" (Tusquets Editores) cuenta la historia de los hitos que han jalonado la historia de la evolución humana en la Tierra. Un recorrido fascinante en el que el lector se adentrará de la mano del paleontólogo Jordi Agustí Ballester, investigador ICREA en el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES), sito en Tarragona. En Georgia, Agustí forma parte del equipo internacional del yacimiento de Dmanisi, donde se han descubierto los homínidos más antiguos de Eurasia, datados en 1,7 millones de años.

¿Qué nuevos datos aporta sobre la evolución?

Como dice el subtítulo, es una reflexión sobre las raíces de la naturaleza humana. Muchos de los caracteres de nuestra naturaleza normalmente no dejan registro fósil. Pero escarbando, sí que se puede ir adivinando cómo han aparecido los caracteres que nos definen en los últimos siete millones de años.

¿Habla de carácter psíquico?

Sí, básicamente. La ciencia y la psicología evolutiva, así como la paleoantropología han encontrado herramientas para acercarse a estas problemáticas, en las que en principio hay un vacío. Entonces, lo que he hecho es sistematizar estos aspectos y clarificar el panorama. Para ello he dividido las diferentes humanidades que ha habido en tres, más los neandertales. He separado grandes etapas de la evolución, que nos definen como humanos.

Cuando habla de humanidad cita el tamaño del cerebro, la ausencia de pelo y la cultura. ¿Cuál diría que es el rasgo más definitorio?

La cuestión más preguntada es cuándo apareció el ser humano. Pero la respuesta depende de lo que entendemos por ser humano. Es decir, se puede fijar el origen hace 2,5 millones de años, 1.800.000 años o 300.000 años. Esto depende cómo cada uno entienda qué quiere decir humanidad. Pero, ciertamente, la tercera, la nuestra, es la más completa, caracterizada por el pensamiento simbólico complejo.

¿El pensamiento simbólico es la posibilidad de elaborar herramientas?

No. Esto es la cultura. El pensamiento simbólico es la utilización de símbolos, es decir, categorías mentales que no tienen existencia física.

¿Por ejemplo?

Pensar que sobrevivimos a la muerte o construir frases que reflejen pensamientos complejos.

¿En qué momento aparece?

Hay casos de pensamiento simbólico ya en la segunda humanidad, que es el Homo heidelbergensis. Hay todavía más evidencia en el neandertal, pero evidentemente, somos nosotros, el Homo sapiens, los que tenemos más desarrollada esta faceta.

También habla de los neandertales, de su extinción y de lo que comparten con nosotros. Un debate que todavía continúa.

Sí. Los neandertales comparten muchas cosas con nosotros, pero aunque compartiéramos una pequeña proporción de genes, era una especie diferente con sus propias tendencias. De lo que no hay duda es de que los últimos neandertales desarrollaron caracteres muy parecidos a los nuestros en términos de cultura e industria lítica y algunas señales de pensamiento trascendental, como es inhumar a los muertos. Sin embargo, se trataba de una especie diferente, con sus propias tendencias evolutivas, adaptada a un medio muy duro, el de la Europa del Pleistoceno Superior. Todo indica que nosotros, aunque indirectamente, tuvimos que ver con su extinción, como la de muchas otras especies.

Como siempre...

Evidentemente, no fue una extinción provocada activa o voluntaria. Simplemente, competían por los mismos recursos. En este sentido, lo que explico en referencia a su extinción es que nosotros hicimos un ensayo con el computador Mare Nostrum, de Barcelona, y vimos que probablemente el comportamiento caníbal de los neandertales se les volvió en contra. Son los resultados de la modelización de un ordenador.

También hace un recorrido por los yacimientos más importantes. ¿En cuáles ha estado?

He trabajado directamente en Dmanisi, en Georgia, y también en los yacimientos de Orce, en Granada, así como en otros menores. Pero estos dos son la fuente más directa de mi experiencia.

Jordi Agustí (izquierda) junto al director del equipo de arqueólogos en Dmanisi (georgia), David Lordkipanidze, en una imagen de archivo. Foto: IPHES

¿Cuál ha sido su momento más importante como profesional?

Es difícil de decir, pero, evidentemente, el hito más importante ha sido mi colaboración con el equipo georgiano que excava en Dmanisi y otros de Georgia.

¿Por qué?

En Georgia se han encontrado los restos más antiguos del homínido de Eurasia, datados prácticamente de dos millones de años atrás. Fueron los primeros que salieron de África.

También explica la importancia de la carne para esta salida…

Más que en este movimiento migratorio, el tema de la carne ya fue importante antes en África, en la primera humanidad. Este cambio de dieta permitió expandir el cerebro, porque con una dieta básicamente vegetariana la energía que consume el tracto digestivo es muy grande. Con una dieta basada en carne, el tracto digestivo es mucho más corto, que es lo que pasa con los carnívoros, y por lo tanto, queda una energía extra que puede permitir mantener cerebros relativamente grandes.

¿Qué va a descubrir el lector en este libro?

Dado que hay tantos libros sobre la evolución humana y el tema es complejo, creo que "Genes, cerebros y símbolos" clarifica las cosas, las etapas, es una exposición ordenada de todo este tema tan complejo que es la evolución humana. En él he tratado de no perderme en los detalles, que obviamente tengo que incluir, para dejar muy claras las fases claves de la evolución humana.

Fuente: diaridetarragona.com | 23 de enero de 2022

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

0 comentarios: