Hallados restos humanos de la Edad del Bronce en Huerta del Marquesado (Cuenca)
Las excavaciones preliminares se centraron en un metro cuadrado. Fotos: Santiago David Domínguez.La gran cantidad de material encontrado en una primera prospección arqueológica en la entrada de la Cueva de la Mora, en la localidad serrana de Huerta del Marquesado (Cuenca), ya les hizo sospechar que se encontraban ante un yacimiento singular y muy especial.
Y la excavación de tan solo un metro cuadrado en el interior de esta cavidad de 14 metros de profundidad, 4 de altura y una anchura de entre 0,50 y 1,5 m., corroboró sus mejores previsiones.
Los arqueólogos conquenses Santiago David Domínguez Solera y Miguel Osma Soria encontraban restos humanos de la Edad del Bronce, que, en su opinión, son solo el principio de todo lo que puede ofrecer este yacimiento.
Y es que tienen puestas en él muchas expectativas, pues consideran que, a tenor de lo encontrado en la entrada, puede arrojar luz sobre gran parte de la Prehistoria de La Serranía conquense, desde el Paleolítico hasta la Edad del Bronce, nada más y nada menos que 150.000 años.
“UNA AUTÉNTICA JOYA”
Domínguez lo tiene claro, “se trata de una auténtica joya”. Y es que, tal y como subraya, “sabemos que, sin haber llegado todavía al fondo de la estratigrafía en el interior de la cueva, nos vamos a encontrar con restos del Paleolítico Medio –al menos desde los neandertales– Paleolítico Superior (Homo sapiens), Neolítico, Calcolítico y Edad del Bronce, a tenor de los hallazgos en la entrada de la cavidad, que son testimonios-termómetro de lo que hay dentro”.
De hecho, los resultados no se han hecho esperar y, a pesar de haber excavado tan solo un metro cuadrado y dos suelos de ocupación, ya han encontrado una decena de restos humanos de la Edad del Bronce, desde falanges de manos y pies hasta fragmentos de cráneo, brazo, costillas, etc. Algo que no es de extrañar si se tiene en cuenta, según Domínguez, que en esta época los enterramientos en cuevas era muy comunes, tal y como se ha constatado en otras cuevas similares de la provincia, como la Cueva de los Riscos de la Escaleruela, en Valdecabras, o la Sima del Cerro de Cabeza de la Fuente, en Boniches. Práctica ésta que responde a la incipiente territorialización de los humanos que optan por vivir en castros o poblados fortificados.
Además, dentro de estas mismas excavaciones auspiciadas por el Ayuntaniento de Huerta del Marquesado y desarrolladas en el mes de abril, también comenzaron a sondear los siguientes suelos, que no son otros que los correspondientes al Neolítico y el Calcolítico, cuando las cuevas ya eran habitadas por el hombre; eso sí, de manera esporádica, porque en el Neolítico los humanos en La Alcarria y La Serranía siguen siendo nómadas y seminómadas; es decir, forrajeadores (cazadores recolectores) y agricultores incipientes.
Ambos arqueólogos creen que los siguientes trabajos en la cavidad van a tener, igualmente, buenos resultados, entre otros motivos, por las peculiares características geológicas de la cueva. Y es que, tal y como recalca Domínguez, al no haber elementos de erosión en el interior, el suelo se ha ido formando a lo largo de los años y los distintos testimonios de ocupación, ya sea humana como de animales, permanecen allí, prácticamente intactos. No es de extrañar, por lo tanto, las grandes expectativas generadas por este yacimiento entre los dos arqueólogos, que llegan a asegurar que han encontrado lo que venían buscando, al menos, desde hace una década.
Entre tanto, Domínguez y Osma llaman la atención sobre la gran cantidad de material hallado en estas excavaciones, a pesar del poco tiempo empleado en ellas, al haber dedicado el grueso de los trabajos a excavar en el castro del Cerrillo del Moro, también en Huerta del Marquesado.
Y es que, además de los mencionados restos humanos, también se han localizado desde elementos de industria lítica correspondientes al Musteriense hasta microlitos típicos del Neolítico y el Calcolítico, pasando por fragmentos cerámicos, tanto del Neolítico como de la Edad del Bronce. Mucho material al que hay que sumar los restos de animales encontrados, como rapaces, pequeños y grandes carroñeros, etc., que permiten a los investigadores obtener pistas sobre cómo era el ecosistema. Así, en este sentido, Domínguez pone de ejemplo los restos de animales que fueron introducidos en la cueva por rapaces, zorros o mustélidos (garduñas, ginetas, hurones, etc.) en el Neolítico y en la Edad del Bronce, cuando los humanos no ocupaban ya las cuevas.
En definitiva, para el arqueólogo de Heroica Arqueología y Patrimonio Cultural, “son necesarias más excavaciones, lo único que hemos hecho hasta ahora es rascar la epidermis de una joya, y solamente con esto ya hemos tenido resultados y hemos visto su gran potencialidad”. Por eso cree que no es descabellado imaginar “lo mucho que lograremos cuando hagamos más de un metro por metro de excavación. Aún tiene mucho que ofrecer y arrojar mucha luz sobre un periodo muy amplio de la Prehistoria de La Serranía, del que tan poca información hay en la actualidad".
De ahí que sea lógica la satisfacción y el entusiasmo despertados al haber encontrado un yacimiento con tal potencialidad y que, a buen seguro, dará mucho que hablar.
La relevancia arqueológica y paleontológica de la Cueva de la Mora es más que patente, de ahí que se haya optado por colocar un cerramiento provisional con el fin de intentar preservar este importante yacimiento del paso de personas y animales. Paralelamente, el Ayuntamiento de Huerta del Marquesado está realizando las gestiones oportunas en busca de fondos para financiar el cerramiento permanente de esta cueva, consciente de que merece la pena su preservación y conservación.
En este sentido, el arqueólogo y codirector de las primeras excavaciones, Miguel Osma, hace hincapié en que “la Cueva de la Mora es todo un bien arqueológico con gran potencialidad, por lo que considera fundamental protegerlo con un cerramiento ligero, que cumpla con las normas paisajísticas y que, a su vez, la gente pueda subir y ver la cueva”.
La intención municipal pasa por hacer efectivo este cerramiento lo antes posible.Y es que, según subraya el primer edil, Andrés Marco, la gran riqueza arqueológica del municipio es sin duda un atractivo que hay que potenciar y en esa línea asegura que se está trabajando.
Fuente: lasnoticiasdecuenca.es | 23 de junio de 2021
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