El conjunto arqueológico de Baelo Claudia (Cádiz) podría aglutinar un total de 40 factorías de salazones
Investigadores de la UCA prosiguen con las excavaciones en el barrio meridional de Baelo Claudia - LA VOZ.Los historiadores estiman que alrededor del siglo VII d.C. la ciudad romana Baelo Claudia (playa de Bolonia, Tarifa, Cádiz) quedó totalmente desocupada después de que, tiempo atrás, fuera arrasada por movimientos sísmicos y sufriera las incursiones de distintos pueblos.
No obstante, el conjunto arqueológico se encuentra más vivo que nunca tras revelarse una nueva factoría de salazones, una taberna y un edificio, aún en estudio, que se añaden al yacimiento gracias a las excavaciones realizadas por los investigadores del grupo HUM-440 del Laboratorio de Arqueología y Prehistoria de la Universidad de Cádiz (Labap), en colaboración con otras entidades.
Un nuevo hallazgo que otorga mayor renombre, aún más si cabe, al yacimiento de Baelo Claudia, declarado Monumento Histórico Nacional y reconocido como el enclave más visitado de la provincia de Cádiz hasta 2019 con una cifra de visitantes anuales que supera los 150.000.
Vestigios del siglo II a.C.
A través de los proyectos de investigación Garvm III, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España, y Arqueofish, subvencionado por el Programa de Ayudas a la I+D+i del Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación de la Junta de Andalucía, una veintena de investigadores participaron en las excavaciones que comenzaron durante julio de 2020.
Darío Bernal Casasola (izquierda), catedrático de Arqueología de la UCA, dirige las investigaciones junto a los profesores del departamento de Historia, Geografía y Filosofía, Juan José Díaz, José Ángel Expósito y Macarena Lara. Éstas son apoyadas por expertos de otras universidades españolas e internacionales, como las de Córdoba, Barcelona, Murcia, British Columbia (Canadá), así como con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Una de las líneas de investigación que lleva a cabo este numeroso grupo de expertos es el de analizar los recursos marinos en la antigüedad, mediante el cual se ha podido examinar todas las factorías de salazones de Baelo Claudia. Precisamente, estas fábricas se constituían como el motor económico de la antigua ciudad romana, la cual destacaba por tener un barrio exclusivamente dedicado a la actividad conservera.
Los investigadores, centrados en la zona más oriental, han habilitado una nueva parcela de gran extensión (500 metros cuadrados) en la cual desarrollarán sus proyectos de excavación para los próximos 6 años. La ubicación designada oculta numerosos vestigios que ahora son analizados por los expertos. Entre los hallazgos ha sido descubierta una nueva factoría de salazones que data de comienzos de la ciudad romana (s. II a.C.) y que pudo estar en funcionamiento por más de 700 años.
Asimismo, los investigadores habrían encontrado también una taberna del siglo I d.C. y un edificio cuyo proceso de excavación aún no ha terminado. Los expertos creen que éste podría tratarse de una factoría de salazón o una vivienda. La actual campaña se extenderá hasta finales de junio para analizar y clasificar, además de las estructuras, otros restos hallados como cerámicas, monedas o materiales. Del mismo modo, la UCA confirma una nueva excavación en 2022 para proseguir con estos trabajos.
Investigadores de la UCA prosiguen con las excavaciones en el barrio meridional de Baelo Claudia - LA VOZ.
30 factorías de salazones por descubrir
El yacimiento de Baelo Claudia cuenta con una extensión estimada de unas 10 hectáreas (100.000 metros cuadrados). El profesor Bernal Casasola considera que «solo el 30% de la ciudad romana se encuentra excavada, por lo que los próximos trabajos de campo llevados a cabo por los investigadores de la UCA podrían ofrecer nuevas estructuras de uno de los complejos arqueológicos más fascinantes de la Hispania Romana».
Previamente al comienzo de las excavaciones, el catedrático explica que «se ha analizado por unidades de superficie qué cantidad de superficie está destinada a arena y qué cantidad a otros edificios. Extrapolando esos datos a la totalidad del área del barrio meridional (20.000 metros cuadrados), nuestra propuesta es que deben existir unas 40 factorías de salazones, oficialmente salen 37».
Del total de las casi 40 factorías, en la actualidad solo se conocen 9 fábricas de salazones y una tienda. Este enorme número de fábricas ofrece una perspectiva de la importancia que tenía la actividad conservera en Baelo Claudia. Todas estas fábricas se encuentran integradas en la planificación urbana de la ciudad, dentro de las murallas. «El total de esta superficie ha estado dedicada a la industria conservera durante 700 años. Algunas se abandonan y luego se abren otras, pero prácticamente todas las factorías se encontraron en funcionamiento durante la totalidad del periodo de vida de la ciudad».
Factoría de salazones excavada en Baelo Claudia.
Un siglo de excavaciones
La ciudad de Baelo Claudia, fundada a finales del siglo II a.C., se integra en la región geohistórica del Círculo del Estrecho que constituían una red comercial dependientes de la ciudad de Gadir (Cádiz). Este muniquipium (segunda clase más alta para una ciudad romana) se insertaba en un entorno poblado por más ciudades, algunas de mayor importancia como Gades. Baelo Claudia, a diferencia de estas grandes urbes y gracias a su desocupación, se posiciona como una de las mejores ciudades romanas conservadas.
Oculta durante siglos bajo la arena de Bolonia, en 1917 comenzaron las primeras excavaciones para la recuperación de Baelo Claudia. El complejo no sería lo que es hoy sin las figuras de los arqueólogos franceses Pierre París y George Edward Bonsor.
En el 2000, la UCA inicia sus cursos de arqueología en Baelo Claudia para investigar en el barrio salazonero y formar a nuevos arqueólogos, estudiar las factorías salazoneras del barrio meridional, iniciar nuevas excavaciones al sur de la Puerta de Carteia y descubriendo las termas marítimas.
La relación entre el yacimiento y la Universidad de Cádiz no termina con sus investigaciones en Bolonia. Desde 2010, un grupo interdisciplinar se centró en la recuperación de la salsa Garum.
A lo largo de la última década, el trabajo de investigación de la UCA en Baelo Claudia ha contado con una base científica en el Proyecto General de Investigación denominado Economía marítima y actividades haliéuticas en Baelo Claudia, autorizado por la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, así como otros proyectos obtenidos en concurrencia competitiva del Plan Estatal de I+D+i del Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España como Garvm III (financiado con fondos Feder); Arqueostra (del Programa Operativo Feder 2014-2020 y de la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad de la Junta); y Arqueofish (del Programa de Ayudas a la I+D+i del Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación).
Otras entidades colaboradoras con la institución universitaria gaditana han sido la Fundación PALARQ, del Roman Islam Center de la Universidad de Hamburgo y del Istituto di Scienze del Patrimonio Culturale del Consiglio Nazionale delle Ricerche italiano, y las empresas andaluzas Productos Majuelo de Jerez y Arqueogastronomía.
Foto: Imagen de la exposición Baelo Claudia y los secretos de Garum / © Miguel Esteban Gallego
'Los secretos del Garum'
En enero de 2021, la UCA presentaba la exposición 'Baelo Claudia y los secretos del Garum', la cual reúne los resultados de más de una década de investigaciones interdisciplinares entre arqueólogos y tecnólogos de los alimentos.
La muestra, coordinada por el catedrático de Arqueología de la UCA, Darío Bernal, el profesor titular de Tecnología de los Alimentos de la UCA, Víctor Palacios, el profesor ayudante doctor de Arqueología, José J. Díaz, y José Ángel Expósito Álvarez, del área de Difusión del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia, recrea la vida de las almadrabas y sus recursos marinos, de la industria pesquero-conservera y de la elaboración de la milenaria salsa Garum.
Entre sus hallazgos destacaban la excavación por completo de dos fábricas conserveras o la identificación de al menos cinco tipos de garum (de besugos, de boquerones, de sardinas, de ostras e incluso un garum mixtum, con pescado y carne). Esto ha permitido reproducir el garum en los laboratorios de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Cádiz, y luego construir unas piletas a escala en el propio yacimiento arqueológico de Baelo Claudia, donde se está experimentando en las mismas condiciones en las que se trabajaba en época romana.
Fuente: lavozdecadiz.es | 1 de junio de 2021
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