Los púnicos protegían Ibiza con un sistema de vigilancia costero

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Un equipo del Instituto de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH) de la Universidad de Alicante ha confirmado la existencia de un sistema de vigilancia costero que protegía la ciudad de Ibiza en época púnica, en aquel tiempo Iboshim.

Tras dos campañas de prospección en 2018 y 2019 y una excavación en 2021, la investigación, que ha contado con la colaboración del Consell Ibiza, ha constatado la existencia de dos líneas de vigilancia del mar, ha informado la institución insular en un comunicado.

Una de las líneas se ubicaba en el litoral este para la defensa del puerto y la ciudad de Iboshim, y la segunda estaba en el oeste para el puerto de Sant Antoni de Portmany, Portus Magnus para los romanos.

Los investigadores han detallado en su estudio que una cosa tan sencilla como torres circulares, construidas sobre cumbres de promontorios costeros y conectadas visualmente, cumplían la misión de alertar a la ciudad cuando se divisaban naves en el horizonte, impidiendo también que en las calas próximas “pudieran recalar y desembarcar piratería o tropas enemigas“, han explicado.

La investigación comenzó con los trabajos de prospección realizados por el técnico de Patrimonio del Consell, Joan Ramon Torres, en los años 80, cuando descubrió restos de construcciones en las cumbres de puntos estratégicos como Cap des Llibrell, Talaia de Jesús, Puig Rodó y Puig des Jondal, con una conexión visual que alcanzaba prácticamente toda la costa este y sur, incluyendo un área vital para la economía como las salinas.

La prospección de 2019 descubrió otra red de vigilancia, esta vez en la costa oeste, con la interconexión visual de los promontorios en Puig d’en Joan Andreu, Puig Nunó y Talaia de Sant Antoni, desde los que se alertaba de la presencia de naves aproximándose a la isla por el norte y el oeste.

La excavación arqueológica realizada en abril de 2021 en un yacimiento de cada red ha permitido confirmar una de las hipótesis iniciales: se trata de torres circulares de entre 5 y 6 metros de diámetro y no excesivamente altas, que obedecían a un plan diseñado desde la autoridad del puerto y la ciudad.

Los investigadores han destacado que la “sorpresa” ha sido su cronología y los contextos históricos ya que, a juzgar por los fragmentos cerámicos recuperados, la red de vigilancia de la costa este pudo construirse entre los siglos V y IV a. C. coincidiendo con el momento de “esplendor comercial” del puerto de Iboshim.

Según añaden, algunos pasajes de Herodoto, Tucídides o Pausanias aluden a la presencia de naves por esta parte del Mediterráneo, entre las Baleares y el Estrecho, que podrían estar causando “graves perjuicios a la navegación comercial” y a la existencia de algún choque con la flota cartaginesa tratando de acabar con la “lacra de la piratería”.

La red de vigilancia se reutilizó en momentos conflictivos posteriores, ya que la presencia de algunas cerámicas del siglo V d. C. importadas desde el norte de África, indican que el sistema de vigilancia estuvo de nuevo activo durante el periodo de ocupación vándala de la isla, cuando el nuevo poder bárbaro con sede en Cartago dominó Ibiza durando casi 80 años.

Los hallazgos recuperados durante los trabajos de campo han sido depositados en el Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera.

Fuente: noudiari.es | 20 de mayo de 2021

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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