Los escitas no eran solo guerreros nómadas, sino que a veces también se establecían

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Peine de oro escita de Soloja con escena de lucha. Siglos V y IV a. C. Wikipedia.

La gente de la era escita vivió en Eurasia desde aproximadamente desde el 700 a. C. hasta el 200 a. C., y durante mucho tiempo se los consideró guerreros muy móviles que se extendían ampliamente por las praderas de la estepa. Herodoto describe a las poblaciones escitas viviendo en carros y participando en incursiones y guerras, y esta opinión ha persistido a lo largo de la historia respaldada por las observaciones de los arqueólogos con base a estilos similares de arneses para caballos, armas, túmulos funerarios y motivos de estilo animal en lo que hoy es Ucrania. Debido a esto, la historia ha agrupado las diversas culturas y períodos de los pueblos de esta región como una sola identidad "escita", incluso calificándola como un "imperio".

Pero un nuevo estudio dirigido por investigadores del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana (MPI-SHH) revela que, lo que anteriormente se consideraba como un grupo casi hemogéneo, era probablemente un conjunto de culturas distribuidas en períodos diversos. Al analizar el esmalte de los dientes y los huesos humanos de estas gentes, el equipo internacional de investigadores descubrió que, en lugar de ser guerreros de amplio espectro, probablemente vivían en lugares urbanos, cultivando mijo y criando ganado en sistemas económicos mixtos. Los resultados del equipo se publican en la revista PLOS ONE.

Foto: Silla de montar. Los escitas eran hábiles jinetes y en sus tumbas se han hallado sillas de montar. La localizada en el túmulo 1 de Pazyryk, de cuero, fieltro y pelo, está decorada con un grifo (ser mitológico mitad águila y mitad león) que ataca a una cabra montesa. BRIDGEMAN / INDEX

"Nuestro estudio demuestra la existencia de niveles bajos generales de movilidad humana en las cercanías de lugares urbanos importantes de la era escita, en contraste con los estereotipos anteriores de poblaciones altamente nómadas", dice Alicia R. Ventresca Miller (izquierda), autora principal del estudio y profesora asistente de antropología. en la Universidad de Michigan. "Si bien la movilidad a larga distancia aumentó durante la era escita en relación con los períodos anteriores, esta se limitó a un porcentaje muy pequeño de personas".

Ventresca Miller, anteriormente del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana, y su equipo tomaron muestras de los huesos y del esmalte de los dientes de 56 esqueletos humanos en tres lugares de enterramiento, llamados Bel'sk, Mamai-Gora y Medvin. El equipo examinó estas muestras mediante el análisis de isótopos de elementos (en este estudio, estroncio, oxígeno, nitrógeno y carbono) depositados en los tejidos humanos al comer y beber. Ello permite determinar dónde viajó y vivió un individuo en función de la composición única de isótopos en su tejido.

Grado de movilidad de la población desde la era escita y sitios anteriores © Alicia R. Ventresca Miller

Juntos, estos análisis mostraron que los lugares urbanos eran lugares de diversidad social y económica donde la gente cultivaba mijo y criaba ganado. Tales hallazgos sugieren que las personas permanecían en gran parte allí donde cultivaban y criaban ganado, aunque tendían a moverse más que en épocas anteriores.

"La época escita fue claramente un período de contradicciones, con fuertes evidencias de interacciones complejas entre agropastoralistas y pastores que contribuyeron a la agregación de la población en lugares urbanos", subraya Ventresca Miller, también conservadora asistente de arqueología asiática. "Este estudio destaca el uso potencial del análisis isotópico para evaluar directamente los modelos predominantes de economías y movilidades durante la era escita".

La vida en las estepas.Los escitas se extendieron por un amplísimo territorio, desde los montes Altai, en la estepa rusa, hasta el mar Negro. Hábiles jinetes, vivían en tiendas similares a las yurtas de los actuales nómadas mongoles (arriba).

En el futuro, los investigadores esperan proporcionar más información sobre cómo las personas se movían entre los diferentes clases de sitios, como centros urbanos frente a entornos rurales, así como entre individuos con diferentes ajuares funerarios y estatus social.

"De esta modo, podemos alejarnos de los estereotipos asumidos sobre migración y nomadismo e ir hacia percepciones dinámicas y complejas de las sociedades escitas globalizadas", concluye Ventresca Miller.

Fuente: Instituto Max Planck| 17 de marzo de 2021

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Publicación digital de divulgación cultural.

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