La impresionante colección Torlonia, un tesoro de historia y belleza, expuesta por vez primera en Roma
Durante decenios permaneció depositada de forma un tanto caótica en un edificio romano, cerca del Tíber en el centro de Roma. Ahora, por primera vez, se expondrá al público en los Museos Capitolinos de Roma con el título “Los mármoles de Torlonia.Coleccionar obras maestras”. Se incluye una selección de 92 obras entre las 620 piezas excepcionales del arte griego y romano de la colección: sarcófagos, bustos y estatuas grecorromanas.Todo ello, es el resultado de las adquisiciones de las colecciones más destacadas de las familias patricias de Roma, así como de los hallazgos de excavaciones de las propiedades de grandes latifundios de la aristocrática familia Torlonia, dinastía de banqueros, propietaria de Villa Albani, una de las joyas por su riqueza artístico-arquitectónica de la Ciudad Eterna, construida a mitad del siglo XVII por deseo del cardenal Alessandro Albani, un gran coleccionista de esculturas antiguas, sobrino del papa Clemente XI. El purpurado gustaba de mostrar su colección a los aristócratas para hacer alarde de su erudición y su exquisito olfato por la antigüedad clásica.
Una colección de leyenda
Para el ministro de Cultura, Dario Franceschini, “la Colección Torlonia constituye un patrimonio extraordinario, un conjunto de obras excepcionales que da fe del coleccionismo de antigüedades”. En efecto, no es solo una colección, sino que se trata de una colección de colecciones, un ejemplo único de la historia del coleccionismo de arte antiguo en Roma, desde el siglo XV al XIX.
La Colección Torlonia llegó a constituir una auténtica leyenda: solo era accesible a unos pocos elegidos, e incluso los historiadores la conocían únicamente por su catálogo, realizado en 1881. Fue idea del príncipe Alessandro Raffaele Torlonia (1800-1886) exhibir su maravillosa colección, fundando el Museo Torlonia de escultura antigua, en via de la Lungara, abierto en 1875, alcanzando de inmediato enorme fama por el número y la calidad de las obras expuestas.
El Museo Torlonia se convirtió además en la más significativa colección para la historia de las excavaciones, de la restauración y de los estudios arqueológicos. Con los años el museo languideció y se cerró en 1976. Un descendiente de los aristócratas que formaron la imponente colección, Alessandro Torlonia (1925-2017), un apasionado de arqueología, llegó a un acuerdo con el ministerio de Cultura, para que las obras de arte estuvieran disponibles para la gran exposición que ahora, tras años de negociaciones, se inaugura en Roma.
Una muestra que es una increíble antología de la belleza. Franceschini, el ministro de Bienes Culturales, ha dicho, al presentar la exposición, que “el estado italiano está dispuesto a poner recursos y lugares para crear un museo adecuado para albergar la Colección Torlonia”.
Viaje por la historia del coleccionismo
Para la exposición “se han elegido 92 obras, extraordinarias por su calidad, pero también por su historia”, ha manifestado Carlotta Loverini Botta de la Fundación Torlonia, que gestiona la colección. Muchas tienen su historia particular. “Cabra en reposo”, escultura de mármol de tamaño natural, es una obra original de la antigua Roma, pero se cree que la cabeza y cuernos fueron esculpidos por el gran escultor del barroco Gian Lorenzo Bernini. Entre las maravillas de la colección, está un relieve de piedra que representa una viva escena del puerto de la antigua Roma.
La exposición se articula como un viaje, en cinco secciones, por la historia del coleccionismo de mármoles antiguos griegos y romanos, para concluir con la visión de la exedra de los Museos Capitalinos donde se reúnen la célebre estatua ecuestre de Marco Aurelio, la loba romana y los bustos donados en 1471 por la el papa Sixto IV al pueblo romano para legitimar el poder del papado en la urbe al regresar de Aviñón, queriendo marcar simbólicamente la continuidad del poder con la antigua Roma.
La donación de Sixto IV está acompañada de una inscripción calificada de “sensacional y un gesto altamente democrático”, por el comisario de la muestra, el profesor Salvatore Setis (izquierda): “Sixto IV, pontífice máximo, en su inmensa benignidad, decide restituir y asignar perpetuamente estas insignes estatuas de bronce, testimonios perennes de excelencia y de valor, al pueblo romano, de cuyo seno habían salido”, dice la inscripción del Pontífice.
Este acto fundamental marcó el inicio del coleccionismo que antes de la caída de Roma no había tenido interés. El aumento paulatino de las piezas en el Campidoglio se cristalizaría en el nacimiento del primer museo público del mundo, fundado por el papa Clemente XII en 1734. Así se completa el viaje, en el que cada pieza permite no sólo un goce estético, sino la comprensión y diferenciación en el tiempo del coleccionismo y la restauración del arte antiguo italiano.
“Nunca había visto la colección Torlonia hasta que me llamaron para comisionar esta exposición. Sentí una emoción inolvidable: rápidamente reconocí muchas de las piezas que están en el los manuales”, cuenta Salvatore Settis.
La exposición, que estará abierta al público desde el día 14 de octubre hasta el 27 de junio de 2021, y, si las condiciones sanitarias lo permiten, seguramente comenzará un tour internacional. Hay conversaciones abiertas para llevar los mármoles de los Torlonia con otros varios museos, como el Louvre, aunque nada está cerrado. Y cuando regresen a Roma, la idea es que sigan visibles al público en un nuevo Museo Torlonia en Roma. “Esta muestra es muy importante porque es el primer paso para la recuperación al público de la colección Torlonia”, asegura Settis. El fallecido príncipe Alessandro Torlonia, muy vinculado a sus esculturas, estaría satisfecho.
Fuentes: abc.es | lavanguardia.com | wallpaper.com | jornada.com.mx | yahoo.com | medium.com | clarin.com | 15 de noviembre de 2020
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