El estudio de un fémur izquierdo parcial del 'Sahelanthropus tchadensis' confirma que no era un homínido
El cráneo de 'Sahelanthropus tchadensis' de siete millones de años, conocido como Toumai, visto desde diferentes lados. Imagen: Didier Descouens / WikicommonsUn pequeño equipo de investigadores de Francia, Italia y los EE. UU. ha encontrado evidencias que sugieren que el Sahelanthropus tchadensis (los expertos se refieren al cráneo de manera coloquial como “Toumai”, que significa 'la esperanza de vivir') no es un homínido y, por lo tanto, no es el antepasado humano más antiguo conocido. En su artículo, publicado en Journal of Human Evolution, el grupo describe el estudio de un hueso fosilizado de una pierna y lo que este denuestra.
Conjunto de restos encontrados por Alain Beauvilain en 2001 en el desierto de Djurab (Républica del Chad): Fuente: Nature.
En 2001, un equipo de cuatro miembros del CNAR dirigido por un francés, Alain Beauvilain, y tres colegas chadianos, Adoum Mahamat, Djimdoumalbaye Ahounta y Gongdibé Fanoné, descubrieron los restos fosilizados del Sahelanthropus tchadensis en un lugar del desierto de Djurab, en Chad. El estudio posterior de los restos, realizado por Michel Brunet y otros invetsigadores, deparó que tenían una antgüedad de entre 6,8 y 7,2 millones de años. También encontraron evidencias que indicaban que el espécimen caminaba erguido, y por lo tanto era un homínido, un ancestro humano.
Debido a esta datación, el hallazgo se describió como el antepasado más antiguo conocido (anterior al hallazgo de "Lucy", que era el antepasado más antiguo conocido hasta ese momento, con 3,2 millones de años). Las evidencias que aportó el equipo dependían principalmente del tamaño de los dientes y un foramen magno situado en posición basal en la parte posterior del cráneo (que indica que caminaba erguido). Después de que Brunet publicara un artículo en el que describía estos hallazgos, muchos especialistas se negaron a reconocer su trabajo porque había sido publicado en una revista que no fue revisada por pares y además se había negado el acceso a los restos fosilizados.
En este nuevo esfuerzo investigador, encabezado por Roberto Macchiarelli (izquierda), de la Universidad de Poitiers, se afirma haber encontrado evidencias que sugieren que el Sahelanthropus tchadensis no caminaba erguido y, por lo tanto, no era un homínido, sino que era un antepasado simio.
El trabajo ha consistido en estudiar un fémur izquierdo parcial que otros investigadores encontraron cerca del sitio donde se habían hallado los restos del Sahelanthropus tchadensis (lo suficientemente cerca como para indicar que era parte de sus restos). El estudio de este fémur indica que provenía de una criatura simiesca que caminaba a cuatro patas, como los gorilas y otros grandes simios. También señalan que el pequeño tamaño de los dientes, como argumentaron Brunet y su equipo, no es evidencia suficiente para afirmar que los restos se corresponden con un homínido; podrían provenir de una pequeña simia hembra.
El fémur parcial TM 266-01-063 de Toros-Menalla, Chad, en vistas anterior (a), posterior (b), medial (c) y lateral (d). Barra de escala = 2 cm. Crédito: R. Macchiarelli, A. Bergeret-Medina, D. Marchi et al. (2020)
En consecuencia, el nuevo estudio concluye que los resultados demuestran que los restos del denominado Sahelanthropus tchadensis no se corresponden con un homínido y, por lo tanto, no es un ancestro humano temprano.
Fuentes: phys.org | chadcradlehumanity.monsite-orange.fr | 24 de noviembre de 2020
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