Hallan la armadura romana más antigua y completa en el sitio de la batalla de Teutoburgo
En el año 9 d.C., tres legiones al mando de Publio Quintilio Varo, el legado del princeps Augusto, partieron hacia el norte de Germania para sofocar una rebelión que se estaba gestando entre las tribus locales. Sin embargo, en el bosque de Teutoburgo, al pie de la actual colina de Kalkriese, en el sur de Sajonia, el poderoso contingente romano fue masacrado en su totalidad: no sobrevivió apenas nadie de las tres legiones enteras de la fuerza militar más formidable del planeta. Muchos cayeron atravesados por las lanzas de los bárbaros o ahogados en el cenagoso terreno; otros, como el general, optaron por suicidarse antes que caer prisioneros y ser sacrificados en terribles rituales.
La armadura fue descubierta por arqueólogos en Kalkriese, donde se cree que fue el sitio de la Batalla del Bosque de Teutoburgo en el 9 d.C.
La batalla de Teutoburgo es uno de los episodios más oscuros del Imperio Romano, una terrible derrota que sería respondida con nuevas campañas militares para pacificar —a sangre y fuego— la región y recuperar las águilas de las legiones, sus insignias. Un fascinante acontecimiento histórico que ahora regresa a la actualidad: un equipo de arqueólogos alemanes ha hallado en el yacimiento de Kalkriese, escenario del gran triunfo germánico, la armadura romana más antigua y completa jamás descubierta, que probablemente perteneció a un legionario ejecutado por los bárbaros al término del enfrentamiento.
El elemento desenterrado es una coraza casi entera de la lorica segmentata utilizada por los legionarios, es decir, una parte de su armadura compuesta de dos placas para proteger el pecho y la zona abdominal y la espalda. Los arqueólogos, al identificar un objeto de metal en el suelo, obtaron por retirar un bloque de tierra de unos 500 kg y luego analizarlo con un escáner de rayos X. Cada pieza —hay unas treinta en total, de las cuales se han perdido cuatro o cinco— se ha ido retirando y restaurando de forma individual. Las bisagras, hebillas y herrajes de bronce son claramente visibles y también se han encontrado restos de cuero.
Stefan Burmeister (izquierda), director del Museo de Kalkriese, ha señalado que al lado de la coraza romana, en la zona de los hombros, se ha documentado un "violín de musaraña", una especie de esposas de hierro que se cerraban en torno al cuello y que inmovilizaban las muñecas justo delante de la cara. Una pista de que el soldado pudo ser sacrificado después de la batalla.
"La armadura no es tan solo un descubrimiento arqueológico único, sino también parte de una escena trágica aquí representada. Por primera vez vemos un destino individual en el sitio de Kalkriese que muestra el lado terrible de la guerra", ha señalado el arqueólogo a The Times.
Violín de musaraña romana que se usaba para bloquear las manos de una persona cerca de su cuello.
Otra prueba en este sentido es que la armadura, un objeto muy valioso, fue abandonada en el campo de batalla. "Quizá nos encontremos ante un contexto de ritual. De ser así, el cuerpo del legionario y su equipamiento habrían sido tabú para los germanos y se habrían dejado ahí", ha explicado Burmeister. Los historiadores romanos describieron todo tipo de macabras escenas: cabezas de centuriones clavadas en los árboles, fosas de huesos o prisioneros ahogados en la ciénaga donde el barro era más profundo.
La masacre en Teutoburgo se produjo principalmente por una traición: Arminio, un caudillo germánico que había sido reclutado como auxiliar del ejército romano —no solo había alcanzado la ciudadanía, sino también el rango de ecuestre—, condujo a las legiones de Varo a una emboscada, donde fueron aniquiladas. Él conocía a la perfección el modus operandi romano y armó una operación de hostigamiento en una zona pantanosa, donde las pesadas defensas individuales de los invasores jugasen en su contra, que se prolongó durante cuatro días.
Aunque la armadura de placas, normalmente de hierro, fue un elemento característico del ejército romano durante siglos, los hallazgos en este sentido han sido escasos. Una de las piezas de lorica segmentata más importantes salió a la luz en Corbridge, Northumbría: en 1964 (derecha) se identificaron seis medias unidades superiores y otras tantas inferiores datadas en el siglo II. La identificada recientemente en Kalkriese se remonta a principios del siglo I, y los arqueólogos señalan que habrá que revisar el desarrollo del equipamiento militar, al ser esta coraza más refinada de lo que se creía para la época.
Fuentes: elespañol.com | dailymail.co.uk | 27 de septiembre de 2020
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